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Espejismo perfecto por niky-cham

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Notas del capitulo:

Hola, lo se tarde un poco mas de lo debido, lo se , las excusas no sirven, esta semana ni tiempo tuve de dar excusas, todos los dias me surgian cosas nuevas y tiempo para escribir ni habia.

quiero agradecer a todos lo que se tomaron por lo menos unos minutos para mandarme un mensajito:

Gracias a:  kitsune loli gotentruncks55 Saya x369, yaoi-lovers, havi, terry kisa kou ,  Zanzamaru ATANIH

Gracias de verdada amores mios <3 

Capítulo 24: Sin Sasuke presente.

-No estoy hablando de dinero Naruto, eso dalo por hecho, pero ¿Me dejaras ser parte de tu vida y la vida de nuestro hijo?

El rubio se quedó callado un lapso largo de tiempo, pensaba en diferentes cosas, todas ellas pasaban raudas por su mente, el mismo cerraba los ojos y medita un tiempo, luego los abría, para encontrase con ellos ónix, mirándole impaciente por una respuesta.

-Bueno… si tú quieres ser el padre, supongo que estás en tu derecho a exigirlo, además yo no puedo negarle a una criatura tener un padre que le dé cobijo- Musito con la vista gacha, realmente no le gustaba pensar en eso.

-¿Lo dices en serio?- Las gemas azules levantaron la vista para encontraste con la brillante e ilusionada mirada de aquel que alguna vez fue su marido, en todos los sentidos de la palabra.

Aquella era la mirada con la que durante años había soñado, por supuesto en sus más locas fantasías, la situación distaba bastante de aquella, más bien se imaginaba a si mismo recibiendo a Sasuke en casa con unos pequeños escarpines de neutro color, soñaba con Sasuke emocionado saltando a sus brazos y tocando la barriga, seguro diría algo así como, “aquí viene mi pequeño Uchiha”, y aseguraría hasta el último de los segundos que el bebé en camino sería un varón.

Tantos sueños rotos destrozados por la mala intensión de terceros, pero había algo que jamás podrían destruir, aun si el sueño ya no era el mismo, la mirada emocionada de Sasuke nunca se la arrebataría nadie.

-Lo digo enserio- Asintió el rubio, de cierta manera ver aquella sonrisa inocente en los labios del Uchiha y esos ojos soñadores, le hacían pensar que no todo estaban tan mal como él creía…

Desde aquel momento dejaron el tiempo pasar, Naruto le prometió que se haría los exámenes correspondientes en unos dos o tres semanas, y dependiendo del resultado lo llamarían y acordarían como debían proseguir.

Hasta ese momento todo sonaba simple, las personas alrededor de Naruto le apoyan, sus amigos, su excuñado, incluso Sasuke, todos ellos permanecían muy al pendiente del estado del rubio, pero habían cosas que nadie más podría conseguir.

Hace unos dias le había enviado un mensaje a su psicólogo, contándole a grandes rasgos sobre la situación y solicitando una cita urgente con él.

Dejo el trabajo por lo menos por un día y se marchó raudo hacia la consulta de su querido Iruka, quien ahora era un amigo más, y sobre todo un gran pilar dentro de su pobre recuperación.

-Esto es horrible- Susurro, iba solo en aquella cabina de tren, se afirmaba la cabeza con ambas manos con el objetivo de parar el intenso mareo que le abordaba en ese mismo instante, cuanto más se movía aquella cabina, menos conseguía dejar de pensar en ese maldito embarazo.

Levanto la vista y bebió agua.

-No es posible- Se dijo a sí mismo- Estoy mareado por que el tren se mueve demasiado, eso es todo- Intento convencerse. Cerró sus ojos una vez más y respiro profundo esperando calmar su acelerado palpitar, y tener el horrible vértigo que atacaba su cuerpo.

Media hora después de ese suceso el transporte por fin se detuvo, Naruto bajo de este bastante más recuperado, tomo sus cosas y se fue directamente a la clínica donde trabajaba su psicólogo, quien para variar le esperaba con una calidad sonrisa en el frontis del establecimiento.

-¿Cómo estás?- Consulto el castaño dándole un fuerte abrazo, quizás no era ético relacionarse tan emocionalmente con uno de sus pacientes, pero para el castaño ya era tarde, había conocido la radiante sonrisa de Naruto y jamás podría desprenderse de esa expresión, por el contrario el cómo psicólogo deseaba hacer de cada día de Naruto una sonrisa esplendorosa.

-Aquí estoy, un poco preocupado- Comento sonriendo nervioso.

-Entra muchacho, vamos a hablar- el profesional dejo paso libre a su paciente, como de costumbre tomo asiento en su mullido sillón y dejo que el blondo tomara su propio lugar en el sillón de enfrente y cogiera uno de los cojines para ponerlo sobre su regazo y apretarlo con las manos- Ya me dijiste lo que paso, no creo que necesite más detalles, pero quiero saber ¿´Como te estas sintiendo con todo esto?

Naruto levanto la vista, no pensó que Iruka fuera tan pronto al grano.

-Tengo miedo- Admitió con pesar, apretando el cojín entre los dedos.

-¿A que le tienes miedo?- Inquirió Iruka- ¿No cuentas con el apoyo del padre, de tu familia? ¿Qué es a lo que le temes tanto?

-A mi…- Esa respuesta era la que más temía escuchar, él lo sabía, sabía cuál era el avance de Naruto, sabia lo difícil que era para él toda esa situación- Por fin estaba empezando a recuperar mi vida- De pronto vio como los ojos del blondo de llenaban de lágrimas- Por fin estaba siendo yo, podía comerme un hamburguesa sin pensar en las calorías, hacia ejercicio y llevaba una vida grandiosa…- El aire se le cortaba a ratos y se apretó el pecho con fuerza como si con esa acción intentara aminorara el dolor que le producía pronunciar las siguientes palabras- Pero estos dias… Ni siquiera logro pensar en otra cosa que no sea que el embarazo me hará engordar.

Hacía tiempo que no veía a Iruka hacer eso, saco la pequeña librea busco una hoja blanca y en ella puso una pequeña anotación.

Naruto había entrado en retroceso.

-Se sinceró- El tono de Iruka era serio y no daba espacio a dudas- ¿Cómo ha sido tu alimentación los últimos tres dias?- Podía ser poco tiempo, pero si Naruto le decía que había vuelto al menos un poco a sus hábitos anteriores, estaban en un grave problema.

- Mala- Naruto bajo la cabeza avergonzado y triste, sus labios se juntaron con mucho pesar y aguanto un terrible sollozo- He comido, juro que lo he hecho, pero me salte el desayuno estos dias, y en la cena solo he comido ensaladas bajas en grasas.

-¿Cómo han sido los almuerzos?

-Igual que siempre, comí todo lo que debía comer- Confeso sin enfrentar la vista de su psicólogo, pero no estaba mintiendo.

-¿Sabes lo que esto puede significar a futuro?- Pregunto el castaño- ¿Sabes cuánto puedes dañar al bebé si estas embarazado?- Al instante un lastimero gemido se dejó escuchar, los ojos castaños observaron como el rubio escondía el rostro entre sus manos y comenzaba a llorar desconsoladamente.

Esa era la situación, estaba profundamente atormentado por su mente, de forma emocional quería darle todo lo mejor a ese ser, que sin saber si existía a o no, merecía un buen trato, aun si ni siquiera estaba formándose nada en su vientre, no podía arriesgarse. Pero claro por otro lado estaba su enfermedad, tan lapidaria, ese maldito trastorno que le arruinaba la vida.

Tenía todo el apoyo, sus amigos su familia e incluso el padre de su aun no confirmado hijo, sin embargo no contaba con el apoyo de la persona más importante en su vida, él mismo.

-No quiero dañar a mi bebe- Admitió con pesar, la cabeza gacha y los brazos fuertemente aferrados a ese cojín sobre el regazo.

El profesional no logro contener la compostura, sin saber cómo se había levantado y abrazado el cuerpo de su dolorido paciente.

-Lo se cariño, sé que no quieres dañarlo- El también estaba herido, todo su esfuerzo a la basura ¡Todo el esfuerzo de Naruto a la basura! Un pequeño detalle que podría derribarlo todo…

-Tengo tanto miedo a engordar, porque, si estoy embarazado, engordar será inminente.

-Puedes con eso- Le dijo Iruka con fuerza en la voz- Tu puedes hacerlo, puedes superar este obstáculo, un bebé es una bendición, independiente de las condiciones en las cuales fue concebido y tú sabes que puedes con esto- El psicólogo levanto el rostro de su paciente, seco las lágrimas de su adorado muchacho y le sonrió con ternura- Sabes que puedes con esto, come con normalidad, cumple tus antojos de vez en cuando, y has mucho, mucho ejercicio, tu puedes con todo esto.

El rubio comenzó a asentir con fuerza, quería hacerlo, realmente quería ser capaz de hacer todo lo que le decía su psicólogo sin pensar en cuanto kilos ganaría durante aquel proceso.

Porque sin Sasuke presente todo se volvía más complicado, sin sus amigos presentes sabía que no podía hacerse el tonto con sus propios pensamientos, que realmente no sabía cómo aceptar a ese bebe si este podía ser la causa de su aumente de peso, sin embargo, con todo su corazón ya amaba a ese pequeño ser, no sabía cómo enfrentar un embarazo con anorexia, pero sabía que si aquel examen resultaba negativo, dejaría un gran vacío en su frágil corazón…

Notas finales:

Eso fue todo, noes leemos ñpronto y dejenme un comenatrio con sus cosillas :)


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