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Espejismo perfecto por niky-cham

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Notas del capitulo:

Hola, hola, bastante retraso durante esta semana, aunque siento que tengo excusa no dejo de sentirme mal por todo lo que he tardado, ya lo habia dicho por facebook esta fue una semana dificil, en especial por que tuve mucho que hacer y estuve muy enferma, hoy gracias a Dios ya me siento mucho mejor, pero tuve fiebre, me senti deshidratada y lo peor vomite mucho D: Esa es la razon por la que no actualice u.u

MUCHAS GRACIAS A TODOS POR APOYARME Y COMENTARME, se que estaban ansiosos despues de la forma en la que quedo el cap la semana pasada, asi que no les hago esperar mas aqui esta el nuevo capi :)

Capítulo 34: Mis manos para protegerte.

-Eres un idiota- Balbuceo golpeándole el pecho.

-Lo se…

-¿Para eso me trajiste a tu departamento? ¿Para hacerme pasar este tipo de sustos?- Consulto aun resentido.

-Lo lamento- susurro el mayor acariciando la espalda del rubio, el menor aun golpeaba su pecho con las manitas hechas puño, Sasuke simplemente recibía los golpes, que parecían delicados y suaves en comparación a los que le había dado momento atrás, de hecho ya sentía su rostro adormecido y algo infamado- No quería hacerte eso- Añadió besando su coronilla- Pero mi vida sin ti no es nada, hasta el momento solo he continuado porque tengo un hijo del cual cuidar.

-Pero no te importo hace un segundo- Reprocho Naruto sin levantar el rostro, su voz parecía dolida y quebrada- No te importamos…-

-Pensé que estarías mejor sin mí en tu vida- Susurro.

-Pues estabas muy equivocado- Externo enfurruñado, levanto un poco la vista y sus orbes azul cielo estaban anegadas en lágrimas.

-Lo se Naruto, ¿Qué quieres que haga?- Consulto levantando un poco más la barbilla de  su amado.

-Lánzate por esa ventana- Apunto Naruto molesto.

-¿Estás hablando enserio? Sabes que soy capaz de hacerlo, si con eso me perdonas- Sasuke llevaba una sonrisa en el rostro, Naruto se enfureció mas si era posible.

-¡No es una broma Sasuke!- Y volvió a golpearle, esta vez con un poco más de fuerza.

-Pero Naruto, tú has dicho que…

-Se lo que dije- Balbuceo bajando el rostro nuevamente.

-Está bien, está bien, lo lamento ¿Si? No volveremos a hablar de eso- Intento solucionar el pelinegro, puesto que veía a Naruto muy alterado con el dichoso tema- Acompáñame, hay algo que siempre he querido mostrarte, pero nunca tuve el valor de hacerlo- Cogió la mano del rubio y le ayudo a levantarse del suelo, guio a su aun esposo a una habitación pequeña, estaba junto al cuarto principal y tenía una puerta completamente blanca, la cual estaba en esos momento cerrada.

-¿Qué es esto? ¿No me vas a asustar de nuevo?- Dijo el rubio con poco aire.

-Puede que te impresione un poco, pero no creo que te asuste- El pelinegro abrió la puerta, la habitación estaba oscura a esas horas de la noche, Naruto no lograba distinguir bien los objetos que habían dentro de esta, Sasuke encendió la luz y…

-¡¿QUE ES?!- El rubio había dado un brinco en su propio lugar, aun tenia los nervios de punta, pero se quedó callado al divisar por completo la habitación- Es un cuarto de bebé- Pronuncio para el mismo, comenzó a avanzar tocando el edredón de la cuna con sumo cuidado- ¿Quien fue?- Susurro ensimismado en aquella habitación.

-Yo fui, Naruto, esta habitación la hice yo, la decore y compre tantas cosas, durante años- Admitió mientras tocaba una preciosa pieza, era una caja musical de grabados en color plata, tenía un bello carrusel sobre ella, en la parte de abajo delataba lo antes dicho por el pelinegro.

-Estados Unidos- Susurro el rubio- ¿Este es?- Pregunto contrariado.

-El que vimos en la vitrina, después de nuestra luna de miel- Confirmo el pelinegro- siempre quise que fuera tuya, pero encontré un mejor lugar para él.

-Cuando…

-Aquella vez, tú te quedaste en el hotel por que estabas indispuesto y yo no resistí comprarlo, te lo iba a entregar cuando volviéramos a casa, pero la vendedora me dijo que era el regalo perfecto si iba a ser papá, entonces decidí regalártelo cuando quedaras en estado, pero eso no paso.

-Tú me dijiste que me cuidara- Dijo el rubio con aire frio.

-Siempre pensé que no estabas listo para tener hijos.

-Antes yo moría por…- No pudo completar la oración, era tan estúpido revivir tales recuerdos del pasado- Pensé que tu no querías- Termino por decir.

-Está bien, quizás ese no era el momento y ya- Soltó el azabache restándole importancia, si después de todo, aquellas memorias no hacían más que causar daño.

-Pero todas estas cosas…- Murmuro el rubio.

La habitación no era tan grande, pero tenía un diseño infantil y sofisticado, estaba lleno de juguetes la gran mayoría de ellos eran grande y de brillantes, la pequeña cuna en el centro era un madera barnizada, tenía detalles celestes, al igual que el edredón y todas las demás cobijas.

-¿No hay nada de niña?- Pregunto nervioso.

-Algo siempre me ha dicho que es un varón- Respondió el pelinegro con seguridad.

-¿Y si no lo es?- Consulto insistente el rubio.

-Guardare todo esto y comprare cosas de niña, el dinero no me importa, además serviría para el momento en el que tengamos un bello principito- El mayor le observo sonriente, se había acercado para besar los labios de Naruto, pero este se alejó rechazando el contacto.

-Quiero tiempo- Le dijo decidido y algo temeroso- Esto va demasiado rápido para mí y no creo estar…-

-Preparado, lo sé- Completo el mayor un tanto deprimido- Lamento haber apresurado tanto las cosas- Añadió luego.

-Sasuke…- le menor no sabía que decir, realmente había sido un día tan ajetreado, sentía que su cuerpo solo seguía en pie por aquel choque de adrenalina que le había dado Sasuke hace unos momentos, pero era demasiado para él y…- Estoy mareado- susurro agarrándose la cabeza con una mano, mientras la otra se apoyaba con fuerza en la cuna.

-¡Naruto!- Exclamo preocupado agarrándole de la cintura, antes de que cayera, el menor tenía sus ojitos levemente abiertos, puesto que todo el techo le daba vueltas.

-¿Era necesario poner tantos aviones?- Pregunto, el cielo color blanco de la habitación estaba adornado con un sinfín de pequeños aviones brillantes, Naruto tenía que todos ellos volaban sobre su cabeza, provocándole aún más mareo- Los aviones me están…- Levanto su cuerpo rápidamente, busco algún lugar en el cual vaciar su estómago y favorablemente encontró el tacho de basura, donde vomito todo lo que no había comido.

-¡Naruto!- Volvio a exclamar el mayor sin saber, muy bien que hacer, cogió al menor entre sus brazos y lo sostuvo con fuera para que tuviera algo en que apoyarse y recuperar el equilibrio.

Naruto aun habiendo vaciado su estómago sentía nauseas, puesto que todo le daba vueltas rápidamente.

-¿Quieres ir a recostarte?- Pregunto el azabache al ver la debilidad del menor, Naruto se limitó a asentir, y agradeció que Sasuke le levantara con delicadeza y lentitud, camino a un paso muy sereno para no marear más al menor y luego le puso sobre un pequeño colchón individual- Esta será tu habitación, lamento el desorden- le dijo el azabache sonriendo.

-¿Qué son todas esas cajas?- Pregunto Naruto volteando el cuerpo, viendo  como aquellos paquetes cubrían la pared por completo.

-Cosas para el bebé- Musito Sasuke mirando hacia otro lado.

-¿Qué?- Consulto, irguiéndose lentamente, Sasuke había hablado demasiado bajo como para oírlo con claridad.

-Son cosas para el bebé- Repuso aun huyendo de la mirada de Naruto.

-¡¿Todas esas?!- Por un momento pareció haber olvidado su mareo y levanto el cuerpo observando las cajas- Enserio necesitarías tanto.

-Me emocioné un poco- asumió el pelinegro- Pero ya abriré una bodega y las guardare allí para que no te incomoden.

-No, no, si abres una bodega tendrás más espacio para comparar tonterías- Le regaño el rubio- Déjalas donde están.-

-No son tonterías, un bebé necesita muchas cosas para ser feliz- Indico el mayor.

-El bebé ni siquiera sabrá sobre todo esto, quizás cuando sea más grande le interesen las cosas materias, pero de pequeña mientras tenga lo necesario para vivir y mucho amor, te aseguro que será feliz- Le corto el rubio.

-Yo le daré mucho amor- Admitió el pelinegro con una boba sonrisa  en los labios- ¿Y tú?- consulto luego.

-Claro que le daré mucho amor, es mi hijo- Naruto sonrió y paso una de sus manos por su vientre, era un poco aburrido puesto que aún no se notaba el embarazo, en parte pensaba que era por su mala alimentación, aunque muchos le decían que por ser primerizo el embarazo se notaría más adelante.

Sasuke temerosamente había acercado su mano hasta la zona, el vientre plano del menor le recibió con dulce calidez, paso su mano por la zona notando como estaba apenas endurecida y sonrió al pensar que pronto tendría una pequeña curvatura la cual acariciar.

-¿Te sientes mejor?- Consulto después de un buen tiempo acariciando el hogar de su retoño, Naruto simplemente asintió a la pregunta y recargo su cabeza en las almohadas con cansancio- ¿Por qué no te das un baño y luego te acuestas?- Propuso- Has tenido un día largo y agotador, tú y el bebé necesitan descansar- Acoto sin dejar ese tono de voz calmo y sereno, Naruto le agradecía internamente, pues aquellas palabras le relajaban.

-¿Puedes traer mis cosas al cuarto?- Le pregunto el rubio.

-¿Qué pregunta es esa? Claro que puedo, las traeré de inmediato, por cierto, deberías utilizar el baño principal, es más espacioso.

-¿Queda en tu habitación?- Consulto de nueva cuenta el rubio.

-Sí, puedes vestirte allí si quieres, luego te vienes a recostar aquí, yo no te molestare, voy a quedarme un rato más en mi oficina, hay un cierto rubio diseñador que me tiene copado de trabajo- Naruto soltó al instante una leve carcajada, el pelinegro sonrió al verle un poco más repuesto- Iré por tus cosas- Y luego de decir aquello se retiró de la habitación con mucha calma.

Dejo la maleta del menor sobre la cama, Naruto se dedicó a rebuscar una toalla y su ropa de dormir, Sasuke solo le observaba desde el umbral de la puerta, luego le guio hasta el baño, con una serie de indicaciones de las cosas que habían allí, como utilizar algunas otras y obviamente agrego al final que todo lo que su baño y departamento en general estaba a su completa disposición.

-no dudes en llamarme si necesitas algo, mi oficina es la puerta al fondo, junto a mi habitación ¿Esta bien?-

-Claro Sasuke, deja de preocuparte, yo estaré bien- Respondió el rubio esperando a que se marchara para meterse al baño.

El pelinegro se marchó, su oficina después de tanto tiempo era un lugar cálido, Naruto no lo había visto pero estaba seguro de que le diría exagerado si lo viera, tenía tan bellos colores una linda decoración, podría pasar el resto de su vida trabajando en ese lugar sin aburrirse, lo mejor de todo aquello era su línea del tiempo, frente sus ojos había una serie de ecografías todas ellas en orden cronológico, de cada una de las visitas de Naruto al médico, Sasuke sonreía cada vez que observaba dichas fotografías, pensando que pronto ya no serían esas cuatro, otras cinco más acompañarían aquella cronología y quizás en algún momento llenaría la habitación se imágenes con el rostro de su hijo o hija.

-Fui un estúpido- Soltó para sí mismo acercándose a la ventana, observo desde aquel vidrio hacia abajo, terminando por ver a varios metros de distancia aquel concreto sólido y firme en el cual estaría tendido en ese momento de no ser por Naruto.

Realmente no era la primera vez en que había pensado hacerlo, pero siempre tenía otras cosas más importantes por las cuales ocuparse, primero había sido la búsqueda de Naruto, luego el hijo de Karin, estuvo a punto de colapsar al enterarse de que ese bebé nunca fue suyo y entonces estaba decidido a hacerlo, esa vez  había cogido un revolver de la empresa, pero para su suerte algo lo detuvo, sabía que Naruto volvería a la ciudad y por alguna razón se mantuvo esperanzado en encontrar su amor, en volver a tenerlo junto a él.

-Siempre he sido un egoísta- Se reprochó a si mismo con rabia, mantuvo atado a Naruto durante tantos años a él, le mantuvo preso de su amor enfermizo de sus reproches de sus delicadezas, y el rubio siempre había permanecido a su lado cariñoso y comprensivo, jamás nunca le reclamo por sus actitudes, solo se esforzaba cada día mas por mantenerle feliz y él siempre fue un desgraciado desagradecido.

Toco el vidrio frio y observo en este su reflejo, vio frente a si el hombre que tanto daño le había hecho al amor de su vida, deseo golpearlo con todas sus fuerzas, pero ningún golpe dolía mas que aquellos que le dio a Naruto en el pasado, y podría martirizarse el resto de su vida por esa razón, de hecho eso pretendía hacer, jamás olvidarse que aquellas manos que habían prometido protegerlo se habían alzado en algún momento frente a él.

-No más- Se dijo con decisión a sí mismo- Nunca más le hace daño ahora que le tengo nuevamente junto a mi- También debía sacarse esas estúpidas ideas de la mente, jamás pagaría sus pecados lanzándose de una ventana, ni pegándose un tiro, ni perdiéndolo todo entre el alcohol y las drogas, la única manera de pagar sus errores era vivir, vivir para proteger a Naruto y a su hijo, vivir con la consciencia sucia por haberle maltratado  y tomar todas sus falencias del pasado para no cometerlas nunca más en el futuro.

Se giró con decisión sin voltear a ver por la ventana, se sentó luego en su escritorio para comenzar su trabajo, haría de ese hotel todo lo que Naruto siempre deseo, y uno a uno cumpliría todos sus caprichos, todos sus sueños y esperanzas, lo sacaría de ese maldito agujero en el aquel mismo lo había metido…

En ese momento pensó que reconstruir el hotel seria lo primero que podría hacer por Naruto, pero se equivocó, lo primero que haría por Naruto seria aplastar a todas las cucarachas que rondaban a su alrededor.

-Miren quien se dignó a aparecer- La voz chillona le recorrió de pies a cabeza, un escalofrió y luego el golpeteo de su corazón contra el pecho, Naruto cerró los ojos sabiendo muy bien quien era, después se giró lentamente, pensando enfrentarla- ¿Qué paso loquito? ¿Ya te desquiciaste porque estas embarazado? Ahora si serás la morcita obesa de Sasuke- Las palabras eran venenosas dentro de la débil mente- ¿Ya te están saliendo estrías?...

-No te atrevas Sakura- La voz grave, fría y enojada, prometía acabar con todo aquel que se cruzara en su camino, y precisamente quien estaba frente a él en ese momento era aquella pelirosa, ella se giró sonriendo, como si no hubiera echo nada, Sasuke sintió repudio de su persona y luego…

Notas finales:

Eso es todo por el momento, este capitulo pintaba para ser mas largo, pero finalmente decido desarrollar el enfrentamiento y lo que pasara con sasukera en un cap aparte el cual ya esta casi listo y contrario a lo que he hecho durante todo este tiempo no sera publicado en una semana mas...

Para mantener mis tiempos de actus y como lo habia anunciado antes la fecha del final, he decidido subir el proximo dia Miercoles...

Diganme que les parecio en los comentarios.

No teman esta semana no fallare por que la actu del miercoles ya esta casi lista, imposible que no la termine, me faltan como unas 300 palabras jajajajaja :D

Nos leemos ~


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