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Espejismo perfecto por niky-cham

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Notas del capitulo:

Ohg! que lento me ha salido este cap, gente lamento la tardanza, nunca pense que seria tan asi, de verdad no era mi intension tenerles esperando de esta forma u.u

Pero bueno aqui esta el capi, espero que les guste.

Saludos y abrazos a todos los que me comentaron, muchas gracias por el apoyo, pero no les he podido contestar por cuestiones de tiempo u.u

Capítulo 36: Orden con aroma a sake.

Finalmente todo había acabado en tragedia para la esplendorosa empresaria, las esperanzas habían estado puestas en la caja fuerte, se suponía que estaba en una bodega. Bien guardada dentro de su concurrida boutique, lamentablemente la última noticia que salió a la luz fue…

“La compuerta de la caja fuerte se encontraba adentro, la empresaria perdió una suma importante en efectivo, según nos ha comunicado su abogado, monto del cual no podemos dar una cifra cerrada, también se presume que había un conjunto de cheques impagos en dicho lugar, Sakura Haruno en estos momentos tiene una deuda millonaria con dos empresas textiles y la afamada Uchiha Corps, inmobiliaria…”

Naruto había apagado la televisión en esos momentos, hacía poco tuvieron una pequeña discusión con Sasuke, el cual en efecto le había mencionado que la pelirrosa hizo un contrato de expansión hace meses con la empresa, su hermano Hitachi había estado a cargo del proyecto y al parecer Sakura tenía una importante deuda con la empresa.

La pelirrosa por su parte estaba desaparecida, aquella imagen frecuente de la joven delgada, caminando con sus altos tacones y vestidos de ultima calidad, mientras observaba a todo hacia abajo como si fueran pequeñas hormigas ante su persona, había desparecido.

Fue picadillo de programas de farándula durante aquellas tres largas semanas, la habían perseguido durante mucho tiempo, pero la mujer llevaba varios dias encerrada en su propio apartamento, muchos programas de televisión habían presumido que pronto se declararía en banca rota.

Sasuke estaba feliz, veía frente a sus ojos a la mujer derrotada, había esperado durante todo ese tiempo ver a Sakura llegar a su oficina, ojala de rodillas le rogase renegociar la deuda, el por supuesto daría su golpe final al destruirla económica y socialmente.

Naruto por otra parte había sentido lastima por la mujer, no la suficiente como para querer ayudarla, más si como para compadecerse un poco de su miseria, no se lo había expresado a Sasuke, veía al pelinegro contenido, como si realmente no le importase lo que sucedía con aquella que en el pasado había sido su novia…

-¿Qué comiste hoy?- El rubio no lo había notado, Sasuke le cogió de la cintura con preocupación, ya tenía 25 semanas, sin embargo el rubio no dejaba de marearse y sentir nauseas, lamentablemente las hormonas ya no eran las culpables.

Quizás Sakura había sido destruida, pero ella no sucumbió sin antes haber causado un último daño, y esta vez podría dañar más que a un pequeño grupo de personas… Naruto estaba acabando con su embarazo, el hermoso momento en el que supieron que esperaban un pequeño varoncito en camino, fue opacado por la preocupación de Nagato ante el estado de su paciente…

*Flash Back*

-¿Puedes decirme que es?- El blondo estaba recostado con su manita aferrada a la de Sasuke, veía a su bebé en alta definición, estaba todo dobladito y tenía las manos hechas puños, frente a su boca.

-Creo que si- Respondió el medico con seriedad- Dame un segundo…- Nagato ya no sonreía como en pasado, más bien tenía un expresión molesta y preocupada, puso sus manos sobre el vientre de Naruto y luego hizo presión en un punto de este, repitió tres veces el mismo proceso hasta que logro posicionar al bebé.

-¡Es un niño!- Exclamo Sasuke, incluso lo grito antes de que Nagato pudiera decir algo, la tecnología era una cosa maravillosa, aquel monitor mostraba a una pequeña criatura en nítidos colores rosados, Nagato había puesto el mando en una zona precisa y el niño como si lo hubiera previsto abrió sus piernitas y dejo expuestos claramente y la vista de todos, sus impresionantes dotes.

-Sasuke, nuestro hijo será un exhibicionista- Soltó Naruto apretando la mano del pelinegro, sus ojos azules miraban con impresión y amor infinito al pequeño hermoso que crecía en su vientre.

-Te dije que sería un hombre, yo lo sabía, estaba seguro- Sasuke había repetido más de una semana que el bebé seria niño, y bueno llevaba años comprando artefactos infantiles, todos ellos para un precioso varón.

Naruto no estaba desilusionado, él hubiera preferido una tierna princesita a la cual poner vestidos y hacerle colitas, pero su pequeño revoltoso también le había feliz.

Nagato también soltó una sonrisa, tal vez la primera de toda es sesión, a pesar de todo le agradaba ver al pequeño sano y fuerte, además de energético, puesto que al nenito parecia no afectarle los malos cuidados de su madre… Pero cinco meses es demasiado pronto…

La feliz pareja estaba a punto de marcharse, Nagato había mordido su lengua hasta el último minuto, pero antes de que pudieran dar un solo paso fuera de su oficina, el los llamo. No sabía si estaba actuando correctamente, tampoco sabía si era la forma de hacer entrar a Naruto en razón, pero a las alturas en las que se encontraban era la única forma, en que podía actuar, un si no fuera muy profesional de su parte.

-No estas actuando bien- Le dijo serio y molesto, Naruto se detuvo enseguida, Sasuke se giró sobre sus talones para encontrase con la vista preocupada del médico- si continuas con esto, los vas a matar a los dos…-

El cuerpo del rubio tembló de pies a cabeza, sabía perfectamente la razón de aquellos reclamos, aun así no estaba preparado para hacerles frente, de hecho aun si se había girado para ver a Nagato, no fue capaz de levantar la vista y encontrar sus orbes con los del médico.

-Bajaste tres kilogramos desde la sesión anterior- Aquello fue suficiente como para alterar al Uchiha, en su casa no habían pesas, era una norma para la salud mental de su rubio.

Naruto había sentido un torbellino de emociones revolverse dentro de su estómago, por un lado estaba la felicidad y el orgullo, por otro lago la tristeza y la culpa, se sentía culpable de ser feliz por aquella noticia y más aún se sentía culpable de estar destruyendo el mismo a su amado bebé. Se derrumbó a llorar a los pies de Sasuke, el pelinegro planeaba regañarle, pero se vio truncado por las lágrimas gruesas y cristalinas que escapaban de aquellos profundos orbes color cielo,

Las palabras se le atoraron en la garganta, bajo hasta la altura de Naruto para envolverlo en un caluroso abrazo y se sorprendió al oír los lastimeros gemidos de su adorado rubio.

-Yo no quiero hacer esto- Murmuraba entre los sollozos, aún estaba aferrado a Sasuke y no era capaz tampoco de levantar la vista…

*Fin del Flash Back*

A aquel suceso le habían seguido tanto otros, habían tenido una semana fatal, llena de mareos y desmayos, cada comida era una lucha con Naruto y Sasuke ya estaba prácticamente derrotado. el pelinegro tuvo la intención de hacerse cargo de Naruto, a pesar de que Nagato le había propuesto una maravillosa clínica “especializada en problemas alimenticios”, en ese momento no fue capaz de aceptar, pero cada tortuoso día se aclaraba más frente a sus ojos la oscura realidad. Él no podía hacerse cargo de Naruto, su amor y su culpa no le permitían regañarlo, no le permitían obligarlo, no le permitían cuidarle realmente.

-Deja de revolver la comida por favor- Todos los dias eran exactamente iguales, Sasuke le rogaba a Naruto hasta el cansancio, para que comiera, para que no jugara con los alimentos, para que se cuidara y hasta algunas veces para que no corriera al baño a vomitar, pero no obtenía nada por parte del rubio, tan solo lograba llenar la habitación del bebé de sollozos ahogado y pasar la mitad de la noche golpeando la puerta para que Naruto se dignara a salir y a escucharle.

-Por favor Naru abre la puerta, ve a dormir a tu habitación- Desde afuera podían oírse los tristes sollozos del rubio, a ratos murmuraba que estaba matando a su bebé y que no merecía nada en el vida, quizás lo único que cambiaba con los dias eran las frases que Naruto utilizaba para recriminarse…- Amor ven aquí, te lo ruego- Imploraba golpeando la puerta.

-¡Vete!- Exclamo el rubio desde dentro- Quiero estar solo- Musito conteniendo el llanto.

-Es muy tarde para que quieras estar solo, mañana puedes estar todo el tiempo que quieres en la habitacion del bebé, pero ahora tienes que dormir… Naruto por favor, si no lo haces por mi hazlo por el- era una excusa ya conocida, barias veces le había dado resultado, quizás por eso la usaba con frecuencia y de hecho el silencio de ese momento le demostraba que estaba dando en el punto correcto.

La puerta se abrió minutos después, Naruto tenía los ojos rojos e hinchados, aun hipaba tristemente y tenía las manitas echas puño de tanto lamentarse. Sasuke avanzo hasta él y supo una cobija sobre sus hombros.

-Gracias- Susurro besando su frente, después de todo ¿Qué obtendría con regañar a Naruto? Probablemente nada, el rubio ya era lo suficientemente consciente de sus acciones como para pasar cinco largas horas de su día llorando y lamentándose por ser tan mala madre, Sasuke solo lograría destruirlo aún más si era posible.- Vamos a la habitacion ¿Quieres dormir en mi cuarto esta noche?- Pregunto sonreído.

A pesar de que Naruto se había mostrado reticente a dormir junto a Sasuke de buenas a primeras, aquello había quedado olvidado las últimas dos semas, casi siempre Sasuke le sacaba, de donde fuera que se estuviese escondiendo y llorando  a mediados de la madrugada, tenía esa rutina, le abrigaba y lo llevaba al cuarto de huéspedes, en otras ocasiones lo invitaba a su habitacion, jamás de una manera sugestiva, siempre como una pareja de jóvenes padres que se apoyaban en los momentos difíciles.

Como si de un mantra se tratara Sasuke les desvistió rápidamente, no le gustaba pasar mucho tiempo detallando el cuerpo semi-delgado de Naruto, prefería que ese fuera un proceso rápido para ambos, ropa casual fuera y velozmente pijama puesto, luego le recostaba en la cama, llenando de besos sus mejillas y cabellos, le abraza y le sonreía para no preocuparlo.

“No eres capaz de ponerle orden, Naruto no llegara a ningún lado con un indulgente como tú”. Deidara le había dicho aquellas palabras hacía semanas, en esos tiempos fue un golpe duro para el azabache, pero se mantuvo firme, el creía que podría sacar a Naruto de su miseria solo con amor, quizás aquel fue el más grande de sus errores, y uno de los que más lamentaría.

-¡Naruto! NARUTO, RESPIRA….- Los gritos se oyeron hasta el primer piso de aquel gigantesco departamento. Los vecinos no tardaron en llamar a una ambulancia, sin embargo fue Sasuke quien pidió desesperadamente que llamaran a la clínica donde se atendía Naruto.

El rubio se había desmayado luego de vomitar gran parte de su almuerzo, tenía los ojos oscurecidos y la respiración agitada, dentro de un tiempo todo comenzó a acompasarse, Sasuke se había desesperado cuando el espejo que tenía frente al rostro de Naruto dejo de empañarse con su respiración.

Llegados a la clínica todo fue un caos, apenas recordaba cómo fue tirado por unos guardias y separado del amor de su vida. No sintió el piquete, más si fue capaz de sentir los ojos pesados y aliento jadeante, cuando con desesperación luchaba contra los potentes somníferos que le habían inyectado.

Al abrir sus ojos solo fue capaz de ver una cabellera rubia y esos ojos color miel que tan bien conocía, el olor a Sake le revolvió el estómago y aquello fue prueba de que esa mujer seria y de grandes atributos, no era nada más y nada menos que Tsunade.

-Se acabó Uchiha, tu no pudiste con el- Declaro la rubio con seriedad y potencia- Yo seré quien ponga orden en esto. No permitiré que ninguno de los dos, sufra un solo día más.

Ella pensó que Sasuke se opondría, la rubia era famosa por utilizar terribles terapias de shock, seguro con Naruto no sería diferente, Sasuke probablemente lloraría y rogaría algo de compasión con su rubio amado, pero no fue así…

-Haga todo lo que pueda- el rostro bajo y rendido de Sasuke se escondió de la mirada color miel que intentaba escrutarlo, el ya no tenía más nada que hacer, había perdido a Naruto, por no ser lo suficientemente fuerte para poner orden, ahora solo le quedaba ceder ante la potencia de la rubia y dejar todo en sus manos.

-Se lo suplico, salve a Naruto y a nuestro hijo- los ojos negros se encontraban anegados en lágrimas.

-Lo hare.

Notas finales:

Gracias por llegar hasta qui.

Es muy tarde en mi pais y estoy completamente quedandome dormida y creo que mis procesos mentales no estan funcionando bien u.u

Dejen comentarios si les gusto, a mi al principio no me convencia pero finalmente me agrado como quedo el cap, esta semana respondo comentarios asi qye dejenme todas sus dudas aqui abajo :)


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