Tenían más de 7 llamadas perdidas en sus celulares, mensajes escritos y algún otro en los correo de voz; como era de esperarse, era idols, adultos, tenían responsabilidades, vivían con 4 personas más, y aun así se había tomado todo el día para ellos dos.
Apenas llegaron a la casa notaron que ya los demás dormían, en realidad eso creyeron, Zelo estaba pendiente desde la habitación para ver cuando llegaban, su corazón dolía, y en el preciso momento que secaba sus lágrimas les escucho entrar.
Trataban de hacer silencio, pero Himchan estaba un tanto feliz por lo que sus risas, comentarios y pisadas fuertes se podían oír, Yongguk no se quedaba atrás pues también el mareo que traía le hacía chocar contra las paredes haciendo más ruido, sobretodo por estar cargando a Himchan.
Cayeron al sofá, y ya no pudieron levantarse, fue allí donde pasaron la noche casi de forma obligada por sus cuerpos agotados.
A la mañana siguiente, Youngjae y Jongup se fueron a sus respectivos estudios, Zelo no había querido ir, dijo sentirse enfermo, sus ojos irritados y ese dolor de cabeza tan fuerte que tenía podía hacerse pasar por una enfermedad por lo cual sus compañeros le creyeron, pero en realidad, sus ardidos ojos estaban así de tanto llorar la noche anterior.
Yongguk estaba prácticamente deshecho, no se había querido levantar del sofá, y no tenía intenciones de hacerlo hasta que fuera sumamente necesario; Himchan, sólo parecía tener un fuerte dolor de cabeza, y amenazaba a Daehyun cada vez que éste hacia ruido.
-es extraño que estés tan bien –dijo Yongguk mirando hacía arriba al comandante el cual entraba en la sala y le miraba expectante. –las veces anteriores que te he visto borracho al otro día pasas vomitando, y ni te puedes parar, hoy estas normal.
-oh, es que…Youngjae tiene un buen remedio para el malestar ¿no te lo pasó? –dijo con una sonrisa amplia mientras se sentaba en un costado del sofá. –por cierto, ahora que lo mencionas, quería hablarte de anoche…
-anoche, estabas tan idiota –el líder comenzó a reír y un curioso Zelo se asomo por la puerta del dormitorio que conectaba a la sala. –no sé quien sea esa persona de la cual estas enamorado pero, de verdad te tiene mal –le miró a los ojos y le sonrió fraternalmente.
-¿eh? ¿no, no sabes? –Himchan abrió ampliamente los ojos, ¿después del beso no se había dado cuenta? Es que ¿acaso tenía que ponerse un cartel en la frente que indicara que le gustaba él?
-no, ni en el estado que estabas ayer me lo quisiste decir –le miró entre confuso y serio.
-pero…
-eso si –rió nuevamente mirando el techo –me confundiste con esa persona, me besaste y me preguntaste porqué no te amaba –le volvió a mirar y la cara de incrédulo de Himchan era asombrosa –pero tranquilo no me enoje, sé que no estabas conciente de lo que hacías, ahora si ¿me dirás quién es?
Que ganas de golpearte en la cabeza Yongguk, pensó Himchan por unos momentos, luego escondió su rostro en sus manos como asimilando aquel gran fracaso que había tenido.
-Hyung ¿enserio… -había descubierto su rostro y comenzado a hablar cuando el menor de todos entró a la sala impidiéndoselo, tragó saliva, los ojos del maknae eran los de un niño apunto de cometer una travesura -¿qué sucede Junhong?
-tengo hambre, hyung eres el encargado de la comida, me siento mal, y tengo hambre –su voz era demandante y parecida a la de alguien caprichoso, Himchan apretó sus dientes y maldijo.
-¿puede esperar?
-no. –Himchan mordió su labio inferior algo molesto.
-Himchan eres mayor, debes cuidarlo, somos un grupo y nos tenemos que proteger, además hay que ser ejemplos para los dongsaeng, ve. –luego de aquellas palabras del líder Himchan accedió pero para no correr riesgos se llevó a Zelo de la sala también. Yongguk quedaba solo en el sofá, serio y pensativo.
Zelo había quedado intrigado por algo, Himchan había logrado besar a Yongguk, pero aun así no había obtenido el resultado esperado, se aliviaba de ello, pues aun tenía esa oportunidad con Yongguk, pero aquello que le intrigaba era ¿qué tan importante eran los besos para conquistar a una persona? Pensó que eso era estúpido, que las personas se enamoraban de personas no de besos.
Himchan le sirvió un plato de una rápida comida que se inventó para el joven con hambre, y mientras aquel niño comía preocupado por los besos, el comandante no pudo evitar sentir que su corazón comenzaba a latir rápidamente al verlo allí, sonrió con una vaga sonrisa tonta mientras le miraba.
-…¿qué sucede? –el maknae levantó la vista al joven parado frente a el del otro lado de la mesa, sentía esa mirada recorrerle.
-nada –Himchan negó con la cabeza, y el menor comenzó a comer nuevamente de forma lenta, algo asustado por aquel ser. Se suponía que Himchan estuviera enojado por interrumpirlo, o triste por lo que el líder le dijo, pero no, allí estaba con esa tonta sonrisa.
Por un momento se encontraba confundido, recordó las tantas veces que él intentaba abrazar al pequeño o jugar con él pero Zelo no le dejaba, se sintió un poco mal al pensar en ello ¿por qué Zelo siempre era tan frío con él? Le recordaba a Yongguk, sonrió de forma extraña al pensar que el maknae era un mini Yongguk; pero ¿qué era lo que sentía por Zelo en realidad? necesitaba aclarar sus sentimientos hacía el menor, por otra parte lo de Yongguk le había dolido realmente, ¿cómo era tan idiota que no se había dado cuenta de qué era él a quien amaba? Su corazón se estrujó al recordar el beso de la noche anterior y esa frialdad con la que actuó hoy el líder, llevaba mucho tiempo enamorado como para seguir en silenció, era una tortura que le rechazaran constantemente sin siquiera el culpable saberlo.
-no, ya hyung enserio ¿qué pasa? –Himchan salió de sus pensamientos al escucharle.
-no es nada, sólo pensaba en el beso que nos dimos con Yongguk ayer –Zelo se atoró con el bocado que estaba comiendo y comenzó a toser, Himchan se alejo riendo divertido.
-maldito Himchan –susurró entre dientes cuando su garganta se aclaro.
-¡Zelo! –dijo en tono divertido Daehyun entrando al momento que Himchan se iba. –eso se ve rico –miró el plato del menor.
Zelo le observó y desvió sus ojos al plato, para luego levantar la vista otra vez.
-¿quieres un poco? Yo estoy algo lleno –le pasó el plato cuando el mayor hizo un gesto de aceptación y se sentó frente a él. –Hyung, ¿puedo hacerte una pregunta?
Daehyun asintió.
-¿tú crees que para comenzar una historia de amor, un beso es importante? –se encogió de hombros, el mayor elevó su rostro sorprendido ¿Zelo tenía alguna novia?
-bueno, una vez en un poema leí que un beso inicia y termina todo –sonrió, no sabía a quién el maknae quería besar, por eso había contestado aquello, creía que seguro era alguna chica del colegio, o alguna del entorno artístico, de haber sabido toda la historia no hubiera dicho eso.
Pero aquello se había grabado a fuego en la mente del menor, y le torturaba, aun cuando la tarde había llegado y Jongup y Youngjae ya estaban en el apartamento, él seguía recordando aquellas palabras, realmente no se animaba a besarlo.
Era el sólo hecho de verlo caminar por la casa lo que le provocaba escalofríos al acordarse de aquello; aunque un beso era mejor que seducirlo ¿no? El joven sentía que su cabeza daba vueltas, se revolcaba en la cama haciendo que aquella hiciera ruido, se suponía que él y Himchan dormían una siesta en el cuarto, mientras los demás hacían sus cosas.
-Junhong, por favor, no me dejas dormir, mi cabeza me esta matando y como sigas haciendo ruido yo te mataré, quédate quieto.
-no puedo –asomó su cabeza para que Himchan le viera y le echó la lengua.
-¿se puede saber qué estás haciendo que estás tan incomodo? –el mayor se levantó de su cama y se subió a la del menor.
-pienso… -¿era enserio? Para pensar ¿era necesario moverse tanto?
-¿qué sucede? –el maknae le miró desconfiado. –anda, seremos rivales en el amor pero somos compañeros de trabajo y además vivimos juntos, puedes confiar en mi. –sonrió mostrando sus bellos dientes de conejo.
¬¬Zelo negó con la cabeza y se tapó con la almohada.
-¿es por lo que dije del beso hoy? –le quitó la almohada haciendo que el menor le mirara. –lamento habértelo restregado en la cara, no debí hacerlo, si hubiera sido al revés seguro estaría como tú ahora. –Zelo sonrió de forma burlona.
-despreocúpate, conmigo eso no pasará, soy un estúpido niño al que le han dicho que los besos son importantes para comenzar algo y aun así me asusto tanto que me niego a hacerlo ya que… -su cara ardió, y su garganta le molestó un poco, se avergonzó de lo que estaba a punto de decir. –nada.
Himchan se sorprendió y como si un rayo le atravesara una idea cruzó por su mente, ya sabía como hacer para aclarar sus sentimientos con el menor, se aprovecharía de esa inocencia del niño.
-Junhong ¿has besado alguna vez? –Zelo desvió la mirada completamente sonrojado. –eso me dice que no –rió divertido el mayor. -¿sabes? No sólo los besos son algo importante, sino que los besos inolvidables son los que realmente marcan a una persona.
-¡hay otras formas de conquistar! –se sentó en la cama para quedar frente al mayor.
-¡oh! Es verdad, suerte con eso –le guiñó un ojo, Zelo sentía ganas de saltarle arriba y golpearlo fuertemente, se estaba burlando de él. –calma esos ojos Junhong, sólo bromeo, si quieres yo puedo brindarte una ayuda, te podría enseñar como dar un beso inolvidable –rió pero el maknae no, ¿era enserio? ¿Se burlaba de él?
-¿eh? –el menor estaba estupefacto ante esas palabras. –déjame ver si entendí ¿quieres enseñarme a besar para que luego conquiste a Yongguk hyung? ¿Qué ganarías tú con eso?
-bueno, no ganaría nada –giró su rostro y le observaba de reojo – pero estaríamos en igualdad de condiciones, y así, si Yongguk me acepta, estaría más seguro de sus sentimientos hacía mi. –el menor estaba confundido. –¿lo tomas o lo dejas?.
–estas loco.
-como digas, suerte con Yongguk. –se iba a bajar de la cama cuando sintió la mano de Zelo tomando su brazo.
-esta bien, acepto. –no sabía por qué había aceptado, pero la idea de Himchan tan mala no sonaba, y aunque desconfiaba, si así podía evitar que Himchan le ganara, lo haría creyó crédulamente en él. Además el comandante era el único que perdía ¿no?
-bien, enséñame como le besarías. –Himchan sonrió algo juguetón. Cerró sus ojos poniéndose delante del menor y espero el beso.
Zelo se acercó con algo de temor, besó suavemente los labios del mayor, no se animaba a mucho, presionó un poco contra los del joven y luego se separo. Himchan aun estaba con ojos cerrados frente a el.
-¿eso es todo? –El mayor abrió los ojos algo decepcionado, no, no había sentido nada, quizás todo aquello que creía sentir por el chico eran sólo confusiones tontas. –Así sólo harás que Yongguk hyung se burle en tu cara –no midió sus palabras y había ofendido con ellas al otro.
-¿y cómo sería? –preguntó con mala cara. El mayor lo tomó como un reto, sonrió hilarante, otro beso, no le dañaría en nada ya había descubierto que por el menor no sentía nada.
Himchan se acercó a Zelo lentamente, quien estaba dispuesto a entregarle sus labios con tal de aprender a besar. Le miraba fijamente a los ojos, el mayor se acercó más a su rostro, pegándolo al otro, sostuvo la nuca de Zelo con una mano, y rozó sus labios suavemente, jugando con el roce de su nariz en la piel ajena también, cerrando los ojos y disfrutando.
El menor sentía que su corazón se aceleraba, ahora estaba sintiendo cierto terror que jamás había sentido, pero era tan extraño, un terror que le agradaba, se dejó hacer, mientras el otro lentamente besaba sus labios inocentemente, separando y uniendo sus labios de los ajenos, movía su cabeza, y le seguía besando, Zelo terminó por cerrar sus sorprendidos ojos al sentir como el mayor separaba poco a poco su labio superior del inferior con los suyos, uniéndolos más. Himchan sonrió al sentir como el menor le correspondía con torpeza.
Lentamente el beso inocente se profundizo cada vez más hasta el punto de unir sus lenguas y automáticamente los jóvenes comenzaban a caer sobre la cama en la cual estaban sentados, Zelo era quien empujaba al mayor acostándolo en la parte contraria a la cabecera de la cama, un extraño instinto que se había apoderado de él, parecía un depredador acorralando a su presa para devorarla, era insólito que de un niño torpe se hubiera transformado en eso al sentir un extraño fuego quemarle la boca del estomago.
Himchan ya no sentía lo mismo que la primera vez, algo estaba temblando dentro de él, y las mariposas en su interior comenzaban a aparecer, se estaba arrepintiendo de haber hecho eso, pero a la vez no podía frenarlo, se sentía realmente bien.
Las respiraciones de ambos se descontrolaban un poco por los fuertes latidos de sus corazones. Un gemido escapo de los labios del mayor, provocando que Zelo entrara en razón, rápidamente se separó de Himchan y le miró con desconcierto, su la mente comenzaba a girar a mil kilómetros por hora.
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