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Una semana para la conquista por Misa Tsukamoto

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Notas del capitulo:

Hola :3 bueno….eh…comentaré de las votaciones.
Primero que nada déjenme decirles que no creí sinceramente que tanta gente se sumara a la votación >.< lo cual me alegra mucho ya que me gusta tener cierta dinámica en la relación con mis lectores :3 así que a todos muchas gracias por sus votos y obviamente por sus comentarios y ánimos. Aunque si algún día debo hacer un futuro fic con votaciones otra vez recordaré ser más estricta y que sólo voten los registrados u.u ya que al estar anónimo no me di cuenta que se puede votar más de una vez uwu, en fin; las votaciones quedaron así:

BangHim: 13
HimLo:  18
BangZelo: 9

Como verán hubieron bastantes votos como ya dije, y entonces se me dio la idea, también algunos comentarios me propusieron lo mismo, de hacer finales alternativos; al principio me sonó bien, ya que tenía 3 finales, y podía dejar a todos los lectores contentos, luego una amiga me preguntó para qué había hecho votaciones si al final iba a publicar los tres, por lo que reflexione y tiene razón, muchos se tomaron el tiempo y la molestia de dejar un review sólo para votar, y si yo diera tres finales estaría tirando a la basura todo ese tiempo y el molestarse en dejarme el comentario. Por ello, cumpliré lo que al inicio del fic dije, y haré lo justo, lo que dicta la democracia, el final será con la pareja que obtuvo más votos, en este caso Himlo *llora por su amado BangHim* cofcof lol Perdón ésta autora tiene un OTP entre tanto trio xD

Por cierto al final resumen de los finales alternativos para que vean como hubieran terminado :3

Dicho esto sólo me queda decirles que disfruten el cap, si se aburren en el trayecto no importa, coman algo, beban, duerman y cuando puedan si quieren continúan leyendo, ya que se me fue la mano al ser el final y terminé con casi 6 mil palabras xD PERDÓN ;w; espero no les canse leer mucho y puedan llegar al final.

Nos vemos en las notas finales (los que sobrevivan de tanto leer) los adoro a todos, cuídense! Y muchas gracias por su colaboración para el fic.

Por cierto mi fic BANGZELO *-* : http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=80017
Eso si :3 quien NO quiera leer drama, quien no quiera ver llorar, sufrir a Zelo, NO lo lea ._. lo digo enserio, igual es corto, y oh, aviso que es subido de tono e.e *cofcoflemoncofcof* así que si hay menores o sensibles no leer tampoco. Y el final puede decepcionar (?)

Y un one-shot BangHimLo random que se me ocurrio xD http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=80018

-Himchannie… -llamó al momento que elevó su rostro y penetró los ojos del comandante con los suyos. –Yo, yo te quiero –pronunció.

Zelo inmediatamente miró a Himchan, su corazón comenzó a latir rápidamente, un sentimiento extraño se apoderó de él, sentía ganas de destrozar algo por lo cual apretó muy fuertemente sus puños, no sabía que aquello que experimentaba eran celos; pero insólitamente aquellos celos no se daban por un amor hacia Yongguk, sino por un sentimiento de posesión, Himchan se le había declarado, entonces él era suyo, de nadie más.

El comandante por su parte no daba crédito a lo que sus oídos habían escuchado, aun así, después de desearlo por tanto tiempo, hoy ya no lo quería oír; aquello sólo le confundiría nuevamente, pero antes de que alguno de los rubios menores pudiera hablar Yongguk continuó su frase.

-es por eso que jamás te dije que sabía tus sentimientos, no era, ni soy capaz de corresponderlos, no siento nada más por ti, a no ser una gran amistad o un sentimiento fraternal, ¿cómo podría decirte “sé que me amas pero yo no a ti”? sería lastimarte, porque te quiero y sé que te hubiera herido si te dijera la verdad, por ello me estuve haciendo el tonto todo este tiempo. –Yongguk suspiró.

El alivio en el pecho de Zelo se hizo presente y nuevamente volvía a mirar al mayor de los tres.
Himchan sintió su corazón partirse en dos, sí, ya había aclarado sus sentimientos, ya sabía que amaba al menor, pero aun así, saber que Yongguk jamás correspondió eso que él tanto anhelo por mucho tiempo era lo que le dolía, aun así agradecía que Yongguk le hubiera querido proteger siempre, que le hubiera cuidado del daño que él mismo podría causarle.

-gracias –Himchan sonrió con tristeza –pero eso no responde la pregunta… -Yongguk sonrió.

-Zelo, a ti también te quiero pequeño gigante –le tomó la mano al menor entre las suyas y las sacudió un poco –pero tampoco soy capaz de corresponderte, lo siento –dijo con pena en su voz, Zelo inhaló un poco hondo y luego sonrió, la sonrisa le costaba, pero no era fingida, pasó su mano libre por su nariz y apretó la otra con fuerza entre las manos del líder.

-sigues sin responderme –susurró el comandante, ambos voltearon a verle, era verdad, aun Yongguk no decía a quién pertenecía su corazón, sólo había quedado claro que en aquella sala no estaba.

-y seguiré sin decirlo –separó sus manos de la del menor, y con un poco de pesadez se levantó del suelo, les miró atento, con una sonrisa en el rostro –ustedes tienen cosas más importantes de las cuales hablar como para estar pensando en quien me gusta. –dicho aquello la mirada cómplice y de ternura se situó en la de Himchan; y tras unos segundos así se fue dejándolos solos.

Los pasos por el pasillo se oían lejos, Yongguk ya se había ido, ambos, Himchan y Zelo habían permanecido sentados en aquel sofá, la mirada al piso, pensativos, nerviosos, sin saber que decir, o como retomar un dialogo que había iniciado momentos antes de que el líder les interrumpiera. ¿En qué estaban en esos momentos? ¡Oh! Sí, en el corazón roto de Himchan el cual el dinero no podía arreglar.

-Junhong… -murmuró Himchan casi en un hilo de voz, se encontraba tan perturbado por lo que había sucedido, sus manos temblaban, y los nervios le traicionaban.

-parece que ninguno gano –el menor cortó el dialogo del mayor, elevó su rostro al frente, Himchan contempló su perfil, que lindo era Zelo. –hicimos una competencia, nos confesamos y al final ninguno logró el objetivo. –se levantó.

-Junhong –el mayor volvía a susurrar su nombre, Zelo sintió un escalofrío ¿por qué le llamaba así? Siempre era así, jamás le decía “Zelo” como todos los demás.

-hyung déjalo, todo esto ya termino, toda esta semana de locura que inventaste llegó a su fin.

Se iba, se estaba yendo, tras decir aquellas palabras estaba abandonando aquella sala, Himchan sintió su pecho oprimirse, un extraño ahogo se apodero de su garganta y su cuerpo se movió por si solo, no podía dejarle ir, no podía acabar con aquello así como así. Corrió hasta el menor, le jaló del brazo fuertemente, y como aquel primer encuentro en el que sus rostros quedaron juntos hacía una semana atrás, está vez volvía a ser igual; Zelo había chocado de frente, sus miradas se incrustaron una en la otra, con fuerza, pasión, dolor, angustia, ira, deseo, amor…
Con las respiraciones mezclándose por la cercanía podían acariciar los labios ajenos, cada vez era más agitada, más profunda, creando ciertas sensaciones en ambos que no habían experimentado antes mutuamente.

El maknae comenzaba a sentir esas ganas de llorar de nuevo, su corazón acelerado le decía que no se alejara de allí, pero su cerebro iba a explotar, su mente ya no podía más, necesitaba finalizar con todo aquello, sino terminaría más dañado de lo que ya estaba.

-suéltame –pidió más en un tono amenazante que en un tono de favor. –tenemos que regresar a casa; luego hablaremos. –Himchan se rendía, estaba tan cerca de él, pero al parecer a la vez estaba muy lejos de su corazón, bajó su rostro y le soltó; otra vez el maknae se iba.

Estaba triste, recordaba las palabras del menor diciéndole a Yongguk que le quería desde hacía un año, pero aun así la pequeña esperanza de aquella frase “luego hablaremos” le llenaba su corazón de manera tal que pudiera sonreír ilusionado;  según el, Zelo no se había comportado normal cuando se le confesó, de hecho estaba tímido y sonrojado, eso significaba una esperanza.

Volvieron al apartamento, ya era muy de noche; casi la madrugada, ninguno tenía ánimos de nada, estaban realmente agotados; Youngjae caía en el sofá, y Daehyun se tiraba sobre él.

-¡oye! –se quejó el genio de B.A.P Youngjae.

-estoy cansado, déjame dormir contigo –le abrazó intensamente y mordió su oreja de forma suave, Youngjae ahogó un gemido.

Y el fuerte pie del líder se estrelló contra el trasero de Daehyun en una fuerte patada, que les hizo gritar, a Daehyun, y a Youngjae, aunque más bien era por la sorpresa más que por dolor.

-en la sala no –retó a los menores, y luego desvió su vista a Himchan, éste observaba con una sonrisa desganada la situación; Zelo y Jongup se habían ido corriendo hasta la habitación. -¿y? –Youngjae y Daehyun se sentaron en el sofá mirándoles.

-aun no hablamos, no quiso –respondió el comandante suspirando y sonriendo a su vez, quería que aquel hombre y la feliz pareja no vieran su verdadera tristeza. Yongguk rodeó los ojos.

La noche pasó tranquila, el último día de aquella semana había llegado, el sábado con su reciente sol aparecía marcando un nuevo comienzo, una nueva mañana; era el día en el que una semana atrás todo había comenzado.

Himchan se levantó perezoso, confundiendo día y horario, quizás por algún sueño extraño, fue al baño pensando que era un día de semana con mucho trabajo, había escuchado ruidos en la cocina así que supuso que Daehyun ya se habría levantado, no estaba del todo conciente cuando se empezó a preparar para empezar el día; apenas salió del baño sus ojos vieron el reloj, y sintiéndose estúpido golpeó suavemente su cabeza a la pared, las cinco y cuarenta y ocho de la mañana, y ahí lo recordó, era sábado; no había colegio de los menores, ni trabajos en la empresa.

-Junhong me estás volviendo loco –acusó en susurros al menor percatándose de que desde que había despertado, sólo tenía al menor en la mente, y no quería que se fuera al colegio sin antes verlo y prepararle su desayuno.

 -¿yo? ¿Qué hice ahora? –Himchan se sorprendió, rápidamente volteó su rostro, allí estaba Zelo, seguramente los ruidos de la cocina eran provenientes de él, quien ya se encontraba levantado, arreglado y vestido; aquello no podía ser normal considerado el día y la hora.

-¿qué…qué haces levantado?

-… ¿debería preguntar lo mismo? –desviaban sus miradas, eran incapaces de verse de frente, Himchan deslizó rápidamente sus ojos a la habitación; la puerta cerrada, todos dormían menos ellos.

-Junhong, nos quedó un tema pendiente –Himchan se apenó bajando su rostro. –dijiste que lo hablaríamos luego.

-hyung –hizo un gesto de incomodidad –de verdad no quiero hablar, creo que… -Zelo hizo una pausa, sacudió su cabeza –creo que todo está ya dicho, no hay nada más para hablar. –los ojos del mayor le miraron profundamente, el robot no le veía, pero podía sentir aquella insistente mirada atravesarle cuerpo llegando a su alma, se sentía invadido.

-¿y qué hay de lo que te dije antes de que Yongguk nos interrumpiera? –Zelo tragó saliva nervioso -¿qué hay de mis sentimientos hacia ti? ¿No piensas darme una respuesta? Te quiero –susurró acercándosele, apresó el rostro del menor entre sus manos, abarcando con sus dedos un poco su cuello y le besó.

Sus labios se movían deseosamente sobre los del menor, pero ni la intensidad de las emociones depositadas en ese beso hacían que el menor respondiera; tan sólo se mantuvo quieto, con sus ojos abiertos, algo nublados por ciertas sensaciones que jamás demostraría correspondiendo el beso. El comandante se rindió y separó sus labios.


-yo siempre amé a Yongguk hyung; y… -bajó su mirada haciendo silencio. –y eso sigue siendo así –susurró no muy convencido. El mayor apretó fuertemente sus ojos, aquello no podía ser real, ¡no podía decirle eso! Sabía que al menor le pasaban cosas como a él, la mirada que últimamente le dedicaba, el sonrojo de cuando se le confeso, nada de eso podía ser fingido tan bien como para asegurar no amarlo. Aun así bajó sus manos liberando a Zelo.

-no, no –Himchan negaba con su cabeza mientras miraba el suelo, las lágrimas parecían invadir sus ojos, pero no caían.

Zelo se sintió mal.

“Una vez en un poema leí que un beso inicia y termina todo”

Nuevamente la frase de Daehyun aparecía en su mente; Zelo suspiró y miró apenado a Himchan, sus sentimientos se habían iniciado con un beso, no había otra forma de ponerle fin según aquella frase.

-esto… -dijo el menor acercándose al mayor, el cual le miró expectante con sus brillosos ojos oscuros –es una despedida… -tomó el rostro ajeno con sus manos y se acercó a el cerrando sus ojos. –un beso inicia y termina todo –repitió en susurros antes de que sus labios rozaran los del mayor.

Los rozó unos instantes, dando pequeños besos cortos hasta que sintió las manos de Himchan sostenerle de la cintura, se estremeció al sentir su tacto, el corazón del mayor latía tan rápido que creyó que Zelo le podría oír, ¿despedida? Bueno, eso era mejor que nada.
Lentamente con suavidad y dulzura el beso se afianzó, sus labios estaban más que unidos, moviéndose, jugando con sus lenguas, provocándose mutuamente, las manos del mayor se habían esparcido hacia la cintura-espalda del menor, apegándole a su cuerpo mucho más, convirtiéndolo en un abrazo, mientras que las manos de Zelo estaban en el cabello ajeno; un poco agresivamente iba empujando al comandante contra una esquina del baño, pegándolo a ésta, provocando unos quejidos del otro al sentirse chocar contra la dura pared; el baño parecía haberse convertido en un espacio de reuniones secretas.  

Zelo se estaba asfixiando, necesitaba respirar, su rápido palpitar del corazón le dificultaba esa tarea, y su boca estaba muy ocupada como para inhalar aire, se estaba desesperando, y aquella desesperación hacía que el pequeño se violentara contra los labios del otro, descargando todo aquello en el beso que se volvía mucho más intenso, mucho más fogoso.  Himchan estaba feliz, las palabras de Zelo se habían borrado de su mente, tan sólo podía sentir como su estomago cosquilleaba, aquel fuego interno que se estaba apoderando de él, y su corazón haciéndole sentir más vivo que nunca, también necesitaba aire, pero ¿para qué? No le importaba si moría allí en aquel momento por la falta de éste, no quería que aquello terminara.

-mmahh… -nuevamente ese gemido tan incontrolable escapaba de él y se ahogaba en los labios de Zelo, quien tembló al oírlo otra vez.

-hyung –la voz jadeante y erótica del menor resonó en sus oídos haciéndole tiritar, mientras apreciaba como el maknae se separaba de sus labios ¡al fin aire! Pero aquello había durado poco, respiraba entrecortadamente al sentir como el pequeño le besaba el mentón, para luego seguir por su cuello jugando tiernamente, dándole cortos besos inexpertos y de vez en cuando algún que otro leve mordisco atrevido. Las manos de Zelo habían abandonado su cabello, y tomaban la nuca y el hombro ajeno haciendo que aquel cuello fuera un campo libre para ser besado -¿qué me has hecho? –susurró en su oído el menor, Himchan sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

-yo no estoy haciendo nada, eres tú Junhong –susurró mirándole de reojo mientras acariciaba la espalda del menor, Zelo levantó un poco su rostro para mirarle a los ojos.

-esto está mal –murmuró con dificultad en los labios ajenos, Himchan sonrió con tristeza.

-¿por qué? –el maknae bajaba sus manos a la cintura contraria para abrazarle.

-te acabo de decir que amo a….

-shh –elevó rápidamente su mano y puso sus dedos índice y mayor en los labios del menor, y luego los acarició con el pulgar manteniendo su mano en el rostro ajeno –Junhong, deja de negártelo, admite que también me amas como yo a ti. –sonrió desganado.

El maknae elevó sus ojos, le miró fijamente, las oscuras miradas chocaban tan intensamente entre sí que les hizo vibrar, Zelo soltó la cintura ajena, pero no el cuerpo, apoyó la palma de sus manos en el abdomen del otro, le acarició subiendo un poco la remera del mayor a su paso, sus manos se esparcían en el pecho y estomago contrario. Sus ojos observaron como el comandante cerraba aquella penetrante mirada, estremeciéndose ante aquel tacto, y notó como la mano que el mayor tenía en su mejilla temblaba, Zelo sintió ganas de volver a besarlo, mas no lo hizo.

-me voy –murmuró apoyando su frente con la del mayor, dejando quietas sus manos y bajando su mirada, haciendo que el comandante abriera sus ojos. No podía estar hablando enserio ¿irse? ¿Ahora? ¡¿Justo ahora?! El calor corporal de Himchan estaba algo elevado.

-¿ahora? –aquel tono de suplica le hacía sentir algo humillado – ¿A dónde? –estaba desesperado.

-a mi casa –respondió –necesito a mi familia, fue nuestra semana libre y no los he visitado, cuando empecemos con las promociones del nuevo álbum, ya no les veré por mucho tiempo otra vez.

Aquello realmente debía ser una broma, pero él no era quién para prohibirle eso, y menos después de todo lo que había pasado, no podía ser tan egoísta.

-entonces… ¿nosotros…? –no sabía qué ni cómo preguntar lo que sus emociones internas pedían, después de aquello no podría sacarse al maknae del corazón ni de la cabeza, eso seguro, pero ¿entonces como quedaban las cosas? Luego de aquello ¿Zelo le había aceptado? El menor abrió ampliamente sus ojos ante la pregunta; calló unos momentos.

-¿nosotros? –Zelo se separó indiferente del mayor, dejándole un vació muy frío, ni si quiera habían pasado segundos cuando ya su cuerpo extrañaba el ajeno. –Creo que fui muy claro antes de comenzar el beso –miró hacia un costado elevando la mirada al techo –fue una despedida, no hay un nosotros –se mordió los labios y siguió mirando todo a su alrededor menos a Himchan.

-¿estás hablando enserio? –el corazón del mayor le dolía, le dolía mucho, demasiado, entrecerró sus ojos con los labios abiertos, no lo entendía, no. ¡¿Cómo podía Zelo ser tan frío?!

-sí –el maknae desvió su rostro hasta él, sus ojos se clavaron en los ajenos, al parecer si hablaba de verdad. –me tengo que ir, tengo la mochila en la cocina, manager hyung me envío una camioneta ya; dile a todos que regresaré mañana. –Zelo no le miraba, Himchan sólo pudo asentir cabizbajo, ya no tenía fuerzas para luchar, se había agotado, luego de aquello, el menor se mordió el labio inferior y se fue.

Le vio ir hasta la cocina, tomar sus cosas y marcharse por la puerta algo cubierto por las fans, no pudo más que llorar, era tan extraño aquello que sentía, se había enamorado realmente, y era un sentimiento completamente diferente al que había sentido con Yongguk antes, no estaba dispuesto a jugar con el menor, no quería ni pensar en herirle, y raramente lo que había estado haciendo era justamente eso, jugar y herirle.

Al pasar las horas todos despertaron, se sorprendieron de ver a Himchan levantado así que este les explicó que se equivocó de día, todos rieron, pero al notar la ausencia de Zelo surgió una nueva pregunta ¿dónde estaba el menor? El comandante bajó su rostro dolorido, y les explicó con una fingida sonrisa que el pequeño se había ido a su casa para visitar a sus padres, y que regresaría hasta el domingo, era un día nada más, sólo ese sábado, pero Himchan lo estaba sintiendo como una eternidad.

-¡les haré desayuno! –dijo con una emoción que ni siquiera la persona más ingenua del mundo podría creer. Los demás asintieron, Daehyun miró de reojo a Youngjae, allí algo no andaba bien, y Yongguk no hizo más que apegarse al comandante todo el día, sabía que él sufría, sabía que amaba al menor, la única conclusión que pudo llegar, era que Zelo le había rechazado; lo que el líder no imaginaba era de qué manera.

Al correr del día, Himchan no hizo más que vagar por la casa, y tirarse en cuanta cama y sofá encontraba, Yongguk buscó el momento exacto en el que pudieran estar tranquilos, y entabló una charla con él, en ella Himchan le explicó lo que había pasado, el como Zelo se había despedido de él, al mayor le dolía ver a su amigo así, bufó mirando a un costado, y le abrazó, a Himchan no le era fácil sentir aquello y si debía pagar por haber jugado con el pequeño ya ahora creía que era suficiente pago.

Jongup les había oído, el corazón del segundo maknae se aceleró, no comprendía aquello ¿Himchan enamorado de Zelo? ¿El menor despidiéndose con un beso? Ahora estaba más que perdido, el juraba que Zelo se había ido porque Yongguk no le había aceptado sus sentimientos, pero no, al parecer las razones iban más allá, y se sintió mal ¿Cuánto había descuidado a su amigo por la tristeza de ver a aquella pareja feliz en la casa? Al parecer demasiado, seguramente si le hubiera prestado atención Zelo le hubiera contado todo aquello. Realmente debía enterrar aquel sentimiento hacia Daehyun y Youngjae, eran sus compañeros de grupo, sus amigos, y el estar tan aislado, había hecho que Zelo no sintiera el apoyo de él.

-hyungs –corrió hasta la pareja que se encontraba abrazada en el sofá viendo tele. Les miró de frente, aquellos dos le miraron preocupados.

-Jonguppie ¿sucede algo? –Daehyun se levantó rápidamente, y Youngjae le siguió.

-¿estás bien? –ambos estaban preocupados por el, Jongup sonrió como hacia unos días atrás no sonreía.

-estoy bien, es sólo que… -hizo una pausa apenado, ampliando su sonrisa, sí era tímido. –jamás les felicité por su relación; se ven bien juntos. –Daehyun sonrió alegremente y juntando a los dos convirtió aquella escena en un abrazo de tres.

-muchas gracias –Youngjae besó la mejilla del menor mientras el abrazo se daba.

La noche del sábado había sido normal, vieron una película todos juntos en la sala, compartiendo rosetas de maíz, y luego de divertirse con ello, conversar y armar alboroto como sólo ellos podían hacer, se acostaron a dormir. Himchan había decidido ser fuerte, si el menor le había rechazado, sus razones tendría, así que intentaría seguir con su vida, si el pequeño Jongup pudo soportar aquello de Daehyun, él podría también.

El domingo llegó.

La camioneta había estacionado, eran las doce de la tarde y en el apartamento de B.A.P Himchan cocinaba algo especial junto a Jongup para el pequeño maknae que en cualquier momento llegaría; si bien el comandante sabía que sus platos no eran muy deliciosos, y que Zelo no los consideraba así, aun así se esforzaba para que cuando el maknae volviera, se sintiera feliz, a pesar de todo, ya había entendido que el corazón de las personas no se puede manipular, y si él había dicho que aun amaba a Yongguk sólo quedaba creerle.

-hyung no lo comprendo, si Zelo te trato así ¿por qué… -el mayor le interrumpió metiéndole una cucharada en la boca; Jongup ya había hablado con él diciéndole que había escuchado su conversación con el líder, y Himchan no le ocultó ningún detalle.  

-¿cómo está? –sonrió, Jongup asintió dándole a entender que sabía bien –aish mi pequeño maknae Jonguppie –apretó la mejilla del menor y le dio un beso en ella.

No quería responder aquello, sabía que Jongup le preguntaría que por qué tanta atención con aquella persona que le había lastimado el corazón, pero aquello no era fácil de explicar, él le había hecho daño primero, estaba pagando las consecuencias de sus actos, había querido tomar como un juego al amor; y el amor fue quien jugó con él, el menor no era culpable de nada, ¿por qué? Porque como Zelo dijo, había sido muy claro antes de besarlo, aquello había sido una despedida, y él lo había aceptado, no tenía derecho a protestar, era mejor que todo terminara como si nada hubiera sucedido, por el bien de B.A.P.

-¡llegó llegó! –Yongguk se emocionaba mirando por la ventana, la camioneta estaba abajo, y las BABYs que custodiaban el lugar siempre, estaban algo alborotadas. El líder parecía un niño, Jongup y Himchan salieron corriendo hasta la sala, chocando el comandante contra el sofá de la emoción, y a consecuencia de ser empujado por un Youngjae que no medía sus piernas al salir del cuarto donde estaba con Daehyun jugando videojuegos.

Minutos después Zelo entraba por la puerta, con su máscara cubriéndole el mentón, su nariz y su boca, su mochila un poco más llena de lo que estaba cuando se había ido, su pelo liso y un traje deportivo.
Observó la escena frente a sus ojos, sus hyungs todos quietos, sonrientes, y al parecer ¿nerviosos? Himchan acostado boca abajo en el sofá, elevando su rostro para verle, Youngjae casi sobre él, sus manos estaban apoyadas en el asiento del sofá, pero sus pies se encontraban en el suelo aun, Daehyun de atrás tomándole de la cintura, quizás para que no cayera del todo al sofá, Jongup y Yongguk parados casi militarmente junto a los demás.

Aquello le hizo sonreír, estaba en casa, hizo una reverencia y bajó la mascara de su rostro.

-bienvenido Zelo –dijo el líder y todos asintieron.

-¿cómo te fue? tu familia ¿cómo está? –Daehyun preguntaba curioso, él extrañaba a sus familiares, pero las distancias le hacían más difícil el poder visitarlos, por ello le emocionaba que Zelo si pudiera.

-me fue bien, realmente los extrañaba, y ellos a mi, todos están bien y felices de haberme visto, nos están apoyando mucho –sonrió nuevamente.

Se quedaron conversando unos minutos en la sala, mejor acomodados obviamente, Zelo les contó anécdotas, y comentarios de sus familiares, los jóvenes le contaron un poco como había sido el sábado, aunque había sido muy aburrido comparado a la visita familiar del maknae. Himchan no había hablado casi, tan sólo le miraba feliz, el menor se veía realmente alegre, y todo lo malo se había olvidado, si él sonreía, Himchan sonreía.

-voy a terminar de cocinar –el comandante se levantó del sofá donde estaba sentado.

-yo voy contigo –el líder le acompañó a la cocina, temía que el comandante pudiera sentirse algo mal por el regreso del menor.

-bien, yo le estaba ganando a Daehyun, prácticamente ya ha perdido todos sus imperios –Youngjae se levantó.

-¡hey! Eso es mentira, voy ganando yo –se levantó detrás del otro.

-mentiroso, tu reinado terminó. –se encaminaba al cuarto de espaldas para ver a su novio de frente.

-Youngjae tonto… -se acercó besando sus labios dulcemente, el menor correspondió. –Ganaré –sonrió al separarse, Youngjae le miró a los ojos y luego sonrió también. Ambos se adentraron al dormitorio dejando a los maknaes solos en la sala. Zelo miró a Jongup preocupado.

-¿estás bien? –Jongup desvió la mirada al joven que le hablaba.

-si, no te preocupes, han pasado todo el día de ayer así, es un poco incomodo, pero ya no me siento mal, de hecho les felicite y esta todo bien –Jongup sonrió haciendo sonreír al menor. –y ¿tú? Digo con Himchan hyung. –Zelo se sobresalto.

-¿ya lo sabes todo? Himchan hyung te lo contó supongo –suspiró. –si, estoy bien es sólo que, me fui para aclarar mi mente y no obtuve el resultado esperado.

-¿a qué te refieres? –Jongup se extrañó.

-pensé que al irme se me aclararían las ideas, que esto que surgió en mi por Himchan hyung se iría, ya que yo creía amar a Yongguk –se llevó las manos a su rostro cubriéndolo. – pero…lo extrañé demasiado, me di cuenta que no resisto estar lejos de Himchan mucho tiempo, le necesito –se estaba apenando por decir aquello, su rostro estaba rojo.

-Zelo ¿aun sientes lo mismo por Yongguk hyung? –el menor negó con su cabeza haciendo un gesto apenado. –entonces ¡¿te enamoraste de Himchan hyung?! –casi gritaba y Zelo sintió ganas de arrojarle un almohadón, lo cual hizo. Jongup rió.

-shhh baja el volumen –le miró molesto -¿de qué te ríes?

-es que ustedes dos son algo idiotas –Zelo le asesinó con la mirada. -desde que te fuiste Himchan hyung anda como alma en pena, tan sólo deambula por la casa.

El corazón del menor dio un vuelco.

-sólo ahora se animó porque sabía que pronto llegarías, hasta se pasó en la cocina preparando algo especial para cuando llegaras. –el pequeño quedaba de boca abierta, mientras su corazón comenzaba a acelerarse dibujándose cierta sonrisa en sus labios, no le alegraba que Himchan sufriera, le alegraba el hecho de saber que Himchan no estaba molesto con el, que aun sus sentimientos estaban intactos  –ve y dile que le amas por favor, no lo quiero ver más así.

Zelo amplió su sonrisa mostrándola, se levantó corriendo a buscar al mayor, luego de asentir al pedido de Jongup. ¿Para qué más demorar las cosas? Se había dado cuenta que le quería, le había costado mucho aceptarlo, y de no ser por las palabras de Jongup no creía tener el valor de afrontar al mayor luego de haberse despedido de aquella manera.

-hyung –Zelo se frenó al entrar en la cocina, bajó su rostro avergonzado, Himchan estaba sentado sobre la mesada comiendo helado, la comida estaba puesta en el fuego de la cocina, y Yongguk estaba retando al comandante por el lugar donde se había sentado; al entrar el menor le miraron sorprendidos. –Himchan hyung, ¿podemos hablar?

-¡ah! Si, yo…yo iba a, a…no sé, pero me voy –Yongguk se fue dándole una palmada en el hombro al maknae y luego cerrando la puerta tras de sí. Himchan miró y sonrió al menor.

-la comida estará pronta en un rato –sus ojos miraban el helado de fresa que tenía en el plato que su mano sostenía, introdujo la cuchara para seguir comiendo.

-hyung, yo… -Zelo no sabía por donde comenzar. –ayer de mañana… -Himchan le interrumpió.

-¿quieres helado? –extendió su brazo, el menor negó.

-decía que, ayer yo pensé… -nuevamente le interrumpía.

-¿seguro? Está delicioso.

-¡¿me dejarás hablar?! –Himchan bajó la mirada borrando su sonrisa.

-perdón es que, no quiero hablar Junhong, ya lo entendí, fue una despedida, tu sigues queriendo a Yongguk hyung y bueno, no hay más que decir –introdujo la cuchara nuevamente, juntó un poco de helado y se le llevó a su boca.

Zelo le observó en silencio algo molesto, quería decirle al mayor todo lo que sentía por él y lo tonto que había sido al rechazarle.

-cambie de opinión, si quiero helado. –se acercó rápidamente al comandante, Himchan sacó la cuchara de sus labios y cuando iba a pasarle el plato sintió como los labios del menor se apoderaban de los suyos.

Le estaba besando, muy diferente a las otras veces, un beso corto, suave y tierno, sin aceleraciones, el interior de Himchan colapsó.

-tenías razón, está delicioso. –se separó mirándole a los ojos, como un pequeño e inocente niño que acababa de cometer una travesura, mantenía su mirada superior y su sonrisa de lado.

Himchan bajó su rostro, su corazón era como un látigo golpeándole el pecho de forma muy acelerada, su mirada ardió, y su cuerpo temblaba haciendo que el sonido de la cuchara chocando contra el plato se asemejara al de una campana de menor tamaño, su rostro comenzaba a esconderse en el espacio entre el cuello y el hombro del maknae. Zelo se asustó.

-deja de jugar conmigo –el maknae se mordió sus labios y tomó el rostro el mayor en sus manos haciendo que le mirara.

-no estoy jugando, te amo –le besó nuevamente, sin cerrar sus ojos, quería ver el rostro de aquel a quien besaba, Himchan tampoco los había cerrado, desconfiaba del menor. –me fui pensando que lo que sentía por ti se desvanecería, me cegué con una idea equivocada de que amaba a Yongguk hyung, pero no es así, no lo quiero a él, te quiero a ti –Himchan no podía creer aquello que oía, se mordió fuertemente el labio inferior para no llorar. –ayer no me podía concentrar, no pude ni dormir en la noche, ni siquiera pude comer bien por estar pensando en ti, por estar extrañándote y deseando abrazarte.

-entonces ¿por qué me dijiste que amabas a Yongguk? ¿por qué fuiste tan frío ayer a la mañana cuando te fuiste? –Himchan reprochaba.

-perdón –besó fugazmente los labios ajenos –perdón, ¡Estaba aterrado! Hace un año que estaba enamorado de Yongguk hyung y después de un momento a otro, en una semana, todo cambio, me sentía extraño, y necesitaba alejarme un día para pensar –bajó su mirada. –no quise ser tan frío, lo siento, sólo es que sentía rabia, estaba enojado contigo y conmigo mismo porque con un beso podías hacerme sentir demasiadas cosas que nunca había sentido, y me negaba a aceptarlo. –suspiró al terminar de hablar.

Himchan tenía que comprenderlo, era un niño prácticamente, estaba enfrentando sus primeros amores, sus primeras confusiones y sus primeras decepciones, era obvio que aquello llevaba un tiempo, siempre el primer amor, como Yongguk en este caso, se cree para toda la vida, y desenamorarse tan rápido era lo que le abrumaba. Además él también había pasado por una etapa de no aceptación, cuando le había dicho que le odiaba, había sido frío y cruel con el pequeño también, por la misma razón.

-entiendo, pero… -bajó el rostro escondiendo su mirada entre sus cabellos rubios. – ¿ahora si hay un nosotros? –preguntó con temor, Zelo sonrío.

-Himchan hyung, tú eres mío.

Ambos rieron, el menor divertido y el mayor apenado y feliz.  

-¿así como los tomatitos cherry? –dejó el plato a un lado y abrazó su cuello aprovechando la altura en la cual estaba sentado; el menor rodeó su cintura asintiendo radiantemente.
 
Le besó, placenteramente, y el mayor le correspondió con gozo, esta vez no había confusiones, no había despedidas, no había nada que les apresurara, por lo que el beso era lento, pausado y de cierta forma romántico y apasionado.

-hyung –Jongup llamó suavemente al ver a Yongguk espiando por la puerta de la cocina, el mayor se dio vuelta y le indico silencio. -¡¿estas llorando?! –el menor se sorprendió al ver los ojos aguados del líder.

-¡no! –refregó sus ojos –esto es, es que estoy cansado y me duele la vista, nada más –Jongup le miró sin creerle. –se reconciliaron, al parecer tendremos otra pareja más en el apartamento. –Jongup espió también con alegre curiosidad.

-Junhong tonto, hiciste que mi helado se derritiera. –el menor sonrió. Himchan acariciaba su pelo. -¿no has pensado en tener el pelo rosa como helado de fresa?

-¿eh?

-me darían muchas más ganas de comerte –Himchan le besó el cuello.

-a mi me darían muchas más ganas de comer tu comida si no se estuviera quemando…. -avisó el maknae, Himchan dio un salto alarmado, y el menor lo soltó riendo; el comandante se veía gracioso.

Jongup se preocupó.

-Jongup, vamos –Yongguk alejó al menor de la puerta.

-¿crees que estarán bien? –el líder asintió seguro. –hyung –dijo creyéndose imprudente. -¿estabas enamorado de alguno de ellos? –la ceja del mayor se arqueó –es decir, estabas llorando.

-no, ya dije que no estaba llorando –mintió, estaban frente a frente, la mirada de Yongguk era extraña, Jongup pudo notarlo. –igual te respondo, no estoy enamorado de ninguno de ellos, pero si hay alguien en mi corazón. –susurró lo ultimo y el segundo maknae pudo ver como los ojos del otro brillaron.

-¿quién es? –preguntó en un susurró intrigado. Yongguk se paró recto con sus manos hacia atrás, miró a un costado y la sonrisa escapó de él mostrándose en su rostro juguetón.

-realmente… ¿quieres averiguarlo? –se agachó un poco para quedar su rostro junto al otro, la sonrisa de Yongguk era muy cegadora y sus ojos tenía un extraño resplandor difícil de descifrar.

Jongup inhaló fuertemente nervioso al sentir su corazón acelerarse.

-vamos –se mordió su labio inferior de forma rebelde manteniendo la sonrisa, abrazó al menor pasando su brazo por el cuello. –te invito una cerveza. –le miró de reojo pícaramente.  

Jongup pestañó sorprendido, la sonrisa del mayor también era seductora y hermosa ahora que lo notaba, se apenó y un sonrojo se manifestó en sus mejillas. Asintió afirmativamente aceptando la propuesta del mayor, mientras una sonrisa aparecía en su rostro también.

Ese domingo había sido el mejor seguramente en la vida privada de B.A.P, Youngjae y Daehyun estaban mas unidos que nunca, entre broma y broma, comentarios algo provocativos que incitaban peleas que jamás ocurrían, pues ambos sabían que sólo se decían aquellas cosas por diversión, y besos subidos de tono, así llevaban su relación, era divertido verlos; Por otro lado, entre pelea y pelea, era meloso ver a Himchan y Zelo, el mayor era muy cariñoso y pasaba pegado al menor, quien se hacía el indiferente, pero ambos sabían que morían el uno por el otro. Y Yongguk y Jongup entre cerveza y cerveza, su relación se hacía más fuerte.

-¡buenos días! Es hora de levantarse, tenemos mucho trabajo –manager hyung entró al apartamento al amanecer del lunes, los jóvenes se quejaron por la hora en la que los levantaban, y entre gritos, apuros, caídas, quejas y risas, B.A.P comenzaba una nueva etapa, la semana libre finalizaba, el trabajo y las promociones volvían, y pronto un viaje a Singapur, acompañado de un próximo Comeback.

Y seguramente…muchas más semanas libres.

 

Fin

Notas finales:

…..;w; he aquí el final, largo sí pero si habéis llegado hasta aquí…de verdad muchas gracias por acompañarme, muchas gracias por compartir mi gusto yaoistico de B.A.P y muchas gracias a los que se abrieron de mente a mis triángulos amorosos .< disfruté mucho haciendo éste fic, espero y ustedes hayan disfrutando tanto como yo leyéndolo.

Finales posibles:

BangZelo: En el caso de ésta pareja, Yongguk le hubiera dicho a Himchan que lo quería, y no deseaba lastimarlo, pero amaba al menor, la decisión de elegir entre Yongguk y Himchan la tendría Zelo, por lo tanto se iría a su casa (como paso en el HimLo) y al volver hablaría con Himchan y le diría que amaba al mayor, habría una escena BangZelo donde se hicieran pareja; y en cuanto a Himchan quedaría algo deprimido pero lo aceptaría, así como Jongup aceptó el DaeJae, Jongup se daría a la tarea de reanimar a su hyung, y lo que pasara entre ellos quedaría a imaginación del lector, así que no era muy seguro un HimUp.

BangHim: En éste caso, el “te quiero” de Yongguk hubiera sido una confesión, luego de ello Yongguk se iría, Zelo y Himchan conversarían, Zelo le preguntaría a Himchan si aun mantenía lo que había dicho antes de que Yongguk interrumpiera, Himchan le diría que no estaba seguro; así que Zelo aceptaría que Himchan había ganado la competencia, y le daría ánimos para con Yongguk, ya que Zelo creía y de hecho era así que Himchan se había fijado en él sólo porque estaba dolido de que Yongguk le ocultara que sabía sus sentimientos. Habría un momento BangHim, donde Himchan aceptaría seguir amando a Yongguk, se harían pareja; y en cuanto a Zelo quedaría mal al igual que Jongup, ambos se meterían de lleno en el baile y pasarían momentos juntos apoyándose y animándose, a futuro Jongup le robaría un beso a Zelo y éste le aceptaría, siendo algo más que amigos.

Parejas del fic: (aunque el BangUp queda a vuestra imaginación lol)
HimLo

DaeJae

BangUp


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