Una semana para la conquista por Misa Tsukamoto

Zelo había aceptado la rivalidad con Himchan; tenía que conquistar a Yongguk, y demostrarle a Himchan que Yongguk si le prefería, o por lo menos eso creía él.

-perfecto –Himchan sonrió -¿qué te parece si tomamos esta semana libre? Intentemos conquistarlo, si ninguno de los dos lo logra en esta semana, pues, no sé que harás tu pero yo se lo diré, sólo te dejo esta semana de ventaja ¿si? Aprovéchala –se levantó guiñándole un ojo confiado, y al ver que el mayor salía del baño, entro él.

Zelo se había quedado algo paralizado, ¿qué acababa de hacer? ¿Cómo conquistaría al mayor en una semana? Necesitaba hablarlo, y al recordar que Jongup tenía casi su edad y sabía su secreto, decidió que lo hablaría con él, necesitaba un confidente; alguien que le ayudara.

-muchas gracias por cuidarme hoy hyung –susurró Youngjae tomándole la mano a Daehyun, estaba sentado en su cama y sonreía feliz, mientras que su otra mano sostenía una taza de té.

-no es nada… -Daehyun se sonrojó un poco y bajó su rostro –al ser mayor que tú debo hacerme cargo si te pasa algo –levantó su rostro y le miró fijamente, los dos parecían comunicarse por medio de las miradas, estaban callados, con una leve sonrisa en el rostro; Jongup se sintió tan incomodo y molesto, que justo cuando Zelo le llamó el ya estaba pensando en irse de la habitación.

-¿pasa algo Zelo? –preguntó Jongup, Zelo negó sonriente con la cabeza ante Daehyun y Youngjae, y luego sostuvo la mano del otro maknae y lo sacó del cuarto a la sala.

-necesito hablar contigo…tu eres el único que sabe de mis sentimientos por Yongguk, además tienes mi edad…casi –susurró, Jongup le miró expectante. –necesito, conquistar a Yongguk antes de que esta semana se termine.

Jongup no podía entender bien aquello que le decía ¿de qué estaba hablando Zelo? ¿Por qué esa urgencia? Su cara lo decía todo, tanto que el menor comenzó a explicarle lo que había pasado con él y Himchan sin que siquiera el otro se lo pidiera, y luego de aquella pequeña charla, Jongup comprendió; no estaba de acuerdo con aquello, pero quería ayudar a su amigo.

-bien, entonces habrá que idear algo –comento Jongup –quizás si estás mucho tiempo con el…

-no, eso es que lo que siempre hago, creo que debería de hacer algo diferente… -miró el suelo pensativo.

-¿se…seducirlo? –Zelo elevó la mirada rápido, ambos se observaron un tanto sorprendidos el uno del otro.

-¿será? –mordió su labio inferior no muy seguro mientras pestañeaba varías veces –Jongup le indico un “no sé” con un gesto, Zelo saco pecho –es la única opción para que se fije en mi antes que en Himchan. –por un momento la solución estaba. –Pero –hizo una pausa mirando al otro -¿cómo hago eso? yo jamás lo he hecho, no sé como seducir a alguien.

-pues… -Jongup abrió la boca y se quedo callado nuevamente, no sabía que decirle, él tampoco había hecho algo así, de hecho en estos momentos estaba sufriendo por amor, por no ser capaz de confesarse, o encantar a esa persona así como Zelo se había determinado. –Cuando salgo de la ducha, en una de las entrevistas, Daehyun y Youngjae dijeron que soy sexy –se sonrojo –trata de que Yongguk te vea con una toalla atada en la cintura y recién bañado –sonrío feliz.

La cara de estupefacto de Zelo nadie se la quitaba.

-¡¿me tomas el pelo?! Tu tienes músculos con los cuales seducir, yo no; ¡apenas soy un crío!

-yo sólo intentaba ayudar –bajó la cabeza sintiendo mal.

-hey, no es para que te pongas así –acarició la espalda de su compañero -¿te sucede algo además de eso? ¿Estás así por Youngjae hyung?

-no…Zelo tu has sido muy honesto conmigo, creo que yo debería hacer lo mismo –Zelo se asusto a la vez de que la intriga comenzaba a nacer en él –Daehyun…él, él me gusta, así como a ti te gusta Yongguk hyung.

Los ojos de Zelo se abrieron de par a par por aquella sorpresa, no se esperaba tal confesión, no supo que decirle, pero lógicamente como amigo, le pregunto sus posibilidades y como se llevaba con el mayor; Jongup estaba desilusionado, Daehyun no lo veía como algo más, sólo era un pequeño dongsaeng a su lado, Zelo se sintió identificado, lo que les pasaba a ellos era muy similar, la situación en sí.
Apoyaron ambos el mentón en sus manos, suspirando pausadamente, estaban algo deprimidos.

La madrugada seguía pasando, y al ver que el joven Youngjae ya estaba mejor, los demás jóvenes decidieron dormir, se aprontaron, conversaron un rato más metidos en sus camas, y luego cada cual concilió el sueño, menos Zelo quien al rato de escuchar el silencio y ver la oscuridad, se levantó y fue al sofá.

Él y Himchan se habían propuesto conquistar a Yongguk, parecía una difícil tarea ya que este aparentemente era totalmente heterosexual, aun así los jóvenes competían por su amor, y el que lograra enamorarle, se quedaría con él, mientras que el otro, debía resignarse a convivir entre los amantes sin poder dar libertad a sus sentimientos.

Pronto Zelo se encontraba en una encrucijada, además de amar al mayor del grupo, también sentía gran admiración por el, era un gran fan del líder, no podía entender como había llegado a aceptar esa locura de Himchan, si Yongguk no le aceptaba, o le terminaba odiando por aquellos sentimientos, no sabría que sería capaz de hacer ¿cómo vivir con el rechazo en los ojos ajenos? ¿Cómo vivir sin que tu ídolo siquiera te vea? Quería dar marcha atrás con aquello, pero cada vez que se lo planteaba llegaba a él, el recuerdo de Himchan y Yongguk durmiendo en el sofá juntos; no, no sería capaz de soportar eso sin haber luchado.

-Buenos días Zelo –exclamó Daehyun una vez levantado, el pequeño se encontraba en el sofá aun, sin darse cuenta, ya había amanecido, toda la noche la había pasado allí, despierto, pensando. -¿qué haces levantado tan temprano? Tu sueles dormir hasta tarde –sonrió.

-buenos días hyung –saludo con una pequeña reverencia mirándole –supongo que al acostumbrarme al ritmo de vida levantándome tan temprano, desperté instintivamente –sonrió mintiendo.  

-ya veo –relamió sus labios –creo que me ha pasado lo mismo…apenas está saliendo el sol –susurró las ultimas palabras mirando por la ventana.

-¿qué hacen despiertos a estas horas? –los dos voltearon y viendo a un Himchan medio adormecido aun parado junto a ellos, ¿en qué momento había llegado? Ninguno de los dos lo supo.

-Zelo y yo conversábamos; ambos nos despertamos temprano sin quererlo –Zelo bajó su mirada –por la costumbre, ya sabes –concluyó Daehyun.

-no es bueno, deben descansar, es nuestra semana libre, debemos aprovechar, aun es domingo, Daehyun, ve a dormir un rato más ¿si? –golpeo levemente su hombro dándole palmadas amistosas.

Daehyun asintió y volvió al cuarto.

-haré lo mismo hyung –Zelo se levantó del sofá para marcharse a la habitación, cuando fue detenido por la mano del mayor.

-sé que te has pasado la noche despierto… ¿estás así por lo de Yongguk? –Zelo volteó a mirarle.

De verdad sentía algo de rabia en esos momentos, él había tenido el descaro de hacer una competencia, con el amor no se juega, no era como un premio que había que ganar; pero aun así había entrado en su juego.

-¡¿y qué sino?! –se arremetió un poco violento contra el otro. -¿tienes el descaro de preguntarme eso cuando se te dio por proponerme semejante cosa? No quiero saber que serás capaz de hacer para conseguirlo, además ya siempre intentas pegarte a el, estar encima de el, lo abrazas, lo besas… -el joven cerro los ojos y apretó los dientes.

-Junhong deja los celos… -Zelo no le dejó continuar, le empujó levemente haciendo que se sentara en el sofá, quedando parado frente a un leve indefenso Himchan aun algo dormido.

-¡no son celos! Me ofreciste una apuesta, una competencia, algo totalmente estúpido, el amor no se basa en ganar o perder, se trata de sentimientos encontrados, ¿acaso crees que Yongguk hyung estará feliz de saber que lo tomamos como a un premio? A éste paso, al terminar, el que logre enamorarle estará más feliz por haber ganado que por recibir el amor de él.

Himchan no pudo articular palabras, bajó la mirada, tan sólo podía observar el frío piso del apartamento.

-¡olvídalo! Ya lo acepte, y te guste o no, al final sé que Yongguk me elegirá a mi, así que con tu permiso…hyung –tomó sumo énfasis en la ultima palabra como burlándose de ella –yo me voy a dormir. –Zelo dio medía vuelta y comenzó a caminar.

El aun anonadado Himchan no salía de su asombro, no había visto tan seriamente aquella competencia, para él era un juego; un juego donde sería feliz con el amor de su vida al finalizar, habiéndoselo quitado a un niñito de corta edad que juraba amor; pero al parecer, el niño, sabía querer más que él.

Se levantó rápidamente antes que el menor pudiera atravesar la puerta y lo tomó del brazo jalándole para verlo de frente; no se percató de la fuerza que había empleado en aquel acto, y cuando menos se lo espero, Zelo estaba frente a él, a escasos centímetros, con sus cuerpos pegados.

Por unos momentos todo pareció permanecer en silencio, ya no se oía nada; se miraban a los ojos, los dos aun muy sorprendidos, tan cerca el uno del otro que podían sentir la respiración ajena chocar contra su piel, Himchan se sentía tan pequeño comparado a la altura del menor, aunque sólo fueran unos centímetros la diferencia en ese momento se notaba.

-¡suéltame! –la magia terminó, Zelo transformó esa cara de sorpresa en una de total enfado, se soltó del agarre del mayor y casi corriendo se introdujo en la habitación, subiendo ágilmente a su cama.

Himchan se había quedado paralizado ahí, su corazón latía absolutamente fuerte, no comprendía que pasaba por su cuerpo, estaba casi temblando, se sentía nervioso y con la respiración algo agitada. Giró su rostro varias veces en negación; no, no podía ser que aquel pequeño fuera el causante de su estado, seguramente habían sido las duras palabras para con él lo que le dejaron tan vulnerable; prácticamente le había dado a entender que él no amaba a Yongguk, que sólo le veía como un premio, y le había dejado claro que el amor del maknae era más puro y merecedor que el suyo…Aquello le dolía, nuevamente negó, y caminando rápidamente se fue a su cama; aunque el sueño se le había ido del todo…estaba más que despierto y ahora, deprimido.