CAPITULO 1
Naruto miraba con sueño desde su pupitre, las clases en ese colegio eran pesadas, aburridas y muy largas el timbre sonó alto y claro, el profesor cerro su libro con fuerza y salió sin decir nada -que clase de colegio de elite era este-
-Kyaaaaaaaaaa- escuche un griterío reunido alrededor de uno de los pupitres adelante de mí
-¡Sasuke! ¿Quieres comer conmigo?
-¡NO! El comerá conmigo
-¡No conmigo!– y así un griterío sin fin, bostezo y me levanto camino con mis manos en los bolsillos y me acerco
-si no te apuras cerraran la cafetería Sasuke- dije cansado, el se levanto ignorando a todos y encaminándose junto conmigo a la cafetería. Me llevo seis meses estar entre sus amigos la clave era no molestarlo, ni hacerle preguntas estúpidas ni hastiarlo en fin ser una tumba calmado y para ser sincero me estaba matando a veces me pregunto si no me abre equivocado con el enfoque de acercamiento. Miro por el rabillo y los miro siguiéndonos como perros amaestrados a su amo era algo ridículo me burlaría pero yo soy peor que ellos prácticamente soy un acosador pasivo mi hermano siempre se burla de mi por ello pero no lo puedo evitar, yo después de todo lo amo.
-¿Nos están siguiendo?- pregunta molesto
-Sí- mis padres dicen que no soy el primero que se enamora del elegido, pero que tu lo ames a que él te ame son cosas muy distintas y a veces imposibles conociendo su personalidad y la mía seremos como un gato y un perro en un saco –Sasuke quieres que traiga un bentō– me miro interrogativamente –si lo preparo y quedamos en un punto donde ellos no puedan pasar podrías comer tranquilo
-A veces se te ocurren unas buenas ideas– dijo con una semi sonrisa no era una franca y abierta sonrisa pero para mí era el camino al cielo, no quiero ni pensar en lo que me pasaría si fuera una completa –hazlo hablare con el director para hallar una área tranquilo
-¿Porque lo llamas director en vez de papá?
-Mi padre es el que está en casa y en el colegio es el director
-aja, lo que tu digas
Como siempre Sasuke comió un gran almuerzo bien preparado mientras que yo me atiborre de ramen hasta reventar
Y así las clases siguieron todo el día cansadas y aburridas
-Naruto– me llamo Shikamaru agitando uno papeles. Era un joven de mi clase muy perezoso pero sacaba unas notas incluso superiores a las de Sasuke
-gracias Shika, siento la molestia- sonreí alegre, mi expresión seria se transformo ante sus ojos y mi rostro maduro cambio al de un niño alegre e inocente. Shikamaru siempre veía la trasformación horrorizado la primera vez había abierto y cerrado los ojos incluso fue tan lejos como para ir a la enfermería
-¡Basta Naruto! no hagas eso o me volverás loco– parpadeo confundido, la verdad yo no me enteraba de nada y no lo hice hasta años después pero eso sería otra historia –toma-suspiro -son los documentos para el trabajo de historia como siempre trabajaras con Sasuke eres el único que puede aguantar su ritmo de trabajo– yo me había esforzado mucho en los estudios y en convertirme en alguien indispensable para Sasuke y eso me estaba agotando, Sasuke tenía un ritmo de robot, si no supiera que es humano no me habría creído lo que era capaz de hacer
-Shika mañana no vendremos a clase- Shikamaru alzo una ceja extrañado –su padre quiere que vaya a una reunión importante– mi mirada se entristeció al recordar la razón de la reunión
-no te preocupes solo asegurarte que no se exceda como la ultima vez– Sasuke se esforzaba mucho incluso hasta el agotamiento antes de que yo llegara y le recordara que debía comer, a él se le olvidaba. Mientras hablaba con Shika nunca caí en cuenta la mirada de furia que tenia Sasuke ni el aura malvada que emanaba de él, tiempo después Shikamaru me lo contaría como una anécdota graciosa. Yo madure con el tiempo y ya no soy tan inocente pero en ese tiempo pase por alto mucho, incluso aquellas que me hubieran causado dolor ahora que lo recuerdo solo me alegra de haber sido tan inocente o jamás hubiera sorteado todas aquellas situaciones
-Naruto que esperas– llamo Sasuke, cuando voltee a verlo mi mirada aun seria y tranquila tenía un hermoso brillo en los ojos, Sasuke me contó que ese brillo fue la causa de sus dolores de cabeza, aunque aun no entiendo a que se refería, nunca note la mirada embobada de las mujeres ni la miradas lujuriosas de los hombres aunque era imposible que lo notara para mí solo existía Sasuke
Al salir del colegio es cuando se encoge mi alma y un dolor muy grande crece en mi pecho
La separación, Sasuke iría a su casa y yo a la mía, con el fin de estar con Sasuke alquile un cuarto cerca de su casa pero eso el no lo sabía así que nunca me atreví a pedirle que me acercara a casa. En cuanto perdía de vista a Sasuke mi mirada se apagaba. Tome la bicicleta y me encamine a mi casa de momento la vida de Sasuke no estaba a amenazada a pesar de que la familia de Sasuke es rica nunca ha tenido problemas de amenazas o secuestros así que tal vez Sasuke nunca se enteraría de mi secreto.
Cuando llegue a mi casa me lleve una impresión del grado de Pompeya
Mi padre, mi hermano y mi primo estaban ante mi firmes e inmóviles, cuando entramos serví el té y me senté frente a ellos espere y espere hasta que por fin rompieron el silencio
-Naruto- trague en seco. Mi padre solo me llamaba de esa forma solo cuando quería hablar en serio o si no habría empezado como mi amando hijo. Miro la taza antes de beber un trago –vas a viajar a la estación espacial Olimpo, ¿verdad?
-sí, cedí en acompañar a Sasuke a su reunión importante
-la estación Olimpo es un sito de recreo y diversión
-lo sé hermano– los mire confundidos, que pasaba
-querido primo- me miro con ojos brillosos, Deidara era mi hermano y era tan rubio como yo pero sus ojos eran más oscuros que los míos. Gaara era mi primo y tenía cabello rojo heredado por la familia materna, ninguno de los dos habían escogido aun a su elegido, si era así os preguntareis, porque yo soy raro, porque a diferencia de mi hermano y mi primo yo herede la parte KAMI-SAMA de la familia, soy una especie de dios celestial y es muy raro que nosotros no hayamos escogido a nuestros elegidos incluso estando en el vientre después de todo tenemos grandes poderes y mucho mas, pero intentar explicar a los que no entienden mis poderes es muy difícil, en lo que se refiere a todo el mundo puedo ver, hacer y saber muchas cosas pero cuando me concierne a mi soy mudo, ciego y sordo, Suspire y los mire
-¿queréis venir conmigo?
-podemos, podemos– rogaron ambos, mire a mi padre
-ellos quedarán bajo tu responsabilidad– a pesar de ser el más joven yo soy el futuro cabeza de familia después de todo yo soy el KAMI-SAMA de la familia
-la invitación dice que puedo llevar acompañantes pero no quiero molestar a Sasuke
-no te preocupes tu solo llévanos y ya está, los gastos corren por cuenta de padre– suspire resignado, mire a Gaara el cual siempre estaba serio
-¿y tu porque quieres ir?– mi hermano se rió bajo mientras se le tiraba encima cariñosamente
-Gaara vio a alguien en la tele y quiere conocerlo, el va a estar en la estación Olimpo durante diez días, es muy difícil verlo por eso esta ocasión es única
-¿y tú?– lo mire entrecerrando los ojos
-Mmmmm.… a caso no puedes verlo?
-Deidara– lo regaña padre mis poderes no pueden ser usados a la ligera, algo mal ejecutado por mi parte y puedo destruir un planeta y no es broma hablo en serio. Si os esteráis preguntando por que yo un ser tan poderoso no soy acosado por malos que quieren apoderarse de mí, mi repuesta seria, ¿una vez habéis intentado atrapar el aire?, de verdad podrías atrapar a alguien que puede matarte solo con la mirada o levantando un dedo, dudo que haya un loco capaz de esa tontería o por lo menos eso creía yo, era tan ingenuo