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Un día más en la vida de Johnny Test por minima

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-Johnny, vamos a salir hoy-

 

-No quiero-

 

-No es una pregunta, es una orden, llevas casi tres semanas sin salir, no es saludable para ti, así no eres tú, si es necesario te llevo a rastras pero te llevare afuera-

 

Sabia que Duke tenia razón, pero aun así no quería, prácticamente las únicas veces que había salido eran porque habían sido estrictamente necesarias, como ir a la escuela, sacar la basura de la casa cuando le tocaba,  sacar a pasear a Duke en un pequeño paseo, no mas del tiempo necesario cosa que irritaba a su amigo, y cosas por el estilo, incluso se había negado rotundamente a ayudar a los agentes Black y White cuando le pidieron a sus hermanas para la creación de un nuevo coche de hipervelocidad y necesitaban un sujeto de prueba, estas no se lo habían pedido, pero suponía que ellas habían sugerido la idea de que ellos lo hicieran.

 

-No quiero- volvió a repetir, si su mejor creía que lo sacaría de la casa cuando no quería estaba muy equivocado.

 

-Muy bien, si no es por las buenas, será por las malas- y si Johnny creía que él se rendiría fácilmente, era que olvidaba que lo terco e insistente lo había aprendido de él, así que esto seria una pelea de terquedad que no estaba dispuesto a perder.

 

Estaban en la sala, el señor Test fue de compras y la señora Test en su oficina, por lo que la lucha en la sala no fue interrumpida por nadie, Johnny escurridizo y rápido como siempre trato de esquivar a Duke, pero este ya lo conocía muy bien como para como descifrar sus patrones de movimiento.

 

Los colchones del sofá fueron desacomodados e incluso usados como proyectiles y escudos cuando utilizaron de municiones la basura que había bajo estos en el sofá, Duke solo necesitaba un pequeño descuido, y este se presento que en un nuevo intento de finta Johnny se resbalo con el envoltorio de un chocolate que tenia aun residuos de este, fue ahí que se abalanzo hacia él.

 

-¿La soga era realmente necesaria?- después de unos minutos se encontraba completamente atado con una soga que Duke había sacado debajo del sofá, ese perro se había preparado antes de que le dijera que iba a salir por que si.

 

-Bueno, tú no quisiste hacerlo por las buenas-

 

-De todos los perros me toco uno que sabe atar a una persona-

 

-Además de un muy buen amigo-

 

-Entonces “amigo”, ¿A dónde planeas llevarme para salir?- pregunto resignado el de cabellos de flama.

 

-Bueno… tenía planeado un pequeño día de campo-

 

-¿Hablas en serio?- pregunto algo incrédulo el de cabeza de flama.

 

-Bueno, es algo para comenzar, y será divertido, y por fin estarás en otro lugar que no sea tu cuarto o tratándote de fundir al sofá-

 

-Como sea, entre más rápido terminemos con esto mejor-

 

Fue así como Duke poniéndose uno de sus tantos disfraces, y llevando un viejo carro rojo de juguete que la mayoría de los niños tienen, puso a Johnny y la canasta de provisiones para emprender viaje a un lugar agradable para pasar el rato.

 

El parque de patinetas, el parque y el centro comercial estaban prohibidos como opción por obvias razones, así que irían a un lugar más alejado, a las zonas verdes y bellas que rodeaban una parte de la ciudad como campos y bosquecillos.

 

-No hay nada como un poco de aire fresco, ¿no Johnny?-

 

-Me sentiría mejor si movieras la canasta, desde hace dos kilómetros se me esta enterrando en uno de los costados –

 

-Jejeje perdón, no me había dado cuenta-

 

-¿y ya me vas a desatar?-

 

-Como veo que ya estamos algo lejos, si, si lo hare-

 

-Ya era hora, tengo todo el cuerpo entumecido- dijo cuando por fin se sintió liberado de sus ataduras, fijándose en el lugar no estaba tan mal.

 

Arboles, un claro relativamente grande donde daba la luz del sol directamente, tal vez podría recuperar un poco el color perdido en su piel esas semanas de auto encierro, vio como Duke tendía una manta y empezaba a sacar la comida, nada muy complejo, algunos emparedados, nachos y soda de cereza, oh y claro, un filete para él.

 

 -¿Qué?, merezco un premio por al fin sacarte de la casa-

 

-Claro, pásame la soda viejo, tengo algo de sed-

 

-Toma-

 

-Gracias… en serio gracias, realmente eres un buen amigo y sé que estas semanas han sido realmente un fastidio para ti por soportarme-

 

-No hay por que amigo, vez, yo tenia razón, un poco de aire fresco era lo que necesitabas para mejorar ese humor que te cargabas-

 

Ambos intercambiaron una sonrisa y se propusieron a comer el pequeño banquete improvisado de bocadillos.

 

+*+*+

 

Mientras tanto en el parque de patinetas…

 

-Hey viejo, ¿no quieres destrozar el medio casco un rato?-

 

-No en estos momentos amigo-

 

-Huy, no te vez bien, ¿y esa cara larga amigo?-

 

Gil se encontraba con uno de sus tantos amigos, el parque ese día estaba tranquilo y no había mucha gente, se supone que había ido para relajarse y mejorar su humor pero no teniendo los mejores resultados, si se le notaba en la cara era porque realmente estaba de un humor pésimo.

 

-No se Larry, como que últimamente me siento… no se-

 

-Mmm, eso suena mal, ¿intentamos animarte con alguna de tus fans?-

 

-Jajaja eso serviría contigo amigo, no conmigo-

 

-Al menos ya te saque una risilla, vamos amigo, ¿Qué es lo que te pasa?-

 

-Pues, hace días noto que uno de mis amigos ha estado distante, como si estuviera enojado conmigo, pero yo no recuerdo algo que le haya hecho para molestarle-

 

-¿Y ya le has preguntado directamente que es lo que le pasa?-

 

-No he tenido oportunidad o tiempo-

 

-Pues hazlo, se nota que te afecta, eso quiere decir que es uno de los que realmente te cae bien como mua-

 

-Creo que lo hare Larry, nos vemos luego- dijo tomando su patineta y se deslizo hacia la salida.

 

*+*+*

 

En otro lado, cierto genio esperaba a su cita de ese día, su intento de robo había salido mal, y algo… bizarro hasta para él, también lo atraparon y llevaron a la correccional, pero eso había valido la pena cuando Vecki fue a visitarlo y dicho que no podía creer que hubiera hecho eso por ella, esperaba ya una sarta de insultos y adjetivos calificativos para describir lo loco que estaba, en lugar de eso había dicho.

 

“Me gustan los chicos malos” acompañado de “esa es una de las cosas más dulces que alguien haya hecho por mi”

 

No iba a negar que había sonado cliche, pero que rayos importaba cuando por fin tenia una novia, y después de salir por buen comportamiento tendría su primera cita oficial hiendo a tomar café frio ambos y ver una película del tipo acción con muchos disparos y pocas preguntas.

 

Miro su reloj, había llegado algo temprano así que no debía impacientarse, pero eso no le quitaba los nervios y lo emocionado.

 

Tan distraído andaba que no logro quitarse a tiempo cuando cierto chico en patineta había andando a toda velocidad sobre la acera en dirección a él, creando una colisión de cuerpos y asfalto.

 

-Auch, ¡fíjate por donde andas idiota!-

 

-Lo siento, andaba algo apurado y distraído- Gil se levanto del otro joven ignorando el insulto y extendiendo su brazo para ayudar a que se parara.

 

-Cualquier con medio cerebro hubiera notado que yo estaba… ¡¿tú?!-

 

-¿He?, ¿te conozco?-

 

-Tú, ¿Cómo te atreves a olvidarte del grandioso villano Hela Cerebros y luego de lo que me hiciste?- el de piel pálida estaba tentado tremendamente a jalar el gatillo de su rallo congelador hacia ese chico que lo había golpeado en la cara y dejado inconsciente, causando que su aprensión pasada fuera de lo más fácil para los patéticos policías, pero lo había dejado en casa, en realidad todo su super traje lo había dejado en casa.

 

Gil no sabia de que rayos estaba hablando ese chico, realmente no lo recordaba, bien, tenía muy mala memoria, pero realmente recordaría si había hecho algo imperdonable como para que ese chico pusiera esa cara de odio, aunque contando con lo que le estaba pasando con Johnny, ya no estaba tan seguro.

 

-Disculpa, pero realmente no sé de que me estas hablando viejo-

 

-No te hagas el tonto conmigo-

 

Se quedaron mirando un minuto, Hela Cerebros taladrándolo con una de sus miradas mas enojadas y desquiciadas, de esas que solo les dedicaba a su más acérrimo enemigo, Johnny, y Gil, Gil aun no sabia de que hablaba ese chico, se le hacia vagamente familiar, ¿Dónde lo había visto antes?

 

De acuerdo, tal vez no recordaba lo sucedido hacia unas semanas por una extraña razón o circunstancia, y en esa ciudad si que abundaban, ese rubio, que recientemente estaba poniendo en su lista de candidatos como enemigos y rubios para odiar, encabezándola por supuesto Johnny Test, y luego cierto salvavidas que le había quitado a uno de sus amores de la infancia, pero esa era historia aparte, luego seguía él con el nombre de “rubio loco gay”, porque no recordaba su nombre, bueno, en realidad no lo sabia.

 

-¿En serio no recuerdas?-

 

-¿Qué es lo que debería recordar?-

 

-Nada, mejor nada, suficiente tengo con esa imagen de Test y tú…- se corto a si mismo, no, no lo diría en voz alta, ni siquiera en la correccional había dicho lo que había pasado ese día, ni a su nueva novia, esa situación se quedaría en “cosas que jamás ocurrieron”.

 

-¿Hablas de Johnny?-

 

De repente el rostro relajado se mostro totalmente despierto y atento, Hela se alejó un poco, de repente se sintió lejanamente al centro comercial.

 

-Dime, ¿Qué es eso de Johnny y yo?-

 

-Nada, nada- alzo las manos, estaba a propuesto a olvidar lo sucedido y nada lo haría cambiar de opinión.

 

-Dime por favor- algo le decía que eso que no quería decirle ese chico pálido podría ser la razón del comportamiento de Johnny.

 

La repentina cercanía y mirada penetrante le incomodo de inmediato, incluso tal vez, solo tal vez le daba un poquito de miedo.

 

-Pues…-

 

+*+*+

 

De regreso en el día de campo de Johnny y Duke…

 

-¡Ha por ella amigo!-

 

El de cabellos de flama lanzaba una rama a lo lejos mientras su amigo canino iba a por ella, si, era lo que necesitaba para despejarse y sentirse mejor.

 

-Buena esa Johnny- llegaba a su lado con la vara de madera en su boca, feliz de que su amigo estuviera feliz y que jugara como antes con él.

 

-¿Quieres que la lance de nuevo?-

 

-Por supuesto amigo-

 

Si, las cosas parecían mejorar… al menos para algunos.

 

*+*+*

 

-¿Qué yo que?-

 

-No lo volveré a repetir-

 

-Pero, pero… ¿Cómo?-

 

-No me preguntes, yo no lo se, aunque sospecho que algo tienen que ver las gemelas Test…-

 

-¿Quiénes son ellas?-

 

-¿Estas bromeando?... son las hermanas de Johnny Test, normalmente son quienes le dan cada invento para poder derrotarme a mi o a uno de los villanos de la ciudad-

 

-Tendré que hablar con ellas, ¿de casualidad sabes donde viven?-

 

-En serio, debes de tener un problema en esa cabeza tuya… son sus HERMANAS y aun son menores de edad, así que viven con él y su familia, ¿al menos sabes donde vive o tendré que hacerte un mapa?-

 

-No, en realidad no… Johnny es mi vecino, gracias por… informarme, recordarme lo que paso… y perdón por el puñetazo, normalmente no soy así- y antes de que Hela pudiera decir algo más el chico rubio se fue tan rápido en su patineta que fue cuestión de segundos para que lo perdiera de vista.

 

-Debes estar bromeando… ¿su vecino?, y luego dicen que los villanos estamos realmente locos, ¿en que habrán estado pensando esas gemelas?- pregunto al aire, esa situación le había causado migraña.

 

-No lo se mi cubito de hielo-

 

-¡Haaa!- volteo rápidamente y a su lado se encontraba su Vecky con ropa de calle y un café frio en la mano, ¿desde cuando estaba ahí?, ¿desde cuando su novia tenia dotes ninjas para aparecerse de repente?

 

-Si, desde hace rato estuve aquí y escuche parte de la conversación- contesto a la pregunta no formulada por su novio pero que si le había pasado por su mente.

 

-Jejeje no es lo que crees, heeee yo le estaba amenazando-

 

-No tienes porque preocuparte mi cubito de hielo, no me molesta que tengas tu ladito amable, ahora, vamos al cine a ver un poco de violencia sin sentido- dijo mientras le acariciaba con la punta de los dedos su nariz de manera juguetona.

 

Como lo ponía loco esa chica, su chica amante del café.

 

+*+*+

 

En la casa  de los Test…

 

-Cariño, ¿has visto mi zapato?-

 

-No tesoro-

 

-¿Donde lo abre puesto?-

 

-Lo que yo me pregunto es como se te pudo perder de nuevo, es como la tercera vez este mes-

 

-Jejeje lo se cariño, es solo que he estado un poco preocupado por Johnny, últimamente a estado raro-

 

-Ahora que lo dices lo note un poco decaído el otro día-

 

-Tal vez de nuevo sea algo en la escuela como clases de verano o algo así-

 

-Tienes razón, mas tarde nos enteraremos si es así, ahora tengo asuntos de negocios que atender, nos vemos luego cielo- la mujer tomo su portafolio y le dio un beso en la mejilla a su esposo.

 

Siguió buscando su zapato hasta que por fin lo encontró debajo de uno de los colchones del sofá de la sala, a veces el mismo se preguntaba como era que llegaban a esa clase de lugares.

 

Tock tock

 

-¿Cariño acaso olvidaste algo?- se dirigió a la puerta pensando que seria su mujer habiendo olvidado algún documento o algo por el estilo, no hacia rato que había salido y no seria la primera vez –ah eres tu Gil-

 

-Buenas tardes señor Test, ¿se encuentra Johnny?-

 

-No, creo que no ahora que lo mencionas, creo que por fin salió después de tantas semanas-

 

-Ah, bueno…- no se pudo evitar notar el tono desilusionado en su voz que el señor Test paso por alto –y… ¿se encuentran… sus hermanas, quiero decir… sus hijas?-

 

-Oh… bueno, ellas creo que se encuentran en su laboratorio, ahorita le aviso que las buscas- bueno, eso le pareció poco usual, normalmente Gil no era quien buscaba a sus hijas, es más, normalmente parecía ignorante de la existencia de ellas, normalmente se lo tomaba a un típico comportamiento despreocupado de un adolecente a algo más literal de que realmente ignoraba la existencia de sus hijas.

 

Saber que Johnny no estaba en casa tanto lo desilusionaba como lo relajo, tal vez aun no estaba preparado para ver a el chico cabellos de flamas después de que el pálido joven que no recordaba su nombre, le contara… lo que paso, aun no se lo podía creer, impensable e imperdonable la manera en que se supone que lo trato, el jamás trataría a alguien así, el jamás trataría a Johnny así.

 

Debía confirmarlo con las dichosas hermanas de su amigo.

 

-Niñas, niñas salgan, Gil las esta buscando-

 

Ni termino la frase cuando un par de rayos rojos salieron disparados momentos después de que la puerta eléctrica de acero reforzado fue abierta y cerrada automáticamente.

 

Fue como un hechizo que las atonto, escuchar el nombre de Gil por si solo simplemente era como un poema o una bella y perfecta ecuación que hacia invocar la imagen de su amado vecino en sus mentes, y cuando su progenitor dijo que las buscaba, era como recitara una de las tantas frases de sus sueños con el rubio y sus cerebros no se detuvieron a procesar con lógica.

 

Era una completa anomalía que Gil las buscara precisamente a ellas a su casa, es más, que se acordara de sus simples existencias o incluso sus nombres, pero la ilusión y felicidad que les infundía ese hecho no les dejaba pensar con claridad, más bien no querían pensar con claridad y lógica cuando se trataba de su adoración de adonis adolecente.

 

Rápidas como un rayo bajaron las escaleras de dos e dos, casi tropiezan en el último escalón pero recuperaron rápidamente el equilibrio y prácticamente se deslizaron hasta llegar al umbral de la entrada de su casa, como siempre perfecto, al menos ante sus ojos, parado bajo el marco como una imagen perfecta, Gil las miraba.

 

-Hola Gil- dijeron a coro con tono soñador, aun no percibiendo el poco común tono serio que tenía la mirada del otro.

 

-Ustedes… creo que me deben una explicación-

 

Puras ilusiones de jóvenes hormonales fáciles de disolver con la realidad.


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