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Un día más en la vida de Johnny Test por minima

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Notas del capitulo:

Muchas gracias por sus comentarios y feliz puente a lo k viven en méxico, y feliz dia del NIÑO para aquellos que aun son niños :3!!!!

 

aunque tal vez Johnny no disfrute este dia del niño con lo que esta pasando en este fic XD jajajaja

-¡Ya dejen de empujarse!- exploto el perro entre las dos pelirrojas que no dejaban de moverse tratando de encontrar la mejor posición en ese angosto lugar -número uno, debemos encontrar una forma de vencer a ese adicto al café nuevamente, número dos, Susan, deja de pisarme los pies- 

-Soy Mary- se quejo la pelirroja de cabellos rizados, ese lugar era realmente sofocante.

-Como sea, y tres, ¿Por qué sospecho que ustedes tienen algo que ver con esto?- las miro acusadoramente, no estaba en sus mejores ánimos y ese lugar angosto y atestado de hermanas pelirrojas arruina fines de semanas hacían plantearse seriamente en planear una venganza contra ellas junto a Johnny, claro, primero tenían que salir de esta.

-Hey, no es nuestra culpa- de nuevo la mirada acusadora, no, no se retractarían –bien, admitimos que tuvimos algo que ver en el pequeño tropiezo del parque de patinetas, pero nada más- bueno, tal vez un poco.

-Pero no tenemos nada que ver con que este villano haya aparecido en el centro comercial- secundo la gemela de cabellos lacios, ¿era su imaginación o esos vestuarios los hacían cada vez mas pequeños?

-Esta bien, ¿se les ocurre alguna idea?-

-Tomar un baño al terminar esto, aquí apesta a perro-

-Grrr-

-Era broma, era broma, ¿acaso Johnny solo puede tener sentido del humor en esta clase de situaciones?-

-Mmmm, ¿este lugar no debería tener un espejo de cuerpo completo?-

-Si, de hecho esta atrás de mi, ¿en que estas pensando geniecilla?-

-El viejo truco de los espejos-

-Si, tan sencillo que incluso ustedes lo pueden hacer-

-Susaaaan-

-Ok, ayudare, cuando ese tonto villano venga, no sabrá que fue lo que le paso-

-Johnny, ¿escuchaste el plan?- el perro golpeo la pared ligeramente al armario de al lado, las paredes en esos lugares eran muy delgadas, por lo que suponía que la comunicación seria pan comido, pero el joven rubio no respondió -¿Johnny, estas ahí?-

-Tal vez se escondió a otro lugar con Gil- sugirió la pelirroja de cabellos lacios, lo cual era un disgusto para ella y su hermana aun en esa situación.

-Suertudo-

-No, yo vi que entraban a ese vestidor-

CLAP CLAP

-¡¿Qué fue eso?!- 

Duke se estaba poniendo cada vez más nervioso, algo le decía que las cosas no estaban bien, y cuando tenía esa clase de presentimientos nunca se equivocaba.

-Debemos salir de aquí-

-No, no, no, ¿Qué haces Duke?, debemos permanecer escondidos al menos hasta que logremos sacar el espejo de la pared y…- ya ni la dejo terminar de hablar cuando se encontraba abriendo la puerta, encontrándose a su perseguidor, por un momento pensó en cerrar nuevamente esta o correr una vez más tratando de encontrar un mejor escondite, pero Hela Cerebros no se movía, estaba como, valla la ironía, congelado.

Dudando un poco los tres presentes en ese vestuario salieron lentamente, la expresión en el rostro del adolecente villano era una mescla de sorpresa y horror, no los estaba mirando a ellos, miraba otro vestuario con la puerta abierta, ganándoles la curiosidad por saber que era lo que le tenia en ese estado avanzaron unos pasos más y vieron que rayos era lo que había ahí, deseando jamás haber volteado a ver.

Hela Cerebro los había seguido fácilmente a esa tienda de ropa, se sentía como un cazador asechando su presa, por lo que se tomo su tiempo en llegar a los vestidores, y escuchar un poco las patéticas platicas de los que se volverían sus nuevas estatuas de hielo, oh, pero tenia que haber escuchado a las fastidiosas gemelas decir que era un tonto villano y decidir abrir la puerta de uno de estos sin estar completamente seguro de que las pelirrojas estuvieran dentro, para ser un genio maligno tenia el terrible defecto de no pensar mucho antes de realizar sus acciones, para su defensa era un adolecente, brillante pero explosivo adolecente.

Hubiera sido mejor haber tomado las joyas como el plan inicial y dárselas a aquella chica que hace tiempo le gustaba, invitarle un café frio, y no ver aquella bizarra escena frente a sus ojos.

Pero no, él como las gemelas y el perro mutante, de los cuales aun no se percataba de su presencia debido a que se encontraba en ShocK, se encontraban una escena de lo más rara para ellos, algunos más horrorizados que otros.

Johnny prácticamente empotrado contra la pared sostenido por el adolecente mayor que él mientras le devoraba la boca prácticamente, ¿Cómo había llegado a esa situación?

Después de que Johnny le había llamado, se sintió hipnotizado por esos enormes ojos azules que lo miraban algo confundido por que no lo soltaba y se encontraba inusualmente callado, él también estaba confundido, mirando ese jovial rostro que muchas veces lo había visto sonreír, esos curiosos cabellos rubios con las puntas pelirrojas he increíblemente naturales, ese hiperactivo y divertido niño que siempre había sido su vecino, ¿acaso siempre se había visto así… de bien? 

Poco a poco se inclino más a esa boquita suya que le seguía llamando, tratando de saber que era lo que le pasaba, pero no le respondería, no tenia una respuesta para dar, ni él mismo sabia que era lo que pasaba.

Johnny ya no pudo preguntarle a su amigo y vecino que era lo que le pasaba, para su asombro, este había detenido su extraño avance hacia su rostro con la repentina unión de sus labios, ¡eso no estaba para nada bien!

Un beso se suponía que debía de dárselos un chicho y una chica, ¡no dos chicos!, además de que lo ultimo que pasaba por su cabeza era andarse besando con una odiosa niña, menos con un muchacho, menos con el chico al quien consideraba una especie de hermano mayor, trato de gritar, quejarse, apartarlo, pero el entorno no jugaba a su favor.

El vestuario era pequeño, por lo que al tratar de dar un paso hacia atrás choco con una de las paredes, al tratar de quejarse o gritar algo extraño se había metido a su boca, húmedo y tibio que con total descaro recorría su paladar y empujaba su propia lengua en lo que parecía ser un juego de exploración para el intruso. Trato de empujarlo, no podía, parecía que el cuerpo más grande se había convertido en una pared de piedra que no lo dejaría escapar.

Y eso solo era el principio.

Sentir sus labios contra los suyos desato una descarga eléctrica tan intensa como la adrenalina que sentía al realizar un deporte extremo, o quizás mucho mas intensa, era la primera vez que se sentía de esa manera, ya ni podía razonar lo que hacia, si lo que hacia estaba bien o mal, de querer recorrer ese cuerpo con sus manos era algo correcto o incorrecto, de hecho ya estaba colando una de sus manos por debajo de la camisa del símbolo radiactivo cuando la otra apretaba con total descaro el trasero del otro, tan fuerte que hiso hacer quejar al muchacho de cabellos bicolor, aquella pequeña vibración que sintió entre sus bocas le pareció recorrer todo su cuerpo.

Y aun quería más. 

Estaba aterrado, estaba confundido, ¿Dónde rayos había alguien para detener esto?

Y la puerta se abrió, pero no se dio cuenta, sentía como su cabeza ya estaba empezando a dar vueltas por la falta de oxigeno, ¿acaso ese seria ese su final?, ¿morir asfixiado por un beso tan demandante para su inexperiencia y corta edad?, ¿estrujado por otro chico hasta no poder más? 

Definitivamente ese no era el mejor de sus días.

-¡Oh por Dios!- 

¿Era un sueño?, ¿era una ilusión?, una pesadilla encajaría a la perfección en esta escena para más de uno.

-¡Argh!- grito Gil al sentir un fuerte dolor en sus posaderas, separando su boca de esa deliciosa fuente de la cual estaba tomando y probando, aflojando su agarre sobre ese cuerpo que lo estaba atrayendo como un imán y quemando como carbones al rojo vivo, aun así tan agradable al tacto. 

Duke había sido el primero en reaccionar, su instinto de perro guardián había salido a flote y fue a atacar al agresor de su dueño y amigo, por así calificar a Gil en esos momentos, mordiendo sus posaderas, comportamiento que jamás utilizaba, pero ahora en situaciones desesperadas ameritaba acciones desesperadas.

Tan pronto como vio que el muchacho estaba libre de las garras del adolecente lo alcanzo y aparto de él, ahora Hela Cerebros era lo segundo por lo que tenían que escapar, Gil se había vuelto la principal amenaza ahora.

-Johnny…- ¿Dónde estaba ese calor?, ¿Dónde estaba ese delicioso sabor en su boca?, ¿Dónde estaba el suave tacto bajo su mano?, ¿Dónde estaba Johnny?

Aun impactados por la escena, Susan y Mary habían sentido como si algo se hubiera roto en su interior, Hela Cerebros estaba muy sacado de honda, vieron como un manchón café, Duke cargando a un mareado Johnny, era perseguido por un manchón rubio, un Gil que no estaba muy feliz al haber sido apartado de Johnny, una nueva persecución entre esos tres comenzaba.

Era oficial, ese fin de semana dejaba de ser el tan deseado y común fin de semana entre el chico y su perro para volverse en uno de los más raros en sus vidas.

-¿Qué… fue eso?-


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