Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un día más en la vida de Johnny Test por minima

[Reviews - 48]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Con estas hermanas, ¿quién quiere enemigos?

Es curioso lo que algunas personas guardan en sus bolsillos, y más si son unas hermanas genios, en lo que una persona normal cargaba su billetera, algo de cambio o hasta su celular, ellas podían cargar unos cuantos pequeños explosivos, pequeños rayos láser, una que otra herramienta como llaves, destornilladores y no quitando su lado femenino un lápiz labial y crema humectante, pero claro, como todo lo que utilizaban ellas, esos pequeños y femeninos artículos de belleza no eran simplemente eso, el lápiz labial no solo les servía para resaltar sus labios, si no también que aplastando un botón que mandaban una pequeña onda eléctrica al supuesto maquillaje, que era de su propia invención, hacía que las propiedades de este cambiaran, siendo que si lo pasabas por una superficie y la rallabas, la viscosa y gruesa línea roja se volvía sólida y flexible, una cuerda de maquillaje rojo, y su crema humectante, creación de ellas mismas también, y que aún estaba en fase de prueba, suponía que mantenía la piel hidratada, suave y brillosa en cualquier tipo de ambiente, hasta en un horno, serviría como una capa de protección contra quemaduras, pero le faltaban algunos detalles, como su viscosidad, parecía más una especie de aceite mega resbaladizo que una crema de belleza, perfecta para la ocasión.

Las gemelas eran unas genios, pero no era necesario serlo para darse cuenta que esa bola de adolecentes hormonales que rodeaban a su amado Gil dejarían de prestarle atención si ocurría algo más “espectacular”, y su queridísimo hermanito ayudaría a la causa lo supiese o no, este se encontraba en un medio casco un poco alejado del grupo de Gil, hablando con Duke, por lo que ninguno las noto cuando estas rápida y sigilosamente vertieron de la pequeña botella de su crema experimental una generosa cantidad de esta en la parte baja de esa rampa, unas gotas hubieran sido suficiente para que cualquiera, con patineta o no, saliera deslizándose de un extremo a otro del medio casco con una increíble facilidad gracias a que la crema quitaba la fricción que provocaba el pasar de las ruedas de la patineta contra la madera, pero estas habían vertido medio botecito.

-Ahora Johnny si dará un gran espectáculo-

-¿No crees que Johnny correrá peligro?-

Ambas pelirrojas se miraron sopesando esa posibilidad, alzándose de hombros indicando que no le daban importancia.

-Conociendo la suerte de Johnny estará bien, ha salido de peores-

-Tienes razón, ahora ha esconderse-

Ambas chicas con la misma rapidez que habían puesto la crema se escondieron detrás de los botes de basura, que para su mala suerte era el único escondite cercano.

-No creo que puedas hacerlo-

-Eso ya lo veremos amigo, hace tiempo que no me has visto practicar y te aseguro que he mejorado-

-Lo que tú digas Johnny, ero ciudad de no romperte una pierna porque aún tenemos que ir al centro de videojuegos y el centro comercial-

El de cabellos de llama se posiciono en el borde y puso un pie sobre su tabla, le había dicho a su perruno amigo que lograría saltar y dar un doble giro en el aire, como había visto en la tele, pero su amigo le miro escéptico y sintiéndose retado le demostraría que lo lograría, actuando tan imprudente como siempre se lanzó, no temía el caer o rasparse, eran miedos de principiantes que el había superado, y si aquello se levantaría y lo intentaría nuevamente, siempre lo hacía, esa era una de sus mayores cualidades, las cuales muchas veces pasaban desapercibidas.

Y se lanzó, como muchas tantas veces en ese parque practicando con la patineta, todo iba bien, iba perfecto, o así lo sentía, hasta que a mitad del camino, lo sintió, que empezaba a ir mal, quería ir rápido, así lo quería, pero al llegar al punto de la base del medio casco su velocidad aumento demasiado, excesiva y sorprendentemente a tal punto que casi se caía, pero maniobrando con su peso logro balancearse y mantenerse arriba de la tabla y salir lanzado hacia arriba como un cohete, no estaba seguro pero creyó alcanzar tres metros de altura sobre la rampa, y dando giros más inconscientemente trato de acomodarse de alguna arriba de la tabla y posicionarse cerca de la orilla de la rampa, ya que si no encontraba el punto justo estaba seguro que caería y tendría un no muy grato encuentro con el suelo cortesía de su amiga la gravedad.

-Wow Johnny, eso sí que me sorprendió-

-¡A mi también!- logro gritar el muchacho antes de caer de nuevo en la rampa y volver a deslizarse de un extremo a otro con una vertiginosa velocidad, y fue ahí que se dio cuenta, ¡no podía detenerse!

-Sí, sí, lo admito, lo estás haciendo genial, pero ahora ya para, no tenemos todo el día-

-¡No puedo hacerlo!-

-¿Pero qué rayos?- 

Johnny seguía de un extremo a otro de la rampa, cada vez más rápido y mucho más alto, su amigo se estaba preocupando, notaba que cada vez le era más difícil al pequeño mantener el equilibrio y caer de una forma que no terminara como hubo estrellado sobre la rampa o el suelo.

Mientras tanto en el grupo que estaba admirando a Gil, poco a poco algunas personas se percataron de lo sucedido con el chico de cabeza de flama, no precisamente en el peligro en que estaba y mantenía desesperado a Duke al no saber cómo rayos frenar al rubio, si no en lo genial, en opinión de algunos, en como saltaba y hacia esas acrobacias tan singulares, que eran los desesperados intentos de mantenerse en una sola pieza del muchacho, así poco a poco se dirigieron a la rampa de Johnny y dejaron a Gil solo, siendo que había algo nuevo que ver.

Gil también se había percatado del espectáculo que estaba dando Johnny, y no se molestó cuando sus “amigos” se alejaron para observar mejor las acrobacias del más joven, tampoco tubo celos o algo por el estilo, simplemente aprovecho el momento para tomar un poco de agua y descansar un poco, también observar a su joven vecino, que parecía volar con cada salto que daba rayando un poco con lo mortal en cada acrobacia, cosa que en su opinión, le sentaba bien al muchacho de cabellos de flama que estaba acostumbrado a lidiar con ese tipo de situaciones.

El plan había funcionado, jamás dudaron de su habilidad en maquinarlo, ahora solo faltaba acercarse y apuntar cuidadosamente a su rubia obsesión, salieron de su escondite y se dirigieron cuidadosamente hasta donde estaba Gil, curiosamente nadie las noto, ser un par de pelirrojas y con batas de laboratorio debería de resaltar mucho entre las personas, pero toda la bola de adolecentes no les interesaba a dos chicas con semejante extravagancia y menos si tenían un buen espectáculo enfrente, tontos e inmaduros adolecentes.

Duke se encontraba algo desesperado, si esto seguía así su mejor amigo terminaría con uno que otro hueso roto o con la cara rota, había por fin notado el líquido en la base del medio casco, y eso le olio a gemelas genios, esas niñas al parecer nunca aprenderían, pensando en la manera más rápida de parar esto lo único que se le ocurrió al canino era atrapar al chico en el aire, solo tenía que ser lo suficientemente rápido y certero para agarrarlo antes de que volviera a saltar rumbo a la luna, o el hospital más cercano.

Estiro sus patas delanteras y empezó a rezar para que esto funcionara, se estaba preparando, los segundo pasaron rápido y Johnny estaba por regresar al extremo en el que el se encontraba, pero en el último momento, antes de cerciorarse si lo cachaba o no, los nervios le ganaron y cerró los ojos mientras seguía con las patas extendidas y cerraba sus patas para cacharlo, sintiendo un ligero empujón hacia arriba y algo duro entre lo que serían sus manos para los humanos.

-Lo… lo atrape- dijo sorprendido abriendo los ojos no creyendo aunque su idea descabellada había funcionado –oh oh…- y es que en realidad no había funcionado, no por completo.


-Hola Gil- corearon dos pelirrojas que de repente habían aparecido del bronceado rubio quien tomaba un poco de agua de una botella que había traído.

-He… hola- saludo este observando a las gemelas que lo miraban embobadas y sonreían soñadoramente poniéndolo algo incómodo -¿se les ofrece algo?-

“A ti…” fue lo pensaron ambas pelirrojas pero no se atrevieron a decir.

Bien, ya lo tenían en frente, solo era cuestión de una pequeña chorreada de su invención, y después de tantos años obtendrían lo que tanto deseaban, o si, hoy sería el día mas dichoso para las gemelas Test.

Una de las chicas saco una pequeña pistola, una pistola de agua si observaba mejor, la levanto rápido y apunto como toda una profesional, o así le pareció por la influencia de las películas de acción, lo siguiente que supo fue que algo húmedo había golpeado su cara, le habían disparado sorpresivamente, después sintió que le faltaba el aire y un repentino peso había caído sobre el tirándolo dolorosamente en el suelo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).