¿Héroe o villano?
Años de guerra han azotado a esta tierra, tantos que para muchos ya es difícil recordar por que comenzó, especialmente para las mentes de aquellos jóvenes que no pidieron pertenecer en ella.
El reino de Mewni era extenso, sus gobernantes la real y noble familia Butterfly, una monarquía de gran poder y respeto no solo de ese mundo sino entre varias dimensiones, tenían una notable habilidad sobre la magia, habilidad que se les facilitaba gracias a la reliquia de su familia, una barita que otorgaba a su usuario gran poder sobre las artes mágicas y ayudaba a sus gobernantes a traer paz y prosperidad a su reino.
O es los mewmanos decían.
La verdad poca importancia tenía la historia de este mundo para los nuevos reclutas de soldados de esta guerra, en realidad muchos, por no decir todos, aborrecían no solo al enemigo sino a los propios gobernantes que los hacían luchar en esta guerra que para ellos poco sentido tenia.
Ya que para ellos, este no era su mundo.
Debido a los largos años de guerra y breves periodos de paz, la población entre ambos bandos había disminuido considerablemente por muerte o por migración, las personas que se quedaban a luchar morían y las que no querían luchar tenían pocas opciones de poder subsistir así que preferían buscar fortuna en otra dimensión. Esto aplicaba en ambos bandos hasta que una gobernante sabia prohibió a su pueblo dejar su dimensión haciendo defender su amada patria, una sabia estrategias para unos, una cruel y egoísta decisión para otros.
Ahora, regresando al problema de esta guerra, si no hay suficientes personas, no hay suficientes soldados, si no hay suficientes soldados capaces de defender el reino, aun si la misma soberana en turno decidiera ir al frente de batalla había un riesgo considerable de perderlo todo.
Es así como otra decisión “inteligente” fue tomada por otra soberana, conseguir mas guerreros, siendo que ya no podía arriesgar mas a la poca población de súbditos que le quedaba al alcance, decidió ir un poco más lejos, a otras dimensiones, es asi como la campaña de “reclutamiento” comenzó, después de todo cualquiera debería sentirse alagado al ser elegido para pelear por tan noble causa.
Pero los que son llevados de sus casas y dimensiones no se sienten así, literalmente son secuestrados y obligados a entrenar hasta ser lo suficientemente capaces para lograr aniquilar aunque sea un monstruo. Y si mueren en el intento, habrán servido para la causa, y otra docena mas podrá cubrir su puesto.
El campamento estaba en silencio, al dia siguiente cruzarían las fronteras para luchar contra los monstruos, feroces bestias muchas veces más fuertes que cualquiera de ellos, y también muy resistentes, apenas un par de meses ellos habían estado en sus propias casas, muy diferentes unas a las otras pero con algo en común, eran ajenos a esta guerra, no eran soldados, solo simples jóvenes que querían vivir su vida como les placiera.
Ahora con sus esperanzas y sueños arrancados junto a su libertad, solo queda la resignación y esperar una muerte rápida y no dolorosa.
Varios pelotones habían partido antes que ellos, y ninguno regresado.
Decían que últimamente los monstruos tenían una mejor organización, con las bestias se habían vuelto más listas, otros que simplemente se habían vuelto mas sanguinarios y ahora no dejaban a nadie con vida.
Sea como sea la respuesta era obvia, una vez llegaran al campo de batalla jamas regresarían a su hogar.
Muchos de ellos eran diferentes, no solo por color de piel, cabello u ojos, sino por su aspecto físico, algunos tenían rasgos idénticos a los mewmanos, pero otros eran muy diferentes, habia quienes tenían orejas puntiagudas, y esa era una de las menores de las anomalías entre ellos de acuerdo a la opinión de los mewmanos, otros tenían rasgos mas animalescos como pelaje en la mayoría de cuerpo o colas saliéndoles al final de la espalda, incluso habia quienes tenían cuernos o pezuñas en lugar de pies, y si fuera otro momento para muchos seria fasinante interactuar con seres tan diferentes con el rasgo en común de tener edades similares, pero ahora en un mundo extraño y hostil la experiencia solo se volvia mas amarga.
Su superior los habia amontonado en una tienda para dormir, apenas lo suficientemente grande para que ellos pudieran acostarse una al lado del otro y dormir, esa era otra de las injusticias que habían aprendido por la fuerza con las cuales vivir, solo por no pertenecer a este mundo los trataban mal y tenían pocos lujos, ¿para que gastar de mas en extranjeros que morirán en la batalla?
-Ferguson ¿estas despierto?-
-Estoy-
-Crees… ¿Crees que nos encontraremos con Mar…?-
-…l ya no está, entiéndelo de una vez Alfonzo… ya no…-
-Pero él es listo, y estudio karate, no creo que simplemente…-
-Pues por eso mismo lo enviaron a él primero, si estuviara aun con vida ya hubiera sabido de él-
-¡Callense! Algunos tratamos de dormir bien en su ultima noche en esta vida- alguien les riño al par de adolecentes terrícolas, ese seguramente habia sido Nix, el chico sátiro, él como muchos otros se habia vuelto amargado y hostil por las condiciones de vida en la que todos vivian ahora.
Ambos jóvenes callaron, no era la primera vez que discutían esto. Ellos junto a varios de sus compañeros de escuela habían sido secuestrados de su escuela por una horda de soldados de vestimenta medieval y traídos a este infierno a luchar, entre ellos habia estado Marco Diaz, el mejor amigo de ambos, el joven hispano a diferencia de ellos tenia una buena condición física y habia ido a clases de karate desde primaria, por lo que con sus habilidades físicas y de pelea habia llamado en parte la atención de sus entrenadores como buen material de pelea, la otra cosa que llamo la atención pero de una manera no tan favorable era su actitud rebelde, Marco no era el primero en expresar su inconformidad por la situación por la cual le estaban obligando a él y a muchos otros a vivir y seguramente no seria el ultimo, pero mientras que muchos se resignaban después de la primera o segunda reprimenda que contenia insultos y castigo físico, Marco no se quedo callado o cambio a una actitud resignada como la mayoría.
Marco Diaz tenia un espíritu luchador, y eso era problemas a ojos de los soldados de mewni.
Para que no causara mas alboroto en las mentes de sus compañeros con tontas ideas de rebelión contra sus opresores lo enviaron al frente de batalla después de pocas semanas de llegar, Ferguzon y Alfonzo jamas volvieron a saber de él de nuevo, y probablemente jamas sabrían que fue lo que le paso.
Quizás era lo mejor. No querían saber que tan dolorosa fue la muerte de su mejor amigo o si sufrio o tubo que suplicar por su vida.
Probablemente sufrirían el mismo destino, pero realmente no querían eso, ni para ellos o para su amigo. Querían tanto regresar a casa, seguir con sus vidas de chicos no tan populares y torpes, con comida chatarra, videojuegos, cielos, incluso las clases y las tareas eran mejor que este infierno.
Wuuuu wuuuu
Afuera los animales de ese mundo se escuchaban, era otra cosa que les molestaba, los animales y cosas como plantas aquí eran tan diferentes, asi como muy peligrosas. De camino a este campamento Ferguson casi fue devorado por una planta carnívora del tamaño de un carro chico, y la maldita lo persiguió por unos buenos 50 metros antes de que el tallo dejara de estirarse.
Tal vez lo mejor era seguir el ejemplo de Nix y dormir, en los sueños podrían hacer el intento de escapar de esta pesadilla que era ahora su realidad.
Minutos pasaron y los sonidos de afuera del campamento se hicieron mas fuertes, despertando a todos dentro de la tienda, algo no estaba bien.
Cuando hubo un repentino y antinatural sonido todos supieron que algo grave estaba a punto de pasar, y tuvieron razón. Afuera de la tienda el grito de los soldados de mas alto grado rasgaron el silencio de la noche haciendo que todos en el interior de la tienda temblaran de miedo y muchos de ellos fueran a buscar sus armas o armaduras, que eran mucho menos fuertes y humildes que las de los que eran mewmanos, pero si iban a morir por un monstruo o bestia que estuviera ahí fuera darían batalla.
Alguien entro tropezando y cayendo al suelo a través de la tela de la tienda de acampar, era su superior, un hombre arrogante y cruel con ellos, ahora caía en el suelo temblando de miedo como un niño pequeño.
¿Qué es lo que había ahí fuera?
Humo empezó a entrar por la parte de la tienda, pensando que ahora tambien tendrían que lidiar con un incendio tambien aparte del ataque de sea lo que estaba afuera los muchachos estaban debatiendo en salir o no.
-Si salimos estamos muertos-
-El humo nos asfixiara, o morimos achicharrados-
-Quizas si corremos a todos no nos atrape-
-Estas diciendo que se salve el quien pueda-
-Como si no fuera el único en pensar en ello-
-¡Silencio! Creo que escucho algo-
Algo entro por donde el soldoda había entrado, una figura pero con un rostro de calavera que a mas de uno estremecio, ¿acaso ese era un monstruo?
Muchos de ellos retrocedieron cuando la creatura dio un paso adelante justo al lado del soldado caído y otros tercamente permanecieron en su sitio cargando sus armas y escudos, el ser pateo la cabeza del soldado quien dejo de moverse al quedar inconsciente por el golpe, después las manos de este se alzaron a su rostro, y mientras que algunos pensaron que quizás escupiría fuego o algo peor hiso otra igual de sorprendente y aterradora, se quito el rostro.
Al quitarse su rostro cayeron en cuenta que en realidad era una mascara, una muy tétrica y bajo este el rostro de…
-¡MARCO!- Ferguson y Alfonso gritaron incrédulos, ahí frente a ellos muy vivo y algo cambiado su amigo.
-Hola chicos, tiempo sin verlos-
Ambos chicos corrieron y abrazaron a su amigo riendo y llorando, estaban muy felices de volverlo a ver.
-Yo también estoy feliz de verlos, pero tenemos que movernos rápido. Todos, si ya no quieren servir a estos patanes pueden venir conmigo-
-Espera, espera, ¿crees que iremos con un desconocido asi como asi? ¿Qué hay de los soldados? ¿Los monstruos? ¿Las cosas que se escuchaban hace rato?-
-Cállate Nix, este Marco, y si algo se es que siempre se puede confiar en él-
-Sé que no pueden confiar en mi inmediatamente porque no me conocen, lo entiendo, pero aquí al menos por el momento no hay ningún monstruo, lo que escucharon era yo y algunos compañeros, y los soldados de ellos ya me encargue-
Algo vacilantes los demás muchachos siguieron al moreno fuera de la tienda encontrando a todos los otros soldados en el suelo.
-¿Acaso esta…?- alguien trato de preguntar con miedo, muchos de ellos jamas habían visto un cadáver en persona antes de llegar a este mundo.
-Inconscientes, están inconscientes-
Al salir del campamento se encontraron con una enorme y escamosa creatura.
-¡Monstruo!-
-En realidad es un dragan- corrigió Marco yendo al encuentro de tan temible ser para muchos de ellos, era enorme, tenía escamas, alas y al parecer su constante resoplido lleno de humo era lo que había llegado hasta su tienda –esta domesticado, al menos en parte. Ahora suban, es lo suficientemente grande para que todos vallamos al refugio- le dio un par de palmadas al costado de la bestia y esta se hecho al suelo, viendo de cerca la creatura tenía una correa hecha de cuerdas y una placa de madera con un nombre inscrito en ella.
-¿La llamaste Fiona?-
-Le gusta, ¿verdad Fifi?- Marco rasco parte del cuello escamoso y la creatura parecio gruñir, corrección, ronroneo.
Antes de digerir la noticia que ahora su mejor amigo trataba como un gato a un dragón una flecha cayo cerca de ellos.
-¡Rayos! Tal vez uno de ellos recobro la razón antes de tiempo. Suban todos, Fiona sabe el camino. Me encargare de distraer a quien se despertó-
-No Marco, ven con nosotros-
-Chicos lo mejor es que crean que ustedes están muertos o desaparecidos antes de pensar que escaparon, para eso es necesario que desaparezcan sin dejar rastro-
-Haganle caso a su amigo, si logro noquear a todos esos guardias seguramente puede con uno solo- Nix les grito desde el lomo del dragón junto a otros que decidieron no desobedecer las órdenes de Marco.
A regañadientes los chicos subieron sobre la bestia que con una señal de Marco emprendió vuelo inmediatamente.
Marco se coloco la mascara de calavera y fue hacia el campamente a seguir con su papel, la creatura misteriosa que aterrorizaba los campamento y hacia a desaparecer a todo soldado joven, inexperto y extranjero que se topara en su camino.
Pero al llegar al campamento no se encontró con un soldado como esperaba, sino con un monstruo, un hombre lagarto con vestimentas negras y dos calaveras en los hombros.
-¿Pero que tenemos aquí? No un soldado… no un monstruo… - la mirada amarilla del extraño le miró fijamente sin temor analizándolo.
Marco no se inmuto, a pesar de que el otro tenía armas a la mano como una ballesta y una especie de guadaña.
-Tampoco creo que seas un fantasma o demonio de la guerra como los soldados que capture dicen. Dicen que devoras las almas de los jóvenes soldados desaparecidos y nunca dejas rastros cuando te vaz-
Marco inclino la cabeza, ¿asi que eso decían de él ahora? Antes decían que era el espíritu de un soldado mewmano que estaba furioso por que extranjeros lucharan en su tierra y por esos los desparecia.
No se quedaría a desmentir esas historias, seguiría con su plan y se iria.
Sin previo aviso empezó a correr en dirección hacia el bosque cerca del campamento, atrás se escuchaba como aquel monstruo le perseguía.
Interesado por estas historias de entes fantasmales que atacaban los campamentos de los soldados de mewni el mismo decidio investigar el asunto, necesitaba saber si habia un tonto independiente monstruo o alguien prometedor tras estos ataques, pero se encontró con otra cosa. Un sujeto con mascara de calavera. Era joven o eso parecia por su complexión, y agil ahora que lo tenia que perseguir por el bosque llevándole ventaja, además de conocer el terreno. No podia se mewmano, pero tampoco era monstruo, asi que habia pocas opciones y dudaba mucho que fuera un fantasma.
Ante su mirada sorprendida miraba como el joven trato de llevarlo por caminos peligrosos donde las plantas carnívoras gigantes estaban, las esquivaba con maestria y evitaba despertarlas, era listo, no lo podia negar, pero el también por que esquivar este obstáculo no fue tan difícil hasta que el joven arrojo una piedra despertando algunas de ellas de las cuales se tubo que defender. Astuto también.
Entre trucos y engaños el rostro de calavera se perdió en el bosque logrando asi llamar por completo su atención. No parecia alguien aficionado a los mewmanos, pero tampoco sabia que podia ser útil como aliado. Pero alguien con esas habilidades y ser capaz de huir de él de esta manera merecia la pena de investigar un poco más.
Fue este el primer encuentro de muchos otros entre Toffee y Marco, y el de una alianza que podria cambiar el rumbo de esta guerra.
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