-entonces, veré qué tan buen activo puedes ser.- dije con un toque de nerviosismo. Él me volvió a sonreír.
-…- asintió efusivamente. –Pero estás más pesado que yo, así que no te aseguro las mismas poses.- reí bajo con eso.
-haz lo que puedas, no me quejaré.- no mucho, aunque podría arrepentirme de esto. Lo volteé a ver a los ojos y me sonrió tanto así que percibí un aire a inocencia en su expresión. Siento que estoy corrompiéndolo.
-ok~- escuché que tembló su voz. Suspiré y cerré los ojos. No hay malas opciones ni jugadas, estoy abierto para cualquier cosa que me tenga preparado el destino. Incluso si hoy tengo que ser el pasivo de Taemin. Aunque ahora que lo eh pensado, me doy cuenta de la “gravedad” del asunto.
Escuché que pasó saliva, eso me pone más nervioso. Incluso vi que respiró hondo unas tres veces. Arqueé una ceja y lo miré.
-¿qué sucede?- pregunté.
-es que, no tengo idea de lo que tenga que hacer ni cómo lo tenga que hacer, me bloqueé.- sonrió tan amplio que me enternecí. Después caí en cuenta de que está entre mis piernas y me dio algo. –pero seguro salgo del trance después de que te bese.- dijo y se acercó a mi boca, dejando caer parte de su peso a mi cuerpo, rozando mi entrepierna con su abdomen.
Sentí sus labios moverse sobre los míos, lo hacía lento y calmado que cerré los ojos por la suavidad con la que lo hace, me paralicé un poco cuando sus dedos comenzaron a caminar desde mi costado izquierdo hasta mi miembro, se detuvo en él y comenzó a rozar mi glande y enterrarme las uñas levemente.
-mmm…- susurré cuando se separó de mi boca para volver a ella, sus dedos~. -…- solo escuchaba el sonido que hacen nuestras bocas al separase y volverse a unir. Temblé cuando sus dedos pasaron más allá de mi miembro y llegar a mi ammm parte posterior.
-Min~- susurró sobre mis labios y empezó a dejarme un caminito de saliva desde mi comisura hasta mi cuello y clavícula. Pero no dejó de sentir sus dedos moviéndose, me arqueé cuando rozaron mi entrada, aunque me siento un poco raro, más bien es incomodo por todo eso.
Taemin se separó de mí, quedando hincado entre mis piernas y rozando nuestros miembros en lo que sus dedos juegan y rozan mi entrada, comprimí los ojos cuando sentí que estaban dibujando el perímetro de ahí. Suspiré cuando lo retiró.
-cómo se siente… ¿Minho?- presioné las cobijas con mis manos cuando introdujo uno de sus dedos.
-no, no sé.- contesté y empezó mover su dedo, se siente raro, extraño. Lo introducía y sacaba se siente raro pero divertido. Volví a presionar las sabanas y comprimí mis ojos al sentir una segunda invasión.
Pero estos los comenzó a abrir y cerrar, como si fuesen tijeras, involuntariamente comprimí mi cuerpo entorno a sus dedos y él como yo, gemimos.
Creí que se detendría pero siguió moviendo sus dedos, cada vez más que me hizo que comenzara a negar con la cabeza, me sentía raro o más bien, ¿se sentía rico? No sé cómo explicar la sensación.
Volví a presentar molestias cuando introdujo uno más, sentir tres de sus dedos en mi cuerpo, los movía en varias direcciones y comenzó a embestirme con ellos, con su manos libre me empezó a masturbarme, comprimí más mis ojos si es posible, me mordí el labio y apreté las cobijas bajo mis manos.
-ngmhh~- me tensé por completo pero a los segundos me relajé, me sentía, cansado.
-lo hice.- solté mi cuerpo, me sentía cansado. –¿Minho?- me traté de recargar en mis codos pero aunque me costó trabajo, lo logré, intenté abrir mis ojos pero no pude.
-¿eh?- dije con un soplo de voz.
-te hice eyacular, ahora puedo estar tranquilo conmigo mismo.- sentí que se acostó a mi lado. –verdad, ¿Minho?-sentí que tomó mi brazo y se lo pasó por los hombros, así quedé abrazándolo.
-sí~- no tengo fuerzas.
-¿te vas a dormir?- escuché su vocecita tan de niño bueno.
-si~- volví a contestar, ya me siento Key con sus así es.
-¡no ni ommas que te duermes!- se levantó y me… ¿dijo ni madres? –Vamos, levántate.- comenzó a jalarme de los brazos hasta que me sentó. –¿Cuántos dedos ves?- abrí los ojos y sentí arder mi mejilla, mi cara estaba ladeada hacia la izquierda.
-auch.- dije y me toqué la mejilla, está ardiendo. –¿a qué se debe la violencia?- le pregunté mientras lo miraba.
-te estabas durmiendo y si lo hacías tendría que ir al baño y eso sí que no, ahí solo vas tú.- entrecerré los ojos y asentí pesadamente. –vamos Minho, tenemos cosas pendientes, ¿lo recuerdas?-
-ese golpe se llevó parte de mi memoria, tal vez podrías refrescármela.- dije en un tono seductor que comprendió al instante. Entones se levantó y gateó hasta ponerse enfrente de mí, dándome la espalda, se volvió a agachar dejando elevadas sus pompis.
-¿ahora lo recuerdas?- una corriente electica me reanimó, un morbo intenso me atacó al ver eso y lo que recién recuperaba de cordura se esfumó.
-oh, claro que lo recuerdo.- puse mis manos sobre su piel, él se acercó un poco a mi cuerpo, deteniéndose al sentir mi glande. Acerqué mis dedos a su entrada y la sentí húmeda, seguro de mi salvia. Empecé a introducir mis dedos índices, él se arqueó y el moviendo de su cabello hacia atrás hizo que más morbo me recorriera.