El rostro de todos los presentes era un poema de emociones…en especial la de Kyo, quien era el principal afectado con aquellas palabras de parte del guitarrista…sus ojos completamente abiertos demostraban su inconmensurable sorpresa, pero también se podía ver el miedo que invadía su ser a través de sus manos temblorosas y sudadas, su mandíbula también temblando y la palidez que de pronto tenía su piel…
─Entonces…─semi susurró el abogado defensor para no interrumpir de golpe aquel silencio sepulcral que había inundado la sala durante un par de minutos─ eso quiere decir que Nishimura-san realmente cometió el crimen, pero en el momento en que eso ocurrió él no estaba siendo él mismo, sino que su cuerpo actuó bajo la voluntad de su otro yo…
─Momento ─intervino esta vez el fiscal─ pero cómo sabemos que lo que nos dice Niikura-san no es un invento suyo para salvar a quien, todos nosotros sabemos, es un gran amigo suyo.
─En el momento que quieran podemos traer a un psicólogo o un psiquiatra para que les confirme de forma profesional lo que les estoy diciendo…créanme que para mí esto es mucho muy difícil, ya que me prometí no permitir que Kyo supiera la verdad de lo que le pasó para que no reviviera recuerdos dolorosos, pero es muy necesario que lo sepa para que puedan atenderlo como tanto necesita y no lo culpen de algo que en realidad no hizo él…sino Ryu…
─En ese caso se necesita con urgencia que un psiquiatra revise cuidadosamente a Nishimura-san para que nos dé un diagnóstico completo de su condición mental, de esa manera, si él verdaderamente padece de doble personalidad, se le internará de inmediato en una clínica psiquiátrica para que se recupere y pueda ser restituido a la sociedad sin peligro alguno.
─Pero su señoría, mientras tanto qué se hará con Nishimura-san…
─Ordeno que por el momento se deje a Nishimura-san en libertad condicional y bajo la constante vigilancia de dos oficiales hasta que el psiquiatra determine el diagnóstico, de esta manera, en base a los resultados obtenidos daré el veredicto final, si se le encarcela o si se le interna en una clínica psiquiátrica.
Luego de que el juez diera un golpe más con su mazo, todos se pusieron de pie, uno de los oficiales retiraron las esposas del vocalista de Dir en grey para que éste saliera corriendo de la sala sin hablar con nadie, dirigiéndose a encerrarse en el baño que se encontraba disponible en el juzgado lo más rápido que sus muy entorpecidos pies le permitieron…sin embargo aquella acción no pasó desapercibida por ninguno de los músicos ahí presentes, quienes también corrieron para seguirlo y golpear la puerta del baño frenéticamente, esperando respuesta del nervioso rubio, quien lloraba sentado en el suelo, recargado en el otro lado de la puerta abrazándose las rodillas…
─¡Kyo! Ábrenos esa puerta, no vayas a cometer ninguna locura ─exigió el guitarrista y líder de Dir en grey golpeando aún la puerta, pero sin recibir respuesta alguna de su compañero─ ¡Kyo!
─¡Amor! ─Exclamó esta vez el pelinegro vocal de L’Arc~en~Ciel, bastante preocupado por el bienestar de su esposo─ abre por favor, estoy muy preocupado por ti, necesitas hablar para que te sientas mejor.
─Te explicaré todo lo que quieras saber Kyo pero por favor, ábrenos…
─Sólo tú…─fueron las únicas dos palabras que semi susurró el rubio aún dentro del baño, desconcertando un poco a los demás.
─¿Qué dijiste Kyo? ─Intervino esta vez el segundo guitarrista.
─Que por ahora entre sólo Kaoru…─respondió luego de un momento para poner en orden sus ideas y las palabras en su boca─ necesito hablar con él…
─D-de acuerdo Kyo, abre entonces…Hyde ¿no te importa? ─Agregó susurrando para que sólo el pelinegro lo escuchara.
─No no, está bien tú ve, ustedes necesitan hablar…cálmalo por favor…
─Lo haré, lo prometo…
Fue lo último que dijo el guitarrista al momento que la puerta se abrió por completo para que pasara, cerrándose al momento que éste se hubo adentrado en la habitación, mirando fijamente a su lloroso compañero, quien se notaba entre nervioso, asustado y confundido…
─Por qué…
─¿Qué dices?
─¡¿POR QUÉ NO ME DIJISTE QUE ESO TAN TERRIBLE ME HABÍA PASADO SI TE DISTE CUENTA DE QUE EL DAÑO ERA MÁS GRAVE DE LO QUE PARECÍA?!
─Kyo…
─¡SI LO HUBIERA SABIDO ANTES PUDIERON HABERME ATENDIDO A TIEMPO Y ESTA TRAGEDIA NO HUBIERA PASADO!
─Yo sólo quería protegerte…
─¡LAS MENTIRAS NO PROTEGEN A NADIE! Qué no te das cuenta, me dañaste más con haberme ocultado esto…yo me trastorné más conforme pasó el tiempo, me puse cada vez peor hasta que estuve a punto de ir a la cárcel…
─Pero yo hablé ahora justamente para salvarte de eso…
─¡PERO LO PUDIMOS HABER EVITADO! ¡QUÉ DIABLOS PASA CONTIGO KAORU Y TU PRIMER SEÑAL DE ALARMA FUE EL HECHO DE QUE LLEGUÉ AL PUNTO DE HABER MATADO AL HOMBRE QUE ME VIOLÓ! Porque a pesar de que él me hizo ese daño tan inmenso, no fue normal el llegar a semejante extremo…
─¡Ya sé! Kyo ya sé que me equivoqué, y ahora me arrepiento de no haberte hecho saber algo tan importante que tenía que ver directamente contigo…pero así como ahora tú tienes mucho miedo yo también lo tuve en el momento en que todo pasó y es por eso que callé… ¿crees que fue fácil? ¡No Kyo! No me fue nada fácil el saber que mi mejor amigo…casi mi hermano, sufría de una enfermedad como esa en la que era capaz hasta de matar…y no sólo miedo de esa enfermedad, tenía mucho miedo de que te llevaran a la cárcel, yo no quería algo así para ti…
─Y…Hyde…cómo reaccionó…
─Sorprendido…nervioso, se veía bastante intranquilo porque incluso respiraba un poco agitado…según lo que percibí al verlo…
─Demonios…y justo ahora que han pasado sólo unas cuantas semanas desde que salió del hospital por una amenaza de aborto…
─Kyo, por favor quédate tranquilo, sé que no conozco a Hyde muy a fondo, pero por lo que he logrado conocer de él, estoy más que seguro de que ese miedo que vi en sus ojos hace un momento se esfumó y ahora lo único que le importa es que tú estés bien, por eso Kyo, no te derrumbes, ya no estás en peligro de volver a ese lugar…
─Puede que a la cárcel no, pero sí a un hospital psiquiátrico…y eso también me da mucho miedo…
─Mira esto como una oportunidad para superar muchas cosas.
─¡Es que no puedo creer estar tan enfermo! Nunca sentí nada que me lo dijera, nunca hubo ningún síntoma que indicara tal cosa…y tampoco puedo creer que haya cosas de mi pasado que no pueda recordar ni siquiera vagamente…fui violado, y luego de un tiempo maté al hombre… ¡cómo puede ser que esas cosas pasaron y yo no recuerdo nada maldita sea! Kaoru tengo miedo…mucho miedo, ya no sé qué hacer, me están dejando libre por un tiempo para que un doctor me haga un diagnóstico…pero ¿y si no me doy cuenta de lo que hago de nuevo y le hago daño a Hyde o a alguno de mis hijos…? Eso nunca me lo perdonaría…soy un monstruo…─tras aquellas palabras, se dejó caer de rodillas al suelo en medio de lágrimas, abrazándose a sí mismo, como si buscara consuelo en sus propios brazos, hasta que el más alto se agachó a su lado para abrazarlo fuertemente.
─Eso no pasará.
─Pero cómo puedes estar tan seguro…─semi susurró el rubio aferrándose a la camisa de su amigo, sollozando aún como un niño asustado─ si ni siquiera yo estoy seguro de nada con respecto a mí mismo, ya te dije que me siento como un monstruo…
─Kyo estoy más que seguro de que nunca dañarías ni a Hyde ni a tus hijos porque yo he visto que Ryu surge cuando ocurre algo que te hace daño, si te entristece o si te hace enojar demasiado, por eso sé que nunca le harías daño a las personas que más amas en el mundo, tú siempre dominarás a tu cuerpo cuando se trate de ellos porque ellos son toda tu vida y tu amor siempre será más fuerte que cualquier otro sentimiento negativo que puedas sentir.
─Eso espero Kaoru…preferiría una cadena perpetua en prisión, que hacerle el más mínimo daño a cualquiera de mis amores…
─Por qué no mejor te tranquilizas para dejar pasar a Hyde, se quedó muy preocupado allá afuera, necesita verte para asegurarse de que ya estás bien…y tú no necesitas decir nada para saber que tú también lo necesitas.
─Está bien…hazlo pasar y déjanos solos un momento por favor…
─Por supuesto, pero seca esas lágrimas y sonríe o se preocupará al verte así.
Luego de que el más bajo asintiera secándose las mejillas torpemente con los puños de su camisa, le dejó un pequeño beso en su frente par después ponerse de pie e ir hacia la puerta, abriéndola para dejar pasar al pelinegro vocalista.
─¿Ya está mejor?
─Sí, ya le expliqué mejor las cosas y está más tranquilo, así que ahora todo depende de ti ─dijo el guitarrista despeinando en seguida al mayor para salir de ahí y llevarse al resto de los músicos que esperaban afuera.
─¿Mi amor? ─Susurró el más bajo acercándose despacio a su esposo, de manera que no se asustara.
─Mi ángel…abrázame por favor…
─Lo que tú quieras…
Luego de acercarse hacia su amado con pasos rápidos pero suaves, se arrodilló junto a él para abrazarlo estrechamente, siendo correspondido de inmediato por el menor con la mayor fuerza posible…de manera que un momento después, el rubio se acercó a los labios de su esposo lentamente para besarlos con suavidad, beso que también fue correspondido del mismo modo. Ambos mantuvieron los ojos cerrados casi desde el principio, después de todo necesitaban ese beso como nunca antes, y ahora que por fin estaban juntos de nuevo tenían que aprovechar el momento…sin embargo, aquel momento no sería sólo un reencuentro de amor, ya que poco a poco el beso se fue profundizando, hasta que las lenguas de ambos empezaron a juguetear de forma sensual, mientras una mano del rubio lentamente fue subiendo por una pierna de su esposo, llegando hasta su abdomen, acariciándolo por adentro de la camisa. En seguida, y motivado por un pequeño jadeo del pelinegro, el más alto tomó las piernas de su amado haciendo que le rodeara la cadera fuertemente, pegando por completo sus cuerpos al mismo tiempo que se separaba despacio de sus labios para ponerse de pie, abrazándolo por la cintura. El más bajo no pudo evitar sonrojarse ante su acción sólo atinando a abrazarlo por el cuello con ambos brazos, gimiendo muy levemente al sentir los besos que empezaba a recibir en el cuello, siendo llevado a sentarse sobre el lavabo, acariciando la espalda del menor, manteniendo los ojos cerrados al sentir aquellas caricias en todo su torso y los besos en su cuello.
─Hyde…si supieras lo sexy que luces así…tan vulnerable a mis deseos…no tienes idea de lo mucho que te he extrañado.
─Kyo…por favor espera…nos van a escuchar…
─Tú no te preocupes por eso…cuando escuchen el primer gemido, saldrán de aquí.
Con una sonrisa de lado, los besos que repartía en su cuello se convirtieron en leves mordidas mientras paseaba ambas manos por sus muslos…ponía toda la delicadeza posible en sus movimientos, de manera que sus manos siguieron avanzando por las curvas que marcaba la silueta del más bajo, colándose por adentro de su camisa para alzarla despacio, la cual terminó de quitarle con la misma delicadeza, arrojando la prenda al suelo en seguida.
─Mhh siempre…logras encenderme…tan fácilmente…─semi susurró el más bajo en medio de jadeos y pequeños gemidos.
─Conozco cada parte de tu cuerpo, sólo yo sé los puntos exactos que debo tocar para volverte loco…
La sonrisa ladina en la que se curveaban sus labios un momento atrás se hizo más grande al escuchar un agudo gemido de los labios del mayor, lo cual sólo lo motivaba más para acelerar un poco más. Aprovechando el tener ese torso completamente descubierto y a su disposición, cambió su rostro de posición para alcanzar su pecho, besándolo, lamiéndolo, mordisqueando sin mucha fuerza sus rosados pezones, delineaba pequeños círculos en ellos con la punta de la lengua aún sin dejar de acariciar su espalda, sin dejar lo que hacía, sonrió satisfecho cuando esas otras manos empezaron a desabotonar su camisa con frenesí, con extrema necesidad, despojándolo de la prenda en cuestión de segundos para que después el mayor le rodeara el cuello con ambos brazos acercando su rostro al suyo, rogándole por un beso con sólo una mirada, el cual se le otorgó al instante, y en medio de ese contacto de labios, las inquietas manos del menor bajaron por su espalda hasta llegar al borde de sus pantalones, los cuales desabrochó lentamente.
─K-Kyo…no estamos en una…posición muy cómoda…
─Ahora lo arreglo amor…─el vocalista de Dir en grey llevó ambas manos de vuelta al borde del pantalón del mayor, despojándolo del resto de su ropa de una vez─ ¿mejor?
─S-sí…─respondió el laruku completamente sonrojado al encontrarse completamente desnudo y al notar aquella sonrisa traviesa de parte de su esposo.
En seguida los desesperados labios del menor se apoderaron de nuevo de los suyos, siendo acariciado en las mejillas por las largas manos de su amado…usualmente el rubio no sólo se entregaba a la lujuria que su esposo le provocaba, porque esos momentos no era sólo de pasión sino también de amor, y eso era algo que siempre le recordaba con cariños como aquel, más delicados que salvajes, como las caricias en sus mejillas, como ese beso que en esa ocasión se volvió más tierno que apasionado, mientras él llevaba sus propias manos por debajo de los brazos del más alto para aferrarlas a sus omóplatos, sintiendo cómo éste deslizaba ahora las suyas por sus hombros, sus costados, hasta alcanzar su cintura acercándolo más para pegar sus torsos, al igual que sus entrepiernas se rozaron haciéndose fricción una con la otra, haciéndolos gemir en medio del beso.
─¿Estás listo…bebé…? ─Preguntó el menor mirando fijamente los ojos de su amado, recibiendo sólo un movimiento afirmativo de parte del sonrojado pelinegro.
El vocalista sonrió enternecido ante su expresión, a pesar de la situación en la que se encontraban, el otro vocal lo miraba con inocencia, sonrojado, así que esta vez lo haría lentamente…se abrazó a su cuerpo con más fuerza, acomodándolo un poco más cerca de modo que pudiera penetrarlo sin dificultades, y así lo hizo, entrando muy despacio, de manera gentil, poco a poco hasta recibir un pequeño grito de parte de su amado, quien esta vez no podía contenerse para pedirle más y más en medio de placenteros jadeos, por lo que éste le concedió lo que tanto pedía mientras repartía besos por todo el largo de su cuello, empezando a moverse, chocando sus caderas con las suyas, ambas moviéndose frenéticamente en direcciones contrarias para que al volverse a encontrar, lo hicieran con más fuerza.
─K-Kyo…más…más por favor…acelera…─el aludido sonrió de lado de nuevo al escuchar aquellas súplicas que lo excitaban cada vez más.
─Sólo…si me besas…─le habló al oído mordiendo en seguida el lóbulo de su oreja, jalándolo un poco.
El mayor sólo atino a gemir un poco más fuerte, sintiendo cómo una pequeña corriente eléctrica le recorría la espalda, cada vez más y más extasiado en el placer…así que luego de llevar una mano a enredarse en su cabello para jalarlo con algo de fuerza, y dejando la otra sobre su espalda para dejarle líneas rojas marcadas por sus uñas, separó la oreja de sus dientes para verlo de frente un momento y así unir sus labios con los suyos de nuevo, esta vez en una erótica danza de lenguas, enredándolas para saborearse el uno al otro más a fondo, al igual que el contacto de sus torsos, que se juntaban al compás de sus agitadas respiraciones, haciendo fricción entre ellos mientras el vaivén del mayor aumentaba su ritmo…
─Ash qué creen que estén haciendo ─dijo el guitarrista de L’Arc luego de que todo se quedara un momento en silencio, los músicos que se habían quedado afuera tenían una oreja pegada a la puerta del baño.
─Ni idea, casi no se alcanza a escuchar nada…
─Yo no creo que esté bien que nos hayamos quedado aquí a escuchar, se dan cuenta de que estamos violando su privacidad como pareja.
─Ay por favor San Tetsu, si de verdad te remordiera tanto la conciencia no te habrías quedado con nosotros a escuchar.
─Te recuerdo Ken, rey de los pervertidos, que tú me trajiste en tu auto.
─¿Y no existen los taxis?
─O sea que hubieras preferido mandar a tu mejor amigo en un taxi con tal de poderte quedar en el chisme, gracias, ahora sé que no cuento contigo.
─Ya no hagas dramas Tet, en un momento más nos iremos.
─Lo que menos puedo creer es que tú también hayas cedido al espionaje Yuki.
─Bueno perdón, también tengo mi lado negro.
─Oigan ustedes tres, si no nos habían descubierto antes, ahora seguro lo harán y todo por sus ridículas peleas infantiles ─intervino esta vez el líder de Dir en grey.
─Bueno es que Ken empezó…
─No me importa quién carajos empezó, si no se callan de una buena vez patearé en el trasero a quien provoque que nos descubran así que cierren la maldita boca.
─Die siempre tan dulce que empalaga a quien sea.
─Yo sé que te conmuevo Toshiya pero será mejor que también te calles.
Tras esas palabras los ocho músicos se quedaron en completo silencio, atentos a lo que pudieran escuchar dentro del baño…pero en ese momento todos se arrepintieron de no haberse ido antes, ya que un repentino grito de placer resonó por todo el lugar, provocando que todos se fueran corriendo espantados…dentro de aquella habitación la pareja terminaba su acto de amor con un “te amo” y una gran sonrisa, fuera de ahí, el mundo podía seguir rodando…
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