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ACEPTACION por Polaris

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Notas del capitulo:

Pues este viene siendo el ultimo capitulo por el momento...

gracias a todos por leer y seguir leyendo esta locura..

 

besos.

            La familia  Azakura  estaba  vuelta  loca; Tamao  limpiaba  excesivamente  cada  rincón  de  la  madera y  de  los  postes  que  levantaban  la  casa, se  aseguraba  que  el  papel  de  arroz  no  tuviera  rasgaduras  por  minúsculas  que  fueran.; La  servidumbre  en  general  de  la  gloriosa  familia  Azakura  estaban  con  los  pelos  de  punta.

            La  prodigiosa  familia  Azakura, la  tan  aclamada  familia  de  Shamanes  en  el mundo  moderno  hoy  recibía  en  su  complejo a  Ren Tao, otro  Shaman  de  una  dinastía  tan  esplendida  como  la  rama  Azakura pero en  la  China.

            Los  Shamanes  alcanzaban  su mayoría  de  edad  a  los  catorce  años y  recibían  a  su espíritu  acompañante  desde  los  cinco  años de  ser elegidos, de  lo  contrario: tras  la  iniciación, el  benefactor  cedía uno  de  sus  espíritus  al  recién  hombre... Cosa  que  se  consideraba  de  gran honor. La  transacción  era  muy  similar  a los  grados  de matrimonios  políticos: los  lazos  no podían  romperse  fácilmente.

 

-¡Hola, Ren! - Saludo  Hyo, despreocupado  cómo  dictaba  su  costumbre, evitaba  la  ropa  protocolar  y  prefería  una  playera  holgada  y  pantalones  abombados. Siempre  con sus  aires  simples  y  tranquilos, proporcionando  confianza  y  amistad. - Que  bueno  que  llegas, amigo. Estaba  pensando  en mandar  a  buscarte. Ana  estaba  iniciando  a  molestarme  contigo.

-Doña  Ana  no  tiene  que  preocuparse, cumpliré  con  lo  acordado. Es  innecesario  que me  amenace.- Le recordó de buena gana, burlándose del destino de su amigo. Sólo a Hyo le pudo tocar hacerse de una mujer como Ana.

-No  te  lo  tomes así, Ren jijiji- Ren  bufú. ¿Y entonces  cómo? Ana  quería  verlo  en  privado  para  dejarle  en  claro  que  si  hacia  algo  innecesario, sus  demonios  se  encargarían  de  él. No  que  le  fuera censillo  ponerle  la mano encima con  Shamach  de  por  medio, pero, mejor  no  provocar  una  disputa  entre  su  mujer  y  Ana.- Parece  como  si  hubiera  sido  ayer  que  te  conocí.

-Tú  padre  te  llevó  a  la  villa  Tao -Contó Ren - y  nos  conocimos  después  de  que  recibiera  a  Bazón.- Ren  se  sonrojo  momentáneamente  e Hyo  se  rió. Ren  no  mostraba  esa  faceta  fácilmente. - Es  increíble  que  hayan  pasado  tantos  años. Ahora  tienes un  hijo  propio y  yo, al mío en camino.

-Será  un  honor, llegado el  momento, Ren.- Hyo sonrió en su manera típica, tranquila y convencida de que él sería el elegido para la iniciación de Jan, cómo Jen, la doncella de hierro había decidido llamar a su hijo: futuro heredero de los Tao y la asociación de soldados X.

-Convénceme.

-Dejémoslo  al  tiempo jijiji.

-Quiero  una  lista  de  razones para  elegirte, Hyo. Ya serás muy viejo.

-Ana ha  preparado  lo necesario - Ren  echo  una  ojeada  a  la  recepción. Marco  Octavo  se  encontraba  con  su  esposa, Elisa Mephisto; Horokeru  Usui  platicaba  animadamente  con  Lyserg  Dhiethel, ambos  le  daban  la  bienvenida... Cierto, después  de  todo, el  hijo  de  Hyo  se  convertía  en  hombre... Ana  no  dejaría  pasar  la  ocasión  sin  gloria.

 

 

            Ren  se  despidió  de  sus  amigos, que  ruidosos  le  desearon  la mejor  de  las  suertes. Ganándose  la  legendaria  súper  cacheta  de  la  poderosa mano  izquierda  de  Ana, que les recordó de quien hablaban era su hijo, su amado hijo.

            Ren  nunca  imaginó  ser  quien  iniciaría  al  hijo  de  Hyo, es más, en su vida  se  imaginó  haciendo un  honor  como  aquel... Sabía  que  pasaría, pero  no  se  hacía  a  la  idea. Aún  recordaba  lo  asustado  que él estaba en su momento.

            Aguardaba  en  su  habitación  y  cómo  era  una  fiera  salvaje, su  padre  le  había  encadenado, dejándolo  a  merced  de Azakura. Incluso  Bazon  trataba  de apaciguar  su  ira  y  miedo.... Al menos  Mikihiza  Azakura  fue  un  hombre  digno  y  amable.

            Y  Ren  sintió  que  estaba  volviendo  al  pasado, al  ver  al  pequeño... Al  casi  hombre, atado  de  manos  y  piernas  al  poste  de  soporte.

 

-¿¡Que  haces  aquí!? Ni  pienses  en  tocarme... No  lo  harás.

 

            Definitivamente, Ren  se  estaba  viendo.

            Ren  no  conocía  a  Hao. Los  hijos herederos  no  se  les  era  permitido  salir  al  exterior  del  complejo  hasta  que  se  les  iniciara. De  esa  forma, eran  dignos  de  mezclarse  con  los  hombres  y  las  señoritas  casaderas.

            Hao  no parecía  haber  heredado  el  temperamento  de  Hyo... Y  demasiado  de  Ana, definitivamente.

            Ren  supó  que  esto  iba  a  ser  difícil.

 

-Tranquilo. Tomaremos  las  cosas  con  calma. Me  llamo  Ren Tao, soy  amigo  de  tu  padre. De  hecho, participamos  en un  interesante  ritual... Hemos  sido  muy  amigos  desde  que  tu  abuelo  me  hizo  hombre.

-Yo  ya  soy  hombre. - Rugió  Hao - Puedo  matar  a  quien  sea. Incluso  ahora  mismo, eres  tú  quien  está  en  mis manos... Puedo matarte. -Y  Hao  no mentía. Su  espíritu  se  encontraba  peligrosamente  cerca. Fire  estaba  de  mal  humor. Demasiado  protector  como  era, poco  soportaba  la  idea de  que  alguien, quien  fuera, obligara  a  Hao  a algo. - Aléjate. No  quiero  empezar  una  pelea  entre  familias. Los  Tao  son  peligrosos. Mamá  no  estará  feliz  si  te  carbonizo... Pero  no  quiero  que me  toques.

-Cuando  Mikihiza  me desato  de  la  pared  en  la que  mi  padre me  ató - Hao  se  jiro  a verlo, interesado  por  el  relato  que  no  pidió - Me  contó  algo que  creo ocupas  saber. Tu  abuelo  es  sabio... Yo no lo  soy  y  no  sé  tratar con  niños - Hao  protesto  por  el  adjetivo - Eres  un  niño. Serás  un  hombre  una  vez  me  recibas.

-Olvídalo.

-Hao, la  iniciación  no  es  sólo  darle  el  culo  a un  hombre... Va  más  allá  de  eso.- Hao  se  sonrojo. Su  delgado  cuerpo, tembló  cuando  Ren  se  le  acerco. Fire  inmediatamente  se  metió  entre  ellos  y  Bazón, junto con Trueno lo  amenazaron. Fire  aún  no  conocía  su  gloria  pasada, ligado  a  la  fuerza  de  Hao... Le  faltaba que su shaman creciera, que se alimentara de las almas  y las  victorias.

           

            Bazon quito de en medio a Fire, le alejo de manera cuidadosa y segura, arrastrándolo a una de las esquinas, dejándole en claro que podía incendiar lo que quisiera pero que la iniciación se haría.

 

-Hay muchos rumores ¿Verdad? - Le pregunto. Hao se sobo las muñecas, maldiciendo a su tío Silver por atarlo tan bien. No sentía los brazos.- Hao... Te han metido miles de imágenes y situaciones.

-Ya hazlo.- Le dijo de mala gana. Tumbándose sobre la limpia madera... Separando las piernas pero sin elevarlas o quitarse la ropa, no le dejaría las cosas tan simples: que al menos ese hombre se esforzara por quitarle la ropa... Aunque eso no era necesario, Ren Tao sólo ocupaba destapar su trasero reacio y clavarse en él... No tenía que desnudarlo por completo.

 

            Hao se mordió los labios, con odio, con impotencia.

 

-Terminemos rápido.-Demando Hao, lanzándole su típica mirada de odio.

-También yo tenía miedo.- Confeso Ren.

-¡¡Yo no temo a nada!! - Le devolvió furioso pero sin mirarle en esta ocasión, fingía hacerlo, pero se concentraba en el ceño relajado de ese hombre... Para cualquier mal observador, Hao miraba a Ren Tao.

-Mi padre no era alguien muy amable... Tenía su forma de hacer las cosas, su inseguridad y miedo y muchas traiciones a cuestas, así que, yo no era diferente en muchas cosas.... Me prepararon para lo peor, la familia, mejor dicho, individuos segundarios envidiosos de mi herencia; algunos hombres me relataban gráficamente lo escabroso, la sangre, la agonía y el honor que uno gana soportando ecuánime la salvajada.- Hao entonces fue cuando vio a Ren Tao, claro: no lo miro cómo todos, Hao no miro el largo cabello que iba más allá de la cintura, tampoco presto atención a esos dorados ojos que escudriñaban el cielo nocturno rememorando viejos pasajes, menos aún detallo la blancura de la piel que brillaba con la luz de la luna... Hao observo  a Ren Tao cómo Jen logro hacerlo, se dio cuenta de qué y quién estaba enfrente... - Si uno no llora, se hace hombre. Si uno no gime, es un hombre. Si uno no grita, se vuelve hombre. Si uno se entrega al sufrimiento y le enfrenta, se convierte en hombre.

 

            Hao asintió vehementemente.

            Eso, era eso... Aunque lo hubiese negado, sus primos mayores que tuvieron su ritual de iniciación, le dijeron la manera en la que sería tomado. Que más le valiera ser receptivo o lo que se planeaba fuera una celebración, terminaría siendo una hospitalización.

            Fingió no darle importancia... Emulo indiferencia ante lo que le aseguraban seria duro.

            Hasta que sus primos llevaron ese teatro giñon demasiado lejos... Uno de ellos se puso en su piel, incluso uso peluca para ser más parecido... Hao, por no darles la victoria se sentó, pacientemente a esperar lo que habían hecho.... Se arrepintió; Fingieron su iniciación, quien le representaba, lloraba y quien se suponía era Ren Tao, golpeaba una y otra vez su trasero con su pelvis, tan rápido y violento que aquello no podía no sangrarle y de hecho, el colorante rojo inicio a pintar donde quiera.

            Fingió no temblar, simuló no vomitar, representó no temer e imitó burlarse de sus “lloros”, Hao sabía perfectamente que el regaño que Silver les había dado, no recompensaba de ninguna manera las tres horas de tortura a la que fue expuesto... El daño estaba hecho, al punto de haber querido escapar ese mismo día y casi lo conseguía.

            Él esperaba a una bestia... A un hombre... No a la representación de uno.

            Él esperaba encontrar a un hombre entre sus piernas, uno que le sangrara, le humillara, le recordara que era un chiquillo que necesitaba probarse... No estaba preparado para encontrar a ese algo llamado Ren Tao.

 

-Estoy en contra - Le grito Hao, parándose repentinamente. Ren tuvo que levantar la cabeza para ver los acaramelados ojos que eran idénticos a los de su amigo Hyo.

 

            A Hao no le importaba que allá, pasando el ambiente de la música, se escucharan sus berridos.

 

-Puedo hacer todo lo que un hombre.

-Pero nunca serás un hombre sin esto - Le recordó.

 

            Hao no hizo amague de nada cuando Ren le atrajo a su regazo, sentándolo y recostándolo contra su pecho, separándole las piernas y trabándolas con las suyas, exponiendo el nudo de la ropa ceremonial.

            Exponiendo el cuerpo de Hao.

            Ren resbalo sus hábiles manos, dándole una misión a sus dedos. Ren recordó con agrado el tiempo que invirtió para suavizar las callosidades en  ellos... Lo hizo apenas le dijeron que iniciaría a Hao Asakura.

            Un cuidado más...

           

-Antes, las iniciaciones eran publicas...- Hao se tensó y Ren evito reír. Se concentró en masajear la dormida carne de Hao, buscando estimularle.- Los hombres más viejos y los más activos, eran los jueces, muchos chiquillos eran rotos en esas pruebas. Literalmente se buscaba hacer el mayor daño, era una violación en toda regla... Una violación consentida, permitida y vanagloriada. Si suplicabas que parasen, entonces, nunca serias considerado adulto, sin importar qué: no tendrías derecho a un espíritu propio, una esposa, hijos, trabajo, posición dentro del clan... No podías tener nada - Hao gimió, contrariado por el placer que sentía, que Ren Tao le obligaba a sentir - Pero el tiempo cambia, Hao... Nos obliga a adaptarnos, a recrearnos y evolucionar, claro, estas tradiciones no se pueden perder, pero, se pueden suavizar... Ahora los implicados tienen un lazo más íntimo, privacidad y tiempo...

 

            Hao continuo gimiendo y con asombro, se dio cuenta que su cadera se movía buscando más contacto con las manos de Ren Tao.

            Estaba cayendo, estaba convirtiéndose en lo que no quería... Él..

           

-Amar a un hombre, no te hace homosexual, ser amado por otro hombre, no te hace menos hombre, Hao... La iniciación es una relación de respeto. Aunque no voy a mentirte, hay quienes utilizan el vínculo por intereses propios y dolorosos, hay quienes usan el lazo para esclavizar.

 

            Hao le miro con miedo por primera vez, aun gimiendo... Tensándose por el primer digito extraño que le invadía, preparándolo... Curiosamente, estaba siendo mojado por una crema de fragancias extrañas.

 

-Dilatador térmico - Le dijo Ren. Hao sintió otro dedo en su recto, ensanchándolo, presionando y forzando.. Sin dolores insoportables de por medio - Se preparan o compran, doña Ana lo compró, destensará los músculos rectales... Te volverá más receptivo, el anillo anal está lleno de terminaciones nerviosas, es un área muy sensible. Masajearla es cuestión de paciencia... Hay una noche para ello.

 

            Hao no quiso pensar en cómo algo como eso llego a manos de Ren Tao, ni tampoco en los invitados que estaban a la espera de verlo salir... Se ocupó de gemir y sentir, de disfrutar ese tocar que comenzaba a encenderle las orejas y la respiración, el tiempo no existía... Quería más de ese lugar que le hacía gritar.

 

-Esto no es lo correcto. Esto no se supone que debe de pasar - Le reprochó a Ren, gimoteando y mordiéndose el dorso de la mano, soportando el placer oral que Ren le regalaba, mojándole la pelvis, tragándose el falo y succionándolo con una fuerza que le había hecho venirse dos veces ya aun sin poseerle. - Ahaha, no eso, Ahahaa Ren.

-En la era moderna, Hao, nosotros los shamanes buscamos un equilibrio en este mundo que olvida los orígenes, buscamos encontrar y mantener la dualidad.- Hao no entendía esa manía de Tao Ren por estarle aleccionando mientras le volteaba de cara al piso y levantaba sus caderas, succionando su mojada entrada que palpitaba, pues nunca le transporto a los futones que estaban preparados y olvidados. - Y lo conseguimos cuando nos equilibramos a nosotros mismos...

 

            Fire se encogió unos segundos cuando su maestro levanto la voz, cuando Hao grito y enterró la frente en el suelo, queriendo fundirse con la materia y escapar de las manos fuertes que le retenían de la cadera.

            Bazon reconoció las siguientes maniobras de su señorito como las artes que hacían a uno conocerse. Y no le resulto sorpresa alguna que un finísimo hilo carmesí decorara las piernas de Hao Asakura y tampoco lo fue el que Hao, con voz incrédula a su propio pedido, exigiera por más.

            Trueno, lánguidamente fue con Fire, preparado para lo que el espíritu estaría por sentir.

 

-El mundo eres tú - Hao enterró las uñas en esa blanca espalda, sujetándose a lo poco que se le permitía - Las reglas son los cuidados que le das a tu cuerpo - El perlado sudor, caía de la frente de Ren a la boca de Hao, que lo tragaba, lamía y buscaba... En cualquier otra circunstancia, aquello le daría arcadas - Las experiencias, el tiempo a tu cuerpo. El caos y el orden, eso es tu cuerpo, eso eres tú: Hao, el sexo, la iniciación... Los shamanes actuales lo consideramos el entendimiento del mundo. El cuerpo está condenado a ser una tabula rasa y cómo tal, alimentamos los instintos... Pero, ese conocimiento no es suficiente para que seas un hombre... Si te sientes violado, sólo comprenderás con tu cuerpo la agonía del mundo. Entonces, ¿Qué pasará si sientes respeto?.

 

            Hao volvió a gemir y a buscar el contacto, moviéndose al ritmo de Ren.

 

-Shamanes por igual, estamos de acuerdo con que los humanos son una molestia pero para remedir sus errores, estamos nosotros, que todavía calmamos a los dioses y espíritus, que los tienen en consideración como algo más que sólo un recuerdo y una historia, nosotros que nos convertimos en ellos y seguimos la existencia cómo tiene que ser: un interminable torbellino ascendente.

-El sexo es una manera extraña de entender esto.

           

            A Ren le sorprendió que Hao pudiera hablar decentemente con su hinchado miembro saliendo y entrando, perdiéndose y amando esa cueva rosada que se habría sin resistencia.

            Cierto... Hao tenía una pregunta impresa en esa oración.

 

-Eso es porque el estro a dejado de ser cúpula para los humanos y a logrado trascender a sexo, con todo y sus dogmas.

 

            Hao no lo entendió.

            Nublado, excitado... Sorprendido por el descubrimiento de lo nuevo... Se entregó a un mundo que se habría a sus ojos y le daba la bienvenida.

            Antes de salir con los invitados, Ren llamó a Hao a su costado, le abrazo y le dio un beso en la frente... Nunca se besaron, no se necesitaba: los labios siempre se guardaban para alguien a quien quisieras regalarlos y Ren, no le quitaría eso a Hao.

 

-Felicidades, eres un hombre.

-Entonces deja de sujetarme como si fuera un colegial.- bufo, ofendido por sonrojarse ante la ternura de Ren Tao.

-Mizu - El espiritu elemental del agua, llego de la mano de Trueno. Hao lo miro detenidamente, Mizu era tan pequeño como una gota de agua.- Este pequeño es mi obsequio. Hao, la dualidad es necesaria, dolor, sufrimiento, agonía, sino puedes disfrutar de estas desde la felicidad: estas acabado. Fuego y Agua, son duales por naturaleza.- Hao sostuvo a Mizu, quien bostezaba en la palma abierta de su maestro, muy decidido a ignorar a Fire - Serás un gran hombre, Hao. Sólo no te niegues al sufrimiento. Y por favor, jamás pierdas la capacidad de asombro y perdón.

 

            Ren Tao salio primero.

            Hao respiro hondamente, con la ropa de un hombre adulto en el clan Asakura.

            Fire y Mizu, flotaban a sus costados... Fuego a la derecha y Agua a la izquierda.

 

-Ese hombre sé cree demasiado - Se quejó Fire que pocas veces hablaba - Te dijo todo eso porque te teme, Hao. Ha viso en ti, la fuerza que llegaras a tener. Sabe que serás el próximo Rey shaman.

-Y vio a través de ti - Dijo Mizu - Vio el miedo que tienes al sufrimiento. El resentimiento a los humanos, porque nunca les as podido perdonar que marginen y aíslen, cacen a los shamanes y los degraden en psiquiátricos.- Fire le lanzo una llamarada a Mizu, que alcanzo a esquivar a duras penas.

-No quiero que pelen entre ustedes - Ordeno Hao - Aun falta para el torneo de Shamanes. Por el momento, haré caso a Ren Tao - Fire resoplo, incrédulo.- Me asombraré de todo lo que el mundo tenga.

-¿Y si no tiene nada que ofrecerte? - Instigo Fire. Mizu quería apagarlo de una vez por todas.

-Me asombraré de ello, le destruiré y construiré.

 

Notas finales:

Gracias por leer.


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