Todo lo acontecido la última media hora le parecía irreal. Ahora, su ex compañero de Teen Top, con el que menos deseaba encontrarse, estaba sentado de manera despreocupada en su sala. Suspiró con pesadez. ¿Qué tipo de extraña broma del destino era esa? ¿Alguno de sus compañeros le habría dado su dirección? ¿Changjo? ¿Minsoo?
Volvió a suspirar mientras cerraba la llave del gas. Le pidió a Chunji que esperará en la sala mientras el preparaba un poco de Té. Era obvio su nerviosismo, después de la última conversación que ambos tuvieron ¿Cómo esperaba hablar con normalidad?
Sin darse cuenta posó la mano sobre la tetera caliente y un leve quejido se escapó de su boca. Mordió su labio inferior mientras sus ojos se ponían llorosos.
-Hoy no es mi día ¿cierto?- susurró mientras soplaba su mano. A los minutos terminó de preparar el Té y coloco las tazas sobre una bandeja. La idea de cambiar el azúcar por la sal en el té de Chunji se le antojo divertida, en el pasado en una ocasión hizo algo similar. Una risa traviesa se escapó de sus labios pero al momento entró en razón.
-Ya no eres un crio Daniel- tomó la bandeja y se dirigió a la sala. Donde su ex compañero se encontraba observando el promocional de la reciente película de Niel. En el poste, aparecía la voz sentimental con el dorso desnudo abrazando con ternura y protección a la coestrella de su película, UEE. Ella también estaba desnuda y con sus manos cubría sus pechos.
-UEE tardó casi un mes en aceptar tomarse esa fotografía- comentó Niel con naturalidad, sin observarle, dejando el té sobre la mesita central de la sala.
-Cualquier mujer se sentiría avergonzada de tomarse una fotografía así- Chunji volteó sonriente y se apresuró a tomar asiento frente a Niel –Me alegra ver que estas bien, no me pierdo ninguna de tus películas- se exalto al escuchar las palabras del pelinegro y dejo caer la cuchara, pero respondió con naturalidad.
-Gracias, en cada una me esfuerzo al máximo para mis fans- tomó la cuchara del piso y caminó hacia la cocina -¿A qué debo tu visita?- preguntó procurando no darle mucha importancia, entrando a la cocina y buscando una cuchara limpia.
-Changjo me dijo que estarías en Jeju Island. Pensé en visitarte allá, necesitaba verte. Fui a preguntar por ti a tu agencia, me dijeron que te tomaste el día libre y me dieron tu dirección, por eso vine- Niel se molestó pero no lo mostró. Así que los de la agencia fueron…
-¿Para qué me necesitabas?- preguntó Niel sin poder observar al mayor. Fijando su vista únicamente en la taza entre las manos de Chunji. El pelinegro no respondió, buscando el punto que la voz sentimental observaba con insistencia y al encontrarlo una risa se escapó de sus labios.
-¿No le pusiste nada raro, cierto?- observó su taza de té y después a Niel, esperando su reacción. La pregunta confundió a Niel, pues estaba distraído.
-¿Eh?- Chunji volvió a reír al escucharlo –No, no le puse nada- dijo con la mirada baja jugueteando con su propia taza.
-Mentiroso… Dímelo mirándome a los ojos y te creeré- el cuerpo de Niel se tensó y sus manos aferraron la taza. Chunji esperó paciente, observando las reacciones del menor. De a poco Niel fue levantando la mirada pero al momento en que su mirada en encontró con la de Chunji su corazón aceleró y desvió la mirada. Y Chunji soltó una carcajada.
-¡Vez! Seguro le pusiste sal, ahora me tomare el tuyo y tú te tomaras el mío. Es tu castigo por no cambiar ni un poquito en estos 5 años- le arrebató la taza de las manos y sus dedos rozaron levemente los de Niel -Babo- dijo entre risas y eso le molestó aún más a Niel.
-Claro que he cambiado- espetó frunciendo los labios y observando como el mayor no paraba de reír.
-No- Chunji dejó de reír y miró con ternura a Niel –No has cambiado nada- lo dijo casi en un susurro, aun sonriendo.
-¿A qué viniste?- volvió a preguntar de manera cortante la voz sentimental.
-A verte- respondió Chunji con una sonrisa ladina –E intentar persuadirte de reunirte con el resto de la banda, será una reunión sencilla en un restaurante de changgukbap del centro. ¿Qué dices?-
-Tengo una cita con UEE- soltó Niel sin pensarlo. La sonrisa en los labios de pelinegro desapareció y observó escéptico al menor.
-¿Estas saliendo con ella?- preguntó serio. Niel en ningún momento le miró.
-Ambos teníamos el día libre, le prometí que la llevaría a comer- hubo un silencio un tanto incomodo –Pero… si me desocupo temprano los buscare en el restaurante- Chunji volvió a sonreír y se puso de pie.
-Entonces me marcho, te estaremos esperando así que tienes que ir ¿entendido?- Niel asintió con timidez mientras el otro se acercaba a él y con una mano revolvía su cabello –Hasta entonces-
Le molestaba. Esta situación le molestaba de sobremanera. ¿Por qué había vuelto? ¿Qué era lo que buscaba ahora? En el pasado lo dejó muy en claro, tenía la esperanza de que el mayor no buscara involucrarse una vez más con él. Toda esa situación le tenía muy confundido y no tenía idea de a quién debía pedir ayuda. Se encerró en su habitación y abrazó la almohada. A sus 23 años tenía pensando que situaciones como esas ya no le derrumbarían. Se había equivocado. El saber de su regreso le afecto, pero el verle nuevamente le había afectado el doble.
-Idiota…-susurró aferrándose a la almohada y cerrando los ojos con fuerza, mientras lágrimas rebeldes amenazaban con resbalar por sus mejillas.
Y al final terminó en ese lugar. Después de arreglarse adecuadamente para la reunión, fue directo al restaurante. Fuera, se detuvo unos segundos, dudando. Realmente no quería estar ahí, pero una extraña fuerza fue lo que le atrajo. Además, no le parecía malo el volver a encontrarse con todos, se preguntaba cómo se encontraban Ricky y Ljoe, pasó mucho tiempo desde la última vez que los vio. Respiró hondo, intentando calmarse y con paso decidido entró al lugar.
Pero se detuvo cuando notó como, dentro de la sala reservada para el grupo, todos festejaban alegres el regreso de Chunji. Y por primera vez sintió que no encajaba en esa escena. Todos se veían tan alegres, tan unidos. Él nunca se sintió así, nunca sintió esa unidad. Siempre había algo que lo alejaba del resto.
-No debería estar aquí- se dijo mientras sonreía y se daba la vuelta, dispuesto a irse. Pero una mano detuvo su hombro.
-¿Daniel?- preguntó una voz femenina. El castaño se volteó con rapidez y sonrió al descubrir a la chica.
-UEE ¿Qué haces aquí?- preguntó curioso.
-La pregunta es ¿Qué haces tú aquí en tu día libre? Un productor americano me citó, está interesado en una participación mía dentro de una de sus películas- comentó la chica con una sonrisa –Acompáñame, seguro le gustara verte, me comentó que tenía pensado llamarte, creo que le gusta el dúo que hacemos en pantalla- tomó la mano del más alto y lo dirigió a una mesa alejada de sus ex compañeros de Teen Top, cosa que le alivio por unos instantes.
-¿Niel enserio está saliendo con UEE?- preguntó de repente Chunji. Al principio Changjo no entendió el porqué de esa pregunta y respondió con sinceridad.
-No lo sé, Niel nunca habla de su vida privada- dijo sin prestar mucha atención –Han estado muy unidos por la película, creo que se han citado fuera del set de grabación, pero Niel no me ha dicho nada-
-Ah… entiendo- respondió Chunji, volviendo su mirada al tazón de changgukbap. Changjo lo contempló curioso y se decidió por hacer la pregunta que llevaba rondando su mente.
-¿Por qué volviste?-
-Ya te lo había dicho ¿no? Por trabajo, tengo varias cosas que arreglar en Corea. Además, quería verlos a todos ustedes-
-Ohhh Mr.Daniel- gritó un hombre de cabellos rubios e impactantes ojos azules. En Corea no era muy común ver ese color de ojos, por esa razón le sorprendió de sobremanera ver a aquel hombre que rondaba los 35 –Que gusto tenerlo aquí- se levantó de su asiento con rapidez y tomó la mano del chico saludando de manera occidental. Gesto que extrañó al castaño pero le restó importancia.
-Oh… Es un gusto señor…- dijo Niel haciendo reverencias, sin saber a quién se dirigía.
-Jones, Anthony Jones- habló el hombre sonriente, sin ofenderse por que el coreano no le reconoció –Vamos, no seas tímido, toma asiento- dijo mientras lo jalaba y obligaba a sentarse en la mesa donde se encontraba con UEE –Anda, come un poco, esta delicioso- dijo mientras ponía su propio plato frente a Niel -Le estaba comentando a la señorita que sería fantástico que estuvieras en la película que estoy produciendo. Lo indicado habría sido que lo hablara con tu representante, pero primero quería hablarlo con ustedes dos, siento que de esa manera el director está más unido con sus compañeros, además no es como si te obligaran a hacer algo que no quieres hacer- el hombre parecía no querer guardar silencio y Niel se limitaba a asentir como si prestara atención a las palabras que decía. Lo único que pudo callar al hombre fue la melodía de su teléfono celular. –Oh, es mi mujer. No puedo hacerla esperar, si me disculpan- se puso de pie y contestó el teléfono alejándose de ambos.
-¿Y? ¿Qué dices? Es un proyecto interesante, sería bueno que ambos participáramos- comentó emocionada UEE, pero notó que Niel estaba con la mirada perdida observando el platillo –Niel… ¡Niel! ¡Daniel!-
-¿Eh?- el castaño miró a la chica confundido –Perdona ¿dijiste algo?-
-¿En qué estás pensando?- preguntó curiosa –Te hablaba de la película, sería bueno que participemos. Aunque siento que eso de estar tres meses en el extranjero será complicado, pero la empresa pagara todos nuestros gastos. Sería un buen avance en nuestra carrera-
-¿Italia, no?- comentó Niel, intentando recordar todo lo que el hombre había dicho –Italia es bonito y dicen que el clima es fenomenal-
-Italia, Alemania, Suiza, Bélgica. Esos serán los lugares de grabación-
-¿Es correcto abusar tanto de la empresa? Después de todo solo son papeles secundarios-
-Leí el guión. La pareja coreana parece un personaje secundario pero al final es muy importante. Una pareja que huye de su natal Corea porque a causa de problemas familiares se les prohíbe casarse. Buscan una nueva vida en Italia pero se ven involucrados en asuntos de la Cosa Nostra. Aunque no es la historia principal la mujer se hace amiga del protagonista, lo que nos lleva a un viaje por Suiza y Alemania. Terminando con una trágica muerte en Bélgica-
-¿Y el que muere es?-
-El hombre por supuesto- dijo Uee burlona –No dejaría que me mataran en una película-
-Eres mala Noona, prefieres que yo muera- hizo un puchero Niel –Además es poco profesional, el no poder actuar tu muerte- Los labios de la pelinegra su fruncieron por aquel reto. Mientras de los labios del castaño se escapa una ligera risa.
-¿Quieres entrar o no?-
-No lo sé, debo pensarlo y bueno… consultarlo con mi agente. Me interesa la idea, además me gusta trabajar a lado de Uee-noona, pero no estoy seguro si ya tenemos alguna otra película que grabar-
-Tienes un mes- dijo el productor, apareciendo tras ellos con una galante sonrisa –Les daré un mes a ambos para decidirse, la paga es buena, todos sus gastos corren por mi cuenta. Y no solo eso, de esa manera podrán darse a conocer en el extranjero-
-Creo que un mes es suficiente tiempo- respondió Uee con una sonrisa.
-Si me disculpan- hablo el americano –debo retirarme ahora mismo, esperare sus respuestas y me pondré en contacto con sus agentes. Yo pagare la cuenta, ustedes sigan comiendo- el hombre desapareció antes de que ambos pudieran despedirse.
-Esto fue… repentino- dijo Niel, sin entender lo que acababa de suceder.
-Ni que lo digas- comentó la pelinegra con una sonrisa. Pero antes de poder continuar su charla una voz les interrumpió.
-Niel- gritó Ricky acercándose a su mesa –No sabía que vendrías- una sonrisa ilumino el rostro del autoproclamado Maknae y una risa nerviosa se escapó de los labios de la voz sentimental.
-Ehh… si, bueno. Uee decidió comer en este lugar, por eso me dije que al terminar me pasaría a donde están- la chica observó confundida a su compañero.
-Así que estaban en una cita, escuche a Chunji decir algo parecido- dijo riendo -¿Por qué no la invitas? Ambos pueden venir a nuestra mesa-
-Claro, claro. Enseguida vamos-Ricky sonrió y se dio la vuelta para avisar al resto a quien acaba de encontrar.
-¿De qué está hablando?- preguntó confundida Uee.
-Necesito un favor- pidió Niel con dolor en el rostro, haciendo una pronunciada reverencia, golpeando casi con su frente la mesa –Por favor ¡Finge ser mi novia!-