-pero ¿a dónde iras?- pregunto mientras volvía a sacar una prenda de ropa que había sido colocada en la maleta, lo había vuelto a hacer, Naruto bufo cansado
-ya te lo dije – volvió a doblar la ropa y colocarla en la maleta - no lo sé – suspiro al ver que su amiga volvía a hacer lo mismo
- y ¿quieres que te deje ir sin más? – dijo al borde del llanto, maldijo hacia sus adentros mientras se sentaba, ¿Cuántas veces iban a repetir la escena? Había pasado dos semanas desde la ruptura con Utakata, él había querido marcharse inmediatamente después, pero por petición de Kiba y Hinata, incluso de Hanabi se había quedado unos días para tranquilizarse y platicarle todo a Hinata
Recordaba el sentimiento de culpa de parte de sus dos amigos hacia Sasuke, junto con las disculpas de siempre, que si hubieran estado al corriente de la situación lo hubieran tratado diferente no siendo tan “capullos” como había dicho Kiba. Dios, por eso mismo Sasuke no quería que nadie se enterara, no quería que lo trataran diferente y él había aceptado a guardar el jodido secreto, de sus amigos, de su familia, incluso de ignorar por completo el hecho, y era una de las condiciones de Sasuke, para seguir juntos, y él había aceptado dichoso, de estar con el amor de su vida, había soportado noches enteras en vela por su bien, las salidas en la madrugada por una crisis, y estaba con él en cada maldito momento, pero al parecer eso no fue suficiente para Sasuke, ya no era cariñoso y si él tomaba la iniciativa lo ignoraba o lo alejaba por completo, se fueron alejando, y él lo había permitido
No había intentado acercarse más, darle lo que necesitaba, ser lo que necesitaba, y fue cuando empezaron las cosas, las llegadas tarde, las llamadas extrañas, los secretos, las mentiras…
Se olvidó por completo de que no estaba solo en la habitación
-Hinata, basta – la otra se sorprendió del tono de su amigo – dejamé ir, por favor – suplico - no puedo seguir aquí con el hecho de verte a ti debatiéndote entre llamarlo o no, de ver a Kiba que se siente culpable de haber hablado mal de él, incluso de Utakata, de ver que se esfuerza por acercarse más, me equivoque al decirles las cosas – suspiro – por eso tengo que marcharme
Su amiga se quedó quieta viéndolo fijamente, soltó un gran suspiro, asintió y salió de la habitación, por fin había aceptado.
Naruto se sentó en la cama, apretando la ropa que tenía en las manos, recordando el día que descubrió por primera vez sus engaños, cuando descubrió que las cosas entre ellos ya no estaban bien, cuando se dio cuenta de que sus esfuerzos habían sido en vano
Estaba recostado en la cama, esperando a que llegara, eran las dos de la mañana, y ni siquiera se había molestado en contestar el teléfono, ni mandar un mensaje para al menos saber que llegaría, estaba ansioso, preocupado, desesperado, a punto de llamar a sus padres, a sus hermanos para al menos enterarse de que había salido de la oficina, se imaginaba lo peor, un choque, algún ataque, justo en el momento en el que había decidido que la hora no importaba escucho un coche acercarse, se puso de pie velozmente y se acercó a la ventana que daba a la calle
No sabe por qué lo hizo, pero se ocultó en las sombras al ver que alguien bajaba de ese auto, Sasuke se tambaleo riendo, dio vuelta al carro y se agacho a la ventanilla del conductor, sonriendo de lado, y fue cuando lo vio, aquella mujer, se le hacía conocida, pero no la reconoció en la oscuridad, pero si reconoció el gesto de su novio, el beso y la caricia en la mejilla, era el mismo modo en el que se despedía de él
La preocupación y desesperación quedaron en el olvido, y fueron remplazados por enojo, rabia, impotencia, se sentía traicionado, pero muy contrario al hecho de que quería salir gritando y hacer una escena, se puso unos tenis cómodos, tomo una sudadera y bajo hacia la cocina, abrió el frigorífico y tomo un par de cervezas que habían quedado del fin de semana, bebió una de un sopetón, sintiendo lo agrio de la bebida, pero lo hizo a un lado y una vez terminado el líquido ámbar, dejo caer la botella de vidrio al suelo, se hizo añicos, ignoro el estruendo y destapo otra, e hizo lo mismo, calculaba que él entraría por esa puerta en diez minutos, en lo que borraba evidencias y demás, tomo la tercera cerveza, está todavía tenía un poco de líquido y la azoto hacia la puerta principal, camino de nuevo hacia la cocina y tomo la última cerveza, vaya, el que nunca había bebido así se sintió extraño, además del hecho de que nunca había bebido cuatro cervezas en menos de diez minutos, seguramente era un record, comenzó a sentir los efectos del alcohol, fue en ese momento cuando escucho las llaves en la puerta, dio vuelta en sentido contrario, pasando de largo por la cocina, caminando hacia la pequeña bodega de limpieza, saco la escoba y recogedor, y camino de vuelta a la entrada
En ese momento sus miradas chocaron, la mirada ónix era de sorpresa, paseando la vista por toda la sala, comedor, el hizo lo mismo, ¿en qué momento había tirado la colección de CD’s y Dvd’s? y los libros, ¿Cuándo carajos había tirado los libros?
-¿Qué sucedió? – Escucho la voz de Sasuke – Naruto ¿estás bien?
Vaya, que cosas suceden en diez minutos, cuatro cervezas y voltear un departamento de pies a cabeza
-nada – su voz sonaba diferente hasta para el mismo, sonrió, una pequeña sonrisa de lado que descoloco al moreno
-¿nada? – Volvió a pasear la mirada por el lugar – esto no parece nada
Ignoro la pregunta, viéndolo fijamente, estudiándolo, recorriendo cada parte de su cuerpo
-Naru, ¿Qué tienes? – sentía sus manos sudar, los escalofríos por nervios en su espalda baja
-ya te dije que nada – dijo serio – más importante ¿Dónde estabas?
El otro lo miro con cautela, como si estuviera tratando de tranquilizar a un animal peligroso, recordó las marcas en sus mejillas y sonrió, si estaba tranquilizando a un zorro
-en el trabajo – dijo tranquilamente Sasuke, mientras se acercaba - ¿Qué tienes? - volvió a preguntar
-ya te dije que nada – esta vez alzo la voz – y ¿no pudiste avisar? – observo que el otro se cruzaba de los brazos
-se me acabo la pila – observándolo
- y seguramente no había otro jodido teléfono cerca – grito – estuve preocupado por tres malditas horas pensando lo peor y tú… - dejo la frase a medias
-yo, ¿Qué Naruto? – Sasuke se acercaba a él mientras él se alejaba poniendo distancia entre ellos, Naruto suspiro, no quería llorar, no enfrente de el
- no sé, dímelo tu
-¿bebiste? – pregunto sorprendido
-si – dijo sin miedo
-tu no bebes cerveza
-pues es lo único que había – dijo molesto – y no cambies el puto tema
-perdón – dijo Sasuke
-¿perdón por qué Sasuke? – reto
-por no avisar – dijo mostrando una ligera sonrisa
-¿solo por eso?
- es por eso que estas molesto ¿no es así? – presiono el otro, con cierta burla
-¿Quién es ella? – la pregunta salió incluso antes de planteársela, descolocando la sonrisa de Sasuke, viendo en sus ojos cierto temor, confirmando sus sospechas, sintió un vacío a sus pies - ¿desde cuándo Sasuke?
-¿desde cuándo qué? – su voz perdió seguridad
-desde cuando te acuestas con ella – dijo con todo el enojo y desprecio que sentía en ese momento, Sasuke palideció, y trato de acercarse a abrazarlo, él lo empujo - no me toques – grito
Sasuke bajo las manos herido, y él sintió que ese vacío bajo sus pies se hacía más grande, no lo negaba, quiso golpearlo, lastimarlo aunque sea un poco, pero se contuvo
-me largo – dijo avanzando hacia la puerta, tomando su cartera y llaves, en eso sintió las manos tan conocidas para él – suéltame – forcejeo, haciendo que cayeran al suelo, se removió para soltarse, hasta que siento que era abrazado por la espalda inmovilizándolo, y los sollozos
-perdóname – suplico - lo siento Naruto, lo siento – sintió su frente en su espalda y el simplemente dejo de luchar, lágrimas silenciosas fueron derramadas, la confianza fue rota, le dolía, carajo, le dolía mucho, y fue la primera de muchas que vendrían adelante y que poco a poco acabarían con el amor que sentía por ese hombre que ahora lloraba…
Suspiro, bajo la maleta ya preparada de la cama y camino con ella por el pasillo, se encontró con sus amigos en la sala, les dio las gracias y los abrazo a ambos, Utakata estaba en la puerta, le ayudo a subir su maleta al auto y le dio un ligero beso en los labios disculpándose de nuevo, tomo en brazos a Hanabi dándole besos en la mejilla, subió al auto despidiéndose una vez mas
-al aeropuerto – ordeno con mediana voz, y observo el horizonte llevándose una mano a su vientre, sintiendo una pequeña protuberancia – estaremos bien bebe, saldremos nosotros solos adelante – se limpió una lagrima traicionera y cerró los ojos
El ruido era insistente, realmente le diría unas cuantas palabras altisonantes al cabrón que estaba tocando como proceso en su pobre puerta
-ya voy – dijo abriendo la puerta de golpe, sorprendiéndose de ver a aquel hombre, mejor dicho a la sombra del hombre que alguna vez fue – Sasuke
-Hinata – dijo con suplica – por favor déjame ver a Naruto – pidió, ella se hizo a un lado para permitirle pasar
-lo siento Uchiha – dijo sin ningún rencor o reclamo – el ya no está aquí
La mirada de Sasuke fue de pura sorpresa, y estudio el rostro triste de Hinata
-¿Dónde está? – pregunto con temor
-se fue