-atención, señores pasajeros hemos llegado a nuestro destino, les pedimos que se mantengan en sus asientos por su seguridad y de los demás hasta que el avión se detenga...- Naruto dejo de escuchar a la aeromoza, y miro por la ventana el basto océano, acaricio el frío vidrio y una lágrima cayo por su mejilla
-vamos Naru, hemos llegado - le comento Hinata - en dos horas más y estaremos en casa - le dijo con tono consolador a lo que el otro le agradeció con una sonrisa triste, la morena suspiro y comenzó a bajar la pequeña maleta que traía con sigo, Naruto la siguió en silencio, se sentía un poco mareado debido al cambio de presión, también a la fatiga física y emocional a la que había estado sometido en los últimos días, Hinata estaba al final del pasillo esperando y recordando todo lo que había vivido con él, lo conocía desde hacía unos años, ella era cuatro años mayor que él, coincidieron en una materia, ya que Naruto había adelantado, lo que más le atrajo de ese pequeño fue aquella radiante sonrisa que siempre mostraba, y que con ella derretía a todo mundo, le encantaba la energía y entusiasmó con la cual hacia las cosas, estaba triste, enojada y se sentía impotente por como el rubio ahora se encontraba, tenía unas ganas inmensas de darle una paliza al moreno pero sabía que eso ni ayudaría, así que lo único que hizo fue alejarlo de el para evitar más daños.
En la salida del aeropuerto un deportivo negro esperaba, el conductor estaba impaciente, pues su esposa sin aviso alguno salió corriendo de su hogar, después recibió una llamada para ordenar que limpiaran la casa de huéspedes y luego le pidió que fuera por ella y su acompañante, y ahí se encontraba el joven castaño, jugando con las llaves del auto cuando unas delicadas manos lo abrazaron y un aroma dulce que reconoció al instante.
-Hinata- volteo a abrazar a su esposa y besar su rostro, la joven soltó una cantarina risa y recibió gustosa los cariños de su esposo.
-Kiba - se separaron y fue ahí donde el castaño presto atención
-¡Naruto! - grito emocionado y lo abrazo con cariño, el rubio dibujo una leve sonrisa - ¿qué sucede? Te hizo algo el bast...-
- cariño venimos cansados, será mejor ir a casa Naruto debe descansar- Kiba entendió la mirada de su esposa, aquella que decía pregunta y dormirás en otra habitación por un mes, y otra que le decía te lo explicare después, sin más abrió el auto y ayudó a meter el equipaje, el viaje fue en profundo silencio.
Al llegar a la casa de Hinata y Kiba, estos guiaron a Naruto a su habitación y cuando este se encontró por fin solo comenzó a sacar sus cosas, al desdoblar una camisa algo callo de esta, era una foto de él y Sasuke, de sus años de preparatoria, cuando su relación apenas comenzaba...
Era una tarde calurosa, los alumnos se sentaban debajo de los árboles para al menos recibir la sombra de estos y una que otra brisa que venia del norte, Naruto un joven y dulce docel, moreno claro, cabello rubio corto por delate y un poco largo de atrás, con tres ligeras marcas en las mejillas, un pequeño pero curioso defecto que en vez de hacerlo ver mal, lo hacían ver como un pequeño zorrito, tierno y gracioso, y siempre con una enorme sonrisa en los labios, caminaba por los pasillos de aquella institución, traía puesto sus audífonos e iba sumergido en las canciones que en ese momento se reproducían, tan distraído estaba que no se dio cuenta de que era observado por varias personas, que tenían pensamientos distintos al verlo pasar
-vaya ahí va el perfecto de la clase - dijo con desprecio cierta pelirosa - simplemente no lo soporto
-Sí, no lo soportas porque te quito tu puesto, no es así Sakura- dijo con burla una rubia a su lado, por lo que la otra la miro con odio
-guarda silencio Ino- y sin más siguieron en lo que estaban que era observar a un grupo de chicos, en especial a un sexy moreno, pero este se no se daba cuenta de ello, pues el al igual que las anteriores y el resto de su equipo, observaba al rubio
-no lo pueden negar, es el docel mas suculento que han visto- dijo con cierto morbo un pelinaraja con pircing - es incluso más suculento que muchas chicas
- pues no está nada mal - comento con otro una sonrisa de lado - lástima que no estés a su altura Pain - el aludido bufo
- eso crees Tobi, te apuesto a que en menos de una semana lo tengo en mi cama, debajo de mi - sonrió, pero callo al sentir la mirada del capitán - ocurre algo Itachi - dijo retándolo
-te agradecería que dejes de decir idioteces y te concentres en el entrenamiento - dijo con voz calmada - además te recuerdo de que del docel que hablas es mi cuñado, y sé que Deidara se molestara mucho si escucha que hablas así de su hermano pequeño - sonrió al ver la cara pálida de su compañero
- creo que tiene razón capitán – dijo con nerviosismo – es mejor seguir entrenando - se levantó y continuo con el entrenamiento seguido por los demás - aún no creo que alguien tan tierno como Naruto sea pariente del explosivo Deidara - sintió un escalofrío y al voltear vio los profundos ojos de su capitán
-¿tienes algún problema con mi pareja? - pregunto Itachi con cierta aura peligrosa, lo que hizo que a todos les corriera un escalofrío por la espina dorsal, y negando echaron a correr - eso creí - se sumergió en los papeles que traía y sin levantar la vista hablo al único que seguía a su lado - Pain es mucho más fuerte que tu Sasuke, no creo que aventarle la toalla al rostro sería una buena idea - el aludido bufo
- no soporto a las personas como el que hablan de los doceles o las mujeres como si fueran sólo un juguete
- ¿de todos los doceles o solo de Naruto? - sonrió al ver el pequeño sonrojo de su hermano menor - por cierto creo que necesita un poco de ayuda con esos papeles, son muchos para el - dijo señalando al rubio que en ese momento salía con dos pilas de papeles de las oficinas del tutor - ¿te importaría ayudarlo?
Ni tarde ni perezoso Sasuke camino hacia Naruto, escucho la voz de una mujer llamándolo pero la ignoro, puesto que en ese momento toda su atención estaba concentrada en aquel docel que maniobraba para que los papeles no se cayeran
- Naruto - lo llamó - Naruto - volvió a intentarlo, pero al traer los audífonos este no lo escucho, suspirando con cuidado tomo las dos pilas de papeles, Naruto al notar el peso faltante en sus manos reacciono
-¿Sasuke?- dijo sorprendido - me has espantado - se quitó los audífonos - lo siento teme ¿me habías llamado?
-así es dobe- dijo algo molesto - no me digas teme
- pero si siempre te he dicho así Sasuke - dijo pensando un poco - o prefieres que te llame Sasu - el moreno al ver la expresión del rubio se sonrojo y desvío la mirada
- ¿a dónde llevabas esto? - dijo evitando el tema
- lo tengo que dejar en la oficina de Kakashi - dijo con una sonrisa
- vamos te acompaño - y sin más comenzaron a caminar, siendo observados por todo el equipo del cual uno que otro estaba celoso de la relación que llevaba el hermano del capitán con el docel más bello del colegio, y dos chicas que estaba celosas por no ser la atención del moreno, pero esto era ignorados por los dos que iban sumergidos en una amena platica.
Ambos se conocían ya de tiempo, pues sus hermanos mayores estaban saliendo, primero fueron Itachi y Deidara, y después los siguió Gaara y Sai, estos se conocieron gracias a los primeros y así ellos dos se habían conocido, cuando lo hicieron Sasuke era un joven rebelde, que siempre quería tener la razón no importaba el por qué, se metía en problemas callejeros, en si pasaba por la etapa de llevarle la contraria a todos y que fuera el más popular de la escuela no ayudaba mucho, pues lo había vuelto una persona bastante elitista, en cambio Naruto, era alguien que le gustaba divertirse sanamente, vocalista de una pequeña banda, mejores calificaciones, y le gustaba pasar desapercibido, le gustaba llevarse bien con todos, a él no le importaban las clases sociales, ni el aspecto de la persona, ni los rumores, el prefería conocer a la persona y hacerse su propio juicio, ambos eran bastantes distintos, uno alegre el otro frio, polos opuestos, pero en algo se parecían, ninguno de los dos confiaba tan fácilmente, y a base de esa desconfianza forjaron una amistad bastante peculiar, que en cierta forma los había cambiado, fue así como Sasuke se fue enamorando de Naruto, poco a poco que ni siquiera él se había dado cuenta, y Naruto aún se negaba a aceptar los sentimientos que comenzaba a sentir hacia el moreno, por miedo de arruinar esa amistad, pero el moreno siempre conseguía lo que quería y él quería a Naruto
- supongo que los dejamos en el escritorio - hablo el rubio, y ayudando al moreno acomodaron los papeles, sin embargo Naruto no se dio cuenta del bote de basura y tropezó con el haciéndolo caer, Sasuke reaccionando tomo a Naruto de la mano y lo jalo hacia él, impactando los cuerpos de ambos cayendo al suelo, el rubio sobre el moreno
-estas bien dobe- pregunto preocupado el moreno
- sí y tu - pregunto el rubio e hizo un ademán de levantarse pero fue detenido por el moreno - ¿Sasu...
Fue interrumpido por los labios de su acompañante, que al sentir el peso del rubio, su calor, su aroma, no lo resistió y quiso probar por fin aquellos delgados labios, Naruto trato de alejarse en un principio, pero al sentir el calor de su acompañante se dejó envolver y contesto el beso, al separase ambos se encontraban sonrojados
-Naru
- si- contesto antes de que el hiciera la pregunta
Naruto abrazo la foto y comenzó a llorar, encogido en la cama, dejo que de nuevo todo el dolor de los últimos años lo golpeara, aferrándose a aquella foto como su salvavidas, una de las evidencias de que si había existido ese tiempo, aquella época en donde él y Sasuke eran de verdad felices....
En otro lugar un moreno entraba en un gran edificio, se veía molesto pero a la vez dolido, además de que tenía un jodido dolor de cabeza, había llamado a todos los amigos de su rubio prometido, pero ninguno le decía nada, se había ganado más de una vez un viaje con todo pagado al carajo, y esperaba que a su querida y sagrada madre no le zumbaran los oídos, se encontraba furioso, pero al parecer eso no había podido sonsacar a todas aquellas personas ninguna pista del paradero de su futuro esposo, y no entendía porque se entrometían pues el rubio era y siempre seria suyo, al recordarlo se llevó una mano al cuello donde estaba la sortija de Naruto, su rubio se había ido hace dos días y ahora lo habían llamado, no entendía para que, tenía otras cosas que hacer, como reconstruir su casa después del pequeño berrinche que había tenido, las puertas de elevador se abrieron, entro y presiono el botón del último piso, se recargo en una de las paredes cerrando los ojos y apretándose el puente de la nariz, tratando de tranquilizar las ansias que sentía después de la noticia de su abandono y embarazo del rubio, el elevador tardo dos minutos y medio en llegar y al abrirse las puertas se encontró en una habitación llena de personas lo que le sorprendió, quiso volver al elevador pero una voz autoritaria se lo impidió
-será mejor que tomes asiento Sasuke - dijo un hombre en las sombras - tienes mucho que explicarnos....