Capitulo 2. Un pueblo llamado Nueva York, mi tío Jiraya es un pervertido de primera.
Sabia que era un engaño, pero me limite a decir algo, cuando de repente mire por la ventana, ya no estaba en Canadá, no se porque pero papa quería darme una lección de vida, recuerdo cuando tenia 7 años le pedí una bicicleta y el dijo “te daré una” cuando me la dio, el mismo la había construido, no era lo que yo esperaba, es lo mismo, me dijo “Iras a Nueva York”, pero quien sabe que este pensando, no se si las cosas sean buenas o malas, empiezo a sentir nauseas, y mareo, el nerviosismo se hacia presente, hace mucho que no hacia esto desde que me presente con Obama en casa blanca, pero ya fueron 2 años desde esa vez, solo había una cosa que me tranquilizaría, la música, rápidamente saque mis audífonos y mi IPAD y escuche a una de mis mas actuales ídolos Kally Clarckson, con el tiempo me quede dormido, cuando escuche la voz de Papa.
-Naruto, hemos llegado-me movió con su pie
Estaba nervioso, el ya era casi de noche, y se sentía helado el ambiente, al parecer esta fresco, me asome por la ventana cuando mi sorpresa estaba allí, y toda mi teoría era cierta, me habían llevado a una especie de rancho, o pueblo llamado Nueva York, me baje como si nada y allí me esperaba un tipo alto, de cabello largo, como de unos 50 años como la anciana Tsunade
-Donde estamos?-si, me estaba dando un infarto
-En nueva York-respondió un abuelo
-Jiraya-sensei-papa fue y lo abrazo
-¿Sensei?-que demonios era eso, acaso papa sabia Kun-fu o algo
-Naruto te presento a tu tío Jiraya, el cuidara de ti un par de meses-sonrió mi padre
-Meses?-grite sorprendido
-si, necesitas a aprender a valorar las cosas-papa me toco mis hombros
-Que hay viejo-el anciano me saludo estirando su puño para que la chocara, pero realmente ¿se saludan así, aquí?
-hola-respondí el saludo extrañado
-conseguiste lo que te pedí?-pregunto Papa bajando mis maletas
-si, empezara a trabajar mañana-sonrió Jiraya
¿Trabajar? Estaban bromeando verdad, jamás en mi vida había trabajado, mi deber solo era cantar, tocar y dar autógrafos, nada difícil papa y la anciana hacían lo demás-Papa no me hagas esto-suplique de rodillas, realmente estaba aterrado con la idea de trabajar
-Lo siento Naruto, pero tienes que aprender, por el momento, ya eh cancelado todas tus tarjetas, tu plan de Internet en tu celular e Ipad, no tienes ni un dólar en la cartera, técnicamente estas en la nada.
-Tu primera lección, será ganarte el pan de cada día-sonrió el abuelo
No podía decir nada, una parte de mi estaba aterrada, y la otra gritaba furiosa.
Me despedí de papa, y subí a una vieja camioneta que tenia mi tío Jiraya, la cual estaba llena de revistas porno, porno hetero, me di cuenta que era un depravado sexual, me mantuve callado lo mas posible, primero porque estaba enojado y segundo ni si quiera lo conocía, pasamos por algunas cuadras, llenas de gente niños jugando con la pelota, adolescentes jugando, a diferencia de la ciudad, aquí todos se llevaban bien, había paz y tranquilidad, llegamos a casa, una vieja y pequeña casa, con un tono verde viejo, por la parte de afuera dos pequeñas “mecedoras” blancas, lo primero que quería hacer era entrar, acostarme en la cama y llorar, por lo que me estaba pasando, ¿Por qué papa me haría esto? ¿Qué le dirá a la prensa, que estoy en reposo o algo así? Lo que mas me preocupa es mañana, cuando tenga que trabajar.
-Donde dormiré yo?-fue lo único que pregunte
-en el sofá-me señalo un viejo sofá verde
-Que, ni si quiera una cama-le reproche, ya era suficiente el lugar a donde me habían llevado, pero luego note que había 2 recamaras y ambas tenían una cama-pero allí hay una cama de mas-le grite furioso
-tendrás que ganártela-se sentó en la mesa del pequeño comedor que tenia con una cerveza y una revista
Me recosté y le di la espalda en silencio, en poco tiempo empecé a llorar, trate de hacerlo en silencio, para que Jiraya no se diera cuenta, no conté el tiempo, pero sentí que fue mucho, perdí la cuenta cuando llevaba como 1 hora, lloraba y luego dejaba de hacerlo y luego comenzaba otra vez.
Me levante temprano, el sol, pegaba justo en el sofá, tome un baño, al menos eso era mas decente, me puse un cambio de ropa que encontré en mi maleta, y trataba de hacerme la idea que esto no era un sueño y era realidad, aun no podía creerlo, cuando salí del baño, estaba Jiraya sentado, esperándome
-andando-fue lo que me dijo al verme ya listo
-no desayunare?-pregunte tocando mi estomago, no había comido desde la tarde del día anterior
-comerás allá-respondió, abriendo la puerta para salir
-de acuerdo-lo seguí, estaba apunto de comenzar una aventura para mi, tal vez podría sacar provecho y componer música de todo lo que me pasara, después de todo tenia a Beth con migo, Beth es mi guitarra, mi primer y único amor, no la cambiaria por nada en este mundo, el nervio me estaba entrando, ya estábamos llegando a lo que parecer era un Restaurante.