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En construcción por Sakkura Princess Yaoi

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Notas del capitulo:

Pues ya por fin esta el capitulo quince y ya estamos prácticamente a nada, de que nazcan los preciosos bebes, al menos hablando de los gemelitos de Tony. ñ___ñ

Espero el capitulo sea de su agrado.

Como que, ya me gustaron los cameos, ya veran de que hablo en la imagen y en el fic.

IMAGEN

 

Sin más les dejo el fic.

Thor llegó a Industrias Stark en un auto bastante impresionante, se había tenido que enseñar a conducir, debido a que Loki quería que lo llevara de aquí para allá en auto, según el ex hechicero, los choferes no eran confiables y por supuesto que en su estado no subiría a ningún transporte colectivo.

Por lo tanto el rubio se había visto obligado a hacerla siempre de chofer, abordo el elevador, mientras era objeto de varias miradas, su imagen había cambiando un poco, luciendo ahora más “midgardiano”, siendo así presa constantemente de acoso por parte de las mujeres, lo cual solo lograba irritar a Loki, y que a él le fuera horrible todas las noches. Con los casi tres meses que su “hermano” tenía de embarazo, su carácter era más temible que el de la vez que quería gobernar el mundo.

Por esa razón, él se esforzaba por complacerle en todo lo que pedía, como ahora, llevando en mano varias cajas de distintos y finos chocolates, acompañado de dos cajas de bombones y un enorme algodón de azúcar. Al parecer el día de hoy era el de los antojos dulces.

Llegó al piso donde el menor trabajaba, siendo recibido al instante por la secretaria pelirroja del dios de las travesuras, que corrió hasta él con una genuina cara de pánico.

—Señor Thor, disculpe, ¿Usted sabe qué pasa con su novio? —cuestionó con voz angustiada la muchacha.

—¿Qué hizo esta vez Kat?— preguntó avanzando hacia la puerta que era la oficina el peli negro.

—Nada malo… al menos aún…

—¿De qué hablas?

—Pues verá, usted sabe lo… con perdón ya que es el padre de tu futuro hijo Thor — dijo la chica ya con más confianza— Sabes que es autoritario, mandón y nos trata como esclavos más que como trabajadores…

—Sí, había escuchado eso, por eso es que reciben una gran paga los que trabajan cerca de él.

—Eso, y que aunque no nos guste aceptarlo es genial en su trabajo, por eso soportamos su carácter pero hoy él…

—Querida Kat…— se escuchó que llamaban desde el intercomunicador  del escritorio de la chica— Tráeme las requisiciones que tengo que firmar para las vacaciones pagadas de Sanderson y Wallace.

—Enseguida voy señor— contestó la chica con una voz dulce— De eso hablo— siguió volviendo su vista a Thor, susurrando— ha estado así toda la mañana;  amable, lindo, considerado… me preguntó cómo dormí y como estaba mi hijo…

—¿Tienes un hijo?— preguntó el dios frunciendo el ceño.

—Si, Jake, de cuatro años…

—No lo sabía…

—Y yo creía que el tampoco… me asusta– dijo la chica cruzándose de brazos, y Thor no la culpaba ¿Cuántas veces se podía ver al dios del engaño de aquella manera? Podría parecer algo ilógico  y exagerado preocuparse por el buen humor de alguien, pero no así cuando hablábamos de Loki.

—Iré… a ver qué pasa con él— aceptó entrando por fin en la oficina de su novio, mientras la secretaria volvía a su puesto, donde este revisaba unos papeles, levantando la vista para dedicarle una cálida sonrisa al dios rubio que se la devolvió por instinto, sabiendo que era raro ver a su novio con un gesto tan dulce— Traje lo que me pediste Loki— apuntó avanzando para dejar todo sobre la mesa.

—Muchas gracias, Thor— dijo este extendiendo la mano para tomar una de las cajas de chocolate, recargándose más en su cómoda silla, subiendo sus largas piernas al escritorio, llevándose con deleite un chocolate a la boca haciendo ruiditos, como pequeños gemiditos de satisfacción al saborear el dulce, cerrando los ojos para enseguida llevarse uno más a la boca, haciendo las mismas expresiones. Abriendo un ojo solamente para ver a Thor que no sabía que esperar de aquella nueva faceta de su “hermanito”,  la única vez que  lo había visto comportarse de manera parecida fue cuando conocieron aquel niño en el parque.

Loki se puso de pie, rodeando su escritorio para pararse enfrente del Dios del trueno que lo miraba sin entender que le pasaba por la cabeza.

—Me cuidas tanto Thor… me amas pese a todo lo que hice, y ahora puedo llevar a tu hijo conmigo, no creo merecerte— suspiró el hechicero, viendo entre una de sus manos un chocolate más— Te amo— le declaró firme, viéndole a los ojos, y allí fue cuando el otro se dio cuenta que algo estaba mal, Loki nunca le decía aquellas palabras de forma tan sincera y simple.

—Loki, ¿Te sientes bien?— preguntó acariciándole una mejilla al menor, a lo que este se froto con la mano cual gatito, ronroneando.

—Me siento de maravilla…— contestó antes de meterse el chocolate a la boca y lanzarse hacia los labios de su novio, compartiéndole del dulce sabor de la golosina, dándosela a probar al colar su lengua en la cavidad ajena, sintiéndose agradecido por las manos que le sujetaron de la cintura y le pegaron más al cuerpo fornido del dios, a lo que este con ambas manos le jalo del cuello, hasta que toparon con la orilla del escritorio, donde sin más se sentó, abriendo las piernas para rodear las caderas de su amante.

—¿Loki que pretendes?— interrogó Thor relamiéndose los labios cuando el beso finalizo, teniendo su rostro a unos centímetros del otro, que le sonreía traviesamente.

—¿Tengo que explicártelo?— había una sonrisa traviesa en su cara, bajando una de las manos que se aferraban al cuello para deslizarla por el pecho, el abdomen, llegando hasta la entrepierna del héroe que acaricio por sobre la tela con lentitud, sacando una expresión de placer y sorpresa al mayor.

De todas las veces que había ido a visitar a Loki a su oficina, este siempre le echaba, le regañaba por ir, y si  siquiera le quería dar un beso, este le apartaba diciéndole que era un maldito pervertido por querer hacerlo en todos lados incluyendo su área de trabajo. ¡¿Y ahora eso?!

El príncipe de Joutheim le soltó por unos rápidos momentos para picar el botón del intercomunicador— Kat, que no se nos moleste por ningún motivo… es más, dile a todos los del piso que tienen el día libre que vayan a disfrutar la tarde— dijo desconectando el aparato para enseguida volver a jalar a Thor de la tela de la camisa y besarle con hambre, mordiendo sus labios disfrutando la dureza del otro cuerpo.

Separándose poco después con una lasciva sonrisa para ponerse de pie, y aventar todo lo que estuviera en el escritorio al suelo, subiéndose en él, mordiéndose el labio inferior mientras comenzaba a quitarse el saco y luego la corbata.

—Por todos los dioses del Valhala— comenzó a decir Thor en voz baja— Si esto es por lo del embarazo tendremos muchos… muchos hijos…

—¿Dijiste algo?— cuestionó el hechicero jalando al otro de las manos para pegarlo de nuevo a su cuerpo.

—Nada, absolutamente nada—negó el dios, recibiendo una sonrisa, que vino acompañada de un nuevo beso al que no se negó, ni a eso ni a nada de lo que vino después…

________

“….los cambios de carácter son normales en el embarazo, cada mujer los experimenta de manera diferente, exagerando ciertos rasgos en su personalidad, algunos buenos y otros malos, todo debido al cambio hormonal. En el embarazo masculino estos podrían ser más imprevistos y extraños… quizá porque en si un embarazo masculino es imprevisto y extraño…” Esa era una parte del discurso que el doctor Banner había dado en la rueda de prensa donde se comunicó lo de los cuatro bebés.

Aunque probablemente este nunca pensó que tendría la “suerte” de experimentar y poder estudiar unos cambios radicales de manera tan cercana.

Bruce estaba ingresando a los cuarteles de SHIELD, últimamente se paseaba todos los días por allí, Clint tenía apenas dos meses y medio de embarazo. Reconocía que aún estaba en condición de realizar un montón de funciones. Aunque claro la mayoría, por no decir todas las misiones se habían descartado para el espía.

Por lo tanto se dedicó completamente y de lleno al entrenamiento de los agentes de SHIELD en el Helicarrier, aún así, eso no evitaba que Bruce se preocupara por él, por lo tanto hacia lo posible por ir a verlo casi a diario.

Apenas ingresó al  superficial campo de entrenamiento para saludar a su novio, buscándolo sin éxito, más porque se vio asaltado por lo que eran quizá entre trece o quince chicos.

—Dr. Banner— tomó la palabra un castaño de cabellos algo alborotados que estaba al frente de los demás— Que bueno que ha llegado, necesitamos su ayuda urgentemente.

—¿Qué? ¿Le pasó algo a Clint?— preguntó enseguida muy preocupado porque algo estuviera yendo mal con el bebé.

—Él está bien… — negó el mismo chico— ahora está en una planta inferior con el segundo escuadrón.

—Ah, qué bueno— suspiró aliviado el doctor—Pero no entiendo con quieren que los ayude.

—Con el agente Barton— intervinó un chico más de cabello rubio y piel realmente pálida.

—No entiendo que me quieren decir— manifestó con confusión, ante las miradas de esperanza que los chicos parecían tener en él.

—Doctor— volvió a hablar el castaño— Verá hace medio año al el Comandante Fury se le puso en la cabeza entrenar a los reclutas jóvenes como nosotros, cuando lo hizo creímos que estábamos en el infierno, era estricto, duro, frío, pero comparándole con el Agente Barton…

—Fury parece un osito de peluche que te pasea por un campo de flores— terminó un pelirrojo que no pasaría los veinte años, mientras Bruce comenzaba a entender.

—Bueno chicos, si Clint se comporta así… me imagino que es porque cree que es lo mejor para ustedes.

—Entendemos eso Doctor— habló un  pelinegro de finas facciones— Pero ya habíamos entrenado con el Agente Barton, y él nunca se había comportado así, sus pruebas siempre fueron difíciles, pero ahora…. Es como un dictador o peor como mi madre, de una manera muy extraña— habló el chico mientras negaba con la cabeza haciendo un gesto que reflejaba escalofríos, quizá debido a alguna imagen bizarra que habría llenado su mente.

—Por favor Doctor— rogó de nuevo el primer chico— Dígale que necesita un descanso, que no puede seguir entrenándonos, por lo menos hasta que se la pase el mal humor…

—Chicos, creo que exageran, mi pajarito no es así— dijo sonrojándose un poco al usar el apodo personal que tenía para Clint.

—Su pajarito nos devorara a todos como un Halcón a su presas— apuntó ahora el rubio cruzándose de brazos.

—Intentaré hablar con él— aceptó el científico dándoles una sonrisa conciliadora a los chicos que de verdad parecían asustados.

—Pero no le diga que nosotros le dijimos— pidió el pelirrojo a lo que Bruce le puso una mano el hombro, moviendo negativamente la cabeza.

—No le diré, lo prometo, ahora llévenme a donde está…— al decir eso todos dieron un paso atrás, dejando solo al peli negro y al rubio al frente.

—Claro, vamos nosotros… cobardes— acuso el de piel pálida.

—Ya hagamos esto de una vez Malfoy— suspiró el castaño.

—¿Por qué no te acompaña tu amiguito Weasley?— preguntó con desdén mirando al pelirrojo.

—Porque valoro mi vida— respondió el aludido.

—¿Podrían llevarme ya chicos? Les ayudare más rápido si me llevan— informó Banner.

—Muévete Potter— empujo el rubio al otro chico, comenzando ambos a guiar al mayor al campo de entrenamiento ubicado en una de las plantas bajas del Helicarrier.

Allí había una enorme pared llena de cuerdas  por donde chicos subían y bajaban, en otra sección había una serie de mesas con chicos parados enfrente de ellas, armando y desarmando pistolas de diferentes calibres  y tipos.  Y entre todo esto sobresalía la voz de su querido Halcón dando órdenes.

Desde las escaleras al bajar pudo verlo gritándoles a los chicos.

—¿Enserio? ¿Así de lentos son? En una emergencia real ya hubieran muerto, es patético, si el Helicarrier dependiera solo de ustedes ya estaría perdido, como puede ser que tarden tanto en armar una P220 de 9 milímetros… Yo lo haría en un tercio de su tiempo y con los ojos vendados….

Cuando llegaron por fin con el espía este se encontraba ahora frente a las paredes.

—¡Vamos! ¡Vamos! Muévanse… — decía mientras los chicos bajaban— Salten los últimos dos metros si eso les hace llegar más pronto, recuerden lo que depende de ustedes.

—Se lo dijimos— le dijeron los dos chicos a  la vez a Bruce para luego mirarse entre en ellos de una manera que el mayor no pudo descifrar.

—Vamos… háblale Potter.

—Llámalo tu Malfoy.

—¡Malfoy! ¡Potter!— se escuchó la voz de Clint avanzando hacia los tres, a lo que los dos menores se cuadraron cual soldados.

—¡Señor!— saludaron los dos chicos al instante.

 —Hola, Clint— saludó suavemente Bruce, sin entender la actitud de su normalmente juguetón novio.

—Váyanse— dijo a los chicos antes de responderle el saludo, pero estos tardaron un poco en reaccionar— ¿No me oyeron? Fuera de aquí —corrió con voz más fuerte, haciendo que los jóvenes agentes salieran prácticamente corriendo. ­—… ¡Y Potter enserio haz algo con ese cabello!— grito antes de volver su atención a su novio.

—No tienes que gritarles así.

—¿Qué dices? Todavía tengo que soportar sus coqueteos disfrazados  de peleas en clase para ahora perder el derecho de regañarlos— habló el otro mientras seguía analizando todo a su alrededor— Y tú… ¿Tienes que venir todos los días?— fue la pregunta que causo que Bruce se diera cuenta por completo que todo estaba mal.

—Solo me preocupo por ti Clint— dijo haciendo que el rubio en vez de mirarle con la cara de gatito de siempre, lo hiciera como un depredador que ve a un contrincante insignificante— ¿Podemos…— se rascó la nuca—… podemos hablar en un lugar más privado?

Barton le analizó de arriba abajo antes de asentir— Esta bien, vamos…— dijo girándose para avanzar, sorprendiendo al otro de que este no le tomara de la mano como siempre lo hacía cuando caminaban por el Helicarrier, siendo sinceros era algo que le apenaba realmente, pero también era algo a lo que ya se había acostumbrado.

Llegaron a una de las habitaciones de descanso, Clint aseguro la puerta tras de sí y marcó un código en la puerta.

—¿Qué haces?— le cuestionó extrañado su novio.

—Bloqueo las cámaras de la habitación, SHIELD vigila a todos y a todo en todo momento, es más tranquilo hablar así.

—Entiendo… — acepto recargándose en una pared, para en un abrir y cerrar de ojos sentir los labios de su novio contra los suyos, en un beso extremadamente salvaje y arrebatador— Clint…— logró decir cuando se separaron, mientras veía al menor comenzando a abrir su camisa— ¿Qué haces pajarito?— preguntó al ver que había logrado desabrocharle toda camisa.

—No tengo que explicártelo… — empezó con una voz ruda y sensual que estaba haciendo estragos en la mente del pelinegro— ¿O sí? Además tú dijiste que querías un lugar privado.

—Para hablar….

—¿Hablar?—  Clint enarcó una ceja apartando sus manos de su novio para quedársele viendo serio.

—Los chicos me acaban de informar de tu cambio en el carácter, creo que eso puede ser causado por un desorden hormonal a causa del embarazo, muchas mujeres se vuelven más… sensibles, en tu caso quizá aumento la testosterona causando…

—Puedes seguir hablando…— le interrumpió el agente sujetándole de la camisa abierta para pegarle a su cuerpo— O atender a tu novio como es debido— añadió frotando su creciente erección contra la del científico.

—Yo…

Clint se le despegó, sentándose en la cama para desabrocharse el pantalón y bajarse la cremallera— Venga acá Doctor y arrodíllese… es  una orden— sentenció el rubio mientras bajaba también lentamente su ropa interior a la vez que subía su camiseta mostrando parte de su abdomen.

Bruce no pudo evitar repasarse la boca con la lengua, no entendía por qué los chicos se quejaban tanto de las ordenes, a él le encantaban… Pensó antes de cumplir con esa y todas las firmes indicaciones que le siguieron.

Quizá el doctor debió agregar al informe, como ciertas mujeres sufren una intensificación del libido, siendo mucho más palpable y en sí más notorio en el caso de los hombres.

---

 

—Entonces nombres, nombres…— habló Tony frente a una de sus pantallas electrónicas.

Se encontraba semi recostado en un elegante sillón mientras movía sus dedos sobre la pantalla holográfica, investigando los significados de un montón de nombres.

—¿Qué te parece Hannibal? Es un genial nombre inglés— pronuncio mientras miraba de reojo a Steve, el cual parecía perdido en su libreta de dibujo— Digo es algo ostentoso pero me agrada, o quizá Andrew, para llamarle Andy— sugirió siguiendo con la búsqueda— Aunque para ser sincero “Andy”  me suena muy femenino. Aquí esta Hamish… ¿Hamish?— repitió para sí mismo moviendo la cabeza ladeándola como si analizara el nombre— No, suena muy extraño, no sé qué raro le pondría así a su hijo. Ya sé, pongámosle a  uno Tiberius— exclamó feliz haciendo que por fin el capitán alzara la vista de su dibujo.   

—¿Tiberius? ¿Hablas enserio Stark?

—Ya sabes como James Tiberius Kirk, de Star trek. Es un gran personaje, pensé en Spock… pero Spock enserio es un nombre raro.

—Stark, no juegues con eso.

—Pues no me estas ayudando— se quejó el genio – James Tiberius— comenzó a repetir en voz baja para luego callarse  un momento como si una idea llegara a su cabeza—  Hey, Rogers…— llamó aventándole uno de los cojines del sofá.

—¿Qué quieres Tony? No me importa que tanto te guste esa serie, película o lo que sea, ninguno de nuestros hijos se llamará Tiberius.

—No, eso no, ¿Cuál era el nombre de tu mejor amigo?

—¿Hablas de Bucky?

—Si, su verdadero nombre no era Bucky, ¿Cierto?

—No era James Buchanan Barnes… ¿Por…? ¿Quieres que uno de nuestros hijos lleve el nombre de mi mejor amigo?— preguntó entendiendo la pregunta.

—James es un nombre fuerte y que transmite confianza, además me gusta cómo suena,  “James Stark”

—¿Solo Stark?— repitió Steve mirándole con una ceja enarcada.

—Bueno, “James Stark-Rogers” igual suena genial.

 —¿Entonces ya tenemos un nombre?— preguntó con una sonrisa, ya que la idea de que llevara el nombre de Bucky le hacía muy feliz, pues enserio había apreciado a su amigo como a un hermano.

—Ya tenemos un nombre, ahora, solo hay que averiguar el otro— asintió Tony siguiendo en la pantalla.

—Pues ya que uno lleva un nombre relacionado conmigo, ¿Qué te parece Howard?

—Howard— repitió Tony, sopesando aquel nombre.

—Tu padre fue un hombre increíble Tony, al que tuve la enorme fortuna de conocer…

—Con lo que te admiraba el viejo, creo que sería en verdad feliz si uno de tus hijos llevara su nombre,  no conformándose claro con que llevaran su apellido. Es algo complicada mi relación con él, pero suena bien…

—Tony

—Howard Rogers-Stark…— repitió.— Bueno tengo que admitirlo también suena bien…

—¿Así que así de fácil resolvimos lo de los nombres?

—¿Esperabas menos teniendo a un genio como novio?— sonrió el castaño comenzando a incorporarse para caminar hacia donde el otro se encontraba sentado.

—Siempre me das más de lo que espero…— le contestó terminando de poner una dedicatoria en el dibujo que hacía.

—Más de lo que te mereces capi-paleta— apuntó haciéndole un gesto para que separara los brazos y pudiera sentarse en su regazo, observando así el dibujo, sorprendiéndose de una manera realmente agradable al ver un dibujo de su persona, recostado en el sillón, tocándose el vientre con adoración y una inscripción abajo que decía… “Para James y Howard, sus padres los amaron desde siempre”

—Tienes talento Rogers— halagó con la voz algo quebrada, por la emoción que le despertaba la imagen.

—Gracias Stark— aceptó el rubio dándole un beso en la mejilla.

Notas finales:

Muchas gracias por leerme, espero les haya gustado!!!

Saludos y que esten de lo mejor.

Ya saben, comentarios, critícas, mensajes de odio por lo que me tardo o por como deje a medias ciertas escenas... XDD todo es bien recibido.


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