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En construcción por Sakkura Princess Yaoi

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Notas del capitulo:

Pues chic@s ya por fin traigo la actualización, se que me tarde horrores, pero como saben tengo otros proyectos, además de que la universidad, los clubes y el trabajo no me dejan mucho tiempo para escribir. (De hecho debería estar estudiando porqué mañana tengo exámen xDDDD ) pero aquí les traigo un nuevo cap, bastante largo además, como compensación.

Espero les guste!

:D

 

IMAGENBABYS 

 

Bruce se terminó de ajustar la ropa para el quirófano, sus lentes y los guantes que una enfermera se encargo de ponerle. Estaba bastante preocupado, Thor no había llegado,  Loki estaba a punto de dar a luz, y tenía la ligera sospecha que si el Dios nórdico no aparecía, todos iban a pagar las consecuencias. Pero era imposible esperar al rubio, era tiempo de que el  niño naciera, y si este intentaba buscar otro canal de escape, probablemente dañaría el cuerpo del ex hechicero.

Al entrar al quirófano, se quedo extrañado al ver que todos los médicos y enfermeras se mantenían a dos pasos de distancia de la cama, miró hacia esta y Loki estaba semi recostado, tenía las puntas de los dedos de las manos juntas, y apoyadas en su boca, con una mirada fría que intimidaba a cualquiera.

—Oh, Hola Loki. — Saludó acercándose con él— ¿Cómo va todo? —  Cuestionó, y es que el otro debería de estar  sufriendo contracciones, la cuestión es que no se le notaba, estaba tranquilo, con la respiración totalmente relajada.

—Bien Bruce, bastante bien— Dijo quitando sus manos de aquella posición, dejándolas sobre su regazo.

— ¿Y el bebé?

—Está bien, quizá algo molesto… pero bien.

— ¿Molesto….?— Frunció el ceño el doctor, sabía que un bebé ya podía sentir y transmitir emociones, pero la seguridad con la que Loki lo decía, era como si el niño se lo hubiera dicho en palabras claras.

—El zopenco de Thor no ha llegado. —Dijo más como afirmación que como pregunta.

—Pues no, realmente no, pero creo que ya es tiempo de comenzar Loki, si nos demoramos mas, podría hacer daño  a ti y al bebé.

—Lo entiendo—Aceptó cerrando los ojos y dando un pequeño suspiro, para mostrar un gesto más relajado, y dulce cuando su mano se poso en su vientre. —Adelante.

Bruce  asintió, apretándole el hombro como apoyo, antes de dar indicaciones a los otros de que era momento  para comenzar. Las enfermeras tomaron sus lugares, al igual que todos los doctores. Loki se recargó ya completamente relajado. Cómo Tony, se negó a una anestesia completa, si Thor no estaba, él tenía que estar totalmente consiente cuando su hijo respirara por primera vez en este mundo.

Dio un nuevo respiro para relajarse, antes de que le pusieran los sedantes en la mitad del cuerpo, para realizar la operación. Entonces unos fuertes golpes se escucharon en el cristal desde el que se tenía vista el quirófano, todos los médicos se giraron y Loki se apoyó en sus codos, para ver a un Thor con una inmensa sonrisa. Y no solo a él, los ojos del heredero de Johutenheim se abrieron al ver al padre de todo y a Frigga, tras él. Y al lado de Thor estaba todo su grupo de amigos idiotas, mirándole con interés y curiosidad.

— ¡¿Qué demonios Thor?!— Exclamó.

—Sigan con el procedimiento básico primario— Indicó Bruce— Le daré las indicaciones a Thor para que pueda entrar. — Le dijo Bruce a Loki a modo de tranquilizarlo.

—Mejor enójate y mándalo a volar, muy, muy lejos de aquí, con toda su bola de trogloditas. — Dijo por lo bajo a Bruce en un tono amenazador.

— ¿Entonces no lo dejo entrar?— Preguntó sin saber qué hacer.

—Tráelo aquí Banner. —Ordenó en un tono de mando que al científico le trajo demasiados recuerdos de momentos en batallas, no precisamente agradables. Fue con Thor y le hizo ponerle la ropa adecuada, ingresándolo.

—Loki— Le sonrió Thor, acariciando su frente.

—Idiota, ¿Qué hacen ellos aquí?

—Bueno, tu sabes que Heimdall lo ve todo, se lo contó a Madre, y luego ella me mandó llamar, está muy feliz Loki, y luego bueno Padre se enteró y todos se enteraron y…  Todos están muy contentos. — Afirmó, Loki giró su vista de nuevo al cristal, viendo a los amigos de Thor que parecían bichos raros usando sus trajes en ese lugar, su madre como siempre lucía hermosa y le sonreía con ternura, mientras que Odín le miraba con la misma expresión de siempre, pero había un semblante diferente en él, quizá más amable, más brillante, no lo supo a ciencia cierta y tampoco quiso indagar más en él.

—Como sea, comencemos, ¿Por qué nadie se mueve? —Preguntó molesto, a lo que todos los presentes se pusieron de inmediato en acción.

Bruce se acercó en compañía de los mismos doctores que le había ayudado con Tony. Thor y todos los demás abrieron enormemente los ojos, al ver cómo hacían un corte medianamente grande  en el estómago del pelinegro.

— ¿Seguro que estas bien Loki?— Le preguntó con gesto preocupado.

—Estoy muy cansado pero bien. — Aceptó con una pequeña sonrisa.

Entonces lo escucharon, un fuerte llanto, Bruce tenía entre sus manos, una hermoso  bebé con un abundante cabello cobrizo pegado a su pielecita por la humedad, el cual lloraba a todo pulmón, dando razón de la determinación que tenía.

Enseguida lo colocó en una camilla, mientras sedaban por completo a Loki, para terminar el procedimiento y que este no presentará mayores problemas. 

—Es hermoso Loki, gracias…—Aquello y los gritos de vitoreo por parte del grupo de Thor fue lo último que escuchó antes de caer desfallecido y vencido por la anestesia.

 

___________________

Cuando Loki abrió los ojos, lo primero que vio al girarse y apartar su vista del techo, fue a Thor, sentado a su lado, con un pequeño bulto envuelto en una cobija roja,  Frigga estaba inclinada sobre este, acariciando al bebé, mientras Odín veía a un lado de ellos a su nieto con orgullo.

—Oh, hijo, has despertado— Exclamó la mujer, despegando por un momento la atención de su adorado nieto, para acercarse al menor de sus hijos y darle un dulce beso en la frente— Es precioso Loki.

— ¿Co… como esta?— Preguntó mientras se reponía poco a poco, pues aún no asimilaba que aquella escena fuera real.

—Fuerte, sano… Como todo un digno príncipe— Respondió Odín, haciendo que Loki fijara su vista en él, no podía decir que los rencores contra el padre de todo se habían ido, pero ahora mismo, la felicidad de tener un hijo con el idiota hombre al que amaba  superaba cualquier cosa.

—Thor, préstaselo— Indicó Frigga a su hijo, que se puso en pie para sentarse en la cama donde estaba Loki.

—Vamos, mi amor— Habló la mujer acercándose a su esposo— Los muchachos necesitan privacidad, luego hablaremos más claramente con ellos— Odín aceptó, dedicándole una última mirada a la nueva familia. Cuando se enteró de aquello, toda Asgard tembló con su furia, sus hijos, juntos de esa manera, y aunque no eran hermanos, habían sido criados como tales, Loki además era un criminal y un traidor, que aunque estaba pagando su castigo, eso no desaparecía sus crímenes. Pero Frigga, su bella e inteligente mujer le había hecho entrar en razón, ellos se amaban y ahora tendrían un hijo, un heredero de Asgard del que nadie podía cuestionar su legitimidad, un niño que podría acabar con batallas en otros mundos, al ser príncipe de Johutenheim, de Asgard y nacido en la tierra.

Loki sintió un nudo en el estomago cuando tomo a su hijo por primera vez en brazos, era hermoso, con una mata de cabello rubio extremadamente claro poblando su cabecita. Lo alzo para pegar sus frentes y darle un beso en la nariz.

—Hola pequeño, Chris.

— ¿Chris?— Preguntó Thor mirando a su novio— Creí que querías llamarle Fenrir. ¿Tom no es un nombre demasiado midgardiano?

—A mí me gusta— Dijo simplemente Loki—Christopher es un elegante y perfecto nombre.

En unos meses los rasgos eran más calcados en el pequeño, tenía un cabello rubio clarísimo, pero sus ojos eran enormes, verdes y enigmáticos como los de Loki,  tenía un aura muy parecida a este, pero su actitud era mucho más parecida a Thor, sobre todo al jugar con su “Mew- mew” al que no soltaba por nada.

_____________________

—Tienes que estar bromeando…

Clint Barton no sabía si reír o llorar, estaba de visita en las instalaciones de SHIELD, solo eso, de visita, pues su parto podía suceder literalmente de un segundo a otro, por lo tanto no podía hacer muchas cosas  por qué no se lo permitían. Paseaba sin que Bruce lo soltará, sin dejarle solo, ni a sol ni a sombra, hasta que hubo un problema en el laboratorio, unos novatos que manejaban los rayos gamma sin saber sus consecuencias, por lo que Fury vio como poco más que una suerte, que el Doctor se encontrara allí, a lo que enseguida le mando llamar, este se resistió a dejar a su “pajarito” pero Natasha que estaba con ellos le dijo que ella le vigilaría, que se fuera tranquilo.

—Y eso es todo, una simple mal calibración de los filtros centrales, tuve ese problema hace unos meses— Decía Bruce a los chicos que estaban a su alrededor, mientras él con sus lentes puestos, analizaba con cuidado el interior de una maquina parecida a un panel solar.

— ¡Doctor Banner! ¡Doctor Banner! — Los chicos que había conocido antes, Draco y Harry, llegaron corriendo, algo acelerados, buscando a Bruce.

—Ah, Hola chicos— Les saludó este, levantando apenas la vista, para seguir con su tarea.

—Doctor Banner, necesita venir con nosotros ahora— Pronunció Potter.

—Estoy ocupado ahora, esto es importante chicos.

—Sí, pero Doctor, es el Agente Barton— Habló esta vez Malfoy.

— Chicos ya hable con él, su comportamiento se debía a un desorden hormonal, que ya está controlado, si los está regañando, esta vez ustedes se lo buscaron.

—No, no lo entiende—Negó Potter—él…

—Chicos me están desconcentrando— Reprendió el Doctor, a lo que el rubio se acercó para tomar al doctor de los hombros.

— ¡Doctor, su hijo está por nacer! ¡Ahora! —Recalcó Malfoy, haciendo que las herramientas que el científico tenía, cayeran de sus manos resonando en el suelo.

—Llévenme con él — Dijo en un tono tan bajo que el par de muchachos apenas lo escucharon, pero atendieron rápidamente, corriendo, para guiar a Bruce hasta la zona medica del Helicarrier.

Bruce llegó viendo a Clint recostado en una de las camas de los consultorios, se acercó a él tomándolo de la mano.

—Tenías razón con eso de un segundo a otro. — Pronunció Clint con una pequeña sonrisa, seguida de una mueca por los dolores de las contracciones.

—Ya va a nacer—Pronunció Bruce fijando su mirada en el vientre de su novio.

—Sí, Bruce, sé que dijiste algo de las falsas contracciones, pero ese periodo ya paso y creo  que ahora si son verdad.

—Mi hijo… nuestro hijo—Repetía como autómata, con la vista ya un poco perdida.

— ¿Bruce? ¿Qué hacemos? ¿A quién llamamos?— Preguntó Natasha.

—Doctor, ¿Cuáles son los materiales que necesita o a las personas? Podemos traerlas aquí para no mover al señor Barton—Le dijo uno de los doctores de las instalaciones y que había asistido a Clint cuando este comenzó con los dolores de parto.

—Yo… yo voy a ser padre— El espía no tenía ni la menor idea de que estaba por pasar, pero no auguraba nada bueno. Bruce se aferró a la cama con fuerza y su respiración se hizo irregular, por un momento lo que pasó por la mente de todos es que “el otro sujeto” estaba por aparecer, pero sucedió algo ¿Mejor? El Doctor colapsó desmayándose, siendo sostenido por Natasha.

—En serio… esto tiene que ser una maldita broma— Bufó Clint dejándose caer completamente en la cama, mientras los otros a su alrededor no sabían que hacer.

Arriesgándose a peores consecuencias, la pelirroja comenzó a cachetear ligeramente al doctor para que despertara. Dando por fin un golpe tan fuerte que lo trajo a la realidad de repente, el mayor quedo sentado en el suelo, donde la espía lo abofeteaba, para mirar a todos lados.

—Toma Natasha — Dijo el Doctor sacando el celular de su bolsillo— Carpeta de contactos M.D., llama y has que todos los de la lista sean trasladados aquí—Ordenó mientras se ponía de pie— Doctor necesitaré el quirófano más grande que tengan, Malfoy, Potter den indicaciones al demás personal médico de que preparen a Clint—Pidió para luego acercarse a su novio.

—Iba a clavarte un montón de flechas en la cabeza si no reaccionabas—Le dijo Clint al tenerlo cerca.

—Lo siento pajarito, todo estará bien—Se disculpó besando su frente y luego su mano—Iré a preparar el quirófano—Dijo cuando vio que algunos doctores entraban para preparar al menor para el parto.

_______

—Doctor Banner, ¿Esta seguro que puede hacer esto?— el doctor Derek Shepherd se acercó al nervioso Bruce. Este ya estaba preparado para entrar al quirófano, pero pese a esto permanecía parado tras la puerta, sin atreverse a abrirla y entrar a las sala de operación. Gracias a la más que eficiente agente Romanoff, los doctores necesarios habían llegado en tiempo record, y es que nadie quería hacer enfadar a la viuda negra, que estaba demasiado preocupada por quien era su mejor amigo, casi un hermano menor del que se creía responsable. Ahora el único que faltaba era el director de todo.

Clint se revolvía incomodo, y es que no había aceptado ningún tipo de anestesia o tranquilizante, hasta que su novio estuviera a su lado, por lo que estaba bastante preocupado de que este tardara tanto. Solo esperaba que al querido Doctor, no se le hubiera ocurrido desmayarse de nuevo.

Pero sus dudas se esfumaron y pese al dolor, una sonrisa apareció en su rostro al ver a su amado entrar a la sala, en compañía de otros dos médicos, todos tomaron sus posiciones, y Clint siguiendo la línea de sus compañeros, acepto solo la mitad de la anestesia, pues deseaba estar despierto para ver a su hijo.

—Todo saldrá bien pajarito—Le afirmó acariciando su mano mientras comenzaban a aplicarle las anestesias.

—Lo sé, confío en ti Bruce—le sonrió débilmente para luego ver a este apartarse de él, comenzaron el protocolo ya conocido, y todos agradecieron realmente que Banner estuviera más calmado. Cuando tomó al bebé en sus brazos, lo alzó un poco para que Clint lo viera, estaba lleno de líquidos amnióticos,  pero se podía ver un espeso cabello oscuro pegado a su cabecita, y los fuertes llantos dejaba ver los magníficos pulmones. Clint cayó rendido después de eso, perdiéndose en sueños de una familia feliz, el primer día de clase, una junta escolar donde le decían que su pequeño de grandes lentes era tan brillante como su padre, sí,  sin duda tendría su pequeño científico.

____

Cuando abrió los ojos, tuvo que parpadear un par de veces para adaptarse a la luz. Llevándose las manos al rostro, notando en el proceso que ya no tenía ni sueros ni agujas en las muñecas.

—Tú papi despertó —Escuchó claramente la voz de Banner, usando un tono muy suave, un tono que reconoció al instante, pues era ese bajo y dulce que venía escuchando desde hace muchas noches, cuando Bruce se apoyaba en su estomago y le hablaba o leía al bebé. A palabras del científico, las mentes en desarrollo podían absorber gran información, por eso insistía en leerle y contarle un montón de cosas, gracias a eso, Clint conocía ya de memoria; todos los elementos básicos de la tabla periódica, todos los hábitos y forma de vida del león y del hipopótamo, así como los diferentes climas terrestres y su ubicación geográfica.

—Banner— Llamó incorporándose un poco viendo cómo el mayor se sentaba a su lado, con el pequeño envuelto en una cobijita morada, destapándola un poco, para que pudiera ver la carita de ángel, los negros y espesos cabellos, y los brillantes ojos claros, que después se tornarían de un verde brillante y azulado, muy parecido al color de los de su padre.

—Es… —A Clint se le fue la respiración, al ver a su pequeño en brazos del hombre  que amaba.

—Cárgalo— Indicó Bruce acercando al pequeño a sus brazos.

—Es tan frágil—Comenzó a decir cuando tomó al pequeño entre sus brazos— tan pequeño… yo siento que…

—Podrías romperlo— Completo Bruce, viendo cómo el rubio acunaba con amor al bebé, acercándose para pegar su frente con la de este, dándole un beso luego. Aquella simple imagen hizo que el científico se quedara sin palabras. Nunca en toda su vida pensó que ese día llegaría, que estaría al lado de la persona que amaba, compartiendo la felicidad de tener un hijo. La condición de sus genes lo hacía ciertamente imposible, por ciertos requerimientos de cromosomas que tendría que prestar al tener un hijo con alguna mujer, pero con Clint, su carga genética era de cierta manera similar al ser los dos hombres, por lo que, remplazando un par de células, su pequeñito podría ser suyo, sin tener que preocuparse porque se transformase en un monstro verde cada vez que se molestara. —Yo pensé lo mismo— Dijo cuando consiguió hablar, acariciando la manita de su hijo con un dedo, el cual este apreso, mientras daba un bostezo.

—Creo que necesita dormir— Señaló Clint— Nuestro…— Pronunció y una enorme sonrisa surco su rostro— Nuestro hijo necesita dormir. — Consiguió decir, ganándose un beso suave en los labios que no tardo en corresponder.

Una vida sin familia, sin establecerse en un lugar, una vida de asesino y espía, solitaria, fría, quizá hasta algo resentida con su mismo destino, pero ahora, podía superar todo eso, solo con ver los ojos orgullosos de Bruce, y sentir el calor de su hijo contra su pecho, el cual comenzaba a dormitar.

—Los amo— Dijo Barton mirando a Bruce—te amo… gracias Bruce.

—Hey, tú lo tuviste— Le respondió el científico, antes de que los dos giraran su vista al pequeño que ya tenía sus ojos cerrados.

_____________

 

Tony sonrío  a los pequeños de ocho meses y pico,  que jugaban en un pequeño corral, lo acababa de instalar allí, Pepper y Steve creían que era algo arriesgado que tuviera a los bebés con él en el taller, pero  el millonario había insistido en que no había riesgo alguno. Con eso, y el cómo Tony había cambiando con la llegada de los gemelos, Steve al final aceptó de buena gana que Tony los tuviera con él  mientras trabajaba en su taller.

Era la primera vez que estaban allí, y ya con sus sentidos más alertas, los gemelitos devoraban  con la vista todo lo que había a su alrededor. Tony les dio sus juguetes y se puso a trabajar, principalmente en uno nuevo sistema de motores, un trabajo que no era tal, sino un pequeño hobbie, volteaba de vez en vez a ver a los pequeños, que seguían atentos a sus jugueteos, a esa edad ya se podían quedar sentados recargados en algo, o apoyarse en la orillita del corral para estar parados un tiempo. Algo que cuando fue la primera vez, había hecho a los padres casi saltar de alegría.

Tony se aburrió del motor y decidió trabajar en una de sus armaduras, abrió la compuerta que resguardaba los anaqueles con las más recientes, analizándolas cuando escuchó algo que le hizo detener sus movimientos en seco.

— ¡Papa! — Era un balbuceó, pero bastante comprensible, se giró y vio a los dos pequeños mirándole entre resistas de bebé.

— ¿Quién lo dijo?— Preguntó acercándose lentamente.

— ¡Papá! — Exclamó  Bucky soltándose de una manita y estirándola como si quisiera alcanzar algo.

— ¡Papá! —Repitió casi a su vez Howard,  mirando en un punto que Tony creyó que era él.

—Ustedes, son tan brillantes, sabía que traerlos aquí era una buena idea… — Su expresión era de genuina felicidad, se arrodillo rápido al lado del pequeño corral, abrazando a los niños, extrañándose sin embargo cuando estos seguían repitiendo la palabra a la vez que estiraban sus regordetas manitas. Se giró levemente y luego siguió los rostros de sus hijos, analizando detenidamente lo que estaba sucediendo.

________

Steve se encontraba  en las duchas del gimnasio, Tony dijo que cuidaría a los niños un par de horas en el taller, lo que el aprovecho para realizar una actividad que se le había quedado como costumbre, y que había dejado de lado con todo eso de ser padre e integrarse de manera más concreta a SHIELD.

—Señor Rogers, el  Señor Stark lo requiere en el taller. — La voz programada de JARVIS, se dejó escuchar, mientras terminaba de colocarse la camisa, secándose el cabello mojado con una toalla— Dice que es primordial que vaya cuanto antes, es urgente. — Reiteró a lo que Steve comenzó a encaminarse rápido al taller pensando que algo malo había pasado con los gemelos.

—JARVIS, los niños… — Cuestionó mientras bajaba las escaleras hacia el  taller.

—Sus hijos se encuentran en perfecto estado Capitán— Le respondió la IA.

Entonces al cruzar la puerta fue que lo escuchó, a sus hijos repitiendo “Papá” , los buscó enseguida por el taller, terminando por encontrarlos sentados en unas pequeñas sillitas que Tony les había comprado recientemente, se encontraban frente a una de las armaduras y al lado de esta estaba su prometido.

—Tony ellos estaban…. — Decía Steve realmente sorprendido y feliz por el escuchar a sus pequeño decir eso.

—Silencio Rogers— Le calló mirando con mucho interés a los menores, a lo que Steve se paró a un lado de él, sin entender que pasaba, ¿Por qué no estaba feliz de que los niños le dijeran papá?

—Tony, nuestros hijos acaban de decir, “papá” ¿Porqué no estás feliz?

—Ah, claro que estoy feliz, realmente feliz— Pronunció el genio— El verdadero problema… es a quien se lo dicen.

— ¿Qué? ¿Quieres que te llamen mamá o algo así?—Preguntó con cierta diversión y con interés, mirando a sus hijos que tenían el peluche de un gato y un perro, con el que jugaban alegres.

—Mira esto.

—Tony…

—Dije que mires— Habló mirando a sus pequeños con una expresión dulce— Haber, niños, ¿Dónde está papá?—Preguntó y fue obvio para los dos hombres como los bebés volteaban a ver la armadura.

— ¿Pero…? —Steve no entendía que pasaba. — ¿Porqué ellos hacen eso?

—Ojala lo supiera, en cuanto les mostré las armaduras empezaron a decirlo. Las miran y repiten papá muchas veces, no entiendo cómo es que llegaron a esa conclusión— Comenzó a decir Tony intentado razonarlo, viendo a Steve que parecía también meditar sobre ello. — Digo, creo que me han visto con la armadura, la verdad no estoy muy seguro de que en si las hayan visto otra vez… es bastante extraño… —Decía quedándose callado cuando la mirada clásica de culpabilidad en el rostro de su futuro esposo apareció.  — ¿Sabes a que se debe?

— ¿Qué? No, yo no tengo la menor idea.

—Ay, por dios Roger, no sabes mentir, ya aclaramos eso. — Dijo mirándole serio. Steve  volteo a ver a los niños y suspiró.

—Bueno, sabes que desde que me enseñe a navegar en internet, me gusta pasar mucho tiempo en Youtube.

—Si viendo videos de guerras, documentales y cosas aburridas.

—Bueno, a veces cuando los niños están conmigo, vemos vídeos de ti, sabes que incluso desde antes de conocerte veía vídeos de ti y a ellos parecen divertirles.

—Vídeos de mi…—Repitió Tony.

—Si bueno y cada vez que se los nuestros.

—Me señalas con la armadura puesta diciendo “ese es papá” — Completo Tony llevándose una mano al rostro, para luego comenzar a reír ligeramente.

— ¿Tony? ¿Tony estas bien? 

—Sí, si… solo— Miró a el capitán a los ojos— Solo que nunca pesé que tendría que competir contra mí mismo por la atención de mis hijos—Dijo viendo a los niños, que ahora parecían mirarles, clamando por su atención. —Creo que es suficiente taller para ustedes, capitancitos— Steve sonrió al escuchar eso y ver a Tony inclinarse para quitar los cinturones de las sillas de los niños, de un par de meses para acá, pese a que durante el embarazo este siempre clamó que iban a ser pequeños herederos Stark, pequeños genios, había comenzando a llamarles Capitanes, o mini capitanes, o capitancitos, todo de cariño cuando se refería a los dos.

—Ya aprenderán a llamarte a ti y a mi papá Tony, solo espera— Comentó Steve como si nada, cargando al pequeño Howard, mientras el castaño ya tenía en sus brazos al pequeño rubio, Bucky.

—Bueno, del todo errados, no están, su papá es Iron Man— Declaro, y los gemelos comenzaron a repetir de nuevo aquellas dos silabas viendo con emoción la armadura.

Notas finales:

Ojala les haya gustado! Muchas, muchas gracias por leerme! Sugerencias, comentarios, amenazas por mi lentitud xDD todo es bien recibido! Saludos!


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