Tamborileó los dedos una vez más sobre la barra, mientras escuchaba el sonido de Steve en la habitación. Dando un hondo suspiro e intentando tranquilizarse se levantó por fin caminando hasta donde el Capitán que miraba desde la cama pensativo la habitación.
—¿Qué no te gusta?— pregunto Stark entrando— Si tú quieres puedes redecorarlo— agregó sarcástico y es que la idea de que el rubio estuviera allí le agrada y desagradaba por igual, pero claro que su deseo de independencia, soltería y egocentrismo ganaban, por lo cual haría todo para que saliera huyendo o en su defecto lo botaría en la primera oportunidad.
—No, no es eso, es solo que…— empezó sonriendo— Todos hablan cosas malas de ti Tony.
—¿Enserio?, ¿Por qué?, Si soy tan encantador.
—Porque no te conocen— respondió volteándole a ver— Dicen que eres egoísta, ególatra, un idiota sin sentimientos… y yo… yo también lo llegue a pensar, pero ahora sé que no eres así, se cuanto valoras tu privacidad tu independencia, y que me permitas a mi estar aquí, dice mucho de ti, gracias Anthony— sonrió el Capitán poniéndose de pie— Sabía que no me podía enamorar de una mala persona.
—¿Disfrutas arruinando mis planes verdad?— preguntó enojando Stark, ¿después de eso como correrlo?, pensó para luego caminar, dejarse caer en la cama, tomar un control que hizo que una enorme pantalla bajara igual que se dejaran ver un sofisticado equipo de audio en la habitación, Donde se empezó a ver y a escuchar un concierto de AC/DC comenzando con la canción de Thunderstruck, todo ante la mirada extrañada del Capitán.— Tú tienes la culpa, así que ni una palabra— le amenazó el multimillonario.
“Debe ser el embarazo” fue lo que Steve pensó.
Mientras tanto lejos de allí en un departamento bastante lujoso, Loki se encontraba sentado con un elegante conjunto de pantalón negro y camisa de vestir verde que resaltaba sus ojos, los cuales se perdían en la laptop portátil que tenía en las piernas.
—Hola hermano— saludó Thor entrando por el balcón de la puerta.
—Thor, quizá no eres consciente pero… después de la relación que llevamos es bastante raro… y algo enfermo que me sigas llamando hermano— comentó el peli negro sin mirarle.
—Es una costumbre – se encogió de hombros el dios rubio caminando hasta el para sentarse en el sillón que el otro tenía enfrente.
—¿Cómo te fue hoy?
—Bien, lo bien que me puede ir sin poderes y viviendo en un mundo de seres bastante inútiles.— agrego con desdén.
— Loki, ya hablamos de eso, bastante indulgente fue la corte en solo quitarte tus poderes y mandarte en tu “exilio” a un lugar como la tierra y no a alguna de las prisiones…
—Si, si lo sé, soy muy afortunado— agregó cerrando la portátil para dejarla de lado.
—¿Y tú?, ¿Qué tal te fue saludando a tus amigos los vengadores? — preguntó poniéndose en pie y caminando a su habitación, seguido del dios.
—Bien… me entere de algo muy… interesante—sonrió el rubio al observar como el otro se cambiaba.
— Que bien… ¿y podrías cambiarte tú también en vez de seguir mirándome así?, este día me dejo agotado Y quiero dormir.
El señor de los truenos torció un poco la boca para luego comenzar a desnudarse y colocarse unos simples pantalones blancos… a él normalmente le gustaba dormir desnudo pero había muchas cosas que había tenido que cambiar al vivir con Loki.
—¿Por qué no te dormiste antes si estabas tan cansado?— preguntó el rubio abrazándole por la espalda.
El dios de la mentira se relamió los labios— sabes que desde hace mucho que no puedo conciliar el sueño si tú no estás conmigo— contestó sonrojándose un poco.
—Eso me agrada— dijo dándole un beso en la nuca.
—Pues a mí no— agregó el menor intentando zafarse de los brazos del otro, logrando solo con esto quedar de frente a él.— ¿Que… que interesante cosa descubriste?— preguntó intentando desviar el tema.
—Que los hombres de aquí se pueden embarazar.
—Eso no es cierto, los he estudiado y…
—No, pero el DR. Banner halló la forma de lograrlo.
—Muy bien por él…
—Loki, me gustaría tener un bebe.
—Pues tenlo, pero no me cuentes a mí para eso.
—Loki…
—Puedes tenerlo con esa… horrible humana con la que— el dios del trueno le calló con un beso y como todo lo que se refería a él, Loki no pudo hacer otra cosa que corresponderle, seguirle, besarle de la misma manera intensa en la que los labios de su “hermano”, se lo demandaban.
—Hermanito… no puedo hacer eso. – comenzó con una sonrisa el rubio, haciéndolo caminar de espaldas, hasta caer ambos en la cama— Porque eso implicaría— relató besándole los ojos, la barbilla, el cuello— que yo hiciera algo como esto con ella— habló abriendo de un tirón y de forma un poco salvaje la pijama verde que el menor tanto se había esmerado en ponerse—Dime… ¿estarías dispuesto a dejar que yo le hiciera esto a ella?— preguntó bajando con su lengua hasta los rozados botones del otro comenzando a lamber uno cual caramelo mientras pellizcaba el otro delicadamente, recibiendo deliciosos gemidos a cambio.— Dime, ¿me dejarías?
—La…ahh… la mato… antes de que…aaah…suceda…— jadeó entrecortadamente para jalar la cabeza del mayor arriba de nuevo y besarlo posesivamente.
—Creí que estabas cansado Loki— sonrió el dios al separarse, a lo que el menor le miró torciendo la boca.
—Muy bien si no quieres...— comenzó dándose la vuelta intentando quitarse al otro de encima. Permitiéndole a su hermano quitarle por entero la parte de arriba del pijama.
—¿Quién dijo que no?— cuestionó el príncipe de Asgard posicionándose encima de su “hermano”, mordiéndole un oído mientras frotaba su creciente erección contra la retaguardia del hechicero.
—Thor… —murmuró entre un suspiro mientras sentía como su prenda inferior era bajada despacio dejando al descubierto toda su piel.
—Hermanito… desde pequeño eras tan hermoso— le susurró al oído, para luego bajar dejando besos por toda la línea de la clavícula, contando con su lengua cada uno de los frágiles huesos hasta llegar a sus glúteos.
—Déjalo…ah… pervertido— decía más por costumbre que por otra cosa, ya que ambos sabían que lo que menos quería Loki era parar.
Thor en tanto se divertía jugando con la pequeña entrada del menor, lambiéndola con lujuria esa que solo su pequeño “hermano” era capaz de desatar en él.
Sonriendo, hizo su camino de vuelta hasta la nuca de Loki, dejándole un intenso beso allí. Para luego dejar caerse en la cama, acomodándose, dejando a un azabache excitado y perlado en sudor.
—¿Qué pretendes hijo de Odín?— preguntó molesto incorporándose poco a poco sobre sus codos ya que las caricias previas le habían dejado flaqueando las piernas.
—Bueno es que tengo nostalgia de mi niñez—soltó simplemente, llevándose una mano bajo su pantalón dejando libre su miembro masturbándose a la vista del otro.
—¿Y te masturbas recordando eso? Eres un raro— soltó causando una honda carcajada en el otro.
—No me malinterpretes— habló dejando de darle atención a su enorme erección para enderezarse un poco y jalar al menor de la muñeca, hasta dejarlo sobre él.— Es que recordé lo mucho que te gustaba montar y bueno… ¿no te gustaría hacerlo esta noche?— preguntó deslizando sus manos desde los hombros hasta la baja espalda, tomándolo fuerte de los glúteos.
—Eres un maldito pervertido.— Fue lo único que dijo el azabache, pero excitado, y obediente como siempre a los caprichos sexuales del dios rubio, se incorporó apoyándose en los enormes pectorales, y movió sus caderas hasta quedar posicionado sobre el miembro del príncipe Asgardiano, comenzándose a penetrar lentamente con él, tentando apenas la punta introduciéndola con parsimonia a sabiendas que esto desesperaba y excitaba al mismo tiempo al otro.
Thor que se encontraba ya desesperado tomo las caderas de Loki, bajándolo por completo ganándose un placentero grito por parte del gigante de hielo, no se movió solo se incorporó lo suficiente para besarle mientras su manos parecían impregnarse en las blancas caderas.
—Salvaje— fue lo que escuhó de los labios del hechicero, mientras cual gatito se los lamia entre suaves jadeos.
Después de unos momentos de estar así Loki sin soportarlo empezó a moverse a lentos compases, los cuales se fueron aumentado de intensidad al igual que sus gemidos, el menor se movía frenético, repitiendo el nombre del otro una y otra vez, mientras que Thor le embestía y marcaba su cuello y hombros a la par, mordiendo con delicadeza esa blanca piel que sabía mas dulce que cualquier postre.
Los movimientos se volvieron erráticos Thor le empujo contra la cama quedando posicionado encima de él, y con las piernas semi dobladas tomando control de las embestidas, sentía ya la comprensión de su miembro que le anunciaba la venida del orgasmo, llevó una de sus manos a la entrepierna del azabache que se limitaba a gemir bajo su peso y a enterrar las uñas en la cama de forma felina.
Thor se inclinó para besarle de manera lenta y profunda, beso que fue interrumpido por un fuerte gemido de sus gargantas al terminar ambos en un orgasmo increíble.
El mayor se dejó caer sobre su pecho intentando recuperar su respiración al igual que Loki, que llevó sus manos a las doradas hebras enredándolas, hasta recomponerse un poco.
—Quítate, me tengo que duchar— dijo empujándole un poco.
—Un poco más Loki.— Pidió escondiendo su cabeza en el cuello del contrario.
—Estoy sucio y pegajoso y tú también quítate. – volvió a pedir a lo que el rubio se incorporó un poco apoyándose con ambas manos a los lados de la cabeza del menor detallando sus facciones atentamente.
—¿Pasa algo?— preguntó ante la mirada de escrutinio.
—De verdad un hijo tuyo me haría muy feliz— habló con una boba sonrisa.
El menor se levantó dándole un rápido beso— De verdad estás loco hermano— fueron sus palabras antes de deshacerse por fin de la prisión que eran los brazos del mayor, levantarse de la cama y caminar al baño ante la mirada atenta del otro.
—Quizá ahora no hermanito… pero luego— sonrió dejándose caer en la cama con los brazos extendidos.