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En construcción por Sakkura Princess Yaoi

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Notas del capitulo:

Primero dejenme disculparme por la tardanza, pero la inspiración se me fue, segundo, perdón por lo apresurado de la contestación en sus comentarios, pero ando de prisa, en los siguientes prometo darme más tiempo, pero es que ya quería subirles este cap, y no me permito hacerlo antes de contestar comentarios!!!

 

PLAZA DE TETRE

 

 

 

 

 

Faltaban diez minutos para que fueran las siete de la tarde en la hermosa ciudad de París, Anthony Stark se encontraba sentado en una sala de juntas completamente perdido en su mundo, mientras un sujeto hablaba de ventas y grandes sumas dinero, al tiempo que otros preguntaban y opinaban al respecto.

—¿Señor Stark y usted que opina?— preguntó el joven hombre con un marcado acento francés.

—Que es un idiota.

—Mais qu'at­il dit?— Gritó en su idioma para luego repetirlo — ¿Pero que ha dicho?

—Tú no muchacho— manifestó Stark. — ¿Saben qué?, ya me aburrí— empezó poniéndose de pie, para caminar a la salida de la habitación, dejando sumamente extrañados a los presentes, pues si bien era de todos conocido la excentricidad del millonario, en sus negocios era bastante serio— Excusez­moi messieurs, de vous voir plus tard*— se disculpó Tony a modo de despedida. (*Discúlpenme señores los veré luego)

 Dicho esto cerró las puertas del lugar tras de sí caminando apresurado por  los pasillo, seguido al instante por otro joven muchacho, representante de sus negocios en ese país.

—Señor Stark, señor Stark espere— llamaba el chico de cabellos negros, llegando a su lado algo agitado. –Señor no puede abandonar una junta por que se ah aburrido.

—Corrección, tú no puedes dejar una junta por que te has aburrido, yo soy Anthony Stark, yo sí puedo hacerlo, y como tú no eres yo, evidentemente, regresa ahí e inventa una excusa de porque me fui.

—Pero, pero señor…

—Vamos  Maxwell, que los inversionistas pueden molestarse—  dijo deteniéndose para tomar de los hombros al menor, y voltearlo hacia el camino de dónde provenía.

—Señor Stark….

­—¡Ya! ¡Ve!, que se me hace tarde para ver a un idiota.

—¿El que mencionó en la sala?— preguntó confundido.

—Ese mismo, así que muévete, rápido, rápido— apresuró empujándole, para luego darse la vuelta y seguir con su camino.

 Una vez abordó su lujoso auto, comenzó a conducir sin un rumbo especifico. Después de la pelea de esta mañana, el capitán había salido de la habitación sin decir nada, fácilmente pudo haberle pedido a J.A.R.V.I.S que lo localizara, pero entonces habría cometido la locura, que estaba a punto de hacer en aquellos momentos, la cual consistía en ir y disculparse con el Capitán por su forma de actuar esa mañana, ¿y cuál era la locura siendo que sonaba todo bastante lógico?; Sencillo, que Stark nunca se disculpaba, mucho menos de algo que a su criterio y para su persona estaba bien.

Y es que lo que le dijo al Capitán era cierto. Lo mejor era que se mantuvieran en una relación sin sentimientos.  Por el bien del mismo Steve, Stark no sabía cómo mantener una relación sería, siempre terminaba dañando a las personas a su alrededor por su forma de hablar, su egocentrismo, y su personalidad en sí, todo lo hacía por el bien del rubio, porque de verdad le quería, pero claro eso era algo que no se podía permitir decirle. Sin embargo… dolía, y bastante la tristeza que notaba en los ojos de Steve.

—Maldita sea.— exclamó golpeando el volante— Jarvis, localízame a Steve— Pidió a lo que la maquina enseguida le señalo en el GPS del auto la ubicación del otro.

Se dirigió a donde le indicaba, a la colina de Montmartre, más exactamente a La Plaza de Tertre, estacionó su auto en una de las calles para buscar entre la gente y los cuadros de pintura a Rogers, se movía entre los artistas y turistas con algo de desesperación, cuando una pequeña multitud de chicas que a leguas se notaban turistas llamó su atención, se acercó lentamente notando como todas estaba atentas observando el trabajo de un artista, aunque no era que las pintura les interesara, si no el rubio joven sentado en un pequeño banco, al que el viejo y canoso artista retrataba.

—Es una pena que aunque se note su gran talento señor, no logre captar por completo, lo tremendamente guapo que es el Capitán— comentó Stark en voz alta caminando hasta pararse a un lado del hombre, confirmando con esto las sospechas de las chicas de alrededor que comentaban preguntándose si aquel chico era o no el afamado súper héroe.

—Uno nunca cree que nada se iguale a la belleza de la persona que ama— le respondió el hombre afablemente en un perfecto español*. Ante la mirada de sorpresa de Steve que ya estaba seguro que Stark no lo buscaría. (*Sé que ellos hablan inglés, pero me pareció raro ponerlo así)

— Tiene toda la razón – sonrió Anthony caminando hasta el Capitán para darle un suave beso.

Steve que se había ya recompuesto por la aparición del castaño se volvió a sorprender por aquel gesto, y es que, aunque era normal que Tony le besara en público. La manera en que lo hizo esta vez era completamente diferente a las anteriores, o al menos, así lo sintió.

—Lo siento chicas como notan, este apuesto soldado ya tiene dueño— les habló a las muchachas, las cuales soltaron pequeñas risitas y frases como “que linda pareja” mientras se disipaban por el lugar. En cuanto Rogers, desvió la vista, solo estaba marcando su territorio ¿Cómo pudo pensar que era algo diferente?

—El cuadro está terminado señor— señaló el viejo, entregándole a Stark el retrato de Steve.

  —¿Cuánto le debo?— preguntó el millonario.

—Stark, yo lo pagare.

—El señor me dio el retrato a mí, yo lo pago.

—Stark…

—Steve, no me discutas.

—¿A que viniste?

—Necesitamos hablar.

—¿Ahora eres tú el que cree eso?

—Precisamente.

—Tony, mira si tú piensas que vamos hacer las cosas siempre cuando tú…— El Capitán fue interrumpido por el sonido del celular de Stark, este activo él mano libres y se fue a una zona despejada para empezar a vociferar en francés.

—El de verdad lo ama Capitán— le comentó el anciano.

—Señor Kingston, con todo respeto, no creo que sepa lo que dice, no lo conoce. — negó el rubio mirando al otro moverse de un lado a otro haciendo ademanes con las manos.

—Oh, claro que lo sé, usted es mayor que yo, por lo que he escuchado, pero no vivió todos esos años, yo sí, y le puedo decir que ese hombre de allí lo ama.

—¿Por qué esta tan seguro?— preguntó confundido el capitán mientras se metía las manos en su chaqueta de cuero café.

—Porque lo ve de la misma manera que Frederick me veía a mí.

— ¿Frederick?

—Así es Capitán, yo viaje aquí después de la guerra a buscar a Marian una enfermera que había conocido y de la que me había enamorado, la encontré casada, no sabía qué hacer, era muy joven y estaba en un país extraño, entré un bar y allí le conocí, un ex comandante francés, que pese a los prejuicios de aquella época no negaba quien era, y se enamoró de mi— sonrió con dulzura el anciano— y me fue conquistando poco a poco, el gozaba de una gran fortuna y me pagó la carrera de artes, siempre me atosigaba con regalos costosos, me cuidaba como a una chica, pero era su manera de decirme lo mucho que me amaba, ya que las palabras nunca fueron su fuerte.

—¿Y el donde está ahora?

—Murió hace 7 años.

—Lo lamento.

—No se preocupe, fueron 56 años de feliz relación que siempre agradeceré.

—Maldita sea— murmuro Stark llegando de nuevo donde los otros. –Disculpe, ¿Cuánto me decía que le debo?

—Solo haga feliz al Capitán Señor— le sonrió el anciano tomando su caballete para alejarse con él.

—Que hombrecito tan más extraño, creí que alguien de tu época se horrorizaría por que su héroe estuviera en una relación así.

—Bueno ya viste que no.

—¿Caminamos?

—¿Caminar?

—Poner un pie delante del otro para llegar a otro lugar.

El rubio medito unos segundos lo que el otro el viejo le había dicho para luego voltear a ver a su alrededor y aceptar, haciendo un movimiento afirmativo de cabeza.

El moreno comenzó a caminar, despacio entre la gente sin decir ni una palabra. Seguido del rubio que caminaba a su lado.

—¿Y a donde vamos?

—No lo sé— contestó Stark siguiendo con el camino, podemos sentarnos en una de las terrazas de un café, el barrió de los pintores aquí en Montmartre es bastante apacible.

—Conoces muy bien Paris.

—Y muchos lugares del mundo Capi, siempre me doy tiempo para disfrutar de las maravillas de la vida.

—Si, eso es de bien conocido por todos. — comentó el capitán, recibiendo en respuesta una sonrisa del castaño.

—Bajemos— indicó Tony acelerando el paso, a lo que el otro frunció el seño ligeramente siguiéndolo hasta llegar al pie de una largas escaleras que se notaban vacías y que fácilmente tendrían más de setenta escalones. —Las escales de Montmartre, la entrada y salida del barrio de los pintores enmarcada por las cúpulas de Sacre Coeur – explicó al llegar al principio de estas.

—¿Y a donde llegaremos al bajarlas?

—Buena pregunta. — respondió Tony más que para el Capitán para sí mismo, dando el primer paso descendiendo de nuevo en silencio, hasta llegar a la mitad del empinado lugar y darse media vuelta para casi toparse de frente con Steve —Muy bien, es ahora.

—Stark estas muy raro.

—Silencio y escucha Capi paleta, yo me quiero disculpar por lo de esta mañana.

—No te preocupes, tú eres tú, ya debería estar acostumbrado a cosas como esas.

—Bueno si ya deberías, pero no lo estas, es el problema, no lo estas y nunca lo estarás porque estás enamorado de mí.— declaro viéndole.

—Stark, de verdad, si esto es una disculpa no lo estás haciendo bien.

—Es mi primera vez Rogers no presiones, decía, sé que te duele todo lo que te digo y hago, pero quiero que entiendas que es por tu propio bien, ¿correcto?, así que no quiero que me vuelvas a poner esa cara de borreguito herido.

—Stark, te lo repito esto no parece una disculpa.

—Pero lo es, que exigente eres Capi, ahora déjame terminar.

—¿Aún hay más?

—Silencio, si hay más,  y más te vale que lo aprecies,  lo que te digo es porque no quiero hacerte daño, no quiero mentirte diciendo que tendremos una relación como Banner y Barton, por que será peor cuando me veas aparecer en una revista, besándome con alguna chica o chico.

—¿Me estas avisando que me engañaras?

—Claro que no, Rogers, por dios no entiendes nada. — El capitán se notaba muy confundido no tenía la menor idea de adonde quería llegar Stark con todo eso. — Steve, me gustas, no bueno… — caminó un poco para recargarse en el faro de luz y dar una honda respiración— más bien diría que te amo, y yo como me lo dijiste una vez, soy un estúpido egoísta y no quiero que tu sufras por eso— declaró ante la mirada de asombro del rubio— es una de las cosas por la que estoy contento de tener un hijo contigo— dijo acariciándose el vientre— seré un pésimo padre, pero al menos el bebé tendrá un buen padre… a ti, ¿Entiendes ahora porque no podemos estas involucrados sentimentalmente?

—No.— contestó de manera simple Steve, le acababa de decir que lo amaba, y quería que entendiera que no podían estar juntos. Eso no estaba bien.

—Muy bien quizás me apresuré en eso de buen padre…— se dijo Stark mirando escaleras arriba. — A ver, ¿Qué hago para que lo entiendas Rogers?, ¿Cómo te lo digo?... Tu mereces a alguien mejor que yo, con el bebé ya tengo suficientemente atado a mí para variar, creía que antes todo estaba bien, solo teníamos sexo y estaba seguro que tarde o temprano me terminarías despreciando por la manera en que te trato, estaba seguro de ello, pero ¡Ah no! Tienes que ser una maldita buena persona y amarme, ¿Sabes cómo dificulta eso mis planes? Eres un desconsiderado. — Steve parpadeo un par de veces al verlo, de verdad que Tony era… Tony.

—Anthony— llamó sonriendo— no tienes porque tener miedo.

— ¿Tener miedo?, ¿Quién dijo que tengo miedo?, de verdad o esos años congelados te dejaron inservible el cerebro, o en la guerra te dieron un buen golpe, hay que analizarlo, ¿Desde cuando eres así de to…?

Stark fue silenciado por lo la boca del soldado que tomó su rostro entre las manos y le besó de manera demandante presionándolo entre su cuerpo y el faro, Stark abrió los ojos como platos para luego cerrarlos lentamente y corresponder al beso, que se fue tornando mas lento y profundo. Sus manos se deslizaron por la espalda del otro, arrugando la chaqueta entre sus dedos, mientras sentía una de las manos de Steve bajar hasta su cadera, se separaban a cortos momentos para volver a tomar aire y besarse de nuevo, y es que por fin Steve había logrado descifrar al impresionante Anthony Edward Stark, tenía miedo a lastimarle, y tenía miedo a salir lastimado, un miedo terrible derivado de la vida que había llevado, pero ahora que sabía que su amor era correspondido, haría todo lo posible por demostrarle a Tony, que él era todo lo que necesitaba para ser feliz.

 

Mientras pasaba eso en E.U eran las tres de la tarde hora de la comida y precisamente eso era lo que hacían dos de los vengadores, más exactamente Clint y Banner, que se encontraban en una de las terrazas de un elegante restaurante,  comían animadamente esperando a Thor.

El dios llego, vestido con un conjunto de pantalón de mezclilla, chaqueta negra y camisa blanca, saludándoles con una sonrisa, ante la mirada sorprendida de estos.

—¿Y el martillo y tu capa?— preguntó Barton una vez el otro se hubo sentado.

—Bueno si no es necesario que los use, no se para que traerlos además esto es más práctico—contesto el rubio.

—¿Loki te obligo no es cierto?— le preguntó Bruce con una sonrisa, llevándose un pedazo de la fruta picada a la boca.

—Si— aceptó suspirando resignado.

—Eso mi amigo, se llama tener esposa en casa, no puedes hacer muchas de las cosas que te gustan por complacerla, es bastante molesto a veces, te entiendo.

—¿Cómo que lo entiendes?— le cuestionó ojo de halcón, mirándole de la misma manera que cuando observaba uno de sus blancos.

—Yo, no… no lo malinterpretes Clint, no lo digo por ti.

—Ah,  entonces, ¿tienes alguien más a quien puedas referirte como esposa?

—No, bueno eso tampoco.

—¿Entonces si es por mí? — continuaba mientras la mirada de Thor solo iba de una persona a otra.

—Veo que me entiende Doctor, vera, yo vine aquí precisamente a hablarle de Loki— intervinó intentando acabar con la mini discusión.

—¿Qué le pasa a Loki?, ¿Esta bien? — preguntó interesado Clint.

—Sí, él está bien— contesto Thor algo extrañado por el tono del otro— El punto es que el… ha aceptado.

—¿Aceptado?, ¿aceptado que?— cuestionó Banner.

—Ha aceptado tener un hijo conmigo.

—¿Enserio? — sonrió ampliamente el asesino— Loki se verá muy bien embarazado. — comentó recibiendo dos miradas muy extrañadas –Digo Loki es un hombre muy lindo… y… la última vez que lo vi con  traje…

—¿La última vez que lo viste con traje?—  cuestionó Thor viéndole serio.— ¿Cuándo fue eso?

—Si, ¿Cuándo?— preguntó esta vez “Hulk” mirándole muy interesado.

—Pues…— en ese momento el teléfono del espía comenzó a sonar— Bueno, si aquí Barton, si iré enseguida señor.

En la línea— ¿Señor? ¿De qué hablas Clint?— preguntaba una extrañada Natasha.

 —Lo siento mi amor, al parecer una misión, algo sin importancia pero tengo que ir— comentó taponado la bocina del celular y dándole un beso rápido en la boca para luego despedirse de un saludo rápido de Thor, volvió a tomar el teléfono móvil – Si señor, ya estoy yendo para allá, no se preocupe.

—Clint estás loco— le regañaba la pelirroja por el aparato.

—¿Eso pasa seguido?— preguntó el rubio al doctor una vez el otro se hubo ido.

—Más o menos.

—Bueno volviendo al tema de Loki, ¿cree que sería posible?

—Quizá— asintió Banner, tomando un poco de pastel que su novio había dejado— Tengo que hacer varios cálculos y análisis para que no haya errores, lo de Tony fue un accidente, no sé si el mismo proceso de el mismo resultado, pero no dudes que en cuanto tenga todo te lo haré saber.

—Se ve más accesible que la última vez que lo cuestione al respecto.

—Bueno como te dije, cuando tienes esposa todo cambia. 

Notas finales:

Espero les haya gustado!! ñ_ñ 

Ya saben sus comentarios criticas! etc! todo es bienvenido! Y son mi aliento para seguir!

que estén de lo mejor! Cuidense!


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