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La historia no contada por lizergchan

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Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, sino a su autora J. K. Rowling, este fic lo hice sólo y únicamente como diversión.

Parejas: SiriusxOC, Harryx¿? (por el momento)

Aclaraciones y Advertencia: Este fic es YAOI (lo siento pero no me gusta el hetero), semi AU, Lemon, fantasía, gore, tortura y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

 

La historia no contada

 

 

Capítulo 15.- Daga de cuarzo

 

 

 

Cuando Sirius Black conoció a Tonalli, creyó que era una serpiente más (o aún peor, dada su condición de noble), pero no pudo estar más equivocado. Tonalli era noble, valiente, tanto como un Gryffindor; sin embargo, también era astuto, ambicioso, determinado… todo un Slytherin. Pero había algo en él, algo diferente que Sirius no lograba comprender del todo y que irremediablemente le atraía.

 

Era su quinto año en Hogwarts. El último fin de semana antes de San Valentín; los merodeadores habían decidido ir a Hogsmeade, pues James quería buscar un regalo adecuado para Lily; tenía pensado pedirle que fuese su novia durante la fiesta.

 

—Ya se tardaron —bufó Sirius. Él y James esperaban a los otros para iniciar su día de compras, sin embargo, ninguno de sus amigos había llegado.

 

Pasaron unos minutos antes de que Remus Lupin y Peter Pettigrew aparecieran, pero Tonalli no estaba con ellos. Sirius bufó, quizás había decidido salir con Snape o quedarse a estudiar, él solía pasar mucho tiempo en la biblioteca, tratando de comprender las costumbres fuera de su reino.

 

—Llegan tarde —los regañó Black —. ¿Dónde está Tonalli?

—No lo sé —habló Peter. —Está mañana lo encontré de camino al Gran Comedor y dijo que saldría con Lily. Que no lo esperáramos.

 

James frunció el ceño. Tonalli sabía de su interés por Lily, ¡maldita serpiente rastrera! Seguramente intentaba cortejarla y muy a pesar del castaño, la pelirroja parecía encantada con el Slytherin, ¿Cómo culparla? Quetzalcóatl era inteligente como ella, podían pasar horas hablando del mundo muggle de donde Evans provenía, además, provenía de un país exótico, era príncipe; Potter, aunque de buena familia, no podía competir contra Tonalli.

 

Sirius frunció el ceño al ver a Jemes deprimirse. Ahora comprendían la razón por la que Lily pasaba tanto tiempo últimamente con Tonalli: tenían una relación.

 

—Hay que arruinarles la cita —dijo Black y Potter asintió con la cabeza.

 

Remus y Peter suspiraron con pesar; ¿Cuándo esos dos dejarían de ser tan infantiles y admitirían sus sentimientos?

 

 

 

En Hogsmeade, Lily y Tonalli se encontraban en Honeydukes; la pelirroja ayudaba a su amigo a encontrar algo perfecto para regalar a la persona que le gustaba, pues quería declararse a Sirius en San Valentín. Quetzalcóatl había visto las señales en Black y creía tener alguna oportunidad. El problema era las cosas que la pelirroja le sugería; todo demasiado cursi y ni su futuro león (porque lo sería), o él lo eran.

 

—¿Qué tal esto? —dijo Lily mostrándole una caja de chocolates en forma de corazón. Tonalli arrugó la nariz.

—Sirius no gusta mucho de chocolates —quizás habría sido mejor pedirle ayuda a James, pero de hacerlo, se arriesgaba a que Sirius se enterara; Remus era buena opción, pero era tan amable que lo hacía sentir incómodo; Peter era un idiota; estaba Severus, su amigo (único en realidad), dentro de los Slytherin, pero él odiaba a Sirius y dudaba que se prestara para encontrar un presente digno de Black.

—Tonterías, a todos les gusta el chocolate, incluso a ti y eso que eres un amargado —comentó Lily —. Irá bien con un ramo de rosas.

—El chocolate viene del cacao, que es muy importante en la mayoría de los reinos místicos —suspiró. —Sirius no es una mujer.

 

Tonalli seguía sin comprender por qué no podía darle simplemente la daga de cuarzo que él mismo había hecho; era algo común en los reinos místicos durante el cortejo regalar cosas hechas por ellos mismos, en especial si eran amuletos mágicos o protecciones, como en este caso.

 

—¿Un diario? —Tonalli negó con la cabeza. —¿Un libro? —otra negativa. Lily suspiró derrotada. —¿Y si vamos por una cerveza de mantequilla mientras pensamos en otra cosa?

 

La idea le agradaba, aunque él preferiría una buena taza de cacao caliente con algo de chile,* pero no se podía tener todo en la vida.

 

De camino a Las Tres Escobas, se encontraron con Snape, quien se unió a ellos, gustoso —no todos los días podía disfrutar de la compañía de Lily sin que James y su banda de matones alrededor—.

 

 

¡Eso era el colmo! No sólo la serpiente traicionera de Tonalli estaba con Lily, también el idiota de Snape. James estaba a hirviendo de celos; lo peor, fue cuando Evans tomó la mano de Quetzalcóatl y le sonreía.

 

—¿Por qué quieres regalarle algo a Black? —cuestionó Snape, una vez les llevaron su pedido.

—Falta poco para el cumpleaños de Sirius —dijo Tonalli. Severus elevó una ceja, obviamente no le creía. —Mis intenciones son eso: mías.

—Oh, vamos Sev, es obvio que Ton está enamorado de Sirius, lo ha estado desde primer año.

 

Tonalli rodó los ojos; no tanto por el sobrenombre que la pelirroja le puso desde que iniciaron su amistad. Era increíble que Lily fuese capaz de ver algo que nadie más sabía (salvo el involucrado), pero ser completamente ciega a los sentimientos de Snape, quien babeaba por ella. Patético. Irónico. Triste. Definitivamente no envidiaba a su amigo.

 

—No sabía que tuvieras tan malos gustos —dijo Snape altivo—. Aunque supongo que los estándares de buen partido en tu país son más… bajos que aquí.

—Muy por el contrario —habló Tonalli, adoptando una actitud diplomática —. Siendo yo, un candidato al trono de Tollan; debo elegir a alguien digno de regir a mi lado, alguien que sea: inteligente, astuto, de buen corazón (para que ame al pueblo), fuerte y sin temor a hacer lo necesario para conseguir sus propósitos —hizo una pausa para beber un poco de su cerveza de mantequilla —. En Hogwarts hay cuatro candidatos que llamaron mi atención; tres se encuentran en un triángulo amoroso —Snape comprendió rápidamente de quienes hablaba —, pero aunque no fuera así, seguiría viendo a Sirius como mi única opción.

—¿Por qué es un bastardo Black, hijo de puta? —dijo Severus ganándose un codazo por parte de Lily.

 

Tonalli sonrió, ¡oh!, vaya que Sirius era un bastardo de mierda cuando se lo proponía, eso, con seguridad haría que Yoloxochitl se volviera loco; su padre seguramente lo vería como una traición a la pureza de la sangre de su familia, los descendientes directos de Quetzalcóatl. El Slytherin gozó con el pensamiento; imaginando que al hombre le daría un infarto y el Mictlan lo reclamaría y por fin, su tsjtsin sería libre de ese asqueroso que no merecía llevar el título de Tlatoani.

 

Quizás, si Sirius no lo aceptaba, podía buscar a una bruja o mago europeo, aunque no sintiera atracción, sólo para conseguir que su padre se muriera por la furia. Tonalli desechó la idea inmediatamente. Lo que sentía por Black iba más allá de una simple atracción u hormonas adolecentes. Quería todo de él.

 

—Sus ojos son mi luna y su sonrisa mi sol —Snape bufó; esa frase era ridícula e indigna de un Slytherin, pero muy parecido a lo que diría un Hufflepuff. Por el contrario, Lily lo consideró demasiado adorable y tierno.

 

¡Mujeres!

 

Tonalli miró a cierto punto del local; alguien los observaba, o al menos era lo que sus instintos le decían, sin embargo, sus ojos no veían nada.

 

—Regreso en un momento —se levantó y salió del establecimiento, adentrándose en una callejuela, donde casi nadie transitaba. De pronto, Tonalli fue lanzado de espaldas, golpeando su cabeza contra el suelo.

 

—Maldita serpiente traicionera —James estaba sobre él, ya sin la capa de invisibilidad.

—Te sugiero que me sueltes o me veré obligado a romperte algo —dijo Tonalli con el tono casual de quien habla del pasto creciendo. Potter rió con ganas.

—Oh, ¿y cómo lo harás? Tú, el gran guerrero, ni siquiera te diste cuenta que un mocoso te seguía.

—Sabía que estabas en Las Tres Escobas, por eso salí —lo miró sin expresión —. Tus celos no son precisamente silenciosos, mucho menos tu respiración —se encogió de hombros. —No podía dejar que hicieras una tontería frente a Lily. Ella no te lo perdonaría y tú tampoco.

 

James enfureció más. Golpeó a Tonalli repetidas veces, pero el moreno no se quejó, tan acostumbrado a recibir palizas como lo estaba; cuando Yoloxochitl, Tlatoani o alguno de sus hijos lo molían a palos, debía permanecer en silencio o le iría peor, le costó mucho, pero logró hacer a un lado el dolor y eso, para el disgusto de sus medios hermanos lo volvió aún mejor guerrero.

 

—¿Terminaste? —dijo Tonalli. Sentía el gusto metálico de la sangre en su boca; le costaba respirar, seguramente su nariz se había roto.

—Eres un maldito —contestó Potter con voz cansada.

—¡James! —Sirius el resto de los merodeadores por fin se habían dignado a aparecer. Black separó a James de Tonalli, quien se levantó con cuidado; escupió un poco de sangre y suspiro al notar sus ropas sucias.

Quizás los golpes de Potter no se comparaban a los de sus medios hermanos, pero eso no lo exentaba de lo hinchada que se pondría su cara.

—¿Estás bien? —le preguntó Remus al moreno, éste asintió con la cabeza.

—Que bien, porque yo te dejaré peor —rugió Sirius y se lanzó contra Tonalli; está vez, Quetzalcóatl esquivó el ataqué e inmovilizó a Black, de un solo movimiento.

—Pensé que los magos “civilizados” no se rebajaban a recurrir a los ataques físicos, como lo hacemos los “salvajes e incivilizados” habitantes de los reinos místicos.

—¡Tú te lo buscaste! —rugió James, quien era sostenido por Remus y Peter. —¡Sabes que Lily me gusta mucho y aun así has tratado de conquistarla!, ¡incluso estabas en una cita con ella!

 

Tonalli bufó. ¿Por qué tenía amigos tan idiotas que se dejaban llevar tan fácilmente por sus sentimientos? Miró a Sirius y la respuesta llegó sola.

 

—No tengo por qué dar explicaciones, pero en nombre de nuestra (obviamente), recién perdida amistad, se los diré —dijo al tiempo que se limpiaba la sangre con la tela de su túnica —. Hay alguien que me gusta y no es Lily —agregó antes de que James volviera a actuar como un neandertal —; ella sólo me ayudaba a escoger un regalo para esa persona, pues mi intención era declarar mis sentimientos durante San Valentín.

 

James frunció el ceño —Mientes —dijo con odio y Tonalli se encogió de hombros.

 

—Puedes preguntarle, si quieres —el moreno señaló la dirección por donde Lily y Severus venían.

 

Evans fue directo a Tonalli, al darse cuenta de la sangre; él le aseguró que estaba bien, gracias a los merodeadores que lo habían ayudado cuando recibió la “agradable” visita de uno de sus medios hermanos. Evidentemente, Snape no le creyó, pero prefirió mantenerse en silencio; por el contrario, se llevó a su amigo de regreso a Hogwarts para ayudarlo a curarse.

 

—¿Es cierto que ayudabas a Tonalli a buscar un regalo para la persona que le gusta? —dijo James una vez que se fueron los Slytherin. La pelirroja dedicó una disimulada mirada a Sirius, quien parecía molesto (celoso), y asintió con la cabeza.

—Él quería regalarle una daga de cuarzo, pero le dije que necesitaba de algo más… inglés.

 

Potter asintió con la cabeza; la culpa comenzaba a tomar terreno. Tonalli era honesto, un amigo leal, en una casa equivocada (porque era obvio que el chico tenía más de Griffindor que de Slytherin), y gracias a su estupidez, probablemente lo había perdido.

 

 

 

 

Sirius estaba enojado, pero también triste y sobretodo celoso. Tonalli sentía algo por Snape, al menos eso creía, después de todo, el moreno le prestaba mucha atención al Cara grasienta.

Los pensamientos de Black se vieron interrumpidos por Lily, quien llegó a la sala común a toda velocidad.

 

—Lily, ¿qué sucede?

—¡Se va! —lloriqueó Evans.

—¿Quién se va? —cuestionó James, él y Remus acababan de ingresar a la sala común desde los dormitorios.

—Tonalli, decidió regresar a su país, ¡por su culpa! —Sirius y James se miraron; tenían que detenerlo.

 

Los merodeadores corrieron lo más rápido que podían; su mapa* les indicaba que su amigo aún no dejaba las instalaciones de Hogwarts, aún tenían tiempo. No se detuvieron hasta dar con Tonalli, quien, efectivamente, cargaba un bolso de viaje.

 

—¡Tonalli! —gritaron a la vez, el aludido los miró entre sorprendido y confundido.

—Lily nos dijo que te ibas —él asintió con la cabeza.

—No puedes irte —dijo Sirius.

—¿Por qué no? —el moreno se cruzó de brazos. —Pensé que no querían tener a una “serpiente traicionara” cerca de ustedes, ¡oh, valientes leones!

 

James bajó la mirada; tan avergonzado como estaba, no se atrevía a mirar a Tonalli a la cara.

 

—Lo siento —dijo Potter —, no debí dudar de ti —Quetzalcóatl se encogió de hombros. Oh, en ocasiones (como esta), Tonalli hacía gala de su lado Slytherin; no planeaba dejarles las cosas fáciles.

 

Sirius miró a sus amigos; de todos ellos, Black era quien tenía una relación más cercana a Tonalli, al menos con el que se habría más. Les pidió a los merodeadores que los dejaran a solas y éstos, a regañadientes aceptaron; tenían la esperanza de que Sirius podría convencerlo.

 

—No te vayas —pidió Sirius, suplicante, sin embargo, Tonalli se veía decidido.

—¿Tengo motivo para quedarme? —cuestionó —. Tezcatlipoca tiene un sistema de enseñanza más estricto que Hogwarts. Lo que en esta escuela se enseña hasta quinto, allá lo hacen en los primeros años —y era verdad, era por eso que el moreno debía pasar los veranos aprendiendo en semanas, lo que otros aprendían en todo el año escolar, sin embargo, no le importaba, porque cumplía los deseos de su abuelo.

—No tiene que ver con la escuela. Yo no quiero que te vayas —dijo Sirius, desviando la mirada.

—¿Por qué? —Tonalli sabía la respuesta, pero deseaba escucharla. Black suspiró.

—Me gustas —el joven príncipe se acercó a Sirius; tomó sus manos, dejando en estas, una hermosa daga: la hoja era de cuarzo de una leve tonalidad gris, el mango estaba hecho con hueso de lobo y tenía incrustaciones de jade y oro.

 

Sirius observó el objeto, incrédulo; ¿Era él, la persona de la que Tonalli estaba enamorado? La respuesta llegó en forma de un beso: Tonalli lo besaba en los labios.

 

—¿Te quedarás? —preguntó esperanzado.

—Mi papá y abuelo me esperan —Sirius sintió ganas de llorar —. Pasaremos el fin de semana en Londres, pero regresaré el domingo por la noche —en ese momento, Black se dio cuenta.

—¿No pensabas marcharte del colegio? —Tonalli sonrió con picardía.

—No.

—Pero dijiste…

—Lily dijo que les siguiera la corriente —oh, definitivamente iba a matar a esa pelirroja, y a Tonalli por hacerle caso. Un beso cortó los pensamientos homicidas de Sirius.

 

Abrazados. Los dos se olvidaron de todo lo que les rodeaba y sólo se concentraron en lo único que valía la pena: el amor que sentían.

 

Continuará…

 

 

 

 

Tal vez a mucha gente no les agrade que interrumpa la secuencia de la historia principal, pero las voces en mi cabeza (y responsables de las cosas que escribo), pueden llegar a ser unas pu… si no hago las cosas que quieren (en el sentido creativo, claro), y luego paso días, semanas, meses o años (como ya lo han podido constatar), sin terminar un fic, ¡bien por esas voces berrinchudas! (sarcasmo) en fin, espero les guste.

 

 

Mapa de los merodeadores: La verdad no tengo ni idea de cuándo es que lo crearon, pero supongo que para ese entonces ya lo tenían.

 

Sobre el cacao y el chile: El chocolate, tal como ahora le usamos, no era conocido de los indios: lo que ellos tomaban venía a ser lo que hoy llamamos «cacao frío» o (espuma de cacao), y que aún se vende en los tianguis o mercados de los pueblos. Mezclaban con el cacao varias yerbas, especias, chile, miel, agua rosada, granos del pochotl o ceiba, y especialmente maíz. Conocían varios métodos para preparar la bebida; pero siempre en frío, y así se tomaba. Lo general era moler el cacao y demás semillas, desleír la pasta en agua, separar una parte y ponerla en mayor cantidad de agua, batir el líquido y pasarle varias veces de un vaso a otro, dejándole caer desde alto para que formase espuma.

 

(La última y nos vamos)

 

Otro punto. La pareja de Harry. Les diré que me encantan los retos y me presentaron uno que me resulta llamativo (aunque no por eso es 100% seguro que lo haré), y llegó en la forma de Neville. Pensaré en las posibles parejas y a ver qué pasa, aunque así como van las cosas o Harry termina forever alone o cometiendo incesto (esto es broma, no lo digo enserio, ¿o sí? XD)

 

 

Bueno, ahora sí, me despido que tengo que terminar el cap de Grimm (Sherlock) que tengo abandonado, bye, bye.

 

 


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