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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola a todos ¿que tal les va? n__n aqui les dejo el capitulo que sigue. Intentando remediar mi lentitud en la historia e acortado muchas conversaciones sin que se afecten mucho en el transcurso del capitulo, aun asi espero que lo entiendan y disfruten.

Tambien dejenme decirles que debido a la falta de opiniones sobre una peticion que les hice con anterioridad me vi en la necesidad de tomar una decicion.

Para los que no saben de que hablo, les dire que se trata sobre los hechos que distorcionan la personalidad de Fugaku en lo que es ahora. He decidido ponerlo como ANEXOS en los capitulos de acorde gemelo; al final podran leerlos estaran enumerados.

Aclaro que dichos anexos son solo para que se entiendan muchas cosas del fanfic en si. Bueno eso era todo creo...ñ__ñ

 

Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto-sama

Al día siguiente, Itachi había decidido llevar a los gemelos a la escuela, no quería que los emboscaran otra vez, por lo que era más seguro que él les llevara y trajera de la escuela mientras investigaba si había alguna manera de evitar ataques futuros. No podía decirles a los gemelos, pues temía que hicieran alguna estupidez, y para evitar eso tenía que ser más astuto que su padre.


Le había notado extraño la noche anterior, después de llegar los gemelos se habían ido a sus cuartos respectivamente, tenia sed y fue a la cocina por algo para tomar, cuando se topo con su padre tenía su traje desarreglado, la corbata desanudada y parecía ansioso. Había  mantenido una extraña y breve charla, donde solo pareció claro que él mayor, sabia de su encuentro de la tarde; lo que confirmaba sus sospechas de que fue idea de su padre. Pero aun así la actitud que había mostrado era algo extraña algo así como una mezcla de alivio y fastidio mesclados no sabría como describirlo en realidad.


Los gemelos hicieron acto de presencia en la estancia donde él les esperaba, arreglados con sus uniformes de la escuela y sus maletas en las manos el vestía casual unos pantalones de vestir claros y un bléiser color negro; en su cuello lucia un collar con pequeñas cuentas que parecían gotas invertidas que complementaban muy bien su atuendo. Los gemelos no estaban de buen humor, por el repentino interés de querer llevarlos a la escuela aun si la tenían de paso a  la universidad de Itachi era molesto que los tratara como niños.


-No pongan esa cara, -dijo algo sínico el mayor al notar el evidente enfado de los menores – Parecen que van a un entierro no a la escuela…


-No molestes Nii-san- respondió Sakura pasando de largo hacia la puerta, por su parte Sasuke no dijo nada y solo siguió a la menor con un gesto de encogimiento de hombros.  Itachi solo fingió suspirar desilusionado de lo cortantes que podían llegar a ser sus queridos hermanitos.


Minutos más tarde se encontraban ya en la entrada de la escuela, el flamante auto de Itachi deslumbraba, pero el conductor y sus pasajeros lo hacían un segundo plano. En la preparatoria los Uchiha eran súper populares, y eso era quedarse corto de palabras; Itachi había sido todo un rompe corazones durante su estadía, el sexy moreno con su peculiar personalidad era anhelado por muchas chicas y jóvenes aun después de graduarse gozaba de popularidad sin límite. Para los menores era de la misma manera Sakura era vista tanto por hombres y mujeres como una chica “Hermosa” poseía elegancia al caminar y su altura la hacía parecer una actriz o modelo.


Era bien sabido que su voz era uno de los mejores atributos que poseía la joven; la banda que habían formado tenía suficientes seguidores gracias a ella pero eso no cambiaba el hecho de que era inalcanzable; nunca había prestado mayor atención a ninguna persona que no fueran sus hermanos o su única amiga Hinata-sama, quien al ser de personalidad amable tenía también seguidores en la escuela.


Aun así Sakura era admirada con devoción por muchos. Sasuke, el príncipe de la escuela tenia enamorada  a más de la mitad de la escuela nadie escapaba a sus encantos, aun si era distante en ocasiones mostraba semblantes cálidos al mirar a su hermana y si eras un dichoso afortunado de ver aquel semblante serias incapaz de evitar enamorarte de él. Muchas de las alumnas de la escuela guardaban la esperanza vana de que algún día aquel frio príncipe las mirase y les dedicara una calidad mirada como lo hacía con Sakura, desde el momento que habían llegado a la entrada de la escuela las miradas se posaron en los tres; caras sonrojadas por el espectáculo para los ojos que suponía verles juntos después de un tiempo, susurros de lo guapos que estaban llegaban a sus oídos.


Se despidieron del mayor sin mucha ceremonia, solo con un breve “nos vemos” por parte del mayor y asentimientos en respuesta de los gemelos; que no contaban con que este último se bajara del coche. Las miradas extasiadas con sus presencias los incomodaban pero a esas alturas ya estaban acostumbrados al exceso de atención. Sin embargo, la llegada de otro auto mas esta vez desconocido para el cuerpo estudiantil de la academia Konoha había hecho aparición, del vehículo bajaron los tres rubios.


El primero en salir del auto fue Naruto seguido de Ino y por ultimo Deidara; los tres estaban vestidos con el uniforme del colegio que simplemente no les hacia justicia pues decir que se veían divinos era ínfimo comparado con la realidad.


 Las reacciones no se hicieron esperar; los estudiantes estaban desorientados aquellos tres eran Querubines en la tierra, sus dorados cabellos y sus impresionantes ojos azules capturaban y absorbían tu alma al mirarlos.


-Parece una ídolo del pop…- susurro alguna chica por ahí, absorta en la belleza y ternura que irradiaba Ino al acomodarse su cabello sujeto en una coleta.


-Es un príncipe de cuento…-decía otra chica más pérdida ante la visión de Naruto en el uniforme blanco de la escuela y por ultimo un susurro más que era dedicado al mayor de los rubios que se había dado cuenta de la repentina atención obtenida en ese momento y en respuesta había sonreído encantadoramente a los estudiantes que estaban cercanos a ellos.


-Esa sonrisa es de modelo de portada de revista…. –decían extasiadas las personas por el mayor de los rubios


Sin embargo, los mellizos no prestaron atención a su alrededor, dentro del auto Kakashi se encontraba despidiéndose de ellos; aunque fue interrumpido por el llamado de Shikamaru que sin saber a qué hora, había llegado junto  a los gemelos en compañía de Hinata.


Ino fue la primera en voltearse a ver a su amigo y pudo ver a la pelo rosa que se mantenía impecable junto a Sasuke, la emoción de verla de nuevo tan temprano pudo más que el llamado lloroso de Kakashi al ser ignorado por su princesa, quien ya se dirigía hacia la menor Uchiha; Naruto no se hizo esperar y solo le dedico un gesto de despedida a su padre para seguir con menos premura pero igual emoción a Ino.


Kakashi mas que destrozado por los acontecimientos; se tendió un momento sobre el volante del auto lloriqueando el comportamiento de los mellizos; hasta que sintió la mano de Deidara sobre su espalda consolado su desaire.


-No te lo tomes así Oto-san es el primer día de clases y están emocionados- hablaba conciliador el rubio- Ya verás que luego será como antes


-Dei-chan tu eres el único que me comprende…-repetía aun lloroso el mayor quien un poco más calmado después se marcho en su coche.


Deidara le despidió hasta que lo perdió de vista, y al girarse para entrar se encontró con la mirada penetrante de Itachi, por un momento se desconcertó pues el moreno tenia la misma cara de molestia al verle


-“¿porque? ¿Cuál es su problema?”-  Se preguntaba confundido hasta que su confusión se volvió enojo.


Itachi pudo ver como aquel hermoso rostro de ángel, se torcía en una mueca de enfado y tal cual había aparecido se giraba para ignorarle como la tarde anterior, esta vez sin siquiera la intención de saludarle como antes, el rubio se alejo de él sin siquiera hablarle. No importaba pensó, eso era precisamente lo que quería, no podía permitirse entablar alguna relación con el ojo azul, además Kabuto parecía interesado en el rubio y el no, pero si eso era cierto, porque le dolía el pecho cada vez que recordaba como sonreía el rubio momentos antes y la mueca de fastidio que le dedico. Sin comprenderlo golpeo el techo de su auto enojado y frustrado por su confusión, subió a su auto y de un arranque algo violento se alejo de la escuela.


Con Naruto y compañía, los jóvenes Uchiha sonreían abiertamente al ver a sus lindos rubios, los estudiantes que les rodeaban estaban extasiados el cuadro que hacían ambas parejas era demasiado para sus cerebros no podían procesarlo. Deidara al fin se había acercado a ellos y se dispusieron a entrar en la escuela.


Se separaron poco después pues las clases de Deidara serian en un piso superior  al de ellos, una vez en el salón el misterio de los rubios mellizos se revelaría a los demás estudiantes que estaban fascinados y deslumbrados por los dos rubios.


Ibiku-sensei era el encargado de la primera clase del día por lo que las presentaciones estarían a su cargo.


-buenos días chicos, como ya saben el día de hoy tenemos nuevos estudiantes les daré unos minutos para que se presenten y después comenzaremos con las clases- decía a los chicos en el aula algo serio –bueno ya pueden pasar –dijo mirando hacia la puerta, dejando ver a los dos rubios.


La conmoción por verles se arremolino nuevamente, ninguno de los dos lucia nervioso estaban acostumbrados a tener audiencia.


-mucho gusto mi nombre es Naruto Namikaze, Espero llevarme bien con todos ustedes. –dijo contento el rubio. Seguido de Ino.


-Soy Ino Namikaze, Naruto y yo somos mellizos estoy contenta de conocerles a todos espero y nos llevemos bien. –hablo la ojo azul


De entre los estudiantes se alzo una mano, desconcertando brevemente  a los rubios y al sensei.


-¡Sensei! –Hablo la estudiante que había levantado la mano obteniendo la atención del nombrado-  ¿podemos hacerles algunas preguntas a los nuevos?


-…………-este se lo pensó un momento y después dio su aprobación al ver que los rubios no tenían ningún problema con la petición, pues estos le miraron curiosos y después de asentir con una sonrisa encantadora que saco un sonrojo en el mayor dijo con una tos fingida- Si los Namikaze están de acuerdo adelante tienen 10 minutos.


Claramente los gemelos se dieron cuenta del revuelo que habían causado los rubios en el maestro, ese maestro era duro en clase uno de los más estrictos y temibles de la escuela pero al parecer los rubios le habían ablandado, no les gustaba para nada las reacciones que sus niños causaban en las personas era una molestia. Tendrían que tener más cuidado si no querían que algo les pasara.


La chica que había pedido permiso para preguntar, aprovecho la oportunidad sin más soltando su primera pregunta; que fue seguida de una multitud hechas todas al mismo tiempo sin que pudiesen entender que era lo que querían saber; ¿Cuándo era su cumpleaños? ¿Sus colores favoritos o sus pasatiempos? ¿Qué les desagradaba o a que le temían? ¿De dónde venían si el rubio mayor era su hermano? Y la mas sobresaliente ¿Tenían novios? Aunque las preguntas se perdían en el bullicio y conmoción de los que las  hacían entenderlas no fue un problema para los rubios, pues tenían un gran oído.


-nuestro cumpleaños es en octubre diez- dijo Naruto- venimos de Inglaterra y si Deidara es nuestro hermano mayor


-me gusta la jardinería y el morado es mi color favorito-respondía Ino –a nii-san le agrada el naranja ¿verdad?- decía buscando la afirmación del rubio mayor quien solo asintió con la cabeza


-Soy el mayor de los dos y no; no tengo ninguna cosa que me desagrade pero me dan miedo las historias o películas de terror- dijo algo incomodo por eso


-es cierto a mi tampoco se me dan bien –decía la rubia también incomoda por ese hecho.-y tampoco me gustan los bichos.


-¿Y bien?..-insistió otra vez la misma chica que había comenzado con la recolección de información de los rubios, que ahora estaba anotada en una pequeña libretita que sostenía en sus manos


-¿Qué cosa?-preguntaron confusos los rubios al mismo tiempo.


-aun no han respondido la pregunta más importante –decía casi con malicia la chica


Los Uchiha se inflaron de orgullo, esa pregunta alejaría a todas las alimañas de sus rubios en cuanto estos les dijeran que eran pareja, no tendrían que preocuparse por nada.


-¿en este momento tienen novio o novia?-pregunto esta vez más seria causando un gran silencio de expectativa por todos; incluso el profesor estaba ansioso por escuchar la respuesta.


Los rubios se conmocionaron un momento, se miraron mutuamente unos segundos y mirando fijamente a los respectivos Uchiha dijeron.


-En este momento no tenemos a nadie así…- dijeron serios- en realidad no tenemos ninguno de los dos…


Tanto Sakura como Sasuke estaban en shock; Hinata y Shikamaru habían volteado a ver a ambos casi simultáneamente cuando estos dejaron caer los pedazos de los lápices que tenían entre las manos destrozadas ahora por la respuesta de los rubios. Shikamaru ya lo veía venir; sabia que ambos chicos reaccionarían de esa manera. Para las personas en general los gemelos lucían como siempre impecables pero a Shikamaru y a Hinata no podían engañarlos para ellos sus figuras se veían pálidas casi los podían ver desmoronándose como si fueran arena llevada por el viento, casi sentían pena por ambos gemelos; pero sus atenciones fueron dirigidas de nuevo a los rubios que habían comenzado a hablar de nuevo.


-Pero… tenemos personas que nos gustan…-decía sonrojado Naruto mirando cohibido a Sasuke, seguido de Ino que estaba igual que el


 –mejor dicho… nosotros estamos enamorados irremediablemente pero aun no tenemos esa clase de relación.-termino diciendo Ino con una hermosa sonrisa dirigida claramente a la pelo rosa.


Los semblantes de los gemelos cambiaron conforme comprendían lo que los mellizos decían, ellos se habían confesado a los rubios y estos habían aceptado sus sentimientos pero era claro que para los rubios corresponderse no era lo mismo que decir “¿quieres ser mi novio/a?” tenían que arreglar ese pequeño detalle pues no querían escuchar esas palabras de nuevo de sus dulces bocas.


Para los demás chicos en  el salón era claro que los mellizos rubios ya tenían a alguien especial; lo que los ponían en la categoría de “no tocar”, sin embargo eran tan adorables que no podían evitar fantasear con ellos. Y sinceramente sentían envidia de las personas que hubieran acaparado sin piedad a ambos chicos “que desperdicio pensaban”.


La tarde se hizo presente y con ella salir de la escuela, estaba previsto que Itachi le recogería en la entrada así que se detuvieron a esperar ahí en compañía de sus amigos, de alguna manera Sasuke y Sakura se las habían arreglado para hacerles ver a los de más  que los rubios no estaban disponibles y a ellos mismos reafirmando una vez más sus relaciones claro sin pasar por alto los comentarios poco agradables de Hinata y Shikamaru cuando les dijeron que eran unos idiotas por permitir crear la confusión a los rubios, según Hinata era claro que Naruto e Ino no comprenderían sus sentimientos si no les decían claramente después de todo se habían criado en un lugar totalmente diferente a Japón, Shikamaru apoyaba esta moción pues en el extranjero  gustar y querer tenían significados diferentes. Los rubios como siempre ni se dieron cuenta de que los Uchiha habían soportado cada golpe imaginario por parte de sus amigos, y comieron felices de saber que ya tenían pareja oficial.


 


Mientras tanto en otro lugar, específicamente en un local en el centro de Konoha…


-me da gusto que al fin podamos empezar a trabajar en el lugar ¿parece un buen lugar verdad?-comentaba Kakashi bastante contento a un hombre de cabellera violeta y mirada oscura.


-Me da gusto que le agrade el lugar Hatake- san; este será un gran club –bar o lo que sea que haya planeado para el…-respondía el joven


-Gracias por todo tu trabajo Dan-kun, pero parece que aun voy a necesitar de tus servicios.- decía más serio el pelo gris


-con mucho gusto le ayudare-respondía este ultimo.


-Veras, este lugar lo estoy creando con el propósito de que la gente venga a relajarse después de un largo día de trabajo; acompañado de buena comida y por supuesto de buena música. Para eso necesito tu ayuda. –decía esta vez tomando de los hombros al joven pelo largo por lo hombros- ¿conoces  a algún músico que quisiera tocar en las noches?


-Pero…-hablo el más joven algo contrariado-¿usted no es músico?


-Si lo soy; pero yo quiero escuchar música de otras personas no la mía- decía algo infantil el mayor- además mis niños son demasiado jóvenes para trabajar de noche.


-Conozco muchas bandas, pero me temo que no se adaptan a la imagen que usted tiene pensada para el lugar Hatake-san- hablaba el menor


-No es un problema podemos adaptarnos- dijo el mayor quitándole importancia a las palabras de Dan


Para Dan; aquella petición podía ser una gran oportunidad ya que podría conseguir un escenario para Dokuo, la banda de la que su linda Chihane era miembro. No podía esperar para contarle la noticia; sin embargo tenían que pasar una audición que estaba seguro que no sería fácil pues Hatake Kakashi era un experto en el tema y sabiendo esto no podían permitirse tomar a la ligera aquel detalle.


Se despidieron con la promesa de un nuevo encuentro para las audiciones que serian difundidas entre los conocidos de Dan y las diferentes zonas donde solían tocar músicos de todo tipo; la oportunidad de ser exclusivos del Club Chidori no podía pasar por alto. Llego a la casa que compartía con su sobrina, no parecía haber nadie se dirigió a la cocina y prendió las luces saco de la nevera un refresco y se sentó en la pequeña mesa que había ahí, leyó la nota que Chihane había dejado en ella junto a un plato con lo que aparentaba ser su cena.


-“Caliéntalo antes de comer. Deja los platos en el lavado luego los lavare… Chihane” –leía mentalmente mientras una calidez se acomodaba en su pecho y pensar que aquella chiquilla que ni siquiera le hablaba después del accidente ahora le preparaba la cena.


Cuando recibió la noticia de que sus hermano y su familia habían tenido un accidente jamás se imagino que los perdería los tres ahí; se sentía solo el no tenia familia aparte de su hermano y su pequeña sobrina  pero aquella chica había aparecido para acompañarle, no podía dejarla sola. Aun ahora jamás le había dicho a esa niña lo que había pasado después de que recibiera las noticias.


Sabía perfectamente que la verdadera Chihane había  muerto en el accidente, estaba enojado y quería ver a la persona que había sido culpable de la muerte de su pequeña familia; así que fue al cuarto en donde aquella joven estaba, no entro simplemente se quedo mirándola desde la puerta parecía frágil y delicada.


Su cabeza y sus brazos estaban vendados tenía varios rasguños en la cara y tenía una pierna lastimada según le habían informado estaba rota; su largo cabello negro se expandía sobre la almohada que tenia bajo la cabeza; por un segundo se pregunto cómo era que una chica tan delicada como ella estaba sola en la habitación del cuarto, no había nadie con ella cuidándola. Y pudo ver como una pequeña lágrima se escapaba de su tortuoso sueño.


Se sintió culpable, no sabía que había pasado para que el destino le arrebatara a su familia pero estaba seguro que aquella niña también estaba sufriendo. Se alejo de la puerta de la joven sin entrar a la habitación, se sentó unos momentos en las bancas cercanas a la habitación e hizo lo que no había hecho comenzó a llorar mientras miraba la foto de su familia perdida que solía llevar en su cartera. No supo cuanto tiempo estuvo en ese lugar sumergido en su llanto. Hasta que escucho pasos en el pasillo levanto su cabeza justo a tiempo para ver que un hombre vestido elegantemente con un traje entraba en la habitación seguido de cerca de otro sujeto que se veía sospechoso.


La curiosidad por saber quiénes eran pudo más que él; y se acerco a la habitación una vez más para ver lo que pasaba en su interior, pudo ver como el primer hombre se mantenía impasible frente a la cama de la joven que por sus heridas no se movía pero además no mostraba ningún dolor frente a sus visitantes. La conversación que escuchó aquel día aun la recordaba como si hubiera sido ayer.


***flash back***


-veo que sigues viva…-la voz del hombre moreno se sentía gélida como si en realidad ese mismo hecho no le importara.


-…….-la joven no dijo nada solo movió su cara de manera esquiva ignorando a las personas en su habitación


-esto no estaría pasando si hubieras hecho lo que te ordene…-hablaba más seco el mayor


-deja de decir estupideces…y lárgate de aquí-corto la menor su voz se oía cansada


-parece que aun no tienes suficiente… Shizune-hablo el mayor nuevamente, la joven frunció su hermoso rostro herido en una mueca de enojo.


-¿Qué es lo que quieres? Dilo para que puedas irte…-desafío la menor al mayor


-………-Dan no podía ver el rostro del moreno pero estaba seguro de que aunque lo viera no podría descifrar lo que sea que estuviera pensando cuando dijo lo siguiente.- parece que aun no te enteras…. Pero era de esperarse estas aturdida por los medicamentos que te pusieron. Te recuerdo que tu rompiste los lazos con nuestra familia, para mi tu eres una extraña ahora, yo solo he venido a ver el rostro de la que mato a mi “hija”- sentencio.


Los ojos de la joven se desorbitaron un poco ante las palabras de su padre, los sentimientos que se arremolinaron en su pecho los oculto bajo sus parpados al cerrar sus ojos y recostarse de nuevo en la blandura de su cama. Cuando los volvió a abrir cualquier vestigio de dolor había sido borrado, su miraba estaba cegada por una infinita oscuridad; parecían los ojos de alguien que acababa de morir de diferentes maneras. Esa mirada perdida, e indiferente le hicieron preguntarse si él era diferente de aquel hombre, púes su intención inicial era hacer lo que aquel sujeto estaba haciendo. Culparla de algo que no tenía sentido…


-ya veo…-susurro la joven- y ya que la has visto ¿Qué piensas hacer?


-……-sin decir nada mas el sujeto que permanecería a espaldas del padre de la joven se había acercado con una pequeña maleta en la que se exponían ahora varios fajos de billetes, la muchacha miro el dinero y después a su padre sin ninguna reacción en su rostro, abstraída en su mundo


-esto es para que puedas pagar el hospital  y te las arregles por un tiempo mientras te curas-dijo el hombre retomando la palabra- me llevare las pertenencias de mi hija por lo que después de hoy no nos encontraremos mas, tampoco quiero que te acerques a ninguno de tus hermanos. Mis ofertas no son eternas.-asevero el moreno


-no quiero tu dinero…Fugaku Uchiha…-dijo como si le hablara a un desconocido


-no es necesario que lo rechaces ahora no tienes nada mejor, y si tanto te disgusta. Piensa en ello como en una ofrenda a los muertos.- y con estas palabras emprendió el camino a la salida del pequeño cuarto. Al verlo acercarse Dan se apresuro a ocultarse en la bifurcación del pasillo. Les vio salir del cuarto, sin siquiera mirar de nuevo en el interior de la habitación.


Se sintió mal, como un padre le hacía eso a su hija. Nunca imagino que podrían existir familias rotas como aquella capaz de lastimarse mutuamente de la manera más cruel posible. Pasados unos minutos se acerco de nuevo a la habitación de la joven morena. Miro una vez más por la pequeña ventana de la puerta y la observo inmóvil en su cama con la mirada volteada hacia la ventana de la habitación y la pequeña maleta aun en un costado de su cama.


La vio moverse poco a poco hasta quedar sentada en la cama, apretaba las sabanas en un vano intento por controlarse y al fin pudo notar aquellas perlas  que escapaba de sus orbes oscuras como un torrente que mojaban sus pálidas mejillas. Estaba llorando, un llanto que se contenía simplemente en pequeños espasmos al querer detenerlo, fijo su atención en la bolsa con el dinero y lastimándose en el proceso, arrojó el objeto hacia la pared intentando desahogarse con aquel acto. Se sintió avergonzado de estar viéndola llorar, se sentía como si fuera un intruso compartiendo en dolor que ella sentía. No ni siquiera podía imaginar lo que ella estuviera sintiendo, se alejo de ahí sin un lugar fijo al que ir, le daría tiempo para que se tranquilizara pues el también lo necesitaba.


Poco después de aquel acontecimiento había regresado a visitar a la joven que se negaba a comer, no hablaba con nadie y siempre parecía triste. Le costó mucho trabajo hacer que ella le mirara o que le hablara siquiera. Pero había tomado una decisión él la ayudaría, estaba seguro de que su hermano haría lo mismo al ver la lamentable situación de la joven. Pocos días después del accidente vio en los periódicos la foto de la joven heredera del grupo Uchiha, decía que había fallecido prematuramente en un accidente, en lo poco que había leído decia que su padre “lamentaba terriblemente su muerte”. Gracias a ese periódico había sido capaz de saber quién era ella y darse una idea de que había pasado con su padre para que sucediera algo así.


Había hablado con ella poco después de eso y aun se negaba a responderle, solo hasta que le oyó decir que cuidaría de ella, porque nunca dejaría a su preciosa sobrina sola, era evidente que la sorpresa de su aseveración la había descolocado.


-¿Por qué…? –dijo en un susurro enronquecido por su negativa a usar su voz


-ya te lo dije, tu eres mi pequeña sobrina Chihane, yo nunca te dejare sola…-dijo de corazón él –se que no me conoces pero yo a ti si, y no me gusta mucho la idea de que estés sola por tu cuenta así que me hare cargo de ti.


-yo no soy tu sobrina… ella muri…-Dan le interrumpió antes de que pudiese terminar


-te equivocas, ella está justo aquí enfrente de mí, así que no digas que moriste por favor eso es demasiado triste- dijo sin esconder una lagrima fugitiva de sus ojos. Y por primera vez le vio sonreír, una pequeña sonrisa que le dejo ver lo triste que se encontraba.


-haz lo que quieras…-le dijo tiempo después de verle sonreír.


***fin flash back***


Cuando salió del hospital fueron a vivir a casa de su hermano que era más grande que su pequeño departamento, ella aun tenia la pierna lesionada pero eso no le impedía moverse con muletas por el lugar. Varias semanas después de empezar a vivir juntos ella al fin le había dicho lo que había pasado con su familia. El no había entendido del todo, pero ella le había pedido enviar un paquete a la casa de su padre. El cual supuso era la maleta con el dinero que había ido a dejarle la vez anterior ella no había tocado ni un centavo  de ese dinero, por lo que Dan había descubierto otra cualidad de aquella chica era aterradoramente orgullosa y sobre todo testaruda, pero lo que más le sorprendió era lo inteligente que era.


Con el tiempo descubrió más cosas de ella, el hecho de que actuara como una madre de vez en cuando; a veces el olvidaba comer y ella le reprendía o cuando se enfermaba ella le cuidaba de los dos ella era más responsable y mas astuta a la hora de conseguir lo que quería, sobre todo lo que más le había impresionado era su talento musical.


La primera vez que le había escuchado cantar había sido en el hospital, cuando ella se negaba a hablar con nadie. Cantaba cuando se encontraba sola, la letra no la conocía por lo que le llevo un tiempo darse cuenta de que era una canción que ella había creado, una canción triste, que podía llevarte a las lagrimas sin darte cuenta. De vez en cuando tenían diferencias pero eso era normal, lo raro era que la mayoría del tiempo era él quien terminaba por pedir perdón pues ella era demasiado orgullosa para hacerlo, además de que cuando se enojaba daba mucho miedo.


De vuelta en el presente… Escucho como el sonido de una motocicleta se detenía en la entrada y como alguien entraba por a puerta, para después ver la figura de la morena. Habían pasado más de 4 años viviendo como una familia  y desde entonces jamás se había arrepentido de aquella decisión.


-bienvenida Shizune –la saludo


-Estoy de vuelta…- respondió ella recostándose un momento en el marco de la puerta.


-Tengo buenas noticias para ti sabes…-dijo él con una sonrisa mientras ella le dirigía una simple mirada escéptica…


-Soy toda oídos….-fue su respuesta al sentarse a platicar con su tío en la mesa.


 


Continuara…


 


 


 

Notas finales:

Bueno espero sus RR siempre es bueno saber que piensan de lo que escribo.

Arrivederci!!!


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