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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola

Muchas gracias por leer y su apoyo 

Capitulo 20

 

Shikamaru volvió en compañía de Naruto al jardín y advirtió nuevamente la incomodidad de Deidara, fijo su vista en Itachi que estaba sentado en la mesa que habían ocupado antes y noto su ceño levemente fruncido, parecía irritado mirando a cualquier lugar menos en dirección hacia Deidara. Decidió acercarse a este ultimo primero intentando averiguar el motivo de su malestar.

-¿te encuentras bien Sempai?- interrogo preocupado. Deidara levanto la mirada de su plato distraído y pálido.- pareces enfermo…

-no, no es nada –se apresuro a responder negando efusivamente con la cabeza para después apartar la mirada del moreno, pues le resultaba doloroso tenerle enfrente, debido a las palabras frías de Itachi - solo estoy algo cansado…

-Entiendo. Parece ser que hay otro mas que no está de buenas…-comento Shikamaru mirando en dirección a Itachi con gesto adusto como si en realidad no  le preocupara pues el moreno le devolvía la mirada aun con el ceño fruncido al notar su regreso, Deidara miro en la misma dirección topándose con los ojos ónice de Itachi que se había levantado de la mesa y se dirigía a ellos, reaccionando nervioso y tenso no quería enfrentarse de nuevo al moreno no podría soportar otro golpe.

-Debe estar ansioso por qué regreses a su lado…- comento incomodo ocultando su mirada que evidenciaba su tristeza y esperando que Shikamaru acudiera al encuentro del moreno antes de que se les acercara más - te quiere mucho ¿verdad?

Sin embargo Shikamaru no tuvo que verle a los ojos para intuir lo que le pasaba pues su voz le delataba. Asintió en respuesta pues era cierto que se querían aunque solo como buenos amigos, pero por Itachi no podía decirle aquello, su vinculo con Itachi y su lealtad le ataba de manos para sincerarse con el rubio, ya tendría tiempo para explicarle sus motivos más tarde pensó  y dejo salir un suspiro cansado, ¡Eso le pasaba por prometer cosas que más tarde se arrepentiría de cumplir! al darse cuenta de que al fin Deidara era consciente de sus sentimientos por el Uchiha, su aseveración al preguntarle si le quería lo confirmaba, aunque desgraciadamente ese hecho no cambiaría la postura que tenia Itachi de mantener sus distancias con el rubio. Recordó el incidente de la mañana y supuso que aquello había sido el detonante para Deidara y debía aclarar si tenía razón o no.

-Sempai…- le llamo tranquilo- sobre esta mañana ¿Por qué huiste?

Deidara no esperaba esa pregunta, por lo que se tenso nervioso, tal vez le vio llorar a pesar de que solo chocaron sus miradas por escasos segundos antes de emprender la huida, o era probable que solo fuera una forma de preguntar lo que había pasado por su mente esa mañana, tal vez solo estaba preocupado. ¿Qué le diría? Shikamaru era la persona menos indicada para confesar sus penas, y no quería preocuparle con sentimientos que no eran, ni serian jamás correspondidos. Pero era seguro que debía responder incluso si era una mentira debía decir algo ¿pero qué?

-yo, no… -empezó balbuceando sin sentido hasta que la voz gruesa y fuerte de Itachi le salvo de dar una respuesta convincente a Shikamaru.

Shikamaru escucho a Itachi llamarle sin acercarse a ellos del todo, disgustándose por la interrupción, se volteo hacia el rubio cubriendo su boca con la mano para que Itachi no pudiese leerle los labios.

-no necesitas decírmelo Sempai, eres muy obvio-susurro, Deidara quiso protestar ante el comentario de Shikamaru pero no tuvo oportunidad- Lo entiendo – agrego y se marcho con tranquilidad

¿Lo entiendo? Se cuestiono Deidara mirando la espalda del Nara alejarse, ¿no debería estar enojado? O ¿por lo menos inquieto de que alguien más estuviese enamorado de su novio?, ¡el que no entendía nada era él, al parecer! o tal vez sabia que él no tenía ninguna oportunidad con Itachi por eso no le importaba, ¡NO! se dijo avergonzado de sus pensamientos paranoicos. Shikamaru no era así, el no se burlaría de alguien de ese modo tan… ¡tan ruin! era un gran chico y tal como había dicho Itachi era especial, entonces ¿Qué habría querido decir? Tal vez… de nuevo los “Tal vez” no sacaría nada de ellos solo un terrible dolor de cabeza, así que decidió no pensar en ello, por lo menos el Nara le había ayudado a controlar sus ganas de llorar al hacerle pensar en otra cosa y sin tener nada más que hacer ahí se escabullo entre la casa, nadie le extrañaría y si sus hermanos preguntaba diría que se sentía cansado.

 

Itachi no vio salir a Shikamaru de la casa, y casi sintió pánico cuando lo vio platicando con Deidara, si el rubio le contaba sobre su comportamiento inapropiado de antes era probable que el menor se lo reprochara y con mucha razón, incluso el mismo se daba cuenta de que no tenia porque herir deliberadamente al rubio, fue como si algo le obligara a tratarlo así. Pero estaba empezando a odiar ese feo impulso que tenia de provocarlo cuando tenía oportunidad, es decir, ni siquiera se detuvo a pensar lo que hacía, hasta que ya era demasiado tarde.

Tomar la comida servida en la cuchara fue su única salida al fugas pensamiento de robarle un beso al rubio por el mero capricho de ver su reacción, ¡insensato! Se reprocho a sí mismo, y para culminar esa imprudencia el rubio tuvo que decir algo que lo saco de sus casillas. Y  pensó amargamente que si el rubio fuese Shikamaru no tendría problemas de estar con él, podría soportar su presencia incluso podría flirtear con el descaradamente y no sentiría que traicionaba a su hermana, si él fuera Shikamaru podría abrazarle y no sentir más que calidez por él, simpatía, atracción e incluso cariño pero él era Deidara y eso lo cambiaba todo. Porque por más que quisiera negarlo se había enamorado de él y eso no podía permitírselo, no ahora que sabía que Shizune estaba viva, y que un romance implicara el hecho de romperle el corazón aun si ella se lo había hecho añicos a él al fingir su muerte, ella seguía siendo su preciosa hermana que amaba y que consideraba su alma gemela.

-Gusano…- escucho a Shikamaru llamarlo con desdén sacándolo de sus cavilaciones

-¿Por qué dices eso? –inquirió irritado

-no te hagas el tonto, lo sabes perfectamente- la respuesta estaba llena de desprecio, que le desconcertó e instantáneamente acerco a Shikamaru posesivo.

-¡solo le dije la verdad! ¡No es que vaya a cuidar cada cosa que le diga!- protesto con voz moderada, no quería llamar la atención de sus hermanos que estaban mas que contentos disfrutando de la tarde con los mellizos y Hinata un poco lejos de ellos, Shikamaru sonrió de medio lado casi con satisfacción al ver su reacción exagerada, una expresión que conocía perfectamente pues era característica del Nara al conseguir lo que quería sin tener que forzar la situación para hacerlo y al parecer el  voluntariamente había dicho todo lo que el Nara quería saber.

-Así que eso paso.-dijo y comprendió que el rubio no le había dicho nada de lo que paso entre ellos, Shikamaru era muy listo y el había caído en la trampa sin siquiera darse cuenta.- Dei- Sempai estaba a punto de decirme porque esta triste y tú me interrumpiste, por eso te llame gusano, pero no imagine que tú me dirías la razón Sempai –nuevamente percibió desdén en su voz al llamarle

-esta vez te has pasado- dijo Itachi serio en reproche, no le gustaba que Shikamaru se burlara de él. Aunque no estaba del todo seguro de que ese fuera la intención del menor.

-No, tu lo has hecho y si crees que enojarte conmigo cambiara lo que hiciste, ¡es  tu problema! – se separo de él y fue a sentarse en la mesa que compartían antes.

Shikamaru tenía razón, el cometió el error de suponer que el rubio le diría lo que paso y el Nara había sido muy listo al descubrirlo él solo, no tenía derecho a enojarse y sin querer no solo hirió a Deidara sino ahora también a Shikamaru. Aun si parecía indiferente a sus palabras de antes, supo perfectamente que su desconfianza le lastimo. Se acero a él, pero no se sentó a su lado, en cambio le levanto la barbilla con la mano obligándole a mirarle, se inclino y con un susurro en su oído se disculpo, le escucho suspirar rendido.

-solo ten más cuidado, no quiero verte cometer un error que no puedas remediar.

-lo sé. –Se sentó a su lado, tomando la mano de Shikamaru para depositar un beso en su muñeca.- Gracias… te quiero.

Shikamaru le miro un momento antes de contestarle, comprendía cómo se sentía el moreno, el fue víctima de ese comportamiento desdeñoso antes y no fue nada agradable hasta que sin más empezaron a salir para terminar con el corazón roto, aunque no podía decir que todo fuera culpa de Itachi, era solo que en ese momento no había madurado completamente, por eso ahora podía responder con la certeza de que no mentía y que el moreno tampoco.

-yo también te quiero Sempai…- respondió con afecto, era verdad que ese “te quiero” había sido antes un “te amo” pero no se arrepentía de nada en su pasado, su historia y los momentos que pasaron juntos, eran recuerdos preciosos de su primer amor y eso siempre seria especial, aun si no había funcionado para ellos, deseaban la felicidad del otro y Shikamaru estaba dispuesto a ayudar al moreno a conseguirla. Su promesa de permanecer a su lado no tenía ningún otro significado mas que borrar las penas en el corazón confundido de Itachi y con eso conseguir ser feliz, él era el escudo que lo protegería hasta que estuviera dispuesto a entregar su corazón a Deidara que sin reservas ya le había dado el suyo solo esperaba que para cuando Itachi lo supiera no hubiese apartado por completo a Deidara.

 

-perdón por interrumpir…- escucharon  la voz algo ronca de Ino, estaba algo sonrojada seguramente mal interpretando el gesto del moreno.- solo les traje esto –señalo dos platos con pastel y helado- es el postre…

-Gracias Ino-chan- dijo Shikamaru

-no me agradan  las cosas dulces, pero creo que lo comeré de todos modos –comentó Itachi con una sonrisa amable a la rubia

-está muy bueno, no te arrepentirás Onii-sama – respondió contenta la rubia ya más tranquila- Iruka- oto-chan lo preparo es el favorito de Dei-nii, es una lástima que no pudiera probarlo al parecer no se sentía muy bien y se ha ido a descansar

Itachi casi se atraganta con el bocado de pastel que tenía en la boca al escuchar lo último que dijo la menor, Shikamaru sonrió disimuladamente al  advertir su reacción.

-Es cierto no he visto a tus padres hoy ¿salieron?- pregunto Shikamaru cambiando deliberadamente de tema desviando la mirada curiosa de Ino del moreno

-Sí, hoy inauguran el club de música. ¿Recuerdas que ya les habíamos contado?

-lo recuerdo. Deben estar muy ocupados y nerviosos – comentó Shikamaru

-¡ya lo creo! Kakashi-oto-san no dejaba de llamar a Iruka- oto-chan, por eso se fue a ayudarle con los preparativos, estaba preocupado porque Chihane-san no daba señales de vida en el club

-¿Chihane?-indago curioso Itachi tal  vez se trataba de la amiga de Konan

-si Chihane Kato es la líder de una de las bandas que contrato papa, es una cantante muy buena además es muy hermosa- comentó la rubia metida en la conversación

-¿Cómo es ella?- pregunto Itachi casi con seriedad al intuir de quien se trataba- ¿podrías describirla?

-bueno… es de piel blanca casi perlada de lo blanca que es, sus ojos y cabellos son negros, es un poco más alta que Sakura-chan, Ahora que lo pienso cuando la conocimos nos pidió a Naru y a mí que la llamáramos Nee-san, nos recordó mucho a la vez que le conocimos Onii-sama –termino Ino con una sonrisa

Shikamaru le miro de reojo, preocupado por la reacción del moreno ante lo dicho por la rubia  pues era evidente que aquella mujer llamada Chihane Kato era sin duda Shizune Uchiha, era imposible que Itachi no lo hubiese descubierto ya, Itachi estaba absorto en sus pensamientos sin embargo Shikamaru fue capaz de distinguir una leve sonrisa en sus labios. Ino se fue después de unos minutos llamada por Naruto que necesitaba algo de ayuda con la parilla.

-¿y bien?- cuestiono el  Nara- ¿iras a verla?- Itachi le miro con incertidumbre apretando su mano como respuesta –sé que es muy pronto, pero debes tomar una decisión, si los gemelos se enteran por otro lado será difícil que te perdonen, a los dos. – se incluyo pues el mentiría por omisión al no decirles nada.

-tienes razón… lo arreglare. Lo prometo.- había involucrado  a Shikamaru dentro de ese embrollo sin considerar lo que significaría para él, si se descubría su secreto. Debía arreglar las cosas, su hermana tenía mucho que explicar y el no permitiría que se escapara de nuevo hasta que le dijera la verdad. Y tomada esa decisión la fiesta debía terminar.

 

Más tarde en la noche….

Fugaku tomo su auto y condujo dando algunas vueltas en la ciudad y cuando al fin se decidió se estaciono en la carretera, viendo como una multitud de jóvenes se arremolinaban en la entrada del nuevo club de su hermano. La conversación con Orochimaru, había resultado muy productiva. Y él solo tenía que asegurarse de mantener las piezas en su  lugar antes de que todo terminase.

No quería encontrarse con su hermano pero era un fallo que no podía remediar. Tendría que esperar a que Kakashi le ayudase y guardara su secreto. La tarde cedió y la noche trajo consigo una brisa fresca. Bajo del auto al no ver tanta gente formada en la entrada para entrar al lugar sin dificultad.

Se había quitado la corbata y desabotonado algunos botones, vestía un traje negro y ese toque informal le daba un aire peligroso, era obvio que no encajaría en ese lugar pero igual tenía que entrar. Se dio cuenta de que muchas de los jóvenes tanto mujeres como donceles le miraban.

-“parece que no he perdido el toque”- se dijo divertido al advertir como una joven le miraba fijamente sin apartar la mirada de su pecho expuesto. Le proveyó una sonrisa de lado como las que solía hacer cuando aún era joven, arrogante e inmaduro, llena de petulancia y convicción y la chica se sonrojo.

Paseo su mirada aun cerca de la entrada reconociendo el lugar, había música de fondo, a pesar de que la mayor atracción del lugar era la música en vivo. Vio la barra de trago y decidió sentarse ahí pues tenía vista panorámica del lugar completo y del escenario. No veía a su hija en  ningún lado y el escenario estaba vacío por lo que pensó que estaría tras bambalinas esperando el comienzo del concierto.

-pensé que era un delirio, por los nervios. Pero veo que realmente estas aquí nii-san.

Fugaku no escucho que se acercara, aunque la música de fondo podría ser una causa de que no le escuchara a su acompañante acercarse sabía que no era el caso, pues siempre estaba alerta y aun con ruido hubiese sentido que alguien se aproximaba pero Kakashi era diferente nunca había podido saber que se acercaba hasta que este le hablaba. Así que le miro con sorpresa al escucharle, supuso que se encontraría con su hermano menor en ese lugar pero muy en el fondo esperaba que fuese más tarde.

-Sigues siendo muy sigiloso, Kakashi. No te oí acercarte.- el peli plata sonrió emocionado de que el moreno admitiera algo como eso. Además de que implicara sobre el pasado con nostalgia en la voz.

-ya lo creo, pienso que podría ser un buen espía –dijo bromeando con el moreno, quien sonrió divertido por el cometario.- me alegra saber que aun eres tú mismo…

-¿es que acaso creías que me convertí en alguien más?- indago curioso, a pesar de sus reservas a encontrase con su hermanastro se sentía muy relajo con Kakashi, y esa era la razón por la que prefería mantener las distancias con el pelo plata, cuando estaba con él sentía que su viejo yo resurgía en su interior dejándole una sensación abrumadora.

-No. Me refiero a que no me rechazas.-dijo pareciendo serio, pero con una mueca de diversión en los ojos- cualquiera en tu posición me habría ignorado – termino señalando a los observadores curiosos hacia ellos, parecía que el moreno sin proponérselo llamaba mucho la atención, así como estaba relajado tomando un trago de escocés, parecía una persona misteriosa y fascinante, alguien que definitivamente atrae a las personas. Kakashi siempre pensó que su hermano era un  hombre sin duda muy guapo y las miradas “interesadas” de todos los jóvenes y mujeres que les rodeaban  era una irrefutable prueba de ello.

-cualquiera de ellos podría ser mi hijo…- dijo imitando el ademan del peli plata al señalar a la gente que les observaba- además estoy casado y no tengo interés en una aventura. –puntualizo señalando la sortija de oro que llevaba en su dedo corazón izquierdo.

-puede que tengas razón…- concedió convencido de que Fugaku nunca sería como Madara quien traiciono incontable veces a la madre de Fugaku y desgraciadamente él era prueba de esas traiciones, al nacer como hijo ilegitimo de Madara. A pesar de que claramente su matrimonio no era armonioso Fugaku nunca le seria infiel a Mikoto.

Kakashi no había cambiado, pensó contento Fugaku, aun recordaba la primera vez que le había visto.  El intentaba escapar por la ventana de su cuarto cuando Kakashi salió de la nada tras él. Tenía puesto un traje de marinero, que según el menor dijo uno días después era su uniforme del colegio. En cuanto le había visto esa mañana pensó que era muy hermoso pensamiento que escapo de su boca en cuanto se creó en su mente. Su cuerpo era delgado y pequeño, y sus cabellos eran más largos de lo que llevaba ahora. Y sin duda jamás olvidaría sus ojos negros y tristes, la mirada en ellos era idéntica a la suya y gracias a que le había dicho que era un niño muy bello, sus ojos adquirieron un brillo muy especial. Incluso a ahora su encanto solo se había acentuado y madurado.

-y a pesar de lo que puedas pensar, tu aun eres encantador…- Fugaku no lo miro cuando dijo esto pero sabía que Kakashi se había sonrojado. Y pícaramente agrego–y si no fueras mi hermano seguro que lograrías algo conmigo, independientemente de si estuviera o no casado.

-n-nii-san…- tartamudeo nervioso- aun si no fueras mi hermano yo estoy casado y muy enamorado de mi esposo- dijo más firme

-lo sé.

La escueta repuesta del mayor, le desconcertó un momento, Fugaku era muy franco cuando quería, y esa misma franqueza era su mayor debilidad, pensó Kakashi. Se dio cuenta de que miraba el escenario fijamente, los clientes se habían arremolinado hacia el salón. Nunca imagino que se llenaría tanto, pero eso solo probaba que su negocio sería un éxito.

-pronto comenzara.- comentó Kakashi mirando hacia la misma dirección que el moreno.

-hay mucha gente.- Kakashi solo asintió.- es una lástima que te tengas que ir…

Kakashi le miro confundido alzando una ceja de manera inquisitiva y Fugaku solo le señalo con la mano a Iruka que se dirigía hacia ellos, seguramente para buscar a Kakashi, este ultimo regreso su atención a Fugaku.

-quédate al concierto tardaran una hora cada banda. –dijo mirándole de frente. Fugaku seguía mirando a Iruka que se acercaba abriéndose paso entre la multitud y solo estaba ya a unos metros de ellos.

-¡Kakashi, no te escapes del trabajo! – reprendió Iruka a espaldas del peli plata.

-Lo siento. Pero quería confirmar algo. –dijo Kakashi señalando a Fugaku a su lado con el dedo pulgar en cuanto le vio se puso nervioso y lo saludo formalmente. La tarde anterior en el hospital se habían encontrado brevemente pero debido a las circunstancias decidió que no era oportuno admitir su familiaridad y había prescindido de saludarle con cortesía después de todo era el único pariente vivo que tenía su esposo además de Jiraya su tío y abuelo de los rubios.

Fugaku le miro serio con mucho cuidado, entendía completamente por que Kakashi se enamoro del moreno, era muy hermoso a su manera, poseía cierto encanto que te instaba a protegerle, a enamorarte… Razón que supuso era uno de los motivos por los que Kakashi se quedo prendado de él. Sin embargo a pesar de ser un doncel fisiológicamente era infértil. Una lástima pensó Fugaku y de todos modos la duda pudo más.

-¿Por qué, no han tenido un hijo?- en cuanto formulo la pregunta la cara de Iruka se entristeció y Kakashi se preocupo.

-tenemos tres- respondió enseguida Kakashi nervioso

-me refiero a TUS propios hijos- dijo con ahincó mirando a Kakashi a los ojos, evitando que malinterpretara su pregunta por segunda vez

-es mi culpa-respondió decaído Iruka- no puedo procrear

-eso lo sé.- respondió encogiendo sus hombros con condescendencia y recibió una cara resentida de Kakashi, sabía que era una crueldad lo que decía pero aun si no podía concebir, aun tenía la posibilidad de que pudiese encintar a Kakashi y exponiendo sus dudas hablo de nuevo – lo que no sé, es si tampoco puedes embarazarlo-dijo a Iruka mientras señalaba a Kakashi que se puso pálido al escucharle, con un gesto similar al que había hecho el peli plata cuando indico su presencia a su esposo, al señalarle con su dedo pulgar.

Iruka miro a Kakashi y por extraño que pareciera esa situación, la cara descolocada de su esposo le divirtió. No es que no pudiesen intentarlo, pero Kakashi era algo especial con respecto al sexo, y en su relación era el dominante.

Iruka sabía que también lo hacía porque no quería hacerle sentir mal, ya que él no podía tener a su hijo en su vientre él era un doncel al igual que Kakashi pero al no poder embarazarse Kakashi renuncio a ello también pues le amaba y no quería ponerle triste. Y eso mismo fue lo que le explico al mayor, quien parecía satisfecho con la respuesta, Kakashi se desconcertó por la explicación pero solo se limito a abrazarle y besarle en la mejilla con cariño, Fugaku era un hombre extraño y a pesar de la aparente crueldad de su cometario sabia que solo pretendía saber y no lastimar a las personas.

Admitía que al ser el hermano mayor de Kakashi era algo intimidante para alguien como él pero igual sabía que Kakashi le quería y respetaba mucho, y por la mirada divertida en su rostro cuando le lanzaba alguna pulla al peli plata sabia que el afecto de su esposo era correspondido.

-creo que deben irse. Aquello se está poniendo algo inquietante- dijo señalándoles la multitud frente al escenario que esperaban ansiosos el inicio del evento, y que gritaban al mismo tiempo sus deseos. Se despidieron del moreno con una reverencia, prometiéndole que sería un espectáculo que valdría la pena. Pero ambos se dieron cuenta de que aun sin hacer eso el moreno no se iría. Parecía interesado en algo.

 

En los camerinos, ambas bandas se estaban terminando de preparar, Dokuo empezaría, el concierto, Konan estaba tranquila un semblante que aterro a todos los miembros de Taka, ya que la oji miel la mayor parte del tiempo se la pasaba haciendo el tonto frente a Chihane, y en esa ocasión estaba tranquila afinando su guitarra, lo que no sabían era que, precisamente Chihane era la culpable de la aparente tranquilidad de la oji miel, pues la llamada intempestiva de la morena y la forma abrupta en la que la termino, dejo a Konan en depresión la cual al ver a la culpable indiferente a ella como siempre la sumió más en su melancolía. Vestía unos pantalones negros de cuero con una blusa lila de cuello alto que para ser francos no dejaba nada a la imaginación, tenía la espalda descubierta y una abertura sobre sus voluminosos pechos su corto cabello solo tenía una horquilla con una flor blanca.

-si siempre estuviera tranquila se vería muy guapa- susurro Suigetsu a Karin quien solo concordó su acuerdo con su amigo.

-solo está preparándose para la presentación- comento Gaara, mal interpretando el ánimo de su amiga; su vestimenta también era negra, sus pantalones estaban desgarrados y su camisa iba sin mangas también desgarradas, sus accesorios solo consistían en una multitud de anillos en sus manos y una cadena plateada alrededor de su cuello.-siempre cambia de actitud cuando vamos a tocar en vivo.

Chihane se levanto, tenia puestos unos pantalones negros ajustados, una cadena brillaba alrededor de su cintura, como un cinturón, calzaba unos botines de aguja negros, su top azul cromo dejaba ver su estrecha cintura y para complementar su sencillo atuendo también vestía una chaqueta corta a juego, su cabello estaba suelto sin ningún adorno pero pulcramente cepillado, Yamato y Sai al igual que todos los miembros de Dokuo vestían de negro pero a diferencia de los primeros tres sus ropas eran poco ostentosas Sai, solo llevaba una playera de licra que dejaba expuesto su abdomen bien formado y pantalones negros a juego mientras que Yamato vestía una camiseta de cuello alto negra y unos pantalones gastados de mezclilla por estar en la parte de atrás del escenario no buscaba verse ostentoso sino mas bien cómodo y en el caso de Sai su cuerpo esbelto y su piel blanca expuesta era suficiente incentivo para llamar la atención de cualquiera.

-ya es hora- dijo saliendo del camerino con su guitarra en las manos, los demás no se hicieron esperar mucho y la siguieron.

Taka permanecería tras bambalinas durante el concierto pero la verdad querían ver la presentación de Dokuo, así que se situaron cerca del escenario donde nadie del publico pudiese verles, a diferencia de Dokuo que daban la impresión de ser una banda totalmente metalera ellos más bien parecían un grupo punk rock por sus vestimentas eran en si mas coloridas que solo negro y sus canciones eran  más livianas comparadas con las de Dokuo.

En cuanto pisaron el escenario, el público comenzó a aplaudir, desde ahí ninguno de los miembros podía distinguir al público con claridad, pero era obvio que había mucha gente. Tomaron sus lugares y esperaron la presentación de la banda. El público estaba encantado las dos mujeres del grupo eran unas bellezas y los chicos no estaban mal tampoco. Solo esperaban que su música fuese igual de buena.

 

Fugaku miro  a su hija de pie en el escenario y por un bizarro segundo, creyó verse a sí mismo cuando era joven. Lo más seguro era que no pudiese verle desde ahí, pero esperaba que recayera en su presencia de todas formas, algo así como el llamado de la sangre.

La primera canción, la apertura la componía una triada de solos de guitarra acompañada por la vibrante voz de la morena. En cuanto comenzaron la multitud enloqueció, Fugaku miro como la canción de su hija era capaz de mover a todas las personas en el público. Incluso al escucharla por primera vez cantar sintió como se le puso la piel de gallina, definitivamente esa chica tenia carisma, y también talento. No se arrepentía de haberla alejado cuando lo hizo, pero estaba orgulloso de ella, si tan solo en aquella ocasión hubiera…No, no tenia caso, no podía cambiar lo que había hecho, el pasado no cambia solo porque te gustaría una segunda oportunidad, solo quedaba aceptarlo y vivir con ello, además de que tomaría esa decisión de nuevo si fuera necesario antes de encerrarla en una jaula de oro que terminaría por arrebatarle su libertad.

 

Shizune estaba tan concentrada en la presentación y en sus canciones, que no se fijo en ninguna de las personas del público, sin contar que la poca luz que iluminaba la estancia impedía enfocar la vista, los aplausos y gritos de sus fans demostraba que hasta ahora eran todo un éxito, las luces del escenario iluminaba de vez en cuando la sala del escenario, y en momentos podía ver un brillo tenue de una copa frente a ella. Era como el reflejo de una pequeña luz en el cristal del vaso, y sin poder evitarlo se encontró a si misma mirando solo en esa dirección.

Mientras cantaba deseo ver quien era la persona que sostenía esa copa, y como si las luces supieran su deseo, el rostro de su padre quedo iluminado. Sintió un choque dentro de sí pero no flaqueo en su música, hasta que su presentación termino. Bajo del escenario sin llevar consigo su guitarra, la hizo a un lado, camino hasta quedar enfrente de Fugaku, que le miraba sin ver realmente lo que ella hacía.

No tenía idea de que hacia ahí, pero era claro que el motivo era ella, sino ¿para qué otra cosa estaría su padre que la quería muerta y lejos de sus hermanos, en ese lugar? Vio que llevaba el vaso a su boca, tomando de un solo sorbo el contenido completo, espero un poco más para que él le dijera porque estaba ahí. Pero al notar que el mayor no tenía intención alguna de hablar. Se sentó a su lado y pidió que le sirvieran algo de whisky, sin importar lo que pusiese expresar su rostro, era claro que estaba nerviosa pues el tintineo constante del hielo de su vaso era evidencia de que sus manos temblaban levemente. El trago la ayudaría a tranquilizarse y enfrentar lo que sea que Fugaku Uchiha le hubiese ido a decir, así que decidió apurarse el líquido ámbar en su vaso de un golpe.

Después de varios minutos, de silencio no pudo mantener la charada de desinterés, por lo que con tono irritado  se preparo para hablarle.

-¿Qué haces en este lugar?- se felicito a si misma por ser capaz de que su voz no sonara como un susurro débil como estaba segura que se oiría, y en cambio había sonado seguro, incluso insolente y sobre todo sarcastico.

Silencio…

-¿qué hay del trato de no volvernos a ver jamás?- pregunto irónica y observo como su padre apuraba el liquido de su segundo trago sin siquiera prestarle atención

-solo quería confirmar algo nada mas….- dijo de repente a la morena que ya se había dado la vuelta para irse enojada. Deteniéndose por el impacto de escuchar la voz cansada de su padre, nunca le había oído hablar así antes, sonaba exhausto.

-¿qué?- interrogo intrigada.

-me quería asegurar de que no has estado en contacto con tus hermanos- el tono en que había empezado a hablar fue remplazado con la arrogancia con la que su padre solía hablar y sin dar tiempo a que la joven intervenga continuo- el dueño de este lugar tiene hijos que convenientemente son amigos de tus hermanos. De saberlo, apuesto a que estarás tentada a contactarlos ¿no?

¿Qué sus hermanos conocían a los hijos de su jefe? No podía ser, ¿es que el mundo era tan pequeño? Entendía el recelo en la voz de su padre pero, ella no sabía nada de eso, ni una sola vez intento romper la restricción de encontrarse con sus hermanos, por dos razones la primera era que aunque lo hiciera ya era demasiado tarde para que le perdonaran y la segunda había dado su palabra y no se retractaría.

-yo no lo sabía….

Fugaku le miro con la ceja arqueada, era un gesto que delataba que no le creía y la verdad es que si ella fuera él tampoco lo haría. Después de todo permanecer en el anonimato era la condición para que ella pudiese mantener una vida independiente. Y si su padre tenía razón, su estadía en ese lugar solo suponía una cosa. Y esa era contactar con sus hermanos a escondidas del mayor.

-pues ahora espero que vuelvas a desaparecer…

-¿estás loco? ¡No lo hare! –Dijo indignada- ¡No eres nadie para darme ordenes! – siseó con furia- ¡ya no!

-entonces me veré obligado a tomar otras medidas...- dijo dirigiendo la mirada hacia una pareja que estaba sentada cómodamente disfrutando de la música al otro lado de la sala.

Shizune no tuvo que verlos con claridad para saber que se trataba de Kakashi y su esposo.

-no lo harías… ellos no tienen nada que ver- dijo imaginando que el mayor tomaría represalias en contra de los Hatake. Fugaku se dio cuenta de que su mirada hacia su hermano y cuñado había colocado una idea equivocada en la mente de su hija, pero daba igual lo que pensara que haría, si con eso la obligaba a marcharse o alejarse de sus hermanos.

-tienen todo que ver, querida….- dijo siniestro componiendo una mirada fría, Shizune supo que la confrontación no era una estrategia efectiva contra su padre, nunca había funcionado y sabia que ahora tampoco seria de utilidad, por lo que opto por ser honesta.

-tendré cuidado de no toparme con ellos. Pero no me iré de aquí. Me gusta este lugar-dijo derrotada mirando a sus compañeros de Taka en el escenario, su padre era un hueso duro de roer y poco podía esperar de su ataque de franqueza, soltó un suspiro resignado.

-eso era todo lo que quería escuchar, querida. Un poco de cautela no está de más ¿verdad?- término condescendiente fijándose en la mirada sorprendida de la menor al escuchar sus palabras.- además, tus hermanos estarán de nuevo en peligro si no tomas precauciones y es probable que tu también…

-¿es que ha pasado algo?- pregunto inquieta por el comentario, sabía que su padre solo se movía de acuerdo a una serie de motivos y entendía perfectamente que ir a advertirle de mantenerse alejada era parte de esa cadena, incluso en aquella ocasión fue igual, su padre la había repudiado para protegerla, incluso si en ese entonces no lo aceptaba ahora era consciente de ello. Sin embargo el hecho de que algo les pasara antes de que el mayor fuese a verla la estaba preocupando.

-uno de ellos está herido, pero no es nada que no puedan superar…- respondió sin mucha importancia. Y por esa misma razón supo que no le diría más aun si le lanzaba más preguntas.- a diferencia de ellos, tu estas sola, por lo que es probable que no salgas tan bien parada de una crisis

-me mantendré en guardia…-dijo reacia a aceptar que tenía razón, comenzó a alejarse, la verdad era lo único que podía hacer en ese momento. Después de todo, sus hermanos seguramente le odiarían si supieran que estaba viva y prefería mantenerse alejada a ser testigo de sus miradas llenas de odio por ella, y por el hecho de que a pesar del pasado aun seguía adorando casi con fanatismo a su padre, si ese hombre no hubiera intervenido jamás en sus vidas ella jamás  hubiera sido alejada de sus hermanos, y tampoco hubiese perdonado a su padre, si ese hombre no hubiese hablado con ella no  sabría que su padre solo quería protegerla y hubiera sido capaz de odiarlo y no sentirse dolida por su frialdad al tratarle…

 

Fugaku la miro marcharse hasta que desapareció tras una puerta, bajo la mirada a su trago que mantenía en su mano y mientras tomaba un sorbo pudo ver la mirada inquisitiva de Kakashi, lo que dejaba en claro que había adivinado la relación entre él y la vocalista de Dokuo llamada Chihane, seria ciego o tonto si no hubiese notado el perecido físico y estaba seguro  de que su hermano no era ni lo uno ni lo otro.

Dejo el vaso vacio sobre la barra y después de pagar se fue del lugar, ya no tenía ningún motivo para permanecer un minuto más allí. Al salir se dirigió  a su auto aparcado del otro lado de la calle, arranco y sin más se fue sin prestar atención al auto rojo que paso justo a su lado.

 

La ansiedad la estaba matando. Shizune estaba sola en el camerino, la charla que había mantenido con su padre algunas horas antes, la dejo al borde del colapso. No entendía la mayor parte de la conversación se la había pasado intentando controlar sus ansias por saber que tenían sus hermanos. Su padre hablo de manera muy ambigua y lo único que dejo claro era el hecho de que uno de sus hermanos estaba herido y que probablemente ella lo estaría si no tenia cuidado.

Sin embargo, la pregunta que la corroía en ese momento era ¿cuál de sus hermanos estaba lastimado? , si se trataba de Itachi era probable que los gemelos estuvieran ansiosos y preocupados. Aunque Itachi era bueno en combate por lo que si se trataba de él lo más probable fuera que le habían dañado de alguna manera indirecta, tal vez lo arrollaron en la calle o provocaron un accidente en su auto. ¡Rayos! Pensó frustrada enterrando una vez más su cigarrillo entero sin siquiera ponerlo en su boca.

Después cavilo la posibilidad de que fuera alguno de los gemelos, y el panorama que se planteo no era otra cosa que desolador, si por algún motivo alguno o ambos se lastimaban era seguro que su angustia seria el doble de peor para Itachi y el gemelo sano. Si se perdían uno al otro la devastación acabaría con el otro pero ¿de que servía torturase con los “Si”?

Se reprendió mentalmente por no haber preguntado mas detalles a su padre cuando tuvo la oportunidad pero por su actitud condescendiente supo que no serviría de mucho. Quería preguntarle pero sabía que precisamente eso era lo que había venido a recordarle el mayor. No debía ponerse en contacto con los menores.

Ella como Shizune no existía. Estaba muerta ahora era Chihane y eso no podía cambiarlo, si apareciera delante de ellos después de cinco años que la creían muerta seguramente no la perdonarían. Era lo mejor para todos.

Tenía un cenicero lleno de colillas de cigarros, las cuales apenas había tocado. Encendía el cigarrillo y luego lo apagaba llena de frustración, repitió aquello hasta que se le gastaron los cigarros solo quedaba uno en la caja.

La puerta del camerino se abrió, no tuvo que mirar para saber quién era el intruso, reconocía muy bien sus pasos firmes y sólidos. Confirmo su presencia al acercarse a ella y tomar el cenicero lleno, soltó un suspiro cansado y se dispuso a vaciar el contenido en un bote de basura.

-si fumas demasiado arruinaras tu voz...-dijo considerado. Ella no contesto no quería desquitar su enfado con Yamato, después de todo el solo quería confortarla.

Regreso hacia ella y se sentó a su lado, la miro unos minutos esperando de que ella lo mirara de vuelta y cuando al fin lo hizo le sonrió y volvió a hablar tranquilo

-si hay algo que te preocupe...o si quieres hablar recuerda que me tienes a mi - alargo su mano y acaricio su cabello con ternura apartándolo de sus ojos para después rozarle las mejillas en una caricia.

Shizune le contemplo permitiéndole tocarla, Yamato era muy parecido a Itachi, un hombre capaz de dar todo por sus amigos o ella. Se sentía bien cuando estaba con él, sentía afecto por él, pero sabía que no lo amaba. Aun si le permitía esa clase de intimidad Yamato solo era la tenue comparación de Itachi, incluso si sus ojos negros le decían silenciosos que la amaba ella no le correspondía.

Se acerco a él juntando sus frentes, haciendo más intimo el contacto entre ellos. Cerró los ojos y se quedo inmóvil sintiendo la calidez de Yamato, apoyando sus frentes como si con ello pudiesen intercambiar pensamientos. Después de unos minutos abrió los ojos y le susurro antes de separarse de él, acuciada por la culpa de sus actos.

-solo necesito salir un rato...- miro la caja de cigarrillos casi vacía a excepción de un solo cigarro en el interior- y cigarrillos.

-¿Chihane?- se detuvo sin volverse a verle, pues seguramente se encontraría con su rostro de preocupación ya conocida

-ten cuidado...- ella asintió y siguió su camino a la puerta tomando su chaqueta y las llaves de su motocicleta.

Salió al estacionamiento, donde tenía aparcada la moto, aun podía escuchar aunque amortiguada la canción de Karin, era muy buena, pensó cuando la escucho la primera vez y aun ahora seguía creyéndolo. Camino el corto tramo de un callejón para llegar hasta el estacionamiento.

La noche blandía una luna llena muy hermosa, se detuvo un momento para admirarla, escucho los pasos de alguien cerca tal vez se trataba de algún cliente yendo a casa. No le presto atención, absorta en la luna.

-Hola...Nee-san,....-escucho poniéndose rígida en el acto.

La repentina voz frente a ella, hizo que diera un paso atrás de la sorpresa. Estaba oscuro y no podía ver bien, pero podía apreciar la silueta de alguien apoyado en la pared. Podría tratarse de cualquier persona pensó intentando auto convencerse de que sus nervios le estaban torturando de la preocupación.

Esa sombra no podía ser Itachi, ¡no podía! Por piedad que no fuera el... ¿qué haría? Vio que la sombra se acercaba a ella, con paso lento hasta que la luz de la luna le ilumino el rostro. Shizune sabía lo que tenía que hacer, pero la idea en sí, le revolvía el estomago. El rostro de Itachi estaba tranquilo, no había ningún rastro de sorpresa en sus ojos, al menos ahora sabia que él estaba bien y que probablemente alguno o ambos gemelos eran los heridos... O tal vez su padre le había mentido. Apretó hasta estrujar la caja de cigarros vacía en su mano fastidiada por esta idea.

Tenía que hacer que se fuera y no regresara, tenía que hacerle entender que no podía estar ahí. Pero ¿como podría hacerlo? Itachi le conocía y ella a el, por eso sabía perfectamente que no sería una tarea fácil y que si quería alejarle no debía tener piedad.

Se enderezo, con confianza que estaba lejos de sentir. Sentía la rigidez de su postura mientras el joven se acercaba mas a ella con la mirada fija en sus ojos. Y sin meditarlo se escucho a si misma decir

-Vete...- él se detuvo un metro delante de ella

-¿porque?- le susurro con voz ronca mientras su cara mostraba la tristeza de su rechazo. Desvió la mirada sin poder soportarlo, no quería hacerle daño pero no podía permitirse verle ahí, no podría soportar la idea de ponerle en peligro. No se dio cuenta de cuando se había acercado más a ella, hasta que lo sintió rodeándola en un abrazo.

-suéltame...-articulo a penas en un susurro sin aliento sintiendo como la rigidez de sus hombros se volvían gelatina al sentir los fuertes brazos del moreno. No podía alejarle, no quería dejar de sentirse protegida de  nuevo entre sus brazos ni quería privarse del perfume familiar de Itachi que surtía un efecto relajante en ella.

-¿porque?-le respondió el de nuevo repitiendo su pregunta ante su aparente rechazo.

El doble sentido de sus porqués, la estaban destrozando. No le preguntaba ¿Por qué? debía irse, ni tampoco ¿Por qué? debía soltarla, el significado de sus porque era obvio. Quería una explicación, quería saber porque le había abandonado, porqué estaba viva. Y ella no podía responderle solo dejar que la abrazara.

- Itachi...yo...- intento hablar una vez más

-¡No!...No respondas. Déjame a mí.-le interrumpió separándose de ella sin soltarla del todo. La acaricio delineando su rostro y mantuvo su mano sobre ella, mirándola analizando los cambios en ella, sintiéndose tímida bajo el escrutinio de esa mirada oscura. Cerró los ojos y dejo que él la examinara, no quería negarse lo que anhelaba desde hacia varios años. Le extrañaba demasiado.  Sintió que su mano se detenía bajo su barbilla y que apenas con un poco de fuerza le alzaba el rostro, aun tenía los ojos cerrados. Y sintió los labios del moreno sobre su mejilla. La sensación le había dejado un hormigueo en la zona donde le había besado y después ella le miro, mientras él la soltaba y se alejaba de ella.

-Te quiero Nee-san...- acaricio nuevamente su mejilla con ternura - Volveré otro día...

-Itachi...-dijo ella intentando alcanzarlo antes de que se fuera, consiguiendo asir su brazo-¡No puedes! ¡No puedes volver!

-me alegra que estés viva-su voz sonó como una caricia, reconfortando el corazón de Shizune que se había torturado ante la suposición de que le odiaría.

-Esta vez no permitiré que te vayas.- le dijo ignorando claramente sus palabras anteriores y liberándose de su agarre, su tono fue tajante y autoritario no podría hacer nada para impedirle cumplir lo dicho. Lo vio subirse a un auto rojo aparcado en la calle, dejándola confusa y frágil. Vio la calle en la que el auto había desaparecido por un rato demasiado largo, obligándose a llegar a su moto.

Se recargo en la pared, y con el puño cerrado golpeo el muro frustrada. Si su padre se enteraba de ese encuentro las consecuencias serian desastrosas. Su frustración solo creció cuando descubrió que a pesar de todo estaba feliz de poder tocar a Itachi de nuevo, de saber que a pesar de todo aun le amaba. Y dejo correr sus lágrimas por su rostro, liberándose de toda la confusión que sentía con su llanto. Ajena totalmente a la mirada oscura oculta en las sombras, que le observaba desde la distancia.

 

Aun recordaba la exquisitez de aquella silueta esbelta y cincelada, parecía una diosa entre los humanos, una diosa que le había sido negada. Camino de vuelta a su auto parsimoniosamente no tenía prisa, la paciencia era un atributo que le había tomado tiempo adquirir y perfeccionar no necesitaba apresurarse después de todo la victoria sabia mejor si se tomaba el tiempo de saborearla.

Aquella noche resulto no ser después de todo un desperdicio, había decidido de último minuto echar un vistazo a la joven primogénita del poderoso clan Uchiha, creyó que con el paso de los años la joven se tornaría insulsa y repulsiva pero descubrió que el tiempo solo había acentuado su gracia volviéndola deseable, incluso más que cuando aún era una adolecente. Mojo sus labios resecos con su lengua en un ademan sinuoso y grotesco.

Llego hasta la cornisa de la carretera donde esperaba su auto, entró en el con sosiego tomándose su tiempo para acomodarse en el asiento trasero del vehículo, tenía una sonrisa en la cara que parecía de anticipación sórdida.

-¿ha encontrado algo interesante Danzou-sama?- interrogo el chofer que ya estaba acostumbrado a ver esa sonrisa en muchas ocasiones con la certeza de que tenía razón. El anciano en el asiento trasero solo le devolvió la mirada por el retrovisor sin contestar nada, pues la mirada frívola que le dio fue más que suficiente para confirmar la pregunta del hombre. Quien se limito a arrancar el motor y emprender su retirada de vuelta a la casa Shimura, ajeno  a los pensamientos de su retorcido jefe.

 

Continuara….

Notas finales:

Muchas gracias por los Rr y por leer 


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