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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola mis queridas y queridos lectores les traigo un nuevo capitulo dividido dos partes para no hacerlo pesado XD disfruten la primera parte y la siguiente estara para mañana les tendre el que sigue...

 

Disculpen mi tardanza y espero sus coemntarios a leer!

Capítulo 23

 

 

Contra toda probabilidad Shizune esperaba que Itachi no se presentara de nuevo en el local, habían pasado tres días desde la primera vez que se habían encontrado y desde entonces el moreno aparecía a horas diversas en el local aunque nunca se quedaba lo suficiente para poder preguntarle nada sobre los menores o ser visto por nadie, incluso había llegado a pensar en ocasiones que solo había sido una ilusión el verle ahí con una sonrisa genuina en sus labios, sin rastro alguno de reproche por haberlo engañado con su prematura muerte.

 

Y aunque un sentimiento de calidez y felicidad la embriagaba cada vez que lo miraba, sabía que era un error permitir que el moreno la visitara por eso cada vez que se marchaba pedía al cielo que no volviera, por su bien y por el de ella, aunque con certeza sabía que sus plegarias serian ignoradas y que sin duda el moreno estaría de vuelta  cuando ella llegara al Chidori y estaba segura pues si ella fuera el, haría exactamente lo mismo solo para confirmar una y otra vez que era real y que no estaba loca.

 

Subió a su motocicleta con reticencia, antes de ir al Chidori preparándose para lo que seguro vendría esa noche, era obvio que Itachi ya no soportaría estar yendo y viniendo en visitas esporádicas solo para verla, y por eso mismo estaba segura que en esa ocasión se quedaría más tiempo y se negaría a irse, solo para que ella se debatiera por enésima vez la posibilidad de volver a desaparecer tal como su padre le había pedido...

 

Sin embargo y contra sus especulaciones, Itachi no estaba ni remotamente cerca del Chidori. Despues del susto que se había llevado la última vez en casa del Nara, y a pesar de que el mismo Shikamaru insistía en su mejora, Itachi continuaba yendo y viniendo a la casa del menor, preocupado aun por la misteriosa charla que mantuvieron y curioso por saber de qué se trataba pero pese a sus constantes esfuerzos por averiguarlo había descubierto una vez más por que Shikamaru era un hueso duro de roer...

 

Acaba de estacionar el auto rojo justo en el lugar de siempre frente a la casa del menor, no se había dado cuenta de que era observado desde el otro lado de la cera por un par de zafiros azules que miraba melancólico el ramo de flores que llevaba en la mano, una vez se aseguró de cerrar perfectamente su auto rojo se dispuso a cruzar la calle en dirección a su destino.

 

Aun sin ser notados por el moreno, del otro lado de la calle, Gaara quien por azares del destino había sido elegido ese día para ir por los arreglos que Deidara hacia a las canciones para ellos, se percató instantáneamente de la mirada dispersa del rubio dirigida al joven moreno de aspecto muy familiar que no tenía idea de quien era pero que poseía un atractivo casi pecaminoso y apostaba que se vería igual de guapo con harapos en vez del conjunto hecho a la medida que llevaba, miro alternativamente a su rubio acompañante y al joven moreno, reconociendo al fin ese brillo bobalicón que suele delatar a las pobres y absurdas victimas del amor no correspondido igual a...el...

 

-¿Lo conoces?- pregunto para asegurarse era obvio que Deidara no se esperaba la pregunta y nervioso al grado de sonrojarse y tartamudear le respondió.

 

-¡No!... ¡Sí!... Ejem...-fingió aclararse la garganta y dijo despues de que consiguió calmarse un poco - Es decir, se su nombre. ¡Pero no somos cercanos!

 

-mmm.....

 

Gaara giro su mirada en dirección al joven moreno que al parecer al fin se había percatado de sus presencias y había cruzado miradas reflexivas con el evaluándose mutuamente para fruncir el ceño casi automáticamente en cuanto ubico la presencia del joven rubio a su lado, para despues volver a mirarle pero esta vez con claro desdén en sus ojos apartando su mirada solo para adentrarse en la casa que al parecer había ido a visitar sin ninguna otra cortesía que un simple asentimiento de cabeza para retirarse.

 

- ¡Vaya! Es guapo incluso enfadado, ¿No crees?- comento distraído el pelirrojo. Deidara no supo que responder para no delatarse más de lo que ya lo había hecho, pero no fue necesario ya que el peli rojo no espero ninguna respuesta para subirse a su motocicleta dispuesto a irse.- bueno gracias... Salúdame a Ino-chan...

 

-¡Lo hare! Bye....

 

Deidara observo la calle hasta que el mayor giro en la esquina desapareciendo, desde aquella ocasión en la que interpretaron a Beethoven para ellos en el local,  Ino se había hecho cargo del bajo pidiéndole a  Gaara su breve tutela dejándolo fascinado por su destreza y su perfecta ejecución, era como si desde ese mismo instante el pelirrojo fuera un fiel y gran admirador de la menor quien disfrutaba de las atenciones que el mayor tenia siempre con ella. Lo que llevaba a preguntarse al rubio  ¿qué es lo que pasaría? si la menor de los Uchiha supiera de la constante atención que Ino obtenía por ser tan tierna y no solo de Gaara sino también de Karin la vocalista de Taka, que a pesar de ser obvia con sus sentimientos hacia la rubia esta simplemente no se daba cuenta de nada...

 

Sintió un cierto escalofrió en su cuello, una sensación similar a la ser observado, levanto la vista para descubrir al joven moreno aun en el umbral de la puerta contigua sin tocar, mirándolo fijamente sin inmutarse al ser descubierto con frialdad en sus ojos, los mellizos le habían contado que Shikamaru había estado enfermo días atrás y que se había desmayado causando un gran alboroto, y que despues de eso Itachi se había ocupado de cuidar al menor hasta que bajaron juntos horas más tarde con un aura extraña rodeándolos, lo que les hacía creer que tal vez al fin se habían reconciliado, aunque no estaban seguros del todo.

 

Pero aun si esa era una posibilidad más que evidente debido a que casi a diario y a todas horas el moreno se aparecía por la casa del joven Nara, era algo que Deidara prefería mil veces no pensar.

 

Por otra parte desde la última vez en que Itachi le dejo en claro lo imposible que sería compararse con Shikamaru, el estado anímico del rubio era prácticamente nulo y a pesar de sentir que su corazón se caía a pedazos cada vez que veía el rostro del moreno hacia su joven vecino su dignidad le ayudaba a componer una máscara de indiferencia y desdén cada vez que se enfrentaba a la hostil mirada ónice de Itachi Uchiha.

 

No tenía por qué soportar sus desplantes e insultos, y aunque su amor por el no hacia otra cosa más que crecer cada vez que lo miraba, había decidió no volver a ser débil contra él. Lo enfrentaría, y no dejaría que reprobara sus acciones como en ese momento lo estaba haciendo. Asi que aparto su rostro con insolencia impropia de él y siguió su camino ignorando su mirada lo mejor que podía.

 

En la puerta de la casa Nara, Itachi intentaba reprimir las ideas homicidas en contra de aquel chico peli rojo que había visto en compañía del  rubio, minutos antes de ser sorprendido mirando su cara melancólica con la partida de su acompañante. Todavía se negaba a aceptar lo que Shikamaru había decidido con respecto a sus propios sentimientos aunque muy en el fondo admitía estar un poco celoso de todos aquellos que se acercaban a Deidara, y cada vez que aquel sentimiento amenazaba con aflorar y hacerse evidente su voz culpable en su mente le recordaba que no tenía derecho a cuestionar o reprobar a nadie que el joven frecuentara, despues de todo el no pretendía aceptar nunca sus sentimientos por Deidara. De manera que se repetía una y mil veces que ellos no tenían ningún lazo y que eso era lo mejor.

 

Observo como el menor retomo su camino ignorándole con intención, al mismo tiempo que la puerta frente a él se abría dejando ver a Lina que le miraba con el ya acostumbrado rostro inexpresivo hacia su persona.

 

-¡Oh! Itachi-sama bienvenido, no le esperábamos tan pronto.- dijo con cierto cinismo en la voz. Itachi arqueo la ceja en muestra de entender su sarcasmo y antes de poder decir algo en su defensa la joven le interrumpió- ¡Son unas flores muy hermosas! Pero... ¿Ha olvidado que Shikamaru-sama es alérgico al polen?

 

La pregunta tardo unos segundos más de lo esperado en procesarse en la mente del moreno.

 

-"¡Rayos!"- se dijo a sí mismo en su mente abriendo los ojos en respuesta, e intentando pensar en alguna excusa rápido dijo- ¡por supuesto que no! Estas son para ti Lina-chan...

 

-...............- la joven lo miro con expresión divertida en sus labios que mantenía firmes a pesar de que era obvio que queria reírse ganándose la admiración de Itachi por su autocontrol y responderle con voz solemne casi como una burla a su vago intento de excusa.

 

- Entiendo. Es muy amable... Pero - ¿Otro "pero" pensó Itachi algo nervioso que le diría ahora?- ¿A que debo el honor de tan encantador obsequio?

 

- es un pequeño agradecimiento por cuidar de Shikamaru hasta ahora...- improviso con una de sus mejores sonrisas, que no impresiono para nada a la joven doncella que lacónica le respondió.

 

-cuidar de Shikamaru-sama es parte de mis deberes en esta casa y debo añadir que es un placer poder hacerlo. No tendría por que aceptar sus flores por ese motivo...

 

-entonces...mmm... tómalas como un... Un... ¡regalo de cumpleaños!- resolvió contento- fue hace poco ¿No? -indago triunfal. La joven se hizo a un lado para que entrara sin tomar el suntuoso ramo de azucenas y justo antes de que cerrara la puerta volvió a hablar.

 

-Muchas gracias Itachi-sama...- el mencionado sonrió al escucharla, y asintió aceptando su agradecimiento tendiéndole el ramo a la chica para que lo tomara, arrepintiéndose de lucir tan estúpido cuando una vez más la joven le dio otra bofetada imaginaria al agregar- pero... Mi cumpleaños fue hace tres meses...

 

Lina observo absorta un pequeño tic en la ceja izquierda del moreno, y la rigidez de sus hombros, producto de su frustración al intentar usar una excusa tan ridícula como aquella para encubrir su descuido. Era muy divertido molestar al Uchiha sobre todo porque es una de las personas de las que raramente se puede encontrar algún motivo para reírse de él. Y ella  definitivamente se queria reír a sus anchas del moreno pero eso sería muy penoso para el Uchiha, incluso más de lo que ya se debía encontrar ahora, así que se contuvo lo mejor que pudo ideando una manera de alentarle sin que fuese demasiado, aunque no tuvo oportunidad de decir nada más...

 

-¿Esas son flores?-inquirió alguien desde las escaleras, ambos morenos se voltearon en dirección a la voz curiosa del Nara que se encontraba de pie en medio de las escaleras observando, con un pañuelo cubriendo su nariz que provocaba que su voz sonase acatarrada

 

- ¡Sempai! sabes que soy alérgico al polen...- recordó el menor con reproche frunciendo el ceño con desdén, logrando con ese gesto que Itachi desencajara la mandíbula atónito era la primera vez que el menor le hablaba en ese tono.

 

-No se preocupe Shikamaru-sama -intervino Lina tomando las flores de las manos del moreno al tiempo que decia - Itachi-sama me las ha regalado por mi cumpleaños ¡Es muy considerado! ¿Verdad?- se encamino hacia el pasillo que llevaba a sus habitaciones - Las pondré en mi habitación así no tendrá ningún inconveniente...

 

Shikamaru arqueo una ceja en gesto de incredulidad, pues para empezar Itachi no era muy detallista y en segunda su relación con su maid era igual a la de un gato y un perro que simplemente y de alguna maravillosa forma se ignoraban ¿Cuando había cambiado eso? Además...

 

-¿Por tu cumpleaños? - indago confuso el castaño mirando a su maid. Itachi queria meter su cabeza en un hoyo en cuanto escucho al Nara decir- ¿eso no fue hace tres meses?

 

Lina detuvo su caminata por el pasillo a su habitación para mirar a su amo con una destellante sonrisa y decir con gracia.

 

-Sí, así es...- sin más se giró y desapareció por el pasillo, con una suave risa que Itachi tomo como burla, y no era para menos había intentado engañarla a ella primero y había fallado tendría que ser más cuidadoso la próxima vez con Lina. Era obvio que aquella humillación a su persona había sido a adrede o por lo menos eso era lo que el queria pensar.

 

Lo peor del caso era que la mirada divertida del Nara le decia que se había dado cuenta de todo lo que había pasado

¡Rayos!. Ambos se dirigieron al estudio.

 

 

-no debiste intentar engañarla- le dijo una vez se instalaron en la sala de música.

 

- ¡ya no me digas nada! Lina-chan es un adversario temible- respondió con frustración dejándose caer en el sillón Totalmente recostado boca abajo, enterrando la cara entre los cojines del mueble.

 

-Puede ser.- concedió el castaño- Pero no parece ser ese el motivo de tu mal humor- observo el Nara- ¿Estas teniendo problemas con...-dudo un momento en cómo llamarla pero al final decidió que era mejor ser directo- ¿Shizune-san?

 

Por un segundo los movimientos de Itachi cesaron, componiendo un semblante de conflicto interno que preocupo un poco al menor, que espero hasta que el moreno hablara.

 

-Ella... Siempre se porta distante cuando me ve.- respondió melancólico el mayor- es como sí , esperara algún reproche de mi...Como sí, estuviera lista para ser herida...

 

-tal vez piense que no es normal que la perdones tan fácil.- comento el Nara sentándose al final del sillón- piénsalo un poco y veras que tengo razón. Nadie que hiciera lo que ella hizo al irse esperaría un cálido recibimiento, incluso cabe la posibilidad de que esperara ser odiada o rechazada. Fingió estar muerta y se alejó de ustedes durante mucho tiempo...-Itachi escucho cada palabra con reticencia, pero no interrumpió al Nara- Al no reprochar nada, ni enojarte, es normal que ella desconfié. Si estuviera en su posición pensaría lo mismo...

 

-Lo sé... Entiendo lo que dices. Pero para mí el simple hecho de que ella este viva y respirando es suficiente...- el mayor se deslizo hasta acomodar su cabeza en el regazo de Shikamaru- no tengo ganas de desperdiciar mi tiempo a su lado en peleas inútiles...

 

-solo dale tiempo sempai...- aconsejo Shikamaru apartando el cabello de la cara del mayor reconfortándole con una caricia- aún es muy pronto para que desees que todo sea como antes. Debes saber porque lo hizo, y también debes decirle a los gemelos. Pero puedes ayudarla a sentirse cómoda contigo si continúas a su lado...

 

-Esa es mi intención por eso he decidido llevarle su guitarra.- interrumpió el moreno, levantando su cabeza del regazo del moreno para mirar su rostro al preguntar- Aun la tienes guardada ¿Cierto?

 

Al escuchar lo que Itachi había dicho Shikamaru palideció, devolverle la guitarra a Shizune suponía un gran riesgo para él, ya que no tenía idea alguna de si la joven sabia del diario y las cintas en el compartimiento secreto del estuche. Y si así era, al revisar el estuche y no encontrarlos podría decirle al moreno de su existencia y eso podría acarrear problemas antes de tiempo.

 

-S-si...- Itachi noto la palidez de su rostro y como un resorte se levantó para inspeccionar su estado.

 

-¿Te sientes mal?- indago preocupado, palpando su temperatura con su mano al ponerla en la frente del menor quien negó efusivo sacudiendo su cabeza mientras se levantaba estrepitosamente del sillón.

 

-¡no es nada! ¡Estoy bien!- la mirada escéptica que le dedico Itachi le dijo que no le creía así que sin darle oportunidad al mayor para interrogarlo se puso de pie en dirección al pequeño almacén donde descansaba la guitarra, preguntándose que haría si la morena sabia de ese estuche y le decia a Itachi. Para despues auto convencerse de que todo saldría bien despues de todo si ella supiera algo tal vez quisiera mantenerlo en secreto al igual que él lo hacía ahora.

 

Itachi observo el raro comportamiento del menor al retraerse en sus pensamientos como venía haciendo desde hacía un par de días atrás. Su comportamiento era igual que ese día en el que habían hablado en su habitación cuando de forma extraña le pidió que confiara en él, lo vio entrar al pequeño almacén del cuarto y justo al salir con la guitarra al hombro el timbre anuncio la llegada de un visitante más.

 

-¿Esperas a alguien?- pregunto sentándose erguido en el sofá

 

- No. Tal vez sea el correo...- respondió Shikamaru quitándole importancia al asunto. Coloco el estuche sobre la mesa al centro de la sala para despues abrir los seguros del estuche dejando expuesta la espléndida guitarra color ébano.

 

-se ve genial...- comento Itachi tomándola y colocándola sobre su regazo, rasgo las cuerdas deleitándose con el sonido profundo y limpio - has cuidado bien de ella...

 

-¡por supuesto!- respondió el menor con altivez y una sonrisa juguetona. Justo unos segundos  despues tocaron la puerta de la sala se abrió dejando ver a Lina y al par de rubios tras ella.

 

-lamento interrumpir Shikamaru-sama, pero tiene visitas...- tras su breve introducción los dos rubios entraron en la habitación sonriente.

 

-¡Onii-sama!- saludaron al unísono ambos chicos e inmediatamente despues pasearon su mirada a lo largo de la habitación esperando encontrar la razón de su espontanea visita. Al darse cuenta el mayor les sonrió gentil era obvio que ambos esperaban ver ahí a los gemelos.

 

-lo siento chicos pero no encontraran lo que buscan...- los rubios lo miraron con confusión que pronto se volvió vergüenza, tenían dos días completos sin ver a los gemelos y empezaban a impacientarse. - los gemelos tienen entrenamiento en el dojo. Por eso no han podido acompañarme...

 

-¡mala suerte!- comento divertido Shikamaru leyendo la decepción en ambos rubios.

 

-pero...- dijo algo pensativa la rubia- no es demasiado pronto para realizar un entrenamiento. Sakura- chan todavía está herida.

 

La nota cariñosa en el nombre de su hermana descoloco a Itachi, era la primera vez que escuchaba que alguien la llamaba así, era evidente que la rubia se preocupaba y queria realmente a su pequeña hermana.

 

-si eso es lo que te preocupa, no debería. Ellos entrenan juntos y Sasuke nunca lastimaría a Sakura, además su herida ya ha sanado por completo y le han retirado los puntos también.

 

-¡qué bueno!- respondió aliviada. Naruto se acercó a la mesa donde yacía el estuche negro de la guitarra que Itachi tenía en las manos, intrigado por la familiaridad de ambos objetos.

 

-¡Que raro!- declaro algo confundido- esta guitarra se parece mucho a la de Ino-chan...

 

-Naruto-kun todas las guitarras se parecen- comento el moreno divertido por el comentario del rubio, el cual le miro con un puchero, Ino que también había quedado curiosa se acercó para observar mejor ambos objetos. Sin percatarse de la pequeña tensión que se apodero del Nara al escuchar sus comentarios.

 

-No-refuto la rubia igual de convencida que su mellizo de que esa guitarra era demasiado familiar- ¡Onii-sama, Naru-nii tiene razón es raro!- convino la rubia- se supone que mi guitarra es ¡única! ¿Es tuya?

 

-le pertenece a una amiga- respondió el moreno con censura

 

-mmm... Entonces debe ser una coincidencia...- resolvió la menor - en todo caso es de un color diferente y el estuche solo tiene en común los pétalos de sakuras en hilo...

 

-es cierto puede que alguien haya visto el diseño y lo haya copiado- intervino Shikamaru pensando en alguna manera de terminar esa conversación. Por su parte Itachi creyó erróneamente que el menor solo queria evitar que los rubios preguntaran la identidad de "aquella" amiga dueña de la guitarra y para evitar que eso pasara el también haría de su parte.

 

-de todas maneras hoy la devolveré así que me voy- comento tranquilo Itachi levantándose del sofá para despues colocar la guitarra en el estuche y guardarla.- gracias por cuidarla Shikamaru...

 

-no fue nada sempai- fue la respuesta sin más del castaño. Mientras el mayor le daba un beso en la mejilla con ternura al menor que le regalo una sonrisa. Dejando a los mellizos un tanto apenados por presenciar la escena y con la certeza que de no ser por sus presencias ese beso seguramente hubiese sido en los labios del Nara.

 

-hasta la vista Onii-sama- se despidieron al unísono los rubios con una sonrisa, cuando el moreno ya salía de la habitación con la guitarra a cuestas. Y cuando al fin Shikamaru creyó que el moreno se había retirado completamente pregunto seriamente a los rubios.

 

-¿Chicos?- ambos le miraron expectantes - ¿puedo ver la guitarra que ustedes tienen?

 

La seriedad de la voz del Nara les indico que algo andaba mal, y en sintonía se miraron entre si decidiendo lo que debían hacer, Shikamaru solo esperaba que no preguntaran nada que él no pudiese responder pero en el caso de acertar sus sospechas no tendría más opción que decirles lo que pasaba de todas maneras algún día tendrían que saber.

 

-claro que puedes verla, iré por ella- respondió Ino con una sonrisa indefinible

 

-gracias...- dijo con alivio el castaño. Sin ninguna demora Ino salió de la casa Nara rumbo a la propia en busca de la guitarra que había heredado de su padre al morir este, regresando unos minutos más tarde con su guitarra a cuestas. Al verla de regreso Shikamaru se acercó a estudiar el instrumento percatándose de que el estuche era al igual que el de la otra en color oscuro y que la única distinción era el bordado ya que tenía una serie de notas musicales amontonadas sin sentido en la orilla del estuche, que llamaron la atención del castaño que paso sus dedos absorto sobre la superficie del bordado palpando su textura en cada una de las pequeñas notas hasta que empezó a escuchar una melodía que provenía de la prodigiosa voz de Ino atrayendo su atención por completo al escucharla.

 

La miro cautivo de su hermosa voz y aunque ella solo tarareaba aquella melodía era sin lugar a dudas muy hermosa. Al terminar de tararear Naruto comento con nostalgia.

 

- nuestro padre creo esa canción, cuando aún era un niño...-señalo la llave sol donde la canción empezaba para que Shikamaru fuese capaz de leerla ya que al ser repetitiva la melodía no podías saber dónde empezaba y donde terminaba incluso a ambos rubios les tomo bastante encontrar el inicio sin fin de esa melodía.- dijo que fue dedicada a su primer amor...

 

-parece que su padre era un romántico...- bromeo el Nara consiente de que esa melodía sonaba tan dulce que parecía cruel que nadie la escuchara, plasmaba los sentimientos de un joven que amo una vez sin ser correspondido, un amor que a pesar de doler conservaba la belleza de la calidez en el recuerdo compuesto y plasmado por aquella melodía...

 

-es posible..-concordaron los rubios con una sonrisa nostálgica. Shikamaru abrió el estuche para descubrir una réplica de la hermosa guitarra ébano que minutos antes se había llevado Itachi, a diferencia de aquella esta era de un color ámbar que asemejaba a la miel más pura. En el lado derecho de la cara frontal lucia grabado el nombre de Ino tallado a mano delicadamente, tomo la guitarra por el puente y la saco del estuche pensando en que les diría a ambos rubios cuando vieran lo que hacía con el estuche.

 

-¿Pasa algo Shikamaru-kun?- indago con seriedad la menor de los mellizos- luces preocupado...

 

¡Y era cierto! Estaba tan preocupado por lo que pasaría una vez que supiera toda la verdad que incluso empezaba a sentir nauseas.

 

- chicos...-llamo a ambos sin mirarlos, sentado sobre sus piernas con el estuche al frente y colocando la guitarra a un lado junto a él, palpo el fondo del estuche- Hinata me dijo acerca de unos estuches raros que tenían una apertura secreta...creía que era un poco tonto que un estuche tuviera algo así...pero hace unos días descubrí que es posible que la persona que mando a hacerlos tuviera sus razones para  hacer algo así...

 

Tanto Ino como Naruto no entendían de que hablaba el Nara, actuaba raro y no tenían idea de que hacer. Vieron que sus movimientos cesaron y que su rostro palidecía aún más al encontrar lo que aparentemente buscaba dentro del estuche.

 

-¿Creen posible confiar en mí, si les pido que no digan nada de lo que encuentre en este momento?- indago capcioso el Nara, que sin esperar respuesta alguna de los confusos rubios que se miraban entre sí con preocupación en los ojos sin entender del todo lo que pasaba.

 

El castaño deslizo la cremallera oculta en el fondo del estuche lentamente mientras el curioso sonido del cierre al abrirse captaba la tensión de ambos rubios acercándose para ver lo que causaba aquel comportamiento extraño en su amigo.

 

-¿Que es...-susurraron al mismo tiempo ambos rubios mirando absortos el interior del estuche.

 

Shikamaru sintió por un segundo que el aire abandono sus pulmones, ante la visión de algo que esperaba no encontrar ahí, incluso mientras cada segundo pasaba más sentía que se había metido en un gran dilema. ¿Que pensarían los mellizos en ese momento? ¿Qué haría despues de descubrir lo que aquella libreta escondía en sus páginas? ¿La respuesta? ¡No tenía ni idea!

 

-¿Cómo...-dijo anonadada Ino- ¿Cómo sabias que eso estaba ahí? ¡Shikamaru!

 

-¡no lo sabía! -respondió escueto el castaño sacando a la luz una libreta idéntica a la que había hallado en el estuche que Itachi se había llevado-¡Esperaba que no hubiese nada! Esperaba...yo realmente deseaba que todo fuese un error...pero..

 

-Shikamaru ¿Que es todo esto?  ¡¿Qué significa?!- cuestiono con angustia Naruto, algo iba definitivamente mal.

 

-no puedo responderte... Naruto...-dijo mirando al fin, al rubio a los ojos- aun no conozco la respuesta...

 

-¡no nos asustes más! ¿Qué pasa?- intervino Ino ansiosa

 

-por favor...-pidió el moreno con insistencia- ¡Confíen en mí! ¡Les diré todo! ¡Lo prometo! ¡Pero deben confiar en mí!- pidió Shikamaru resuelto esta vez, debía saber que era lo que ese diario le diría primero antes de poder compartir con alguien su descubrimiento. Ambos rubios se sentaron frente a él con gesto pensativo, sabían que algo pasaba de eso no había duda, y también que Shikamaru tenía idea de que era pero lo que no sabían era ¿porque les pedía confiar?. 

 

-..............- ambos rubios se miraron sopesando la poca coherencia que le hallaban a las palabras del Nara, como si atravez de sus miradas pudiesen saber lo que el otro pensaba y Shikamaru definitivamente creía que eso era más que posible con mellizos.

 

Los cuales NUNCA imaginaron que en el estuche de la vieja guitarra de su padre se escondía un secreto, plasmado en las hojas de aquel diario que resultaba familiar y nostálgico, que les daba la sensación de haberlo visto antes en algún momento. Sin duda Shikamaru cumpliría su promesa, les diría todo en cuanto estuviera seguro, y con esa certeza en sus corazones, se miraron en mutuo entendimiento aceptando confiar en el joven Nara.

 

-solo responde una cosa- dijo Naruto seguido de su hermana que completo-¿Estás seguro de lo que haces?

 

Shikamaru desvió la mirada a un lado y despues hacia el diario que sostenía en sus manos y con solemnidad respondió

 

-No... Pero creo que este diario me dirá lo que necesito saber...- ninguno esperaba tal respuesta pero al menos era una sincera, por lo que decidieron aceptarla como válida, para despues marcharse a casa preocupados pero conscientes de que Shikamaru cumpliría lo prometido.

 

Por su parte el Nara estaba más tranquilo al saber que al menos los mellizos no le cuestionarían más y le permitieran tener ese diario por ahora. No sabía si ese nuevo diario era una pieza más del rompecabezas que tenía entre manos o si se trataba de la pieza que faltaba pero al menos ahora tendría un elemento más para seguir desentrañando el pasado que se empeñaba en jugar el mismo juego una y otra vez.

 

Tomo el diario y lo comparo buscando las similitudes con el primero, el estilo era el mismo las iniciales también, pero el color era distinto y esperaba que el nombre que ocultaban dichas iniciales también. Por ahora solo le quedaba realizar una cosa y esa era leerlo y descubrir cuáles eran los pensamientos que se había empeñado en plasmar el propietario de ese diario.....

 

 

 

 

Mientras tanto en la casa Hyuga, desde muy temprano en la mañana se oían los gritos garrafales que conllevaban siempre los entrenamientos de la joven Hyuga, y aunque la mayoría de los esgrimistas que la enfrentaban eran profesionales no eran rival para la espada de Hinata Hyuga que gracias a su estado voluble de temperamento no media su fuerza al asestar el golpe sobre la armadura que a duras penas conseguía proteger a sus portadores.

 

Para Hanabi Hyuga ver la elegancia de su hermana mayor al blandir su espada era siempre un deleite y aunque esa mañana estaba especialmente espectacular incluso ella pudo notar que la mente de su hermana se encontraba muy lejos de ese dojo.

 

Vio con especial atención como la mayor se despojaba de su casco, captando sus delicados rasgos sin siquiera una gota de sudor por el ejercicio anterior. Los ojos vacíos y distantes de la mayor le decían a la pequeña que algo le ocurría a su hermana, ¿Pero qué? Sabía de antemano que si le cuestionaba la razón la mayor solo le sonreiría gentil y dándole unas palmaditas en la cabeza le diría que no pasaba nada, razón por la cual descarto la idea inicial de preguntarle directamente, ¿Entonces a quien debía recurrir? Miro a su tío Hisashi cavilando la posibilidad de preguntarle a él pero el parecido con su padre le disgustaba sobre todo por el hecho de que incluso a sus doce años ya cumplidos tanto su padre como su tío se empeñaban en tratarla como una mocosa de guardería, era lindo cuando su hermana o su hermano lo hacían pero era molesto en caso de su padre y tío............ ¿Hermano? ¡Eso era! ¡Podía preguntar a Neji-nii-san! ¡El al menos la tomaría en serio! Y con una misión fija en su mente salió del dojo en busca de su hermano.

 

Fue a la biblioteca esperando encontrarlo leyendo tranquilamente, hecho un vistazo desde el corredor y.... ¡Nada! Busco en los jardines junto al estanque esperando verlo alimentar a las carpas como solía hacer por las tardes y... ¡Nada! ¿Dónde podría estar? Se cuestionó con frustración.

 

Uno de los lacayos de la mansión  llevaba un servicio con dulces y te, desde el preciso instante en que ambos cruzaron miradas Hanabi noto la mirada curiosa del lacayo hacia su persona, no fue sino hasta que noto que tenía las manos en la cabeza revolviendo su propio cabello, que comprendió aquella mirada curiosa en la cara de su lacayo, pero no tuvo tiempo para sentirse apenada y como una revelación instantánea pregunto casi como un chillido.

 

-¡¿A dónde llevas eso?!- el lacayo miro confundido por un segundo la bandeja en sus manos y nervioso respondió.

 

-N-Neji-sama, ha pedido el servicio a su habitación...- solo esa respuesta basto para que la niña compusiera una sonrisa un tanto sospechosa que incomodo más si se podía al joven lacayo que sin voluntad alguna para oponerse le entrego la bandeja de té para el mayor de los Hyuga, Hanabi estaba resuelta a llevarle en persona él Te a su querido Neji-nii, el cual se mostró sorprendido de verla de pie en la entrada de su habitación con su te de la tarde.

 

-me han pedido que te trajera él te Nii-sama...- el mayor arqueo una ceja con expectación al escuchar el nombramiento que le había dado Hanabi.- ¿Quieres que te sirva?

 

Neji solo asintió en silencio estudiando la excesiva dulzura de la niña que por lo general era mucho más reservada y hasta en ocasiones demasiado madura, sin embargo sucedía en ocasiones que como cualquier niño, provocaba problemas que no tenía idea de cómo resolver. Al escuchar la formalidad de su comportamiento Instantáneamente Neji supuso que la pequeña había hecho algo malo.

 

-¿porque mejor no te ahorras tanta fanfarria y me dices que fue lo que hiciste?- indago un tanto sarcástico el mayor, provocando un gesto de consternación en Hanabi que pronto se convirtió en un gesto de ofensa.

 

-¡nii-san! ¡Yo no he hecho nada malo!- afirmo vehemente la niña aporreando sobre la bandeja la tasa de té que había estado a punto de servir para el mayor ganándose solo una mirada de desconfianza de su hermano.

 

-ahora soy "nii-san"...-dijo irónico de nuevo para hacerle notar a la menor su cambio de actitud, ella solo compuso un gesto de sorpresa que nuevamente se transformó en enfado.

 

- ¿Entonces me dirás lo que pasa?- pregunto Neji esta vez con aire de seriedad aliviando el rostro enfadado de la menor que lucía un semblante inseguro ahora, Neji jamás le había visto tantos gestos a la menor de sus hermanas, por lo que espero hasta que la niña decidiera hablar de nuevo.

 

-mmm...últimamente he notado que Hina-nee esta...mmm...diferente...-hablo quedo pero lo suficientemente claro para que el moreno entendiera.-¡Neji-nii! ¿Tienes idea de que le sucede?

 

Neji frente a la pequeña estaba mirando con atención su semblante preocupado, sorprendiéndose de que incluso ella notara el cambio de Hinata, para él esta era la segunda vez que veía ese comportamiento distante en su hermana y por ende sabía la causa de su estado pues tenía nombre y ese era Shikamaru Nara...

 

Sin embargo esa razón no podría explicársela a la más joven, no era apropiado y Hinata merecía total privacidad con sus sentimientos. Pero Hanabi no aceptaría cualquier explicación sobre la conducta de la ojo perla así que le dijo con calma.

 

-No creo que Hinata esté muy feliz de saber que andas husmeando en sus asuntos..- la menor frunció el ceño nuevamente ofendida por la declaración de su hermano pero no dijo nada porque sabía que tenía razón así que lo dejo continuar, limitándose a bajar la cara y apretar las mangas de su kimono con irritación

 

- pero veo que realmente estas preocupada...-al escuchar lo último levanto la mirada esperanzada. Neji soltó un suspiro agobiado y con suavidad le dijo- Hanabi... puede que te enojes al escuchar esto pero tú no puedes ayudarla con sus problemas ¡Ni siquiera yo puedo!- Hanabi miro curiosa a su hermano era la primera vez que declaraba no ser capaz de hacer algo y se sintió identificada con el mayor.

 

-solo quisiera poder hacer que se sintiera mejor...- dijo descorazonada.

 

-entonces tal vez podrías hacer algo lindo por ella, no solucionaras el problema pero al menos podrás mejorar su humor.- justo al terminar la frase la niña se puso de pie en un salto para darle un beso en la mejilla a su hermano.

 

-¡Una sorpresa! ¡Eso es! ¡Gracias Neji-nii...!- se apartó y con una sorprendente habilidad acomodo todo lo que llevaba en la bandeja, bajo la mirada confusa del mayor que no tenía idea de lo que había dicho para obtener una reacción así de la menor.-¡Le daré una gran sorpresa a Hina-nee! Estoy segura de que se pondrá feliz. ¡Ya verás!

 

-¿Hanabi?- llamo el mayor captando la atención de la menor que llevaba en las manos ya la bandeja con su servicio de te- ¿Adónde crees que llevas mi te?- la menor bajo la vista a la bandeja al ver como Neji la señalaba y con una sonrisa inocente declaro.

 

-Hina-nee está en el dojo acribillando a los aprendices. ¡Estará sedienta cuando termine!- y sin más salió de la habitación con la bandeja de te dejando a un Neji perplejo en la habitación.

 

Hanabi se apresuró por los pasillos de la mansión Hyuga con la bandeja de te humeante para su hermana, al llegar al dojo noto que la mayoría de los aprendices descansaba sobre el césped del jardín contiguo al dojo. Miro al rededor sin encontrar a la mayor, hiso lo mismo en dojo pero tampoco se encontraba en ese lugar, uno de los jóvenes la vio e inmediatamente le informo la ubicación de su hermana junto con un comentario un tanto extraño al parecer su hermana estaba cada vez más extraña.

 

 

 

Hinata había terminado antes el entrenamiento no podía concentrarse del todo y al parecer tan poco controlarse, minutos antes casi había lastimado de gravedad a uno de los jóvenes aprendices, si este no hubiese gritado que se detuviera...no sabría lo que le hubiera hecho.

 

-debo calmarme...- se susurró a si misma en voz baja...

 

Aún tenía puesta su armadura y cargaba en sus manos su casco, entro a su habitación que de no ser por su escritorio y una cómoda con una lámpara estaría completamente vacía. Pero al ser su casa de estilo tradicional la pulcritud y la escases de cosas era lo idóneo, como dormía en un futon no había ninguna cama y como su padre era estricto con ella solo le permitía tener una repisa pequeña donde cabían perfectamente sus libros.

 

Nunca se había dado cuenta de lo espaciosa y rustica que lucía su habitación, para alguien que aparentaba ser una delicada flor, lo odiaba. Por su falta de feminidad al tener cualidad de dominante su belleza delicada se eclipsaba cuando salía a flote su temple. No es que deseara ser más delicada tal cual su apariencia pero estaba segura de que de ser un poco más femenina Shikamaru le prestaría un poco más de atención.

 

-eso nunca pasara....- se dijo a si misma afligida, para despues tirar a un lado con enojo de sí misma su casco estampándose este último contra la pared para despues caer estrepitosamente por el suelo balanceándose de un lado a otro hasta detenerse. ¡No tenía idea de porque estaba tan molesta! Bueno si lo sabía pero eso no mejoraba la situación, su mente era un desastre en el que se arremolinaban preguntas que más que ayudarla la desquiciaban más. 

 

¿Es que acaso algo andaba mal con ella? ¿Acaso era tan malo descubrir que aún estaba enamorada de Shikamaru? ¡Sí! ¡Si lo era! Él nunca se fijaría en ella y menos ahora que al fin había retomado su relación con Itachi, aunque para ser sincera no tenía certeza alguna de que así era, ¿Pero de que servía guardar esperanzas? ¡Solo sería lastimada de nuevo! Y no queria volver a sentirse igual, no podría soportarlo...no tenía el valor para hacerlo.

 

Tenía que obligarse a olvidar tal como había hecho la primera vez que había pasado porque de lo contrario no podría seguir siquiera a su lado y eso le devastaría al punto de inflexión. Sin embargo sabía que no tenía el valor para verle ni siquiera ahora no tenía confianza en poder dibujar una sonrisa cada vez que lo viera en compañía de Itachi como había conseguido alguna vez. Frustrada se cubrió la cara con una de sus manos en un ademan de cansancio.

 

-¡Cobarde!- se reprendió así misma con enojo.

 

El deslizar silencioso de la puerta la hizo volver a la realidad, se giró completamente para ver de quien se trataba componiendo un semblante tranquilo, descubriendo a su pequeña hermana Hanabi sentada al pie de la puerta con una bandeja de te frente a ella.

 

-¿Hanabi? ¿Qué pasa?- indago al ver el rostro contrariado de la menor ¿tal vez había presenciado su arrebato de violencia?

 

-te he traído algo de té y dulces ¿Puedo pasar?- al escucharla Hinata sintió alivio. Al parecer la menor no había presenciado nada.

 

-muchas gracias- respondió con una sonrisa en los labios. La menor entro en la habitación y sirvió una taza de té para Hinata que ahora se situaba justo frente a ella. Absorta Hanabi la vio tomar él te con una total elegancia, justo antes de entrar había escuchado un fuerte sonido proveniente de esa habitación su hermana parecía a punto de desmoronarse, observo cuidadosamente y a un costado de ella pudo ver el casco de su hermana tirado descuidadamente en el suelo.

 

-"así que eso fue lo que escuche"- pensó la menor mirando con fijeza el casco en el suelo.

 

Hinata se dio cuenta de que la menor parecía mirar algo con atención, dirigiendo su propia mirada en la misma dirección que la niña, percatándose de que lo que llamaba su atención era el casco que minutos antes había aventado en un arrebato de enojo.

 

-¿así que viste lo que paso?- cuestiono la morena, Hanabi distraída por sus pensamientos respondió sin darse cuenta.

 

-solo escuche un fuerte golpe...- dio un respingo al darse cuenta de que había dicho, cubriendo su boca con ambas manos asustada.

 

-ya veo...- dijo la mayor dejando la tasa en el suelo frente a ella. Hanabi sintió la tensión en el ambiente incomodándose, se removió inquieta un momento y armándose de valor dijo.

 

-¡Hina-nee! ¡Sé que puede ayudarte a sentirte mejor!- la afirmación efusiva de la niña, provoco que la mayor arqueara una ceja intrigada.

 

-¿Y qué es?- interrogo a la menor que le sonrió mostrando sus lustrosos dientes blancos en complicidad

 

-¡Ven! ¡Te mostrare!- respondió aun con efusividad, ya que había conseguido que la morena se sintiera curiosa. Se puso de pie y al ser impaciente jalo la mano de la mayor que no se decidía a moverse- ¡Vamos!

 

Pronto, Hinata se encontró a si misma caminando de la mano de su hermana que la guiaba atravesó de los pasillos de la casa. Sin demora alguna llegaron al parecer a su destino.

 

-¡Aqui es!- declaro la menor contenta señalando el almacén al que aparentemente Hanabi había olvidado que tenían prohibido acercarse.

 

-Hanabi... -llamo con seriedad debía asegurarse de que la menor sabía que no debían estar ahí- ¿entiendes que nos meteremos en problemas si nos descubren en este lugar?

 

La menor frunció el ceño en un puchero necio, y sin responder se alejó rumbo a una de las vigas en la entrada comenzó a golpetear la madera hasta que el sonido se hizo hueco, desconcertando a la mayor que seguia de pie donde se había quedado. Hanabi deslizo lo que parecía un escondite secreto y motivada por la curiosidad alcanzo a la menor que tenía ahora en sus manos una llave que la morena nunca había visto.

 

-¡Oto-sama no está! ¡Y Oji-sama está encerrado en su habitación desde la mañana! -informo con insolencia la menor- ¡además si no dices nada nadie lo sabrá!

 

-............-Hinata no dijo nada despues de todo la menor parecía muy razonable. Hanabi supo que no le diría nada más y se giró para abrir la puerta del almacén.

 

Cuando la puerta estuvo abierta Hanabi se adentró en el almacén jalando de ella nuevamente. Hinata no veía nada en absoluto la habitación estaba oscura y cuando la menor cerró la puerta se dio cuenta de que no podía escuchar absolutamente nada ahí adentro.

 

-debe estar por aqui...- escucho decir a la menor- ¡Aqui esta!

 

Debido a la intensidad de la luz se vio obligada a entrecerrar sus ojos hasta acostumbrarse a ella. Cuando al fin pudo ver que era lo que su padre y su tío escondían en ese almacén sintió como su mandíbula se desencajaba dejándola literalmente con la boca abierta.

 

-¿lo ves? Ahora cuando Oto-sama descubra que te gusta la música... ¡no podrá oponerse!- declaro la menor contenta agregando.- te dije que valía la pena arriesgarse.

 

Hinata aún permanecía un tanto consternada, justo frente a ella se encontraba un juego de teclados dispuestos en pilas de tres. Junto a él, lucia impecable una batería con tambores negros y rojos, camino por la habitación observando cada detalle en una de las paredes se encontraba un sin número de videos ordenados cronológicamente, no tomo ninguno. Ahora entendía porque no podía escuchar nada de fuera la habitación era aprueba de ruidos tras los instrumentos dispuestas al azar habían varias fotos en algunas su padre y su tío salían sonriendo contentos mientras hacían el símbolo de amor y paz, desconcertando a Hinata pues era la primera vez que veía una sonrisa en la cara de su padre y tío tan natural y espontanea ¿Que había pasado para que dejaran de sonreír así? cada fotografía fascino por completo a la morena, percatándose de que en muchas de ellas aparecía un joven de aspecto relajado y hasta un tanto misterioso quedando atónita al notar el increíble parecido que Sasuke tenía con aquel muchacho.

 

¡No podía ser! ¿Cierto? El de esa fotografía no podía ser Fugaku-sama ¿Cierto?. Se acercó hasta quedar a unos escasos centímetros de las fotos como si con eso pudiese ver mejor las imágenes, exaltándose asustada al escuchar el ruido del televisor.

 

Mientras Hinata exploraba el lugar silenciosa, Hanabi había puesto una cinta de video en la casetera, ella ya lo había visto antes por eso sabía que a su hermana le fascinaría ese video en particular.

 

Hinata se acercó al televisor para ver mejor cautivada por la música que provenía del video. En el video parecían estar en alguna especie de club, la cámara enfocaba directamente el escenario donde su padre, tío, Shikaku-oji, junto a según creía era Fugaku Uchiha daban un espectáculo increíble.

 

 

-¿Qué significa esto?... –susurro atónita la joven llevando su mano a su boca por la impresión ante las imágenes que veía…

 

Continuara ……

Notas finales:

bueno espero que la espera haya valido la pena y si no espero que almenos no me cuelguen hasta el proximo capitulos bye//////


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