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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola. 

XS perdonen a esta impuntual de nacimiento XD pero ya ven esta volviendose una enfermedad publicar tarde.

Mmmm, espero les guste...

Capítulo 28

 

 

La tarde dio paso a la noche que llego demasiado rápido, y para Itachi no era buena señal, Konan había llamado indicándole que no había tenido suerte en busca de los chicos. Shikamaru también le había informado que no había ido a casa de ninguno de ellos, después de llamar a todos. ¿Qué haría si ese par no daba señal de aparecer? ¿Cómo se lo diría a Shizune?

 

-¿Le preguntaste a esos dos?- indago al Nara por teléfono.

 

-Sí, y creo que solo les preocupe.- escucho angustiada la respuesta del menor tras la línea- conociendo a los gemelos lo último que se les ocurriría seria ir a ver a los rubios, nunca dejarían que ellos los vieran en tal estado…- puntualizó razonable el Nara, aunque francamente después de aquel shock no estaba tan seguro, sin embargo había que tener en cuenta el mal genio de ambos y su poderoso orgullo, definitivamente no permitirían que ninguno de ellos fuera testigo de su mortalidad.

 

Itachi también lo había pensado pero no perdía nada con preguntar, aun si había sido una pérdida de tiempo o si solo causaba preocupaciones innecesarias a los mellizos, debía hacer lo imposible por encontrar a sus hermanos. Había ido al cementerio, con la esperanza de que su lógica con sus hermanos funcionara, y le facilitara encontrarlos, se había parado frente a la tumba que habían hecho para su hermana, era extraño pensó al ver la inscripciones en la lápida aun desde lejos y no sentir más el punzante dolor en su pecho, ni las incontenibles ganas de morir de solo contemplarla, aquel lugar en el que había pasado tantas cosas, llorado incontables veces ahora era simplemente un objeto sin valor para él.

 

Las flores en ella estaban destruidas y desperdigadas por el viento alrededor de la lápida, atrapo un pétalo marchito de alguno de los narcisos que Sakura y Sasuke habían puesto ahí unos días atrás, lo contemplo con solemnidad fijándose en la forma en que se torcía tembloroso aun por el viento como si temiera desaparecer. Evocar la imagen solitaria de sus hermanos al abrazarse después de que la ira les abandono y solo quedo un enorme hueco en sus corazones que no sabían cómo rellenar, provoco que su ceño se frunciera con pesar, empuñando en su mano a aquel triste e inútil pétalo.

 

Las huellas de manos arrancando la tierra, eran la evidencia de que ambos menores habían estado ahí hasta hacia muy poco tiempo, y estaba seguro no porque las marcas de los dedos estuvieran aun visibles y recientes sino más bien porque Sakura tendía a arrancar el césped cuando se deprimía, era como una especie de tic que hacia inconscientemente, así como Sasuke solía marcar la tierra con algún trozo de rama disponible o con sus dedos de no encontrar nada que le sirviera y las marcas que se encontraban ahí definitivamente eran trabajo de ambos tal vez si se le hubiese ocurrido ir allí un poco antes, quizá ya los habría encontrado. Lo único que le aliviaba era que ambos estaban juntos, perdidos aun agotándole los lugares donde buscar, pero juntos y por el momento a salvo de lo que sea que su hermana temiera les pasase…

 

-Te llamare más tarde, para mantenerte al tanto…- le dijo al menor aun al teléfono.

 

-Está bien…- respondió aun oprimido, agregando antes de colgar- y ¿Sempai? Encuéntralos…-dijo susurrando dudoso la última parte de su frase- deben  estar desconsolados…

 

-¡Lo hare! Confía en mí…- fue lo último que dijo para después escuchar que el menor le colgaba la llamada sin nada más que agregar. Pero sabía de antemano que Shikamaru se había guardado lo que pensaba de las consecuencias de sus acciones, por la preocupación que fue incapaz de ocultar en su voz sabía que la única razón por la que había optado por guardar silencio, era por simple hecho de que quería protegerle de la misma manera en que Shizune no le había reprochado nada, Shikamaru quería mantenerlo en una caja de cristal protegido de las consecuencias que lo asolaban sin ser consciente de lo que pasa a su alrededor. No era la primera vez que el Nara había intentado ocultarle todas las incertidumbres que poco a poco se acumularon en él y  que habían acabado con su relación.

 

Por ese simple motivo se había rehusado a dejarle ir esperanzado de que algún día podrían estar de nuevo juntos como una pareja sin más complicaciones que las normales en una relación, no obstante no tomo en cuenta sus expectativas en algún momento habían sido unilaterales, Shikamaru enserio creía que lo suyo había terminado y con algo de pesar se dio cuenta de que en el fondo él también lo creía sencillamente no podría ser jamás y aunque el menor se había esforzado por seguir juntos, saber que durante todo ese tiempo sintió dolor al estar junto él no quiso prolongar su sufrimiento.

 

Había decidido que si no podía hacerle feliz él tampoco lo seria... Ese lugar había sido testigo indudable de las lágrimas que Shikamaru había derramado una vez por causa suya, y ahora era una vez más testigo de lo insensible que se había mostrado con sus hermanitos, como si se burlara de él, y su tremenda estupidez. Se alejó parsimoniosamente de aquella tumba que le traía amargos recuerdos de su pasado, en concretar a donde iría a continuación.

 

 

 

Mientras tanto en la casa Namikaze los mellizos se encontraban solos, su hermano había salido precipitadamente después de recibir una llamada esa tarde, Shikamaru se había presentado un rato después de que el mayor se fuera nervioso y preocupado preguntándoles si los gemelos les habían llamado o algo, la respuesta había sido negativa obviamente pero el Nara se negó a darles detalles, bajo la única petición de avisarle si llegaban a saber algo de ambos Uchiha.

 

Ese breve encuentro les dejo preocupados por ellos, ¿sería posible que algo les hubiera pasado? Se preguntaron angustiados de solo pensarlo pero se dijeron a si mimos que no podían perder la calma, si algo malo hubiera pasado no habría forma de que no lo supieran ya además de que Shikamaru no soportaría mentirles al respecto. Cenaron solos y con falta de apetito era extraño que sus padres no hubiesen llamado ni una sola vez desde que Deidara se hubiera ido

 

¿Que rayos pasaba? Se preguntaban ansiosos y algo molestos de que nadie les dijera nada por no querer preocuparles, era una molestia que siempre quisieran excluirles solo por parecer delicados, ellos era más fuertes de lo que todos se imaginaban, incluso si su fuerza no radicaba en los músculos cuando debían hacer algo lo hacían sin temor, ¿es que no lo habían demostrado ya en su anterior encuentro?

 

Aseguraron todas las puertas, y ventanas, para después subir al segundo piso con intenciones de ir a su cuarto y dormir, cambiando de idea al entrar en la sala del piano de Naruto, donde este se sentó en su butaca y comenzó un lento y repetitivo estiramiento de dedos y comenzó a tocar escalas, Ino se extrañó de verle practicar algo tan básico tan repetidamente así que decidió preguntarle sus motivos.

 

-por un segundo pensé que escucharía una sonata complicadísima de Schubert, Naru-nii,

¿Por qué escalas?-le interrogo casual, el rubio la miro y sonrió gentil, como si guardara un secreto que no quería decirle, volvió su mirada a las llaves del piano.

 

-de vez en cuando es bueno volver a tus bases para poder mejorar ¿No crees?- fue la respuesta del mayor, pero algo en su sonrisa, le decía a Ino que había algo más, conocía a su hermano tan bien que estaba segura de que ocultaba algo.

 

Se acercó hasta él y le abrazo pasándole sus brazos por la espalda apoyando su mejilla entre su cuello y hombro. Sopesando si era mejor dejar que el mayor decidiera decirle lo que sea que le apenaba, aunque no estaba segura de si realmente le preocupaba algo o inundarle con preguntas que terminaría respondiendo de una manera forzada y lo que menos quería era causarle alguna molestia más.

 

Se unió a él, comenzando a practicar escalas vocales, siendo consciente de las limitaciones de su garganta aun lastimada percatándose de que Naruto debía estar pasando por lo mismo, y miro con gesto vacilante la muñeca vendada hasta el codo del mayor, cambiando de gesto cuando las agiles manos del rubio se volvieron en un complicado lizt de notas consiguiendo que su preocupación volara al ritmo del swing del jazz que Naruto interpretaba para ella en ese momento, tomo el violín de su padre del soporte donde solía dejarlo y comenzó a seguir el agitado ritmo del piano del rubio armonizando al instante.

 

La oscuridad había terminado de cubrir el cielo, la luna se había alzado alta iluminando tenuemente las habitaciones de su casa, decidiendo terminar su cesión improvisada de jazz cuando se sintieron satisfechos con su interpretación. Cerraron las ventanas de la sala y después de apagar las luces, fueron a su habitación tomados de las manos.

 

Se cambiaron y asearon dispuestos a dormir, no tenían ningún problema por estar solo los dos al contrario se sentían seguros en mutua compañía, Naruto se dirigió a apagar las luces y en cuanto el sonido hueco del interruptor anuncio que las luces ya estaban apagadas un ruido extraño proveniente del jardín bajo su ventana les hizo parar todo movimiento en seco. Se miraron automáticamente en busca de una confirmación muda de que habían escuchado algo y no simplemente lo habían imaginado.

 

-Naru...- susurro temerosa la menor cuando un segundo ruido se escuchó. El rubio puso un dedo sobre sus labios indicándole que debía permanecer callada. Y con señas le indico que iría a revisar.

 

La rubia negó con la cabeza efusivamente tomándole del brazo, para después tomar una almohada y hacer ademan de palparla sacándole una gota escéptica a su hermano ante su ocurrencia. ¿Que pretendía hacer con una almohada? ¿Se la lanzaría a quien sea que estuviera afuera? ¿O solo quería tener algo en sus manos? Ciertamente una almohada era mejor que nada. Y desgraciadamente en su habitación no había nada que pudiesen usar como arma.

La luna se alzaba llena y brillante en el cielo nocturno, su luz iluminaba parte de la habitación a oscuras que compartían ambos rubios. Caminaron hacia el balcón de su habitación que más bien parecía una terraza por lo amplio del lugar, con cuidado de no hacer ningún ruido y con la atención fija en la puerta, paralizándose inmediatamente al lograr divisar algo extraño aun en la oscuridad.

 

En un principio creyeron escépticos que su imaginación les jugaba alguna broma pero por la sombra que se formó justo frente a ellos sintieron helarse hasta la punta de sus dedos, palidecieron hasta quedar azules no es que tuviesen miedo ¡Claro que no! Pero y si eran ¿Ladrones? ¿Qué harían si querían entrar a la casa y robar los preciados tesoros de su familia? Tragaron en seco en sincronía mientras se giraban hacia la ventana, repitiéndose uno al otro "un paso a la vez"...

 

Cuando estuvieron lo suficientemente cerca de la ventana, la sombra que habían visto se había multiplicado, incluso bajo el tenue reflejo de la luna, y el contraste oscuro en los rostros que los miraban fijos desde el otro lado de la ventana, era imposible confundir a los dueños de esas siluetas, apoyados en el barandal de su balcón, inmóviles, observando sus reacciones que probablemente habían sido más que cómicas.

 

Ino salió de su lugar seguro tras su hermano, abrazada aun a la almohada que había cogido antes, impulsada a abrir las ventanas de cuerpo entero de su balcón pero sin atreverse a cruzar el umbral que los separaba sintiendo una ansiedad crecer en su pecho al cruzar sus ojos azules con las esmeraldas vacías de la joven frente a ella, considerando ahogar sus repentinas ganas de llorar solo de ver aquel semblante triste en su rostro o dejar correr el mar de emociones en su pecho por sus ojos.

 

Naruto no era diferente, en cuanto Ino se apartó de su lado y fijo su propia vista en el par de ojos ónice frente a él supo que algo iba mal, la expresión que tenía Sasuke en sus ojos era desoladora, distante y podría decir que hasta dolida pero… ¿Que había pasado? Se preguntó justo antes de abrir las ventanas en sincronía a su melliza que al igual que él se quedo paralizada mirando aquel par de ojos que se veían tan tristes. Sintió el aire correr frio sobre su piel y el escalofrió de la noche agolpándose en su interior.

 

Pensó con cierto pesar que si pasaba un segundo más sin tocarlo se desvanecería frente a sus ojos sin darle oportunidad alguna de ayudarle así que como si sus pies hubiesen recordado la manera en la que debían avanzar y correr hacia su novio, se precipito hacia el de la misma manera que su hermana había hecho con Sakura, ambos en sintonía avanzaron y se detuvieron sin atreverse a tocarlos, se quedaron de pie a unos pasos de ellos Ino apretando con fuerza la almohada aun entre sus brazos, intentando contener sus ganas de terminar con el espacio que le impedía tocar a Sakura mordiéndose el labio con frustración.

 

Naruto por su parte sentía apoderarse de él una especie de rigidez que le impedía avanzar, los ojos ónice de Sasuke le observaban pero sin brillo alguno, como si su mente estuviera en algún otro lugar lejos de ahí. Tal vez algo en su rostro le hizo ver al moreno que estaba preocupado, y con la sonrisa más triste que le había visto dibujar en sus labios escucho como susurraba su nombre con su voz enronquecida y se percató de los ojos enrojecidos e hinchados señal de que había llorado.

 

-Naruto…/ Ino…

 

El rubio simplemente se quedó dónde estaba, perturbado por el semblante de su amado. A su lado su melliza contemplaba a su vez a Sakura que había dicho de igual forma su nombre, sin embargo ella a diferencia del mayor no soporto más y dejo caer la almohada en sus manos al suelo en un estruendo plano al chocar contra el suelo. Acortando la distancia entre ambas al escucharla pronunciar de nuevo su nombre.

 

-Ino…- dijo por segunda vez la Uchiha, sintiendo el roce la tersa mano de la rubia en su mejilla, acomodando su rostro de manera que sintiera más aquella caricia cálida sobre su fría mejilla.

 

Sin apartar sus miradas Naruto alcanzo a Sasuke unos segundos después que su melliza lo hiciera con Sakura, tomándolo con ambas manos desde sus mejillas alzando su rostro, sin perder de vista como el brillo volvía sus perlas oscuras ante su contacto y sintiendo que el mismo lloraría de alegría al ver que aun podía verle de esa manera tan especial con la que solía mirarlo solo a él.

 

Ambos rubios se abrazaron a los Uchiha sin ser correspondidos por un momento, afirmando su abrazo en su cuello decididos a prevalecer y consolarles, aun si ellos eran consumidos por la angustia que asolaba a ambos morenos, estaban decididos a estar a su lado. Naruto pudo notar la frialdad de la piel blanca del moreno, ¿Cuánto tiempo había estado a la intemperie? Se preguntó, acariciando la espalda del moreno con ternura, cuando este al fin correspondió su abrazo pasando sus manos por su estrecha cintura y atraerlo firmemente hacia él, sintiendo como su propio calor corporal irradiaba contra la fría tez del Uchiha, que ocultaba su rostro entre la abertura de su cuello y su hombro, erizándose al sentir la frialdad de su aliento sobre su piel y el frio de sus labios al depositar un beso en su piel expuesta.

 

Con las menores la situación no era distinta Ino se había aferrado a la joven pelo rosa sin separarse ni un instante de ella, permitiendo que ella ocultara su rostro de igual manera que su hermano había hecho con Naruto, estremeciéndose al sentir el sutil roce de sus labios delineados y fríos sobre la sensible piel de su cuello provocándole un sonrojo sobre sus mejillas, para después sentir la húmeda calidez de lo que estaba segura eran lágrimas empapando su delgado camisón, aguantando su impulso inicial de apartarse para ver mejor el rostro de la Uchiha y secar sus lágrimas con sus besos...

 

Permanecieron abrazados lo más que pudieron a ambos Uchiha, compartiendo una breve mirada preocupada entre ellos, acariciando su espalda consolándoles cuando sentían los irregulares espasmos del llanto en ellos, esforzándose por no llorar también pues debían consolarlos no al revés, no obstante era muy difícil mantener sus propios ojos secos. Con forme se hacía más tarde la noche se hacía más fría, sin embargo esperaron hasta que voluntariamente ambos morenos se separaron de ellos permitiéndole a los rubios llevarlos a dentro de la habitación, sintiendo el calor que irradiaba en ella justo al entrar.

 

Situaron a los gemelos en el sofá que había en su habitación, ninguno había dicho palabra alguna desde que habían dejado de llorar, Ino soltó un momento la mano de Sakura que se aferraba a ella con firmeza para dirigirse al baño en busca de pañuelos para que pudieran secarse, y aunque el baño no estaba lejos la ojo verde prefirió ir con ella a soltar su mano  dándole alcance justo antes de que ella abriera siquiera la puerta del lugar, consiguiendo con ese gesto que la rubia se enterneciera al vislumbrar aun en la habitación a oscuras la silueta avergonzada de la Uchiha.

 

-buena idea… será más fácil lavarte si vienes conmigo…-le dijo en tono gentil la rubia con una sonrisa, aferrándose a la mano insegura de Sakura. -Naru-nii, llevare a Sakura-chan a asearse...- le aviso al rubio mayor, que solo asintió en respuesta quedándose solo con su querido azabache en la sala con la vista fija en su mejilla en mutuo entendimiento de que debían saber que había pasado para que ambos chicos exhibieran un comportamiento tan poco propio de ellos.

 

Al regresar su mirada hacia el moreno se sonrojo al descubrir que no le había quitado la mirada de encima ni un momento. A pesar de tener los ojos enrojecidos por el llanto y la nariz roja, lucia hermoso a los ojos del rubio, sus rasgos se habían suavizado al punto de que podría jurar que contemplaba al más hermoso ser del mundo. Era la primera vez que pensaba en Sasuke de esa manera, siempre había sido para Naruto perfecto, guapo, con un aura de genialidad a su alrededor  pero esa visión que tenia de el en ese momento solo podía describirla como hermoso, sublime tal vez...

 

-¿Que paso, Sasuke?- le pregunto con ternura reflejada en la voz, cuando sintió la mano tersa del moreno posarse en su mejilla acariciándole los labios con sus dedos.

 

-Naruto... ¿Tu...?-se pauso sorprendido tal vez por lo extraña que sonó su propia voz- ¿Me amas?- le pregunto con sufrimiento en la voz al pronunciar aquellas dos palabras. Naruto calló un segundo antes de responder se acercó al moreno arrodillándose frente a él acomodándose entre sus piernas sin dejar de mirarlo directamente a los ojos y con lentitud deposito un suave beso en sus labios, el contacto fue un rose, sin forzar nada simplemente disfrutando de los labios del otro, se separó un momento después para responder con convicción.

 

-más que a nada en este mundo... No lo dudes nunca…Sasuke…

 

Sasuke fue incapaz de apartar sus ojos de ese par de zafiros que le miraban con infinita devoción, prueba de que lo que el rubio había dicho era la única e irremediable verdad. Y sonrió sinceramente por primera vez ese día, siendo embargado por la felicidad que la certeza de ser amado por el rubio fuese real. Tal vez había exagerado un poco al creer que nadie sería capaz de quererlos nunca, aun tenían a sus almas gemelas de su lado, el y su hermana aun tenían a alguien aparte de sí mismos que los amaban sin mentiras de por medio, con certeza y sin cuestionamientos, personas que podrían amar sin temor a ser heridos.

                                                      

Pensó en su gemela que se había prendido de la rubia como si fuese una niña pequeña y sintió que el también parecía eso en ese momento, aunque tenía ganas de algo más maduro para su edad, así que atrajo al rubio hacia él una vez más y lo beso en los labios con avidez, sintiéndose dichoso cuando el ojo azul gimió al sentir como sus leguas se unían en una danza desenfrenada, explorando la dulce cavidad del menor y sintiéndole estremecerse en sus brazos, separándose de aquel asfixiante beso al no poder soportar el ardor en sus pulmones por falta de aire, respiro agitadamente al igual que su pareja frente a él deleitándose con el rostro sonrojado del rubio sus ojos semi abiertos empañados de una nueva sensación que solo podía describir como pasión con sus labios entreabiertos absorbiendo aire a su sistema, humedecidos e hinchados por el arrebatador beso que compartieron, lo acerco nuevamente hacia él y con ternura beso su frente y se aferró a él en un abrazo queriendo fundirse en su piel pero algo le decía que por el momento era suficiente solo con sentirle, estrecharlo y respirar su perfumado aroma, embriagándose de él, sintiendo el cansancio apoderarse al fin de su cuerpo y abrumada mente.

 

Por su parte Naruto estaba que no podía creer lo ardiente de ese beso, por un segundo pensó que se había desmayado solo de sentir un millón de sensaciones a la vez tan placenteras que sintió algo de decepción cuando el moreno le beso solo en la frente después, no obstante sabía que sus pensamientos no eran apropiados en ese momento, pues el mayor se encontraba en un momento de inestabilidad, y él debía mantener sus cordura para poder ayudarle.

 

Así que cuando sintió que poco a poco él comenzaba a dormirse, lo acomodo en el sofá de manera que durmiera mas cómodo, acaricio su cabello y procuro que no le estorbara en la cara y se levantó de su lado para ir por una cobija de su cama y cubrirlo con ella, decidió que iría por algo tibio para que tomara y prepararía algunos sándwiches para que cenaran algo al menos, con las caras que se traían estaba seguro que ninguno de los gemelos había comido nada desde hacía un buen rato.

 

Mientras tanto le dejaría descansar un poco, miro hacia la puerta del baño donde su hermana se había encerrado con Sakura desde hacía ya un rato, estuvo a punto de ir para cerciorarse de que todo estaba bien pero escucho un quejido de Sasuke a su espalda y decidió que debía ir primero por los tentempié antes de que el azabache se despertara y no lo encontrara a su lado, así que salió lo más silencioso que pudo de la habitación.

 

                

 

En el baño de Ino, el sonido del agua llenando la bañera era lo único que rompía el silencio que ambas chicas compartían, Ino había sentado a la pelo rosa en una banca que usualmente ella usaba para ponerse crema en la piel, había conseguido que la joven Uchiha le dejara preparar un baño de burbujas para ella. Aunque en un principio su única intención era limpiar las lágrimas en su rostro con un pañuelo cambio de opinión al percatarse de la suciedad que cubría las pálidas manos de Sakura. Cerró el paso del agua cuando estuvo lleno y hecho un par de lociones para que se relajara, más su jabón favorito y creo un montón de espuma revolviendo el agua con su mano. Se giró a la muchacha y la descubrió observando distraídamente cada una de las cremas que tenía ella en su tocador de baño, destapando una y llevándosela a la nariz para inhalar su aroma.

                                                                                                            

-huele igual que tu…-le escucho comentar. Ella se acercó y tomo la botella de su mano y la dejo en su lugar, para después hacer que se pusiera de pie. La Uchiha obedeció y la siguió a la orilla de la bañera, la rubia comenzó a quitarle su chaqueta y a desabotonar su blusa, dejándola solo con el camisón que usaba de bajo de su ropa, Sakura noto como un leve tono carmín cubrió en un instante sus mejillas y se sintió un tanto avergonzada de la fijeza con la que la rubia veía su piel expuesta, era la primera vez que Ino le miraba así, pero no hizo nada para que la joven apartara su vista de ella, dando un respingo involuntariamente cuando la ojo azul deslizo sus dedos desde su cuello hasta el borde del camisón como en trance, sonrojándose más al darse cuenta de lo que hacía.

                                                                                                                    

-¡L-lo siento! No era mi intención incomodarte… -  dijo la rubia nerviosa girándose hacia la salida del baño- saldré para que puedas bañarte con tranquilidad, y te traeré un cambio de ropa.- Sakura sonrió contenta por el nerviosismo de la joven y al estar dándole la espalda pudo acercarse a ella y pasar sus brazos por su cintura pegándola a ella.

 

-Ino…-susurro su nombre con sugerencia sobre su oído y beso su cuello sonriendo cuando ella soltó un grito ahogado en su garganta. La rubia se dejo llevar por aquella sensación que comenzaba a crecer en su interior, al sentir como la Uchiha besaba con parsimonia desesperante su cuello hasta  despejar su hombro y depositar un beso ahí haciendo todo el camino de vuelta y susurrar sensualmente su nombre de nuevo.

 

-Ino… - subió sus inquietas manos hasta rozar apenas el inicio de los senos de la rubia, pero sin tocar de mas, solo desando palpar cada parte del menudo cuerpo de  la joven, girándola para mirar su rostro, y besarla castamente a pesar de lo sugerente de la situación, tomo su mentón y lo separo lentamente de ella,  sin perder detalle de los zafiros azules de la rubia perdidos en algún lugar recóndito de su mente, embriagada tal vez por las nuevas sensaciones, sin embargo Sakura sabia lo importante que era para Ino el romance, y no podía hacer nada mientras ella no aceptara su confesión y declararse en su baño no parecía un escenario muy  romántico a su parecer. Se dio cuenta de lo importante que era la rubia para ella, de lo mucho que ella significaba en ese momento y se pregunto casi con temor en su mente lo que ella significaba para la rubia. Sin ser consciente de lo que diría dejo salir de sus labios la pregunta que asolaba su corazón en ese momento. -¿Me amas?

 

Los ojos de Ino se dilataron en un instante al escuchar aquella pregunta de los labios que antes la habían besado, noto con preocupación el matiz angustiado en la voz de Sakura y supo lo que debía responder indiscutiblemente.

 

-¡Eso jamás lo dudes! ¡Solo tú eres la que tiene mi corazón!

 

Una sutil sonrisa se fue apoderando de los delgados labios de la Uchiha, que no había esperado semejante respuesta de la menor y a su vez agradecida con que hubiese respondido se esa forma. Beso nuevamente sus labios y después su frente, le sonrió y no volvió a decir nada mas alejándose hacia la bañera, llevando sus manos a su ropa para deshacerse de su ropa dispuesta a disfrutar del cálido baño que la rubia había preparado para ella.

 

-¿Sakura? – cuestiono la rubia al ver que la Uchiha no agregaba nada para después comenzar a desvestirse, sonrojándose en el acto y girándose para salir del baño y darle privacidad a la joven. Abrió la puerta y la cerro tras de sí con un golpe un tanto fuerte por los nervios.

Un quejido en la habitación en penumbras le alerto y se dio cuenta de que su hermano no estaba por ningún lugar, no obstante aquel quejido se hizo notar nuevamente, se acerco al sofá por el lateral y descubrió a Sasuke apenas dormido, se acerco a el por el respaldo del sillón y acaricio su cabello para tranquilizarle y dejar que durmiera de nuevo, pareció funcionar y al ver que su rostro volvía a relajarse quiso apartar su mano, pero no contaba con que el moreno capturara su muñeca sin intención de soltarla.

 

-Naruto…- susurro adormilado el moreno, afirmando su agarre sobre la mano de Ino.-Naruto…- La rubia se quedo quieta y al ver que el mayor no cedía a su agarre y repetía  nuevamente el nombre de su hermano en sus sueños, toco su garganta con su manos libre y después de aclararse la voz se acerco hasta la altura del moreno y dijo con la réplica exacta de la voz de su hermano.

 

- Aquí estoy Sasuke… duerme… -al parecer había funcionado perfectamente se dijo la rubia al notar que el agarre del mayor se aflojaba en su mano y nuevamente se relajaba cayendo dormido de nuevo. Espero unos segundos más antes de intentar alejarse por si aun no se dormía por completo el Uchiha y cuando escucho la puerta de la habitación abrirse se enderezo con cuidado girándose para encontrarse con su hermano en la entrada con una bandeja en las manos, mirándola con confusión en los ojos, ella sonrió y le señalo a Sasuke en el sofá, para después llevar dos de sus dedos a sus labios y gesticular de manera que el rubio entendiera que aun dormía. Naruto, asintió y entro silencioso en la habitación viendo como poco a poco Ino zafaba su mano de la de Sasuke, haciéndose una idea de lo que había pasado seguramente. Deposito la bandeja en la mesa de centro y aun con señas le indico a su melliza salir de la habitación debían hablar, antes de que Sasuke despertara y Sakura terminara de ducharse.

 

 

Salieron de la habitación y en sintonía soltaron un suspiro agobiado tras cerrar exitosamente la puerta.

 

-Gracias…- dijo Naruto a su melliza sin levantar la voz.

 

-No pasa nada, fue mi culpa que casi se despertara…- comento la rubia en el mismo tono.

 

-¿Qué hacemos?- pregunto de repente Naruto mirando a la menor con incertidumbre. La rubia no se había puesto a pensar claramente en lo que debían hacer. Primero estaba Shikamaru y su insistente petición de informarle si veían a los gemelos, y después estaba el hecho de que no sabían que pasaba y no estaban tan seguros de si al preguntar los Uchiha les darían respuestas.

 

-No lo sé…- respondió ella.

 

-Tal vez debemos decirle a Shikamaru que están bien, estaba tan preocupado cuando vino que no se me hace justo dejarlo con la preocupación. ¿Qué opinas?- comento algo pensativo el rubio, mirando a Ino.  La rubia lo pensó un segundo y decidió que era lo mejor asi que asintió en acuerdo.

 

-llamémosle y digámosle eso. –Dijo la rubia y agregó- pero no le digamos donde están podría ser que esos dos no quieran ver a nadie ahora.

 

Comenzó a caminar hacia el pasillo de la escalera donde había un teléfono inalámbrico, ya que sus teléfonos estaban en la habitación y dudaba mucho de entrar y salir sin despertar a Sasuke de nuevo.

 

-¿Estás segura? ¿No lo preocuparemos de más? –indago no muy convencido el rubio. Ino se detuvo un segundo.

 

-Mmm… está bien. Pero primero has que te diga que pasa. No es posible que nos sigan subestimando. –dijo con determinación la rubia.

 

-me parece justo…- respondió Naruto satisfecho después de todo el tampoco estaba de acuerdo con que les ocultaran cosas y Shikamaru ya había cubierto su cuota de secretos con ellos.

 

 

 

En el Chidori, Kakashi se encontraba en el cuarto que usaba de oficina en  el local, tenía ya unos quince minutos pensando si debía o no llamar a su hermano, Iruka se había ido en compañía de Deidara hacia el aeropuerto, dejándole la decisión a él, tenía los pies descansando descuidadamente sobre el escritorio con la silla donde estaba sentado estirada de forma que le permitiera recostarse. El cenicero a su lado tenía ya una caja completa de colillas sin tocar, si su pareja llegaba a ver que fumaba seguramente lo mataría por lo que simplemente se limitaba a encender los cigarrillos y dejar que se consumieran lentamente y aunque no los fumaba el humo igual hacia efecto en el relajándole.

 

Se preguntaba en la intimidad de su despacho lo que su hermano haría si le contaba lo que había paso hoy frente a sus narices, ¿reaccionaria melancólico? ¿Le reprocharía haberlo permitido? O simple y sencillamente diría “ya era hora”

 

-en tamaño problema me he metido…- se dijo a si mismo irónico suspirando al tiempo que bajaba sus pies y regresaba a una posición erguida en la silla. Apoyo sus codos en la mesa y enlazo sus manos de manera que  su mentón quedara apoyado en ellas. Miro el teléfono como si fuera algún bicho salido de alguna fétida alcantarilla e inhalo profundamente. Tomo la bocina del aparato y marco con lentitud el numero de su hermano el timbre de llamada sonó dos veces antes de que el dijera…

 

-¿Nii-san?

 

Continuara…

 

 

 

Notas finales:

Bueno ahi tienen!

espero y meresca un RR... u.uU tal vez no...

nos vemos en la que sigue...

bye...


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