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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola aquí de nuevo con un cap. más de esta historia. He de hacer un comentario la canción que se menciona en el fic es un ending 03 del anime High School Of The Dead - Return to Destiny solo que la traducción es en corto es decir solo los primeros 1.20 segundos de la canción aparecen aquí. Les hago el comentario para que no se les haga raro que la canción siga y la traducción en el fic no XD.

En fin me fui de viaje esta semana, una de mis primas al fin se amarro y me toco ser dama de honor. El vestido era azul un color que aprecio mucho sin embargo he de decir que para nada volvería a usarlo creo que lo tirare en algún basurero muy lejano para que mi madre no se entere de lo que paso con el ¬¬.

También les comento que hay una parte por ahí donde sale esto <<lllll>> son algo así como los pensamientos caóticos de alguien. Espero les guste aquí les dejo el link de la canción por si quieren descargarla esta en 4share si no tienen cuenta no podrán descargarla.

link 

 

Capítulo 36 Amores que duelen....

 

Jamás creyó que el impacto de presentar a Shizune y Shikamaru le causaría el vértigo que sentía en ese instante. Era plenamente consciente de que había recurrido a un poco de la manipulación para conseguir que su hermana accediera a acompañarle. Todo parecía ir realmente bien, minutos antes.

Shizune le había pedido las llaves del auto, pero el había conseguido llevarla ahí de todos modos, al llegar a la mansión Nara, Lina les había dejado entrar. La doncella solo les miro con curiosidad antes de que él preguntara por Shikamaru, como siempre la maid simplemente se limitó a dejarle pasar hasta la sala de música donde Shikamaru se encontraba componiendo al parecer.

Cuando entraron en la sala Shizune parecía nerviosa o tensa, quizá porque él estaba siendo algo insistente y ella solo había dejado que el hiciera lo que quería. Shikamaru estaba tras el cómodo sofá con unos audífonos grandes puestos, les daba la espalda así que no había notado su presencia. Tenía la computadora encendida al parecer trabajando en la letra de alguna canción como Lina les había informado antes. Se acercó a él cuidadosa mente pero incluso así, Shikamaru pudo darse cuenta de que estaba a punto de asustarle.

Al principio pareció no notar la silueta de su hermana tras el pero cuando la vio, hasta Itachi fue consciente de la repentina tensión en el menor. Su ceño se frunció levemente, cuando la mirada de ambos se cruzó y tal como solía pasar con Shikamaru se rindió y acepto la situación. A él no le había dicho nada de la aparición de Shizune en su casa y la mayor se había dado cuenta cuando el Nara había comentado. Que esperaba que pudiese explicar sus razones apropiadamente. Y así había llegado a ese instante.  

-¿Y bien que significa esto, Itachi?  - Inquirió la Uchiha por segunda vez desde que habían llegado, con la mano en la cintura en pose claramente amenazante. El mencionado sonrió de forma culpable y dejo salir un suspiro agobiado, Shikamaru estaba de pie aun frente a su computadora encendida mirando la escena entre ambos hermanos con un gesto de tedio en el rostro.

-Al menos deberías ser valiente y explicar las cosas…- Dijo Shikamaru al fin- Sempai…

-Lo sé, perdonen me pero ninguno quería reunirse con el otro así que solo…- Empezó a explicarse el moreno cabizbajo. Shizune quito su pose defensiva y con gesto cansado similar al que Shikamaru tenía en ese momento comento.

-Lamento que mi inútil hermano te cause tantos problemas.- Shikamaru le sonrió compresivo a la mayor.- Me dijo que quería presentarnos y que tú estabas de acuerdo con eso. Por eso acepte venir hoy.

-Es muy típico de Sempai, hacer ese tipo de cosas. Nunca piensa las cosas con la cabeza fría.- Corroboro el menor cruzándose de brazo examinando por completo a la mayor que parecía hacer lo mismo con él. – Deberías sentarte si no puedes soportarlo…- Dijo de repente Shikamaru desconcertando a ambos mayores.

-¿De qué hablas Shikamaru?- Inquirió confundido el moreno. Shikamaru se puso una mano en la frente en gesto cansado y procedió a explicarle al moreno.

-Tu hermana parece estar soportando mucho dolor desde hace un rato.- Dijo el Nara. Shizune se sorprendió por las palabras del castaño y sin ocultarlo le pregunto.

-¿Cómo…?

- Da igual cómo, en todo caso si tuviese que explicarlo diría que es obvio…- Dijo confundiendo a Itachi mas Shikamaru- Te ves pálida, algunas gotas de sudor corren por tu frente y aquí el aire acondicionado esta encendido así que no tiene sentido, antes cuando regañabas a Sempai por más molesta que estuvieses por engañarte, no habrías fruncido el ceño, y durante todo ese rato más que parecer molesta parecía que sostenías tu abdomen por sentir un gran dolor…

- ¿Dolor? ¿Te duele alguna parte Nee-san?- Shizune no dijo nada solo intercambiaba miradas con el Nara.

- Pareces un chico muy observador, entiendo porque Itachi quiso que te conociera…- Comento la mayor acercándose al sofá y tendiéndose de cuerpo completo. Sus facciones se relajaron al instante cuando recostó su cuerpo en el sofá. Shikamaru sonrió complacido por la afirmación de la joven y se dirigió hacia el intercomunicado en la pared. Itachi se acercó a la morena que posaba su brazo sobre su frente mientras intentaba descansar.

-¿De verdad te sientes mal? ¿Por qué no me lo dijiste? –Cuestiono preocupado.

- Porque era problemático…- Dijo la mayor en respuesta, dejando a Itachi en un shock momentáneo.

Shikamaru presiono un botón del comunicador y la voz sedosa de Lina se dejó escuchar al otro lado.

-Lina, por favor dile a Shiho que venga y que traiga su quipo medico... Y que prepare algo para el dolor.- Dijo con calma.

-Entendido, en un momento estará ahí.- Fue la respuesta de la chica al otro lado.

-Gracias…- Dijo y se giró de vuelta a sus invitados. –En un momento vendrá una de mis doncellas para revisarte.

-¿Una Maid? Creí que llamarías a un doctor.-Comento la morena algo mordaz. Shikamaru solo arqueo la ceja significativamente y en el mismo tono respondió.

-Podrá ser una maid, pero es una doctora también…- Itachi vio con cierta expectación el intercambio.

-Entiendo…

Antes había comparado muchas veces a Shikamaru con su “difunta hermana”, el parecido era muy evidente. Su comportamiento defensivo y hasta sínico era muy parecido, parecían ser del mismo tipo. Quizá por eso siempre se había sentido atraído a Shikamaru…

-¿Nee-san? ¿Todavía están tus costillas heridas? – La chica no respondió de nuevo-  El medicamento que te recetaron no es muy efectivo verdad. Has tenido que soportarlo mucho. Lo siento debí notarlo antes.

-No te disculpes, no es porque no haya sido efectivo, es que…- Intento decir la morena interrumpiéndose algo avergonzada.

-No lo tomo. –Afirmo Shikamaru.- No te gusta sentirte débil después de tomar el medicamente ¿Cierto? –Shizune sonrió con ironía pero no lo negó.

-Shikamaru-kun ¿Cómo es que lo sabes? –Inquirió Itachi confuso.

-Porque somos parecidos…- Susurro la morena ocultando su mirada una vez más con su brazo.

Itachi sonrió asombrado por ese comentario, y fue consciente de que tanto como su hermana como Shikamaru habían notado lo mismo que él. La puerta de la sala se abrió y Shiho entro con su maletín de medicina Itachi y Shikamaru se apartaron lo suficiente para dejar trabajar a la rubia doncella.

-¿Cuándo fue la última vez que tomaste el medicamento? – Inquirió metódica la rubia mientras tanteaba las costillas de la morena, sobre su ropa.

-Me pregunto cuándo fue… - Respondió la morena evasiva y un leve tic se dejó ver en la ceja de la rubia maid. Y Shikamaru e Itachi solo rieron nerviosos.

-No trae un vendaje ahora verdad.- Comento la maid retirando sus manos de la chica para buscar algo entre sus cosas.

Shiho retiro la chaqueta y la blusa de la morena frente a ambos menores que ni se inmutaron al verla en ropa interior desde el torso. Itachi encontró raro el que ni Shizune ni Shikamaru lucieran avergonzados, pero luego asumió que eso no era nada malo así que no comento nada. Tras esparcir un ungüento en la zona afectada del abdomen de la morena, Shiho procedió a vendar su torso con cuidado. El aspecto pálido de Shizune se fue mejorando con forme el ungüento de Shiho hacia efecto.

-¿Qué tenía eso que me pusiste?- Inquirió claramente aliviada del dolor la morena cuando la rubia terminaba de ajustar las vendas.

-Es un ungüento a base de “Salicilato de metilo” funciona muy bien con las heridas del tipo muscular. Como puede notar alivia el dolor y al no ser ingerido no le causa ningún efecto secundario como lo haría un medicamento prescrito. Tome. –Dijo la rubia dándole un frasco con más ungüento.- Aplíquela sobre su abdomen con masajes circulares y véndela después para que el alivio sea inmediato, al menos dos veces al día… O cada vez que sienta dolor.

-¿Gracias? –Dijo a modo de pregunta y la rubia dejo que nuevo tic se apoderara de su ceja.

-No tiene que agradecer nada.- Respondió sin más y giro su rostro a Shikamaru que se había parado del  suelo donde esperaba con Itachi.- Si es todo, me retiro Shikamaru-sama

-Muchas gracias por tu ayuda eres increíble Shiho…- La rubia sonrió algo sonrojada por el cumplido.

-Fue un placer…- Dijo y sin más salió de la sala.

 

Los tres se quedaron en un breve silencio. Shizune se sentó correctamente en el sofá y noto que la pantalla de la computadora oscilaba un logotipo como protector. Shikamaru se dirigió hasta ella, sentándose a su lado comenzó a guardar lo que estaba haciendo.

-¿Qué estabas escribiendo?- Inquirió Itachi- ¿Una canción? –Shikamaru sonrió antes de responder.

-No, solo estaba haciendo algunos arreglos. Se acerca el festival cultural y los chicos probablemente quieran hacer alguna presentación. –Dijo el castaño relajado.

-Itachi, dijo que eras el compositor de la banda que tienen los gemelos. Veo que no era solo una broma.- Dijo la joven sin afán de ser critica. Había tomado los audífonos que antes Shikamaru usaba y que aun tocaban la melodía de la canción que aparentemente el castaño estaba componiendo.- Es buena…

-Gracias…- Respondió el Nara- Pero como dije solo le hice algunos arreglos la composición original le pertenece a Sasuke.

-Quien diría que esos mocosos tendrían talento…- comento taciturna la mayor y Shikamaru no dijo nada.- “Return to destiny” ¿Son tus letras?- Shikamaru asintió en respuesta- Ponla de nuevo. –Pidió y Shikamaru obedeció.

Itachi los observaba curioso el cómo era posible que ambos se comunicaran sin más, parecían viejos amigos que no se veían en mucho tiempo pero que a su vez parecían estar muy metidos en su mundo. Comprendía porque estaba tan cómodo con ellos, para Itachi ambos eran irremplazables… Incluso si Shizune le recordaba a Shikamaru y este a su vez le recordaba a ella las diferencias entre ambos eran obvias, y sin embargo eran tan similares… Y con una gran certeza pudo sonreír consciente de que para él ambos Shizune y Shikamaru eran irremplazables y los amaba, tanto que no soportaba la idea de perder a ninguno.

Lo curioso de todo eso fue que de una forma u otra, los había perdido a ambos en algún momento y ahora los tenía ahí frente a él. Mientras Shizune escuchaba la música veía la letra de la canción y sin previo aviso quizá motivada por el ritmo o porque la música era buena comenzó a cantar la letra que Shikamaru tecleaba en la computadora minutos antes de que llegasen…

-RETURN TO DESTINY-

***

Bajo el cielo que perdió su luz…

Kuroku somaru sora no shita…

Quede abandonada, temblando en la gran sombra…

Kage Ni obie nokosareta…

La sangre, quemando en un rojo escarlata…

Akaku moeru chi no iro ga…

Con la primera estrofa Shikamaru decidió conectar los amplificadores desviando el sonido para que Itachi y el pudiesen oír el demo de la pista mientras la voz de Shizune seguía cantando.

***

Se funde en su manchado color…

Ni jinda Mama tokete yuku…

No es remotamente posible…

Mou chido mayowazu…

Para nosotros ser como antes…

Ano koro no bokura ni modoreru hazu mo nai…

Regresar al destino.

Return to destiny.

Descubrir una manera de amar junto con una forma de rezar…

Ai suru koto wo mitsukete inori wo komete…

Descubrí como luchar por aquellos a quienes amo…

Dareka no tame ni tatakau sube wo shitta…

Si no soy capaz de quedarme contigo

Sore demo Kimi wo nakusu to shitara…

Entonces renunciare a mi vida…

Boku wa kono inochi wo…

Para así poder estar a tu lado…

Sasagete demo Kimi no soba ni iruyo…

 

La canción termino y Shizune se quitó los audífonos. Esa canción se parecía demasiado a lo que ella sintió hacía ya mucho tiempo cuando tuvo aquel accidente. En aquella ocasión había creído que moriría… Vagamente recordaba haber visto su propia sangre salir de su cuerpo y rodearla mientras veía el auto de los Kato estrellado contra un poste. No sentía ningún dolor. El humo empezaba a salir del auto y una chispa bastaría para que hiciera explosión, lo último que vio fue como la puerta cedió ante el peso de la persona que iba a dentro dejándolo caer en la calle, justo después la oscuridad la batió y cuando despertó días después el dolor que no sintió en su momento volvió a ella haciéndola sufrir. Adolorida y sola supo que ella había dejado de existir… Su padre personalmente se lo había dicho. Su hija había muerto. En aquel momento sintió que el peso de aquel ultimátum acabaría con ella antes que el dolor infinito en su cuerpo. Y sin embargo seguía ahí.

Con forme comprendió lo que su padre intentaba hacer, en algún punto decidió también que era la mejor salida. Desechando lo que ella había sido podría mantener a salvo a sus hermanos. Al menos durante el tiempo en que su padre pudiese mantenerles así.

Esa canción era igual, a aquel sentimiento… Renunciar a su vida sin más había sido lo que le impediría estar junto a su familia y a su vez era la única forma que ella tenía de poder ayudar a su padre… Quizá por eso había cantado aquella canción.

-Cantas con el corazón…- Susurro Shikamaru. –Me gusta tu voz…

Shizune sonrió de lado en aquel gesto que muchas veces él le había visto hacer a Itachi y los gemelos, el tipo de sonrisa que Kiba una vez denomino “marca Uchiha” y supo que esa era sin duda la característica única de los Uchiha. Cualquier otro que quisiera sonreír de esa forma seria solo una imitación…

***

Al mismo tiempo en la casa vecina Deidara había visto estacionado el auto deportivo rojo inconfundible de Itachi. Se preguntaba escondido tras las cortinas cuanto tiempo tendría de haber llegado a la casa de Shikamaru. Él tenía planeado realizar una visita al Nara esa tarde pues tenía algo que preguntarle con respecto a sus hermanos.

Desde que ambos menores habían ido a visitarle unos días antes, su comportamiento había pasado de triste a melancólico, al principio supuso que todo se debía a que Naruto tiene prohibido practicar con su piano y que por precaución Ino debe tomar en cuenta su voz también. Habría seguido suponiendo eso de no ser porque esa tarde cuando habían salido del colegio había visto a sus hermanos irse en compañía del Nara y cuando llego a casa se encontró con que ninguno de los rubios había vuelto y el Nara al menos tenía el mismo tiempo que el en su casa.

El único que podía saber dónde estaban los mellizos era sin duda Shikamaru… Le había tomado mucho valor para poder decidirse a ir a la casa del Nara y cuando estaba a punto de salir se percató del flamante vehículo de Itachi estacionado en el lugar de siempre. Por lo que no había podido siquiera dar un paso a la casa del menor castaño. En cambio había optado por ocultarse tras las cortinas de la estancia que daba al patio de la casa Nara con la esperanza de ver al Uchiha a escondidas y de al menos verificar que no interrumpiría nada importante con su visita. Aunque estaba completamente seguro de que Itachi se enfadaría al verle, aun si no estuviesen haciendo nada importante, seguramente no le gustaría que el fuese e interrumpiera sus momentos a solas con Shikamaru…

-¿Qué hago? – Se preguntó por enésima vez frustrado mirando una vez más a través de la cortina.

***

En la corporación Uchiha, con Fugaku  y los mellizos una escena que Rin jamás espero ver la había dejado con la boca abierta. Había al menos pasado una hora desde que los mellizos se habían quedado con Fugaku y ella había salido dándoles privacidad, de alguna forma no podía explicar cómo había terminado en aquella situación su hermano.

Fugaku estaba sentado en el espacioso y mullido sofá negro de su despacho entre los mellizos Namikaze, Naruto a su derecha e Ino a la izquierda acurrucados sobre su pecho con marcas rojizas en sus parpados, Fugaku pasaba los brazos por encima de los hombros de cada uno mientras el mismo recostaba su cabeza contra la melena rubia de Naruto que al igual que su hermana yacía dormido tranquilamente en sus brazos. El moreno tenía los ojos cerrados pero algo le decía a Rin que no estaba dormido como los jóvenes en sus brazos…

-¿Onii-sama?- Le llamo dudosa de su propia especulación. Los ojos oscuros de su hermano se abrieron en ese instante fijándose en ella con un brillo que la castaña no supo describir. Vio que el mayor no se movía de su posición, parecía muy cómodo ahí. - ¿Qué haces? –Volvió a inquirir dejando traslucir su confusión por la situación y el moreno en vez de responder, levanto la mano que tenía alrededor de Ino y con un dedo en alto sobre sus labios le dijo que hiciera silencio, y tan rápido como ella se quedó muda su brazo volvió a rodear el delicado cuerpo de la menor a su izquierda y sus ojos volvieron a cerrarse.

Con la respiración tan relajada, realmente parecía que estaba dormido, se percató entonces de que los rubios ambos estaban firmemente agarrados de la camisa antes sin arrugas del mayor y los restos de lágrimas en las comisuras de sus ojos le daban una idea de porque estaban así. No pudo evitar que una sonrisa gentil se formara en su rostro y suavizara su mirada. Por primera vez en mucho tiempo su hermano parecía realmente feliz. Se giró sobre si misma dispuesta a salir del despacho.

Le concedería al menos treinta minutos más, era lo menos que podía hacer para prolongar aunque sea un poco aquella felicidad esporádica de su hermano.

-Descansa Onii-sama…- Susurro al cerrar una vez más la puerta.

***

Itachi había encontrado inesperada la conexión que de repente pareció surgir entre su hermana y Shikamaru, lo había esperado pero no tan pronto. No después de ver el discrepante intercambio al principio. Lina había vuelto solo una vez a la habitación para dejarles bebidas y bocadillos, tras susurrarle algo a Shikamaru al oído salió de la estancia para no volver...

Al ver lo bien que se llevaban en ese instante decidió salir un momento de esa forma podrían conocerse sin estar el de por medio.

-Voy a ir al baño…- Anuncio. Shikamaru y Shizune le miraron como diciendo “¿Aja y luego?” Itachi arqueo una ceja nerviosamente y sin esperar respuesta que obviamente ninguno le daría salió de la habitación bajo su atenta mirada.

***

Al segundo después de que la puerta se había cerrado tras Itachi, Shizune pregunto sin dirigir la mirada al menor a su lado.

-¿Aun no les has dicho?- Su voz sonaba repentinamente seria. Shikamaru pareció apreciar por un segundo el perfil de la morena. Y tan impasible como ella se mostraba respondió.

-No… Pero supongo que ya va siendo hora de que lo sepa.- Shizune asintió y se giró para encararle. No parecía molesta, ni siquiera preocupada. Shikamaru noto que al parecer ella también ya estaba enterada de las cosas que su padre había hecho y del porque las había hecho.

-Sí, ya va siendo hora…- Corroboro la chica pensativa. – Ese diario, ¿Sabes de quién es?- Shikamaru asintió. –Es imposible que no supieras verdad…

-Al principio estaba confundido. Pero estar pensando las cosas hasta volverme loco no va conmigo.- Le conto con cierta censura a la chica. Shizune se cruzó de brazos meditando sus palabras y al fin dijo.

-Así que fuiste a verle…- El castaño solo se encogió de hombros. – Supongo que no fue fácil sacarle la verdad.

-Digamos que tengo mis métodos…- Respondió el quitándole importancia al asunto. – Aunque no salió como esperaba, pude unir las piezas del rompecabezas aunque un poco a medias.

-Ah. –Gesticulo la morena a modo de entender algo- Sobre la otra “Ébano”

-En realidad se llama “Ámbar” ahí encontré la otra mitad de la historia… Aunque tampoco parece concordar con la que tú has leído antes. – Explico con aparente pereza recostándose en el respaldo del sofá.

-Entiendo… Esos niños saben algo sobre esto- Shikamaru no quiso responder pero su silencio dijo más que cualquier cosa que pusiese haber dicho. –Debió haber sido un golpe duro para ellos…

-Sí, pero los mellizos son fuertes… Más de lo que tus hermanos podrán ser jamás…- Argumento taciturno el castaño.

-Eso no puedo negarlo.- Acepto la morena. Se puso de pie y cruzándose de brazos dijo- Pero es algo que con el tiempo tendrán que aceptar… Incluso si me odian igual que a mi padre… Es algo que tienen que aceptar… Y también es algo para lo que estoy preparada.

-Supongo que yo entro en el paquete.- Comento medio burlón el Nara.- Cuando Itachi-Sempai se entere de que conozco la verdad sobre tu padre y no le dije, me odiara tanto como a ti Shizune-san.- La joven le sonrió de lado sabiendo que eso tampoco podía negarlo.

Un leve chasquido en la puerta llamo su atención, girándose automáticamente hacia ella, descubriendo la cara confundida de Itachi, los ojos de Shizune reflejaron sorpresa y horror en fracciones de segundos justo antes de que Shikamaru notase también lo evidente… Itachi les había escuchado.

-¡Itachi/ Sempai! –Dijeron al unísono ambos.

-¡¿Podrían explicarme de que rayos estaban hablando hace un momento?!- Impero agitado el moreno. Shizune y Shikamaru se miraron entre si inseguros. -¡HABLEN!  ¿Qué VERDAD se supone que me ocultan?

-Sempai será mejor que tranquilices primero. Es una larga historia así que será mejor que te sientes a escuchar.- Itachi sintió que el tono frio de Shikamaru era igual a recibir una bofetada o un puñetazo en el estómago. Realmente odiaba cuando le hablaba así. Sin embargo, acato lo que el castaño le pidió y se sentó en uno de los taburetes de la sala de música lo más cerca de la puerta posible.

-Creo que la que debería explicar esto soy yo, Shikamaru-kun tu mantente al margen.- Dijo seria Shizune. Shikamaru la escaneo momentáneamente y rascándose la cabeza respondió.

-¿Te lo dije no? Yo también estoy hasta el cuello en esto. ¿De qué me sirve protegerme a mí mismo a estas alturas?- Shizune se disculpó con la mirada, era consciente de que Shikamaru no quería participar en esa conversación y sin embargo no estaba dispuesto a dejarla cargar con todo.

Miro a su hermano que guardaba un gesto dolido, parecía reacio a querer escuchar y sin embargo estaba dispuesto a hacerlo. Tal vez resultara bien al final… Quien sabe… ¿No se había dicho que estaba lista para aceptar el odio de su hermano?

***

Deidara al fin había decidido salir de casa, sentía expectación en la boca del estómago o quiso eran solo nervios, no sabía que diría para no parecer un entrometido pero debía averiguar dónde estaban sus hermanos. Cerró la puerta de la casa y justo cuando estaba a punto de tocar el timbre del portón vio que las puertas se abrían, y el vehículo de Shikamaru con Lina al volante aparecía por él. Se quedó parado estático viendo al auto acercarse a la puerta y parar frente a él.

-Deidara-sama… ¿Se le ofrece algo?- Inquirió solicita la morena bajando el cristal del carro. El rubio sonrió nervioso.

-Solo quería preguntarle algo a Shikamaru-kun. ¿Crees que sea un mal momento?- Le pregunto preocupado. La doncella pareció pensarlo pero sonriendo le dijo que podía ir a visitarle. La despidió hasta que tomo su rumbo y él se adentró en el jardín de la casa Nara.

***

¿Por qué pasaba eso justo ahora? ¿Realmente su querida Nee-san y Shikamaru le habían guardado un secreto a propósito? Y si es así ¿Porque? ¿Qué clase de secreto podría hacerle odiar a las dos personas que más amaba en el mundo?

-Nuestro padre, él no es el monstro que todo mundo cree. La razón por la que me exilio en el pasado no fue porque lo desafié. Fue para poder protegerme del verdadero monstro.- Dijo sin titubeo su hermana. 

Procesar sus palabras fue como una especie de trance ¿Qué había dicho? ¿En verdad estaba justificando a su padre? ¿El mismo padre que le hizo la vida imposible a sus hermanos menores? ¿Quién trato de manera cruel a Sakura al punto de traumarla? ¿Aquel quien volvió a los gemelos un par de chicos deleznables y adustos? ¿El mismo padre que él había odiado desde el mismo momento en que le dijo que ella había muerto? ¿Y al cual maldijo cuando supo que había sido una mentira? ¡No podía ser cierto!

-No juegos conmigo Nee-san…- Intento decir. Estaba asustado de que eso realmente estuviese pasando. Si perdía el control ahora no podría aceptarlo. Podría decir cosas de las que luego se arrepentiría, podría incluso perderlos si era incapaz de procesar aquella información. Por lo que apretó su mano izquierda con la derecha con fuerza intentando suprimir su mar de emociones buscando controlarse.

-No es un juego Sempai. Tu padre siempre ha estado tras una máscara.

<< ¿Qué?>>

-Ha actuado como el malo por el bienestar de todos ustedes, incluso si no lo pareciera... Y no solo él.

<< ¿Qué se supone que significa eso?” >>

-Mi padre, y el padre de Hinata hacen lo mismo… - Termino de hablar Shikamaru acercándose tranquilo al moreno que permanecía con la cabeza baja mirando el suelo.

<< ¿Por qué lo dices ahora como si fuera cualquier cosa?>>

Cuando Shikamaru quiso tocarlo para poder reconfortarle. Itachi ya había perdido el poco control que había conseguido mantener, sus pensamientos confusos lo habían llevado a perder su cordura.

El moreno tomo de la muñeca de forma brusca a Shikamaru asustándolo un poco al ver en su cara contraída en una mueca enfadada todos los sentimientos que reprimía, pero el menor no lucho por liberarse. Estaba preparado para ser odiado por Itachi, sabía que terminaría haciéndolo de todos modos una vez que supiera todo, y no es que el pudiese hacer algo al respecto.

Itachi se dio cuenta y brevemente despejo su mente confundida e iracunda. ¿Por qué no huía de él?

-¡¿Me estás diciendo que todos estos años de tortura han sido por nuestro bienestar?!- espeto realmente molesto el moreno apretando con más fuerza la mano del menor, que apenas y se quejó de dolor.

<< ¿Por qué no lo niegas? Por favor di que es mentira…>>

El agarre de su mano sobre Shikamaru se hacía más y más fuerte, al punto de que dentro de poco el dolor de la presión seria imposible de soportar. Pero Shikamaru no se atrevería a decirle que lo soltara, no le diría que le dolía porque de hacerlo. Itachi se destrozaría. Cuando se diera cuenta de lo que estaba haciendo, Itachi no podría soportarlo.

-¡Itachi! – Llamo imperante la mayor. Afligida por la reacción de Itachi, debía detenerle antes de que causara algo de lo que se arrepentiría después. - ¡Reacciona!

Como si la voz de su hermana fuera un fuerte sacudón su mente se despejo completamente. Poco a poco la bruma fue abandonando el cerebro del moreno, notando su entorno y lo que estaba haciendo. Sintió que sus músculos se destensaban y que su mano perdía fuerza en su agarre. Se dio cuenta al fin que Shikamaru seguía frente a él y que sus dedos comenzaban a marcarse en su blanca piel. ¿Él había hecho eso?

-¿Sempai?- Escucho que Shikamaru le llamaba pero el simplemente se puso de pie perturbado por la visión de la mano amoratada de Shikamaru. Se apartó de él y con lentitud se dirigió a la puerta de la estancia debía salir de ahí o se ahogaría, debía pensar y estar alejado de ellos. Debía entender que su silencio había sido por su bien. Debía intentar no odiarles por tratarlo como a un desconocido cuando habían decidido mentirle. Debía estar solo, para poder al menos volver a ellos.

-Lo siento… Shikamaru… Yo…- intento decir antes de poder salir de ahí.

-No Sempai. Yo lo siento. –Le dijo el castaño. Itachi solo pudo pensar que Shikamaru de vez en cuando podía ser algo cruel. Disculpándose con el cuándo era el quien le había causado daño.

-Vete Itachi. Sal de aquí si eso es lo que necesitas. -Escucho que su hermana decía con serenidad—Nosotros estaremos aquí para ti si es lo que necesitas cuando vuelvas. No lo olvides…

Itachi se quedó estático y asintió para después salir de la casa Nara. Tenía mucho en que pensar.

***

Tuvo que admitir que salir de su escondite tras las cortinas donde era plenamente seguro de que los ojos crueles de Itachi no le alcanzarían, había sido todo un reto. No tenía idea de que le había hecho decidirse, pero ya estaba ahí lo único que tenía que hacer era tocar el timbre de la puerta y seguramente alguna de las maid de la casa saldría a recibirlo. Pero el destino tenía que ser algo extraño al descubrir que la puerta se abría ante el dejando ver al chico que no quería toparse tan pronto.

-¿Itachi-san? – Inquirió sin querer su nombre. El moreno se fue de largo sin siquiera mirarlo y Deidara sin ser incapaz de evitarlo preocupado fue tras él.

***

En la estancia, Shizune y Shikamaru permanecían silenciosos. Itachi habían reaccionado como se lo habían esperado. Ni más ni menos que eso. Comprendían que era un shock aceptar algo que no tenía ni pies ni cabeza para él. Pero como habían dicho era tiempo de que lo supiera. La familia que siempre había soñado tener podía dejar de ser un sueño si derrumbaban todas las mentiras que habían estado frente a ellos.

Shikamaru asomo su rostro a la puerta y lo único que pudo ver fue el suave ondeo de una larga cabellera rubia desaparecer antes de que la puerta de la mansión se cerrara. Sonrió con sinceridad y deseo de todo corazón que Deidara fuera la luz que Itachi necesitaba en ese momento para poder superar el pasado y aceptar lo que el futuro les deparaba. Era hora de que el siguiese su camino solo… Y quizá con solo la ayuda de Deidara-Sempai.

-Shizune-san…- llamo a la mayor que se había acomodado en el sillón exhausta. Ella inclino su cabeza hacia atrás para poder recargarse en el respaldo del sofá y mirarlo tras ella. Shikamaru se acercó hasta quedar parado tras el sofá. – No creo que Sempai demore mucho en sopesar esta noticia. Estoy seguro de que pronto podrá mostrarse feliz de nuevo.

-¿Acaso hay algo que deba saber?- Pregunto ella curiosa.

-Aún es pronto pero Sempai estará bien si esa persona no se va de su lado al primer desprecio. –dijo Shikamaru.

-¿No eres tu esa persona?- inquirió ambigua. Y el gesto negativo del castaño le respondió sin más. Ella sonrió algo abrumada y dijo con cierto tono de envidia.- Entonces no es de ti por quien debo sentir celos.

Shikamaru compuso un gesto sorprendido pero se rio de buena gana. Shizune al igual que el resto de los Uchiha con los que había tratado tenía un carácter muy particular. Pero le gustaba poder entenderse con ella sin tantas explicaciones. Podían ser buenos amigos decidió.

***

Lina acababa de estacionar el auto en el aparcamiento de los Nara, en el estacionamiento privado de las corporaciones Uchiha.  Había un elevador privado que la llevaría directamente a la recepción de la última planta donde la recibiría Rin seguramente. Entro y paciente espero llegar a su destino.

Descubrió con cierta sorpresa que la castaña no estaba en su lugar frente a su escritorio. Decidió esperar un par de minutos a que la castaña volviera. Pasaron alrededor de diez minutos cuando al fin Rin apareció regalándole una falsa sonrisa a la morena que la miro seria. Odiaba cuando la castaña sonreía de ese modo la hacía pensar que tramaba algo. Y por lo general no era algo agradable.

-Lina-chan ¿Qué te trae por aquí? –Inquirió a forma de saludo la castaña. Liana imperturbable como solía ser la miro con evidencia. Era un poco estúpido que preguntara antes de salir ella le había llamado para avisarle que iría a recoger a los mellizos Namikaze.

-Nohara-san no tengo tiempo para bromas tontas.- Dijo la muchacha con tono impaciente.

- Ah. Viniste por tu “paquete” –Dijo astuta.- Me temo que tendrás que esperar. Onii-sama está demasiado encariñado con ellos ahora, así que dejare que los disfrute un poco más si no te molesta.

Lina pareció francamente sorprendida, pero asintió dócil. No tenía prisa, y al parecer no podría hacer nada si Rin estaba impidiéndolo. Esperaría era lo menos molesto y lo más sensato se dijo. Giro sobre si dirigiéndose a la sala de espera, sentándose en el cómodo sofá. Rin dejo salir un suspiro algo fastidiado por no conseguir ni una sola reacción de su “amada”.

Se dirigió a la pequeña cocina tras su despacho y decidió preparar un servicio de té para ella. Cuando se lo sirvió la morena lo miro de manera sospechosa haciendo sentir a Rin un poco ofendida. Sin embargo, Lina tomo la tasa con te recién hecho y tras un sorbo comento con solemnidad.

-Has mejorado notablemente. Nohara-san – Dio un sorbo más a su té.

-Bueno, al parecer viniendo de ti es más que un cumplido. –Respondió con tapujo.

-Nohara-san yo no hago cumplidos, solo comento la verdad. – Refuto con indiferencia la morena. Rin estuvo a punto de responder alguna barbaridad pero se mantuvo callada. Lina era Lina y ella tenía que aguantarse. Quien la mandaba a estar enamorada de una mujer tan fría como lo era Lina.

-Siendo tan fría conmigo algún día harás que me rinda de amarte. –Dijo sin convicción la castaña sentándose frente a la doncella, que detuvo sus movimientos deteniendo la tasa de té antes de que tocase por tercera vez sus labios. Levanto la vista y por un segundo al menos Rin fue testigo de un atisbo de temor en los ojos de la doncella.

-No digas cosas inquietantes sin razón.- Dijo seria Lina. –No es divertido.

Rin se paralizo. La mirada de Lina era un poso insondable ¿Qué quería decir?  ¿Qué no quería que se rindiera con ella? O ¿Acaso era porque no creía que la amase a pesar de todo?

-No. Tienes razón no lo es. –Respondió Rin al fin. Daba igual lo que Lina creyese, a estas alturas rendirse de amarla era imposible para la Uchiha. Mientras Lina se alejaba más de ella, en su papel de Maid llamándola por su apellido y no por su nombre. Fingiendo que su pasado juntas no existía ella inevitablemente se sentía más y más atraída a Lina. Como un insecto que veía la luz y encontraba la oscuridad de la muerte. Así había sido siempre el amor que guardaba por Lina pero tal vez algún día pudiese lograr que la morena la amara al menos un milímetro de lo que lo hacia ella, desde siempre.

Sonrió de ladina cuando el pensamiento de que familia tenía siempre problemas con el amor cruzo fugas por su mente. Era como si la sangre de su padre, la sangre Uchiha estuviese destinada a tener mal de amores. No solo su hermano había pasado por ello, tenía entendido que su hermano Kakashi, ella y hasta sus sobrinos Itachi y Shizune habían pasado por algo así, quizá los gemelos exentaran la regla, lo rubios mellizos que en ese momento dormían plácidamente en los brazos de su hermano podían hacerles felices. Los gemelos no tendrían que probar jamás un amor que dolía.

***

Haber salido de una manera tan abatida de la casa Nara le había hecho darse cuenta de lo tonto de su comportamiento. ¿Con que cara podría volver ahí? Tan disgustado estaba que recordó que su auto y llaves las había dejado en la casa de Shikamaru junto a su chaqueta. Aun no era invierno pero con forme se hacía tarde el frio se hacía evidente. Iría al parque cercano al barrio, caminaría un rato y se tranquilizaría.

O al menos eso pensaba hasta que se dio cuenta de que alguien lo seguía. Esperaba que al girarse se tratase de su hermana o Shikamaru y recordó que ellos le habían dejado marcharse solo para que pudiese calmarse. Así que descarto la idea inmediatamente como esta se formó en su cabeza. Sin embargo, jamás espero encontrarse con un par de gemas azules y una rubia cabellera.

-¿Por qué me sigues?- Inquirió serio, deteniéndose abruptamente. El rubio pareció ¿Tranquilo? Y casi con serenidad le respondió.

-No pretendía seguirte. Lo lamento, pero me pareció que te había pasado algo malo y pues inconscientemente vine tras de ti.- Explico sincero el rubio sorprendiendo a Itachi.

- ¿Por qué? –Inquirió mordaz. Lo último que necesitaba era al rubio de sus tormentos tras él.

-Ya te lo dije, fue involuntario. –Reafirmo el rubio ingenuo. Itachi lo miro con recelo, y retomo su camino. Deidara le vio avanzar y el también hizo lo mismo.

Tras unos metros más Itachi se volvió a detener de sopetón.

-¿Por qué continuas siguiéndome? – Cuestiono irritado. Quería estar solo con sus pensamientos y con el rubio detrás de él le era imposible.

-Lo siento.- Se disculpó Deidara con cara sentida. Itachi frunció el ceño ante la visión, se sentía algo culpable por hacerle sentir mal, pero no podía ser honesto al respecto.

-¡Como sea! –Dijo malhumorado - ¡Deja de seguirme! – impero y emprendió su caminata con más ímpetu, pero pareció que el rubio no recibió su petición pues después de unos minutos, los pasos del rubios seguían escuchándose tras él. Frustrado se detuvo una tercera vez al llegar a una cuadra del parque donde planeaba relajarse SOLO.

-¡¿Por qué me sigues siguiendo?! –Chillo perdiendo la decencia de un buen Uchiha. Deidara se encogió ante su regaño, pero le miro con suplica. Las manos delgadas del rubio jugaban con uno de los mechones de su cabello nerviosamente e Itachi no pudo evitar pensar que ese gesto lucia tierno en el rubio.  Así que con un suspiro agobiado y más tranquilo le pidió. –Por favor deja de seguirme. Necesito estar solo un rato.

 

Deidara le miro contrariado cuando comenzaba a girarse para cruzar la calle hasta el parque. Al ver que el moreno simplemente se había ido sin esperar a que le diera explicaciones, el pánico se apodero de él.

-¡ITACHI-SAN! –Grito llamándolo alterado. El moreno estuvo tentado a detenerse pero decidido siguió caminando sin contar con que Deidara correría hasta alcanzarlo y detenerle agarrándole de la camisa. – ¡Itachi-san!

-¡¿Que?! – Respondió molesto de que el contacto del rubio hubiese hecho estragos con su ritmo cardiaco. Deidara lo miro con los ojos azules dilatados a mas no poder haciéndolos ver enormes y suplicantes, un brillo de lo que dedujo eran lagrimas contenidas le hizo sentirse derrotado ante la imagen completa del rubio.

-¡No sé dónde estoy! – Dijo sin más.

-¿Qué? –dijo algo impactado Itachi.

-¡Te digo que no sé dónde estamos! ¡No puedo volver por mi cuenta! – Explico en pánico. –Tal vez termine en algún lugar lleno de gente rara y ¡No!- balbuceo aterrado meneando la cabeza de un lado a otro.

Sin poder hacer nada, Itachi comenzó a reír. Deidara pareció desconcertado al principio pero se contentó con ver que el moreno parecía de mejor humor. Aun lo tenía sostenido de la camisa así que decidió quedarse así por un momento más.

Cuando termino de reír, observo con ternura la cara del menor. Parecía un niño pequeño agarrado con fuerza a su camisa. Le tomo de la mano haciendo que liberase su arrugada camisa y rindiéndose a él lo guio al parque. Tal vez podía estar solo con él a su lado…

-¿Itachi-san?- le llamo dudoso Deidara, mientras caminaban. Él le respondió sin detenerse.

-Dejare que te quedes conmigo. No te preocupes. Luego te llevare a casa. Lo prometo. – Deidara embelesado por la sonrisa gentil que el mayor le había regalado simplemente asintió. Sonrojándose al comprender que el moreno le llevaba de la mano.

***

Los rubios habían empezado a despertar, se restregaron los ojos al mismo tiempo desperezándose siendo contemplados por Fugaku. Algo adormilados asimilaron donde se encontraban y se sonrojaron al ver que habían dormidos acurrucados por el mayor. Sin embargo contrario a inquietarse, sonrieron con la ternura que solo ellos poseían para el mayor que les devolvió una calidad mirada.

-Veo que al fin despertaron. –Comento el moreno. –Buenos días.

-Buenos días.- Dijeron en respuesta los menores enderezándose en el sofá, sin alejarse demasiado del mayor. Parecía más relajado y descansado que antes.

-¿No han venido por nosotros?- Inquirió Ino mirando el reloj de la pared en el despacho. Fugaku arqueo una ceja impasible y recordó que su hermana había estado ahí hacia un rato.

-Tal vez si, veré si Rin sabe algo. –Comento levantándose mientras se dirigía a su escritorio. Los rubios le siguieron con la mirada. - ¿Quién venia por ustedes?

-Shikamaru-kun, dijo que enviaría a alguien a recogernos. – Respondió Naruto con una deslúmbrate sonrisa.

-En ese caso seguramente Lina ya esté aquí.- Dijo con familiaridad el mayor. Los rubios lo notaron pero no dijeron nada.

Tras marcar el número del despacho de Rin, espero a que esta atendiera.

-¿El transporte de Naruto y Ino está aquí?- pregunto sin más. La castaña del otro lado afirmo y el dibujo una sonrisa satisfecha. Lina era muy eficiente como de costumbre. – Ojala no haya sido mucha la tortura. – Comento divertido. Cada vez que su hermana y Lina se encontraban la indiferencia de Lina la deprimía.  El reproche en la respuesta de su hermana ensancho su sonrisa aún más. No respondió nada y corto la llamada. –Parece que Lina tiene un rato esperándolos. –Les dijo a los dos menores que como un resorte se pusieron de pie, le miraron incomodos y dijo –En aquella puerta hay un baño, pueden lavarse las caras y después les acompañare a fuera.

Tras asentir y hacer lo que el mayor sugirió. Los tres salieron de la oficina principal. Encontraron a Lina pulcramente ataviada con su uniforme sin cofia. Pareció intercambiar miradas con Fugaku al verle despedirse con apego de los dos rubios que depositaron un beso casto en sus mejillas antes de decir adiós. Sin embargo no comento o dijo nada, se limitó a inclinarse solemne para después ir con los rubios hacia el elevador que los llevaría al estacionamiento.

-Parece que Lina-chan esta algo confundida. –Comento con gracia Rin. Fugaku acaricio la castaña cabellera de su hermana antes de darle un beso en la mejilla, impresionada inquirió-¿Y eso porque fue?

-Por obligarme a hablar con esos dos. –Dijo travieso y Rin sonrió de igual forma.

***

Ese día había salido muy inesperado para Itachi desde la sorpresa de su hermana y Shikamaru ocultándole cosas. Al punto de que tuvo que huir para estar solo. Sin embargo ahora se encontraba en compañía de su rubio tormento. Desde que habían llegado al parque el rubio pareció emocionado por la peculiar belleza de ese lugar. Llevándole de un lado a otro observando los juegos infantiles, comprando algunas castañas asadas y observando tan entretenido a todo el mundo en el lugar. Sin soltar ni un segundo su mano.

Le había tomado de la mano para llevarlo hasta ahí, el viento constantemente ondeaba el cabello rubio de Deidara frente a él esparciendo su perfume a su alrededor. Resultaba tan atrayente que se estaba volviendo un martirio mantener alejadas sus manos de ese cabello ¿Sería tan suave como se veía? Se preguntaba cada vez que el cabello largo del menor se mecía con el viento.

Habían llegado al centro del parque donde había un lago y bancas dispuestas a lo largo de este. Mucha gente solía ir ahí a alimentar a los patos o a ver las flores de cerezo cuando era primavera. Y las parejas solían ir también para observar el atardecer reflejado en la superficie del lago. Tal como parecía el caso en ese momento con varias parejas dispuestas en distintos lugares del lago. Se sentaron en una de las tantas vacías.

Deidara estaba fascinado con ese parque, era la primera vez que estaba ahí. No sabría si podría llegar ahí de nuevo pero sin duda lo intentaría. Sobre todo porque ese lugar se convertiría en el escenario de su primera vez andando de la mano con el chico que amaba, aun si este no tenía la menor idea. Ahora sentados como estaban Itachi le había soltado la mano haciéndolo sentir algo solitario pero había sido un lujo ir de su mano todo el tiempo hasta ahí. Por primera vez el mayor se estaba portando gentil con él, ni una sola vez le había tratado con frialdad, ni siquiera cuando se emocionó de más y lo arrastro de un lugar a otro fascinado.

El viento removió una vez más las largas mechas doradas de su acompañante dejándolas cerca de su rostro oliendo el aroma a flores en su cabello. El olor fue tan embriagante que sin oponer resistencia alguna alargo su mano e hizo lo que venía reprimiendo desde hacía un rato, acariciando con cuidado las hebras doradas entre sus dedos acercándola a sus labios para depositar un casto beso en ellas y olfatear su dulce aroma un poco más.

Deidara que había cerrado los ojos por el viento no lo había visto del todo sus movimientos pero un fuerte sonrojo se apoderó de su rostro cuando sintió vagar entre su cabello los dedos del moreno a su lado. Parecía ausente de lo que hacía, embargado en la melancolía de lo que había provocado antes que lo siguiera.

-¿Itachi-san?- Le llamo preocupado. Él moreno le miro y le regalo un gesto de lo que ameritaba ser una sonrisa. Mientras acariciaba ya sin pudor su melena con sus dedos peinándola delicadamente.

-¿Quieres que me detenga?- Inquirió el Uchiha absorto en la suavidad de aquel cabello dorado. Deidara no respondió de inmediato pero bajo su cara avergonzado a su regazo, negando con la cabeza.

-No, es solo que...- Itachi se detuvo y lo miro dudoso.

-Estoy bien.- Intervino el moreno alejando sus manos del rubio que lo miraba desconcertado al darse cuenta de que había notado su preocupación al fin.- Estoy bien...-Repitió como intentando convencerse a sí mismo- Gracias por hoy, me divertí mucho...- Agrego mirándole de reojo en un gesto juguetón que se transformó rápidamente en una mueca triste- Aunque eso no cambiara lo que hice antes...

-¿Te refieres a Shikamaru-kun?- Pregunto Deidara a pesar de que no quería escuchar la respuesta.- ¿Paso algo malo?

-Si... -Dijo y con nostalgia - Todo el tiempo una y otra vez lo he lastimado, y de alguna manera él siempre se queda a mi lado... No importa lo cruel que sea, ni lo que haga Shikamaru siempre...  Termina perdonándome... –Incluso Deidara pudo ver con certeza el dolor que sentía en ese momento el moreno.- Esta es la primera vez que el necesita que le entienda y lo perdone, y aquí estoy resentido e incapaz de saber si podré hacerlo, el que no confiara en mí es un poco frustrante…

-Eso es obvio- Intervino Deidara colocando su mano sobre la del moreno en busca de confortarle. Itachi lo miro sorprendido por el gesto pero no lo rechazo- No sé muy bien que fue lo que paso, pero creo que él hizo lo hizo porque te ama tanto que verte sufrir es tan insoportable que prefiere guardarse las cosas para él. Inclusive si al hacerlo significara ser odiado por ti. Si yo fuera el, haría exactamente lo mismo. –Dijo algo taciturno. Le miro y con empatía y dijo - No sé porque te preguntas si puedes o no perdonarlo, si estás aquí sufriendo por lo que sea que haya pasado solo significa que lo sigues amando ¿No? Entonces ¿Cómo podrías odiar a la persona que más amas? ¡Es imposible!

Cuando termino su explicación Deidara recayó en cuenta de que decir todo aquello solo significaba que el jamás podría estar con el aun si quisiera. ¿Era tonto o qué? ¿Qué ganaba con reafirmar el amor que sentía Itachi por Shikamaru? ¡Decidido era tonto!

Itachi en cambio lo miro con un atisbo de cariño en sus ojos y afirmo el agarre de la mano del rubio con la suya acariciando los dedos delgados de su rubio acompañante respondiendo con dulzura.

-Es cierto le amo... Pero...- Deidara bajo su cara ocultando sus ojos tristes al escuchar lo que ya sabía de labios del moreno. Sin ver el gesto de devoción que este le dedicaba al mirarlo en ese momento.

Itachi le observo como muy pocas veces se había permitido mientras agregaba un pensamiento a su frase anterior para sí mismo en su mente con todo el cariño que le inspiraba el rubio en ese momento

- Pero temo que me he enamorado de ti...

Deidara levanto su mirada inspeccionando su cara, le miraba como si de repente le hubiese salido otra cabeza. Itachi arqueo una ceja en un gesto curioso al ver que el rubio permanecía con la misma cara hacia él y fue entonces que sintió que el bello de su espalda se erizo y las puntas de sus dedos se enfriaron al escuchar la pregunta incrédula del rubio.

-¿Qué fue lo que dijiste?- Deidara creía estar soñando ¿Realmente había escuchado bien o se había vuelto loco? Itachi soltó su mano como si esta quemara de repente y pudo ver como palidecía ante él.

-¿Eh? - Fue lo único que pudo articular en su estado actual de confusión preguntándose esta vez con incertidumbre ¿Acaso había hablado en voz alta?

¡¿Itachi se había dicho que se había enamorado de él?!

 

Continuara…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno hasta aquí. Espero no quieran matarme por dejarlo ahí sé que se mueren por continuar leyendo pero ya estoy algo agobiada con todo esto así que hasta ahí ¡He dicho! XD espero que dejen RR y les invito a leer mi nueva historia de esta serie Strings&Piano no prometo nada pero igual les gusta.

Nos vemos.


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