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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s!!!

Aqui les dejo el capitulo que tanto habian esperado. Disculpenme por perder mi contraseña intente subir la historia en otra cuenta porque de plano no recordaba la contraseña de esta y al fin pude recuperarla. 

Espero no se decepcionen mucho con el cap y espero leer sus RR mas tarde!!

Mi queria mafia perodon por no subirlo ayer!!

Capítulo 57 Mundo paralelo….

 

No podían permitirse perderlos...

No de la desastrosa forma en la que lo habían provocado. Casi en sincronía ambos gemelos abrieron aquella puerta que les mantenía separados de aquellos dos seres que habían dañado tanto que su adiós había causado en ellos el desplante de ir en contra de lo que encarecidamente pensaban. ¡Debían recuperarlos!

Cuando ambos fueron capaces de cruzar miradas y ver resolución en ellas. Sólo quedaba hacer una cosa, en un mudo acuerdo comenzaron su carrera para alcanzar a los dueños de su alma. Con la banal esperanza de ser perdonados por actuar tan estúpidamente.

Sin embargo, al llegar al final del pasillo para alcanzar su objetivo no fue necesario avanzar más... Desde lo alto de las escaleras podían verlos… Aún estaba ahí, pero no como esperaban que lo estuvieran…

Podían escuchar el llanto ahogado que venía de ellos, veían sus pequeñas espaldas temblando levemente mientras eran consoladas con ternura por un par de brazos que no eran los suyos... Un par de brazos que protectores los sostenían y acurrucaban como si se tratara de un refugio… Fue tan difícil de ver que estuvieron a punto de apartar la mirada, pues era imposible reclamar como suyo aquel derecho de consolarles, ya que ellos mismos lo habían rechazado... Sintieron ante ese irrefutable hecho que sus propios ojos escocían anunciando las lágrimas…

Solo un segundo bajaron la mirada abatidos por el peso de sus errores y al devolverla hacia el frente. Un par de ojos oscuros los recibieron. La sorpresa inundo sus facciones al reconocer la mirada de su padre aunque extraña… Nunca le habían visto así… Por primera vez, reconocían en aquel rostro lleno de sombras la verdadera apariencia de aquella mirada severa… Y era tan extraño… Que lo supieron al instante… No era una mirada de reproche lo que veían era una de expectativa…

La mirada gélida de antaño ya no estaba, había sido arrancada y en su lugar había ahora la mirada serena que les dirigía con algo de censura por aquella situación con los dos rubios heridos en sus brazos. Parecía ofendido al comprender que ellos tenían la culpa de que aquel par de ángeles estuvieran llorando tan triste y desgarradoramente. La pena ajena embargo aquella mirada, pena por ellos y la culpa de saberse quizás culpable de que todo terminara así...   

No…- Les respondió un murmullo en sus mentes…

No. -Fue más claro en su corazón.

¡No! –Fue lo que aquella mirada severa y llena de expectativas que ellos no llenaban les había hecho admitir y renunciar a creerse dignos de ser perdonados…

Esa vez no era culpa de su padre…

Se repitieron en silencio en sus mentes y corazones atormentados. Aquel error… Aquel pecado… Era solo culpa de suya. Por hacer que esos dos inocentes rubios lloraran de esa forma tan desconsolada en brazos del más abominable verdugo para ellos... Su padre…

Él… Había ganado…

Y ahora ellos eran conscientes de que solo se tenían a ellos mismos nuevamente… Porque en ese mundo paralelo en el que habían despertado a mitad de la noche se encontraron con un padre que no era el monstruo que habían conocido... No era el padre que se mostraba distante y cruel con sus hijos… Era uno abnegado y preocupado por su bienestar aun a costa de sí mismo… Era el padre que esperaba paciente a que ambos pudieran conocerle… Empuñaron sus manos en el barandal de la frágil escalera conteniendo las ganas de gritar frustrados por que aquel mundo paralelo donde ellos habían despertado era tan cruel y desgarrador que resultaba difícil admitir que… Ellos tenían razón…

Su padre era un hombre protector que gentilmente aceptaba lo que viniera sobre él como consecuencia de lo que había hecho para proteger a aquellos que amaba… A sus hijos. Ellos. Tal como su madre había dicho... Tal como su hermana había confirmado... Tal como Itachi les había contado.... Tal y como Hinata y Shikamaru les advirtieron... Su testarudez había provocado la herida irreparable en los mellizos... Y ahora…

Ellos debían aceptar su castigo y ceder el lugar a su padre quien gentil repartía palmaditas en las rubias cabelleras de ambos rubios mientras que con sus ojos ahora carentes del hielo que tantas veces los había mirado les reprochaba el no ser valientes y reclamar a sus brazos a los que estaban seguros eran sus almas gemelas... Mirándoles con decepción a ambos al darse cuenta de que no lo harían. Se giraron sobre si mismos al camino por donde habían llegado, apartando la vista sin que ninguno de los rubios sumidos en llanto se diesen cuenta jamás que ellos estuvieron ahí compartiendo una muda conversación de miradas con aquel hombre al que debían llamar Padre…

Caminaron en silencio, con la mirada perdida en el suelo, perdidos en sus propios pensamientos. Hasta llegar a aquella habitación que cada uno ocupaba, la cual se convertiría en un pobre reflejo de sus corazones. Al destruir cada una de las cosas que habían ahí, en un intento desesperado de desahogo, al negarse a sí mismos el llanto por la pena, al negar el perdón a su propio progenitor... Habían terminado tan rotos e infelices que cuando deslizaron su vista por la habitación destruida de cada uno la desesperación los embargo… Una vez más… Se habían destruido a si mismos…

*

Enojo.

Era la única cosa que aún no había perdido… Que aun podía sentir pensó la menor de los gemelos dispuesta a terminar con todo lo que aun quedara en pie en aquel lio que tenia de habitación.

Y cuando estuvo a punto de romper el espejo en su pared, la única cosa que por extraño que pareciera aun sobrevivía entero en la habitación. Se detuvo en cuanto fue capaz de razonar aquello. Observó su propia mirada esmeralda en el reflejo, se vio a sí misma escrutando cada facción que el espejo le devolvía, notando como su rostro lucia demacrado y sus grandes ojos verdes estaban opacos, como las ojeras bajo sus parpados eran remarcadas en su rostro sin pena ni gloria, dispuesta a destruir aquel espejo que le devolvía una imagen tan lamentable de ella apretó su mano en un puño levantándolo en el aire en un golpe que jamás toco la superficie perfecta de su espejo, se detuvo, ante el reconocimiento de sí misma con surcos brillantes de perlas cristalinas en sus mejillas.

Lagrimas…

Aquellas lágrimas silenciosas le hicieron darse cuenta de que no importaba cuanto destruyera su habitación, cuanto intentase reprimirse… Su corazón estaba tan resquebrajado que sus ojos sollozaban ajenos a lo que deseaba sentir. Dejándose caer rendida al suelo para abandonarse al llanto que lastimo su garganta y seco su alma exprimiendo lágrimas de ella a la fuerza. Olvidándose del enojo, para sumirse en la tristeza…

*

Con Sasuke el panorama no era distinto.

En su arrebato por destruir todo a su vista choco con las cortinas que oscilaban pretenciosas sacudidas por el viento. Quiso arrancarlas y detener su sinuoso movimiento y al conseguirlo el cristal limpio de su ventana le mostro la mirada oscura de un individuo parecido a él con lágrimas apenas contenidas en el inicio de sus ojos, con una mirada que destilaba tristeza y pena.

Por un segundo no reconoció aquel reflejo como propio, porque una marca rojiza marcaba su mejilla deformándola levemente por la hinchazón que comenzaba a formarse. Recordó con ironía la fuerza de aquel único golpe que había recibido de Naruto. Una sonrisa burlona y amarga se dibujó en el rostro de aquel reflejo suyo en la ventana, al apreciar aquella marca.

Llevo su mano por inercia a su propio rostro descubriendo la humedad en sus mejillas de lágrimas que hasta ese momento no se había percatado eran suyas. Identificándose al fin como el dueño de aquel reflejo en la ventana. Se recargo sobre el vitral de la ventana.

Apoyo solo su frente en un gesto derrotado y permitió que su llanto lo ahogara hasta lastimar su garganta... Lloró amargo y solo de saberse débil y estúpido... Lloró porque sabía que había perdido por decisión propia al amor de su vida y esta vez no podía culpar de su suerte a su padre... Ni a nadie que no tuviese el nombre de Sasuke Uchiha.

Lloró porque todo era demasiado cruel para soportarlo…

**

Estaba profundamente decepcionado.

Se preguntaba que había pasado para que esos dos niños en sus brazos, lloraran  tan amargamente. Sabía que sus hijos tenían que ver, pero algo le decía que quizás no era culpa de ellos, sino más bien, suya.

Debió suponer que aquel par de rubios intentaría ayudarle innecesariamente, porque era más que evidente que su relación con sus hijos no sería nunca  una realidad. Los gemelos y él no estaban hechos para coincidir de forma civilizada, eso era un hecho para él ahora.

Lo que no toleraba era que sus hijos fuesen responsables por tal falta, con los rubios que lloraban ahora con hipidos tenues escapándose de sus gargantas aferrados a él como si no hubiera un mañana.

Después de que los gemelos desaparecieran por donde habían llegado, hicieron falta un par de minutos y unas cuantas caricias para que al fin comenzaran a serenarse un poco y pudiera escuchar de ellos que es lo que había pasado.

Pero, algo no estaba bien en ambos rubios. Además de su llanto podía notar la extraña forma en la que Naruto se aferraba a él con una sola mano, suspendiendo la otra en su costado, sin dar muestras de moverla. Noto que Ino a pesar de llorar tan afligidamente apenas se escuchaban sollozos provenientes de ella, ahogando sus lágrimas en un llanto mudo que no podía ser normal.

Una desesperación se instaló en su pecho al notar con más ahínco estas peculiaridades en ambos menores. ¿Acaso ellos…?

-Naruto ¿Qué le pasa a tu brazo?- Cuestiono serio observando como el menor simplemente daba un respingo escondido aun en su pecho y como la rubia repetía el gesto negando con la cabeza en vez de pronunciar palabra alguna. -¿Ino? –Llamo a la joven pero ella solo volvió a negar con la cabeza. Naruto al fin salió de su escondite para mirar a su hermana con preocupación que le era devuelta a él de parte de ella.

Definitivamente aquello no era normal…algo peor que una simple pelea había ocurrido ahí. Y algo le decía que debía ser atendida por manos expertas no por las suyas. No era algo que podía remediar con simples caricias y palmaditas.

-¡No están bien! ¡Les llevare al hospital ahora mismo! –Dicto severo al ver la cara afligida de ambos menores dirigida a él mientras le daban un suave asentimiento.

*

En la mansión Namikaze. Tsunade esperaba que sus nietos al fin dejaran de poner pretextos para irse a Inglaterra en cuanto estuviera todo listo, no desistía en su empeño de que mejoraría más rápido con aquel innovador tratamiento.

Naruto no podía seguir aplazando su propia salud, debía hacer lo que estuviera en su mano para llevarlo con aquel doctor que podría curarle y ayudarlo. Estaba decidida incluso a obligarlos de ser el caso…

Entendía que su sobrino incluso mostrara esa faceta que su sangre tanto remarcaba, cuando se mostraba desacuerdo a sus formas pero ¿Qué se supone que debía hacer? Desde que habían llegado a Japón muchas cosas habían pasado, toda su familia estaba en riesgo de romperse y ella no podría tolerar que algo malo o peor pasara a ninguno de ellos. ¿Es que Kakashi no podía entender que ella estaba asustada de perderlos a todos? ¿Acaso no podía ver que la aterraba no poder hacer nada para protegerlos? ¿De qué servía que todos ellos discutieran si coincidían en que lo mejor era llevarlos de vuelta a Inglaterra? Si tan solo Naruto comprendiera lo preocupada que ella estaba, quizás iría con ella de vuelta a Inglaterra.

No quería que las cosas siguieran así, no quería pelear con su sobrino, ni crear distancias con sus nietos… Solo quería que todo volviera a ser como antes… ¿Acaso eso era malo? Se preguntó pesadamente recordando la cara que Iruka y Kakashi le habían dedicado al dejarla sola en la sala de la casa después de discutir lo que debían hacer para convencer a los chicos de ir con ella y Jiraya a Inglaterra.

Ah…- Escapo un suspiro agotado por todo. Preguntándose que debía hacer para que toda su familia fuera feliz…

El teléfono de la casa comenzó a sonar, sacándola de sus pensamientos. Se dirigió hacia la sala para contestar pero el timbre paro antes de que ella pudiera atender la llamada, entrando el buzón de voz de la contestadora.

“Por el momento no se encuentra nadie en casa, por favor de je su mensaje después de tono”

-Habla Fugaku Uchiha. Kakashi, marque a tu celular pero no recibí respuesta, deje un mensaje ahí pero quería asegurarme de que escucharías esto. Naruto e Ino están internados en el hospital central de Konoha. Todavía no sé qué pasa pero ven en cuanto puedas…-

¿Qué había dicho?

¿Hospital? ¿Qué hacían sus dos niños en aquel frio lugar? Se cuestionó en pánico corriendo hacia el teléfono para levantarlo y responder pero lo que la recibió del otro lado fue el horrible sonido de la llamada al cortar la comunicación. Sintió que algo frio bajaba desde su cabeza recorriendo su cuerpo hasta helarle las puntas de los dedos. Tuvo que recargarse en la pared embargada por una debilidad repentina.

-¿Tsunade-sama, está bien?- Escuchó la voz de Iruka a su lado. - ¿Qué le sucede?

Ella volteo su mirada hacia el moreno y con gesto turbado le tomo por los hombros con algo de fuerza.

-¡El hospital! ¡Tenemos que llegar ahí! ¡Rápido!

-¿El hospital? ¿Porque? ¿Qué sucede? –Cuestiono alterado el moreno antes de hacer lo que le decía la mayor.

-¡No hay tiempo! – Refuto ella, dirigiéndose hacia las escaleras gritando desde ahí.- ¡Jiraya! ¡Kakashi!

-¡Tsunade-sama! ¿Qué sucede? ¡Responda por favor! – La siguió Iruka preocupado- ¿Quién está en el hospital? – Pregunto con voz severa. Tsunade le observo unos segundos como si intentara ordenar sus ideas.

-Naruto e Ino fueron internados…. Eso fue lo que dijo ese… Ese hombre Uchiha hace un momento…

- ¿Qué fue lo que dijiste tía?

 

**

Un suspiro pesado y lúgubre escapo de labios del patriarca Uchiha. Se recargaba en la pared impoluta del hospital preocupado por el diagnostico que el médico le había dado minutos atrás. Una pesada carga se había instalado en su pecho al escucharle y la culpa lo consumía de poco.

¿Se preguntó qué habría pasado para que todo eso terminará de ese modo? ¿Acaso estaba prohibido que fuera feliz? O al menos que sus hijos lo fueran? ¿Porque tenía que ocurrir todo de nuevo? ¿Porque no había sido capaz de proteger a nadie a pesar de lo mucho que lo había intentado?

Se asomó por la pequeña ventana de la habitación en donde los mellizos Namikaze descansaban. Los contemplo con tristeza al ver la escayola tosca en el brazo de Naruto y una venda cubriendo la garanta de Ino. Recordando lo que el médico le había dicho se quedó pasmado ante aquella trágica escena…

**

- ¿Dígame como están doctor? –Inquirió preocupado viendo el semblante alicaído del doctor que dejo salir un pesado suspiro mientras se quitaba sus gafas y se tallaba la cien como para aliviar un dolor de cabeza.

-Señor Uchiha, dado que usted no es un familiar directo de estos jóvenes no debería darle esta información… Pero en vista que no hay nadie más aquí… -Dijo colocándose las gafas de nuevo y tomando lo que parecía ser unas radiografías colocándolas sobre una fuente de luz. - Esta placa fue sacada hace una semana, el brazo del joven Namikaze tenía síntomas de desgaste y pérdida de masa en varios tejidos del brazo, aquí y aquí. - Dijo señalando parte del codo y la muñeca donde se apreciaban distorsiones en el hueso delgado que sostenía ambas partes señaladas por el doctor. Tomo otra radiografía de su escritorio y procedió a mostrarle nuevamente las mismas zonas en la nueva mientras. - Estas son placas sacadas hace una hora al joven Namikaze. Como podrá apreciar el daño ha sido considerable. La zona de la muñeca no podrá ser sanada solo con la escayola, requerirá una operación y es probable que ni así quede bien…

- ¿Está diciéndome que no podrá ser curado?

-No, estoy diciendo que, aunque reciba las operaciones y sean exitosas, solo hay una posibilidad de que recupere la movilidad al completo. Aunque en este caso que pueda usar su mano sin dificultades para su vida diaria seria ganancia.

-Doctor, este chico es un pianista de profesión… ¿Qué…? –El doctor le extendió la mano frente a él para detenerle de terminar su pregunta.

-No creo que él pueda volver a serlo más…

- ¿Que?

-Ya anteriormente habían venido para sus estudios quizás una semana atrás tuviéramos esperanzas, pero ahora… Con suerte recuperara su uso normal. En cuanto a la jovencita, hemos revisado su garganta y sacado placas de su garganta, pero no hemos encontrado nada fuera de lo normal, una simple irritación por gritar nada más que quizá le provoque algo de dolor, pero por alguna razón ella no puede ser capaz de emitir ni el más leve sonido… Creo que el caso de la señorita Namikaze es más de la mente que físico.

Fugaku se quedó estático ante las palabras del doctor, no podía imaginar que había pasado parque Ino se cerrara de esa manera y dejase de hablar. ¿Eso es lo que había provocado al darle largas a sus hijos? ¿Ese incidente también era culpa suya?

-Señor Uchiha, por el momento hemos trasladado a ambos jóvenes a una habitación donde podrán descansar hasta que vengan sus familiares directos. Espero que usted ya los haya contactado. Siento no poder hacer nada por ellos…

-No, gracias… Yo me encargare de llamar a sus padres…

**

Después de eso no recordaba cómo había salido de la consulta del doctor y llegado hasta la habitación de ambos menores. Por el camino había llamado a Kakashi para informarle de todo, pero no había atendido la llamada. Ahora solo esperaba que el mensaje de voz que había dejado en la contestadora fuese escuchado por alguien tan pronto como fuera posible.

Entró en la habitación y sintió que el aire de su pecho se escapaba al ser observado por aquellas gemas azules… El breve recuerdo de una escena similar perdida en sus recuerdos lo golpeo como un relámpago y con la misma velocidad se alejó de él. No había miedo en aquel par de ojos azules, solo una infinita tristeza que no espero ver tan claramente ni sentirla el mismo correr su interior. El recuerdo que le había abofeteado lo pinchaba con la culpa de sus propios errores, era tan irónico se dijo… Todo parecía estar repitiéndose… ¿Acaso el dolor de sus hijos terminaría cuando él muriese? ¿Igual que termino el suyo con la muerte de su padre? ¿Hasta cuándo terminaría de pagar su deuda? ¿Hasta cuándo podría hacer las cosas bien? En verdad… ¿Él podría encontrar la manera de ser feliz y vivir junto a su familia? Tal vez estaba siendo pretencioso… Primero debía afrontar lo que tenía enfrente… Primero debía pensar en los hijos de aquellos dos preciados seres que ya no estaban ahí para ellos… Quizás en ellos se encontraba la respuesta a sus preguntas…

-He hablado con el doctor…- Les dijo con la cabeza baja y voz seca. – No ha sido bueno lo que ha dicho…

-Lo sabemos. No tiene por qué sentirse mal. Esto ha sido culpa nuestra. - Dijo Naruto mirando con melancolía la escayola en su brazo y seguidamente a su hermana que simplemente dejo que las lágrimas surcaran sus mejillas libremente sin llegar a sollozar siquiera… Solo lloraba sin poder decirle lo que pasaba por su mente en ese momento.

Fugaku quiso acercarse a ellos lo intento torpemente por unos segundos sin ser capaz de acercarse más de dos pasos a ellos, sentía que él era el culpable de que ellos estuvieran ahí. Había sido por su culpa para empezar que habían ido a la mansión a tratar de arreglar lo que él había ido dejando postergado. Había sido él quien lo había causado todo…

-Oji-sama… -Le llamó Naruto con voz inconfundiblemente llena de dulzura, que causo que él levantara la mirada hacia ellos. Desconcertándose cuando vio que tanto Ino como Naruto le abrían las manos a la espera de poder abrazarlo y consolarle esta vez ellos a él. – Ven…

No necesito más…

Comprendió con ese simple gesto que la tristeza reflejada en sus ojos azules no era por sus propias circunstancias sino más bien por haber sido incapaces de llegar a los corazones maltrechos de sus hijos y que a pesar de todo, ninguno lo culpaba a él... Comprendió que quizás ellos dos también necesitaban ese abrazo… Y creyó que de alguna manera lograría alcanzar aquello que tanto había anhelado, tanto para él… Como para sus hijos… La calidez emitida por aquel par de brazos le decían que podía creer que así seria…

*

La puerta de la habitación se abrió lentamente, Tsunade se quedó de piedra al ver a sus nietos más jóvenes envueltos en un abrazo hacia aquel hombre que no necesito ver de frente para saber quién era. Aquella negra cabellera no podía olvidarla jamás, lo que había impedido que ella corriera y lo apartara de sus nietos menores eran aquellos espasmos y leves gemidos lastimeros que escapaban de el en señal de que se encontraba llorando.

Ni en sus más locos sueños concibió ver a un hombre tan poderoso y frio como él en aquel estado, y era evidente que la sorpresa no solo la invadió a ella, sino que también a los demás que la acompañaban.

Jiraya se dedicó a mirar con seriedad y confusión aquella bizarra escena pasando por su mente preguntas tales como ¿Cómo conocían a Fugaku Uchiha sus nietos? O ¿Por qué lloraba como si se tratara de un chiquillo en los brazos de sus nietos? La respuesta no podría imaginarla así que incomodo decidió aclararse la garganta para romper aquella escena y ya de paso anunciarse…

- ¡Abuelo! – Les llamó Naruto con voz gruesa por el llanto. Siendo el primero en notarlos de pie en la entrada de la habitación. Fugaku se separó de ellos y con un breve intercambio de miradas con ambos mellizos les dio a entender que el explicaría todo.

- ¿Qué es lo que sucede Nii-san? – Inquirió preocupado Kakashi, deseaba saber que había sucedido para que sus dos hijos estuviesen en ese lugar con vendas sobre ellos.

-Siento que nos encontremos nuevamente en estas circunstancias Kakashi…- Le respondió Fugaku enjuagándose las lágrimas con los puños de su camisa. Sin avergonzarse por llorar. Simplemente se mostraba triste. – Estos niños estaba en mi casa cuando los he encontrado llorando…- Al oírle ambos rubios bajaron la mirada afligidos. – No sé qué ha pasado para que terminara así, pero el doctor ha sido muy claro con su diagnóstico… -La voz se le quebró un poco y tuvo que aclararse antes de seguir. - Solo queda la cirugía para Naruto…

El aire se escapó de los pulmones de todos ellos, Kakashi negó en shock, Iruka se abrazó a Deidara que comenzaba a derramar lágrimas mientras que Jiraya y Tsunade se tomaban de las manos en conmoción. Naruto e Ino les observaron con pena y se sintieron culpables por aquellas lágrimas en sus familiares.

-Lo siento abuela… Hare lo que me pidas pero no pongas esa cara tan triste… -Ino le sostuvo de los hombros interrumpiendo sus palabras. Y regalándole una sonrisa pesarosa. Naruto la observo curioso intentando desifrar lo que ella quería pero sin mas la vio alejarse de el para ir con sus abuelos que seguían tomados de las manos. Tomo la mano libre de su abuelo e hizo que este la mirara extendió la palma hacia arriba y con destreza comenzo a marcar simboos con su mano sobre la palma de su abuelo que reconocio de inmediato lo que ella hacia y el significado de las palabras que pronuncio con confusión en voz alta anunciando lo que ella decía a los demás en la habitación.

- “Lo siento mucho… No puedo hablar” – Las caras angustiadas del resto se enfocaron en ella al instante que intento dibujar una sonrisa que se torció al instante en una mueca de llanto.

- ¡Mi niña tú también! – Dijo Iruka dirigiéndose a ella abrazándola para consolarla en su llanto. – No llores… Todo saldrá bien… Ya lo verás, tú y tú hermano estarán bien…

-Fugaku-kun…- Llamó Jiraya al Uchiha que le regreso la mirada expectante. – Gracias por traerlos al hospital… Nosotros nos haremos cargo ahora…- Fugaku no necesitaba ser un genio para entender el pedido oculto en aquellas palabras del patriarca Namikaze. Él no era necesario en esa habitación. Así que tomo el saco que había dejado antes en la cama de los mellizos y decidió hacer tal como el mayor le había dicho. Se marcharía.

Al pasar junto a Tsunade este la tomo levemente del brazo y con algo de fuerza aplicado en su agarre le dijo.

-Espero que puedas arreglar lo que hace falta para que ella pueda volver a nosotros…- Debía reconocer que tardo algunos minutos en identificar a lo que se refería la mayor pero, al ver que lo soltaba no pudo hacer más que asentir al recordar que su esposa era la única hija que le quedaba a esa pareja y tal como el anhelaba que ella pudiera volver a sus brazos. Y sin más salió cerrando la puerta tras el dispuesto a ir a casa y arreglar las cosas que él se había encargado de romper…

*

El ambiente en aquella habitación era lúgubre. Se las había arreglado para llegar hasta ahí. Se sentía débil y apenas podía sostenerse en pie, pero no podía seguir acostada escuchando aquellos gritos de agonía y quedarse quieta a la espera de que ellos acudieran a ella…

Había ido a la habitación de Sakura en busca de la menor y con un simple vistazo supo que ella no estaba en su interior, la puerta de Sasuke estaba abierta y leves sollozos se escuchaban del interior. Sin tocar o anunciarse empujo la puerta y se quedó quieta mirando el destrozo en la habitación similar al de la menor.

Se preguntó ¿Sí acaso habían esperado demasiado? Al encontrar a sus hermanos menores abrazados uno al otro con desesperación, acurrucados en una esquina donde los destrozos de la habitación no habían cubierto de cristales rotos el piso. Sintió que su corazón se oprimió al verlos, sus ojos negros se sintieron borrosos de repente al acumularse lagrimas conmovidas ante tan triste escena.

Sasuke sostenía a Sakura entre su pecho, mientras ella le rodeaba en un abrazo abatido, ambos lloraban… Las finas gotas perladas de lágrimas caían en ambos rostros cansados, confortados por los brazos contrarios, apenas y le dirigieron la mirada vacía notó lo solos que estaban.

Era como si sus cuerpos ya no tuviesen alma. Aquellos ojos vacíos lucían como si la última gota de luz se hubiese apagado para ambos. Caminó hacia ellos tambaleando hasta alcanzarlos y arrodillarse ante ambos sin importarle el dolor en sus pies al ser cortados por los cristales, ni tampoco el mareo que la embargaba al caminar con las heridas sangrantes que aún no cerraban en su cuerpo.

No le importaba ella misma en ese instante. Solo deseaba llegar hasta donde sus hermanitos clamaban en llanto desesperados consuelo que no podían darse mutuamente. Con parsimonia dirigió sus heridas manos vendadas a las mejillas frías de ambos y seco a como pudo las lágrimas que corrían libres por sus rostros. Ninguno reacciono a su toque solo seguían llorando cual par de niños asustados y perdidos en sus mentes frágiles. Les miró con dolor y finalmente dejó que sus propias lagrimas mojaran su rostro ante su impotencia para poder ayudarles...

- ¿En verdad no dejaran que entre nadie? – Cuestionó en voz baja. - ¿Ya es tarde?

*

Itachi al fin había encontrado a sus hermanos… Debió imaginar que Shizune ya no podía soportarlo más y había ido al rescate de sus hermanos. Valientemente había decidido encararlos a diferencia de él que no había conseguido sacar valor para hacerlo. Entre sus dudas y divagaciones sabía que él no era el indicado para ayudarlos. De entre todos ellos quizás él era el más patético.

No se sentía capaz de acudir al encuentro con sus hermanos, no se sentía capaz de pedirles una vez más que abrieran su corazón y perdonaran… Ellos no podían manejar aquella egoísta petición suya, ya lo sabía y aun así insistió en que era posible. Por eso la culpa lo consumía al saberse culpable de dejar entrar hasta sus habitaciones a los menores Namikaze, creyó que si eran ellos talvez su familia podría tener una oportunidad. Pero nada salió como deseaba y termino incluso peor. Rompió los corazones de aquel par de ángeles y destruyo la cordura de sus hermanos.

Era culpable, y se sentía morir al ver como su hermana protectora y maternal como siempre había sido abrazaba a los gemelos tan firmemente que las vendas en su cuerpo comenzaban a dejar ver rastros de sangre, y sin embargo aún no encontraba el valor para ir hasta ellos, intimidado por la coraza que ellos habían puesto para llegar a ellos.

La habitación parecía un reflejo de lo que quedaba de ambos gemelos, y eso lo hacía sentirse tan pequeño que no sabía cómo ayudarlos así que indeciso una vez más se quedó parado justo a la orilla donde comenzaba el desastre de vidrios rotos que su hermana atravesó sin importarle que cortaran su carne. Se quedó ahí contemplando la soledad de sus hermanos, la frustración de su hermana para consolarlos y su propia ineptitud patética al no ser capaz de ir con ellos…

*

En el pasillo de la habitación Mikoto al igual que su hijo se sabía torpe para hacer algo, para ayudar, lo único que ella siempre había hecho era dejar que las cosas salieran como el destino había dictado, sin intervenir, sin mezclarse, sin elegir ningún camino más que le dé espectadora.

Cruzada de brazos, incapaz de llorar siquiera ahora por la tristeza en la que vivían, incapaz de sentir ni una pizca del dolor que sus hijos sentían porque no tenía derecho a compartirlo. No cuando ella así lo había querido, alejándose egoístamente de ellos. ¿Con que cara iba ella a intentar acunarlos en sus brazos como hacia Shizune? Los gemelos eran sus hijos, pero de los tres partos que tuvo ellos fueron los que peor trato recibieron de su parte, al negarse siquiera a mirarlos una vez salieron de su vientre, de donde ella esperaba nunca salieran…

A pesar de que las crueles amenazas de Danzou hubieran sido la causa de tal abandono, ¿Quién le creería ahora? Ella no tenía derecho a intervenir con sus hijos… Sus decisiones cobardes le habían negado ese derecho o más bien había dejado que Danzou se lo arrebatará.

Se repitió una y mil veces que lo hacía por el bien de sus hijos, que ellos estarían bien y crecerían fuertes y que con algo de suerte ella lograría ocupar un lugar al menos en los corazones de todos ellos… Pero en el fondo sabía que todo eso eran excusas que ella misma creaba para justificar su propia cobardía. ¿Habría cambiado en algo sí ella se hubiera quedado junto a Fugaku? ¿Junto a sus hijos? Quizás no. Pero no lo sabría jamás… sus errores se habían convertido en la marca que ella llevaba como recordatorio de lo estúpida que había sido al dejarse manipular por aquel hombre y abandonar a todos los que le importaban…

Los pasos firmes y secos que sonaban contra el fino mármol del pasillo la sacaron de sus pensamientos apesadumbrados y la hicieron ver la silueta que ella conocía muy bien acercarse por el pasillo hasta ella. La clara mirada de aquel hombre menor que ella la observaban con profundidad, como intentando escarbar en su mirada lo que ocupaba su mente sin mediar palabra.

Sintió una cálida mano posarse en su mejilla y deslizar los dedos sobre está secando las lágrimas que sin querer habían surcado sus mejillas.

-Perdón por hacerte esperar… -Ella negó en silencio atónita por las serenas palabras de él. - Te prometo que lo arreglare…

Un casto beso se posó en su frente sacándola de su ensoñación y apenas fue capaz de verlo perderse al entrar en la habitación donde sus hijos esperaban destrozados, confundida aun por lo que le había dicho Fugaku se asomó por el umbral para ser testigo de la determinación con la que Fugaku había decidió terminar con aquella dolorosa pena.

*

Itachi apenas sintió la palma de una mano posarse en su hombro, girando su cabeza para identificar a la persona que había decidió interrumpir en aquella habitación destrozada. Descubrió casi atónito la negra mirada de su padre mirarlo con ánimos silenciosos, con la promesa de que todo el dolor se iría dejando solo un lejano recuerdo en sus corazones.

La esperanza nació en el al verlo avanzar sin decir palabra alguna hasta donde su hermana y los gemelos se encontraban siendo acunados. Atravesando la senda de vidrios rotos y muebles tirados. Observo con incredulidad como tocaba el hombro de su frágil hermana apartándola de los gemelos que sin oponer resistencia permitieron que Shizune se alejara de ellos.

*

Los gemelos estaban consternados, ante aquella imponente presencia que de buenas a primeras tenía intenciones de abrazarlos. De la misma manera en la que su hermana mayor lo hacía minutos atrás.

El rechazo, fue evidente en la mirada de ambos, pero fue Sakura quien protesto en voz alta cual niña caprichosa al fruncir el ceño y golpear la mano del mayor de un manotazo.

- ¡No me toques! ¡No te acerques!

- ¡Sakura!

- ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! – Chillo estrujando su cuerpo contra Sasuke que se limitó a rodearla con sus brazos en pos de protegerla.

*

-Sasuke… Por favor… Solo quiero que me escuchen… ¿Al menos podrían hacer eso? – Pregunto Fugaku dolido por el enérgico rechazo de la menor de sus hijos y por la mirada de frialdad que le dedicaba Sasuke.

- ¿Sakura? – Llamo a la joven que había ocultado su rostro en el pecho de su hermano que le miraba con desconfianza y resentimiento en los ojos. – Por favor… Yo solo deseo que vuelvan… Quiero que escuchen, antes de seguir destruyéndose a sí mismos… Por favor… no tienen que quererme, ódienme si eso los reconforta… Pero al menos déjenme contarles… Cuanto los amo…

Su mirada se había apartado de los gemelos en busca de suelo que por alguna razón mantuvo su mirada fija en él, sin levantarla. Presa de la desesperación que sentía sofocar su pecho, reviviendo el dolor que sintió al saberse odiado por la propia boca de Sasuke unos días antes. Se aborrecía por ser no más que un monstruo en las mentes de sus hijos, la pesadilla de la que no podían librarse. Realmente odiaba aquel sentimiento de indiferencia y rechazo que sus hijos menores le daban con cada mirada y rechazo.

Sintió su propia piel erizarse al sentir que una mano pálida se tendía frente a él, levanto la mirada del piso y descubrió la mirada esmeralda de su hija menor observarle con resignación y aspereza aun plasmadas, pero de alguna manera lucia también casados aquel par de esmeraldas. Tomo la mano de la joven a tiempo para que la mano pálida de Sasuke se uniera a la de su gemela. Y sintió la esperanza nacer en su pecho al escuchar la solemne voz de su hijo menor decirle…

-Si es solo escuchar... Entonces… Lo haremos…

 

Continuará…

 

Notas finales:

Bien ahi esta la proxima semana pienso subir el que sigue quizas desde las bellas playas de puerto sisal XD 

Espero les haya gustado  y como siempre gracias por leer!!!


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