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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola

Como han estado? Espero que bien!
Les traigo un capitulo algo cortito de AG. El motivo es que me ha estado costando trabajo escribir ultimamente.
En verdad queria hacer un capitulo un poco mas largo pero si continuo asi nunca podre subirlo. Espero sean pacientes con migo y puedan seguir al pie del cañon.

La verdad espero que sea de su agrado... El capítulo anterior fueron algo duras conmigo... En verdad me rompieron el corazon con sus fuertes palabras. Se que tardó y las hago esperar, pero no sean crueles conmigo con sus RR esos son la unica cosa me mantiene escribiendo y motivada... Y sinceramente no me gusta entrar en bloqueos.

Si no les agrada estan en todo su derecho de expresarse pero no sean tan malas en verdad me deprimen y empiezo  pensar que ya nadie quiere leer el final y pues simplemente no dan ganas de esccribir... De todos modos muchas gracias por leer y espero verlas en el que sigue...

Capítulo 58 Pesares…

 

¿Porque?

La pesadez de su cuerpo le impedía correr… Estaba sumido en una oscuridad maliciosa que lo llenaba de angustia… Estaba solo… Pero un fétido olor que no se atrevía a nombrar inundaba sus fosas nasales con cada inhalada en su cansada carrera.

Corría desesperado intentando salir de aquella oscuridad agobiante, sintiendo el grumoso liquido bajo sus pies descalzos escurrirse entre sus dedos, su palpitar acelerado por la adrenalina que sentía resultaba incluso doloroso en su pecho que con cada palpitar lo llevaba a la locura de ansiar salir de ese lugar.

Se detuvo un segundo mirando a su alrededor en busca de la salida y desorientado, notó como la oscuridad le devolvía poco a poco un par de ojos desorbitados que pronto se volvieron miles… Dio un par de pasos azorado hacia atrás en un impulso casi instintivo de alejarse de aquellas miradas iracundas…

Y de pronto lo sintió… Ahí, bajo sus pies, algo diferente al líquido viscoso que pisaba desde que aquella infernal carrera había iniciado… Era blando pero solido… Una sensación de escalofrió lo recorrió hasta dejar frías sus manos y el terror nació en su gesto aun si no podía verse así mismo la cara, terror de saber que era lo que pisaba sin necesidad de mirarlo…

El mismo impulso que lo llevó a pisar aquella cosa bajo su pie le hizo bajar la mirada apartándola de aquellos miles de ojos que lo observaban… Levantó su pie con cuidado y con horror contempló una mano amputada en el suelo viscoso que al fin reconoció como sangre…

Mientras observaba con terror aquel miembro amputado los miles de ojos frente a él comenzaron a brotar de aquel liquido viscoso como si se tratara de agua hirviendo y en cada burbuja que se formaba un nuevo ojo salía para mirarlo fijamente.

-No…- Se atrevió a pronunciar aterrado y tan suave que nadie podría haberle escuchado. Su cabeza acompañaba su estado de negación al moverse con lentitud de un lado a otro negándose a aceptar aquellas miradas juzgadoras…

- ¡NO! ¡NO! ¡NO! – Grito intentado huir lejos de aquellas aberraciones, que se empeñaban ahora en seguirlo en su angustiante carrera. Quería negar lo eran aquellos espectros que los asechaban, pero sabía que no lo permitirían. Mientras corría se tropezó y cayó estrepitosamente al suelo.

Respiraba con dificultad y su corazón latía tan aceleradamente que le complicaba la tarea de traer aire a sus pulmones adoloridos. Se levantó poco a poco y contempló el color escarlata que había empañado sus manos y su ropa. Su respiración agónica comenzaba a sofocarlo y la ansiedad se apodero de él, al presenciar como aquellos ojos comenzaban a tomar formas de rostros ensangrentados y los gemidos de dolor comenzaban a salir de sus bocas sintió que las manos de aquellos espectros comenzaban a tocarle aferrándose a él intentando hundirle con ellos quizás hasta fundirle en aquella oscuridad…

El pánico de aquel pensamiento le dio valor para intentar luchar… Pataleo y se removió sin tregua para escapar de aquel agarre… Pero entre más luchaba más se hundía… Solo su rostro estaba fuera de aquella oscuridad… Logró sacar una de sus manos a la superficie y la extendió tan alto como pudo intentando agarrar algo que pudiese ayudarle a salir de ahí… Era una lucha sin esperanza… Y justo cuando casi dejaba caer su mano al fin abatido y cansado una pequeña luz lo sacó de aquel poso ensangrentado donde aquellos engendros intentaban hundirle…

*

- ¡Shikamaru-sama! ¡Shikamaru-sama! ¡Despierte! ¡Por favor! ¡Es una pesadilla! ¡Despierte! ¡Bochan! – Decía una angustiada Lina a su joven amo. Que apenas parecía reconocer su cara.

- ¿Li... Lina? ¿Qué paso?

-Fue una pesadilla… No se preocupe todo está bien ahora… Ya estoy aquí… No hay porque temer. – Le susurro conciliadora abrazándolo y acunándolo sobre su pecho. El Nara lucia confundido y pálido, sudaba de forma anormal y temblaba como si tuviese frio entre sus brazos.

-Abre… Abre las cortinas… -Le pidió con voz trémula. Una preocupada Tayuyá atendió el pedido a la brevedad dejando que la luz del nuevo día se colara por las ventanas ahora despejadas y tranquilizara de alguna manera el inquieto temblor en el menor.

Sintió el breve impulso de liberarse del cálido agarre de la más cercana de sus maid, aterrado por reconocer el rostro de la joven en sus pesadillas cubierto de sangre, tuvo que tomarse un largo respiro para al fin controlar aquel infantil arrebato. Sintiéndose algo estúpido al pensar siquiera que Lina se atrevería a lastimarle…

-Shikamaru-sama… Todo estará bien… Discúlpeme por no poder despertarle con más rapidez… -Le dijo la joven bajando la mirada en un gesto culpable.

-No debimos forzarle a tomar los narcóticos para ayudarle a conciliar el sueño…- Susurro agraviada la pelirroja maid parada cerca de las ventanas que había acabado de abrir.

Al escucharlas a ambas Shikamaru sabía que ellas nunca le lastimarían. Era una ridiculez temerles a ellas. Así que con cuidado toco la mejilla de Lina llamado su atención sobre el para sonreírle con algo de mediocridad empañada aun de miedo.

-No es su culpa… Solo han hecho cosas buenas por mi… Estaré bien solo ha sido algo perturbador estaré bien cuando consiga dejar de temblar…

-Bochan…

*

Hinata había ido a la casa Nara sin anunciarse o preguntar si era un buen momento simplemente algo le había impulsado a ir hasta ahí y quedarse de pie como una tonta frente a la puerta indecisa sobre estar ahí. Era evidente que en esta ocasión Kim o alguna de las maid de la casa no aparecería para ayudarle en esta ocasión.

Reunió todo el valor que pudo tras dar varias inhalaciones profundas y toco el timbre, curiosamente tardaron en responder a su llamado y con ansiedad toco de nuevo.

- ¡Ya voy!

La voz que le respondió tras la puerta aún se escuchaba lejana y no fue capaz de reconocerla, ni siquiera cuando la pequeña chica frente a ella le miraba con curiosidad fue capaz de ponerle nombre a su cara.

Buenos días, ¿Puedo ayudarle en algo?

- ¿Eh? Mmm… ¿Hola? – Pregunto nerviosa ante la escrutadora mirada de la menor frente a ella. – ¿Esta Shikamaru-kun en casa?

-Bochan está en su habitación… ¿Quién lo busca?

-Soy Hinata Hyuga una amiga… ¿Tu eres nueva en el servicio?

-Si… Disculpe mis modales Hyuga-sama. Pero ¿Qué tan cercana es al joven amo?

- ¿Eh?

*

Al fin había amanecido...

Aquel pensamiento agotado después una inquieta noche era lo único que ocupaba la mente de Itachi. Se había despertado temprano y se había quedado tendido en su cama un rato hasta que su estómago le reprocho la falta de alimento. Ironía le parecía que solo su estómago estuviera de humor para el desayuno.

La conversación con su padre y madre la noche anterior había quitado el apetito de todos, su hermana ahora lucía una venda en los pies al haberse cortado con las tiras de espejo en aquella habitación destrozada de los gemelos.

Bajo las escaleras recordando retazos de aquella confesión de su padre hacia ellos…

“-No es necesario que me quieran… No es algo nuevo para mí ser odiado… Estoy acostumbrado a siempre ser el malo…”

Recordó la mirada culpable y abatida que les dirigía al mirarlos mientras hablaba con voz herida, aunque intentaba disimularla.

“-Culpar a Danzou de todo no me redime ante ustedes, pero sepan que él fue la única causa que me mantuvo lejos… Mantenerme así era lo único que garantizaba que ustedes no tuvieran que sufrir el mismo sufrimiento que yo a su edad… Los condene a la soledad de saberse rechazados… Perdónenme por no poder protegerles de otra manera…”

La voz gruesa y serena de su padre, el ceño fruncido de su frente que jamás se borró, ni siquiera cuando no tuvo nada más que decirles, se había grabado en su memoria. La silueta de su padre más solo que nunca. Muchas cosas más se dijeron, reproches que parecían tontos al rememorarlos ahora, sus hermanos menores también se dieron cuenta de lo estúpido que era quejarse a esas alturas.   

Camino rumbo al comedor a la espera de encontrar el desayuno dispuesto por el servicio, aunque fuese de casualidad. Pero… Su madre fue lo primero que diviso al llegar al final de la escalera. Se veía alicaída aun esa mañana, miraba con desapego el paisaje del jardín a través de la ventana, con los brazos cruzados y de pie podía decir con claridad porque su padre se había casado con ella… Aun en su triste semblante se apreciaba la belleza que ella poseía… Y al mirarla así recordó que ella también les había dicho parte de lo que condenaba su corazón…

“- Fugaku tú no eres el único que debe pedir perdón. Si de abandono se trata ¿No crees que yo soy la experta?”

La mirada culpable de su madre y su semblante angustiado solo completaba el paisaje que les acompaño durante aquella conversación.

“Al menos tú intentaste proteger a los chicos… Pero ¿yo? ¿Qué fue lo que hice? ¡Me fui y dejé que todo pasara sin siquiera meter las manos! ¡Deje que el miedo me manipulara y me aleje como una cobarde para protegerme a mí misma!”

El rostro lloroso de su madre y las lágrimas que caían de sus ojos esmeraldas eran sinceras, ella había aceptado el único pecado del cual el la culpaba, y mirarla así había removido compasión en su corazón hacia ella. Entendía el miedo que ella sintió, pues de alguna manera lo había identificado cuando años atrás la había descubierto en uno de los conciertos tocada de los gemelos. Aquella vez fue Shikamaru el que le hizo doblegar su orgullo y permitirle al menos ser parte de su vida de aquella manera… Quizás en ese momento Shikamaru se dio cuenta antes que el de lo que su madre intentaba hacer con aquellas acciones.

“-Cada vez que intente cambiar… Cada vez que quise volverme más fuerte terminaba dándome cuenta de lo patética que era… Me di cuenta muy tarde que al huir renunciaba a todos ustedes… Pero, aun así, siempre desee poder hacer algo por ustedes… Compensar mi ineptitud y mi abandono…”

*

Mikoto se dio cuenta de que Itachi la miraba a unos metros de ella a través del reflejo de la ventana y con serenidad se giró para encarar a su hijo. Itachi la miro escrutándola, quizás intentado averiguar si una vez más si había sido sincera al decir todo aquello la noche anterior. Aquellas palabras que él le dijo al verla llorar la habían reconfortado y aliviado ante la culpa que sentía.  

“-No tiene nada de malo querer protegerse a uno mismo… A nadie le gusta sufrir y creo que tú y mi padre han tenido que soportar demasiadas cosas por sí mismos. Su único error fue pensar que ninguno de nosotros podía ayudarles con la carga”

No podía decir que comprendía y aceptaba todo como había dado a entender Itachi con esas palabras. Quizás el verla desgastada emocionalmente y tan débil físicamente le habían hecho actuar así… No era tonta y sabía que su hijo no la perdonaba sino más bien le daba compasión y tregua a su tambaleante corazón. Un remanso de piedad para ayudarla a sobrellevar las duras palabras que sus tres hermanos restantes le dedicaron después, lazando sus ataques certeros donde dolía mas desangrando sus esperanzas y rompiendo sus ilusiones de ser perdonada tan fácilmente.

Pero al menos después de liberar aquellas inquietudes punzantes de ellos cada uno de sus hijos, al finalizar aquel encuentro, parecían más sosegados y el agotamiento llego con prisa y todos se retiraron en silencio de aquella estancia. Solo esperaba que la noche de sueño hubiese aplacado y asimilado las cosas dichas y fueran la base para dar el primer paso para ser felices… En verdad añoraba un futuro donde sus hijos y su esposo pudieran compartir y sonreír su día a día… Aun si ella no estaba incluida en aquella magnifica viñeta…

-Buenos días Itachi. ¿Quieres desayunar con tu madre? –Le pregunto al joven quien la miro con detenimiento y sin más asintió para acompañarla al comedor donde el desayuno que había pedido hacia un rato esperaba aun humeante en las charolas.

*

En el hospital…

Naruto se encontraba siendo revisado por el doctor ortopédico más capaz del hospital general, la esperanza de que la primera revisión en la sala de urgencias fuese meramente una exageración se mantenía en los corazones de su familia que esperaba ansiosa en el pasillo de la consulta, a su lado su abuela y su padre Kakashi esperaban expectantes el diagnostico.

El doctor había examinado la posición de la escayola que habían puesto desde su codo hasta la muñeca dejando visibles solo sus dedos. Los cueles eran sujetados uno a uno por el doctor mientras cuestionaba el hecho de sentir su tacto o no.

Lo cierto era que apenas y podía sentir una leve presión en las yemas de sus dedos, según la radiografía que le habían sacado antes eso se debía a que sus tendones habían sido aplastados por sus mismas articulaciones al reacomodarse después de aquel golpe que le había dado a Sasuke… Era como el karma pensó abatido al recordar aquel desastroso final con Sasuke. Sus ojos se aguaron, pero los apretó para evitar el llanto que se formaba en ellos antes de que fuera imposible parar.

Cuando el doctor termino su chequeo se giró una vez hacia su computadora escribiendo el diagnostico según dedujo Naruto. El silencio del doctor puso tención en su abuela y su padre quienes terminaron con aquel incomodo silencio.

- ¿Y bien doctor? ¿Cuál es su dictamen? - Indago su padre.

-Mhn… No es bueno señor Hatake… Los tendones de Naruto-kun están en un estado muy delicado, ha perdido la sensibilidad parcialmente en sus dígitos y me temo que si no se interviene quirúrgicamente pierda el resto de sensibilidad en la mano, el uso normal podría dejar de ser también una posibilidad. – El doctor tomo unas hojas que acaba de imprimir y se las tendió a su padre. – Estos son los estudios preliminares a los que había sido sometido Naruto-kun anteriormente… Como puede ver la lesión era menor y las articulaciones, aunque inflamadas presentaban síntomas de desprendimiento muscular, se le advirtió a Naruto-kun el cuidado extremo de movimientos bruscos o repentinos. Siendo cumplida esta indicación podríamos haber procedido con terapia muscular y ejercicios de movilidad para sanar de forma natural sus articulaciones…

El doctor se puso de pie y coloco las nuevas radiografías en la pantalla de luz y siguió con su explicación.

– Estas son las placas que le sacaron hoy. -Con un pequeño punto rojo de un pequeño laser rojo procedió a señalar las lesiones adquiridas recientemente. – Los tendones estas inflamados y lo peor han cambiado de tal modo que ya no se le puede llamar un simple esquince, la hinchazón en esta y esta área- Señalando el área de su muñeca y codo respectivamente. – Impiden el correcto flujo de la circulación es por eso que apenas tiene sensibilidad lamentablemente su lesión ha agravado en consideración por lo que el tratamiento anterior sería contraproducente. La terapia podría ayudarle, pero no le devolvería la sensibilidad ni la movilidad motora normal… ¿Entiende lo que estoy tratando de decir?

-Está diciendo que la operación es inevitable… ¿Verdad? – El doctor simplemente asintió.

-Desafortunadamente así es… La mala noticia es que en este hospital no tenemos los recursos para una operación de ese nivel de cuidado. Cada tendón debe ser acomodado uno por uno con instrumentos de alta precisión, que por desgracia no tenemos en aquí.

-Entiendo eso doctor… ¿A dónde hay que ir para que puedan hacer esta cirugía? - Pregunto su Abuela más serena de lo que Naruto hubiese esperado.

-Como le repito aquí no es posible. Conozco un doctor muy bueno en Stanford que se especializa en este tipo de casos, pero es probable que se le dificulte agendar una cita con él ya que es alguien bastante ocupado…

-Eso no es un problema. –Le interrumpió una vez más su abuela. - ¿Cuál es el nombre del doctor?

Después de eso dejo de escuchar… De nada servía hacerlo… Cualquier nombre que diera el doctor, tendría que irse de Japón y tal vez… No regresar… Sasuke se había despedido de él… Le había dejado en claro que le había herido profundamente, y que ya no deseaba verle más. La lesión en su mano era algo que no podía esconderle a Sasuke incluso si se quedaba y volvía a verle… ¿Qué pensaría el si le dijera? Recordó la mirada bruna de Sasuke observarlo con dolor y confusión después de aquel golpe… no podía decirle.

-Solo le causaría más dolor…-Susurro abatido.

- ¿Dijiste algo Naruto?

-No es nada Otto-chan. Deberíamos darnos prisa para ir con Ino-chan ya debe estar esperándonos en la recepción.

-Sí, es verdad. Muchas gracias Doctor. Nosotros nos encargaremos de los demás…

Sin nada más por decir decidieron salir de una vez de la consulta y reunirse con el resto de su familia.

*

Continuará…

Notas finales:

Bueno ahi les dejo el cap...

Si va bien mi tiempo probablemente suba algo mas la semana que viene ya que tengo planeado actualizar los demas fics tambien espero verlas despues...


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