Zelo había sido muy claro en su pregunta, no estaba sordo, había escuchado bien la palabra “asesino” pronunciada por Yongguk y dirigida a Himchan. No creía que fuera sólo una forma de expresarse ante el enojo de encontrarlos juntos, era obvio que detrás de esa palabra había un pasado, un pasado que Yongguk quisiera o no, Zelo debía saber ahora que se había arriesgado a estar con Himchan…
Tanto le había intentado proteger y todo fue en vano, porque sí, Yongguk nunca le presentó chicas a Zelo porque fuera un mujeriego o porque quisiera que el chico se convirtiera en uno. La razón por la que le presentaba chicas e intentaba buscarle una novia era justamente Himchan.
Apenas Zelo entró en la empresa, Himchan le miró más de lo que se podría ver a un compañero, y ante los ojos de Yongguk aquello no pasó desapercibido, pero ¿ya qué? No lo conocía, realmente ese niño no significaba nada para él, así que si Himchan quería ir tras el, pues, adelante. Pero todo cambio cuando se enteraron de aquel single llamado “Never Give Up” Yongguk tenía que ser un dúo con ese pequeño llamado Junhong apodado Zelo.
Jamás le molestó eso, de hecho le agradó mucho el pequeño como compañero, estaba tan acostumbrado al loco de Himchan que cuando conoció al pequeño Zelo algo de ternura apareció en su corazón, ya que el joven se hacía querer, y muy rápido.
Entre viajes, performance, videos, entrevistas y miles de momentos juntos, Yongguk comenzó a sentir a ese niño como un protegido, como algo muy cercano a él, quizás hasta como un hermano menor o una especie de hijo. Y más encima ese sentimiento era reforzado con un viejo recuerdo de un niño al que él había considerado su hermano pequeño, y había querido como nunca antes había querido a nadie que no fuera familia.
- entonces, ¿me dirás por qué le llamaste asesino? – Zelo se cruzó de brazos y le miro algo inseguro, realmente tendría miedo a lo que el líder le contestaría.
- Himchan… él rompió algunos códigos en el pasado, y los ha vuelto a romper, él me prometió que no se acercaría a ti; le dije que yo te quería, y temía perderte por una estupidez de él o que te lastimara, pero aun así… él rompió la promesa. –Zelo quedó un rato pensativo y luego le miró fijamente, aquello había quedado claro anteriormente, pero, ahora la pregunta era otra, y Yongguk parecía no querer responder.
- Esta bien, si no me lo dices tu, le preguntaré a Himchan –se levantó de la cama y rápidamente se dirigió a la habitación donde estaban Himchan y Jongup, sin importar que el líder le llamara y le siguiera.
Apenas entraron la mirada de Himchan se llenó de miedo, en el rostro del menor se podía ver algo que jamás había visto, el maknae estaba decidido a todo al parecer, y por un momento la sangre a Himchan se le heló, temió que ya Yongguk le hubiera contado todo, porque sí, Himchan sabía que el menor no se quedaría de brazos cruzados al escuchar terrible acusación de asesino por lo que pensaba que ya le habría reclamado a Yongguk, como bien había sido, y que Yongguk ya hubiera hablado, pero ahí se equivocaba, Yongguk no había tenido el valor.
-Jongup hyung ¿podría dejarnos solos? –el segundo maknae miró con algo de temor la escena, había tanta tensión en el aire que simplemente, apenas escuchó esas palabras, se dispuso a salir de la habitación con una leve reverencia.
Himchan se encontraba algo encogido de hombros, Zelo se había sentado en la cama de enfrente, y Yongguk se había sentado junto a él, aunque el maknae prefería tener distancia, no sólo con el mayor de los tres, sino con Himchan también; algo le escondía y eso le tenía mal.
-Hyung quiero saber ¿por qué Yongguk te llamó asesino? Y ¿qué es eso de que rompiste códigos hace tiempo? Él no me lo quiere decir, pero espero que tu si, ¿no? –se agachó un poco intimidante, para tratar de ver a los ojos de Himchan quien estaba cabizbajo. –soy tu pareja… y necesito una explicación.
Zelo ya estaba harto de toda esa situación, desde hacía mucho tiempo se había tenido que aguantar el esconder aquella relación de Yongguk, porque éste al parecer era algo homofóbico cuando se trataba de él y no le permitía siguiera la opción de ser gay, y mucho menos estar con Himchan; más luego tenía que aguantar que Himchan se estuviera siempre cuidando de Yongguk, y estuviera más pendiente de que los vean antes que de él. Pero ahora, lo peor de todo es que había descubierto que aquello no tenía nada que ver con él, las cosas entre Yongguk y Himchan iban mucho más lejanas, desde antes de conocerlo al parecer.
- supongo que debo contarte el porqué prefería mantener ésta relación en secreto… - Zelo asintió y espero con algo de impaciencia.
La razón de aquello era justamente la promesa que le había hecho a Yongguk, ¿cómo le diría Himchan que había violado el juramento que le había hecho? Yongguk había sido muy claro en sus palabras, le pidió que por favor no se fijara en Zelo, no quería ver sufrir a esa personita tan importante para él, como había visto sufrir a ese pequeño llamado Seungjoon.
¿Quién era Seungjoon?
Eso era una historia algo complicada, y de ella derivaba ese pequeño odio del líder para con Himchan y su romance con Zelo.
Hacía unos años, un pequeño joven había entrado a la empresa de TS entertainment como trainee, era un joven de unos doce años; alta estatura, delgado; su rostro era ovalado, perfecto, gozaba de una esplendida piel realmente clara, envidiable; sus ojos eran grandes, llamaban la atención, tenía labios carnosos, jugosos, apetecibles; su cabello liso, era algo largo, caía sobre sus ojos y sus orejas, mas no pasaba del cuello, era de un color tan negro que brillaba intensamente en reflejos azules; y su mirada desorientada, algo asustado daba la sensación que ese niño aun estaba perdido en la vida, inseguro de su futuro; pero eso si, era un gran talento, poseía una hermosa y melodiosa voz.
Ese joven, era Seungjoon.
El líder Bang Yongguk puso sus ojos en él apenas llegó, tenía algo de curiosidad sobre ese pequeño, porque realmente eso era, un pequeño. Comenzó a observarlo al ver aquella mirada asustada y perdida, el niño parecía débil en todo sentido, así que tomó más importancia en él. Se le fue acercando lentamente…hasta que un día chocaron.
-¡perdón! –el misterioso niño había chocado con Yongguk al estar corriendo por los pasillos de la empresa, Yongguk salía de ensayar, sudado y algo mareado. El golpe había sido tan intenso que el pequeño cayó al suelo, arrastrando con el todos los papeles que tenía en sus manos.
-no deberías andar así, déjame ayudarte –Yongguk se agachó, le ayudó a levantarse y juntó sus papeles –deberías ponerlos en una carpeta, así no se te desordenas si te caes –el joven asintió escondiendo su mirada en sus cabellos negros, parecía temblar. -¿estás bien?
-¡s-si! Prometo tener más cuidado perdone hyung –hizo una reverencia de 90º, Yongguk sonrió; extrañamente le provocó ternura.
-Bang Yongguk –estiró su mano, en forma de presentación, el joven le miró sorprendido, tragó saliva nervioso.
-ah…Park Seungjoon –nuevamente otra reverencia tomando la mano del mayor; Yongguk le soltó y acarició sus sedosos cabellos, revolcando un poco su pelo.
Después de aquel día, comenzaron a frecuentarse más, Seungjoon era cariñoso con Yongguk, y aunque Yongguk era algo frío, realmente le había tomado mucho aprecio a ese niño. Tomó un lugar muy importante en su vida, juntos pasaban mucho tiempo, Seungjoon aprendía muchas cosas de Yongguk, y el mayor estaba feliz de enseñarle, cada vez más orgulloso de lo que ese niño podría llegar a ser algún día. Prácticamente lo había adoptado como si fuera un hermano menor, le cuidaba, le protegía, siempre junto a él.
Himchan también estaba con ellos, también le enseñaba cosas a Seungjoon, parecía entre los dos haber tomado aquel chico como una especie de hijo. Pero los sentimientos se transformaban, y Himchan no pudo evitar enamorarse de aquel niño; verdaderamente tenía mucho talento el pequeño, y cada vez que le escuchaba cantar, el comandante no podía más que admirarlo en un estado de ensimismo máximo.
Pero temía acercarse a él, era menor de edad, Yongguk lo apreciaba demasiado, y por si eso fuera poco, él estaba de novio con Dongwa.
Dongwa era un joven tímido, pero muy celoso, era novio de Himchan desde que Yongguk se lo había presentado una noche en un boliche; pero realmente Himchan no estaba muy feliz con él en esos tiempos, y es que el joven era algo obsesivo, y ni siquiera Yongguk podía acercarse a Himchan, pues su pareja, ya salía agresivamente con la acusación de un engaño. Era desesperante aquello, pero… no se podía hacer nada más, Dongwa era así, y Seungjoon era todo lo contrario, un alma pura, llena de bondad.
El notar sus sentimientos Himchan decidió alejarse del pequeño, pero algo desconcertante pasó, cada vez que el mayor era distante, cada vez que era frío, cada vez que se alejaba, Seungjoon se ponía demasiado triste, y la razón era la menos pensada por todos, él pequeño se había enamorado de Himchan. y fue ahí que el comandante tomó una decisión, a Dongwa ya no lo soportaba, no esos actos tan locos que tenía cuando se ponía agresivo y celoso; Seungjoon lo quería y a él le gustaba mucho ese joven, así que ¿para qué seguir en una relación sin futuro pudiendo intentar algo nuevo?
Por ello, Himchan dejó a Dongwa, y comenzó a salir con Seungjoon.
Todo iba bien, realmente Dongwa molestaba pero, Yongguk lo tenía algo controlado, le había llegado a tener una especie de odio a ese joven por todas las veces que le había acusado de querer robarle a Himchan, y más ahora que se estaba metiendo en la relación de su pequeño protegido con Himchan, aunque realmente no le agradaba mucho esa idea, pero, si Seungjoon era feliz, Yongguk lo era.
Y el tiempo pasó, y todo empeoró…
Dongwa se había enterado de aquel niño con el que había empezado a salir Himchan ni diez días después de terminar con él, no le gustó para nada aquello, le dolió, y cometiendo una pequeña travesura, regó el chisme de aquella relación. Y eso fue principio que desató toda la tragedia de sus vidas.
A Seungjoon comenzaron a molestarlo, en todos lados, en el colegio, no le dejaban en paz, se burlaban de él, era el homosexual de la clase; hasta los profesores no tenían piedad, era como si padeciera una enfermedad horriblemente contagiosa, todos se le alejaron. Le golpeaban, le insultaban, y le tiraban con varias cosas; a la entrada, durante el estudio, en recesos y hasta en la salida. Su vida comenzaba a ser un calvario. Cuando llegaba a la empresa, todos secreteaban a espaldas de él, y hasta se le reían en la cara, se sentía sucio, despreciado, como si él hubiera hecho algo terrible que no tenía perdón.
Yongguk era quien le protegía, quien le veía llorar todos los días, con aquellos hermosos ojos oscuros, que sólo tenían tristeza dibujada en ellos. Himchan le llenaba de cariño, y el menor sentía que sino lo tenía a él, no tenía a nadie más; Yongguk si era importante en su vida, pero… él no calmaba el dolor. Y el centro de la vida de Seungjoon pasó a ser Himchan; sus padres le despreciaban, sus amigos también, compañeros, todo… había desaparecido.
No era para nada buena su situación, y para empeorar aquello Dongwa estaba entre ellos; se había arrepentido de lo que había hecho, lo que él deseaba era sólo que ese joven se asustara por los rumores, le diera algo de vergüenza, y decidiera terminar la relación con Himchan; pero jamás se espero que aquel daño fuera tan grande, que aquel niño sufriera tanto, que estuviera tan destruido como lo estaba, y que la gente fuera tan cruel de tratarle así, de discriminarle de aquella manera; porque a pesar de todo Dongwa tenía corazón, no era de acero, y realmente le dolía todo el daño que había hecho; lo peor era que ni siquiera podía pedirle perdón, Seungjoon no lo conocía, y Himchan… realmente le daba vergüenza que se enterara la clase de persona que era.
Dongwa lloraba, su conciencia no le dejaba dormir en las noches, sus actos habían sido terribles, de una pequeña bolita de nieve se había formado una avalancha enorme, y ya nada podía frenarla. Por eso el joven culpable, espiaba a Seungjoon, e intentaba defenderlo cuando podía, sin que éste le notara. Y una tarde cuando a la salida del colegio Yongguk se demoró y no puedo ir a recoger al pequeño, sus compañeros mayores le agarraron a golpes; literalmente lo estaban matando de patadas en el suelo. Dongwa no lo resistió, se metió entre ellos, intentó defenderlo, también le golpearon, aunque eran dos contra dos, la verdad es que Seungjoon no tenía fuerzas, y los otros compañeros eran bastante grandes. En ese momento llegaron Himchan y Yongguk, rescatándolos.
-gracias… -susurró Himchan a Dongwa, aquel joven tenía una cortada en la cara de los golpes, y había sangre saliendo de sus labios; Himchan mantenía a Seungjoon en sus brazos, en el suelo ya que el pequeño totalmente asustado y llorando se había abrazado a él fuertemente.
-lo mismo digo… -murmuró Yongguk, al momento que ayudó a Himchan con Seungjoon e intentó alejar al comandante.
Dongwa había quedado como un héroe delante de los ojos de Himchan, había salvado al pequeño Seungjoon y ese acto de supuesta bondad a Himchan le llenó el corazón. Por eso volvieron a contactarse; y tras una larga charla en un café, el mayor ya no sabía que hacer, Dongwa le seguía amando, había sido bueno rescatando a su pareja, y quizás, si salía de la vida de Seungjoon a ese menor le dejarían de molestar, pues si ya no tenía pareja, podía volver a su vida normal, cuando nadie abusaba de él o se aprovechaba o se burlaba. Realmente Himchan estaba en una gran encrucijada.
Y con un poco de pesar terminó su relación con el menor, Seungjoon cayó en depresión, no entendía en qué había fallado, quería que Himchan le amara, le quisiera otra vez, y no comprendía que aquello que el comandante había hecho era por su bien, para que ya no sufriera maltratos, por eso fue hasta su casa con algunos chocolates caseros que había preparado, según Yongguk eso era un buen regalo sorpresa para una pareja.
La hermana de Himchan le reconoció, ella no sabía que aquella relación se había terminado así que sonrientemente le dejó pasar al momento que justamente ella salía; pero lo que ella no sabía es que su hermano no estaba solo en la habitación… Dongwa estaba con él, y no estaban precisamente hablando.
Y sí, Seungjoon los vio, Himchan y ese otro joven que le había salvado antes, estaban desnudos en la cama, teniendo sexo; y la mente del pequeño comenzó a trabajar rápidamente, Himchan y Dongwa siempre le engañaron, por eso ese joven le había rescatado a la salida del colegio, porque seguramente hacía mucho estaban juntos, y aunque esto no fuera verdad Seungjoon estaba convencido de que sí.
Todo el mundo de Seungjoon había colapsado en ese instante, su pecho se oprimía cortándole el aliento; no sólo ahora se seguía sintiendo anormal, sino que también se sentía insuficiente, Himchan al parecer necesitaba de otro, el era poca cosa... sufrió demasiado, tanto que salió corriendo de aquel lugar, llorando, sin siquiera prestar atención a los gritos desesperados de Himchan clamando su nombre. Nadie le podía culpar, era pequeño, no podía soportar tanto dolor.
Llamó a Yongguk al celular, necesitaba de él, habló tan enredado que el mayor no logró entender nada, y cuando por fin capto la idea sus ojos se llenaron de horror, ¿qué demonios había hecho Himchan? Su pequeño niño ahora sufría, y todo por culpa de Himchan.
Intento calmarlo por teléfono, pero la realidad del asunto es que vivía muy lejos de su casa, y mientras se tomó el trabajo de llegar hasta allí, ya no había salvación; todo había sucedido demasiado rápido, y es que ese pequeño no se podía calmar, no tenía familia ya que le respetara, no tenía amigos, y ni siquiera tenía a Himchan. Entonces ¿para qué seguir viviendo?
Sí, aquel pequeño de talentosa voz, tímido, delicado, envidiable, y realmente puro de corazón, se quitó la vida.
Yongguk siempre culpó a Himchan de aquello, para él era un asesino, porque si Himchan hubiera hecho las cosas bien, con sus tiempos, hablando claro, y cuidándose más, Seungjoon aun estaría vivo; pero era como un hermano para él, no podía odiarle, además Himchan estaba demasiado dolido y triste también, tanto que la lastima afloró en el líder y por eso aunque no le perdonó, hizo como si nada hubiera pasado, aunque claro, Yongguk odiaba a Dongwa él era el mayor culpable, porque Yongguk sabía que ese joven había sido el culpable de regar el chisme de que Seungjoon era gay ante la sociedad, y cuando se lo contó a Himchan, por suerte éste dejó a Dongwa, aunque ya era tarde, no había vuelta atrás, Seungjoon no regresaría…
- Ahora entiendo porque le llamaste asesino… -susurró Zelo cabizbajo.
- Yo no le mate…
- Pero le condujiste a eso – la mirada fría del líder heló la sangre de Himchan, quien cabizbajo se quedó callado, quería volver a replicar, pero el maknae parecía querer decir algo por lo que calló.
- Basta, por favor no peleen, yo no tengo nada que ver con ese chico – elevó la mirada con vergüenza, le daba miedo decir aquellas palabras y se sentía como una mala persona –yo no soy él, por favor, déjame ser feliz con Himchan. –miró los ojos de Yongguk que se abrieron de par a par al escuchar aquello; mientras el comandante sorprendido tragaba saliva nervioso.
Aquellas palabras fueron un balde de agua fría para Yongguk, no podía digerirlas, al parecer, el contarle el pasado oculto de los dos no había servido nada para que Zelo entrara en razón, es decir, Dongwa nuevamente estaba cerca, acosaba a Himchan, y Himchan no parecía proteger mucho a Zelo, Yongguk tenía miedo… mucho miedo por su pequeño Junhong.