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Secret Love por Misa Tsukamoto

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Notas del capitulo:

Hola~ c: Pensé que no podría actualizar e.e y de hecho contesté un comentario diciendo que creía no poder hasta el martes que viene... pero si pude c: y ehm ya de paso aviso que si el próx martes no hay conti, inmediatamente queda suspendida para el martes siguiente >< pero espero que si haya c: 

Por cierto... e.e creo que éste cap será el penúltimo lol... creo... sin más c: espero les guste. 

Después de oír la historia Zelo no había quedado resentido con Himchan por lo que le había pasado a Seungjoon, quizás un poco sí decepcionado, el comandante no había tomado buenas decisiones en el pasado, y eso había provocado el suicidio de ese chico; pero aun así, lo que el maknae sentía en su corazón hacia Himchan iba más allá de esa historia, lo que a él le enojaba, era que sentía un desequilibrio entre él y Himchan; por Himchan había cambiado su preferencia sexual, por él había participado de una relación escondida, adecuándose a escasos momentos juntos, por él había logrado llegar mucho más lejos que besos y caricias en una habitación de hotel, y principalmente por él, Zelo había entregado totalmente su corazón… él había dado mucho, pero Himchan, al contrario de eso, le había besado y luego se había hecho el desmemoriado, le había confundido, le había ocultado su pasado, le había ocultado también la verdadera razón por la que no deseaba que Yongguk se enterara de la relación, se había adentrado a su habitación a mitad de la noche y no había respetado sus decisiones, tampoco le había contado de Dongwa, y principalmente Zelo sentía que Himchan no estaba siendo del todo honesto. Definitivamente, él había entregado todo, y Himchan… nada.

Aun así le había pedido a Yongguk que le dejara ser feliz con Himchan, no, no era porque su enojo hacia el comandante se le hubiera ido en el momento que apareció, no, la razón por la que él había dicho eso, era porque simplemente se había cansado de que todos le dijeran que hacer o que no hacer, desde Youngjae que le había mandado a hablar con Himchan en un pasado, Himchan diciéndole que mantuviera el secreto de ese amor, y Yongguk diciéndole que Himchan le lastimaría y no debía estar con él; ya tenía 17 años, no estaba como para que los demás estuvieran manejando su vida amorosa como a ellos se les ocurría.

Aun así el líder quedó en un pequeño shock al escuchar esas palabras, no sabía como contestar a aquello.

- te lastimará, lo sabes ¿no? –sentenció Yongguk con mirada fría y penetrante.

- no sino no lo intento –por un momento Himchan había quedado fuera de esa conversación, a Zelo no le importaba si estaba escuchando o no, y Yongguk no medía lo que decía.

- tan sólo intento protegerte.

- no soy una damisela en peligro, aun así gracias hyung, sé que eres una persona transparente, y realmente discúlpame por haberte ocultado todo, aun así mi decisión no cambiará. – Yongguk desvió sus ojos a Himchan, éste bajó la mirada algo avergonzado, no quería hablar, sentía que si decía algo metería la pata, creía que eso era más bien algo que Zelo debía arreglar con Yongguk sin interrupciones.

- está bien, pero luego no digas que no te lo advertí –finalmente lo aceptó, dejando caer el peso de responsabilidad de las consecuencias que aquella relación pudiera tener, en los hombros del maknae; ya no cuidaría de él, aunque eso sí, donde Himchan lastimara a Zelo, ésta vez no le perdonaría.

Y tras eso el líder se fue, el silencio inundó la habitación, el maknae se sumió en sus pensamientos mirando fijamente la pared, y nuevamente se sentía en desequilibrio, él enfrentó a Yongguk por Himchan… más Himchan no enfrentó a Yongguk por él. Realmente Zelo estaba molesto, y cuando el comandante se acercó a él para abrazarle y besarle, el pequeño se retiró.

- quiero dormir Himchan.

- … sé que lo que pasó con Seungjoon puede ser algo difícil de digerir, y sé también que cometí muchos errores en el pasado, como hasta hoy en día sigo cometiendo, pero… -el maknae no le dejó terminar de hablar, le miró fijamente.

- ¿me amas? –aunque esa respuesta no significara un equilibrio en la relación, él necesitaba oírla, pues de una forma algo extraña cambiaría la balanza, es decir, él le amaba, si Himchan también lo hacía de verdad, entonces un pequeño equilibrio habría, aunque los hechos no se mostrarán realmente.

Pero a diferencia de lo que Zelo esperó, una respuesta clara y rápida, al mismo tiempo que segura, Himchan no pudo dárselo, no era que dudara de sus sentimientos, después de luchar tanto por ese pequeño de gran altura, ya no habría dudas de aquello, pero ciertamente la pregunta le desconcertó tanto que el menor lo sintió como una gran duda en el corazón de Himchan.

- olvídalo, vayamos a dormir, tengo sueño.

- no, Junhong, ¿por qué preguntas algo como eso? sabes la respuesta, yo estoy enamorado de ti desde el primer momento en el que te vi. – tomó del brazo al menor antes de que se acostara con esa decepción en sus ojos. –no quiero herirte, de verdad, créeme…

Los ojos del maknae se aguaron amenazando con soltar lágrimas lastimosas, pero no quería llorar, se negaba a ser débil ante Himchan, ya no sabía que sentir, estaba enojado, estaba decepcionado, se sentía solo, y ahora que lo pensaba Yongguk tenía algo de razón, pues en ese momento Zelo sufría por Himchan, le había herido, y le había estado hiriendo desde que aquella relación comenzó, sólo que el pequeño se negaba a ver la realidad. Por otra parte el comandante estaba confundido, no entendía qué le había hecho para que se pusiera así, y por un momento se sintió una maquina de dañar, siempre terminaba lastimando a otros sin darse cuenta.

- ¡suéltame! –exigió el menor removiéndose para que la mano de Himchan le soltara, pero a diferencia de eso lo agarraba más fuerte.

- Junhong, te necesito. –forcejeó con él, y el maknae se sintió más molesto aun, siempre era él quien debía estar para cuando Himchan le necesitara, ¿por qué por una vez el mayor no se ponía en su lugar? Había tenido una noche horrible, viendo como sus dos hyungs se golpeaban, acusando a Youngjae, y para finalizar le habían contado algo que aunque lo comprendió fácil, realmente era difícil de asimilar.

- ¡no! Himchan, suéltame o grito –amenazó, siguieron forcejeando un poco mientras el mayor le pedía que le escuchara y el siempre le contestaba con una negación.

Así hasta que Himchan tapó los labios de Zelo atrapándolos en un beso, el menor se negó, pero ¿cómo? No podía, eran esos labios que le besaban, los mismos que le habían vuelto loco aquella noche de viernes tras haber bebido alcohol… y ese perfume tan característico del mayor le hacía ceder, tanto hasta bajar sus defensas, caer en la cama arrastrando el cuerpo del mayor junto al de él, y corresponder sin quejas al beso.

Y las lágrimas de sus ojos rodaron por sus mejillas, sí, estaba enojado, estaba herido, estaba triste, pero aun así, amaba a ese hombre, y no podía más que dejarse llevar por ese enorme sentimiento que pedía a gritos ser expresado.

- Si no crees en mis palabras, créele a mi piel, a mis besos, a mis caricias… -susurró en el oído ajeno una vez que liberó los labios del menor, Zelo se estremeció levemente, y el mayor separó su rostro del perfil ajeno para verle a los ojos fijamente. - … y a mis ojos. 

Zelo intentó hablar, pero otro beso le fue robado en el momento que abrió sus labios; y luego de ese, otro más, y otro, y otro, y sin darse cuenta en que momento, terminó entregándose por completo a los brazos ajenos, entre gemidos y jadeos, la noche se hizo larga.

No podía estar enojado con él, aunque hubiera entregado todo, y Himchan hubiera actuado mal con él, ciertamente, si el mayor le amaba, el equilibrio no importaba.

 

A primera hora de la mañana se volvían a Corea, habían cancelado cualquier presentación que tuvieran después, ya sea entrevista o simple sesión de fotos, cancelaron todo para volver a su país. Himchan no había hablado con Yongguk en toda la mañana, desde que se despertaron, salieron del hotel, hasta en el aeropuerto, el viaje, nada, de hecho tan sólo desviaban la vista cuando ésta se encontraba con la otra; por lo visto Yongguk tampoco se animaba a hablarle.

-Youngjae hyung –murmuró Zelo yendo con su mochila detrás de Youngjae, estaban en el aeropuerto de Corea, saliendo de éste. Youngjae volteó a verle serio, su mirada mostraba dolor. –perdóname –Zelo bajó su cabeza apenado.

Daehyun llegó hasta ellos, no debía meterse en conversaciones ajenas, así que siguió caminando, pasando por el costado de ellos, pero frenándose más adelante para poder saber que hablaban aquellos dos; tampoco se debería escuchar las conversaciones de los demás, pero…realmente le interesaba aquella charla.

-perdóname por juzgarte, de verdad creía que habías sido tú quien le aviso a Yongguk… -se sentía totalmente avergonzado, su rostro ardía, que tonto había sido, si el mayor no le perdonaba estaba en todo su derecho.

-¿ya te enteraste que no fui yo? –le miraba inmutable, sin ningún sentimiento en aquellos ojos; por el contrario Zelo expresaba tristeza en los de él. El maknae asintió.

-¿me perdonarás? –Youngjae miró de reojo a Daehyun, aquel les veía casi con su boca abierta, sorprendido, el también había juzgado mal a Youngjae. El joven volvió a mirar a Zelo, e hizo un gesto de hombros restando importancia, ¿ya qué? De nada servía estar enojado con Zelo, además Himchan y Yongguk estaban peleando violentamente cuando llegaron ellos, el estrés que Zelo sintió en aquel instante seguro él no se lo podía ni imaginar, así que era lógico que reaccionara así. Youngjae le entendía. Asintió sonriente  y le abrazó. Zelo rió feliz y aliviado, se sentía mal por haber creído siquiera eso de su hyung.

Daehyun sintió como su corazón se quebraba, había sido tan injusto con su pareja, pero las pruebas estaban en su contra, él no tenía la culpa de desconfiar ¿o si? Bueno, quizás, si hubiera confiado en las palabras de su compañero…se dio cuenta de lo tonto que había sido, él desde un principio siempre tuvo que haber confiado en Youngjae; cuando el menor decía de blanquear la relación, cuando decía del mal que Himchan y Zelo le provocaban a Yongguk escondiéndose, y aquel momento en el que le dijo que él no había contado nada de aquel amor secreto. Si tan sólo se escuchara más a Youngjae, nada de aquello hubiera sucedido así.

Necesitaba pedirle perdón pero se sentía un descarado si lo hacía, quizás era mejor calmar las aguas esperando que todo aquello pasara, que los ánimos estuvieran mas calmados, aunque corría el riesgo de perderlo, aun así no quería arriesgarse a terminar discutiendo otra vez; pero eso si, un perdón por haberse equivocado al pensar en él, le pediría.

El viaje por Seúl en la camioneta no fue interesante, conocían demasiado aquella ruta como para poder concentrarse en ella; más bien cada uno de ellos mantuvo sus pensamientos distantes de la realidad, Daehyun observó todo el camino a Youngjae, buscado que le mirara, pero aquel joven no lo hacía, ni una vez había desviado sus ojos hasta él; seguramente le dolía aquella pelea que habían tenido.

Himchan y Zelo estaban juntos, sentados uno al lado del otro, aunque a Yongguk ver aquello no le gustaba mucho, las palabras de Zelo de la noche anterior le habían quedado claras, así que no se metería más entre ambos, por ellos se distrajo de vez en cuando hablando con Jongup en el camino.

Al llegar al apartamento, las miradas de Yongguk y Himchan se encontraron y por primera vez el comandante no la desvió, y ante todos los presentes aun en la sala, Himchan se acercó al mayor, bajó su rostro totalmente apenado, y se reverenció un poco.

-lo siento –la sorpresa era grande para todos, aunque en cierta forma sabían la razón de esas palabras. –siento lo de Zelo –murmuró. Yongguk clavó sus ojos en aquel cabello oscuro, desvió sus ojos a los costados mientras las lágrimas se acumulaban en ellos. Cierta impotencia volvía a correr por sus venas. Pues él quería mucho a Himchan y le dolía estar peleado con él.

-rompiste tu promesa, sabías que no quería que pasara esto –los demás se fueron dispersando, pensando que la charla debía ser íntima, y ellos sobraban. Los otros chicos, menos Zelo abandonaron la sala. –intente alejarlo de ti, y no sé en que momento comenzaron a salir a escondidas –bufó molesto, sentía rabia.

- no importa cuando pasó, lo importante es que te falle, y encima te lo oculté, pero no pude con mis sentimientos, de verdad me enamore de Junhong. –elevó su rostro y miró a los ojos del líder, Yongguk halló sinceridad en ellos.

- no es el caso, no desconfió de tus sentimientos, desconfió de tus decisiones.

- entonces, quédate conmigo y ayúdame a tomarlas, para ya no cometer errores –sonrió levemente, quizás algo avergonzado y apenado; Zelo le observó, y sintió algo de paz, el equilibrio que buscaba, ahora lo conseguía un poco, pues Himchan estaba no sólo enfrentando a Yongguk por él, sino que también intentando que le comprendiera, e hicieran las paces… eso para el pequeño significaba mucho, pues Yongguk, era alguien importante en su vida también.

El mayor de los tres se tapó el rostro con sus manos, algo desesperado y cansado, se refregó la cara con ellas, y luego miró al comandante destapándose.

- … sabes que siempre estaré a tu lado, pero no puedo estar en todo, así que – hizo una pausa mirando a Zelo y luego volvió a ver a Himchan –cuídalo por mi, porque si me entero que le hiciste algo, te saco los ojos. – amenazó y Himchan sonrió sinceramente.

Un extraño abrazo fuerte de reconciliación y luego el mayor se fue dejando a los otros dos solos en la sala. Zelo se acercó lentamente a Himchan, le abrazó rodeándole con sus brazos en un sutil abrazo de cariño y beso la frente del mayor; Himchan sonrió nuevamente.

En ese momento el celular del mayor sonó, llamando la atención de los dos; era un mensaje de texto, Himchan lo vio, pero decidió guardar el celular nuevamente restándole importancia, no deseaba que el menor viera su contenido justo en esos momentos.

-¿quién era? –peguntó separándose mirando hacia el costado, como el mayor lo guardaba nuevamente en su bolsillo.

-na-nadie, de mi familia, nada importante, sólo quieren saber como estoy –aclaró su garganta, no le miraba a los ojos.

-quiero ver –el mayor le miró anonadado, Zelo se estaba tomando derechos que quizás no le competían a él, aunque, era su novio, era de cierto modo lógico.

Himchan se negó con una sonrisa, intentó desviar la conversación lo que provocó las sospechas del menor, en un abrir y cerrar de ojos, ambos se encontraban luchando de cierto modo, Zelo por llegar hasta el bolsillo trasero del pantalón de Himchan para tomar el celular, y Himchan intentando impedírselo. Hasta que al final el menor se salió con la suya y vio el mensaje.

“A estás alturas ya debes saber que Yongguk lo sabe. Perdóname, entré en depresión, me enoje y cometí un error. Cuando regreses a Corea, por favor veámonos”

-¿familia? –preguntó irónico, la agenda del celular marcaba ese número como de Dongwa. Himchan hizo un gesto de culpa apenado. –contéstale.

-¿eh? –elevó su rostro estupefacto, Zelo quería que le contestara, y temió de lo que pudiera pasar a continuación.

-dile que ya regresamos, y fija un lugar de encuentro –le pasó el celular, estaba serio, el mayor no sabía qué hacer, por un lado podría negarse, pero eso provocaría mayor enojo en Zelo, y ciertamente él ya no quería lastimarle; pero si accedía ¿qué pasaría?

Aun con dudas hizo lo que el maknae le pidió, cumplió su especie de capricho, y a los segundos Dongwa contestó. Se encontrarían en una plaza, cerca del departamento, en media hora, ya que Dongwa estaba por la zona y ellos vivían cerca, así que sería absolutamente rápido llegar hasta allí.

Inmediatamente, a cambio de Himchan Zelo fue quien salió del apartamento, estaba algo cegado por los celos; quería verle, enfrentarle, y si era posible hacerle pagar todo el daño que había hecho ya sea a Himchan o a Yongguk. El comandante al ver la reacción del menor que le prohibió que él fuera, corrió hasta donde estaba Yongguk, aquel se estaba cambiando de ropa cuando aceleradamente Himchan le contó todo, y  a medio vestir salió corriendo tras el pequeño, terminando de prenderse el pantalón y de ponerse la remera en la calle; corriendo descalzo tras el pequeño.

- ¡Zelo! ¡Espera! – ante el llamado de Yongguk Zelo no se frenó, siguió a paso apresurado hasta el lugar del encuentro, y cuando el mayor le alcanzó le tomo del brazo. – reacciona ¿qué diablos te pasa?

- estoy harto de ese tipo hyung, desde que lo conocí aquella noche no me cayo nada bien, y luego con esos acosos a Himchan ¡ya es hora de que lo deje en paz! No puedo estar tranquilo sabiendo que él esta siempre rondando. –finalizó algo histérico y luego siguió caminando zafándose del agarre de Yongguk.

El mayor tragó saliva nervioso, desconocía a ese joven que tenía a su lado, caminando, no podía frenarle, y aunque le costara admitirlo el menor tenía razón; además él no era quien para meterse en su vida, y decirle como actuar o que hacer, Zelo se lo había dicho antes; se sintió algo mal, y aquel sentimiento fue lo que le hizo permitirle al menor que tomara su propia decisión esta vez, y que si quería encontrarse con Dongwa, que lo hiciera; aun así le siguió.

Dongwa estaba en la plaza, ya estaba esperando al supuesto Himchan que le iría a ver, estaba decaído, de una manera extraña él amaba a Himchan, y toda aquella situación le lastimaba, Himchan le arruinaba el juicio, lo desequilibraba mentalmente el no poder estar cerca de ese hombre. Cuando elevó su rostro buscando algo ansioso para ver si Himchan había llegado vio a Zelo y Yongguk caminando a toda prisa hasta donde él estaba; sintió algo de miedo, realmente no se esperaba aquello y no creyó que hubiera sido Himchan tendiéndole una trampa, tan sólo pensó que había sido casualidad, y por eso decidió alejarse para que no le vieran.

-¡tú! –el gritó de Zelo se dejo escuchar tan fuerte que hasta los pájaros que estaban en aquella plaza volaran, asustados de que al mismo tiempo de su grito el niño comenzara a correr; Dongwa se dio cuenta que aquel llamado había sido hacia el, y empezó a correr también; Yongguk se apresuró a seguirle.

Y de la nada aquel encuentro se había convertido en una persecución, la cual no duró mucho, al momento de cruzar las calles, los tres sin siquiera mirar que tránsito había, algo sucedió. Uno de ellos no logró cruzar, no llegó hasta el otro lado; se vio envuelto en un golpe seco contra un vehículo; impactó contra él y lo pechó de tal forma que el joven terminó cayendo al suelo, inmediatamente quedando inconciente. Los otros dos se acercaron mientras la sorpresa en los ojos se dibujaba en ambos, sintieron terror y su sangre congelarse, estaban en shock; no sabían que hacer. El dueño del auto, que había frenado de golpe obviamente, se bajó de él.

Mientras en el apartamento, Daehyun aprovechando que Jongup se había ido a bañar hacía un rato, se acercó hasta Youngjae, algo tímidamente, reverenciándose un poco.

- Escuché tu charla con Zelo en el aeropuerto, te pido disculpas por dudar de ti. –se irguió luego de la reverencia y miró fijamente a los ojos de Youngjae, el menor pudo sentir la pena que el otro sentía, y no pudo evitar que su corazón diera un vuelco. – no tengo derecho de pedirte nada, es más si te pidiera que regresaras conmigo, sé que no sería justo, siempre he cometido errores, desde que empezamos a salir, un amor secreto no era lo que merecías y eso te dije, tampoco merecías que desconfiara de ti, que te juzgara mal, y eso te di, de verdad discúlpame, aunque no regresemos como pareja… necesito tu perdón. 

Youngjae quedó algo anonadado, no sabía como responder, se sonrojó ante las palabras, pero cuando iba a comentar un portazo le sacó de sus pensamientos llamando su atención, la de Daehyun y la de Jongup que había salido del baño.

Se acercaron a la sala y pudieron ver a Yongguk, traía un semblante realmente pálido y angustioso, su mirada ciega fija en un punto inexistente al sentirse totalmente shockeado; sus manos temblaban y lo que a todos llamó la atención, tenía sangre en la remera limpia que se había puesto al salir. Himchan se horrorizó, sabía que las cosas podían resultar mal pero… ¿para tanto?

-¡¿qué demonios paso?! –la mirada del comandante era de miedo -¿y Zelo? –esta vez su tono de voz sonó algo bajo. Preocupado, con temor.

Aquella pregunta no llegó a ser respondida con palabras, sola se presentó ante los ojos de los demás; el maknae, con sangre en su camisa al igual que Yongguk, entró llorando desconsoladamente, temblando, aterrado. Ni siquiera se dejó tocar ni mucho menos dar explicaciones, tan sólo corrió hasta el baño y se encerró en él. Daehyun lanzó una mirada a Youngjae, y éste le entendió, y corrió tras Zelo, encerrándose en el baño con él. Himchan miró a Yongguk exigiéndole una explicación. El mayor bajó su mirada, no podía ver al comandante, al parecer nuevamente Himchan había tomado mal una decisión.

-Dongwa… -murmuró –fue atropellado, un accidente… -no podía hablar correctamente, apenas si podía pronunciar algo, sus palabras se enredaban y el nudo que acuchillaba su garganta le impedía hacerlo normal.

-¿qué? –Himchan sonrió, aquello debía ser una broma, no podía ser verdad, borró su sonrisa y negó varias veces con su cabeza, comenzando a convencerse de que Yongguk no mentía. Jongup y Daehyun le sostuvieron.

Dongwa había sido victima de un accidente de transito.

-lo siento –susurró Yongguk.

Notas finales:

asdasd si, odio estas cosas de novelas baratas donde atropeyan personas y hay drama y safdg (...) lo juro xd no me gusta, pero e.e me fue neceario hacerlo, así que sin más, espero les haya gustado ^^ cualquier cosita pregunten c: 

Gracias por leer ♥ os quiero babyz *esta amorosa hoy* c: 


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