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Secret Love por Misa Tsukamoto

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Notas del capitulo:

Hola c: un nuevo cap~ está algo corto e.e pero espero que aun así les agrade ^^ no tengo nada más para decir e.e sólo que estoy con gripe así que no esperen mucho de mi en este estado (?) c: bye

Luego de aquel día, el tiempo pasó velozmente, miércoles, jueves, pasaron volando. Jongup no había encontrado la manera de cómo ayudar al menor, por eso tan sólo se limitó a escucharle cuando él necesitaba desahogarse; Zelo le contaba todo lo que iba sintiendo a Jongup, como lentamente su corazón se transformaba, y el como se negaba a sentir eso, seguía reprimiéndose, pero cada vez que veía a Himchan su corazón simbólicamente se derretía.

Por otra parte, los sollozos de Youngjae se dejaban oír en la noche, lloraba tanto en el dormitorio, como en el baño, como en la sala; le dolía ser débil ante su situación, pero realmente no podía aguantarlo, amaba a Daehyun, y que todo hubiera acabado era lo que lo tenía tan mal. Zelo le consolaba, al ser el único que sabía de ellos, y aunque no sabía el motivo, él era conciente que aquella relación ya no estaba formada.

Daehyun también sufría, también lloraba, extrañaba a Youngjae, y sentía un gran vacío dentro de él, pero a diferencia de Youngjae, él no tenía quien lo consolara.

Por suerte para los jóvenes, Yongguk no se había enterado de nada, sabía que el clima allí no era bueno, se percataba de que algo pasaba a sus espaldas pero lo tomaba como problemas personales de cada miembro, jamás pensó que el estado tenso del ambiente se debiera a problemas entre ellos. Por otra parte estaba el tema de Dongwa, había movilizado mucho, y quizás el que Himchan estuviera tan decaído se debía a eso; aunque en realidad el estado del comandante se debía a que Zelo no parecía querer nada con él; siempre que le veía, intentaba evitarlo.

-Zelo ¿estás listo para hoy? –Yongguk sonrió pasando un brazo por encima del hombro del menor, mientras caminaban adentrándose a la sala de ensayos.

-¿listo? ¿para qué? –le miró confundido, viendo su propia expresión por los grandes espejos que habitaban en toda la extensión de la pared.

Estaban todos juntos prontos para practicar, luego de que los menores salieran de sus estudios, siempre iban a la empresa, practicaban, comían algo en la cafetería y seguían trabajando. Así es como pasaban los días.

-te lo dije el miércoles, pensé que lo recordarías –dijo algo afligido mientras se frenaban. –Heerin le dijo a Jongup que tiene una amiga que esta muy interesada en ti. –el maknae miró el techo y luego a los costados, lo recordó…Jongup era bueno escuchándolo, pero aquella vez había visto esa amiga como una oportunidad para Zelo; para que sus confusiones desaparecieran, y para que ya no sufriera mentalmente cuestionándose que sentía. Y Yongguk más que feliz había recibido esa noticia.

-oh si, sí, supongo que estoy listo –murmuró, Yongguk le vio con preocupación, Zelo comenzaba a sentirse mal, no le gustaba que su hyung no supiera la verdad, tampoco le gustaba tener que aceptar esa cita, realmente no lo quería, pero se obligaba así mismo.

-¿así que nuestro maknae tendrá una cita hoy? –comentó con voz divertida Himchan, una sonrisa falsa se presentaba en su cara mientras abrazaba al maknae por detrás, rodeando sus hombros con sus brazos.

-lo vas a incomodar –amenazó risueño el mayor.

Por un momento el corazón del maknae parecía frenarse, se veía a si mismo en el espejo, con el rostro de Himchan junto al suyo, sus brazos, abrazándolo de manera tan protectora, su mente inmediatamente pensó que él y esa persona se veían bien como pareja; sentía la respiración ajena chocar en su piel, y por un instante nada existió más que ellos dos. Las risas de Jongup y Youngjae se oían como si fueran muy lejanas a pesar de estar en la misma sala. Yongguk…Yongguk ya no importaba, si estaba ahí frente a ellos o no, la verdad es que poco interesaba, tan sólo quería sentir el cuerpo ajeno junto al suyo.  

-sí, saldré con una chica hoy –murmuró. Extrañamente era un cruce de miradas, Zelo observaba por el espejo los ojos del comandante, y a su vez éste respondía la mirada; clavando sus ojos en los ajenos a través del espejo.

-me parece bien –sonrió con falsedad, su corazón dolía, una extraña sensación se albergaba en su pecho –cuídate de los paparazzi, y las fans –dio tres palmadas en el hombro del maknae y le vio asentir ante lo que había dicho.

Luego de eso se separaron, y comenzaron las prácticas.

La noche se pintaba sumamente hermosa; escasas nubes cubrían el nocturno cielo azul tapado por un manto de estrellas. La luna llena iluminaba la ciudad de Seúl; había ruido en las calles, no parecía ser de esas noches tranquilas que generan terror, todo lo contrario. El clima era cálido por la primavera, acercándose el verano; y había un leve viento que no alcanzaba a despeinar a las personas.

Zelo se preparó para su cita, además de él, Jongup saldría con Heerin y Yongguk con unos amigos aparte; Youngjae tenía planeado quedarse a jugar videojuegos toda la noche, y Daehyun deseaba ver televisión tranquilo en la sala; en cuanto a Himchan no sabía que hacer, se moría por dentro sabiendo que esa noche podría, o mejor dicho ya perdería al maknae para siempre. No podía evitar fijarse en el menor; Zelo vestía una camiseta negra, una chaqueta de color gris, con detalles rojos; su pantalón era negro, rasgado en el frente de las piernas, parecían rotos; su calzado hacía juego con la chaqueta; en su muñeca derecha llevaba una pulsera de plata, que combinaba con sus pequeños aros en las orejas. Ante los ojos de Himchan aquel niño se veía hermoso; no le había prestado su perfume como a Jongup, pues el menor tenía su propia colonia; la cual penetraba el sentido olfativo de Himchan tentándole; realmente se sentía temblar cada vez que el menor pasaba frente a el arreglando los últimos detalles; ¿cómo se habían aprontado Jongup y Yongguk? La verdad no lo sabía, Himchan sólo tenía ojos para Zelo.

La hora de la despedida llegó, el maknae se fue, y apenas habían pasado dos segundos y el comandante ya extrañaba su presencia.

Zelo se encontró con aquella chica la cual sería su cita; debía cuidarse de los paparazzi como bien le había dicho Himchan, y esperaba no cruzarse con ningún fan. Fueron hasta un club nocturno, la joven realmente era linda, pero a Zelo no le atraía demasiado, pensó que ella no era su tipo, pero no podía engañase; cada vez que veía los oscuros ojos de ella, o su cabello negro, recordaba a su hyung Himchan.

El lugar estaba sumido en la oscuridad, con algunas luces de colores, habían mesas rodeando una pista, y una barra en la esquina; era muy similar a donde habían ido con Yongguk el viernes anterior, pero no era igual, este lugar era mucho más tranquilo, y más pequeño.

El menor había empezado a tomar, deseaba revivir lo que una semana atrás había vivido, que el comandante estuviera allí, que se emborrachara y luego le besara en el sofá de su casa; pero allí no estaba.

La joven hablaba y hablaba, le contaba que estaba intentando ser modelo, y que estaba a punto de entrar en una empresa; le comentaba lo fascinada que estaba con B.A.P desde el debut de la subunidad Bang&Zelo; y muchas cosas más que el maknae parecía ignorar. Estaba aturdido, no le prestaba atención, realmente sentía que no se estaba esforzando, quería conocer una chica y olvidarse por completo de esos sentimientos hacia el mayor, pero al parecer aquello iba a ser imposible, porque ciertamente, aquella chica, y todas las que estaban ahí esa noche, no llamaban su atención. No se esforzaba por agradarle como siempre lo intentaba y a decir verdad, se estaba aburriendo mucho.

-¡¿qué?! –Zelo musito al sentir unos labios apegarse a los de él. La música estaba algo alta pero la chica había escuchado bien aquella pregunta. Le había tomado por sorpresa dándole un suave y corto beso.

-lo siento, pareces muy distraído, e intentaba llamar tu atención; creo que me pase un poco –dijo apenada; Zelo sintió oprimirse su pecho, estaba siendo injusto y malo, no tenía interés en ella ¿por qué ilusionarla? No iba a poder dejar de pensar en su comandante, era inútil seguir negándolo, era inútil resistirse; se había enamorado de su hyung.

-no te preocupes, yo lo siento, esto no esta bien –rascó su oreja y se levantó. –ven, te llevaré a casa.

-¿eh? ¿por qué? –se levantó igual, confundida, Zelo le miró a los ojos.

-no hay nada de malo en ti, pero realmente no estoy para tener citas… -suspiró –perdón –nuevamente se disculpo.

La joven le costó entenderlo, pero al final, terminó aceptándolo, Zelo como prometió la acompañó a su casa, y luego de despedirse de ella, se fue hasta el apartamento.

Se bajó del taxi con sólo una idea en la mente, más bien una persona. En su recorrido en el ascensor se comenzó a poner nervioso, su corazón aceleraba su ritmo, sus manos sudaban un poco, intentaba respirar hondo, la decisión que había tomado no era fácil. Pero por ahora, era la mejor según él.

-Himchan hyung –dijo apenas había entrado. La sala estaba desierta, pero las luces y la televisión estaban encendidas. Desde las escaleras se podía oír el sonido y música de un videojuego; era temprano para que Yongguk y Jongup regresaran, por lo que Zelo supuso que aun no estaban.

Se encaminó por el pasillo, entró hasta la cocina y allí estaba el mayor, vestido con una remera larga y un pantalón deportivo; abriendo la heladera para meter la jarra de jugo que momentos antes de llegar el menor había sacado para servirse un vaso de ese líquido naranja.

-hyung… -dijo en tono seguro, aspiró profundo juntando valor, y se encaminó hasta el mayor que sonreía al verle cerrando la heladera.

Se acercó rápidamente al mayor, no quería dudar, si dudaba todo lo que había decidido podía irse tan veloz como un barco de papel en una corriente marina. Una vez que estuvo cerca buscó los labios ajenos, pero estos fueron negados en el momento que el comandante interpuso el vaso de jugo entre ellos, bebiendo de él.

-¿sucede algo Junhong? –preguntó luego de separar el vaso; le miró con diversión, Zelo estaba serio, sentía ganas de golpearlo. -¿cómo fue tu cita? ¿por qué regresaste tan temprano? –sonreía, le había dolido que aquel joven saliera con esa chica, y raramente se estaba vengando, se divertía viendo como Zelo buscaba sus labios.

-bésame –pidió, o más bien exigió; Himchan ladeó su cabeza divertido. El maknae se acercaba otra vez, y nuevamente ese vaso se interponía.

-no has respondido a mis preguntas –su sonrisa se borró; Zelo bufó molesto, no quería explicar nada, tan sólo quería confirmar lo que su corazón sentía nuevamente, y para ello necesitaba revivir los hechos de la semana pasada.

-¡maldita sea! –comentó y sostuvo el vaso con su mano derecha, lanzándolo lejos, haciendo que chocara contra el duro suelo, esparciéndose vidrios por todas partes y un ruido estruendoso se dejara escuchar en esa cocina.

El comandante quedó tan sorprendido y asustado por ese acto que no se percato cuando la boca del menor se aventó contra la de él; el maknae lo había conseguido, se habían besado, no dulcemente, sino de una manera agresiva y hambrienta. Zelo se sentía desmayar, no había sentido nada cuando esa chica le había besado esa noche, pero ahora, con el comandante, su cuerpo se disolvía débilmente, sus pensamientos se borraban dejando su mente en blanco, y apreciaba las hermosas sensaciones que hacían erizar su piel.

Lo apretó contra el, rodeando el cuello del comandante con sus brazos de manera posesiva para que sus bocas estuvieran mucho más unidas; y sintió como el mayor le tomaba fuertemente de la cintura, arrastrándolo, prácticamente, hasta una superficie algo alta.

Zelo supo que aquello era la mesa de la cocina, y sin darse cuenta en que momento, se encontraba sentado sobre ella, rodeando con sus piernas la cintura de Himchan.

-ah…hyung –susurró separando sus labios cuando el beso se corto, quería más, lo había confirmado, no había nadie en el mundo que le hiciera sentir así, realmente estaba enamorado y dispuesto a todo con su hyung.

Sus ojos se abrieron lentamente, y se sorprendió cuando vio por encima del hombro de Himchan, la figura de Daehyun completamente estupefacto. Se sonrojó tanto que su vergüenza no tenía limite; empujó al mayor lentamente dándole a entender que no estaban solos.

-Daehyun que susto, pensé que eras Yongguk –el corazón de Himchan intentaba calmarse, y el miedo que le había recorrido hace unos momentos creyendo que el líder estaba ahí  se iba poco a poco. -¿sucede algo? –preguntó abrazando al menor nuevamente. Zelo apoyaba su cabeza en la del mayor, una vez que lo había decidido ya no quería separase.

-no…tan sólo, estaba en el baño y escuche un ruido de algo rompiéndose y vine a ver… -aquellas palabras las había dicho demasiado lento, no sabía que decir ante la escena.

-ah si, a Junhong se le cayó un vaso –sonrió.

-yo, yo creí que ibas a salir con una chica hoy Zelo –Daehyun estaba sorprendido, a ellos no parecía importarle nada que él estuviera viéndoles abrazados.

-me arrepentí y la lleve a su casa –elevó su rostro algo serio, después de todo lo que había visto llorar a Youngjae realmente no lograba ver a su hyung con los mismos ojos de antes.

Daehyun asintió aun en un extraño estado de shock, salió de la cocina con la mirada perdida intentando comprender; no entendía como el menor había logrado cambiar sus gustos y sexualidad sin avergonzarse, no parecía importarle nada que él le hubiera visto. Realmente se sentía un idiota.

Subió hasta la habitación, abrió la puerta y observó a Youngjae allí, jugando, su pecho dolía, que tonto había sido por perder a esa persona maravillosa; se veía tan lindo con el pijama puesto y tan concentrado.

-Youngjae… -el menor le observó cerrar la puerta y sentarse a su lado; puso pausa en el juego –perdóname –susurró.

El corazón del menor dio un vuelco, se sintió torpe, no sabía como reaccionar, realmente sentía ganas de golpearlo, gritarle, y hasta matarlo por todo el daño que le había hecho al terminar la relación, y ahora volver pidiendo perdón; pero a su vez sentía ganas de besarlo, de estar con el, le extrañaba demasiado. Aquellas dos sensaciones tan opuestas chocaron entre sí creando lágrimas en sus ojos. Comenzaba a temblar; y de pronto, su visión se nublo tanto que no pudo ver cuando el mayor se acercó a él y comenzó a besarlo.

Sólo pudo cerrar sus ojos fuertemente dejando escapar las lágrimas; realmente quería sentir nuevamente lo que era un beso de aquellos labios, por ello, correspondió; ya luego le recriminaría, ya luego discutirían y hasta quizás le golpearía.

Se había dejado besar nuevamente; por un momento había olvidado todo lo pasado con respecto a Daehyun, y volvía a sumergirse en ese sentimiento que le llenaba el alma, haciendo que el tiempo se detuviera y todo alrededor se frenara.

-es-espera –murmuró intentando cortar el beso, que Daehyun pretendía seguir. –Dae-Daehyun hyung espera –le empujó levemente con la palma de su mano y logró separarlo. -¿qué significa esto? –su confusión se reflejaba en su rostro, sus rápidos latidos y sus nervios le incomodaban demasiado.

-soy un tonto –dijo y sus ojos vieron fijamente los labios ajenos –no quiero esconderme más, yo… -elevó su mirada hasta la del menor –yo te amo –dijo con ternura en su voz. Youngjae se estremeció. –perdóname, tu tienes razón, no tenemos porque mantenernos en secreto.

Acarició la mejilla del menor, apenas si podía Youngjae creer aquellas palabras, al parecer la sorpresa le había dejado mudo, no sabía qué responder ante eso, y sin poder evitarlo, una sonrisa se dibujo en sus labios. Daehyun comenzaba a  reír contento, y Youngjae correspondía.

Nuevamente se besaron. 

Notas finales:

Bue~ e.e espero les gustara~ c: nos vemos el martes! >< ♥ (con un lemon de baby A...si la conocen, sino bueno, mi amiga lol) 

Muchas gracias por leer ^^ 


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