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10 meses por azumi16

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Notas del capitulo: No tengo excusaaaaa! Nunca tengo excusa, solo que soy senda marica. Ultima vez que subo un fanfic sin tenerlo terminado, es como si no te dieran ganas de escribir solo porque sabes que tienes que hacerlo, y siempre parecia tener algo mas importante que hacer.

Pero mi remordimiento es terrible, chicas, en serio, porque yo se muy bien lo que se siente que te dejen con las ganas, como fujoshi y activa lectora de fanfics de amor yaoi desde que tengo 10 años, he tenido que vivir esa terrible experiencia muchas veces y me carcome ahora estar en el otro lado de moneda.

En verdad lo siento muchísimo, de verdad, pero finalmente tengo el capitulo final y espero puedan perdonarme.

Muchisimas gracias por todo su apoyo durante este laaaaargo camino y espero que al final les guste el fanfic.
CAPITULO 13 - NACIMIENTO

Los meses pasaron mucho mas rápido de lo que la pareja hubiera imaginado, a pesar de todo.

La salud de Hisoka, en efecto, le hizo pasar muy malos ratos con aquel embarazo. Estuvo muy estable hasta el tercer mes, en donde su cuerpo pareció asimilar y aceptar el proceso, y por consiguiente, llevarlo a cabo. Fue entonces cuando empezaron los problemas.

Auténticos dolores de cabeza, nauseas todo el día, el malestar general jamás pasaba. Y eso sólo fue el inicio, pues después vinieron los mareos y desmayos constantes. Tsuzuki, honestamente, estaba aterrado, aunque hacía lo posible por controlarse le resultaba difícil, en cuando a Watari, su lado de doctor sabía que aquello tenía todo el sentido del mundo, el había hecho su proyección, y todo eso estaba dentro de ella.

Pero su lado de amigo se sentía impotente por no poder hacer mucho para que el embarazo fuese menos complicado, y también un poco culpable al saber que todo aquello había sido a causa suya.

Pero por otra parte, aun con las complicaciones, la pareja no se arrepentía de nada, por el contrario, luchaban día tras día, aferrados a la imagen de tener a su bebé pronto con ellos.

Hisoka, incluso, habiendo escuchado pensamientos negativos en la mente de Watari y de su pareja, trataba de reconfortarlos, recordándoles que él quería ese embarazo y que cuando su bebé naciera, aquellos meses sólo serían recuerdos insignificantes que quedarían enterrados bajo bellos recuerdos que tendrían con ELLA.

Si, porque Hisoka, a sus 7 meses de embarazo ya sabía todo lo que se podía saber de su hija, incluyendo, por supuesto, su sexo.

Watari tenía toda la razón con respecto al control que tendría Hisoka de la situación gracias a sus poderes, lo cual, según el rubio, hacía balance con los pesares, poniendo todo en cierto orden. Desde el 5to mes, Hisoka empezó a tener una fuerte conexión mental con la prematura criatura, al punto que podía monitorizar todo el proceso como si literalmente tuviera ojos, no sólo dentro de él, sino dentro del mismo bebé.

Al principio eran visiones muy borrosas y de hecho, en ocasiones, perturbadoras y carentes de sentido, pero a medida que la niña se fue formando, todo empezó a estabilizarse. Cuando el cerebro de la niña estuvo realmente formado, se desarrolló casi inmediatamente un lazo muy fuerte entre ellos dos, era un sentimiento maravilloso que, con las palabras de Watari, en definitiva, sólo alguien con los poderes de Hisoka podría experimentar.

Hisoka sentía que aquello era una luz que iluminaba en la tempestad de sus terribles síntomas, y le hablaba de ello a Watari y a su pareja para que se distrajeran de lo malo y tuvieran una visión positiva de todo.

A los 9 meses, Hisoka conocía a aquella criatura en su interior como si ya hubiese nacido. No sabía como, pero podía comunicarse con ella sin palabras, claro que las cosas que ella le “decía” siempre eran cosas muy pequeñas y primitivas, y además de eso, le mandaba pensamientos, que al principio siempre eran como visiones de su interior, las cuales no eran muy agradables para él pero la niña parecía estar cómoda con eso.

De hecho, Hisoka se sorprendió al saber, por parte de la misma niña, que ella se sentía muy cómoda en donde estaba y era completamente inconsciente de que algún día saldría, parecía creer que se quedaría ahí para siempre y estaba bien con eso.

Esos pensamientos eran oro puro para Watari y para sus contactos con los cuales el compartía la información, en definitiva la información que habían podido recolectar, proveniente de la misma niña, contribuiría muchísimo a la rama de la que correspondía a los embarazos en general.

Pero a parte de eso, Hisoka aprovecho su mismo poder para enviarle a ella sus pensamientos de la misma forma, mandándole imágenes hermosas del exterior, de la casa, del jardín, de los chicos y de su padre, del cual le hablaba mucho.

De esa forma, poco a poco fue haciendo que la niña quisiera visitar esos lugares, aunque ella parecía pensar que aun saliendo de donde estaba, y conociendo esos lugares, siempre podría regresar. Hisoka había intentado explicarle muchas cosas, incluyendo la realidad detrás de ese pensamiento, pero era poco o nada lo que ella lograba entender a sus pocos meses de vida.

Al final, hablándolo con Tsuzuki, decidieron dejar que la bebé pensase lo que la hiciera sentir cómoda, ya que entendería todo cuando ya hubiera nacido.

En cuanto a Tsuzuki, le hablaba y sobaba la inmensa barriga de su amor (la bebé era muy grande) y con todo lo que Hisoka le contaba de ella, estaba perdido de amor por su nenita, e impaciente por cargarla entre sus brazos muy pronto. La niña también lo quería mucho, su voz le gustaba, la entretenía y le gustaba cuando sobaba la barriga de Hisoka, aunque pocas veces podía percibirlo (Eso Hisoka lo sabía, pero había preferido no contárselo a Tsuzuki para no desanimarlo y, por otra parte, porque el mismo disfrutaba el contacto).

Las relaciones sexuales entre la pareja, lamentablemente, quedaron a un lado con todos los malos síntomas de Hisoka y, por otra parte, teniendo una conexión tan real con la niña, a ambos les resultaba terriblemente incomodo, ya que era como tenerla al lado. Pero poco les importaba, ya que el sentimiento de estar los tres juntos los hacía sentir completos.

La niña era ignorante de todo lo que Hisoka pasaba y su situación, muy por el contrario de la de su progenitor, no podría ser mejor. Su estado de salud era envidiable, era fuerte y grande y, Hisoka no estaba muy seguro, pero algo le decía que su conexión, esa vía por la cual se comunicaban, no había sido creada por el solo y que ella tuvo que haber contribuido, en conclusión, ella debía tener sus mismos poderes.

Cada día era más la impaciencia de todos por que la niña naciera. Era algo indudablemente extraordinario.
En esos meses se habían acomodado como la familia que eran, el jefe les había dado a ambos una habitación mucho más amplia, que había servido, hasta ese momento, como sala de estar. La acomodaron para ser la pieza matrimonial.

En cuanto a sus viejas habitaciones, la de Hisoka quedó deshabitada pero la de Tsuzuki se convirtió en la recamara de la bebé, ya que era la mas próxima a la habitación matrimonial.

En efecto, el jefe había mandado a Tsuzuki a hacer varios trabajos en el mundo de los vivos, siempre relacionados con muertes, ya que esos están ligados a su departamento y se podían conseguir permisos del Centro Espiritual. Ahí, el jefe y Watari tenían varios contactos que, enterados de la increíble situación, se movieron sin protestar.

Con esos trabajos, mas el salario como shinigamis de ambos, se hicieron de un capital con el cual amueblaron su nuevo nido de amor, y por supuesto, la habitación de la bebé que era la que cualquier niña pudiera desear. Lo tenía todo. Y con la exactitud que Hisoka tenía del tamaño y la contextura de su hija, estaban seguros que todo le quedaría como un guante.

En la recamara de la niña había una hermosa cama pero sabían que la bebé no dormiría en ella, al menos no en los primeros años o hasta que estuviera lista. Por ende, su verdadera cuna yacía en la habitación de la pareja.
A todas estas, todos en la casa, incluidos ellos mismos, se referían a su habitación como “la habitación matrimonial” de la casa pero ellos no estaban casados todavía, aunque no había sido por falta de ganas…Pero no habían hablado de eso hasta ese 16 de Noviembre, que nadie en la casa olvidaría jamás.

Ya era de noche.

Ambos de encontraban en la habitación matrimonial, específicamente en un sofá café que hacía juego con otros dos muebles y una mesita de vidrio muy elegante. Hisoka se hallaba casi recostado, apoyándose en el brazo del mueble, ya que con su enorme barriga de ya 10 meses, le era casi imposible sentarse.

Era curioso, los síntomas se habían reducido casi totalmente a mediados del 9no mes y ahora se encontraba en calma, sin ningún malestar, como si su cuerpo ya se hubiera acostumbrado a su pequeña huésped.

Estaban contentos y ansiosos. Watari, desde ya hacía semanas tenía todo listo para que la bebé naciera en cualquier momento, y ya teniendo los 10 meses sabían que las posibilidades eran grandes.

En la mesita de vidrio habían dos generosos vasos de jugo de manzana y un plato que antes estaba repleto de envueltos de queso derretido (ya sólo quedaban unos pocos), además, Hisoka tenía en su mano galletas de maicena, que habían sido uno de sus antojos más usuales.

Galletas con envueltos y jugo de manzana, Hisoka sabía que era una terrible combinación pero a su niña parecía encantarle y por consecuente, a él también.

Mientras comían, hablaban de cosas triviales. Desde comentarios graciosos o interesantes de los demás miembros de la casa, hasta, por supuesto, cosas del bebé. En un momento dado, Tsuzuki lo tomó cariñosamente de una mano.

- Hisoka, yo sé que no eres muy fan de las cosas cursis, pero…¿has considerado que nos casemos? w22; Hisoka abrió los ojos como platos mientras de comía una galleta y sentía que el calor subía a su cara

- ¿Casarnos? w22; Dijo tras terminar de comer la galleta, y sin esperar un segundo, se metió otra a la boca

- Bueno, ya estamos esperando a una hija, y vivimos juntos y todo. ¿No te gustaría? w22; Hisoka terminó de comerse otra galleta y aguantó sus grandes ganas de comerse otra inmediatamente.

A la niña en verdad le gustaban esas galletas.

- Pero, ¿Podríamos? Digo, ni en el mundo de los vivos dos hombres pueden casarse, por lo menos no en Japón. Y no sé que clases de reglas existen para eso en este mundo, ¡De hecho no sé si hay reglas! w22; Hisoka colocó una mano en su barriga (La que antes tenía Tsuzuki agarrada) y se movió un poco alzando su brazo libre para tomar un envuelto de queso, Tsuzuki terminó pasándoselo.

Hasta embarazado, su amado era orgulloso.

- Pues, no lo sé w22; Admitió Tsuzuki w22; Pero no me importa…w22; Esta vez, Tsuzuki tomó sus dos manos entre las suyas. Había un tono esperanzado, un poco infantil en su voz.

Hisoka quedó hipnotizado con los ojos purpuras de su amante.

- No importa si no es legal, con una simulación me basta. Sólo ese recuerdo…w22; Dicho eso, Tsuzuki metió su mano en el bolsillo de su saco y sacó una hermosa cajita blanca. El corazón de Hisoka se aceleró con solo verla w22; Hisoka, ¿Te casarías conmigo? w22; Los ojos de Hisoka se abrieron como platos.

Que ridículamente cursi podía ser su amado.

- Idiota, no debiste haber gastado en esto…w22; Dijo Hisoka, volteando hacia otro lado, tratando de disimular su emoción, pero Tsuzuki no paraba de sonreír, esperando la obvia respuesta de su amado. Hisoka volvió a mirarlo y esos ojos purpuras no lo dejaron disimular más. Le sonrió w22; Por supuesto que acepto w22; Tsuzuki puso sus brazos rápidamente, pero con cuidado, en el sofá, alrededor de la barriga de su amado, y lo besó apasionadamente.

Luego de unos minutos de puros y amorosos besos. Se separaron y Tsuzuki abrió la cajita, mostrando un lindo juego de anillos plateados.

- Espero que te quede w22; Dijo, sacando uno de los anillos, el más pequeño de los dos.

Tomó la manita de Hisoka y le colocó el anillo despacio. En cuanto entró por completo, ambos se miraron con los ojos abiertos como platos mientras el sofá se llenaba de un espeso líquido transparente.
- ¡Watari! w22; Dijeron casi al unísono

………

En el pasillo que estaba afuera del consultorio de Watari, Tsuzuki caminaba de un lado al otro preocupado. Sabía que Hisoka no podía morir pero la niña, ella estaba viva, y la amaba tanto como amaba a Hisoka, no soportaría perderla.

Watari lo había tranquilizado diciéndole que el tiempo era muy bueno, ya que ya habían pasado los 10 meses y la fuente se había roto de una manera completamente normal. Sin embargo, también le había dicho que el parto duraría muy poco, ¡y ya llevaban casi una hora ahí dentro!. Sus pensamientos lo estaban carcomiendo.

- Tranquilo, Tsuzuki. Watari sabe lo que hace w22; Le dijo el jefe, tomándolo del hombro. Tatsumi también estaba presente, dándole apoyo moral.

El antiguo reloj que estaba en el fondo de aquel poco iluminado pasillo, y cuyo tic-tac no ayudaba en nada a calmar los nervios de Tsuzuki, apuntaba las 10 y 16 minutos.

Por otra parte, en la pequeña habitación dentro del consultorio de Watari, se libraba una autentica batalla. Hisoka estaba recostado y su barriga estaba descubierta, sin ninguna grieta, ya que la cuarta que Watari habia hecho ya se había cerrado por completo, sin dejar ningún rastro de haber existido.

El cuarto intento fallido. Tanto Watari como Hisoka ya estaban cansados. Watari sabía lo que hacía, sin embargo, el lazo que conectaba a la niña con Hisoka, aparentemente no era sólo mental, sino que se había materializado, y la niña lo estaba utilizando, ya que no quería salir de donde estaba.

Hisoka trataba de mandarle sus imágenes del exterior, para convencerla de que era un lindo lugar, pero en esa situación era difícil. Demonios, el pensaba que ya la había logrado convencer meses atrás. La niña ejercía mucha energía que impedía poder salir del cuerpo de Hisoka antes de que la grieta se cerrara.

En definitiva, no estaba fácil.

Por otra parte, afuera de la casa, parada en el césped del jardín de Tsuzuki, se hallaba una criatura sobrenatural observándolo todo. Con sus rojos y peculiares ojos, veía a través de las paredes de la casa, viendo al preocupado padre pegado a la puerta del consultorio tratando de escuchar algo, y otros dos sujetos tratando de tranquilizarlo. Y también veía al medico, y al padre embarazado.

Pero para ella todos eran como adornos alrededor de lo que realmente le importaba: la niña.

Aquella criatura, que no era ni humana ni espíritu ni shinigami, tenía el aspecto de una bella mujer, cuyo cabello era largo y negro como la noche, y bailaba con la brisa de aquella fría noche. Sus labios estabas pintados de un espeso rojo sangre. Sus uñas eran puntiagudas y estaban hechas de acero.

Pero a plena vista su aspecto era ordinario, estaba vestida con una blusa roja y un blue jean que le llegaba a la cintura, y un sobretodo marrón como sus botas.

La criatura miró su pequeño y plateado reloj, que colgaba de su mano izquierda.

- 10 y 34…w22; Murmuró para ella misma, para luego volver a fijar su vista en la pequeña habitación del consultorio de Watari, preguntándose a cuanto tardaría la niña para nacer.

La verdad, ella tenía otros trabajos esa noche.

………

- Bebé, escúchame por favor. El exterior es un hermoso lugar, te va a encantar y todos aquí te queremos mucho…w22; Hisoka trataba de hablar con la niña, y convencerla de cooperar, pero ella no quería, incluso estaba aterrada.

- Hisoka, escúchame. Relájate y tomémonos un respiro, no estamos llegando a nada w22; Le dijo Watari con una sonrisa y los ojos cerrados. Gotitas de sudor decoraban su rostro.

Hisoka asintió sobándose su barriga. Que situación tan estresante. Por un lado estaba enojado con la niña por no cooperar en lo absoluto, pero por otra parte sabía que era apenas una bebé, no podía entender nada, y era lógico que no quisiera salir de su zona que confort.
Le dolía el no poder consolarla, y hacerla entender que el mundo la estaba esperando.

Estresado como estaba, cada vez le era más difícil enviarle imágenes bonitas del exterior. Y, al igual que Watari, también estaba exhausto. Decidió hacer caso al consejo del doctor y se tumbó por completo en la cama sin hacer ninguna fuerza (Antes estaba sujetando su cuerpo con sus codos).

La barriga le parecía más grande que nunca.

Cerró los ojos e intentó descansar. Watari se sentó en un sillón que estaba en la esquina de la pequeña habitación. Las luces, como todas en la casa, no alumbraban demasiado, y ambos se permitieron unos minutos de descanso.

- Watari, ¿Me haces un favor? w22; Dijo Hisoka, luego de unos minutos, aun con los ojos cerrados.
Watari abrió los ojos en cuanto los escuchó.

- Claro, dime

- ¿Puedes ir a decirle a los chicos lo que pasa y que estamos bien? Tsuzuki debe estar al borde de un infarto…w22; Watari escuchó y luego sonrió. Una sonrisa que Hisoka no vió ya que nunca abrió los ojos.

- Claro que sí, enseguida vuelvo w22; Watari se levantó y se dirigió a la puerta.

- Ah y Watari…w22; Dijo Hisoka antes de que se fuera. Watari se quedó clavado en la puerta.

- Si, dime

- Tsuzuki seguramente querrá entrar. Dile que yo dije que no w22; Watari solo sonrió

- Claro…

Salió de la pequeña habitación cerrando la puerta.
Quedando solos, tras unos segundos, Hisoka, convencido que tratar de convencerla era inútil, sólo se comunicó con ella para verificar como estaba. La niña le transmitió sus miedos y que no quería separarse de él.

- ¿Recuerdas a tu padre? ¿El que te habla a veces? w22; Ella no entendía sus palabras, pero hablar lo ayudaba a comunicarse con ella a través del lazo w22; El está allá afuera, esperándote, ambos lo estamos bebé.

La niña no le transmitió nada por unos segundos. Tanto así que Hisoka hizo una revisión para verificar que estaba bien. Efectivamente estaba bien pero el corazón de Hisoka se arrugó al ver que estaba muy asustada.

- Todo va a estar bien, bebé. Solo tienes que confiar en nosotros w22; Mientras decía esto, Hisoka no pudo evitar que una lagrima se deslizara por su mejilla.
Recordó lo que sentía cuando estaba vivo y se enfermaba a gravedad, sentía que nunca se recuperaría, se sentía impotente y pequeño. Exactamente de esa forma se sentía en ese momento. No sabía que más hacer, ella no entendía, era sólo una bebé y le dolía el miedo que ella tenía…

Claro que no le mandaría ningún pensamiento negativo.

- Listo, ya les dije. Tuve que decirles rápido porque Tsuzuki estuvo a punto de entrar a la fuerza w22; Dijo Watari entrando y cerrando la puerta, para luego dirigirse nuevamente al sillón.

- Watari…

- ¿Si? w22; Hisoka miró a la nada por unos segundos

- Ayúdame a levantarme w22; Su voz era firme

- ¿Qué?

- Si, ayúdame a levantarme. Es inútil, ella no va a nacer hoy w22; Dijo Hisoka tratando de levantarse por si sólo

Watari corrió a ayudarlo.

- Pero no puedes quedarte con ella, ya la fuente se rompió y si no nace….

- No pasa nada. No soy una mujer para que nazca naturalmente, a juro tiene que ser con la operación y sin la operación ella solo se quedará ahí

- No es tan sencillo, Hisoka. Ella seguirá creciendo y ese tamaño que tiene ahora es el máximo que tú puedes soportar…

- Bueno…w22; Hisoka lo miró resignado w22; ya veremos que se puede hacer mañana. Estoy cansado. Además, soy un shinigami, por lo menos no me va a matar

Watari lo miró con lastima y lo ayudó a sentarse lo mas que pudo, sacando sus piernas de la cama.

………

- ¿Por qué mi niña no quiere nacer? ¡Me quiero morir!

- Ya estas muerto w22; Respondió Tatsumi a los berrinches de Tsuzuki, quien estaba perdiendo la razón

- Tsuzuki, tu…w22; El jefe estuvo a punto de decirle algo para calmarlo pero una presencia en el pasillo acaparó la atención de los tres.
Todos la vieron perplejos, ¿Quién era y cómo carajos había entrado?

- ¿Y tu quien…? w22; Tsuzuki estuvo a punto de interrogarla pero fue detenido por el jefe, quien lo agarró por el hombro y se acercó un poco a ella

- Buenas noches, Dama Alter. No sabía que alguno de ustedes vendría personalmente, de haberlo sabido, habría hecho preparativos

- No era necesario, no me quedaré por mucho. Pero era muy necesaria la presencia de alguno de nosotros, ya que este acontecimiento es uno nunca antes visto, y todos los acontecimientos de ese tipo nos conciernen…Sin embargo, he visto que tienen dificultades con la niña, voy a entrar y ver en que puedo ayudar w22; La criatura era ciertamente odiosa, pero había algo humano en su voz.

Tsuzuki no entendía lo que estaba pasando pero en cuanto escuchó que entraría, sus defensas se activaron.

- Nadie puede entrar, ni si quiera yo que soy el padre, esa fue la orden del doctor w22; Al escuchar eso, la criatura sólo sonrió

- Jejeje por favor perdónelo, Dama Alter. El no sabe que es usted w22; Le dijo el jefe, algo nervioso

- Es lo correcto, mientras menos gente sepa de nosotros mucho mejor. No se preocupe, ahora, si me disculpan caballeros.

La criatura hizo caso omiso de Tsuzuki y se acercó a la puerta, girando el tomo con tanta fuerza que rompiera la cerradura, lo cual no la perturbó en lo absoluto y se adentro a la habitación a paso calmado.

Tsuzuki no entendía nada pero no iba a permitir que una criatura desconocida se acercase a su familia sin que el estuviera presente. Pasó rápido al laboratorio. Ella ya estaba abriendo el pequeño cuarto.

………

- Jefe, no entiendo. ¿Quién es ella? w22; Preguntó Tatsumi, tras haberse quedado ambos solos en el pasillo.

- No quien, que. Se trata de una criatura proveniente de un mundo completamente lejano al que conocemos, pequeño, en realidad. Pero que contiene un poder inigualable. Aquellos que lo habitan son los desgraciados cuyos nacimientos o muertes rompieron los hilos que unifican el mundo de los vivos y el de los espíritus. No pertenecen a ninguno de los dos, ni al medio de ambos, que somos nosotros…

- ¿Romper los hilos?

- Conozco a muy pocos Alter, pero todos ellos tienen una fea historia que contar de antes de su llegada al mundo en donde habitan los Alters, a veces son muy cortas pero siempre feas.

- ¿Y como se llama ese mundo?

- Tiene muchos nombres: El fuerte, El puerto, El centro…Ninguno es exacto, ya que nadie a excepción de ellos lo ha visto, y ellos no hablan mucho.

- Entiendo…

………

- Llámenme Dama Alter, los he estado observando desde que todo empezó y creo poder ayudarlos. Puedo contrarrestar los poderes de la niña con los míos sin lastimarla.

- No, nosotros no sabemos ni siquiera quien es usted w22; Hisoka se resistía tanto a la idea como la niña a nacer

- Dijo que no, señora w22; dijo Tsuzuki. La criatura ya estaba perdiendo la paciencia

- Chicos, lamento no ponerme de su lado pero creo que debemos intentarlo w22; Dijo Watari, recibiendo las miradas de odio de la pareja w22; Jejeje no me vean así, créanme que sólo estoy pensando en lo mejor para ustedes, así como también deben creerme que si ella viniera para algo malo, ya lo habría hecho y nada podría evitarlo

La pareja la miró de nuevo. Tenía cara de pocos amigos.

- Escúchenme, podemos terminar con esto de una vez por todas. Ustedes quieren que su bebé nazca y yo tengo otros lugares a donde ir antes de que se hagan las 12, razónenlo.

La pareja se miró, como buscando respuestas en los ojos del otro. Al principio ambos se miraron cómplices pero luego suavizaron la mirada. No tenían otra opción.

Voltearon hacia ella, asintiendo.

- Bien…w22;

………

En el pasillo, al jefe y a Tatsumi se les aceleró el corazón en cuanto se abrió la puerta. Era Tsuzuki.

- ¿Qué pasó? w22; Tsuzuki tenía cara de pocos amigos

- Ella…va a intentarlo. Yo…no sé si es lo correcto pero…w22; Tsuzuki se veía serio pero triste

- Es lo correcto, Tsuzuki. No te preocupes. Estas criaturas son poderosas pero son esclavas también. Vienen a hacer su trabajo y se van. Si ella viniera a hacer algo malo ya lo habría hecho w22; Dijo el jefe sosteniéndolo del hombro

- Eso mismo dijo Watari…w22; Dijo casi en un susurro Tsuzuki.

En verdad esperaba estar haciendo lo correcto.

………

Desde afuera de la casa, unas brillantes luces, rojas y amarillas, salieron desde las ventanas del consultorio de Watari. Luces tan poderosas que parecían cortar el aire como rayos laser.

La luz brillante se colaba por las rendijas de la puerta que conectaba al consultorio con el pasillo en el cual estaba los 3 hombres expectantes.

10 minutos.

Fue el tiempo que las luces duraron, para después ir bajando su intensidad hasta desvanecer por completo y fue cuando, finalmente, los hombres en el pasillo escucharon el glorioso y escandaloso sonido del llanto de una hermosa y sana niña.

………

En la pequeña habitación del consultorio, Hisoka respiraba agitado y cansado, pero inmensamente feliz, su hija finalmente había nacido y ese escandaloso sonido, del llanto de la niña, que retumbaba en toda la casa, en ese momento era música para sus oídos.

El que más escuchaba ese sonido era Watari, que la tenía en sus brazos, bañándola en una ponchera redonda con agua tibia.

- Ya bebé, ya pasó. Ya pronto estarás limpiecita, ¿Acaso el agua no esta rica? w22; Watari trataba de calmarla pero la niña no cedía.

Imaginaba que debía estar furiosa porque la habían vencido. Supuso que al final, se parecería a Hisoka en carácter.

En cuanto a la criatura, estaba apoyada en la pared observándolo todo con cierta antipatía. Aunque debía admitir que todo había salido mejor que como ella lo hubiera esperado.

Miró su reloj nuevamente, 11:05 pm. Se las arreglaría.
La puerta de la habitación se abrió y los gritos de alegría de Tsuzuki los anunciaron. Tsuzuki se fue directamente a abrazar a su amor, quien no pudo fingir molestia, ya que moría por tener a su pareja a su lado, y en el parto se arrepintió mucho de haberle pedido que se fuera.

Claro que nunca se lo diría.

- Bien tórtolos, aquí esta su hermosa niña w22; Limpia y cubierta con una manta, Watari puso a la niña en los brazos de Hisoka.

Seguía llorando pero sin duda ya se estaba calmando. Tsuzuki acarició su barriguita sonriéndose y Hisoka acarició sus dorados cabellos.

- Bienvenida al mundo, Misaka w22; La suave voz de Hisoka y las caricias de ambos, parecieron serle familiar a la niña, quien disminuyó su llanto hasta dejar de llorar por completo, devolviendo la calma a la habitación.
Tras dejar de llorar, la niña jadeaba levemente y se quejaba, moviéndose erráticamente en los brazos de Hisoka. No había abierto los ojos desde que nació.

Pero sus padres la seguían acariciando y mimando con mucho cariño, diciéndole cosas bonitas. Watari, Tatsumi y el jefe sólo observaban expectantes. Todos en la habitación, incluida la Dama Alter, estaban esperando que la niña abriera los ojos y viera el mundo que la rodeaba.

Fue unos minutos después, que la niña se calmo por completo y lentamente abrió los ojos, mostrándoles a todos una versión femenina y mas grande de los ojos de Tsuzuki. Intensamente morados y preciosos.

Todos se alegraron y empezaron a decirle cosas bonitas a la niña y a hacerle caras para animarla. A la niña la abrumó al principio, pero luego pareció integrarse y rió por primera vez, con todos ellos.

La Dama Alter supo que ya era hora de irse y sonrió para sí misma. Hacía muchísimos años desde la ultima vez que había visto una escena tan conmovedora.

Se acercó a paso lento y sereno e hizo a un lado al jefe, a Tatsumi y a Watari, poniéndose justo al frente de la familia. La pareja la vio expectante.

Ella alzó su dedo índice, como señalando al cielo, y luego dirigió su dedo a la niña, colocando la punta de su filosa uña de acero justo en el centro del pecho de la niña, quien sólo la vió curiosa, pero luego, extraña y contrariamente a lo que todos esperaban, que era que la niña se pusiera a llorar, esta sólo le dedicó una autentica
sonrisa.

La criatura le devolvió la sonrisa y nunca dejó de mirarla fijamente a los ojos.

- Volveremos a vernos, Misaka w22; Tras decir eso, apartó su dedo y se dirigió a la pared, traspasándola y apareciendo en el jardín.

Tsuzuki se asomó por la ventana, buscándola con la mirada hasta encontrarla.

- ¡Espera! ¿Cómo es eso que volverán a verse? ¿Volverás? w22; Tsuzuki le gritó, intentando obtener alguna respuesta, pero la criatura solo alzó su mano en señal de despedida.

El jefe sonrió resignado. El sabia perfectamente a que se refería la criatura, lo había sospechado desde el inicio de aquel embarazo, pero no veía sentido en preocupar a la feliz familia por cosas que no tenían remedio, además sabía que Misaka llenaría la casa de mucha felicidad por muchos años hasta que la Dama Alter volviese.

Ya verían entonces.

- Estoy seguro de que no se refería a nada importante, esas criaturas son así, melodramáticas w22; Dijo el jefe extendiendo sus brazos w22; No perdamos mas tiempo pensando en ella, Tatsumi acompáñame a buscar unas botellas y unas copas, hay que celebrar, ¡hoy no es cualquier día! w22; Entonces los ánimos volvieron a la habitación.

Todos, a excepción de la bebé bebieron licor esa noche, incluso Hisoka bebió un trago, claro que ninguno se excedió ya que estaban en presencia de una bella bebé viva y era mejor no tentar a su suerte. Las risas y los comentarios positivos no faltaron esa noche, todos estaban de muy buen humor, y completamente encantados con la niña quien, habiéndose acostumbrado al mundo exterior, se sentía cómoda y no paraba de reír y juguetear con ellos.

Y desde entonces, vinieron muchos años de pura vida para la casa de los shinigamis.

Fin
23/03/2017
Notas finales: Estaba indecisa ya que al ser el capitulo final, era raro que no le pusiera algo de lemon, ya que soy creyente de que las historias tienen que girar en torno al rikolino lemon y no al revés. Pero leí todo el fanfic y creo que no quedaba, ya que era hora de darle al fanfic un poco de alma, una pizca de suspenso, no mucha, porque no me gustan los dramas, pero un poco no queda nada mal y da paso a un final conmovedor.

Para culminar debo decirles que este fanfic es muy especial y muy querido por mi porque muestra mi evolución en la escritura; Como me tarde muchos años haciéndola (Lo sientoooooo) el primer capitulo muestra una gramática completamente primitiva, y los capítulos siguientes, ya que actualizaba mas rápido, eran similares. Después, con el capitulo 11, los cambios fueron drásticos y siguieron en ascenso hasta este.

A veces considero el reescribir los primeros capítulos pero no voy a hacerlo, ya que debo respetar a la "yo" que empezó este fanfic.

Nuevamente muchas gracias por su apoyo a pesar de todo, y prometo no publicar mas nada que no este completo, nos vemos!

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