-------FLASH BACK-------
Fue hace casi dos años, habíamos ingresado a la universidad el cuatro de marzo, para ello la facultad preparo una fiesta de bienvenida a la cual yo asistí.
En esos tiempos todavía no tenía asumida mi condición sexual, de hecho lo consideraba como un problema sin solución, neceistaba aclararme.
Durante esa fiesta te conocí, fue extraño, dicen que el amor a primera vista no existe, yo concuerdo en parte, pero de ese gusto "magico" se comienza a formar lo que luego denominamos "amor".
Yo sentí eso por ti, de hecho lo mas raro para mi fue el hecho de que esa noche tu te acercaras a mi, platicaramos bastante sobre muchas cosas, por eso creí que seríamos amigos, pero la pena llego cuando a los días trate de saludarte y no me pescaste, pasaste de largo cual desconocido te pide una limosna, fue doloroso.
Me exaltaba cuando te veía jugar futbol, o cuando exponias en clases o cuando cantabas en los coros de la universidad, pero lo más raro era que cuando te miraba fijamente tú igual lo hacias, aunque tratabas de ser disimulado, error, igual lo reconocía.
Mucho tiempo despues me entere que te alejaste por aquellos rumores que siseaban sobre mi, era raro que un chico de mi edad jamas hallá tenido novia, cierto?. Para esos días ya tenía claro todo, tenía claros mis sentimientos.
Con el paso del tiempo mi necesidad de verte era mayor, quería ser tu amigo, acompañarte, salir contigo, pero eso era (al parecer) imposible, siempre me evitabas.
Creo que eso será para siempre, estaré condenado a la eterna soledad, yo y nadie mas.
---------FIN FLASH BACK--------
Entonces el pelinegro lo miro fijamente, entendiendo que perdía la atención del rubio.
-También canto en la iglesia-. Intento retomar el tema.
-No frecuento la iglesia-. Contestó Alexis sin importarle mucho lo que dijese el otro.
-¿No eres religioso?-. Preguntó extrañado.
-No,… estoy un poco interesado en el budismo-. No obtuvo respuesta de parte del pelinegro, en cambio unos segundos después.
-Estuvimos en los Scouts, ¿los recuerdas?-.
-Detesto eso-. Dijo mirando hacia otro lado.
-Yo soy águila Scout-.
-Gran cosa-. Musitó Daniel restándole importancia.
El solo hecho que contestase así le partía el alma, pero era consciente de lo estúpido que había sido, de hecho cualquiera pensaría que no se perdonaría ni él mismo por lo cobarde que fue.
-Escúchame, todo estará bien-. Trato de mostrarse valiente, aunque la realidad fuese otra.
-Que dices, ellos abusaron de mí!!!-.
-No es tan así, ellos no son malos-. Trato de escudarlos.
-Debiste detenerlos, debiste protegerme-. Y algunas lágrimas volvieron a caer desde sus mejillas.
-Cállate!!!-. Gritó cabreado.
Y la indignación del rubio volvió a su mente, como era posible que escuchara eso de aquel chico que alguna vez quiso (sin conocerlo) más que a su propia vida.
-Y todavía sigues defendiéndolos-. Grito con rabia.
Entonces el silencio volvió a reinar en ese lugar, mientras uno miraba al piso, el otro miraba en otra dirección tratando de entender los sentimientos que tenía, la rabia por ser un cobarde, es por esto que tomo una gruesa rama y con ella comenzó a lastimarse la pierna. Daniel solo se digno a mirar lo que Alexis hacía sin detenerlo.
-Ellos no son buenos-. Dijo por fin Daniel.
-No-. Respondió el pelinegro.
-Tú no eres un bien tipo-.
-No-. Respondió sinceramente y en vos baja, con esta respuesta el chico dejo de hablar, o tal vez era por el frio que hacía en ese lugar, era pleno invierno, tendrías que ser tonto para estar a la intemperie por gusto.
-Vamos, te llevaré a casa-. Dijo finalmente Alexis.
-No voy a ir a mi casa-.
-Tienes que ir-.
-No puedo, todos lo sabrán-. Dijo algo nervioso.
-Puede que necesites ir al hospital-. Dijo el pelinegro preocupado por su estado de salud.
-Gracias por tu preocupación!!!-. Respondió el rubio.
-¿Por qué tienes que…………Mierda-. Dijo el pelinegro enojándose.
-Daniel, sé que esto es, o sea, quiero decir que tú no eres como ellos realmente dicen-.
-No lo sé, ¿Y tú?-. Alexis lo miro unos segundos, y luego.
-Tú no eres realmente… gay, ¿Verdad?-. Preguntó el pelinegro sin rodeos.
Quedándose callado, asintió varias veces para responderle.
-Mierda-.
-Jodete-. Le respondió el rubio con rabia.
-¿Por qué tienes que……decírselo a todos los que te lo preguntan?-. Preguntó tratando de entender.
Con esto el rubio se levantó por sí mismo y miro fijamente al pelinegro.
-Tú eres el primero que me lo pregunta-. Él sabía perfectamente que podría confiar en el otro chico, incluso después de lo que permitió que le hicieran, algo en su interior le decía como debía actuar.
Y con esto queda claro que aquellos "compañeros" lo golpearon solo por aquellos rumores que circulaban sobre su sexualidad, de hecho Daniel era muy reservado con respecto a su condición. Cuando le preguntaron él jamas contesto que "sí".
-Pero quiero decir, ¿Lo sabes realmente, verdad?-. Volvió a preguntar Alexis con intriga.
-Lo sé-.
-Jodete-. Entonces quedo en silencio unos segundos- pero, -¿Cómo lo sabes?-.
-Solo lo sé!, es como…-. Trato de responder con un ejemplo, pero nada salía de sus labios.
-¿Cómo qué?-. Reafirmo el pelinegro.
-Como cuando sabes que tienes hambre-. Dijo por fin Daniel.
-Hambre!!!, es estúpido-. Contestó Alexis.
-¿Siempre eres gay, o solo a veces?-. Continuo el pelinegro.
-Esa es una pregunta estúpida-. Contestó al unísono.
-Mierda, no siempre tienes hambre, ¿verdad?, ¿tienes hambre ahora?-. Preguntó enfadado a lo que el chico asintió.
-¿Pero por qué no lo dijiste antes?-. Dijo, para luego buscar algo entre sus prendas, algo de comer, cuando lo encontró se acercó para pasárselo, pero el rubio seguía asustado-.
-Está bien-. Dijo Alexis, entonces Daniel se reusó a recibir el chocolate, por lo que el pelinegro se enfado.
-¿No que tenías hambre?,… pues yo sí-.
-Bueno cómetelo tú-.
-Jodete!-. Dijo tirando el chocolate al suelo.
-Jodete tu!-.
El silencio volvió a ambos por unos minutos que se hicieron horas… (pasaron 4 minutos en realidad).
-Estuvimos juntos en los Scouts-. Sacó nuevamente la vos.
-Si tú lo dices-. Contestó el rubio desinteresadamente.
Comprendiendo los ánimos del rubio el pelinegro se aprestó a volver a intentarlo.
-Un Scout es, vamos tú lo sabes-. Pidió mientras tomaba formación al estilo militar, esperando a que el rubio siguiera la canción.
-Un scout es…-.
-De confianza-. Respondió el rubio
-Correcto, Leal-.
-Útil-. Prosiguió Daniel.
-Así es, Amigable-.
-Cordial-.
-Gentil, continúa por favor-. Pidió.
-Gay-. Dijo Daniel soltando una leve sonrisa, pero el pelinegro no le prestó atención.
-Obediente-.
-Homo-.
-Alegre-.
-Mariposon-.
-Verdadero-.
-Marica-.
-Bravo-.
-Tuve sexo con los scouts-. Dijo supongo yo, tratando de enojar al pelinegro.
-Limpio-.
-Un maestro de los scouts me la chupo-.
-Obediente-.
-Me ofreció dinero-.
-Mentiroso!!!-.
-Me suplico más-.
-Mentiroso, Cállate!!!!!-. Le dijo agarrándolo de la chaqueta y somarrándolo levemente, mientras sus ojos lo miraban con rabia y sus gestos decían que el solo hecho de escuchar eso le provocaba asco, sin poder impedirlo nuevas lágrimas caían por su mejilla.
Daniel lo miraba incrédulo, tratando de comprender las causas de sus actos, simplemente no tenían cabida.
-¿Alexis?-.
-No me gusta estar enojado, Me falta auto-control, mi padre dice que debo contenerme…… -.Ya bastante calmado.
-De todos modos, no te creo-. Prosiguió.
-El maestro Klarens no es gay-. Dijo Alexis de manera tajante.
-Sí lo es-.
-Es casado-. Contesto el pelinegro.
-Tuvo sexo con muchos chicos scouts-.
-En el instituto el profesor Martínez, el de historia, el también es gay-.
-Jodete!, no es verdad, ese era el maestro de natación-.
-¿Y qué?, He ido a su casa-. Respondió Daniel.
-Mentir es un pecado-.
-Tiene una hermosa casa con una piscina, nadé en ella-.
-Gran cosa-. Dijo Alexis, mientras miraba en otra dirección.
-Pero no usamos traje de baño, nadamos desnudos-, Entonces se cayó unos segundos, luego -Leonardo di Caprio tambien es gay!-. Prosiguió.
-¿El también nada desnudo?-. Pregunto Alexis con sarcasmo.
-Jodete!-. Contestó cabreado.
-Como sea, Lo que quiero saber es…
-¿Qué?-. Pregunto Daniel con enfado.
-Si el maestro Klarens es gay, y el maestro Martínez es gay y ser un tipo gay es tan normal, ¿Por qué ellos no dicen que son homosexuales?-.
-No lo se-.
-¿Por qué leo no dice que es gay?-. Preguntó el pelinegro.
- yo te digo por qué, porque ser gay no está bien a los ojos de dios, por eso-.
Entonces la rabia volvió a consumir al rubio, que trataba de eliminar la cólera que estaba a punto de expulsar.
-Jodete-. Entonces se apresto a caminar e irse del lugar.
-Escúchame Daniel, ser gay no es una cosa productiva-. Pero el rubio no le prestó atención, mas solo siguió caminando.
-Me da lo mismo -. Dijo Daniel conteniendo su dolor ante las estúpidas palabras que decía aquel chico que amaba-.
-Debe haber otra cosa en la que estés interesado, únete a un grupo o que se yo-. Le decía siguiéndolo, pero no acercándose demasiado.
-O al coro de la escuela-. Al decir esto el rubio se detuvo y miro fijamente a Alexis-. Pero no dijo palabra alguna.
-¿Sabes cantar, qué tal el grupo del anuario?, eres inteligente, únete a ellos, aprende a usar tú tiempo libre sabiamente-.
-Alexis, gracias por tu consejo-.
-Claro-.
-Deberías considerarte como un consejero profesional-. Vocifero sarcásticamente.
-¿Qué?
-Sí, quiero decir, que tal vez puedas hacerte psicólogo o algo así y cualquiera que estuviera jodido con sus problemas, podrías decirle que hacer, tienes un verdadero talento para eso-. Dijo, para luego continuar.
-Ser gay no es una actividad extra escolar-. Y luego Daniel se quedo callado.
-Yo no tenía que venir aquí, debería estar en casa acostado-. Dijo Alexis cambiando de tema.
-Soy presidente de la asociación de atletas cristianos-. Al decir esto la indignación del rubio fue mayor, por lo que prosiguió caminando.
Daniel trato de ponerse por completo la parca que le había regalado el pelinegro, pero a causa de sus heridas le era difícil concretar, es por esto que Alexis se acerco a ayudarlo. El rubio se dejo ayudar.
-Perdóname, no quería exaltarme-.
-Quiero invitarte a dormir a mi casa-. Le dijo al pelinegro, pero este solo miro hacia otro lado, específicamente a la bella luna que bañaba de luz aquellas escenas.
-Podemos jugar play, comer pizza, podría hipnotizarte, lo he hecho con otros chicos-.
-¿Por qué?-. Preguntó Alexis.
-Por diversión-.
-Parece estúpido-. Respondió Alexis, a lo que Daniel nuevamente se apresto a proseguir su camino sin importar el dolor que lo embargara.
Alexis lo miro fijamente y le grito –Deja de cojear!-. El rubio se detuvo para mirarlo nuevamente.
-Mierda, lo siento, no pretendía……… -. Entonces siguio su camino.
Mientras el rubio seguía caminando se lastimo el pie (andaba descalzo) con una piedra, por lo que Alexis volvió a acercarse para revisarlo.
-Te cortaste-. Dijo mientras lo revisaba, entonces el pelinegro se saco una de sus zapatillas y se la puso al rubio, que miraba aquellos actos que le hacían creer que todo saldría bien. Entonces se la puso en su pie herido.
-Ahora tú andarás sin chaqueta, sin pantalón y además sin una zapatilla-. Dijo como sensibilizando por las acciones de su semejante.
-Ahora cada uno tendrá una, ¿Daniel?-. Dijo mientras lo miraba directo a los ojos desde su posición, incado frente a él.
Entonces se levantó y lo miro a los ojos.