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AUN TE AMO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo la continuación, espero que les guste

Capítulo 2.- Los ojos celestes de mi perdición

 

El fin de semana llegó e Ikky ante tanta insistencia de Seiya estaba rumbo a la casa de su padre, el mayor manejaba y asentía a lo que sea que su esposo le estuviere diciendo, la verdad no le estaba haciendo mucho caso porque le estaba hablando de algo de Aioros, su suegro, y lo que sea que quiera su suegro pues ellos acabarían cediendo, Aioros era muy buena persona y nunca tenía pedidos extraños, quería mucho a su nieto y a su único hijo

- Me escuchaste algo de lo que te dije? – preguntó Seiya cuando ya estaban llegando a la casa de Shion

- Haber dame un resumen…

- Mi papá quiere hacer la fiesta de su cumpleaños por todo lo alto este año y quiere rentar una hostería en las afueras de la ciudad, va a invitar a sus amigos de la universidad, del colegio, de su trabajo, de todos lados y quiere que nosotros estemos pero dice que para que no volvamos a la ciudad en la noche, en especial por Ian, quiere rentar habitaciones en la hostería para que pasemos la noche, él también se va a quedar y dice que al día siguiente le gustaría ir a pescar, tu que dices?

- En serio??, con dormida y todo?, cuándo es eso?

- En dos semanas

- No se… eso se nos complica con el bebé, la cuna, el corral, el dragón y todas esas vainas…, mira que tenemos que cargar con todo eso, no podemos dejar a Ian con la niñera?

- Mi amor… yo lo arreglo todo, por favor… es mi papá…

- Si ya se que es tu papá, cómo nos pone en eso si sabe que no le podemos decir que no?, tu papá se pasa a veces

- Eso es un si?

- Te puedo negar algo yo a ti?

- Gracias Ikky, verás que la vamos a pasar fenomenal, mi papá me dijo que le tengo que ayudar a ver el menú de todas las comidas, que va a hacer no se que programa con proyección de fotos y no se cuantas cosas mas

- De cuando acá le entró el ánimo fiestero a Aioros?

- Bueno… 40 años no se cumplen todos los días no?

- Cielos… 40…

- No te estreses que tu no tienes ni 30 todavía – Seiya conocía muy bien a Ikky y sabía lo que pensaba, a veces decía que ya estaba viejo

- No pero… a tu lado… me siento cual asalta cunas – Ikky ladeó la cabeza y sonrió

- La verdad… yo asalté tu cuna y no al revés o ya no te acuerdas?

- Como podría olvidarlo…

Ikky sonrió y besó a su esposo en los labios, estaban parados en un semáforo y se separaron cuando les pitaron, a los cinco minutos llegaron a la casa de Shion, Ikky tocó el timbre y fue su hermano menor el que abrió y lo abrazó con fuerza al verlo, Shun… el mejor amigo de Seiya y hermano menor de Ikky, estaba ahora en la Universidad y estudiaba Psicología, tenía el cabello y los ojos verdes y guardaba un gran parecido a su padre Shion el que apareció atrás de su hijo menor y solamente estrechó la mano de Ikky para luego abrazar a su yerno y cargar a su nieto, Ikky solo hizo una mueca y entró en la que fue su casa por muchos años

 

Shion tenía una empresa importadora de productos plásticos, era una empresa bastante grande y su sueño al ver que su primer hijo estudiaba leyes era precisamente que con todos sus conocimientos legales algún día se haga cargo de sus negocios pero Ikky no quería ni oír de esto, a él no le interesaba en lo mas mínimo la empresa de su padre y el pobre Shion ya había perdido toda esperanza cuando su última oportunidad de perpetuar el negocio familiar le anunció que iba a estudiar Psicología, Shion era un hombre bastante severo y serio, Ikky había heredado su carácter por eso su relación era tan difícil y conflictiva, Shun en cambio le daba de lado a su padre, aceptaba todo pero a la final hacía lo que él estimara conveniente no lo que su padre le decía debía hacer

- Y nissan como anda el trabajo?

- Cansado… pero bien y tu?, cómo van las clases?

- Van bien, lo bueno es que como estamos en la misma Facultad Seiya y yo almorzamos juntos algunas veces a la semana

- Ya lo se, a mi esposo ves mas que a mi que soy tu hermano

- Ikky no seas dramático, tu vives en tu torre muy ocupado, a Seiya me lo encuentro en la Uni pero siempre te mando saludos

- Si… claro…

- Además los fines de semana estás siempre taaaaan ocupado como para venir a ver a tu padre, casi no reconozco a mi nieto, mira que grande que está… - dijo Shion besando la mejilla del pequeño y pasando frente a Ikky dirigiéndose a la sala

- Ay papá…

- Bueno… no quiero discutir, mas bien cuéntame… estás manejando el caso que vi en la televisión?

- Si… ese me va a matar… - dijo Ikky siguiendo a su padre a la sala, Shion aún tenía en brazos a Ian que algo estaba diciendo, el pequeñito no hablaba claro todavía pero se hacía entender, Seiya se rezagó en el pasillo con Shun, la noche anterior el joven peliverde tenía una cita ardiente y Seiya quería los detalles

- Y? – preguntó todo curioso el castaño

- Y… nada, un gran nada, Jabú es un idiota

- Y ahora por qué es idiota el pobre? – Seiya preguntó muy divertido, Shun tenía una habilidad única de desechar a sus novios o pretendientes por tonterías que él las convertía en razones vitales

- Bueno… primero fuimos al cine, ya desde ahí estaba mal la cosa

- Por qué?, a mi me encanta ir al cine con Ikky, es muy divertido

- Qué película te llevó a ver mi hermano?

- La última de Batman, era de que veas a tu nissan todo emocionado por Batman, yo se que le encanta y hecho el disimulado compraba todo lo de Batman que veía porque según él es para Ian pero… tu sabes que eso no es cierto, mi bebé no toma en cuenta esas cosas pero a Ikky le fascinan

- Ok., y cómo es tu cita en el cine? – dijo Shun cruzándose de brazos y arrimándose a la pared

- Por qué estamos hablando de mi?, yo quiero saber como te fue a ti – insistió Seiya

- Quiero probar un punto, tu dime como es para ti y yo te digo como me fue a mi ayer, tu sabes para comparar puntos y que no me critiques luego por botar a Jabú – explicó Shun

- Ok., bueno Ikky compró las entradas el día anterior camino a casa y la tarde en cuestión me recogió de la Universidad porque yo tenía laboratorio, pasamos dejando a Ian en casa con la niñera, nos cambiamos de ropa y nos fuimos

- A qué localidad fueron?

- VIP

- Ajá, continúa… - Shun suspiró, no podía esperar menos de su hermano, sala VIP… claro…

- Bueno Ikky compró palomitas y nachos con bebidas, tu sabes como le gusta eso a él aunque casi no comimos ni la mitad mientras veíamos la película, a la salida fuimos a comer “comida real” porque ya conoces a tu hermano y le dio hambre, luego fuimos a dar una vuelta por la ciudad porque no era tan tarde, fuimos por un mirador un ratito pero hacía mucho frío entonces regresamos, paramos en esa pastelería cerca de casa porque yo quería algo de dulce, comimos pastel y luego nos fuimos a casa, nada especial la verdad

- Ohhhh no Seiya, en eso te equivocas, mira… el idiota de Jabú no compró las entradas a tiempo y nos quedamos sin ver Batman, como la estrenaron hace semanas y era la última función había mucha gente, hoy ya la sacaron de cartelera y yo ya no lo pude ver en el cine, bueno… llegamos y nos tocó hacer fila para comprar el boleto, media hora de fila… yo odio hacer fila, al llegar nos salen con que ya no hay boletos para Batman y nos tocó entrar a la única que había para esa hora, la del cazador de vampiros ni se que cosa – dijo el peliverde con molestia

- Abraham Lincoln – completó Seiya que había visto el anuncio

- Lo que sea… esa fue la peor película que he visto en mi vida

- Esa no es culpa de Jabú

- Si es… si hubiera sido previsor como Ikky hubiéramos visto Batman, pero aparte de la calidad de la película, como llegamos tan tarde ya no habían entradas en sala VIP y nos tocó hacer fila otra vez para ver esa cosa, entramos casi al final y hoy estoy con dolor de cuello porque estaba en la segunda fila del cine, no puedes comparar los asientos normales de la sala a los de la sala VIP, si en esos asientos puedes ver la película prácticamente acostado, yo acabé todo adolorido además de eso yo compré las palomitas y las cosas de comer porque Jabú dijo que se gastó todo en las entradas y para colmo a la salida se le dañó el carro, estuve parado en ese frío dos horas escuchando las disculpas y demás cosas que Jabú decía hasta que llegara la wincha, la noche fue un desastre, llegué a casa muerto de hambre y en calidad de paleta helada del frío que tenía y encima de todo papá me insultó por atrasarme, si a eso le sumas que el muy idiota intentó besarme ya te puedes imaginar lo divertido que pasé… - dijo Shun cerrando los ojos y echando su cabeza para atrás

- Ohhh… lo siento, de saber eso hubieras venido con nosotros

- Nahhh… no puedo ser el tercero en discordia en sus salidas románticas

- Esa no era una salida romántica, hace una semana Ikky me llevó a cenar en un restaurante fantástico que tenía una pasta deliciosa y luego fuimos a una proyección de una de esas películas antiguas a blanco y negro en el parque, puedes creer que tu hermano llevó una manta y toda la cosa?, eso si fue todo romántico – dijo Seiya con una sonrisa recordando la noche, Ikky tenía detalles de ese tipo de vez en cuando, sabía decir que les hacía bien salir sin Ian y pasar tiempo solo los dos

- Yo quiero un hombre así… pero sabes qué?, ya se cual es el problema, tu estás casado con un hombre… en toda la extensión de la palabra, macho que se respeta, yo debo dejar de salir con niños y buscarme un hombre de a de veras, por ahí le tengo echado el ojo a uno, hay que ver si me resulta…

- Ikky es genial… y no solo por eso, solo míralo… nunca se molesta por Ian, le encanta cargarlo, bañarlo, cambiarlo, es un padre excelente además de todo, eso no lo esperé dado su carácter pero tu hermano es una bolsa de sorpresas, solo hay que saber tratarlo y es un sol

- Me alegro por ti, pero ya vez como estoy yo?, maldito Batman…

- Y que tiene que ver en esto Batman?

- Ese hombre… es sexy… pero muy mal repartido

- Cómo mal repartido? – Seiya recordó al actor en cuestión y a él le parecía que estaba muy pero muy bien

- No me lo repartieron para mi… - finalizó Shun en tono de queja haciendo reír a su cuñado

 

Shun y Seiya entraron riendo al salón y ocuparon sus lugares para continuar con la conversación, el almuerzo transcurrió tranquilamente, de vez en cuando Shion se lanzaba alguna indirecta bien directa en contra de Ikky que a recomendación de su esposo solo ignoraba a su padre y cambiaba la conversación, a Shion le molestaba el trabajo de Ikky, el hecho de que viviera tan lejos, que no lo visitaba lo suficiente, que Seiya estudiara en vez de quedarse en casa cuidando al niño, en fin… a Shion nada de lo que Ikky hiciera le parecía bien, esto siempre generaba tensión en las reuniones familiares, Ikky no lo entendía, con Shun su padre no era tan exigente y su hermano tenía una vida relativamente pacífica con el austero jefe de familia

 

Ian se quedó dormido después de almuerzo e Ikky lo subió a su antigua habitación para acostarlo, al hacerlo miró todas sus cosas con algo de nostalgia, cuando se casó y se llevó a Seiya no sacó ni un solo alfiler de su casa, ni su ropa siquiera, la discusión que había tenido con Shion fue muy muy agria y ahora el peliazul estaba un poco nostálgico, la verdad antes no le había puesto atención a sus antiguas posesiones pero ahora las miraba con detenimiento, fue hasta su escritorio y de uno de los cajones sacó un cuaderno, en el forro estaban varios papeles, cartas dobladas y bajo de esto una fotografía, en ella se veía a Hyoga que le sonreía todo pícaro y le mandaba un beso volado, Ikky sostuvo la fotografía y sonrió acariciándola, suspiró y la guardó en donde estaba, abrió sus otros cajones y encontró varios cuadernos y cosas que tenían apuntes, Ikky nunca tuvo un diario pero si había escrito varias cosas sobre Hyoga, esto no era extraño, se conocían desde que estaban ambos en la Universidad, el rubio era un año menor al peliazul pero se hicieron amigos en un bar de la Universidad y casi inmediatamente empezaron a salir, su relación siempre estuvo llena de altibajos, era bastante intensa y se la podía catalogar como tormentosa, ellos vivían peleando y discutiendo pero el carácter fresco y aventurero del rubio compensaba la seriedad de su pareja y a la final estuvieron juntos por casi 5 años, lo que duró sus carreras universitarias, si hubiera habido una apuesta todos aquellos que lo conocían hubieran apostado a que se casaría con Hyoga pero… nada resulta como uno lo planea

 

Cinco años… cinco años y una noche tres años después, Ikky cerró los ojos y suspiró… se sentó suavemente en la cama y se recostó cubriéndose la cara con las manos, aún no podía creer su suerte, nunca… nunca se había ido luego del trabajo a tomar tragos con sus compañeros de oficina, nunca lo había hecho y la noche que para su mala suerte decide hacerlo se tenía que encontrar precisamente con su ex en aquel bar…

 

Ikky estaba con sus compañeros de oficina, habían tenido una reunión que se extendió hasta las nueve de la noche y todos habían decidido ir a tomarse unos tragos, el peliazul jefe de oficina no estaba de ánimo, lo que quería ella llegar a casa, darse un baño y acostarse pero a la final lo convencieron y fueron a uno de los bares que solía frecuentar antes de casarse, la noche estuvo bastante entretenida y todo estaba bien hasta que Ikky levantó la mirada y se encontró con esos ojos celestes que por muchos años le quitaron el sueño, Ikky miró para esa esquina del bar con mas detenimiento y no podía creer lo que veía, Hyoga… era él realmente, el rubio al hacer contacto visual con el abogado sonrió y levantó su cerveza fingiendo un brindis, Ikky hizo lo mismo y luego de un momento de indecisión se levantó de la mesa de sus compañeros y fue para allá, solamente les dijo que había visto a un viejo amigo, Hyoga sonrió muy complacido al ver al peliazul acercarse a él

- Vaya vaya vaya… Ikky Takamura, no pensé que frecuentabas aún este bar – dijo el rubio recostándose en su asiento y mirando muy divertido al peliazul que se sentó en la silla del frente

- Hyoga Nara… pues no, no lo hago, hoy vine por accidente, pero que rayos haces aquí?, no que estabas por las Islas del Pacífico Sur o algo así?, he leído tus artículos de vez en cuando

- Ya fui, ya volví… he viajado mucho estos últimos años, y tu?, ya eres el abogado famoso que querías ser?, ese traje es una muy buena pista – Hyoga le sonreía de una manera muy sexy al abogado que sonreía también, esto era extraño a los ojos de sus compañeros de oficina, al imponente peliazul solo lo habían visto sonreír cuando estaba con su pequeño hijo o con su esposo

- Si… ahora soy jefe de sección, me va muy bien la verdad

- Y no es lo único… - Hyoga tomó la mano de Ikky y acarició su anillo de matrimonio – Así que… quién es el afortunado?, lo conozco?

- Pues si… lo conoces, recuerdas a Seiya?

- Seiya?... no… espera…, Seiya el amiguito de tu hermano menor?, ese Seiya?, no lo puedo creer… es en serio Ikky??? - Hyoga rió con ganas al enterarse de la noticia lo que le causó una gran molestia al peliazul

- Pues si… es en serio, por qué te sorprende tanto?

- La verdad… no me parece tu tipo, era un muchachito bastante simple si mal no recuerdo, enamorado perdidamente de ti… bueno… se le hizo… - Hyoga dio un sorbo a su cerveza muy complacido de haber hecho rabiar a su ex

- No… Seiya no es ningún muchachito simple

- Ya ya ya no te enojes, y cuándo te casaste? – el tono del rubio intentaba mantenerse fresco pero la noticia del matrimonio de Ikky no le gustó pero para nada, era lógico que el peliazul haya continuado con su vida

- Hace tres años mas o menos – respondió Ikky con una pequeña sonrisa

- Tres años?????, pero… ohhhh… y que fue?, niño o niña? – la impresión en los ojos celestes de Hyoga se notó a un par de millas de distancia, él nunca hubiera pensado que Ikky se hubiera comprometido en tan corto tiempo y en especial si hace tres años Seiya debía haber tenido 15 años pero ahí fue que lo comprendió todo, Ikky “tuvo que” casarse con ese muchachito si venía un hijo en camino

- Fue niño, se llama Ian  - confirmó el peliazul

- Y asumo que tienes fotos en tu billetera – esto lo dijo el rubio muy venenosamente

- Si las tengo pero no te las voy a enseñar, no has cambiado en nada Hyoga, que tengas una buena vida… - Ikky hizo moción de levantarse pero Hyoga lo tomó por el brazo y lo jaló haciendo que se siente nuevamente

- Lo siento… por favor… no te enojes, es solo que todo esto fue mucho para mi, yo la verdad pensé que estarías enredado con alguien pero no pensé que las cosas se dieran así

- Cómo lo hubieras sabido?, tu solo soltaste la bomba y huiste pero… sabes que?, ya no quiero hablar de eso, es historia pasada, yo tengo otra vida y tu también, mejor cuéntame de tu trabajo, trabajas en algo además de la revista de viajes?

- No, no es necesario, la revista paga bien y además de todo financia mis viajes, mi trabajo me lleva por todos lados, es genial

- Me alegro por ti, tu siempre quisiste viajar…

Ikky y Hyoga acabaron su cerveza y charlaban hablando de los antiguos amigos y de cómo estaban ellos, de conocidos en común y esas cosas, en eso estaban cuando Mysti, uno de los compañeros de oficina de Ikky se acercó a él con su saco

- Lo siento Ikky pero nosotros ya nos vamos, tu te quedas?

- Ohhhh… no… la verdad también debería irme, gracias – dijo el peliazul tomando su saco y poniéndose de pie para ponérselo – Hyoga este es Mysti, uno de los abogados con los que trabajo, Mysti, este es mi amigo Hyoga de la Universidad

- Mucho gusto, abogado también? – dijo el castaño estrechando la mano del rubio que meneó la cabeza y sonrió

- No… yo soy escritor, pero nos conocemos desde la universidad, ohhh tengo muchas historias para contarte Mysti, cosas que no creerías de tu serio amigo – el rubio sonreía todo pícaro haciendo reír a los dos abogados

- No te atrevas Hyoga, mientras mas personas sepan ese tipo de detalles de mi pasado a mas tendré que matar, tu te quedas? – el tono de Ikky era por demás fresco

- No… yo también debería irme, oye Ikky tu debes tener auto, me puedes acercar a mi hotel?

- Claro… vámonos…

- Ikky pagó la cuenta, todos sus compañeros igual salieron y en la puerta se despidieron, Hyoga se subió al auto de Ikky y arqueó una ceja, en verdad problemas de dinero su ex no parecía tener, el auto del abogado era uno de esos autos híbridos que tenía todas las últimas cosas electrónicas instaladas, Hyoga sonrió al ver la silla para el bebé en el asiento trasero

- Tu??, un auto hibrido??, que pasó con esa camioneta destartalada que tenías?

- Debe seguir en casa de mi padre, la verdad no se…

- Tu amabas esa camioneta

- Es solo un carro Hyoga y no lo amaba, solo pasaba horas de horas al día y por años arreglándolo, ya me cansé y me compré uno nuevo que no me da problemas

- Vaya… - Hyoga pensó que Ikky no hizo eso solo con su camioneta sino con su vida, se consiguió a alguien nuevo que no le da problemas, ese era Seiya…

- En que hotel estás?

- En aquel hotel del centro… te acuerdas?

- Claro que me acuerdo, por qué estas ahí? – Ikky se sorprendió, ellos solían frecuentar un hotel en el centro que era bastante económico pero rústico y cómodo, Hyoga vivía con su madre y su hermana e Ikky con su padre y su hermano, ellos necesitaban… privacidad, por lo que luego de clases o cuando salían en la noche solía quedarse en aquel hotelito para hacerse el amor hasta quedar exhaustos

- Nostalgia tal vez… - Hyoga se acomodó en el asiento del auto recostándose un poco y suspirando, Ikky lo miró con el rabo del ojo y sonrió, los años habían tratado muy bien al rubio que conservaba todo su atractivo y sus muy sensuales movimientos en el asiento mientras se “acomodaba” hacían que el abogado pierda concentración en la vía, cuando llegaron Ikky se parqueó pero no apagó el auto, Hyoga volteó su rostro y se zafó el cinturón de seguridad

- Ikky… no puedo creer que nos hayamos encontrado así, aún sigues sin creer en el destino?

- Si… aún no creo en él

- Pues deberías, yo creo que fue el destino el que nos juntó esta noche, sabes… yo… nunca quedé conforme con la manera en que las cosas quedaron entre nosotros, hay muchas cosas inconclusas, todo fue…

- Ya te dije que no quiero hablar de eso, ya no hay nada mas que decir, lo que pasó… pasó y ahora ya todo es diferente

- No… Ikky… yo… yo… - Hyoga no dijo nada mas y se lanzó a los brazos del peliazul y le plantó un muy pasional beso, Ikky trató de detener al rubio al inicio pero luego ya no pudo, Hyoga lo besaba con ansia y desesperación, con pasión… Ikky no había compartido un beso así en mucho tiempo y se dejó llevar lo que el rubio aprovechó para zafar los botones de la camisa del abogado y acariciar ese fuerte pecho que tantas veces en el pasado lo acunó, pero Ikky reaccionó cuando Hyoga trató de zafar su cinturón

- No… Hyoga no…

- Por qué?, tu me deseas y yo a ti, nos debemos esto no lo crees?, una ultima noche, para decirnos adiós como se debe, hasta estoy en nuestra antigua habitación, si ves por que digo que es el destino Ikky?

- Pero Hyoga…

- Pero nada… ya no pienses, tu piensas mucho, solo siente, siénteme… estoy que ardo y es por ti… solo por esta noche, vamos… hazme tuyo que yo quiero hacerte mío…  - Hyoga no hizo caso de las débiles protestas del abogado y lo besó con pasión una vez mas, aplastó el botón de apagado del auto y zafó el cinturón de seguridad de Ikky, se bajó del auto para quedarse de pie en la vereda esperando hasta que Ikky luego de un momento de indecisión mandó la prudencia al diablo y se bajó también, Hyoga sonrió y tomó su mano para entrar al hotel

 

En medio de apasionadas caricias entraron en la habitación de Hyoga que no perdió tiempo y fue desnudando al abogado mientras se lo comía a besos, Hyoga lanzó a Ikky a la cama y se sentó en sus caderas, el peliazul estrechaba a Hyoga a su cuerpo, tenía esa sensación tan familiar al tenerlo entre sus brazos y no podía esperar para hacerlo suyo por lo que en pocos minutos las ropas de ambos estaban en el piso mientras ellos en la cama estaban dedicados a darse placer como solían hacerlo hace mucho tiempo

 

Ikky no podía pensar en nada mientras poseía el cuerpo de Hyoga que se le entregaba como nunca antes lo había hecho, ambos gemían y se movían con cadencia sobre la cama que crujía ante el movimiento, los gemidos de Hyoga en su oreja nublaban sus sentidos, su cálido aliento lo llenaba, sus manos en su piel se sentían como fuego, la manera en que lo apretaba era absolutamente deliciosa por lo que Ikky no pudo resistirse a nada y ni siquiera sintió o se quejó cuando Hyoga arañaba su espalda hasta hacerlo sangrar, al final cambiaron varias veces de posición en la cama e hicieron el amor esa noche hasta quedar exhaustos

 

Ikky respiraba agitadamente mientras sostenía el sudoroso y cansado cuerpo de Hyoga que respiraba de la misma manera, esa noche había sido por demás intensa y ahora algo adoloridos pero plenamente satisfechos los amantes estaban acostados en la cama con la mirada en el techo, Hyoga pensaba que esta había sido la noche mas alucinante de su vida en cambio a Ikky le empezó a atacar su conciencia por lo que se levantó y se empezó a vestir

- A dónde crees que vas?, por qué no pides permiso de tu trabajo mañana y nos quedamos en la cama todo el día, tenemos mucho tiempo que recuperar no te parece? – el rubio seguía acostado en la cama, solo se había incorporado un poco y le sonreía al abogado que se vestía con prisas

- Hyoga no… yo… tengo que volver a casa – la sonrisa del rostro del rubio se borró, por un momento le pareció que el tiempo había retrocedido y estaban en ese hermoso tiempo en el que ellos eran pareja y estaban juntos otra vez, con nada que se interponga…

- Ohhh… lo olvidé…

- Pues que suerte tienes, esto… no debió pasar… lo siento Hyoga… me tengo que ir… - Ikky se puso el saco y tomó sus llaves, miraba por la habitación por si acaso algo se le estuviera olvidando lo que Hyoga aprovechó para ponerse de pie y desnudo se acercó a Ikky y lo abrazó, metió sus brazos por dentro del saco y rodeó la cintura del mayor, Ikky estaba muy incómodo ahora, solo podía pensar en Seiya y en lo que acababa de hacer

- No te estreses Ikky que lo disfrutaste y mucho, según yo… valió la pena no crees?

- No lo se… adiós Hyoga…

Ikky se zafó del agarre del rubio y salió de la habitación para recargarse en la puerta una vez que la había cerrado, suspiró y vio su reloj, eran las 11 y media, rayos!!!, qué le iba a decir a Seiya?

 

Ikky sintió unos cálidos labios posarse sobre los suyos y asustado abrió los ojos, dio un salto en la cama y su corazón latía con fuerza pero se tranquilizó al ver la expresión divertida de su esposo que lo miraba con una sonrisa

- Vine a ver por qué te me desapareciste, Ian te contagió el sueño? – Seiya estaba sentado al filito de la cama y hablaba en un susurro

- Yo creo que si… me dormí mucho rato?

- Una hora mas o menos, Shun ya se dio un round con tu papá por su salida de ayer y ahí están rabiando abajo

- Ohhh… mi ototo va a matar a mi papá

- Pues si… vaya… hace tiempo que no subía para acá… la verdad me sorprende que tu papá no haya puesto todas tus cosas en cartones en la cochera y haya hecho algo con esta habitación, me trae muchos recuerdos – Seiya miraba distraídamente la habitación y sonreía, esa fue la habitación en la que todo había empezado, donde empezó su relación con el que ahora era su esposo, donde perdió su virginidad, donde en verdad se enamoró…

- Pues si…  - Ikky suspiró y entrelazó sus dedos con los de Seiya

- Ian fue concebido aquí, me parece gracioso verlo ahora dormido en la misma cama – el castaño acarició la cabecita de su hijo que ni se movió

- Oye… ven acá… - Ikky jaló a Seiya que se agachó y lo volvió a besar, Ikky se hizo a un lado en la cama cuidando de no tocar a Ian para no despertarlo y atrajo a su esposo que para mayor comodidad se acomodó sobre Ikky sin dejarlo de besar, el mayor se incorporó en la cama con Seiya y ahora dejó sus labios para reclamar su cuello, lo tomó de la cintura y en un rápido movimiento cambiaron de posiciones quedando el menor recostado sobre su espalda con Ikky entre sus piernas

- Cuidado con Ian… - dijo Seiya volteándose a ver a su bebé que ni se mosqueó

- A ese no lo despierta ni un tren… - respondió el peliazul volviendo a buscar los labios de su esposo y colando sus manos dentro de la camiseta de Seiya para acariciar directamente su pecho, el castaño rodeó la cintura de su pareja con las piernas y enredó sus dedos en los azules cabellos, a Seiya le parecía excitante que en cualquier momento alguien les abriera la puerta y los cachara en los romances pero eso no impidió que la pareja se entregara a muy profundos besos y caricias

 

- No me digan que están buscando el segundo? – dijo Shun parado en la puerta de la habitación de su hermano con los brazos cruzados y una sonrisa toda pícara

- Quieres ser testigo del momento de la concepción? – respondió Ikky volteándose un poco, Seiya todo avergonzado se incorporó en la cama e Ikky hizo lo mismo

- Otro día tal vez… papá está preguntando por ti, como me imaginé que en algo de esto estaban yo mismo vine a buscarlos, al contrario de lo que parece no quiero que papá se infarte

- Ajá…

- Te espero abajo…

Ikky meneó la cabeza y jaló a Seiya volviendo a recostarlo en la cama para continuar en lo que se quedaron pero el joven castaño se revolvía algo inseguro

- Y si tu papá sube?

- Tu crees que eso cambia el rumbo de mi vida?, además… yo quiero hacer el amor contigo en esta habitación, en esta cama, en este momento… tu no quieres? – el peliazul retomó sus besos en el cuello y caricias en los costados de su esposo, hizo que vuelva a rodearle la cintura con las piernas y ambos movían las caderas en anticipación

- Mmmm… Ikky… Ikky… - Seiya cerró los ojos y se rindió a los deseos de su esposo, hasta que escucharon el grito de Shion desde la planta baja llamando a su hijo mayor, el peliazul suspiró y besó suavemente a Seiya en los labios antes de levantarse, acomodarse la ropa  e ir a ver para que lo llamaba su padre, bajó las escaleras y le dio una mirada asesina a Shun que le sonrió señaló el estudio, el peliazul abrió la puerta de mala gana para ver a Shion doblando el periódico para guardarlo pero cuando el mayor se dio cuenta de su presencia lo miró severamente

- Qué pasa papá?

- Hijo tenemos que hablar muy seriamente

- De qué?

- De tu amante…

 

Notas finales:

Notas

1.- A mi me encanta Batman y la última pelícual me pareció fantástica, por ende a Ikky también, a él le encanta Batman y colecciona los muñequitos y básicamente todo lo de Batman que ve

2.- En mi país hay salas VIP en las salas de cine, en estas salas los sillones son reclinables, te pasan las palomitas y las bebidas al asiento, te dan cojines y cobijas o lo que quieras, entonces Ikky, macho que se respeta, lleva a su esposo a las salas VIP (no se puede esperar menos del poderoso Fénix

3.- Espero que les haya gustado el capítulo, aquí yo quise dar a notar que Ikky es un muy buen esposo y padre, Seiya lo ama y ellos se llevan bien, no era que su matrimonio tenía problemas y Hyoga llegó justo a tiempo, no... 

Muchas gracias por leer y comentar, nos vemos el miercoles en el capitulo nuevo, cuidense mucho, saludos, bye


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