Sus sollozos se oyeron toda la noche, no pudo hacer nada mas, solo se quedo allí, suspirando, besando los labios de aquel que solo le hirió, no supo en qué momento el sueño le tomo, había terminado apoyando la cabeza en el costado bueno del anbu , trato de no sentir nervios al apoyarse pero no pudo evitarlo, sentía pavor de lastimar la herida de…su anbu.
¿Acaso eso era amor?, ya no lo entendía, estaba fuera de sus límites, temía miedo, mucho más del que podría mostrar, ¿también amaba a kakashi?, ¿amaba a dos personas?, ¿amaba a un maldito violador?..., mientras las ultimas lagrimas se perdían en sus ojos, el cansancio lo sumió en el profundo y largo sueño, unos tenues rayos de sol le golpeaban en la cara, movió su rostro incomodo al tener la luz del sol sobre su rostro, sus ojos se entre abrían, sentía algo cálido sobre si, se movió un poco y se percato de la manta que estaba sobre su cuerpo, busco con la vista al anbu…de un impulso se trato de parar pero débilmente había levantado los brazos, sentía un poco de pánico pues no encontraba al malherido anbu, no había nadie y el estaba recostado en el sofá, se paro y en su intento se precipito en el suelo, las piernas no se le movían, el cansancio aun hacia peso en el, su respirar era débil y en cierto momento creía que se iba a desmayar.
-¿D…donde?-con la voz quebradiza trato de llamar inútilmente a nadie.
Cuando pudo pararse solo logro encontrar rastros de sangre en el piso, trago saliva con estupefacción, sus sentidos se veían nublados.
-n…no le puedo querer-su semblante se enfrió al notarse solo en la habitación.
-no…quiero traicionar mi amor…-se sentía como una estúpida colegiala, no podía elegir, no podía sentirse seguro, ¡maldita sea!, grito para sus adentros frustrado.
Decidió salirse de la torre antes de que alguien le viera, llego a su casa y mando volando la capa de hogake que estaba cubierta de sangre, se limpio el rostro, mantenía unas ojeras que parecían llevarle costumbre, seguía ahí enfrente del lavabo cuando un súbito ruido le hizo levantar la mirada, la puerta de su casa estaba siendo tocada por un visitante.
-mmm…-se fue secando la cara en el trayecto, ya no quería tener el rastro de sus ojos llorosos, ayer simplemente no pudo contenerse…fue débil, decidió protegerle antes de dañarle, y, esas palabras…
-porque yo…te, no, no quiero que me odies, no quiero que sepas quien soy y que…y que me alejes de ti, no quiero perderte…por favor…-
-perdón…te…te lo prometo, perdóname por favor-
Aquellas palabras que parecían tan solo las promesas crueles de un vil amante, un suspiro palpable salió de sus labios, abrió la puerta.
-Obito…-levanto la mirada quitándose la toalla de la vista, una media sonrisa se formo en sus labios, no podía negárselas a él.
-Hola Kakashi-saludo casi con la voz débil, el peli plata lo noto pero decidió no cuestionarlo.
-vine a ver como estabas-aclaro el más alto, Obito asintió sin mucho problema, el Hatake era más que bienvenido en su hogar, le dejo paso, kakashi cruzo la puerta y Obito la cerro, deseaba descansar más que nada pero en ese mismo instante también quería distraerse, despejar la mente.
-creo que eso debía decirlo yo…-murmuro al ver el brazo del otro que aun estaba vendado, kakashi se bajo la máscara dándole una media sonrisa conciliadora.
-no digas eso cuando has estado actuado tan raro, ¿acaso crees que soy idiota para no pillarlo?-le dijo claro y sin tapujos, Obito se paró de golpe mirándolo confundido, ¿Qué sabia...acaso?, no…, no era eso, frunció la ceja molesto, ¡¿acaso kakashi no lo notaba?!, deseaba protegerle por el amor que tanto le tenía y el muy…, no, no debía culparle, el mismo tenía la culpa, nunca le dijo nada acerca del anbu y kakashi tenía motivos para estar así de molesto con él.
De sus labios solo quería salir la verdad anhelada, ¡decirle todo de una maldita vez!, ¡no quería tener conflictos con el peli plata pero…! ¿Era correcto?
¿Debía decirle que su cuerpo fue violado y ultrajado?, ¿Qué sus ilusiones se fueron al caño y que el aun tenia sentimientos encontrados?, ¿Qué antes y aun ahora le amaba como niño?, que estupidez…
-¿pillar que…?-dijo con la voz corta y ronca.
El peli plata le miro con profundidad, serio, frio…cruel.
-¡para el cuento ya!-grito cabreado el peli plata, Obito ladeo el rostro, ¿Qué debía hacer?
-¿me lo explicas?-dijo con toda la calma del mundo, hasta los santos lo envidiarían por no explotar en aquella incómoda situación, se acomodo el sofá, kakashi se mantenía parado mientras sus labios formaban una línea…sus ojos estaban afilados a él y el uchiha solo sentía dagas al verse en esos ojos, ¿Qué quería con ello…?
-vasta Obito…vine para que me dijeras que mierda te traes; estoy cansado…harto de saber que no confías en mi, todos estos meses has actuado de un modo infantil y estúpido, ¿crees que no lo note?, tratas de alejarte, estas paranoico y varias veces ya has caído en depresión…-
-vaya…que inteligente me saliste-menciono sarcástico, quería cambiar de tema pero sabía que si lo hacía abruptamente el Hatake sospecharía.
-dímelo…-exigió.
-¿decir que…?-alargo la charla, no podía evitarlo, tenía que hacerlo, no quería que el Hatake lo odiara, no deseaba decirle que lo amaba porque tenía miedo de perderle, de que le rechazara, vaya cobarde poco hombre, se dijo así mismo, no podía defenderse y quería hacerlo con quien robo su corazón, vaya bobo, sus ojos se agolparon de tibias lagrimas, al parecer aun le sobraban…
-Kakashi…no te entiendo…-murmuro bajando la cabeza y limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano-¿sabes…? Yo, yo…, no necesito tu ayuda, estoy bien así, no me ha sucedido nada a pesar de ello yo…-apretó sus puños, no era bueno mentir de esa manera.
-…-
Levanto la mirada un poco contrariado, abrió sus ojos y le dedico la más dulce sonrisa al mayor-gracias por preocuparte-
El mayor tembló en ira, cogió de golpe a Obito mientras lo jalaba del cuello de la camisa de manga larga que ahora tenía puesta, lo sujeto y de un fuerte golpe lo tumbo contra la pared, Obito jadeo adolorido.
-¡¿kakashi?!-
-no…, eres tu el que no quiere entender…huyes y huyes, ¿Quién te hirió para que lo hicieras? solo quiero saber su nombre, no permitiré que te siga lastimando de esa manera-dijo completamente serio, al parecer se percato de todo, las marcas…la paranoia, era ingenuo al creer que él y rin no harían problema de su deplorable condición.
-¡maldición, suéltame, vete!-dijo ya a punto de estallar, su corazón galopaba con fuerza por la cercanía del mayor, se sentía inseguro, deseaba aquellos brazos para que le protegieran pero sabía que si se lo pedía…, si daba rastro de lo que deseaba el peli plata huiría.
-¡dímelo!-aprisionó a Obito contra la pared, le sujeto de ambas muñecas con su mano buena, Obito se retorcía incomodo, el Hatake se precipito contra el poniendo una de sus piernas en medio de las de Obito, el pelinegro se sobresalto con esa acción.
-¡¿Qué mierda haces?!-
-¡escúpelo ya…!-ambos estaban agitados, el uchiha trataba de alejarlo, empujarlo, solo deseaba que se fuera, que huyera de la maldita amenaza que podría correr, sus respirares agitados chocaban contra sus bocas, Obito miraba para todos lados excepto para donde kakashi, un temblor le recorrió el cuerpo…parecía familiar y lejana en aquel momento.
-¡mírame!-grito llamando la atención del menor que cabizbajo lo hizo sin notar cuán lejos iban a llegar.
-no quiero que alguien te lastime…solo…mírame-sus miradas se encontraron en un choque electrizante, los congelo por unos segundos en cuanto pudo notarlo solo acaricio los labios de kakashi contra los suyo.
-t…te quiero…-dijo llorando entre cortadamente.
Lo había sostenido contra su cuerpo mientras acariciaba esos labios y de un momento a otro el uchiha se dejo caer inconsciente entre sus brazos, tal vez por el dolor de cuerpo y la falta de sueño que tenia, kakashi se quedo mudo, ido, congelado…,un ligero rubor se posicionaba en sus mejillas, cargo al uchiha y lo recostó en el sofá, no podía decir que estaba confundido, tal vez al contrario…sus sentimientos se veían alegrados por tan pequeñas y sentidas palabras, pero aun así no sabía que decir o hacer…errores por aquí errores por allá.
-perdóname Obito-acaricio esos suaves cabellos en su mano, se acerco al rostro del Hokage y con sutileza deposito un beso en la frente del menor.
Los rayos de sol le golpeaban la cara, gimió molesto mientras ladeaba el rostro tratando de esquivar la tonta iluminación, seguía con sueño, quería reponerse lo mejor que podía, suspiro bajo y tallo sus ojos un poco para quitarse esa pesadez, poco a poco su mente iba recordando lo que sucedió, se quedo varios minutos en ese tranquilo silencio cuando de la nada.
-Buen día Hokage-sama-murmuro esa voz tan conocida a sus oídos, el temblor le recorrió el cuerpo, casi, casi…se cae del sofá al ver al susodicho.
Ladeo su rostro para ambos lados inspeccionando y notando que el Hatake no estaba ahí para su alivio.
-¿Qué rayos haces aquí?-dijo con su típico tono de reproche…parecía no tomar en cuenta las condiciones por las que paso casi en el mismo día.
-Solo quise saludarle…-menciono sin mucho interés, se veía sereno, parecía estar mejor de lo que esperaba.
Obito le hizo una seña para que se acercara, el mayor lo hizo y al estar enfrente de Obito lo observo, Obito hizo lo mismo, lo inspecciono lo más calmado que pudo, ya no había sangre, ya no había heridas, ya no sentía la necesidad de protegerle así que.
-¡tu…eres un bastardo!-el anbu no lo midió, ni siquiera pensó que Obito se le pudiera abalanzar con ansias tan salvajez, no trato de quitarle la máscara que cubría su rostro aun así el anbu se cubrió esa parte por si al menor le daba la gana de arranchársela, mas el uchiha le asesto un duro golpe en el estomago que por poco y le hace escupir sangre.
Al verse así de agitados ambos se separaron, Obito se paro molesto, bien, se las había cobrado a su modo.
-si por lo visto ya estas fuera de peligro-dijo mas para el que para el anbu que lo miro expectante mientras jadeaba ahogadamente por el certero y duro golpe, Obito le había dado en un lugar susceptible pero sabía que no debía reclamar, no era debido.
-¿Por qué estas en mi casa?-no tenia humor para nada, hubiera preferido ver al anbu lejos por ahora, ¡beso a kakashi!, si, algo muy simple para pocos pero para él la muerte segura, ¡el juicio final!, ¡el Armagedón! Como quiera que quisieran llamarlo, su fin, eso era todo.
El-fin-de-su-mundo.
-creí que estarías descansado, no es propicio que vengas en las condiciones que estabas anteayer-dijo preocupado en cierto modo sin mostrarlo.
-vaya…y lo dices luego de asestarme un golpe, que dulce-menciono sarcástico desde el piso.
-no sé cómo te las veas tu pero me harte de llorar…llorar por alguien como tú que no vale ni mi pena…-apretó sus labios, y se dio vuelta, se sentía contrariado, salvo al anbu por algo más que humanismo y beso a kakashi por amor, ¡¿acaso querían volverle loco?!, tirarse un tiro en la cabeza le sonaba atrayente para esos momentos, librarse de uno y librarse de otro, par de torturadores, con el primero lidiaba en una situación un tanto psicótica-sexual y con el otro era amor-no-correspondido, hablando de ello…kakashi no dejo ni rastro de su visita, agacho la mirada decepcionad, y ahora debía explicarle que todo era un malentendido para que no perdiesen su amistad, ojala kakashi le creyere aunque en el fondo deseaba que esa mentira ni se la tragase…para que este le volviera a abrazar con la misma fuerza de su primer beso.
Soy un idiota cursi…y técnicamente no era mi primer beso así que…bien, debía de parar en ello, ¿A dónde llegaría si se volvía loco antes de tiempo?, ¿era hora de poner fin a todo o cambiarse de país y buscar otra identidad como la Pepito de los palotes?...mierda.
Y la riña seguía en su interior, no quería mostrarse ante kakashi, se sentiría vulnerable y lloraría a mares por decirle adiós y por lo que el Hatake dijera, mucho para su pobre corazón.
Los brazos del anbu lo atrajeron por la espalda, dejo que le jalara hasta el sofá, el anbu coloco al menor sobre sus piernas, Obito le esquivo la mirada, se sentía avergonzado.
-¿y tus heridas?-dijo colando su mano por la ropa del anbu para ver si no portaba heridas, el mayor se estremeció con ligereza pues aun estaba un poco sensible.
-tú me las curaste, ¿Qué no recuerdas?-menciono el anbu entrelazando sus dedos con los de Obito mientras solo levantaba su máscara un poco para poder apresar sus labios con los del Uchiha que lo rechazaron.
-mgn..nom..Nn-suspiro un poco cuando sus labios fueron besados.
Hubiera no querido borrar nunca de sus labios el rastro que dejo el peli plata pero eso no importaba para el anbu pues este no se había percatado de que antes de su llegada el peli plata estaba con Obito.
-…bastardo…¿ya te sientes mejor?-dijo mientras intentaba quitarse al anbu de encima, parecía su costumbre de pareja, el mayor le buscaba y el huía, a gritos, pataletas y chilladoras mortales….o en su mejor caso iba suspirando luego de una buena sesión de sexo como parecía que quería hacer el mayor con él en ese momento pues, había empezado a acariciarle.
-¡no comiences!-grito arisco, el mayor sonrió de lado y poso sus labios sobre el cuello del menor.
-lo que digas-dijo obediente, mientras pasaba sus manos por el pecho del otro abrazándolo con fuerza-solo quería permanecer así contigo…por lo que hiciste por mi-Obito enrojeció un poco por esas palabras.
-s…solo olvídalo-menciono bajo mientras escondí su rostro en el cuello del otro, había empezado a tener sueño de nuevo.
-descansa-murmuro el otro antes de besarle.