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...Mi querido hokage... por aoi nicole

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Notas del capitulo:

Un saludo a toda la gente bella que lee mis fics, los amo, ( lanzar besos)

espero q comenten y les guste el capi¡¡

un saludito a Gabriel-chan y a Uzumaki-Babi, ¡¡feliz cumple!!, disculpa por decirtelo atrazado :3 gracias por leer mi fic

Sentía los besos sobre su nuca, su hombro…bajando más, por la curva de su espalda, mientras las corrientes eléctricas en su cuerpo le erizaban, le hacían suspirar y jadear fuertemente, con suerte a esas horas no había nadie que le escuchase, sentía el ir y venir de aquel miembro en su interior, chocando contra sus nalgas, produciendo ese sonido erótico que a el mismo le excitaba, como el glande húmedo del mayor se acariciaba contra su entrada, con ese suave color sonrosado, precioso para el que le tomase.

-Hokage..¡mhp…!-una sonrisa lasciva se surcaba en su rostro, respiraba con agitación sobre el cuello de Obito, lamiéndole el lóbulo de la oreja, haciendo que las piernas del azabache casi se desvanecieran, el pobre pelinegro apenas se podía parar correctamente contra la mesa, su miembro tenia ese color dulce a la vista junto con unas suaves gotitas de semen derramándose por sobre su glande mientras se escurría y manchaba el piso...,¡ Dios solo quería correrse!, sus manos eran estrujadas por las contrarias, fuertemente.

-¡Ah!-volvió a gemir sintiendo el suave contacto atrás de su cuerpo, las manos del anbu fueron recorriendo  sus muslos, su cadera, sus piernas y su vientre bajo, Obito sentía ese cosquilleo incesante en su miembro…

-¡vasta…por favor..ahn!-sus suspiros solo chocaban contra  la mesa en la que estaba acomodado, el mayor fue hundiendo lentamente su miembro  en aquella cálida entrada, lo hacia a fondo y con suavidad para que el otro le sintiera por completo.

Obito abrió sus ojos grandemente, aunque con pesar ya que no podía ver, siempre tenia que llevar esa venda en sus ojos, para evadir a toda costa un dilema entre ambos.

Se lamio los labios al sentir el contorno del otro sobre su cuerpo, sus pieles en completo contacto con el sudor fluyendo a través de ellos.

-¿Te gusta Obito?-saco su glande empapado por sus propios fluidos, era ya quinta vez que lo hacían, ya no sabia cuanto aguante más tendría, el anbu bastardo le había colocado un anillo en su pene que le impedía correrse a gusto, se había contenido desde la cuarta vez y eso era demasiado para el.

Sentir como sus entrañas eran separadas por ese imponente miembro, palpitante, hinchado, y como el semen del anbu se escurría por sus muslos, lo seguro era que el piso ya estuviera empapado…y cuando sentía aquella espesa sustancia dentro de el solo quería, solo quería eyacular, su miembro le pedía a gritos ser tocado, aun así el incesante placer le llenaba con cada nueva estocada, ya no hacia fuerzas en contra, por lo contrario, su pelvis se movía acompasada contra el cuerpo, el miembro del otro entraba con complacencia en su cuerpo, sus gemidos ahora débiles eran escuchados por el contrario que besaba su cuello, dejando pequeñas marcas, claras ante la vista de cualquiera, las mejillas de menor estaban completamente rojas, y sus labios…sus labios pedían ser besados, Obito se omitía de decirlo pero quería ser besado, ya no podía con ese maldito calor que le recorría el cuerpo, con ese inmenso placer.

Y como si fuera escuchado el contrario le tomo de las piernas y salió de el, Obito se sobresalto al ser acomodado boca arriba sobre la mesa, con las piernas completamente abiertas con esa espectacular vista, de su pecho subiendo y bajando, con esos pezones rosados cubiertos por el sudor de su piel, dejando a la vista ese hermoso culito, respingado, como pidiendo por más.

Y solo por aquella vez deseaba como nunca gemir y terminar de correrse.

Olvidarse de todo, de la decencia, del dolor, de su…

Kakashi.

Los ojos se le cubrieron de lágrimas, casi por inercia, pero se le fue en blanco el recuerdo de Kakashi cuando sus labios fueron acariciados, su miembro palpito contra el formado abdomen del otro, haciendo un beso llevadero, sensual y casual a la vez, probando sus salivas, levantando sus caderas y rozando incesantemente esa erección contra sus nalgas.

-ya..ya…-sollozo agobiado por el éxtasis-quiero correrme-fue casi como una exigencia de su voz, el anbu lo comprendió, encajo su miembro nuevamente haciendo que Obito arqueara su espalda, sus labios se trazaron unos contra otros, mordiéndose en el acto, suspirando, más y más.

El penetre y des penetre lo volvió loco, junto con el cálido sabor de su boca con esa saliva, el anbu contorneaba su vientre presionándole el miembro cada vez que entraba y salía de el, Obito sollozaba, no por dolor sino por placer, el anbu cada vez estaba más cerca de su limite, apunto de volver a eyacular en su entrada, y el lo sabia, fuertes y certeras las penetraciones tocaban ese punto en el Uchiha en el que este solo podía ahogar mas gemidos de placer.

Y así sin más continuaron hasta que el anbu eyaculo, lo lleno nuevamente a fondo, aquel espeso semen se desbordaba por los espacios que había entre el miembro del contrario y la entrada del menor, las piernas de Obito temblaban, sentía que podía correrse pero no…,estaba ahí, en la punta de su miembro sin estallar.

-uhm…uhm…-el anbu le beso, casi de manera amorosa, sus mejillas se encendieron al creer en esa posibilidad, torpemente llevo el beso como si fuera un primerizo, jadeante, sofocado, el anbu fue frotando sus dedos con esa suave piel de su glande, apretando su miembro continuamente mientras le quitaba el tan fastidioso anillo, su miembro palpito con fuerza, casi como si estuviera vivo, pero no soltó todo el semen que debía, apenas eran gotas…y eso se hizo notar ante el mayor, había un problema ahí, sonrió malicioso sin que Obito pudiera verle.

Obito ahogaba llanto fuertemente mientras se mordía el labio, no quería masturbarse enfrente del otro eso era…

-¡¡aaaAAHH!!!-chillo hincando sus uñas en el cabello revuelto del otro. Jalándolo, tratando de disipar esa carga de lujuria.

-no te contengas…-susurro besando y chupando  la punta expuesta de su glande, Obito suspiro entrecortadamente  dejándose llevar, las lamidas del otro bajaban y subían por su pene erecto, el anbu sabia como tenerlo, sentía los estragos de las corridas del otro en su cuerpo, con el cansancio y sueño de añadidura.

Sentía como el anbu le succionaba, como queriendo recibir toda su descarga, todo el dulce néctar que Obito quisiera darle, pero el menor era arisco, se sentía avergonzado de aquello, de la reverenda mamada que le daba el otro y como su lengua absorbía y mordía de esa manera suculenta su pene.

-por…favor…ya no…-lloro, movió su pelvis apenas un poco, el contrario seguía chupando y acariciando sus testículos, dando apretoncitos, haciéndolo vibrar.

Y de golpe el espeso y cálido liquido del Uchiha lleno la garganta del otro, oyó los gemidos placenteros de Obito, demasiado sexis para su gusto, aquel uchiha tan enteramente  sensual… no debía gemir para nadie más que no fuera él, para su sorpresa tuvo que tragarse todo el semen del menor, tocio apenas un poco pues Obito no se había corrido una pequeñez…, al contrario le había literalmente llenado la garganta.

-¿Tan rápido?-dijo de manera burlesca, como queriendo herir el orgullo del menor mientras se saboreaba los labios con la lengua

-¡tú! ¡…tú pedazo de  ahhn…!-se avergonzó por ese gemido naciente de su boca, ¡es que el otro le metió mano!, ¿Cómo no quería que se corriese de esa forma  cuando lo había tenido aguantándose desde el último round?-¡Idiota…!-le dio un fuerte jalón a los cabellos del otro, aun podía sentirlos en sus dedos, suaves.

-¡vasta me dejaras calvo!-lo sujeto de las muñecas el otro.

-¡todo es tu cul…!-pero la palabra murió en sus labios cuando estos fueron sellados por los del otro callándole, el adormecimiento le lleno el cuerpo a más de ese delicioso placer que le recorría toda la parte baja de su cuerpo, sus muslos, su ano lleno del néctar del otro y su pene, se había corrido un montón comparado…a las otras veces en que lo hacían y su cuerpo sin dudarlo cayó presa del sueño en medio de ese sabroso beso.

 

Cuando se hubo despertado sentía el cuerpo pesadísimo, su respirar era suave y sentía las manos del contrario en su piel, no acariciándolo para su alivio, seguramente si lo hacían otra vez el estaría completamente inconsciente y exhausto.

 Sentía sus manos…limpiándolo, limpiando su cuerpo, con lo que podría asegurar era una toalla húmeda, una de las manos del anbu se coló  por sus muslos limpiando el significativo rastro de semen que había allí, se dejo hacer y hasta cambiar de ropa, sus ojos no detectaban con claridad en donde se encontraban hasta que noto uno de sus cuadros de graduación en la mesa de noche, estaban en su cuarto.

Cuando las cobijas le cubrieron el cuerpo supo que el otro se iría pero no fue así, al contrario sintió como el anbu se colaba por debajo de las cobijas, las manos del anbu lo atrajeron hacia el con suavidad,  sus mejillas se encendieron  al notar como un suave beso era depositado sobre su frente.

-Buenas noches…Obito-susurro el otro, el menor no sabía qué hacer, su corazón palpito con fuerza, el respirar se le volvió corto, porque sentía que  el anbu le decía eso con tanto cariño, ante ese pensamiento solo pudo abrumarse un poco, ¿se estaba enamorando…?

Quiso levantar el rostro y contemplar al contrario…pero, aquel ambiente tan intimo solo se lo impidió.

 

Al despertar se encontraba solo nuevamente, ese deje de vacio le lleno, suspiro al no poder levantarse como se debía de la cama, un liquido resbalo por entre sus muslos, se estremeció al saber de qué se trataba.

Cuando se arreglo decentemente salió hacia su trabajo, caminaba lento ya que las piernas para ese momento no le servían de nada, mucho menos la cadera.

El uchiha llego un poco cansado al trabajo, ya era natural verle de mal humor en las mañanas, había empezado a cambiar de estado de ánimo desde que los días se hacían largo  y las noches eran eternas, sesiones de sexo, por supuesto.

No quería sentirse incomodo pero no puedo evitar sentir las miradas de los otros sobre él, era natural…no podía cerrar las piernas correctamente, saludo buenamente a los que pudo, llego a su puesto y como era de costumbre Rin llego después de unos pocos minutos.

-Buenos días Obito-le sonrió la castaña, él le miro con una mirada un poco apaciguan te.

-Buenas Rin-se sentó como pudo en su puesto, ya ni siquiera podía hacer eso, era molesto, maldijo al anbu entre dientes sin que la castaña lo notara.

-Bien…-empezó a hablar Rin- hoy tenemos varias actividades en la agenda, la apertura del nuevo hospital y otra academia Elite de los Uchiha…-Obito sonrió al oír eso, estaría muerto de cansancio pero valía la pena ir a esos eventos.

-y…más papeleo-reviso un poco frustrada la muchacha, era una carga fuerte para el Uchiha, ella lo sabía, siempre trataba de alivianarle un poco el peso del trabajo pero siempre era lo mismo, Obito terminaba el trabajo hasta altas horas de la noche y llegaba completamente desanimado en la mañana.

-creo que mañana tenemos…un viaje, solo me falta confirmar algo, Debemos ir de nuevo al país de la lluvia, al parecer necesitan refuerzos…-

-¿paso algo malo?-Obito se preocupo notablemente ante eso, Rin asintió con pesar.

-lastimosamente si, Yuu ha empezado a recibir amenazas de ninjas infiltrados y al parecer se a incrementado la violencia allá, el quería saber si podrías ayudarlo con un grupo de reconocimiento que podría localizar a los infiltrados-el Uchiha se froto las sienes frustrado, eso no sonaba bien.

-dile que yo mismo lo ayudare, también que mandara a un grupo de la Elite Uchiha para que rastreen a esos ninjas, Fugaku-kun se hará cargo de eso…-tocio un poco-¿algo más?-la castaña chequeo la agenda nuevamente-mnn…el Kazekage  de la aldea de la Arena te ha invitado a pasar los festivales allí, espera tu confirmación y también unas nuevas alianzas comerciales  que quiere tratar contigo-aclaro.

-Bien…-empezó a sacar unos documentos Rin se acerco al menor pero noto algo curioso en el piso.

-¿regaste leche?-a Obito casi se le van todos los colores de la cara, parpadeo confundido.

-¡¿Qué?!-le miro un poco nervioso, Rin suspiro y señalo el piso junto a Obito…

-¡¡mierda!! Soy un idiota, ¡no!, ese bastardo es el idiota-

Se puso un poco rojo al notar la leche…Rin tenía un pañuelo a mano y quiso arrodillarse a limpiarlo pero Obito se sobresalto y la sujeto de las muñecas.

 

-¡¡No lo hagas!!, yo lo hare…-le miro un poco alterado, parecía que hasta transpiraba.

-¿seguro?, está un poco grande…-noto.

-déjalo…-casi, casi tartamudeo- yo lo hago, después de todo yo lo manche ¿no?-enrojeció más al recordar la razón de la pinche leche.

-si tu lo dices-se levanto y salió respectivamente a su puesto, cuando lo hizo Obito solo pudo dar un suspiro prolongado.

-ah…-miro avergonzado la mancha.

 

Estaba tan ocupado en el ajetreo del trabajo que no noto la presencia de algunos shinobis hasta que sintió la presencia de Kakashi, el corazón se le detuvo en el acto, Rin iba enfrente de el al pasar junto a los shinobis, el menor  quería ladear el rostro pero no podía, y sus palabras y sus gestos le sacudieron abruptamente.

Yo…yo había besado a kakashi y…

Había delatado con esa acción todos los sentimientos que le tenía, el peli plata ya lo debía saber, sudo frio al pasar rozando su brazo con el contrario, el regreso la vista apenas un poco pero kakashi ni siquiera deseaba verlo, tenía una mirada completamente  fría que dejo al Uchiha confundido, ¿a-acaso le había dado asco su beso?, la última vez que lo vio ni siquiera había podido explicarle su situación, y  todo por lo cual el se había enamorado del peli plata, se sentía tan ofuscado en ese sentido, y muchas más triste al notar que kakashi le evadía a cualquier costo.

Cuando tuvo que ir al hospital para inaugurarlo, volvió a notar la presencia de los shinobis, muchas personas venían a felicitarle, el solo sonrió de lado y dijo.

-yo solo eh visto las necesidades de mi pueblo, ustedes mismo lo han cumplido-y eso para el era verdad, el solo aprobaba las cosas y hacia las cuestiones del papeleo, decidió romper el hielo de una vez y acercarse a kakashi que le daba la espalda en ese momento.

Le toco el hombro, el peli plata suspiro al saber de quién se trataba, se dio vuelta molesto, con el seño levemente fruncido.

Obito aun se preguntaba si la razón de ese enojo era la confesión que le había entregado hace unos días al peli plata.

Pero es que su corazón simplemente no había podido guardar esas palabras que por tanto tiempo quisieron escapar de sus labios.

Porque aun que pasase lo que pasase ese estúpido enamoramiento que sentía por kakashi no se iba, porque ante sus ojos el peli plata brillaba con fuerza, porque kakashi había sabido hacerse su lugar en el corazón del menor desde un inicio, con sus molestas acciones para con el pelinegro, los apodos idiotas…y a pesar de eso, las acciones tiernas que trataba de tener con él, cuando eran más jóvenes y hasta ahora, como la preocupación que mostraba en su mirada y el interés que le prestaba, le quería, le amaba aun, y mucho.

 

-Hola, Hatake-san- sus miradas se encontraron un poco perplejas, confusas en sus sentimientos.

-Hola, Hokage-sama-dijo con la voz enronquecida el mayor, la piel del menor se erizo por completo, por un momento creyó haber oído en la voz de kakashi a…, a ese…, no eso no podía ser, el no podía ni imaginarse que kakashi…

-¿Obito te encuentras bien?-acerco su rostro enmascarado al del menor, este se sobresalto al notar la cercanía.

-¡¡Si!!, ¿Por qué no abría de estarlo?-se exalto y rio bobamente para distraerlo, kakashi volvió a fruncir las cejas.

-¿en serio?-lo tomo del brazo casi arrastrando ante la  presencia de muchos que veían entre graciosos y atemorizados eso, pues no dudaban en decir que kakashi estaba molesto, un aura negra le perseguía por completo mientras casi jaloneaba a Obito de la ropa, sus más allegados amigos solo saltaban carcajadas a más no poder con eso, les recordaba mucho a su niñez con el par de chicos, Rin sonrió nostálgica mientras miraba eso, mientras que Gai e Iruka no dudaron en rememorar lo mismo en sus memorias.

Era un día de calor inmenso, todos transpiraban como locos y ni el más congelante helado podía calmar su sed.

Parecían estar en el desierto del Sahara, Rin se sentó bajo la sombra fresca de un árbol, ya había pasado más de una hora y Obito no llegaba…típico en el, algo que no sorprendía a nadie.

Minato-sensei por otro lado no sudaba nada, aun así se notaba lo fatigado y mosqueado que estaba por el insufrible calor.

El rubio se apoyo a una roca, saco un libro que Jiraiya le había dado y lo hacía de abanico por un rato.

Gai e Iruka se daban botes de cabeza para no sentir calor, Gai se había desplomado en el piso, moviéndose de un lado a otro, casi sin energías, les habían asignado acompañar al grupo del Rubio porque necesitaban más personas para esa exclusiva misión.

Iruka, mordió su helado, que rápidamente se le derretía en las manos, haciéndose como miel pegajosa que no dudo en limpiarse en la camiseta de su amigo, comenzaron una pelea infantil por eso haciéndoles cansar más.

Kakashi tenía una vena hinchada a punto de estallarle, ¡¡¿Dónde cojones se metía Obito?!!, una tenía y grata brisa les rodeo, el peli plata les dio la espalda a sus compañeros y sensei para bajarse la máscara y comerse una menta, el también se moría de calor, ya sentía el sudor bajándole por las sienes, vio la peleíta entre Gai e Iruka molestándose más, era tan fastidioso esperar…definitivamente descuartizaría al peli negro.

-sensei…¿no cree que ya deberíamos irnos?-menciono Rin con voz casi adormilada por el calor

-no, Obito es necesario en esta misión…-suspiro al sentir otra oleada de calor por el cuerpo, maldito verano sin fin.

Kakashi oyó eso, claro que era necesario, desde que activo su sharingan había mejorado notablemente y más que todo en aquella misión a la que iban, necesitaban un uchiha para cubrirles la espalda.

Siempre necesarios.

-¿puedo ir a verle?-cuestiono tratando de sonar sereno ante los demás, que nadie supiera que iba a venir arrastrando a Obito.

-¡¡¡Si, ya hazlo, mira que nos está quemando el calor!!!-dijo Gai exasperado, haciendo como que moría a los pies del peli plata que lo pateo en cara por chillón.

-¡Bien ya regreso!-Minato miro eso con mala espina, Gai se quedo sobándose su nariz mientras que Iruka se lamia el helado de la mano y Rin tenía el ligero presentimiento de que ahora su amigo Uchiha llegaría gritando, y no se equivoco.

 

-¡¡tu pedazo de teme, despierta!!-Obito se había casi desmayado por el calor, estaba en su casa, con las cobijas hasta el techo, todo sudado por que el otro día se resfrió y para mal de males ahora el calor le dejaba hecho pedazos.

El Hatake lo fue arrastrando de los pies para sacarlo de la cama, Obito le hacía berrinche sosteniéndose casi firmemente de la cama.

-¡¡suéltate!!-

-¡¡¡no déjame dormir, suéltame!!!-le gritoneo, el Hatake termino por treparse en las piernas del otro, lo empujo con fuerza, se hicieron bola en la cama, patalearon se gritaron y kakashi termino por casi romperle la camiseta a Obito mientras lo cargaba al hombro como costal de papas.

-¡¡A la ducha!!-y no era por nada pero el también quería meterse en la ducha, el calor adentro de ese cuarto era infernal.

-¡¡¡calor!!!-

Cuando llegaron allí, kakashi se coló con Obito suspirando aliviados ante el frio, aunque del mismo modo que el calor cansaba a Obito, de igual modo fue el agua helado, el pobre se puso a temblar mientras kakashi respiraba sereno, cerrando sus ojos con relajación al sentir el frio por su cuerpo, aunque para ese rato su ropa estaba empapada, no se preocupaba porque luego igual se secaría cuando salieran a caminar bajo el sol.

Obito le miraba furioso con los ojos enrojecidos, Kakashi le frunció el seño.

-¡¡eres lento, una hora Obito!! ¡¡¡una hora!!!-le reprocho, Obito se sobaba los brazos mientras castañeaba.

-¡¡no era para que exageraras!!-el otro le miro furioso.

-¡¡¿¿quieres que exagere??!!, ¡¡bien!!- del mismo modo que entraron salieron, Obito murmuraba maldiciones al ser cargado de nuevo por el otro.

-¡¡bájame idiota!!-

-¡¡¡Ahora si exagerare!!!-

 

-¡¡¡Idiota te odio!!!-pataleaba el menor siendo jalado por el otro por la camiseta, todos levantaron la vista curiosos al divisar al par, Obito venia…medio acomodado la camiseta y el pantalón, los dos estaban, cabe aclarar, mojados, Obito solo tenía un brazo bien colocado con la camiseta mientras que el otro lado no, estaba descubierto….y el pantalón medio bajado…mostrando su bóxer negro.

-¡¿kakashi?!-le cuestiono el Rubio mirando sin entender bien esa imagen, el otro par estaban a punto de morirse de risa.

-pfff….¡¡¡HAHAHHAh hahahahaha HAHHAH!!!-

Obito lagrimeaba enojado, kakashi venia como si nada con un leve sonrojo en las mejillas.

-¡ya está, ya lo recogí!-soltó al otro enfrente de los demás siendo el centro de atención.

-¡¡Tú, imbécil te matare por manoseador!!-Minato ladeo el rostro confundido, Rin enrojeció al notar la situación, y el otro par no paraban de apretarse el estomago al notar como trajo kakashi a Obito.

 

-¡¡¡Ahora si exagerare!!!-

Como ya no había camiseta se hizo tripas corazón y le bajo de un jalón el bóxer y el pantalón al Uchiha.

-¡¡¡ahhh….eres un Violador!!!-le grito acusadoramente avergonzado, su rostro se coloreo fuertemente, kakashi solo bajo la mirada viéndole un poco, un clon de sombras del peli plata le lanzo un nuevo bóxer negro a kakashi que del mismo modo se lo puso a Obito que le peleaba a lo guagua (niño).

-¡¡¡pervertido, te matare!!!-sentencio rabioso al notar que le  pellizcó un muslo,Obito  trataba de meterle puñetazos sin lograrlo por lo cual empezó a gimotear.

-¡¡bastardo!!-y por ahí volaba otro pantalón.

-llorica-dijo el otro burlón.

Y la camiseta voladora también llego a las manos del otro que se lo coloco a Obito, un poco mal ya que el otro se movía como cuica.

Y así, fue como victoriosamente kakashi llego con Obito que le mirada rojo y enrabietado.

-pff…HA HAHAhahahah-Obito escucho unas risotadas a los lejos, miro a sus amigos, ¿realmente les agradaba verle en ese tipo de situaciones?, sintió el agarre de kakashi bajar por su mano, enrojeció un poco.

-teme-suspiro atrás del mayor.


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