No sabía a qué demonios se estaba liando, no quería ni tener idea de eso, pero aun así, cuando su voz resonaba como un eco fuerte contra esas cuatro paredes…y pedía por más como un niño ingenuo, iluso, tan solo un poco más, solo en aquel instante cuando sentía aquella cálida esencia bajar por sus muslos, lo entendía, y apretaba los dientes con malestar al percibir aquel nudo inaguantable en su pecho.
-Kakashi…lo lamento, lo lamento…-
Con sus ojos envueltos en esa neblina de lágrimas, que dejaban correr a sus lágrimas con libertad sobre sus mejillas cálidas, dejándose tomar por una lengua traviesa sobre sus labios entre abiertos, no había perdón en esas acciones, nunca las habría, porque se traicionaba a si mismo pensando que no sentía nada por el Hatake cuando era lo contrario, se sentía como un traidor al terminar gimiendo y jadeando de aquella manera con alguien que ni conocía, las piernas le temblaron vilmente antes de terminar apegándose tembloroso al pecho del contrario, recargando su frente en el cuello del otro, tan cansado y empapado de sudor que no podría moverse por lo menos en un par de días.
Aun así en su último respiro de conciencia pudo oír la voz susurrante del otro sobre su nuca diciendo.
-procura cuidar tus pasos…me iré por un par de semanas así que…, por favor, no te descuides-
Quiso decir algo o cuestionarle pero al intentarlo simplemente cayo dormido sintiendo por última vez los brazos del contrario al sostenerlo cálidos contra su cuerpo, y nada más que oscuridad al caer en los profundos abismos del sueño.
Sus ojos se entre abrían cansados, se los tallo un poco con el dorso de la mano sin poder sentarse correctamente, demonios en ese punto se sentía como una damisela, las caderas las tenía sumamente lastimadas por el ajetreo de la noche anterior, ni siquiera podía mover bien las piernas sin sentirse raro o torpe de paso, se acurruco a la capa murmurando maldiciones, no podía mantenerse en una sola posición sin tener que mover las piernas bajo las cálidas mantas que estaban sobre su cuerpo denudo, llevo de forma vergonzosa una de sus manos a sus nalgas separándolas apenas para notar lo pegajoso que estaba allí, justo en su entrada de donde brotaba…, se sentó de golpe, huh, solo quería quitarse la idea de que ese cabron nunca le hacía caso en nada, ni siquiera cuando le gritaba que se corriera fuera, por muy incómodo que fuera.
Tomo la almohada en la que minutos antes reposaba su cabeza para morderla entre sus dientes por varios minutos mientras presionaba las yemas de sus dedos contra su pequeña entrada que al roce se contrajo, bufo molesto, gimiendo casi al instante en que presionaba más sus dedos a la estreches de su ano, gimió entre cortadamente cuando había logrado meter uno de sus dedos, soltó un gruñido bajo cuando movía su dedo, un cosquilleo leve por su vientre bajo le hizo apretar las piernas de manera temblorosa, se atrevió casi con pavor a meter otro de sus dígitos en su entrada para que aquel rastro de la eyaculación de anbu se fuera de su cuerpo, al hacerlo solo pudo gemir de manera un poco desaforada sintiéndose expuesto de alguna forma, ¿acaso había…?, seguramente toco…ese lugar, movió sus caderas apenas un poco, apretando fuertemente la almohada, seguramente la rompería por tanta mordedura, ni siquiera se podía excusar disiento que era por culpa del perro, ni tenia uno.
Empezó a abrir sus paredes anales que estaban aun cálidas a los toques, su espalda se erizo involuntariamente, estaba tan sonrojado, demonios nunca pensó que haría eso pero…
-ah…ahn..mnn-su voz casi fue un murmullo muerto, empezaba a mover sus dedos en forma de tijeras reiteradas veces sin poder evitar gemir, sus pezones se notaron un poco más rojos, siendo extremadamente cautivadores a la vista, en su cuerpo aún se podía ver una que otra marca, todos le delataban, gritaban sexo por cada uno de sus poros, mataría al anbu cuando regresara, oh por lo menos lo golpearía en el momento propicio antes de que dejara sus características marcas, sus ojos estaban parcialmente cerrados.
Deslizo su mano por sus redondeadas nalgas adentrando un poco más sus dedos y al hacerlo inevitablemente soltó la almohada y gimió alto, se sentía sudoroso y no podía evitar querer abrir las piernas de forma incomoda, movía sus dedos reiteradas veces abriendo sus paredes anales, que se apretaban a sus dedos sin dejar de escurrir por entre ellos aquella cálida esencia de semen.
-ahh…¡¡mnnh…ahn..!!-gimió fuerte quería desgarrarse la voz con ello pero no se atrevía, por las comisuras de sus labios se escurría su propia saliva húmeda, deslizó casi de forma incitante su lengua sobre sus labios.
-ah…ah….-escucho su propia voz excitada sin llegar a calmar lo que el de forma ingenua inicio, una borrosa imagen le traspaso los sentidos, haciéndole cerrar las piernas fuertemente con una erección palpable entre ellas.
…Kakashi…kakashi…
Abrió apenas sus ojos bajando la mirada para ver lo duro que estaba, ya hasta soltaba pequeñas gotas de semen que dejaban humedecido su glande hinchado, trago grueso sin notar las imperceptibles gotas de sudor que recorrían sus sienes y se dejaban caer por su mandíbula, entre abrió la boca cansado, con su mano libre palmo su erección, frotando con la yema de su pulgar aquel glande, y si…
Kakashi, si ese peli plata de mirada neutra y sonrisa leve le hacía suyo, si ese idiota y el…terminaban juntos, ¿Cómo…?
Al notar ese pensamiento solo pudo abrir sus ojos de golpe casi con temor y vergüenza en el mismo plato, ¡¡¿en qué cojudo momento se volvió un pervertido?!! Dejo de frotar su miembro casi al instante y sacar suavemente sus dedos de su entrada al estar completamente dilatado, se cubrió la erección con las manos al momento en que su rostro se iba tornando de ese color sonrosado, fue casi de golpe al baño para congelarse con el agua helada de la regadera, necesitaba bajarse la calentura, sea como sea, dio un respingo suave al toque del agua con su piel, solo quería estar en blanco, solo en eso, ni siquiera entendía sus propios dilemas amorosos y ahora estaba así, duro, si, malditamente duro bajo un chorro de agua helada que ni a mierdas le calmaba.
-¿Obito…?-la castaña dudaba de la conciencia del azabache pues este desde hace rato tenia la mirada perdida, estaba soñado o en cuyo caso embobado, Rin suspiro de forma molesta a lo que palmeo el hombro del Uchiha que le miro aun ido.
-¿Si?-
-¿te sientes bien?-dijo inspeccionando con la mirada al menor, este asintió de forma mecánica-te ves…distinto…-menciono volviendo a su pose formal.
-¿en serio?-dijo levantando una ceja, tomándole atención a su compañera, la castaña le miro dudosa por unos segundos, tal vez con algo de picor en su boca.
-te ves…-tosió avergonzada antes de soltar la palabra de sus labios, le estaba dando muchas…vueltas al asunto, la castaña elevo la mirada al techo sonrojada levemente-te ves…-
-Rin-acorto con seriedad el Uchiha entrelazando sus dedos mientras apoyaba sus codos en la mesa-dilo…ni que te fuera a comer…-dijo comprensible.
-huh…es que no es sencillo-dijo ofuscada frotando sus sienes-¿no te han dicho que últimamente te ves muy…E-r-ó-t-i-c-o?-el Uchiha lo miro sobresaltado, casi de forma aterrorizada, con los ojos como platos…
-¿br…bromeas?-dijo nervioso mientras se pasaba una mano por el cabello para calmarse, de momento.
-Si Iruka no me lo decía te juro que lo pasaba por alto…-sonrió picara guiñándole un ojo al menor.
-¡¡ ¿el qué?!!-okey no quería sonar desesperado pero al parecer había fallado desastrosamente, se precipito sobre la mesa casi…casi con agobio.
-pues…no lo sé…-la castaña levanto un dedo significativamente, acercándose al uchiha-el menciono que…te debía observar-aclaro cruzándose de brazos, mirándolo de forma pensativa, como queriéndolo descifrar-que tenias la piel…más blanquecina, que te veías reluciente, tu cabello mas negruzco….tu cuerpo más formado…-rio picara al notar el sonrojo que se empezaba a agolpar en las mejillas del menor-que te veías más atractivo y …sensual-dijo apoyando su cuerpo a la mesa, Obito trago grueso, la castaña estallo en carcajadas ante ese gesto simplemente infantil por parte del menor.
-¡¡JAJ JAJAJA, Al parecer el tenia razón!!-
-¡¿…?!-el uchiha la miro con duda eh incertidumbre, no sabía que decir, tal vez él era el único que pensaba que esas ojeras se veían de perros en su cara, y el hecho de no poder dormir lo hacía ver más fachoso… debido a las actividades rigurosas que cumplía en la noche, y él era el único con el pensamiento bobo de que no era muy atrayente.
-¿a qué te refieres?-dijo finalmente después de que le diera una media taquicardia en el trayecto.
-¡¡Estas enamorado!! Eso es a lo que me refiero querido amigo…-dijo sonriendo de manera gatuna, como si hubiera descubierto una mina de diamantes con tan cuantiosa noticia.
Obito simplemente se contuvo las ganas de llorar y reír al mismo tiempo, de amargura, ironía y mofe, si tan solo supieras Rin.
-¡¡Por eso te veías…tan…tan…!!-
-¿adormilado…?-dudo en decir el pelinegro casi de forma aliviada al saber de lo que se refería su amiga.
-Noooo…-dijo como si le hubieran quitado sus ánimos, la castaña miro detalladamente al uchiha nuevamente-¿podrías pararte Obito?-cuestiono con voz suave, el Uchiha le hizo caso en el acto esperando a que sucediera algo.
-¿sí?-dudo el menor, la castaña le fue rodeando hasta quedar a las espaldas del Uchiha.
-discúlpame por lo que voy a hacer pero…-empezó advirtiendo antes de agarrarle una nalga al menor de la manera más descortés y atrevida que hizo al Uchiha temblar de indignación y rabia casi por iguales partes-…¿desde cuándo tienes un culito tan voluptuoso y respingado~?-. Soltó riendo perversa.
¡¡Oh por Dios pero que…!!
¡¡Ha, no es que fuera un maldito ni nada por el estilo pero que osadía había sido aquello!!
-¡¡¡¡Riiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn!!!!-oh si, y pocos tenían la capacidad de haber esquivado un golpe amenazador del Uchiha como aquella Kunoichi que salió despavorida por la ventana sin pensarlo dos veces, todo sea por debelar el misterio de su querido amigo y compañero, Obito uchiha.
Aunque de paso había aprendido a algo, no le toques las narices a un Uchiha, su rostro se volverá un tomatin y sus garras trataran de triturarte.
En definitiva, no meterle mano a Obito en las mañanas cuando esté atento.
El uchiha caminaba de regreso a casa, esperaba tener el tiempo necesario para preparar su almuerzo y regresar al trabajo, vio a algunas personas transitar por allí, más de lo habitual, giro en una esquina notando que habían empezado a poner algunas tiendas para el festival que abría en unos días, muchos locales coloridos, algunos de comida y otros de juegos y artesanías, fue curioso por allí, sin despegar la vista de alguno que otro adorno que le llamo la atención, entre esos un pequeño local en el cual vio algunas pulseras de cuero, se quedo largo rato allí, lástima que no trago su dinero si no tal vez hubiera comprado algo.
Se dio media vuelta caminando de forma distraída mirando sus pies sin notar que alguien venia frente a él, levanto la cabeza muy tarde ya que había hecho que las bolsas que llevaba la otra persona cayeran en el suelo.
Se agacho para empezar a levantar las cosas, ¡¡demonios que torpe había sido!! Empezó a recoger todo lo que pudo cuando su mano se rozo con la de la persona contraria.
-¡¡Disculpa, en serio no quise haberte causado alguna molestia!!-dijo excusándose de golpe mientras levantaba la mirada al sentir que el toque en su mano se afianzaba.
-debía suponer que eras tú Uchiha torpe…-oyó el tono de reproche de cierto peli blanco que lo miro casi de forma burlesca con la máscara medio bajada.
-teme…-dijo en un susurro, sonriendo de forma ingenua al ver como el Hatake se iba acercando suavemente a él, atrapando sus labios de sorpresa en un casto beso que el azabache profundizo al jalar al mayor de la máscara.
-¿estabas vagando por aquí Uchiha?-dijo mientras Obito iba delante suyo ayudándole con las compras, este sonrió.
-fue por curiosidad, quería saber que había...-sus dedos se fueron rozando apenas con los del contrario que entrelazo sus dedos con los del Uchiha, el azabache ladee el rostro un poco avergonzado pero a la vez feliz.
-debía suponerlo, después de todo nunca has sabido mantenerte quieto-el Uchiha le miro confundido ante ese comentario hasta que lo capto casi frenando en seco.
-¿lo dices por lo de…?-
-…aja…-aclaro el peliblanco con una sonrisilla, casi, casi de risa.
-¡¡¡oh Por Dios, no, nooo!!!-dijo agitando su cabeza ante un leve recuerdo, de solo imaginarlo en su mente, ¡vaya inmaduro que era!
-sigo diciendo que me pegaron injustamente por tu culpa- soltó casi con dolor en la voz, Obito apretó sus labios antes de empezar a reír, oh si, el Hatake tachado de pervertido tras una leve aventurilla con un azabache indiscreto.
Y ahí estaban, ellos dos como buenos alumnos, en aquellas relajantes aguas termales, Obito no podía estar quieto ni un segundo, no dejaba de parase y rondar el lugar cual perro inquieto, kakashi tuvo la pequeña idea de jalarlo con todo y toalla, seguramente podría ver más de ese aniñado cuerpo que se traía el menor y que debía admitir, se estaba formando muy, demasiado…bien.
El Hatake ladee el rostro ofuscado, suspirando con notable pesadez, Obito le regreso la mirada con suspicacia.
-¿pasa algo?-
-¿querrías estarte quieto…?-gruño de manera demandante.
-¡¡pero teme, tenemos al baño de las chicas al otro lado!, ¡¿no te emociona?!-dijo casi encantado, Kakashi gruño levantándose molesto de un golpe.
-¡¡pues ve a espiarles y no jodas!!-dijo molesto, kakashi no dejaba de pensar que Obito era un real pelmazo, oh claro, se creía el machín de machines, y el día que lo fue a cambiar de ropa de un tirón chillo como nena medio violada.
…medio…
Obito lo miro fastidiado por su actitud.
-¡¡pues bien!!-dijo mirándolo con ira, el azabache a veces no entendía los cambios repentinos de humor del Hatake, parecía mujer….el muy…teme.
Kakashi lo miro entre cerrando la mirada.
-procura no hacer idioteces…-dijo con un deje de celos profundos en la voz, como odiaba cuando Obito se ponía en el plan de merodeador con toque de acosador sexual.
No, eso no, ese azabache Uchiha suyo era simplemente un puberto con la hormona alborotada, un poco hentai claro está, pero de ahí no pasaba, seguía siendo un Uchiha enamoradizo y dulce, eso nadie podría negarlo.
Kakashi se fue a una parte alejada, Obito se acercaba a una pequeña puerta por la cual podría entrar al otro lado de las chicas, aun así no se atrevía.
El uchiha se sentó en pose pensativa, si abría la puerta un segundo no pasaría nada, después de todo había mucho vapor y nadie lo notaria…, se quedo ensimismado en ello unos segundos antes de voltear a ver al Hatake, este a lo lejos se quitaba la bata para entrar en el agua cálida, Obito no le pudo quitar los ojos de encima, se mordió el labio inferior con vergüenza al ver el cuerpo del Hatake, ahora sabia porque traía a media Konoha tirando baba, tenia…un cuerpo, uff, ni que decir era un adonis, el Hatake volteo la mirada al del Uchiha por un segundo antes de levantar su flequillo, de manera….por así decirlo, conquistadora, el corazón del Uchiha palpito fuerte y no dudo en tambalear de su posición por esa emblemática distracción.
Kakashi sonrió ladino, al parecer algo le pasaba a Obito para reaccionar así.
-¿sucede algo Uchiha?-dijo frívolo, apoyando la mano en la pena por unos segundos.
Obito lo miro irritado, confuso de cierto modo.
-ni que estuvieras tan bueno-murmuro en baja voz a la vez que se paraba y se acercaba un poco a las aguas termales, obviamente alejado del Hatake, el menor se fue quitando la toalla rápidamente sin darle chance a kakashi de mirar nada, se sumergió en el agua caliente hasta mojar sus cabellos negruzcos que al salir se apegaban a su rostro.
Kakashi sonrió triunfal, al parecer Obito había dejado su idea de espiar a las chicas a un lado.
-¿es relajante no?-dijo con la cabeza un poco agachada el Uchiha.
-supongo…ya no me duele el cuerpo…-murmuro el Hatake despejando su mente por un momento, solo queriendo oír el silencio de esa habitación.
-¿es por el entrenamiento…anbu?-pregunto como para hacer conversa, kakashi asintió con la cabeza masajeándose las sienes.
-no lo entenderías-dijo con leve migraña.
-tú nunca me dices nada…-le reprocho el menor mirándole indignado.-soy tu amigo…-
-eres un Uchiha Inútil-dijo con risa el Hatake aun relajado, en definitiva quería provocarlo.
-¡¡tú…te estás pasando!!-el Hatake abrió los ojos sorprendido al ver tan rápidamente a Obito sobre sus piernas, el menor literalmente quería ahorcarlo de no ser porque sus reflejos eran rápidos, logro impedirlo y forcejear fuertemente con el azabache, ¿en qué momento Obito se hizo fuerte?, ¿y en que jodido instante sus vientres se empezaron a tocar?, demonios, mucho era decir que kakashi trataba de contenerse con todo lo que podía, tener a Obito, técnicamente sobre él, completamente desnudo y así…Dios que privilegio mas grande.
-¡¡¡Tú eres un imbécil kakashi!!!-mierda y no importaba cuantos insultos recibiera, bajo aquella peculiar mascara yacía una radiante sonrisa ante cada gesto del menor.
-¡¡estate quieto mierda!!-dijo sintiendo la sofocada respiración del Uchiha contra su máscara.
El menor le miro enrabietado con sus ojos teñidos de un fuerte carmesí.
-¡¡Bastardo mal pari...!!-seguían ensimismados en su pelea, sin notar que cierta muchedumbre de chicas entraron a su recinto.
-¡Chicos! ¿Tienen…shampoo…?-dijeron alegres, tal vez emocionadas al creer que verían al guapo peli blanco como lo trajo Dios al mundo, pero no, por supuesto que no, Rin asomo la cabeza avergonzada, también quería saber que había del otro lado.
Pero mucha fue la sorpresa de todas al ver el cuerpo desnudo de cierto azabache sobre el su amado peli blanco. Tratando de ahorcarlo, meneando su cuerpo de una forma…
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Obiiiiiitoooooooooooo!!!!!!!!!!!!-poco fue decir que a las chicas les valió un bledo entrar en la zona de chicos, el Hatake miro molesto al menor, presionando sus piernas, Obito resbalaba por el agua abriendo las piernas y sentándose de un tirón sobre las del Hatake, rozando…cierta…, cierta…
-¡¡Bastardo!!-chillo tratando de mover su cadera y brazos pero el Hatake lo tenía bien sostenido por las muñecas.
-¡¡…Quítale las manos de encima a kakashi…!!-¡¿Qué?! Pero si el, pero si, ¡kakashi tenía toda la culpa!, él era víctima del estúpido peliblanco, se sintió avergonzado al notar lo pegados que estaban.
El Hatake respiro hondo antes de sumergirse en el agua y soltar al uchiha que casi lo patea, el peliblanco se fue nadando hasta la otra esquina, sin ser visto por las chicas hasta antes de salir al otro lado, donde tuvo que echar carrera tras la persecución que le dieron, no sin antes irse jalando su bata para que no le topara ni un rayo del sol.
Rin se quedo de piedra viendo como Obito sacaba la cabeza del agua después de un rato.
-Kakashi…es un pervertido…-dijo dudosa de sus propias palabras, Obito le alcanzo a escuchar.
-¡¡No es lo que parecía!!-se excuso de manera inquietante tratando de salir de las sofocantes aguas.
-pues parecían pareja en medio de luna de miel, como que muy juguetones estaban…-dijo señalándolo de forma acusadora, aun sonrojada, quien pensaría que ese par entre riña y riña cogerían.
Mierda y todo por estar Inquieto.
-¡oye, un segundo…! ¡¿En qué momento te pegaron por mi culpa?!-dijo levemente olvidadizo el pelinegro, tenía una suave risa aun contenida en su voz.
-pues…-dijo levemente avergonzado el peli plata empezando a relatar lo que paso después de que salió corriendo.