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...Mi querido hokage... por aoi nicole

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Notas del capitulo:

perdoname ana-naru, tu has sido mi mas fiel fan y realmentete debo una disculpa, si voy a terminar el fic, denme paciencia, es que hace un mes me la pase un poco mal porque no sabia que escribir...bueno si lo sabia pero me despechaba porque buscaba kakashi x obito en otros lados y solo me salia kakashi x iruka y yo era con cara de chuta..., bueno aqui la conti, en serio perdon¡¡

-¡buenas noches!-la voz alegre del anbu le hizo regresar a ver hacia atrás, el encapuchado entro hábilmente por la ventana hasta estar alado del pelinegro, este se encontraba acomodado en su asiento.

-ah buenas…-y antes de poder continuar sus labios fueron atrapados con amor y dulzura por los labios del contrario, la oscuridad le impedía ver el rostro del otro, el menor enrojeció levemente y luego dijo.

-¿C-como te fue hoy?-¡¿Por qué rayos la voz le había temblado?!, ¡¿acaso eran nervios?!, pensó un poco angustiado con el corazón latiéndole a mil por hora.

-muy bien, las misiones han sido exigentes pero siempre trato de venir a verle-suspiro sobre el oído del otro sacándole un estremecimiento sumamente placentero.

-y-ya veo-dijo un poco cohibido, sus labios fueron atrapados nuevamente por los otros mientras se probaban con ansias, el anbu rodeaba al hogake con los brazos mientras metía sus manos cálidas por la ropa del otro, entre caricia y caricia el aire se hacia corto, las manos del anbu se resbalaban por la hermosa figura del otro mientras le sacaba mas gemidos que morían en sus labios, el uchiha no dejaba de temblar por esas manos que acariciaban sus piernas y sus muslos, sus pechos hacían fricción y la ropa se empezaba a desacomodar mas y mas mientras las apasionadas caricias excitaban a ambos muchachos, el anbu apretaba el culito el otro mientras sus dedos rozaban la entrada del uchiha y sus labios no paraban de mordisquear y lamer a los otros, el anbu fue el primero en separarse por la falta de aliento, antes dar su anhelado suspiro el uchiha lo tomo por la cuello de la camisa y fue este quien lo beso con mas pasión y gula.

-¡mnnnb..hog..nmn!-el anbu solo pudo alucinar en colores al ser besado por el menor, ese acto le dejo sorprendido y desconcertado, al parecer las cosas se  le empezaban a salir de las manos…

Y eso no era bueno, y eso no era de su gusto, no era que fuera un maldito manipulador ni nada por el estilo pero…, pero, en ese momento ese acto que hizo el uchiha solo demostraba lo que sus miedos no querían creer, había cariño en esos actos…y si empezaban por ese lado su plan se iría a la mierda y eso no podría ser, por supuesto que no, pero no podía ser cruel con el menor por que no soportaba verlo melancólico o triste, pero si era cariñoso y amoroso la respuesta que quería no saldría a la luz y el en todo su bendito esplendor terminaría jodido por todo su ser.

 

**

-al parecer tu brazo ya esta mejor-dijo aliviada la peli roja.

-gracias por curármelo-dijo el anbu, la mujer le miro con cariño.

-de nada, y dime ¿Cómo va  todo con óbito?-cuestiono con curiosidad mientras sus ojos brillaban fugazmente.

-pues…-

-¿pues?-le miro con duda al notar la expresión afligida del otro.

-no e podido hacer mucho, creo que le herí demasiado, debería dejar todo este juego, no creo que voy a ningún lado-al terminar de decir eso recibió un fuerte golpe en la cabeza.

-¡¿acaso eres tarado, y  los esfuerzos que hemos hecho por ti no valen nada?!, ¡no debes rendirte, estoy segura que el te ama!-

-¡no tenias que pegarme así!-

-¡tú calla mocoso y deja de decir tarugadas!-le volvió a pegar.

-¡soy un adulto no me trates así!-

-¡JA, YO puedo tratarte como me plazca, te e conocido por muchos años, desde que eras un crio  y ahora no es momento para que me salgas con eso!-

-uff…es que tu no sabes…tu, tu no le viste llorar de la manera en que yo le vi, sufría y se que es por mi culpa pero no se como hacer para saber lo que tanto quiero, tengo indicios y aun así no me atrevo a decirle nada…soy un cobarde-se desanimo.

-sigue intentando, eres un genio y aun así a la hora del amor eres tan torpe como un burro, me decepcionas…-dijo mirándole con pena.

-esta bien, no desperdiciare los esfuerzos que hicieron ustedes, por cierto dile a…-antes de continuar fue interrumpido.

-ella lo sabe, no te preocupes, por ahora solo intenta hacer bien tus movidas-sonrió comprensivamente y salió de la habitación.

**

 

Era sábado en la mañana, no había trabajo, no había papales que llenar, no había viajes que hacer, no tenia que hablar con ministros ni hogakes y no sabría nada del anbu, ese ultimo pensamiento le produje un deje de tristeza, ¿acaso se había empezado a encariñar con ese idiota?, no, no, eso no podía ser, se dijo mentalmente para luego  entrar a su baño y ducharse placenteramente, salió fresco y relajado, se sentía renovado y no sabia porque, se puso a meditar en  las posibles cosas o actos que lo pusieran feliz pero en esos últimos días no había nada por lo cual el estuviera de ese humor, ¿entonces a que se debía esa alegría que sentía?.

-¡mmn…aaahhh…AAAHHH!-se abraza fieramente al mayor mientras las estocadas llegaban a su punto limite, sus agitados respirares chocaban y el sudor de sus cuerpos se entremezclaba en cada roce atrevido, sus labios fueron besados con tanto amor y lujuria que solo pudo gemir mas alto.

-¡hogake..aaahhh!-lamia y lamia esos suaves labios mientras las corrientes de placer arremetían contra sus cuerpos, las piernas del menor rodeaban la cadera del otro, los brazos del anbu movían las caderas del menor mientras sus estocadas daban con muchas mas fuerza a la entrada del uchiha y su pene entraba mas y mas hondo en ese bello ser que solo gemía para el.

-¡b-besame….AAAaahhh!!-los labios del menor pidieron eso con una voz que le helo la sangre al anbu, una voz seductora  embriagada por el aire de placer que les rodeaba, sin hacerse de rogar sus labios atraparon los contrarios y los devoraron de un modo adictivo mientras sus húmedas lenguas se rozaban y suaves hilos de saliva les unían las bocas.

Mientras sus esencias salpicaban y el uno llenaba al menor y el otro manchaba sus cuerpos con su semilla

Inconscientemente sus dedos rozaron sus labios…y al notar su acto solo pudo sentirse idiota.

-¡aaarghhh!, ¡yo no le amo!-se dijo sofocado por los pensamientos abrumadoramente sensuales que venían a su cabeza, ¡ni siquiera le podía ver el rostro!.

El por muchos años…, solo…, quería decir que… ¡el solo amaba a kakashi y punto!, eso no cambiaria y por muchos dolores de cabeza que le diera su comprometida relación con el anbu el amor ferviente y dulce que sentía por el emblemático peli plata no cambiarían, el aun le amaba como el primer día y por muy vergonzoso que sonara el no podía dejar de pensar que algún día lo suyo podría ser, aunque todo a su alrededor dijera lo contrario.

El timbre de su casa sonó, óbito fue rápidamente a la puerta y al abrirla…

-hola óbito-dijo kakashi, hablando del rey de roma pensó el menor.

-¡hola!-dijo sonriente y animado, sin darse cuenta los latidos de su corazón se intensificaron, el peli plata venia con una ropa cómoda que se apegaba a su cuerpo y dejaba ver el fornido y seductor cuerpo que poseía, e ahí la razón por la cual muchas y muchos andaban tras los huesos del peli plata, este se cargaba el cuerpo de un dios y junto con su personalidad podían hacer una bomba de tiempo, atrayente, Cortez, educado, misterios y en si muchas y varias cualidades que hacían de el uno de los mas deseables de la aldea.

-¿te puedo pedir un favor?-óbito se fue de su ensoñación y menciono.

-claro, dime-

-¿me ayudarías a cuidar a Naruto, Sasuke e Itachi?-el uchiha se quedo mudo, ¿Fugaku le había pedido eso a kakashi y a el no?, por un instante eso le dolió, el quería mucho a su familia y mucho mas a sus queridos primos, los cuidaba y quería mucho, Fugaku apreciaba mucho los cuidados que daba óbito a sus dos hijos pero eso no podía ser para siempre, cuando el uchiha era adolescente era fácil para Fugaku encargarle a los dos menores, y para óbito era muy confortable tener a sus dos primos cerca, desde muy joven óbito había desarrollado un cariño nato por los niños y mucho mas por sus queridos primos, pero al convertirse óbito en hogake  las cosas eran diferentes y por ello el mayor de los uchiha no podía encomendar a óbito cuidar a sus hijos por el hecho de que ahora óbito no tendría tiempo para nada.

Kakashi le leyó los pensamientos y dijo.

-Fugaku no quería incomodarte, pensó que estarías ocupado o cansado y por eso me lo a pedido a mi-

-¿entonces para que viniste?-

-bueno…yo no conozco tan bien a los niños como tu  y por eso pensé que tal vez hoy no estarías cansado  y vine a pedirte ayuda-el uchiha asintió.

-hay algo mas, quiero hablar contigo sobre lo que paso el otro día- óbito retrocedió y dijo haciéndose el idiota.

-¿Qué cosa?-kakashi lo miro con el seño fruncido.

-no me vas a huir uchiha, eso lo hablaremos al llegar a casa de minato-sensei-dijo mirándole con suma profundidad como queriéndole atormentar pero mas  no podía por que el que se llevaba el titulo de atormentador suyo era el anbu y el hatake se llevaba el titulo de eres mi amor imposible, intocable y yo estoy hecho mierda por eso también.

Óbito sonrió cansinamente mientras entraba a su casa, tomaba un abrigo y su billetera mientras  salía junto al peli plata.

Al poco rato de caminar ambos llegaron a la casa de su sensei, óbito sonrió con calidez al ser recibido por la efusividad de kushina.

La peli roja sonreí de oreja a oreja para luego mirar con picardía y mandarle un guiño a kakashi el cual óbito no supo como interpretar.

-¡me alegra que hayan llegado!-Naruto salió corriendo seguido por Sasuke e Itachi que querían quitarle el peluche de zorro que tenia a su lado.

-¡mamiii!-chillo el niño con angustia mientras se refugiaba en las faldas de su madre.

-¡yo también quiero jugar con el kyuubi!-se quejo sasuke mientras sollozaba, era su turno de tener al peluche y Naruto no cedía por nada al juguete que ahora era suyo.

Itachi le siguió y levantando la cabeza sonrió y se lanzo sobre óbito mientras se colgaba de este dejando sorprendidos a los mayores, Sasuke al notar la presencia de su onii-sama también salto sobre este con mucha alegría dejando las lágrimas a un lado.

-¡obi  onii-sama!-los niños no cabían de la felicidad al tener a óbito cerca, este se sorprendió al ser tumbado por ambos chiquillos.

-¡woo, sasuke, Itachi!-las risas de los niños se hicieron oír, óbito sonrió mientras se sobaba la cabeza con un poco de dolor y les daba una sonrisa amorosa a ambos pequeños.

-¡oni-sama, oni-sama vino a jugar con nosotros!-sasuke se ponía sobre el regazo del uchiha mayor e Itachi se colgaba por la espalda de óbito, el uchiha mayor acaricio las cabecitas de sus dos adorados pelinegros, estos se acurrucaron contra el pelinegro.

-los extrañe mucho…-susurro óbito, sus ojos emanaban una calidez muy dulce mientras su sonrisa parecía brillar, kushina se quedo un poco sorprendida y luego miro con ternura la escena, kakashi se quedo en igual estado, al ver al menor siendo tan cariñoso con esos dos chiquillos le causo…un poco de envidia, esa sonrisa…, tan llena de amor…, pero a la vez aquel acto también le hizo ver la cálida y gentil forma de obito, aquella escena le enternecía.

-¡¿Por qué oni-sama no nos viene a visitar?!-dijo  Itachi haciendo pucheros mientras apretaba el agarre en la camiseta de óbito y le miraba molesto con una cara que para óbito fue demasiado inocente y linda.

-lo lamento…te prometo que iré mas seguido a casa…-si, porque su hogar era cerca de su familia y ellos eran su familia.

-bueno, creo que están en buenas manos-dijo alegremente kushina mientras a marcaba a Naruto y se lo extendía a Kakashi el cual lo cargo en sus brazos.

-ma…mi-el pequeño Naruto que sollozo al ser separado de su madre, la peli roja le beso la frente.

-tranquilo Naru, papi y mami vendrán temprano-acaricio la mejilla de Naruto y este asintió mientras abrazaba a su peluche, atrás de ella apareció minato.

-¡ Obito, kakashi, que gusto verles!-

-¡buenas noches sensei!-dijeron respetuosamente ambos, minato rio.

-deberían dejar de decirme sensei chicos, ya se los he dicho, ya no son unos niños-Obito y kakashi se miraron un poco avergonzados.

-si…minato-san-susurro óbito mientras reía con suavidad, Itachi abrazaba el costado del pelinegro mayor mientras sasuke aun estaba en los brazos de este.

-bueno entonces ya nos vamos, regresaremos luego de 3 horas, gracias por cuidar a los niños-dijo kushina mientras tomaba del brazo a su esposo.

-¡de nada kushina-san, espero que les vaya bien en su cita!-la pareja enrojeció y luego kushina dijo mientras sonreía con picardía.

-igualmente chicos…-al decir aquello ambos jóvenes se miraron pasmados y enrojecieron aun mas que la pareja, Minato soltó una carcajada y se fue, los pequeños movían sus manos en señal de despedida.

-¿Qué quiso decir con igualmente…oni-sama?-le cuestiono Itachi picándole de manera molesta al mayor.

-n…nada, entremos a la casa-kakashi solo se quedo pensativo y siguió caminando hacia adentro, esa seria una larga noche.

Los niños quisieron ver caricaturas por lo que ambos jóvenes accedieron, prendieron el televisor y grande fue su sorpresa al asomar una imagen porno en ella…

-¡apágala!-grito óbito desesperadamente mientras el calor de su cuerpo subía a sus mejillas  y antes de que los menores presenciaran algo indebido el televisor se apago.

-¡¿que fue eso?!-dijo alarmado, se acerco al peli plata ya que este parecía notablemente sorprendido.

-ni idea…-ladeo el rostro, óbito suspiro.

-debemos guardar…-

-¡¿que es eso oni-sama?!-casi se le sale el corazón cuando los 3 pequeños los miraron con atención, obito rogaba a todos los dioses habidos y por haber que esos 3 chiquillos no hayan visto ni un fragmento de lo que se encontraba en la televisión.

-nada…¿quieren ver películas?-los menores asintieron.

Después de ver películas todo fue con normalidad, pidieron una deliciosa pizza, descansaron y llevaron a los mas pequeños a dormir, sasuke se acurruco enseguida en la cama junto al rubio que dormía abrazado al peluche de zorro, itachi por otro lado cabeceaba y parecía no  ceder ante el sueño, sus ojos se cerraban levemente pero no dormía, obito le miro y rio, itachi cabeceo nuevamente.

-¿Qué hacemos con él?-susurro kakashi a su lado mientras miraba con preocupación el cabeceo del niño.

-….-obito a marco a itachi y lo fue llevando como saco de papas a la sala, el niño no decía nada, parecía estar en transe, semidormido.

-onii….-chistaba bajito el pelinegro, obito le acaricio la cabeza y se acomodo en el sofá, itachi se le trepo en el regazo apoyando su cabecita en el cuello de obito, parecía exhausto.

-dormirá con nosotros-kakashi asintió ante lo dicho y se coloco al lado de obito, ambos miraban con atención a itachi, el pelinegro menor se restregó los ojos.

-no quiero dormir…-obito lo escucho atento y dijo.

-¿quieres que te cuente una historia de terror?-sabia a la perfección que la afición de Itachi eran esos cuentos de miedo y suspenso, los ojos del menor se abrieron un poquito mas, asintió y obito empezó a relatar.

-hace muchos años…en un pueblo lejano, había….-al poco rato de iniciar la historia itachi cayó en brazos de Morfeo, kakashi miro sorprendido eso, el creía que itachi no se dormiría por nada del mundo.

-¿le gustan los cuentos de terror?-le cuestiono a obito, este tomo una sabana y cubrió a itachi que aun estaba abrazado a su cuello.

-sip, a sasuke le gustan los cuentos de héroes y aventuras, a itachi los de terror y suspenso, suelen dormir muy bien después de que les cuento alguna de esas historias…-fugaku muchas veces lo había sacado de la cama al ver que los niños no se dormían, para fugaku era sorprendente ver como hacia apaciguar a aquellas fieras que eran sus hijos, aquellos pequeños diablos que ni él, ni mikoto podían controlar a plenitud.

El uchiha aun recordaba esos días con añoranza y afecto.

 

-¡aahhhhh, te voy a aatrapar!-chillo itachi tras de sasuke, eran las 3 de la mañana de un miércoles cualquiera, obito alcanzaba a oír las pisadas y el ruido que provocaban los  pequeños en el segundo piso, poco después un estruendo fuerte y los gritos de fugaku resonaron en la casa, seguramente muchos vecinos ya los habrían oído, el sueño se le quito al oír el azote de su puerta contra la pared.

-¡obito!-dijo desesperado fugaku mientras su par de diablos correteaban en círculos alrededor de el , mikoto estaba a su lado exhausta, obito suspiro.

-se que te estoy molestando…..pero te lo ruego….¡duérmelos!-jalo a itachi y a sasuke de la camiseta y los puso sobre la cama de obito, ambos menores rieron entre dientes, obito se paso una mano por el cabello, abrió un poco sus cobijas e hizo acurrucar a ambos menores a su lado.

-mikoto-san…vaya a descansar, yo me ocupo de ellos-la mujer le miro con gratitud  a obito y Salió con tranquilidad, fugaku se quedo parado en la puerta, las luces se volvieron a apagar y obito solo prendió su lámpara de noche, itachi reía mientras se apegaba a sasuke y este se abrazaba a obito mientras lo miraba con ojitos vivaces al igual que su hermano.

-había una vez…-después de unos pocos minutos ambos niños yacían dormidos en el lecho del mayor, obito les dio un beso en la frente a cada uno y los cubrió con mas cobijas por el frio que empezaba a hacer a esas horas de la madrugada, dio un suspiro con alivio al ver el sueño profundo en el que se encontraban los dos menores.

Obito se salió de su cama y apago la lamparita, fugaku suspiro igualmente.

-gracias obito-

-de nada-dijo mientras iba a la cocina de la casa.

-en serio te lo agradezco, se que tuve que dejarte dormir más tiempo…discúlpame-obito sabia a que se refería, el tenia que dormir más ahora que se estaba preparando para las exigentes pruebas que se le avecinaban junto  a  la competición  para ser el nuevo hogake, pero eso en si no lo tenía tan mal, le fascinaba dedicarle tiempo a ese par de monstruitos y si era a las 3 de la mañana no le importaba, esos dos podían tener todo el tiempo de él y fugaku bien lo sabía.

-no te preocupes-le dedico una mirada tranquila a fugaku.

-obito…en serio no sé como agradecértelo-el mayor parecía avergonzado en sí, obito levanto una ceja como cuestionándole, fugaku le miro confuso.

Obito termino de beber un poco de agua y luego dijo.

-no debes decir esas cosas, yo lo tendría que hacer, mikoto y tu cuidaron  de mi por muchos años desde que mis padres murieron, es lo menos que les puedo hacer yo a ustedes-fugaku agacho la mirada, obito había sido un niño vivaz al igual que sus hijos, se volvió fuerte con la muerte de su hermano y su cuñada, ahora era un joven lleno de sueños y aspiraciones muy altas, el a pesar de que no era su padre se sentía orgulloso de obito, aunque este sufrió mucho  por la pérdida de sus padres jamás dejo de perseguir sus sueños y metas, jamás dejo de ser el niño feliz que fue antes del accidente de sus progenitores, nunca dejo de ser bondadoso y carismático, y debía admitir que el admiraba a ese joven que ahora hecho hombre se abría paso en aquella aldea, obito era un ejemplo para él y para sus hijos, obito le miraba con cierta curiosidad al ver que no decía nada.

-…obito…serás un buen hogake- sonrió de manera paternal, obito enrojeció y dijo entre risas.

-¡no lo dudes ni por un segundo!-

Obito dejo dormido a itachi en el mullido sofá, el menor abrazaba a una almohada mientras un hilillo de baba resbalaba por la comisura de sus labios hasta manchar un poco la almohada, obito le cerró la boca, itachi arrugo la nariz y luego se acurruco mas entre la sabana.

Los dos salieron un momento al balcón para tomar aire, obito sintió como la brisa nocturna le rozaba  rostro, la luna se podía ver con suma claridad, obito parecía enamorado del paisaje, las estrellas titilaban en el oscuro y profundo espacio, obito estiro la mano como queriendo alcanzarlas pero estaban muy lejanas para el por un momento esa pequeña comparación le llevo a cuestionarse el sentimiento de amor que sentía por kakashi, su corazón latía con fuerza.

-obito…-al regresar la mirada se dio cuenta de cuan cerca suyo estaba kakashi, sus mejillas se colorearon enseguida, le evito la mirada y dijo.

-¿si?-kakashi puso una mano sobre la de el, obito se estremeció por el suave contacto, miraba para enfrente, kakashi noto el rubor de las mejillas de obito y sonrió, la máscara le cubría por lo cual decidió bajársela, obito casi suspiro al ver el rostro del otro, era extremadamente guapo y solo el había tenido la suerte de verle la cara.

-me lo podrías decir…-

-¿Qué cosa?-obito sabia para donde iban los tiros, el ambiente antes confortable parecía desvanecerse poco a poco con la tención que sentía, subía por su sistema hasta agolparse en su estomago provocándole un nudo.

-……..obito-kakashi parecía estar del mismo genio que el menor.

-……-

-¿Qué te sucedió ese día?-

-¿Qué día?-su antes sonrisa desapareció como si nunca hubiese estado en su rostro.

-obito…no trates de evitarme el tema, sabes bien a lo que me refiero-aclaro.

-no fue nada…solo cansancio….-el hatake le miro enojado, parecía querer gritarle pero se contuvo.

-claro, cansancio, debí suponerlo…y por ello empezaste a llorar…como si todo se desvaneciera-el sarcasmo salió a relucir en las palabras de kakashi.

Obito no dijo nada, de ese tipo de reclamos no saldría nada y kakashi lo sabía, obito no diría nada si es que no lo deseaba pero eso era preocupante para el peli plata, la otra vez lo encontró en el mismo estado, llorando como si estuviera perdido, llorando con angustia y sufrimiento que se reflejaban en sus ojos negros, y el….odia ver al uchiha así porque aunque no lo dijera en voz alta…había empezado a amar al uchiha.

Los días volvieron a la normalidad, el lunes iniciaba con todo el papelero rutinario, obito tuvo que salir de la aldea por varias horas, el trabajo apenas iniciaba y el ya estaba casi muerto de cansancio, aun se preguntaba como minato había podido soportar aquello, o era acaso que solo en su gobierno pasaban semejantes cosas, la atrocidad de no poder dormir le asediaba tremendamente y desde el día que estuvo con kakashi no sabía que cabales debía tener, no era un día ordinario y el mas que nadie lo sabía, no solo venía el ajetreo de las sesión y juntas a las que debía ir sino que también al anochecer tendría a su torturador, soltó aire por la nariz y camino alado de rin, iba distraído tratando de despegarse un poco.

Llego a su oficina, eran horas de almorzar y el por lastima no podría ir a servirse de su tan merecido almuerzo, las tripas le crujían, sintió desolación, era deprimente no tener a alguien entreteniéndole y aparte aun tenía hambre, rin decidió no almorzar para acompañarle, debían verificar unas cuantas cosas e ir a una celebración de la aldea de la arena, habría competición entre shinobis de varias naciones y el tenía que estar presente.

Obito se acomodo en su silla, abrió uno de los cajones y al hacerlo noto un pequeño paquete, lo tomo y cuestiono.

-rin…¿esto es tuyo?-ella le miro y dijo.

-no, pero si estuvo en tu escritorio es obvio que es tuyo-le señalo, obito sabia eso a la perfección pero…, el pequeño paquete no había estado la semana anterior ahí, decidió no decir nada, lo reviso con la mirada y noto un curioso símbolo a un lado del paquete, anbu.

Palideció de repente, creyó tener mareo enseguida y cerró los ojos.

-rin…¿puedes salir un momento?, yo tomo mis cosas y bajo-la ex kunoichi asintió y salió calladamente.

Al estar a solas apoyo la cabeza contra la mesa, en esos dos cortos días no había pensado ni por un momento en el anbu, se distrajo de todo y ahora…solo con un símbolo y podía reconocer todo, todo se le hacía lo mismo cuando se trababa de ese anbu, alzo la vista y al notarlo…

-¡¿Qué carajos haces aquí?!-su silla se fue para atrás de la impresión, en un veloz movimiento el anbu tomo del cuello de la ropa a obito y lo jalo hacia él, la máscara estaba semi removida por lo cual pudo a preciar a plena luz del día los labios del otro que se acercaban peligrosos a los suyos, el menor gruño de rabia y lo empujo a costa de que el mismo cayera sentado al piso en un ruido sordo.

Una suave risa se hizo oír, obito murmuraba todo tipo de maldiciones.

-¡maldito atrevido!-grito a voces.

Obito pensaba que sin duda ese anbu era un fiel cabron, infame idiota, susurro.

-buenas….-dijo con voz neutra.

Obito se limpio el polvo, se paro aun adolorido y miro fríamente al anbu.

-¿Qué haces tú aquí?...-con esa mirada parecía más decir, ¿Qué haces tú a estas horas y aquí?

El anbu pasaba por toda la habitación, parecía entretenido acto que solo hizo enfurecer mas al menor.

La plena luz del día dejaba a la vista el uniforme el otro, con esa claridad podía saber cómo era el anbu, se sentía bajonado al ver el atrevimiento y descaro que tenía el otro al asomar las narices por ahí y él como siempre no podía hacer nada.

-vine a verlo….-se acomodo en el sofá, obito le fulmino con la mirada.

-no estoy de humor para tus visitas tempranas-

-debería acostumbrase -le sugirió, la paciencia del menor bajaba a niveles tremendos, no era buen momento para hacerle enojar.

-lárgate-señalo la ventana, los ojos de obito enrojecieron con rapidez dando señal del sharingan, su odio por aquel anbu no pararía hasta verlo lejos de el y de quienes amaba, aun le temía por la amenaza que le impuso.

-eh sabido que la paso entretenido el fin de semana-obito le miro con desprecio.

-las cosas que haga al salir de aquí no te tienen que incumbir-su mirada se entrecerró.

-será mejor que les bajes a tus humos…-

-vete ahora-volvió a señalarle la puerta.

-no..no…, eso no estaría bien-se paro observando detenidamente al menor-debo decirle que…me siento herido, usted no ah querido ser franco conmigo-por el tono de voz que usaba parecía…enojado, obito le miro sin entender.

-¿a qué te refieres?-

-te avergüenzas de mi…pero no lo haces de otros hombres y te muestras con ellos como si nada-obito cerró sus dedos en puños.

-¡¿de qué mierda hablas?!-el jamás…podría estar orgulloso de alguien quien lo lastimo, aparte ese anbu debía ser idiota al creer que el…que ellos tenían algo, y en si el uchiha no sabía a que se refería con eso de otros hombres, el nunca….

-como si no lo supieras…te tomas de la mano con él y a mí me evitas a toda costa…no quiero que te acerques a él, ¡no quiero que veas a hatake kakashi!-

Ahora lo entendía, por eso aquel día que estaban en el balcón con el peli plata sentía la mirada de un tercero…mierda.

-no eres nadie para mandarme-sus ojos irradiaban odio puro, quería venganza.

-creo que te equivocas, lo…sabes bien….yo ahora soy el único que puede mandar en tu vida-sonrió con arrogancia.

Obito le quiso borrar esa sonrisa, si él no quería verle era porque no se sentía en sus mejores ánimos, no le permitiría a ese anbu controlar su vida, no le iba a dejar que le alejara de kakashi.

El puño de obito se aproximo con tal velocidad que el anbu no pudo hacer nada cuando este le pego con fuerza y le hizo ladear el rostro, obito le había roto el labio inferior, antes de que el uchiha pudiera pegarle más fuerte el anbu lo sujeto de las muñecas y en un rápido movimiento hiso caer al uchiha contra el sofá mientras él se posicionaba sobre este.

Sus labios fueron besados con violencia, obito sentía la sangre del otro sobre sus labios, la lengua del contrario delineaba la boca del otro  queriendo abrirse paso pero obito cerro los dientes y lo empujo con la respiración agitada.

-¡vete ahora!-gruño con rudeza, el anbu se lamio los labios golosamente, mientras  sonreía con sadismo, al parecer el maldito se creía ganador en esa discusión, obito se paro aun tembloroso, aquel sujeto le llegaba a poner los pelos de punta en ciertas cosas.

El anbu se levanto mientras se limpiaba la sangre con el dorso de la mano, salió calladamente y antes de saltar por la ventana le mando un beso volado al uchiha el cual esquivo todo acercamiento con pavor.

Este tío está loco, pensó desesperado obito.

-¡no te quiero ver, lárgate!-chillo angustiado.

-nos vemos en la noche…-aviso, obito tomo lo primero que encontró y se lo lanzo al anbu que se esfumo  en una  nube de niebla, la risa que se oyó a lo lejos enfureció a obito, al ver que el anbu se fue obito se apoyo contra el piso, el pequeño paquete cayo a sus pies y se abrió.

Se podía ver un hermoso collar, era uno que se daba a los de elite en los uchiha, hace mas de 3 meses que se lo habían robado, se quedo mudo por largo rato, sorprendido, los bandidos que se lo robaron fueron shinobis de la niebla, había un gran numero y por ello no pudo hacer nada cuando lo jalaron y rompieron de su cuello, le había quedado una marca pequeña cuando se lo quitaron, no supo qué hacer…se había portado…portado, ¡demonios el no tenia porque disculparse!, pero agradecerle por otro lado...sonaba….

Mejor ya no  lo  pienso….me arrancare al cabeza de solo tenerlo en mi mente, se dijo mentalmente.

Lo odio, lo re odio, lo voy a matar, concluyo, quería soltar toda esa furia que sentía, ese idiota pensaba que podía manejarle la vida… y por donde iban así era, la amenaza no salía de la cabeza de obito y el sabia las consecuencias que podía acarrear eso, porque eso no solo pesaba en el sino también en sus seres queridos….se sentía mal…., ese anbu era tan idiota que ni sabía que él jamás podría estar con kakashi, no como deseaba, y lo peor le vino a hacer reclamos que no tenían  peso.

Solo por agarrarnos la mano,…hijo de puta, la próxima vez que lo vea no va a tener salvación ni perdón, ¡estoy harto de él!

 


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