Yami y yugi fueron a buscara Leila pero se encontraron que ella ya estaba con alguien mas, así que ellos mejor se fueron a otro lugar.
-Enserio no podías haber llegado en peor momento- decía Leila algo enojada.
-Mira por lo menos llegue, sabes que odio y aborrezco a estas extrañas criaturas-
-Lo se Seto pero ya no nos queda de otra- decía ella bajando la cabeza.
-Y ¿Cuáles son las verdaderas intenciones de tu hermano?-
-Sabes que eso no lo podemos hablar ahora, espera que el mismo te lo explique- decía ella, a la vez que buscaba a los otros dos tricolores con la mirada.
Mientras tanto yami y yugi se habían ido de regreso al salón de clases ya que en unos minutos sonaría el timbre.
-Yugi me extraña que aun no tengas novia, eres muy lindo, inteligente, dulce y de buen corazón-
-No digas más, que ya me empecé a sonrojar-
-Pero si es la verdad, qué cabeza la mía olvide un libro en los casilleros será mejor que lo vaya a buscar ¿me acompañas?-
-Discúlpame pero había dejado mi mochila en el salón y debo ir a tomarla rápido antes de que alguien mas la encuentre- decía yugi mientras se alejaba de Yami.
-Si ese “alguien” es Joey, avísame y no queda ni el recuerdo de el-
-No seas tan violento mejor ve a buscar tu libro-
-No tardo- dijo Yami a la vez que corría y se abría paso entre los estudiantes.
…..en el salón….
Joey y el resto de su pandilla no habían salido del salón ya que estaban haciendo la tarea como era de costumbre, así uno de ellos se percato de que cierto tricolor había dejado su mochila en su pupitre.
-Así que el enano ha dejado aquí su maleta, esto será divertido haber que tiene- dijo Joey a la vez que rebuscaba y encontró un cuaderno que decía en letras muy grandes DIARIO PERSONAL.
-No sabia que ese tenia un diario es peor que una nenita- dijo Tristán mientras se acercaba a su otro amigo.
-Lastima tiene un candado- dijo a la vez que tocaba con una mano ese candado.
-Pero Joey todo candado tiene llave búscala seguro esta ahí- decía Tristán a la vez que le quitaba el diario a Joey para que este buscara mejor.
-¡Dejen eso, son mis cosas!- dijo yugi al ver que todos sus útiles estaban regados por el piso.
-Y ¿Qué nos harás?- decía Joey muy seguro de que el otro, era demasiado tranquilo para iniciar alguna pelea.
-¿Por qué son así conmigo? yo solo quiero ser su amigo- dijo yugi a la vez que su voz se quebraba poco a poco.
-Ahora la nena va a llorar lo puedes creer Joey-
-No te pongas así enano, anda dame la llave de tu cuadernito de niñas porque en tu mochila no la encontré-
-No se las daré ahora regrésenme lo que es mio- dijo yugi a la vez que se puso a recoger sus cosas.
Pero para desgracia de este al agacharse a coger sus cosas un collar que tenia una llave en él se vio, entonces Joey se la quiso quitar, pero la llave estaba muy sujeta al cuello del menor, así que intento arrancársela por la fuerza.
-Suéltame me duele-
-Ni creas enano nadie me deja con la curiosidad-
-Enserio duele suéltame ya-
Mientras yugi forcejeaba con Joey nadie de los que estaban ahí se percataron de que alguien más había estado observando.
-¡Imbécil que te dije lo, molestas y te moleré a golpes!- dijo yami mientras de un solo golpe tiro a Joey dejándolo en el piso inconsciente, así los otros por el miedo de ver a Yami tan furioso no se acercaron.
-Yami te dije que con violencia nada se resuelve-
-Y que querías que viera tranquilamente como este te hacia daño-
-pero aun así las cosas no se resuelven con golpes, te vas a meter en problemas-
……unas horas después en detención……..
Yami había sido severamente castigado por haber dejado a Joey inconsciente y ahora estaba limpiando varios salones, seguro terminaba muy tarde.
-Como es que los idiotas esos mintieron al decir que Yugi y yo habíamos sido los que los molestábamos, y Yugi por miedo a esos les dejo mentir- pensaba Yami muy furioso.
-Enserio lo siento por no haber dicho la verdad es solo que les tengo miedo- decía yugi mientras seguía limpiando las ventanas.
-No importa Yugi lo único que le veo de bueno a esto, es que pasare la tarde contigo-
-Aunque sea limpiando-
-Con tal de estar contigo y sentir tu presencia no importa lo que hagamos- decía Yami mientras se acercaba a Yugi y lo abrazaba por detrás.
-Yami ¿Por qué me abrazas así?- dijo yugi que estaba más rojo que un tomate.
-Como ya te dije me encanta sentir tu presencia, además de que tu olor es hechizante ¡Amorea mortuus sum! (¡Estoy muerto de amor!)- dijo Yami sin percatarse de que era observado.
- ¿Qué acabas de decir? dímelo en español, eso sonó lindo no hables mas en latín- dijo yugi mientras se moría de ganas de darse vuelta y corresponder tan dulce abrazo.
-Lo siento ángelus meum (ángel mio) no puedo decirlo- dijo mientras apretaba mas a Yugi contra si.
-Que lindo se ven, Yami bésale ya se ve que él también lo quiere, ahora se porque no te enojaste por tu castigo si que sabes aprovechar- decía leila en un tono algo enojado
-Tú siempre en el momento mas oportuno hermanita- dijo Yami a la vez que soltaba a Yugi y le dirigía una mirada enojada a su hermana.
-Yami yo ya termine nos vemos mañana, adiós Leila – dijo Yugi a la vez que empezó a correr y salió rápido del salón.
-Mira Yami antes de que me grites Seto quiere hablar contigo, así que mejor nos vamos luego puedes regañarme por mi imprudencia- decía leila a la vez que tomaba del brazo a Yami y salían de ahí.
……….ya en la mansión……..
Yami estaba más que furioso como interrumpirlo así, aunque lo que más le molestaba era las mil preguntas que cruzaban por su cabeza ¿Por qué se había sentido tan bien? ¿Acaso ya se había enamorado?
-Al fin Yami quería hablar de-
-¡No estoy de humor para ninguna charla déjenme solo!- dijo gritando Yami mientras salía al jardín y trataba de calmarse.
-Bueno por lo visto nuestra charla deberá esperar, a que se ha debido el lindo saludo de mi primito- decía Seto tratando de calmar un poco el ambiente.
-Digamos que evite que cometiera alguna tontería-
-Mejor ve y habla con el-
-Eso hare-dijo leila mientras se dirigía al enorme jardín.
Yami no sabía el porqué de las extrañas sensaciones que iban y venían, él no quería sentirlas pero ahí estaban atormentando su corazón, debía sacárselas.
Y el tranquilo jardín parecía ser el único lugar en el que se sentiría mejor ahí pensaría que hacer.
-Que pretendías con Yugi yo te dije que a mi me gustaba- decía leila furiosa mientras se acercaba a su hermano.
-Hermanita lo único que hacia era seguir mi propio plan-
-Y aun así, te has enojado conmigo no creo que solo haya sido por arruinar tu plan ¿Cuáles eran tus verdaderas intenciones con Yugi?
-Ya te lo he dicho ese niño no me interesa en lo absoluto, solo es para pasar el rato, además que el muy ingenuo, ya empezó a sentir amor por mi - dijo Yami con un tono completamente frio y descarado.
-Y por que tanto teatro-
-Mira hermanita yo hago las cosas a mi modo y tranquila que cuando ya no lo necesite te lo paso- dijo yami a la vez que reía.
……después de un rato…..
Yami aun seguía en aquel jardín observando el atardecer a la vez que se sentía muy extraño.
-¿Por qué duele tanto?- decía el mientras se llevaba una mano a su corazón pequeñas lagrimas brotaban de sus ojos.
-Como deje que sentimientos estúpidos me estén haciendo esto Ego sum qui sum (Yo soy quien soy), un ángel caído, un demonio yél es solo un humano mas y si quiero lograr mi objetivo tengo que olvidar lo que estoy sintiendo- dijo yami a la vez que limpiaba su rostro y regresaba al interior de su hogar.