Obviando la situación y el hecho de todo lo acontecido decidieron cambiar su residencia, obligada temporal, a la casa del americano, era una gran casa de estilo inglés, aunque más brillante. Ahí se llevaría a cabo un mejor control…según todos.
El sonido del cepillo sonaba fuertemente refregando una y otra vez el piso.
– ¡Che palle! – decía muy molesto Lovino, odiaba limpiar, por cierto ya se le habían caído encima todas las cosas del lavabo más de una vez.
– Lovino, comprendes que esto es por tu bien ¿Verdad? – decía el Español cruzado de brazos desde la puerta del baño, donde el pobre Lovino tallaba todo el desastre que habían hecho, tras la fiesta, a causa de los efectos del alcohol.
– CHE PALLE– dijo tallando más fuerte, como le gustaría que fuera la cara del español, aunque… según lo que les dijo Mathias, si pudieron haber estado en peligro, que si esos mocosos, les hubieran hecho algo más… como lo superarían…
– Después deberás tallar los espejos, y saldrás conmigo a dar una caminata en el parque– declaro el alemán. Que tenía el permiso para intervenir del italiano del norte y del español. El resto de las naciones también le platearon una posible escuadra de entrenamiento.
– No les basta con que Feliciano me haya puesto a rezar de cabeza– dijo con lágrimas en los ojos
– Los castigos de tu hermano, son… ¿crueles?, nosotros solo queremos que comprendas y que aprendas de tus errores. – contraataco el español. Si bien enserio les pareció cruel el castigo de Feli, este estaba tan molesto que actuaba como un viejo y duro Cura, con castigos religiosos y sin ningún tipo de piedad.
– AIYA– el chino estaba limpiando las habitaciones, que les habían asignado, desgraciadamente no en todas las ocasiones habían podido llegar al baño…sus mallas rojas estaban manchadas con aquel líquido de aspecto bizarro, y aroma a lavanda con el que estaba limpiando la alfombra.
– Lo que hizo no tiene nombre, pudo haber resultado herido o algo peor– decía el japonés parado tras él, a su lado la Bielorrusa y la Ucraniana, todos con ropa de limpieza, mirando al chino que soltaba lagrimones, sin responder nada. Iván estaba sentado más atrás había tratado intervenir y se había llevado el reclamo de Ucrania y un terrorífico susto de la Bielorrusa, que argumento algo de mantener a salvo a la esposa principal del ruso, y después algo del segundo concubinato.
– Considero que el entrenamiento militar de Doitsu-san sería una buena forma de valorar lo que tiene, China-san– dijo el japonés, la ucraniana asintió de forma positiva.
– AIYA– lloro el chino, odiaba las labores domésticas, odiaba los castigos, pero lo que más odiaba era haber preocupado tanto a Iván. Que paso la noche en vela, cuidándole.
– Lo siento– era el monologo repetitivo y hasta pregrabado del danés, que estaba sentado en el sillón recibiendo no solo un sermón, si no EL SERMON de sus cuatro hermanos.
– Fu' Peligros'– decía el Sueco que estaba parado en medio de los demás, muy molesto.
– Lo siento–
– Pudieron hacerte algo jovencito, suerte tuviste que llegaran Jan y Berwald– Tino era el que más lo reprendía
– Lo siento– insistía el danés.
– Que si te hacían algo más, que seas una nación es lo único que te salvo de un coma etílico, o de la destrucción de tus riñones– sentencio fríamente el islandés.
– Lo siento– dijo de nuevo, ya había entendido, les había jurado no tocar de nuevo el alcohol hasta que fuera un adulto, que más tendría que decirles para que cortaran el sermón en el que llevaban las últimas 6 horas.
Alfred estaba sentado junto con Mathew mientras observaban al francés que estaba a la mesa frente al inglés, que tomaba un poco de té caliente, sacarlo de bajo las mantas fue la tarea más difícil, ahora estaba más tranquilo el dolor de cabeza había desaparecido y se encontraba realmente apacible, tal vez porque alzar la voz le provocaba migraña.
– ¿Y bien Mon ami?–
– Pues veras, fuimos en busca de información y de pronto nos ofrecieron una bebida, y… otra, y luego otra… y creo que otra más…después fue otra… y…otra…ustedes llegaron en alguna momento entre la otra y otra más– respondió con un dedo en la barbilla.
– Arthur– llamo el francés sobándose las sienes.
– ¿Sí? – dijo dejando la vacía taza del te sobre la mesa
– Estas castigado, tres días limpiando los pisos de la sala, y las escaleras, lavando los trastos del desayuno comida y cena. –
– No puedes hacer eso…Zorra Francesa– grito aun cuando sintió la punzada en la cabeza, él no era el esclavo de nadie
– Si, puedo y lo hago… y lo hago yo porque Alfred te haría comer hamburguesas, la idea es reprenderte no matarte– el inglés trago duro.
– Además de eso aceptare las rutinas que Ludwig y Gilbert les darán en Central Park, puedes comenzar con lavar los trastes del desayuno– el francés salió de la cocina dejando a un malhumorado ingles que se acercó hacia donde estaban los platos.
La tarde llego con los adolescentes frustrados por la represalia, los que más le peso al danés, fueron los trabajos de extremismo que le pusieron sus hermanos, tenía como castigo, cortar el césped, quitar las malas hierbas, arreglar los rosales, entre todo lo que pudiera surgir en el gran y descuidado jardín del americano.
Estaban todos tirados en la gran cama del inglés… habían terminado y los adultos se habían centrado en un "reunión importante", les dolían las manos, las piernas y gran parte del orgullo… Ludwig les había hecho dar 10 vueltas al dichoso parque…amalaya el día en que a Alfred le dio por hacer aquel parque tan grande.
– ¿Tan peligroso fue todo aru? – Yao se limpiaba las manos por enésima vez con aquel delicioso aceite que su cuñada le había dado. Iván estaba acostado perezosamente a su lado.
– Solo espero que no estén planeando algún otro duro entrenamiento o algo así– dijo el italiano del sur.
– O que no estén comiendo– dijo el inglés, pensando en su castigo de limpiar los utensilios de cocina
– ¡Ahhh! Y lo peor es que descubrimos nada– dijo el danés inflando las mejillas
– Aiya, yo pude descubrir que Iván estaba celoso- aru– dijo sonriéndole al ruso que le respondió el gesto
– Gran descubrimiento si nos hubieras dicho lo que paso nosotros te hubiéramos dicho lo mismo– sentencio el inglés, los otros asintieron… Iván emitió un quedo KOLKOLKOL.
– Yo descubrí la pedofilia…pero tengo una duda… ¿Aplica a las naciones? –
– ¿Por qué lo dices? – se miraron interesados
– Por qué en apariencia puede que no tengamos más 18…pero hemos vivido un sinfín de vidas, superamos esa edad hace milenios– todos se miraron y bajaron la cabeza desanimados
– Como no lo pensamos antes… ahora tendremos que soportar castigos inhumanos por pensar como humanos– suspiraron…
– Mientras estaba ebrio…le pude decir a Alfred todo lo…que siento– dijo cambiando de posición dejando sus manos colgadas contra el piso al igual que su cara.
– Pude ver que le importo a Norge y Berwald me defendió– sonrió el danés. Abrazando el gordo conejo de Inglaterra.
– España dijo que me dejaría… pero se quedó a mi lado abrazándome–
– Iván, fue sincero conmigo aru– sonrieron tímidamente entrelazando su mano con la del ruso a su lado
– ¿Valió la pena? – pregunto el Ruso, que si bien no estaba de acuerdo al menos había podido arreglar sus problemas con Yao. Y tras una risa compartida
– Si lo valió– dijeron los cuatro para volver a reírse. Esta vez acompañados de la risa del ruso. Entre todo esto el caos y el trato obligado, estaban descubriendo cosas el uno del otro… y además generando una conflictiva buena amistad.
–
Estaban en la cocina del americano sentados a la mesa… frente a ellos había el mapa de una feria que se llevaba a cabo en las afueras de la gran manzana
– Si salimos en este momento llegaremos cuando comience a caer el son, justo cuando las atracciones comiencen a funcionar– dijo el americano los demás asintieron.
– Hay una casa del terror– dijo la bielorrusa sonriendo y asustando al resto
– Y un túnel del Amour– dijo el francés mirando de forma nada inocente al canadiense. Que hasta el momento se le había escapado para no dar ningún tipo de respuesta de lo hecho en la fiesta.
– ¿Una rueda de la fortuna? – inquirió el finlandés. Mirando aquel plano del lugar.
– Si, y una casa de los espejos… y una montaña rusa… aunque no están genial como el último vuelo de Superman que está en Six Flags o alguna de Walt Disney– dijo sonriendo, si bien tenía razón lo querían solo querían una salida tranquila. Y un parque de diversiones marca USA, significaría estar todo el día si no es que hasta 5 para poder disfrutarlo.
– ¿A que esperamos?– dijo el noruego, el abrumante ruido de la planta superior les hizo suspirar y levantarse para ver qué pasaba.
Subieron y escucharon el ruido alborotador de los jóvenes. Agregadas a la voz de Peter y Raivis que estaban al parecer con los jóvenes
– Tu puede TIO– gritaba el menor de todos los adolescente, animando a su "tío" Dinamarca en lo que fuera que estuvieran haciendo.
– Mas fuerte IVAN-ARU, Pártelo en dos ARU– ante eso los adultos palidecieron y optaron por correr.
Se detuvieron al escuchar una campanilla y el sonido de Eye of the Tiger, sonar fuertemente dentro de la cerrada con llave…Alcoba donde los adolescentes estaban
– En la esquina de las almohadas… Coronado como el campeón de los pesos del Norte de Europa… El demonio ROJO….DENMARK– anuncio la reconocida voz del sealandes.
– Me vengare-da– se oyó la voz del ruso.
– Terrorífico…–Dijo Peter antes de continuar –Y en la del cajón de juguetes, demostrando que aunque este flaco y escuálido…–
– OYE– grito la voz del ingles
– Es fuerte y tiene un carácter endemoniado…El REY PIRATA…ENGLAND–
– LUCHARAN hasta que haya un vencedor…Sin armas o Magia…YA– los coreos hicieron reír a los mayores que esperaban Alfred pudiera encontrar la llave en un cajón lleno de estas.
– VAMOS ENGLAND-ARU– voceaba el chino, tenía que apoyar la derrota de quien venció a su novio
– Dinamarca– decía la tímida voz de Raivis
– No se rindan CHE PALLE– decía el italiano sin apoyar realmente a nadie.
– KOLKOLKOLKOLKOL, Gane quien gane serán uno conmigo y Yao– sentencio el ruso, aunque también se oía emocionado
– ENGLAND SE ARROJA DESDE LA CIMA DE ALMOHADAS…QUE AGILIDAD, Maldito Arthur porque nunca me ha enseñado a pelear. –
– DENMARK responde con una cruceta ¿será el final de este encuentro? Pero NO, el Rey pirata se escapa en un rápido movimiento, es un modificado puente olímpico… TE RINDES–
– NO– gritaba el danés
– Ríndete vikingo endemoniado, es imposible que escapes de este agarre ni Escocia ni Francia han podido– el francés se puso azul de pronto.
– No me compares– gritaba claramente adolorido el danés. Ahora sonaba la canción de It's Mi Life.
– Relevo– grito el danés extendiendo su mano, inmediatamente fue chocada por el italiano
– Se llevó acabo un relevo…El CAPO DI BAJO MUNDO…ITALIA DEL SUR… ha entrado con una patada voladora, logrando que el castigo ingles fuera roto– ahora tenemos en la camalatero una pelea entre el Rey pirata y el Magnífico Capo di bajo mondo, ¿Quien ganara? Mar vs Tierra– Iván, Yao, Mathias y Raivis, voceaban a la par gritando emocionados.
– Le tengo – dijo el americano mostrando la llave, corrió hacia la puerta y abrió rápidamente.
Fueron recibidos por la imagen de Yao saltando mientras sostenía un par de billetes. Iván filmaba con el celular de Ucrania el encuentro soltando gritos de emoción. Mathias gritoneaba también, mientras tironeaba de Raivis que emocionado gritaba casi tan fuerte como el danés.
En el camalatero (?) Lovino aplicaba unas tijeras a la cadera del inglés que en un contorsionismo que hizo sonrojar a los mayores (léase semes en potencia) tenía sometido al italiano por los brazos, dejándoles en una pose extremista y de la cual ninguno parecía poder salir…
Peter alternaba viendo a uno y a otro, poniéndoles el improvisado micrófono que era un cepillo, esperando el me rindo de cualquiera de los dos.
– ¿Qué está pasando aquí? – gritaron los adultos logrando que el inglés y el italiano perdieran el escaso equilibrio y cayeran uno sobre el otro.
– AHHHHHH– fue el grito general al asustarse y verse sorprendidos.
– Solo estábamos jugando– dijeron asustados, los adultos suspiraron, el americano y el español que se recuperaban de un derrame nasal, se acercaron a sus parejas…
– arréglense– fue la sentencia, los adolescentes asintieron pensando que serían enviados a otra rutina militar.
Tras hacer el viaje en la camioneta familiar que el gobierno le cedió al americano… se dirigían a una zona a las afueras de la ciudad, no conocían el rumbo, y dado el abrumador silencio prefirieron guardar silencio hasta saber que pasaba…
– Llegamos– dijo el americano estacionándose, se des esperezaron y despertaron a Mathias que dormía junto con Peter. Al bajar de la camioneta las luces, los globos, el dulce aroma a dulces multicolores, les recibió y les ilumino.
– WELCOME– dijo el americano apuntando la entrada donde gran número de botargas de sin fin de animales danzaban, con globos de colores y animales formados con los mismos.
– Vamos Lovi– el español tomo al italiano por la muñeca y corrieron hacia el interior de la feria. Seguidos de Iván y Yao que tras recibir dinero del Americano jalo al chino hacia los grandes juegos.
– Vamos– dijo el americano extendiéndole la mano al inglés, que tembló ligeramente y asintió entrelazando sus dedos con los del americano. Mathias vio como Peter corría en junto con Raivis seguidos por el sueco y el finlandés. Miro a Jan y a Einar, este último parecía más interesado en ir con Kiku y Yekaterina (llámese plan con maña, para dejar a los otros solo)
– Vamos– dijo el noruego tras haberle dado dinero a su hermano y mirar al danés, que asintió simplemente.
– ¿Una feria? – decía la voz de la extraña chica mientras a sus espaldas aparecían muros y artículos parecidos al cristal, replicando habitaciones y un sinfín de cosas.
– ¿Deberé hacerles una feria? – se preguntó y un grupo de lémures llego a su lado. Ofreciéndole frutas.
– Debería ir a por ellos y terminar este juego– sonrió con tristeza. –Pero seré paciente, sé que ellos vendrán a mí, y si no…– los muros de cristal se tornaron rojo sangre y los pequeños animales huyeron asustados.
– Estoy cansada de estar sola– grito fuertemente. Y todo se tornó de nuevo color azul cristal.