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Conflictos Adolescentes por Yuzuru7

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Notas del capitulo:

Hace 100 millones de años que comence con esta historia y hace como 50 millones de años que no la habia actualizado

Asi que no tengo perdon de Dios pero... bueno lo siento y espero disfruten este cap.

 

 

Estar en aquel lugar con Antonio era… como un sueño, un viejo sueño del que nunca hablo y al cual nunca pensó se volvería real. Estar esa noche, iluminada de fuegos artificiales, de luces de neón de tan diversos colores que marean y te obligan a entrecerrar los ojos era sin duda mágica.

Nunca se lo diría, pero era algo con lo que había soñado desde niño, estar siempre al lado de aquella gran nación, del increíble imperio español.

Sintió una curiosa punzada esa que había sentido casi toda su vida… Antonio era como un sol, una luz brillante y llena de sonrisas cálidas que te llevan hacia lugares recónditos del corazón humano, y el… él era más bien como una nube negra de esas de la que te quieres deshacer para disfrutar de un día soleado.

Antonio le había dejado en su casa, para surcar el nuevo mundo, para hacerse de más de 30 colonias nuevas, para demostrarle que él no era suficiente aunque nunca se lo dijera con palabras… lo dejo con una nación inundada en la decadencia, con guerras internas que marcaron su delicada piel y su débil corazón.

Cuando Antonio se fue, él se esforzaba con limpiar la casa… para que cuando Antonio regresara le felicitara y le agradeciera con una de sus bobas sonrisas, aprendió a cocinar, e incluyo aquel rojo fruto traído del nuevo mundo a casi todas sus comidas, de esa forma el español pensaría que era mejor quedarse… puso un plantío de Tomates ese hermoso fruto rojo y cálido como el sol, como el español… pero ni eso mantuvo al español en casa… y así pasaron los años soportando los gritos y los insultos por su inutilidad, mientras Antonio no estaba sus jefes lo obligaban a volver a Italia, así no tendrían que mirarle, y él se quedaba solo mirando cómo el gobierno español, reprimía más a su gente, destruían y sometían mucho más sus tierras, y el muy en el fondo guardaba el deseo de que Antonio oyera sus sollozos y apareciera salvándole como lo hizo alguna vez del turco.

Ante aquellos recuerdos y encontrándose parado solo en medio de las múltiples atracciones, esperando que Antonio terminase de comprar los algodones de azúcar… sintió su cuerpo temblar sus ojos escocer no lo soporto más, se dio la medio vuelta corriendo para no mostrar sus saladas lágrimas.

Mira Lovi, el tuyo tiene forma de Tomate– dijo alegre el español para girarse y ver la espalda de su adolescente amante alejarse.

¿Lovino?– fue lo único que pudo articular, antes de que un miedo increíble se apoderara de él, no quería, ni permitiría que su Lovi se alejara de su lado, salió corriendo tras haberle dado los algodones a un pequeño que hacía fila tras él. Tenía que alcanzar a Lovino, agradecía que siendo ahora más pequeño sus piernas y sus pasos eran más cortos, aun así la velocidad italiana no se quedaba atrás, corrió hasta notar como el menor en su huida entraba a la casa del terror, sintió algo de miedo pues sabía que a Lovino no le gustaban esas cosas así que corrió hacia el interior arrojando un par de billetes al cadenero que cerró la puerta considerando que el pago era suficiente para dejar al hombre y al jovencito solos.

Comenzó su recorrido por aquel largo pasillo que mostraba terroríficos fondos y los ruidos ambientales provocaban un terror que se sentía hasta la punta de los pequeños cabellos detrás del cuello.

¡AHHH!– el grito aterrado de Lovino le hizo emprender carrera hacia donde el sonido provenía.

LOVINO– grito mientras corría por aquel estrecho pasillo, se topó con la imagen de su joven acompañante, aterrado frente a él había un bizarro ser con unos zancos enormes y una cierra llena de sangre, el ruido ensordecedor de la misma sumada a la sádica apariencia, te hacían aterrarte, Lovino estaba pálido en un claro efecto de shock, sus hermosos olivas abiertos como si fuesen a botar de sus cuencas y su boca abierta emitiendo el vestigio de lo que fue un potente y ensordecedor grito lleno de temor.

Lovino– grito Antonio y en un rápido movimiento pateo al pobre monstruo zancudo haciéndole caer y logrando que la motorizada sierra dejara de hacer ruido, tomo a Lovino por la muñeca y salió corriendo. En el transcurso se toparon con un carnicero con cabeza de puerco, Lovino palidecía más ante cada aberración España aunque algo aterrado se armaba de valor para golpear a todos los esperpentos y poder continuar con su carrera.

Vamos Lovi la salida es por aquí– decía sujetando con fuerza pero sin lastimar la muñeca del menor, que cayó en cuenta en eso, y sintió sus ojos arder, podía sentir a Antonio temblar, podía notar como su tono de voz era algo parecido al temor, pero aun así, aun así, sostenía su mano, le guiaba para salir de aquel oscuro y tenebroso lugar. Antonio siempre estaba ahí, cuando el miedo le imposibilitaba moverse, su Antonio siempre estaba ahí para el… apretó su mano entre la del mayor que lo miro con un rostro tierno

Lovi– dijo y tras der un pequeño apretón a la mano del menor comenzó de nuevo su carrera.

Vamos por aquí– dijo abriendo una puerta, de la que salió una extraña mujer de largos cabellos y la mandíbula rota, su lengua caía de forma espeluznante, coloco una mano sobre el hombro de Antonio que poniéndose azul emprendió carrera logrando elevar a Lovino del piso, serpientes, risas sádicas, y miles de esperpentos y monstruos hicieron su desfile frente a ellos.

MALDITO ALFRED; COMO COÑO PIENSA QUE ESTO ES DIVERTIDO– grito muy alterado, golpeo a varios esperpentos y de seguro noqueo a más de uno, la tenue luz le hizo arrojarse por una puerta, solo para descubrir… que no había pasillo, ni piso ni nada. Abrazo a Lovino con todas sus fuerzas y se giró para que el menor pudiera usar su cuerpo como colchón.

Te amo LOVINO– dijo logrando que Lovino se estremeciera, ni todo el temor provocado por aquella bestias superaban el que sentía de que Antonio pudiese resultar herido o algo peor. Lo abrazo con muchas más fuerza.

TI AMO, TI AMO– grito y sintió entonces como sus cuerpos se ¿hundían? en el suelo.

Abrió los ojos y noto como una extraña goma azul les rodeaba habían caído en una especie de colchón inflable. Y eso significaba que estaban a salvo. Antonio los bajo de aquel extraño artefacto situado para dar el último toque de terror y de alivio a aquella horrible casa del terror.

Sin soltarle logro llevarlos hasta una banca apartada del bullicio y oculta tras un ligero arbusto. La feria estaba situada al centro de lo que parecía una plaza con vista el muelle hace que aquel lugar les permitía algo de privacidad.

El español acomodo el cabello del menor que terriblemente sonrojado se negaba a mirarlo.

¿Por qué corriste Lovi?– dijo el mayor sujetándole por las mejillas dándole un ligero pellizco como cuando era niño

¿Por qué me dejaste?– dijo el menor cambiando el tema y sin responder realmente.

¿Perdón?– dijo muy sorprendido el ex imperio, pero si fue el quien le pidió un algodón de azúcar.

¿Por qué?, ¿Por qué decidiste dejarme e irte? ¿Es porque yo no era suficiente?, ¿Es porque no me querías a tu lado?– dijo de pronto empuñando las manos bajando la mirada aun cuando su rostro era sostenido entre las manos del español.

Lovi– lo llamo de la forma más tierna que pudo, junto su frente con el menor que aun tenía la miraba baja y los ojos rojos con claras lágrimas en ellos

Yo quería ser más fuerte, quería poder protegerte, y me perdí en mi ansia de poder… aun así, cada que me levantaba cada que me pre preparaba para dormir, mis pensamientos me llevaban a ti Lovi, perdóname, pero si te perdiera… yo no tendría razón para vivir– dijo sintió el suspiro del menor los ojos de Lovino se enfocaron en los del español.

Te amo Lovi– dijo el español. Sus rostros estaban muy cerca sus corazones comenzaron a latir acompasados pero acelerados

Ti amo bastardo– dijo los labios del español se acercaron a los del adolescente que frunció ligeramente el ceño, pero correspondió el beso, al principio casto, tierno, la lengua de Antonio lamio ligeramente los labios del italiano y este reconociendo el acto como algo que se hace toda la vida, abríos sus labios para intensificar el contacto con el español, fue un beso corto, sencillo, sus lenguas se reconocían después de varios días y en el caso del adolescente transmitiéndole un sentimiento muy conocido y lleno de misterio al mismo tiempo. El español sonrió tras el beso pero se mantuvo con su frente pegada al italiano, suspirando el mismo aliento, sintiendo su corazón tan acelerado como el de Lovino.

Nunca voy a dejarte Lovi– dijo con esa sonrisa que desde la primera vez flecho el corazón del italiano.

Mas te vale– respondió Lovino dejándose abrazar por el mayor, una ligera se posó en su rostro una tímida y bien oculta sonrisa, pero sabía que Antonio y el rápido palpitar de su corazón delataban con facilidad su expresión.

Estaba sentada en una gran banca de sus grandes y brillantes ojos violeta caen lagrimas que antes de tocar el suelo se volvían pequeños y diminutos cristales.

Mentira, todas esas promesas son mentira… pero yo voy a salvarte Lovino– dijo mientras sorbía por la nariz y se tallaba los ojos para evitar las lágrimas.

El amor no existe… las naciones personificadas no podemos ser amadas– los sollozos se hicieron más fuertes, mientras las lágrimas caían inundando el piso de diminutas estelas de diamante.

¿Ocurre algo?– dijo el Español extendiendo una manzana acaramelada para al italiano que miraba el firmamento como si alguien le hubiera llamado.

No es nada ¡CHE PALLE!– respondió y tras recibir el caramelo entrelazo su mano con la del sonriente español, desvió la mirada avergonzado y continuaron su paseo por aquel lugar. Aun quería subirse a la montaña rusa y la rueda de la fortuna no le sonaba tan mal, donde fuera que no tuviera esperpentos aterradores como esa maldita casa del terror.

Notas finales:

.-.

Lamento el retraso y nos leemos pronto.

 


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