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Los Ultimos Ninjas por Kaoru_minamoto

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Notas del capitulo:

Este capítulo está destinado a ver las memorias de nuestros personajes, bueno, de algunos personajes y, si, abra Lemon, gracias a una sugerencia que me dieron por ahí xD.

 

D.V.D: A todos los que esperaban lemon aqui se los tengo un capitulo cargado con tanto limon que a todos se les arrugara la cara de los limonoso que es xD

 

Kaoru: disculpen a nuestro amo, el muy tonto se desvelo 5 noches tratando de terminar este episodio y esto salio

Satoshi: en fin, el siguiente episodio sera escrito por mi, o sea, Sangre everywere Muajajajajajjaa

Kaoru: en verdad no se como hizo nuestro amo para que nosostros hiceramos esas escenas TWT

Todos: DISFRUTENLO ^W^

Primera memoria; Iruka


Era una tarde aburrida y lenta en la casa del pelo castaño, todo se veía tan monótono y sin fin, toda una vida sin alegría pensarían algunos, pero lo que sabía el chico de la cicatriz era que, en unas horas más, sucedería de nuevo, aquel encuentro inevitable que tanto disfrutaba con su peliplata.


 


Flash back:


 


“que lastima que no podamos pasar la noche juntos” –comentaba el peliplata tristemente.


“no digas esas cosas Kakashi” –pedia abochornado el pelo castaño.


“pero sabes que te encanta” –decía el profesor mientras abrazaba posesivamente al ojinegro.


“Kakashi, estamos en horario de clases, ni se te ocurra ¡Ahhh!” –gemía mientras sentía los labios de su pareja en su cuello.


“me encantas cuando gimes, es más excitante que el Iccha – Iccha” –comparaba mientras sonreía con malicia.


“pe-pervertido” –intenta zafarse sin éxito, ya que, con tanto movimiento solo lograba excitar más al maestro que tenía por pareja.


“**eres endemoniadamente sexi, eres la viva imagen de la inocencia y yo soy la representación de la lujuria que te roba esa inocencia poco a poco**” –susurro en el oído del rojo profesor mientras le lamia el lóbulo de esta.


“Ka-kakashi…” –es silenciado por los labios del mayor que le roban un lujurioso y posesivo beso.


 


Poco a poco el peliplata empezó a voltear al pelicaoba para quedar frente a frente y seguir con ese beso de amor. Pocos segundos pasaron para que las manos traviesas del profesor mayor empezaran a acariciar el cuerpo del menor a su antojo, primero por encima de la ropa y luego por debajo de esta, recorriendo el cuerpo del pelo castaño nuevamente, rememorando todas esas veces de pasión en las cuales sus cuerpos eran uno. El menor se sentía igual que siempre cuando el Hatake le tocaba, sentía su cuerpo arder, sentía una caravana de hormigas adormecer sus sentidos y su mente solo mencionaba, al unísono con su boca, el nombre del mayor. Cuando las prendas empezaron a molestar fue el propio Iruka quien tomó las riendas, desvistiendo lenta y provocadoramente al peliplata quien estaba asombrado y embobado ante aquella imagen. Lentamente la camisa del profesor era levantada dejando el trabajado y marcado abdomen del hatake al descubierto, luego, y con la misma torturante lentitud, le descubrió el pecho, a lo cual aprovecho para morder una tetilla rosada y succionarla hasta dejarla erecta igual que la otra. El pobre Hatake ya estaba impaciente ante la torturante lentitud de su Koi, por lo que, de un rápido movimiento, se saca la camisa y acorrala al menor en una pared, empezándolo a besar con lujuria, deseo, amor y desesperación. Las manos inquietas del ojigris empezaban a desvestir rápidamente al Imuno, el deseo ferviente de poseer ese cuerpo que tantas veces le hacía enloquecer. Poco a poco la ropa de ambos iba desapareciendo, sus lenguas no daban tregua ante aquel hipnótico bailes ancestral, los ojos de ambos estaban cerrados para sentir con mayor fuerza el sentido del tacto. Poco a poco ambos quedaron desnudos en la sala de profesores. Ya habían empezado las clases y ellos aún no iban a sus aulas. El menor, quien tenía un gran sentido de la responsabilidad quiso detener al hatake sin éxito. Mientras el menor trataba de zafarse, el mayor bajo al pecho desnudo de este y, con lascivas intenciones, empezó a morder ferozmente los pezones del otro, quien gemía por lo bajo para no ser descubiertos infraganti. Pasaron minutos para que el hatake quedase satisfecho con el pecho del Imuno, pero poco le duro, puesto que, en un ataque de lujuria, bajo hasta la entrepierna del menor, quien, expectante, observaba con cierto temor. El hatake, al verle tan violable e indefenso no dudo en aumentar el ritmo de su felación para apaciguar la culpa y ansiedad del Imuno. El indefenso profesor de cabellos castaños estaba sonrojado, sudado y excitado, esas eran las tres palabras que lo calificaban a la perfección en ese momento y, como si fuese poco, estaba llegando a su límite, el Hatake sí que sabía cómo satisfacerle de forma descomunal. El hatake sabía que su Koi estaba por llegar al orgasmo por lo cual, con una velocidad abismal, hizo que su pareja se viniera en su boca y, por su defecto, el hatake bebiera toda la esencia del menor. La respiración agitada del Imuno fue cortada por un salvaje beso que le proporciono su pareja y, en menos de lo que dura un parpadeo, el hatake se hallaba detrás de él jugando con su estrecha, más no virgen, entrada. Los dedos curiosos y ansiosos del peliplata empezaron a penetrar lentamente al inquieto pelicaoba. El unico digito que se encontraba dentro del Imuno fue creciendo a dos y asi, finalmente, llegar al tercer digito. El pelicafe, una vez ya acostumbrado, empezó a mover sus caderas para auto penetrarse con los gruesos y varoniles dedos del hatake, quien, en cuanto vio la fluidez de su salir y entrar, decidió que ya era momento de pasar a la última fase, la cual consistía en, distraer al Imuno con un beso lascivo y penetrarle de golpe. Ya planeada la situación, en pocos segundos, empezó el elaborado plan y, tal como lo calculó, fue de maravillas. De una sola estocada, fuerte y certera, penetro al Imuno quien, a punto de sentir dolor, fue apaciguado al notar que el hatake había dado justo en su punto “g”, el cual la daba un placer inconmensurable y, luego de unos segundos, empezó a solicitar en lenguaje corporal que ya podía moverse y asi empezó el ba y ven del hatake, primero lento y pausado mientras repartía besos por la espalda del otro, provocando que una descarga eléctrica pasara por su espina dorsal hasta el cenit del cráneo. Asi fue como la velocidad empezaba a aumentar y con esto el placer, ambos estaban entregando su alma y corazón ante aquel acto de deseo carnal y sentimental. La apretada entrada de Iruka se iba contrayendo al sentir que se vendría por segunda vez y, aprovechando esto, el hatake aumento sus estocadas de forma que, en unos segundos, ambos gimieron brutalmente para correrse ambos a la vez, el Imuno en la mano de su amado y este dentro del menor. Poco después ordenaron lo que quedo desparramado y limpiaron todo, se vistieron y con un casto –y a la vez lujurioso- beso se despidieron para ir a sus clases correspondiente, pero en cuanto habían salido del aula de maestro sono el timbre, anunciando el receso del almuerzo. Ambos, perplejos se quedaron mirando y, con una sonrisa cómplice se fueron al patio de la escuela, debajo de un Sakura, a comer como siempre lo hacían.


 


~Fin Flash back~


 


“ese Kakashi si sabe cómo des configurar mi sistema de vida” –hablo metafóricamente mientras sentía la puerta abrirse.


“amor ya llegue” –llamo el hatake mientras se quitaba la corbata y los zapatos.


“bienvenido cariño” –le contesto mientras se paraba y, por una única vez, salió corriendo hasta lanzarse a los brazos de su amante- “//quizás sea ridículo, pesado, amargado, impuntual, celoso, haragán y todo lo que quieran, pero saben, es al unico que amo//” –pensó mientras besaba tiernamente a su pareja.


 


Fin de primera memoria


 


 


Segunda memoria; Kiba


 


Era una mañana soleada y hermosa, los pájaros trinaban y los rayos de sol calentaban de forma deliciosa, eso pensaba el joven Inuzuka mientras caminaba, tomado de la mano, al chico que iba a su lado, su pareja y amor platónico. Desde que lo había conocido siempre había sido muy celoso con las juntas de este, siempre había querido protegerlo y desde que aquello paso fue aún más celoso, sobre todo con el chico nuevo de la clase, algo le decía que ocultaba unas cosas, sus pensamientos fueron interrumpidos por su pareja, quien le veía preocupado.


 


“¿Qué tanto piensas Kiba?” –pregunto intranquilo.


“no, nada amor” –respondio mientras apretaba inocentemente su mano.


“estas preocupado por el chico nuevo ¿verdad?” –le adivino el pensamiento mientras el otro se ponía rojo.


“eh, no… yo no…” –se queda en blanco, a veces era increíble ver la cualidad de Shino para leerle los pensamientos.


“tranquilo, Kaoru es un buen niño, solo algo infantil, pero tiene un buen corazón” –sonrió, o eso parecía, ya que siempre andaba muy tapado.


“es que ese chico esconde algo, sé que tiene un secreto que, según yo, no quiere que nadie lo sepa” –analizaba el dueño de Akamaru, quien se quedó durmiendo en la cama de su amo.


“tranquilo, sabes que si pasa algo te lo diría inmediatamente” –hablo comprensiva y tiernamente.


“eso lo sé, pero sabes que mis malditos celos no me deja querer dejarte nunca” –le comunico mientras lo abrazaba posesivamente, y que, a esas horas, no había nadie en la calle.


“¿recuerdas cuando comenzó todo esto?” –le pregunto con afecto.


“como olvidarlo, nuestra primera vez” –empezó a recordar lo que sucedió ese dia cuando volvía a su casa.


 


Flash back:


 


“Ese maldito de Kaoru logro sacar un sonrojo en el rostro de mi querido Shino, no entiendo como lo hizo, yo nunca habría logrado tal hazaña en milenios, ¡TE MALDIGO KAORU!” –Dramatizaba en un callejón alejado de las calles- “Tsk, ese maldito ya me dejo un mal sabor de boca” –gruñía mientras aparecía Akamaru corriendo- “¿eh? ¿Aka-chan?” –le miro confundido ya que era la primera vez que lo veía correr de esa forma.


“¡Akamaru!” –Llamaba una voz a lo lejos- “¡¿Dónde te metiste?!” –gritaba otra vez.


“ese es…” –quedo perplejo al notar que era, ni más ni menos que Shino, quien llamaba al perro.


 


El chico que usualmente utilizaba lentes para ocultar sus ojos y poleras de cuello alto para ocultar su cara estaba frente a él, pero, por muy raro que pareciera, estaba con una polera sin mangas y sin sus lentes, dejando ver unos hermosos ojos grises con pardo. Poco a poco se fue acercando al perro quien le miraba dudoso, ya que no lo reconocía.


 


“Akamaru aquí estas, ¿Por qué saliste corriendo asi?”- pregunto con una tierna sonrisa que logro sonrojar al de facciones caninas.


“¿Shi-Shino?” –pregunto llamando la atención del imputado- “¿eres tú?” –pregunto acercándose dudosamente.


“Kiba…” –se sonroja levemente.


“//se-se sonrojo por mí y además… que hermoso se ve//” –pensó al ver, por fin, el rostro descubierto de su amor platónico.


“fui a tu casa para hablar una cosa contigo y en cuanto tu madre me abrió la puerta apareció Akamaru y en cuanto lo salude salió corriendo” –comentaba mientras miraba al sonrojado Kiba- “¿tienes fiebre? Estas rojo” –le pregunto mientras acercaba su frente a la del Inuzuka.


“Etto yo, eh…” –se queda quieto al sentir el rostro del menor frente a él.


“estas ardiendo” –hablo inocentemente mientras Kiba entendía otra cosa.


“//¡Idiota! ¡Cómo quieres que este si estas tan cerca de mí!//” –pensó sudando frio mientras que, en un auto reflejo involuntario toma a Shino de los hombros.


“¿Qué-qué haces Kiba?” –pregunto un poco asustado mientras el Inuzuka empezaba a cortar distancia.


“lo lamento” –fue lo último dicho mientras besaba castamente los labios del Aburame.


 


Era un beso puro, que transmitía sentimientos de amor y cariño. El Inuzuka cerró sus ojos para sentir mejor los labios de su acompañante. Mientras el Aburame estaba estático al sentir esos labios y por lo cual opto por lo más sensato, abrió la boca y dar pase libre a la lengua del Inuzuka. Ante aquel reflejo el otro solo aprovecho y besando más profundo al menor de ojos tricolor. Poco a poco el beso se fue disolviendo por la necesidad de oxígeno para sus pulmones.


 


“lo-lo lamento” –tartamudeo el otro mientras se separaba con miedo, el cual capto Akamaru y empezó a ladrar- “¡CALLATE SARNOSO!” –le grito un poco descontrolado, ante lo cual, el perro solo agacho las orejas en forma de haber entendido el regaño.


“no tienes que lamentar nada Kiba” –solo finalmente el ojigris/pardo.


“pero yo…” –es acallado por la suave mano del chico.


“no te preocupes, de todos modos eso quería decirte… me gustas Kiba, no, gustar está mal, mejor dicho, te amo Kiba” –decía mientras bajaba su mirada sonrojado y avergonzado.


“¿Qué dices?” –pregunto un poco ido.


“que tú me gustas, te amo, me enamore de ti desde que te conocí, siempre fuiste el unico chico que no me trataba mal por no ser iguales a ustedes, siempre estuviste a mi lado y me empecé a enamorar sin querer, Te amo, Te amo, Te amo” –respondio un tanto exasperado y avergonzado.


“yo… no sé qué decirte” –respondio honestamente, aunque en su mente sí que sabía que decirle.


“¿quieres ser mi novio?” –pregunto sonrojado y un poco serio.


“¡ACEPTO!” –le grito en cuanto este término la pregunta.


“¿e-en serio?”-pregunto a punto de llorar.


“¡CLARO QUE SI!, ¡TE HE AMADO DESDE QUE TE VI POR PRIMERA VEZ Y QUIERO QUE SEAS SOLO MIO Y DE NADIE MÁS!” –le bramo de forma abrumadora.


“Kiba…” –se limitó a decir mientras unas lágrimas de felicidad bajaban por sus mejillas- “¡TE AMO!” –exclamo mientras saltaba a los brazos de este.


“y yo a ti” –le respondio mientras lo aferraba a sus brazos y lo besaba infinitamente.


 


Poco a poco ambos se fueron separando para ir a la casa del Inuzuka para ¨hablar¨ de un tema importante, para suerte de ambos sus padres habían salido al cine y no volverían hasta la noche y asi, dejándose llevar por la testosterona y el libido se fueron al cuarto del pelo castaño y se encerraron hay, dejando fuera al pobre Akamaru quien se acostó frente a la puerta para hacer guardia.


 


“¿quieres hacerlo?” –pregunto el Inuzuka mientras besaba a su nueva pareja.


“para ti, siempre” –respondio adorablemente.


“eres demasiado hermoso, aún más de lo que me imaginaba” –le informo mientras lo aventaba a la cama.


“y tu más salvaje que en mis sueños” –sonrió con un poco de vergüenza.


 


Y asi fue como comenzaron ambos, desnudos, a besarse y tocarse, Kiba, quien no tenía ninguna experiencia le preguntaba todo el tiempo a Shino si lo hacía bien o si le dolía, por lo cual, el menor, le decía algunas cosas mientras este acataba la orden, poco a poco empezó a devorar el cuello del Aburame sin dejarle pasar ninguna parte, también aprovecho para realizarle miles de chupetones en su cuerpo, marcándolo, de esta forma, como su propiedad. Luego de unos roces entre ambos cuerpos calientes el Aburame decidió pasar a la siguiente etapa y, con una velocidad sobrehumana se encontraba en la entrepierna del Aburame y sin mediar palabra alguna, el menor, empezó a succionar el miembro del Inuzuka, quien sintió, por primera vez, una felación. Poco a poco el Aburame aumentaba la velocidad y la reducía, era una caravana de sentimientos y sensaciones que abrumaban al de pelo caoba. Asi estuvieron un rato hasta que sono el teléfono y, el Inuzuka, asustado de que fueran sus padres contesta mientras el Aburame seguía con su ritmo pausado y calmado.


“Hola Kiba, ¿qué tal?” –saludo en cuanto el pelicafe le contesto.


“hola Naru, ¿Qué paso?”-pregunto algo exaltado por la felación de su Koi.


“no nada, pues quería saber si querías quedarte a dormir hoy en mi casa, ya que mis parientes no llegaran y no quiero quedarme solo” –explico mientras un quejido de parte de Kiba hace presencia incomodando a Naruto.


“lo lamento, pero hoy no puedo, tampoco Shino puede, pues nos vemos y lo la-ha-mento Naruto” –hablo rápidamente mientras colgaba ya que Shino estaba aumentando la velocidad- “No tan rápido, me vendré pronto” –le remarco el hecho mientras que el Aburame se detenía.


“¿Qué quieres hacer?” –pregunto con una cara llena de lujuria y desenfrenado deseo.


“ven acá” –lo toma de los brazos y lo deja frente a si- “te devoraré los labios y luego te penetrare, ya eres mío Aburame” –informo luego de colocarlo encima suyo y besarle como había dicho.


 


Poco a poco el rose entre ambos miembros hacia que el Inuzuka quisiera poseerlo más de lo que un ser humano hubiera pensado. Depositándolo en la cama le abrió las piernas y, por alguna razón, decidió lubricar la entrada del menor con su lengua. Gradualmente empezó a meter su lengua en el ano del Aburame y penetrarlo ligeramente mientras que, el Aburame, empezaba a gemir por las sensaciones experimentadas. Minutos más tarde el Inuzuka apunto con su glande la dilatada entrada del Aburame y asi fue penetrándolo lentamente, mirando cada rasgo con atención, miedo y, por sobre todo, lujuria. En cuanto al Aburame intentaba relajarse pero el miembro grueso del Inuzuka no se lo dejaba y, tratando de menguar el dolor empieza a masturbarse, provocando, al fin, que el dolor empezara a amainar. Poco a poco el miembro del pelicaoba desaparecía en el cuerpo del menor y finalmente logró penetrarlo completamente y, siguiendo las indicaciones del Aburame, se queda quieto y espera algo, hasta que sucedió, el Aburame empezó a mover sus caderas y el Inuzuka capto el mensaje y, moviéndose lentamente, empezó a penetrarle. Amaba estar dentro de su Koi más que nada en el mundo y no dejaría que se fuera, ya que sentía un amor tan grande que difícilmente alguien entendería. Asi empezaron las embestidas medias, en las cuales el Inuzuka se centró en llegar en lo más profundo de su Uke y, sin querer, toca el punto “G” de este y un espasmo gigante hizo que se detuviera y con el brillo de preocupación en sus ojos intento articular palabra, pero estas no salían. El Aburame, viendo la preocupación de su Seme, lo tranquilizo y le pidió que lo hiciera de nuevo. Este, por su parte, lo intento, dando en el mismo lugar y un sonoro gemir de placer entro por los oídos del pelicaoba, excitándolo más y comenzando a moverse, pero ahora, más fuerte, violento y salvaje. Asi pasaron de lo relajado al Ba y Ven conocido por todos, una sensación única que hizo temblar al Aburame y al Inuzuka y luego de unos minutos el Aburame se corrió en el tórax y el Inuzuka aún no llegaba a su punto, por lo cual, el menor, decidió invertir las posiciones, quedando encima de Kiba y auto penetrándose de forma que el otro no lo resistió y, con un fuerte espasmo, se corrió dentro de su amado Aburame y al fin lo había dejado a nombre de su propiedad. Asi fue pasando la noche y ambos jóvenes se quedaron profundamente dormidos, a la mañana siguiente se despertaron y con un dulce beso se empezaron a asear pero al mirar el reloj y ver que les quedaban más o menos 40 minutos decidieron apurarse ya que irían a la casa del Aburame a buscar sus útiles y que se cambiara. Asi fue que llegaron a clase y saludaron a todos. Todo parecía normal hasta que a Shino le empezaron a llegar las repercusiones de sus anteriores actos. Asi fue como el chico nuevo se enteró de ambos y cuando fueron a hablar con el este les dio su palabra de no decirle nada a nadie.


 


“//sé que es malo mentir, pero por él estoy dispuesto a todo, sé que mis celos me pueden provocar problemas a largo plazo, pero no me importa, con tal de que tan solo… sea mío//” –pensó el Inuzuka mientras que, por debajo del pupitre tenía la mano de su amado entrelazada.


 


Fin segunda memoria


 


Tercera memoria; Haku y Zabuza


 


“Eso fue genial” –comentaba el profesor de gimnasia mientras se acostaba a un lado de su acompañante.


“ciertamente, eres el mejor” –comento divertido Haku mientras que Zabuza lo quedaba mirando.


“¿Cómo que el mejor?, ¡¿YA HABIAS ESTADO CON ALGUIEN ANTES QUE YO?!” –se enfureció ante la sola idea de que Haku le haya pertenecido a alguien más.


“no, eres mi primero y unico, me refiero que, de todas las anteriores, esta fue la más salvaje, pero, a pesar de eso, no es la que yo siempre atesorare” –comentaba mientras que Zabuza no entendía- “aún recuerdo ese primer dia hace 5 años, cuando nos conocimos por primera vez” –rememoraba el pequeño ser androgénico.


“si, como olvidarlo, siempre me había gustado ese trajecito de criada que usabas” –sonrió ante aquel recuerdo- “fue gracioso y doloroso” –rio en carcajada mientras recordaba el momento en el cual se le declaro a Haku.


“sí que lo fue” –respondio viendo el mismo recuerdo que su amor.


 


Flashback:


 


En las calles de la prefectura de Odaiba se encontraba un octogenario abogado caminando como siempre, hasta que, sin previo aviso, es agarrado por su brazo y, cuando estaba a punto de reclamar, un cuchillo lo silencia.


 


“Dame el dinero o despídete de este mundo vejete” –le informo su atacante.


“¿qui-quien eres tú?” –pregunto intimidado por el cuchillo en su garganta.


“me llaman “el demonio oculto en la niebla” y que no se te olvide vejete, ahora dame el dinero o muérete” –le contesto de forma grosera, sinceramente estaba perdiendo su compostura.


“yo… yo…” –quedo en shock, temblando y suplicando piedad.


 


En ese momento, el demonio estaba a punto de enterrarle el cuchillo por la garganta en cuanto siente un dolor en el brazo derecho y, en cuanto se dio la vuelta, le quedo mirando.


 


“¿Quién diablos eres tú? –recrimino mientras miraba al hermoso ser con agujas largas de metal.


“mi nombre no es de tu incumbencia, ahora lárgate de aquí si no quieres morir” –amenazo el chico androgénico mientras preparaba otra aguja.


“¿Qué son esas cosas y por qué me obligas a marcharme?” –pregunto un poco embobado por la hermosura de la persona frente a él.


“se llaman senbon y este es un local para gente honrada no criminales como tú, asi que vete de una vez” –ultimatizó mientras lanzaba una senbon en el mismo brazo pero apretando un punto de presión y, de esta forma, provocando la inactivación del sistema motriz en esa zona.


“¿pero qué demo…?” –es silenciado por la senbon que se incrusto cerca de su cara.


“lárgate” –finalizo para darse vuelta y entrar de nuevo al local.


“esa chica…” –se quedó mirando el local donde vendían café- “con que Miss&Mister Coffe’s” –sonrió de lado para luego quitar el senbon de su brazo y dejarlo en el suelo- “creo que le hare una visita a esa muchacha” –finalizo antes de desaparecer entre la gente.


 


Por otro lado Haku empezaba a volver a su rutina, muchos de los que se encontraban en el local la admiraban por su gran inteligencia y velocidad. Pero, lo que casi todos ignoraban era que, muy a sus adentros, era un hombre que trabajaba de mesera para ganarse la vida. Asi fueron pasando los días y Haku atendía las mesas que le pedían, en ocasiones se encontraba con el pendenciero ladrón que detuvo y simplemente se miraban con desdén o cruzaban insultos, pero no fue hasta que, después de un mes, sucedió lo insólito.


 


“Haku, por favor atiende la mesa 8” –pidió el encargado de la caja.


“enseguida jefe” –sonrío mientras llegaba a la mesa- “desea algo señor…” –queda mirando al hombre que estaba frente a el- “**le pido que no haga un berrinche o diga algo que ponga en juego mi trabajo**” –le susurro con todo el autocontrol que su cuerpo le permitía.


“sale conmigo” –ordeno fieramente.


“ni loco” –le soltó enojado.


“Jejeje, preciosa estás loca, pero me encantas” –le dijo tomándolo de la muñeca- “desde que nos enfrentamos aquel dia no he podido dejar de pensar en ti, en lo hermosa, delicada y mortífera que puedes ser” –alababa al chico mientras lo acercaba a su rostro- “¿Qué te parece nena?, ¿deseas tener una cita?”-le guiña un ojo mientras que Haku, con la paciencia casi nula, le pega en la mejilla con la carta del lugar- “lárgate maldito Hentai” –ordeno fúrico.


“¿Qué sucede aquí?” –Pregunto el jefe del local mientras miraba a Haku- “¿Por qué le hiciste eso?” -le increpo enojadamente.


“lo lamento, pero él me saco de mis casillas, prometo que no volverá a suceder” –pidió con tristeza y dulzura, cosa que muchos quedaron mirando.


“vale, solo por esta ocasión, señor si desea pedir algo en compensación del rudo comportamiento de nuestra mesera hágamelo saber” –pidió mientras estaba dispuesto a volver a la caja.


“solo quiero una cosa y es tener una cita con ella” –dijo mientras que Haku se horrorizaba- “es eso o los demandare por atacar a un cliente” –amenazo mientras el encargado sudaba en frio.


“como no, claro señor, si desea tener una cita con la angelical Haku no hay problema, Haku tienes el resto del dia libre, acompaña a este señor y mañana quiero que vengas a buscar tu paga” –sonrió nerviosamente mientras el chico le miraba suplicante- “sin escusas y diviértanse” –les ordeno antes de irse.


“bien preciosa, anda a cambiarte mientras yo te espero aquí” –le piropeo pero este solo se fue enojado a cambiarse su traje de criada.


 


En cuanto Haku se cambió salió del local, dejando a más de uno flechado ya que traía unos jeans que resaltaban sus nalgas, una polera sin mangas y su cabello era amarrado por un tomate al estilo antiguo.


 


“vaya, eres más plana de lo que creí” –se burló el grandullón recibiendo un golpe en la costilla.


“estúpido” –gruño malhumorado el chico ya que no se daba cuenta de que era un chico y no una chica.


“bien ¿qué te apetece?” –le pregunto un poco incómodo, era su primera vez en una cita.


“vaya, al menos el gorila tiene un poco de caballerosidad” –le molesto mientras que una vena salía de la cabeza de Zabuza- “un helado estaria bien” –comento mientras Zabuza le seguía el paso.


“vale, conozco una heladería cerca del parque, ven” –le toma del brazo y lo empieza a guiar.


“//esta será la peor cita de mi vida//” –pensó desilusionadamente.


“//esta será la mejor cita de mi vida// -se dijo mentalmente mientras llegaban a la fuente de soda.


 


En cuanto llegaron los atendieron normalmente, pero en cuanto el dueño del local vio a Zabuza le dio todo lo que pidiera gratis, de todas formas él ya le había salvado el cuello una vez, del mismo. Después de un helado y una muy poca amena conversación salieron a dar un paseo y de nuevo un silencio se apodero de ambos, cosa que incomodo de sobremanera a Haku, por lo cual, Zabuza, decidió romper el hielo.


 


“quiero que seas mi novia” –dijo mientras el chico se ponía rojo de coraje.


“no puedo” –le respondio tratando de no gritarle.


“asesinare al chico que amas y me quedare contigo, lo he decidido” –hablo mientras tomaba a Haku y lo posicionaba frente a él.


“vete al demonio” –se zafo del agarre y empezó a caminar.


“Para que ir si ya me tienes aquí” –se burló de él haciendo fama de su apodo- “vamos lindura, sé que serás mía” –le llamo y este, enfadado a más no poder se giró.


“¡DEJA DE TRATARME COMO UNA CHICA!” –Grito enojado mientras el otro no entendía- “¡SOY UN CHICO YA DEJA DE ACOSARME!” –le grito a todo pulmón, de todos modos el parque estaba vacío.


“¿un… chico?” –repitió sin poder creerlo.


“Demonios si, hasta que tu cerebro minúsculo pudo entenderlo, ya déjame en paz y lárgate, quiero estar solo” –le ordeno mientras salía corriendo sin rumbo fijo.


“un… chico” –mascullaba a penas mientras miraba a Haku perderse en el bosque.


 


En cuanto Haku se alejó lo suficiente se quedó bajo la sombra de un árbol, hacía calor y el sueño empezó a apoderarse de él, dejándole completamente dormido pero en aquel cuadro se veía como una lagrima fugitiva caía de sus orbes cerrados y terminando en su mentón para caer en el césped, esa fue la única lagrima que Haku dejo escapar por esa tarde.


Ya avanzado el anochecer Haku se despierta por el frio que había y sin dudarlo decidió volver a su departamento que quedaba relativamente cerca. Empezó a caminar tranquilamente pero un grupo de pendencieros le acorralo y nuevamente su estigma androgénica le trajo problemas, ya que los chicos lo confundieron con una chica y le empezaron a acosar, por desgracia Haku se hallaba sin ningún Senbon por lo cual no podía defenderse apropiadamente y en un descuido lo toman del cabello y lo tiran al suelo y una vez en este los demás le encerraron. Miles de pensamientos horríficos pasaron por la mente de Haku y cuando uno de ellos, aparentemente el líder, se desabrocho los pantalones temió lo peor, ¡lo iban a violar! Pocos segundos después se vio como una sombra pasaba por detrás de ellos y de un solo movimiento corto la clavícula a todos, dejándolos muerto en unos segundos. Haku, quien había visto esto se quedó horrorizado y a la vez tranquilo, ya que no le irían a violar, pero asustado de saber que le deparaba aquella noche y, en un segundo, sintió como alguien lo empezó a cargar sin rumbo fijo. La noche era oscura y los faroles, en su mayoría estaban rotos por lo cual no podía ver quién era el que lo salvo y, con todo el miedo en su corazón, decidió hablar.


 


“gra-gracias señor por salvarme, es realmente amable” –hablo avergonzada mientras una sonrisa se escucha del sujeto.


“créeme, nunca dejaría que tocaran lo que es mío” –le respondio al tiempo de que el chico reaccionaba.


“¿otra vez tú?, ¿no te deje en claro que soy un chico?” –le recrimino enojadamente.


“comprendo que seas un chico, me dolió un poco no darme cuenta pero eso ya no me importa, me jure a mí mismo no dejarte ir y eso hare” –comento mientras pasaban por un farol en funcionamiento.


 


Ese fue el unico momento en el cual Haku observo el rostro de Zabuza sin vendajes, no era para nada feo, tenía la piel tostada y una dentadura peculiar, no se notaba que era viejo ni mucho menos que mintiera, pero lo que más le llamo la atención fueron los ojos de este, en los cuales se reflejaban ciertas emociones conocidas por él, como la soledad, el pesar y, por sobre todo, la tristeza. Ese fue el unico momento en el cual Haku se sintió conectada con el chico quien lo salvo, pero aun asi estaba su temperamento, ese chico era un ladrón y él era quien lo detuvo, algo asi como un ángel y un demonio. Poco a poco salieron del parque y Zabuza decidió bajar a Haku para que se marchara a su hogar, pero en eso sintió algo en su costado y vio que tenía enterrado algo, un cuchillo, del cual brotaba una buena cantidad de sangre. Haku, al ver esto, decidió llevarlo a su casa para curarlo, ante lo cual el otro se negó, pero después de una corta pelea y el casi desfallecimiento del mayor, accedió a ir. Asi fue como ambos llegaron al apartamento de Haku y este le pidió que lo esperara en la sala y que se quitara lo de la parte de arriba, ante lo cual acepto sin chistar. Después de unos minutos Haku volvio con una tinaja con agua tibia y vendas, poco a poco empezó a curar la herida y fue ahí cuando cayó en cuenta de lo musculoso que era Zabuza, tal vez sea algun fetiche pero siempre le gusto los pectorales y abdominales, quizás sea porque él, al ser “delicado” no podía darse el lujo de hacer ese tipo de trabajo. Poco a poco fue limpiando la herida hasta que esta dejo de sangrar y, con un fuerte vendaje logro finalizar con su cometido.


 


“gracias Haku” –dijo un poco avergonzado Zabuza.


“de nada” –respondio de la misma forma.


“¿quieres ser mi novio?” –pregunto de repente mientras que Haku se volteó a verlo.


“creo que perdiste mucha sangre, ya hasta dices incoherencias” –sonreia amablemente pero dentro estaba triste al tener que rechazarlo… otra vez.


“estoy en mis 5 sentidos y por eso te lo pido, Haku; ¿Quieres ser mi novio, pareja y compañero?” –le hablo sinceramente, ante lo cual Haku casi de caer.


“no crees… que esto se está saliendo de los parámetros” –hablaba con sentido común el chico.


“me importa un comino el sentido común, yo solo quiero estar contigo” –se para bruscamente.


“no hagas esfuerzos innecesarios, perdiste mucha sangre y…” –es abrazado por Zabuza.


“pensé… pensé que te perdería” –comento tristemente- “me enamore de ti por ser quien eres, no por lo que eres, tu carácter fuerte y a la vez sumiso, tus sonrisas llenas de vida y esos enojos tuyos, todo es me encanta de ti y cuando vi a esos matones tratar de hacerte algo me hirvió la sangre de una forma indescriptible, sentí la necesidad de asesinarlos y protegerte, solo por que eras tú” –lo apretar un poco más fuerte, dando a entender que lo necesitaba.


“Zabuza… no sé qué decir, esta es la primera vez que se me declaran y…” –es silenciado por el dedo índice del mayor que se posiciono en su boca.


“no me tienes que decir nada, solo quiero que me quieras” –finalizo para empezar a cortar distancia.


“pero yo…” –es silenciado por los labios del mayor, quienes se posaron con delicadeza en los suyos.


 


Asi empezaron a besarse tímidamente y luego de unos minutos empezaron a profundizar. Haku, quien tenía un poco de miedo, decidió dejarlo hasta hay porque, en el estado actual de Zabuza no podrían hacer mucho. En ese momento Haku le permitió quedarse en su hogar ya que el mayor no tenía vivienda fija y le costaba encontrar algun albergue. Asi pasaron los meses, entre besos y muestra de cariños, no fue hasta que, en el octavo mes sucedió lo que tenía que pasar.


 


“te amo Haku” –le comento Zabuza mientras el pelilargo se sonrojaba.


“yo también y acepto ser tu novio” –respondio finalmente aquella pregunta que tanto tiempo había estado esperando el mayor.


“ya han pasado 8 meses desde que nos conocimos y ahora quiero proponerte algo” –le dijo un poco incómodo.


“¿de qué se trata?” –pregunto el chico un poco intrigado.


“¿deseas hacer el amor conmigo?” –pregunto sin descaro alguno mientras que Haku se ponía rojo.


“esto yo… eh…” –blanco, toda su mente estaba en blanco.


“te deseo y quiero ser el primero para ti y quiero que tú seas mi primero” –le informo mientras el chico se enternecía.


“la verdad es… que desde hace tiempo tenía ganas de algun acto carnal contigo pero ¿hacer el amor?” –Replicaba el chico- “¿realmente me amas?” –pregunto mientras que Zabuza sonreia.


“más que nada en este jodido mundo” –le acaricia la mejilla.


“con eso me basta” –se abraza al cuello del mayor y le da un profundo y cálido beso.


 


Asi empezaron con los preparativos, primeramente no lo hicieron rápidamente, dieron una fecha, lo suficientemente lejana y justamente cerca para que pudieran investigar y comprar algunas cosas que necesitarían y asi fue como en tan solo 5 días debían preparar todo. El primer dia fue Haku quien compro algunas cosas esenciales como preservativos y lubricante, el segundo dia fue Zabuza quien compro algunas cosas que le pudieran servir como juguetes sexuales y disfraces, el tercer y cuarto dia ninguno de los dos dijo nada acerca de lo que compraron y, ya, el quinto dia estaban listos, la hora acordada eran las 5:30 y ya eran las 5:15, Haku debía volver pronto a casa y asi fue como el llego exactamente a las 5:25, se dio unos minutos para quitarse el sudor con una ducha fría y espero los restantes tres minutos. La tención de ambos se fue incrementando hasta que el reloj se detuvo en “la hora 0” como ellos la denominaron y asi comenzaron a tocarse y besarse, primero con nerviosismo y cuidado, pero, al minuto siguiente, ya, prácticamente, se devoraban completamente. Haku aplicaba lo que había leído en sitios Web y libros, mientras que Zabuza había sido un poco más atrevido y vio decenas de videos con diferentes posiciones y formas de hacerlo. Asi pasaron besándose y acariciándose, Haku fue el primero en empezar a desvestirse y Zabuza le siguió y asi ambos quedaron en ropa interior, la cual no duro mucho ya que el libido los empezó a realizar estragos en cierta zona y asi fue como ambos, desnudando al otro, quedaron sin prenda alguna. El cuerpo de Zabuza era más ancho que el de Haku, bien marcado y con poco bello, mientras que el de Haku era delgado, suave y terso, no tenía musculatura alguna pero no la necesitaba para verse bien, la piel clara era un punto a su favor y sus ojos, que en ese momento los tenia medio abiertos, le daban un toque de lujuria e, increíblemente, inocencia.


 


“Zabuza-sama, onegai, poséeme” –pedia sin pensar el androgénico.


“no tienes que pedirlo dos veces” –respondía mientras se aventaba encima de él.


 


En ese momento Zabuza empezó a besar el cuello del chico, dejando más chupetones como la última vez, poco a poco iba bajando por el plano pecho de este y se detiene para lamer los pezones rosados que poseía el pelilargo, poco a poco se vio como estos respondían poniéndose duros y erectandose. Asi fue bajando hasta su ombligo y poco a poco llego al miembro lampiño del menor, de un momento a otro ya se encontraba engullendo el miembro erecto de Haku quien no podía con su excitación y gemía a todo pulmón, la verdad tenía miedo de los vecinos pero, a causa de la gran excitación, lo dejo en cuarto plano y se centró en el placer que le ofrecía su amor, poco a poco fue aumentando la velocidad de forma abrumadora y en cuestión de minutos el menor eyaculo en la boca de su amado y este, con una sonrisa ladina, lo degusto y, dirigiéndose a los labios del menor, empezó a besarle compartiendo su dulce semilla. Luego de un ardiente y sofocante beso le toco a Haku satisfacer a su amado, el cual lo detuvo y se paró del lugar para sacar una bolsa del ropero y mostrárselo a Haku.


 


“compre esto para que lo utilizáramos” –sonrió alegremente el diablo de la niebla mientras sacaba un especie de spray y se lo empezaba a esparcir por el cuerpo y luego de eso saco una salsa de chocolate y la unto en su miembro, dejándolo completamente café y asi se acercó a Haku quien, por inercia, empezó a lamer los pequeño pezones del mayor, fue ahí cuando cayó en cuenta de que el sabor era de café, uno de sus sabores favoritos y poco a poco empezó a bajar y cuando llega al miembro lleno de chocolate lo empieza a devorar lenta y seductoramente. Zabuza no podía describir lo que se sentía, esa boca tan delicada y seductora era la causante de que él no se diera cuenta de que había empezado a penetrar la boca del menor y asi fue como llego al orgasmo, lanzando su esperma directamente a la boca dejando un sabor entre dulce y saldo.


 


“eso, estuvo genial” –decía Haku mientras relamía sus labios.


“y aún nos queda lo mejor amor” –le informo mientras que el menor quedaba mirando el palpitante miembro del mayor- “esta noche te daré tanto amor que conocerás el cielo y el infierno del placer” –le comunico mientras volvía a besar con lujuria al menor.


“//¡apenas pude con la primera y él me dice que me hará el amor toda la noche!, Dios apiádate de mí y su ninfomanía//” –pensaba llorando a sus adentros mientras disfrutaba del beso que su amor le profesaba y daba.


 


En pocos minutos el menor también se erecto y, deteniendo a Zabuza, se dirige a la mesita de noche y saca el lubricante con un preservativo y se los entrega al mayor, quien le miro confundido.


 


“no aguanto más Zabu-Sama, por favor penétreme” –pedia el ya descontrolado pelilargo.


“claro” –le dijo mientras tiraba el preservativo y le untaba el frio gel en la entrada virgen de Haku- “la verdad es que sé que tú y yo estaremos siempre juntos” –le comunicaba mientras metía un dedo, haciendo que Haku se estremeciera- “por eso quiero estar dentro de ti, eyacular y marcarte para siempre como mío” –le dijo sensualmente mientras metía el segundo dedo, provocando que el menor gimiera placenteramente- “y sé que nuestro amor perdurara, aun después de la muerte, de esta e infinitas vidas más” –finalizo mientras metía un tercer dedo y los hacia girar dentro del menor.


 


Poco a poco el interior del pelilargo androgénico empezó a retorcerse por el placer y a dilatarse de manera rápida y luego de unos segundos el mayor quito sus dedos para poner ambas piernas del menor en sus hombros y asi poder apuntar su miembro en la entrada dilatada del menor y, en un claro signo de afirmación lo penetro, pero por un fallo de cálculo, o simple descuido, lo penetra del golpe, el lubricante era demasiado resbaloso y por eso se pasó de largo. Tardaron unos minutos para que Haku se acostumbrara y se borrara la mueca de dolor que le había provocado su amor. Finalmente el mayor, con la afirmativa de Haku le empezó a embestir lento y pausado, pero después de unos segundos le empezó a embestir con más intensidad y asi fue como el paso lento fue remplazado por uno salvaje, profundo y excitantes. Pasaron varios minutos en los cuales cambiaban de posiciones y finalmente quedo Haku encima de su pareja y empezó a galopar encima de él, dejándose penetrar y disfrutando de las caricias de su amado en su miembro mientras era masturbado a la velocidad de las embestidas certeras y profundas. Asi fue como ambos, luego de unos minutos ya estaban llegando al clímax y en cuanto Haku se iba a retirar, ya que creía ciegamente que su pareja se había puesto el preservativo, el otro se lo impidió y, cambiando nuevamente de posición, en donde el mayor quedo encima del pequeño, lo volvio a penetrar salvajemente para, finalmente, tocar el punto que volvía loco al menor y hacerlo eyacular de forma violenta y a la vez satisfactoria, provocando que su interior se contrajera y apretara el miembro del mayor y asi lograr que este eyaculara en su interior y, en cuanto el menor sintió el chorro caliente en sus entrañas se asustó, pensó que el preservativo se había roto o algo pero cuál fue su sorpresa al ver que, una vez que Zabuza salió de él, que el preservativo estaba botado cerca de la puerta de la habitación y con un claro sonrojo le empieza a reclamar.


 


“¡BRUTO, ANIMAL, SALVAGE! ¡TE PASE EL PRESERVATIVO PARA QUE LO USARAS NO PARA QUE LO BOTARAS! ¡BAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAKAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!” –le increpo molestamente sonrojado.


“…” –el otro solo escuchaba las quejas del menor y decidió acallarlo con un beso, que resulto a la perfección- “ahora eres mío y de nadie más, los preservativos no los usare porque solo me acostare contigo” –le informo mientras reanudaba el beso.


 


Asi fue como, por esa noche [a petición de Haku], lo dejaron hasta allí y se dispusieron a dormir. Al dia siguiente…


 


“¡MI TRASEROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!” –Exclamaba adoloridamente Haku mientras que Zabuza intentaba esquivar las Senbon que este le lanzaba a duras penas apoyado desde la pared para no caerse- “Menudo regalo de cumpleaños ¡BAKA!” –le exclamo mientras el otro detenía una senbon y le queda mirando.


“¿cumpleaños?” –pregunto un poco confundido, ya que el menor nunca había dicho algo sobre su celebración de años.


“claro, ayer fue mi cumpleaños y como regalo para mí, quería tener mi primera vez y he aquí las consecuencias de tu brutal galopeo” –le menciono mientras que una gota pasaba por la cien del mayor.


“¿Qué edad cumpliste?” –pregunto ya que era imposible que alguien mayor de edad como ambos.


“acabo de cumplir 17”-le informo mientras que al pobre de Zabuza se le desencajaba la mandíbula.


“Pe-pensé que tenías 19” –le dijo un poco a avergonzado- “//Dios, soy un profanador de cunas//” –pensaba culpablemente mientras que el menor sonreia.


“muchos dicen eso, pero no te preocupes, como eres mi novio sé que nada nos separa” –comento ya más calmado- “de ahora en adelante no peleemos ya me estoy empezando a quedar sin Senbon’s”-comento el menor mientras se dirigía a la ducha.


“Dios, este chico terminara matándome tarde o temprano” –comento Zabuza mientras acompañaba al menor para darse una ducha.


 


Fin Flash Back.


 


“fue graciosa tu cara al ver que solo contaba con 17 años en aquel entonces”-le comento con una pequeña risilla.


“lo sé, nunca creí que me enamoraría de alguien tan joven, pero aun asi te amo” –le comento mientras le besaba.


“//quizás sea solo un gorila, descerebrado y sin sentido común pero…//” –pensaba sonriendo.


“//a pesar de sus cambios de humor y su exasperante quejas él es especial para mi//” –cavilaba mientras besaba más profundamente al menor.


“//sé que sonara raro, pero me alegro que nos hubiéramos conocido asi, porque de otro modo no estaria siendo tan feliz como ahora con el//” –pensaron ambos mientras se miraban y sonreían con complicidad.


 


Fin tercera memoria.


 


Cuarta memoria; Deidara


 


El menor de los adultos había salido de la casa del uchiha, un rubio era quien salía de la casa al más puro estilo zombie, con los ojos en blanco y pálido, tomo su motocicleta y en cuanto se sube, con mucha dificultad, se cae a la acera, ante aquel colpazo, volvio a entrar en razón, recuperando color, pero ese color fue remplazado por un tono carmesí que abarco por todo su rostro y empezó a conducir mientras recordaba el pasado episodio.


 


Flash back:


 


En cuanto ambos entraron y cerraron la puerta, el rubio iba a replicar pero, rápidamente, unos labios habían aprisionado su boca, evitando asi que, cualquier sonido proveniente del menor, fuera efectuado. Poco a poco sus manos fueron cobrando vida y, sin permiso alguno, allano el cuerpo puro del níveo chico, el cual, al sentir el tacto de esas manos, según él, expertas, en su pulcra piel  se estremeció violentamente, aquello le había tomado por sorpresa y se sentía realmente abrumado por la habilidad que tenía el otro para dejarlo extasiado. Pocos minutos pasaron para cuando el menor y no tenía polera y su cabello estaba suelto y, el mayor, con todo el autocontrol que le podía dar su mente, lo llevo al sofá donde lo acostó y le quito los pantalones dejándolo en bóxer. El pobre rubio estaba sonrojado y con la respiración agitada, dándole una sensación de niño que necesitaba pronto ser poseído. Luego de unos segundos el mayor quedo en iguales condiciones que el ojicielo, dejando anonadado al menor por el hermoso vientre marcado que tanto le excitaba. Sin permiso aparente le empezó a besar el cuello y dejarle marcados besos que se transformaban en chupones y, bajando lentamente, empieza a jugar con los rosados pezones del menor y asi fue como este empezó a endurecerse y fue en ese momento en el cual el pelinegro le susurro algo que lo dejo helado.


 


“**veo que te éxito, como desearía poder entrar en ti**” –le cuchicheo en el oído con lasciva- “**pero como sé que tienes que trabajar te hare pasar un grato momento**” –finalizo mientras sacaba su miembro y se lo mostraba al estupefacto Deidara.


 


El rubio no sabía qué hacer, pero, por inercia, se inclinó levemente para empezar a lamer el gran miembro del uchiha que siempre había soñado con poseer. Asi fue como el menor, haciendo uso de toda su facultad oral, se engullo el gran miembro del uchiha y le empezaba a masturbar con la boca. El pelinegro solo seguía el ritmo de la boca de Deidara, poco a poco empezaron a ir más rápido, provocando que, al cabo de unos minutos, el mayor eyaculara en la boca del joven ojicielo, este, por un momento, casi se atraganta pero logra recuperarse y es besado por el mayor, quien, con una sonrisa lujuriosa, se dirigió, una vez cortado el beso, a las partes bajas del rubio y, desabrochando el cierre de este, empieza a besar el erecto miembro de Deidara, el pobre rubio no sabía qué hacer, era la primera vez que sentía algo como eso y le estaba gustando y, aún más, por ser el pelinegro quien le brindaba esos excitantes sentimiento. Poco a poco Itachi empezó a saborear más al rubio, comía toda su extensión de miembro y gradualmente empezó a ir más rápido, el chico ahora sí que estaba sobreexcitado, no sabía cómo detener al mayor y con sus gemidos lograba todo lo contrario. Asi pasaron los minutos y finalmente, gracias a unas tácticas tomadas de sus BL, logro que el menor se corriera y, tragando parte de su semilla, se dirige a su boca y se empiezan a besar, compartiendo la semilla del mayor.


 


“te amo Dei-chan” –confeso mientras lo abrazaba a sí mismo- “no dejare que nadie te aparte de mí, lo juro” –prometió mientras besaba los labios del menor nuevamente- “creo que es hora de que vuelvas a tu trabajo, no quiero que por mi culpa te despidan” –comento con sentido común mientras el menor solo se abrochaba los pantalones, se ponía la polera del restaurante y amarrarse su coleta.


 


En ese momento, en cuanto el menor se puso su casco y jockey se dispuso a salir, no sin antes sentir una nalgada y un susurrar que lo dejo blanco.


 


“**la próxima vez ese traserito tuyo será complétame mío**” –le susurro mientras que el joven salía al más puro estilo Zombie.


 


Fin flashback.


 


“//LO ODIO, LO ODIO, LO ODIO, LO ODIO, LO ODIO//” –pensaba fúrico mientras manejaba su moto por la ciudad- “//ESE BAKA ME QUITO PARTE DE MI VIRGINIDAD Y EL MUY DESCARADO SE ATREVE A DECIR QUE MI TRASERO PRONTO LE PERTENECERA//” –seguía fúrico mientras doblaba una esquina- “//LO ODIO, LO ODIO, LO ODIO, LO ODIO, PERO…//” –se queda estacionado en una vereda que estaba vacía- “aunque sea un abusador, psicópata y acosador yo, aun asi por odiarlo, le amo” –finalizo mientras sonreia tiernamente- “//te odio, pero te amo por eso//” –pensó antes de seguir su rumbo hacia la sucursal.


 


Fin cuarta memoria


 


Tiempo actual:


 


Asi fue pasando el dia, hasta que, finalmente, la noche se dejó caer y se observaba la casa del Rubio.


 


“Naru ya volvimos” –le comentaron a su nieto mientras entraban la casa.


“Ero-Sennin, Oro-bachan” –salió corriendo a recibirlos.


“dijo… ¿oro-bachan?” –palideció el azabache mientras el pelo castaño le explicaba.


“sus abuelos son Jiraya, el escritor de novelas Hentai y su pareja quien es…” –entraba el viejo mientras saludaba a ambos chicos.


 


Luego de ver entrar al hombre de cabellos blancos se preocupó y, como si su mente lo materializaba, vio una imagen que hizo que le hirviera la sangre y activara el Sharingan del enojo, hay frente a él, se encontraba Naruto abrazando al que, alguna vez fue, su maestro, se trataba de…


 


“**Orochimaru**” –escupió por lo bajo mientras que el menor de todos vio el peligro que se avecinaba.

Notas finales:

bien chicos, no me pedian lemon, aqui tienen de sobra, no soy de los que escriben lemon de una sola pareja ya que lo considero aburrido y facil, por eso hare cada 10 capitulo un especial lleno de lemon, aun que eso no especifica que no abra subidita de tonos por hay xD, bueno esop Matta-nee ^^


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