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Los Ultimos Ninjas por Kaoru_minamoto

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Notas del capitulo:

Bien mis amoresh, volvi de la tumba Xd, realmente robarle internet a mi tio es buena idea jajajajaja, en fin, aqui tienen la nueva entrega bimensual del FF que tanto amamos ^^ bien sin nada más que acotar nos vemos.

 

PD: cambio de descripción en Sinopsis si te interesa leelo ^^

Ya era de dia, un hermoso sol se dejaba ver en la morada Uchiha, en donde, cierto azabache, abría sus pesados orbes. Era dia domingo y ya eran las 10:30 A.M., el menor de los Uchihas se levanta perezosamente y se dirige al cuarto de baño, donde empieza a realizar su aseo personal, entiéndase, de lavarse la cara y los dientes, luego de esto se cambia de ropa por una tenida deportiva de verano, en este caso, unos shorts cortos y una polera sin mangas. Después del desayuno el azabache sale de su casa y empieza a en longar, minutos después, poniéndose sus audífonos, empieza a trotar como lo hacía todos los fines de semana, realmente la mañana era muy tranquila.


 


Mientras tanto, en la casa Namikaze, un rubio dormía plácidamente sin darse cuenta de que era observado por un pelicaoba, quien sonreia de manera muy maliciosa.


 


“**según leí en un libro dicen que, si le hablas a una persona dormida, esta te responderá entre sueños con toda la verdad**” –susurraba mientras miraba al público- “**silencio**” –pedia mientras tomaba aliento- “Namikaze Naruto, te habla yo, tu corazón” –hablaba de forma profunda mientras el rubio se acomodaba en su lecho- “dime Naruto, ¿Quién es el que ha robado tu corazón?” –preguntaba mientras el menor empezaba a balbucear.


“**Ramen…**” –mascullo en sueños mientras el menor casi se caía de espaldas.


“//realmente el Ramen le atrofio el cerebro//” –pensó mientras volvía a su labor- “¿Qué opinas de Sasuke?, cuando estas con el haces que me acelere” –le comentaba mientras el menor sonreia y se sonrojaba.


“ese… Teme… me… gusta” –hablo entre incoherencias mientras el pelicaoba sonreia al sacarle la verdad a su hermanote.


“¿y qué opinas de ese tal Kaoru?” –pregunto tratando de ver qué opinaba su hermano de él.


“que es un metiche que no sabe respetar el sueño ajeno” –respondio sin abrir los ojos el rubio.


“creo que el sueño se hizo más lúcido” –comento el pelicaoba mientras recibía un almohadazo por parte de su Aniki.


“realmente creías que caería en esa, desde que empezaste a hablar supe que eras tú, Baka” –le comento mientras abría sus zafiros y miraba los ojos llorosos de su Otooto.


“Realmente… ¿me consideras un metiche sin escrúpulos?”-pregunto cuan niño regañado.


“si” –contesto secamente mientras el menor le miraba incrédulo.


“Así que sin escrúpulos” –repetía mientras se posicionaba encima de su “hermano”- “realmente ya me canse de ser el hermanito perfecto, ahora quiero portarme mal y hacer cosas Hentai con mi  Aniki, realmente no mentía al decir que quería incesto” –le informaba mientras tomaba de las muñecas al rubio y se acercaba a su rostro.


“¡¿EHH!?” –Se exaltaba al sentir el peso del menor encima suyo- “Ka-Kao-chan, ¿no crees que estas llegando demasiado lejos?” –le preguntaba mientras el otro solo sonreía lascivamente.


“realmente quiero sentir el interior de mi Aniki” –comentaba mientras mordía lujuriosamente la piel canela del rubio.


“¡MHH!” –se quejó ligeramente mientras la mano del menor se colaba por debajo de la polera y pellizcaba los pezones sensibles del ojizafiro.


“me encantas, realmente me excitas con esa cara, A-ni-ki” –comentaba con mucha más concupiscencia que antes.


“O-Otoo-to” –llamaba entre jadeos.


“realmente me encantas” –comento mientras se acercaba a la boca del mayor.


“Kao…” –se ruboriza a más no poder.


“Naruto” –llamo mientras se escuchaba como la voz de Sasuke.


“¡WAAAAAA!” –exclamo asustado.


“Aniki~~~i, porque tanto alboroto, son recién las 11:00 A.M., deja dormir a los demás, Dios que mal educado” –decía su hermanito desde su saco de dormir mientras se acurrucaba para volver a recuperar su sueño.


“¿eh?... entonces, todo eso fue…” –deja escapar un gran suspiro de alivio al ver que solo fue un sueño, uno realmente extraño y perturbador.


 


El sueño del rubio se vio forzado a desaparecer, aquella pesadilla le había dejado un mal sabor de boca y, sin mencionar que miraba de reojo a su hermanito, decide comer un ramen, pero cuando llega a la cocina se encuentra con algo que lo dejo pasmado.


 


“Otto… ¿san?” –pregunto al ver al rubio con un hombre abrazándole.


“hola hijo, ¿Cómo dormiste?” –le pregunto mientras el pelilargo azabache, obligado, suelta al rubio mayor.


“bastante bien, gracias… ¿Quién es el?” –pregunto al mirar al hombre de piel canela, ojos negros, cabellos azabaches, largos, 1.90, con una camisa blanca, jeans negros y zapatos negros.


“me llamo Madara, soy un amigo de tu padre” –le contesta tajantemente mientras ambos se miraban con desconfianza.


“¿Madara?” –El pelicafe salió raudamente de su escondite y se posiciona frente al ojinegro- “¿es usted acaso el famoso Madara Ni?, el más famoso detective japonés que ha dejado tras las rejas a la mayoría de yakuzas? –preguntaba a la celeridad con ojos de borrego.


“Etto… sí, soy yo” –comento incomodo mientras que ambos rubios no entendían ni jota.


“¡KYA! Aniki tendrá papi nuevo y será muy famoso” –hablaba sin pensar mientras que Minato se sonrojaba, al igual que Madara.


“No digas estupideces Kaoru”-grito enojado el rubio.


“Aniki…” –se intimida, obviamente fingía, sabía que algo le incomodaba y solo Sasuke lo sabía.


“me iré a mi cuarto, tu vístete y sale, no quiero verte en todo el dia” –le ordeno mientras caminaba a su habitación.


“creo que mejor le hago caso, con un huracán amarillo queriendo mí cabeza no hay por donde perderse” –comento mientras se despedían de ambos mayores y desaparecía de escena.


“entonces… ¿eres ese Madara?” –le pregunto incomodo el rubio.


“por desgracia si, aunque sea uno de tus clientes desearía poder charlar contigo de algo serio” –comento mientras Minato ponía mucha atención a las palabras del azabache.


 


Mientras tanto, en la calle, Sasuke corría como normalmente lo hacia los fines de semana, nada parecía nublar su concentración, hasta que sono su celular, en cuanto vio el numero pensó en no contestar, pero, por alguna extraña e inexplicable razón, contesta.


 


“¿Qué quieres?” –pregunto con su típico buenos días.


“¡SASUKE-KU~~~~~~~~~~N! ¡MI ANIKI ME ODIA!” –exclamaba a todo pulmón, casi reventándole los tímpanos al pobre poseedor del Sharingan.


“¡NO GRITES SOPENCO!” –le ordeno enojado, realmente ese chico sabe cómo sacarlo de sus casillas.


“ya, lo lamento, sucede que mi Aniki se molestó conmigo solo por decir que iba a tener papi nuevo, realmente no lo entiendo por qué es, nada más ni nada menos, que el famoso detective Madara Ni, quien capturo a las bandas Yakuzas más peligrosas de Japón y, aun asi, está muy enojado y no lo entiendo, ¿acaso tu si?” –preguntaba mientras Sasuke se sobaba el puente de la nariz.


“¿serás estúpido? o ¿qué?, mira, encontrémonos y hablaremos sobre eso, ¿Dónde estás?” –le pregunta fastidiado.


“realmente no conozco esta calle, pero te estoy viendo el trasero, por cierto, que buen trabajo con esas nalgas, se ven duras y redondas” –comentaba mientras Sasuke se voltea y lanza una Kunai que casi le llega al menor si no se agacha.


“hola” –sonríe mientras cortaba el celular.


“realmente no sé cómo haces para exasperarme, eres igual a Naruto, o incluso peor” –le comentaba sobándose la cien.


“no sé si tomarlo por cumplido o insulto… en fin, dime; ¿Por qué mi Aniki se comportó asi?” –le pregunto mientras Sasuke le comentaba toda la historia que le dijo su amado Blondo.


 


Le dijo los puntos fundamentales, de cómo había perdido a su madre, que había pasado, en donde y cuando sucedió, que hizo y un sinfín de datos más que el menor pedia. Después de casi 1 hora de explicación el menor entendió el porqué de la reacción de su Aniki, pero no podía hacer nada, después de todo el también sufrió la perdida de alguien, pero en circunstancias diferentes. El amanecer dio paso al medio dia y del medio dia pasa al anochecer, en donde todos cenaron, excepto Naruto, quien, se había hecho un ramen instantáneo y se durmió en su pieza. El pelicaoba trato de entrar a la habitación, lográndolo sin molestar al blondo quien dormía, pero antes de acostarse pudo escuchar un pequeño lamento ahogado, eso le dolió bastante, haber provocado esa reacción a su Aniki no se lo podría perdonar, por eso, y mucho cerebro, se le ocurrió una forma de que se reconciliaran, pero deberia esperar hasta el miércoles, aún faltaban muchas cosas por reafirmar.


A la mañana siguiente ambos jóvenes se fueron en silencio, Naruto con la cabeza gacha y el menor escuchando música por su celular, nadie dijo ninguna palabra y asi llegaron a la preparatoria de la hoja, ninguno de los dos se miraban, solo subían las escaleras, ninguno de los dos noto que había una discusión al final de la escalera, el menor, quien a zancadas, llego a donde estaba la pelea fue recibido por un puñetazo en la cara, provocando asi que, en unos torpes pasos, se fuera a la baranda y callera por esta desde el tercer piso, su Aniki miro la escena en cámara lenta y, jurando con su vida, vio cómo su Otooto susurraba débilmente su nombre.


 


“Al menos… moriré feliz” –sonrió ante ese comentario mientras caía y soltaba unas lágrimas.


 


El menor tenía miedo, pero moriría feliz de poder haber tenido una familia que lo acogiera y no una como la que le toco vivir a él. El fin inminente del joven pelicaoba estaba cerca pero, unos segundos después, se encontraba en unos brazos mientras era abrazado por estos, lo último que vio antes de quedar completamente noqueado, fue un aura anaranjada, seguido de unos orbes rojos y rasgados. En cuanto recupera el conocimiento queda confundido al ver a su hermano y a Sasuke mirándole preocupado, bueno solo Naruto, Sasuke solo miraba al rubio.


 


“¿te encuentras bien?” –le pregunto el blondo mirando los ojos del otro.


“Etto… ¿caí en algo suave o realmente me morí?” –pregunto el menor desorientado.


“no tenemos tanta suerte” –comento Sasuke con su infalible tacto de piedra.


“esa es la irrefutable prueba de que no he muerto” –sonreia el menor mientras Naruto suspiraba.


“lo lamento Kaoru, realmente te trate mal ayer, es que…” –es silenciado por el menor.


“no te preocupes Aniki, las peleas de hermanos son recuentes y, no por no tener parentesco sanguíneo, vamos a ser la excepción a la regla” –sonreia mientras el blondo abraza fuertemente al pelicaoba.


“tenía miedo de perder a otra persona importante en mi vida” –decía casi en susurro mientras el menor sonreia tristemente.


“es doloroso perder a esa persona, pero nada comparado a lo que se siente perderla con tus manos” –menciono sin pensar mientras Naruto no entendía el significado de aquellas palabras.


“oye ¿eso que…?” –la puerta se abrió de golpe, dejando al rubio con sus palabras.


“¿te encuentras bien?” –pregunto el pelirojo agresivamente.


“si, me siento bien, ¿alguien sabe quién me rescato de aquella caída? Quiero agradecerle” –sonreia tiernamente mientras el pelirojo se acercaba.


“fui yo, cuando estabas cayendo te sujete con mis brazos, me lastime un poco la espalda, pero al menos tu quedaste ileso, solo inconsciente, pero ileso” –le comentaba mientras se acercaba al rostro del menor.


“…” –se acerca más y le roba un beso ante el shock del trio de chicos- “esa es parte de tu recompensa por salvarme, si deseas algo más pídemelo” –sonreia el menor mientras el ojirojo le tomaba las manos.


“¡ten una cita conmigo!” –pedia a la celeridad.


“Etto… yo…” –quedo totalmente en blanco, nunca se esperó eso.


“solo una y listo” –insistía mientras los dos presentes en la enfermería miraban atentos la respuesta del menor.


“…” –suspira pesadamente a la par que sonreia- “vale, una cita, ¿Cuándo? ¿Dónde? y ¿a qué hora?” –pregunto mientras el ojicarmesi pensaba.


“digamos hoy, en el parque de diversiones, a las 8, ¿te parece?” –pregunto coqueto.


“vale, nos veremos hay” –sonrió mientras le daba un beso en la mejilla- “lo del beso en la boca fue un premio, no te malacostumbres si no somos nada aun” –sonrió mientras el otro solo salía de la habitación con una sonrisa de satisfacción.


“¿Por qué aceptaste?” –le pregunta Naruto preocupado mientras el menor solo sonreia tristemente.


“un amigo me dijo que los eventos pasados te hacen madurar, en otras palabras, intentare dejar a tras el trauma del enamoramiento, veamos si este chico tiene lo necesario para tenerme” –le comento con una sonrisa inocente.


“eres torpe, pero te apoyo” –comento Sasuke fastidiado.


“a propósito, Naru-oniisan, puedes ir al aula y decirle al profesor que iré en seguida, necesito hablar con Sasuke” –pedia el pelicaoba mientras el blondo accedía y se marchaba- “no fuiste tú ¿verdad?” –le pregunto con su inmutable seriedad mientras el aludido negaba con la cabeza.


“solo note cuando estabas en los brazos del cabeza de cerilla” –le comento seriamente.


“entonces ¿fue una ilusión?” –preguntó al aire mientras el azabache no entendía- “antes de perder el conocimiento juraría haber visto algo como un aura naranja y ojos rojos, pero como de gato” –le comentaba mientras que al uchiha le sonaba familiar esa descripción.


“me suena, pero debo investigar más, pero de que hubo algo raro en eso, lo hubo, sentí una gran cantidad de chakra liberarse por unos segundos, pero después desapareció, realmente algo malo está a punto de pasar” –profetizaba el azabache mientras el pelicaoba se levantaba.


“en fin, no obtendremos nada sentándonos, creo que lo mejor será sacarle la información al pelirojo en la cita, espero no arruinarla, ni que me la arruinen” –comentaba mientras hacía énfasis en la última parte.


“oye, lo de Naruto es una cosa, lo tuyo no me interesa” –comento con despreocupación.


“asi tratas a tu nuerito, creo que le quitare puntos a tu hoja de esfuerzos” –comentaba el menor mientras pasaba por la puerta- “a propósito, iba a regalarte estas fotos de Naruto dormido sin polera, pero creo que te las pierdes”-le saca la lengua y sale corriendo, realmente había tocado el talón de Aquiles del azabache.


La tarde en el colegio fue bastante rápida, el horario ya se había dado, ahora saldrían a las 5:15 pm, en todas las clases se veía como todos hablaban de nimiedades, nada interesante, hasta que Ino y Chouji se acercaron a Kaoru con cara de arrepentimiento.


 


“Etto… Kao-chan, ¿estás bien?” –pregunto la rubia triste.


“si Ino, me siento bien, ¿Qué pasa? No te había visto esa cara nunca” –le comentaba preocupado.


“sucede… que quien fue la que te golpeo en la escalera fui yo” –decía cerrando sus ojos para esperar alguna reacción negativa, la cual, no llego.


“¿Qué paso?” –pregunto calmadamente.


“sucede que Chouji me estaba molestando de por qué hacía dieta y esas cosas, me enoje y quise golpearle la cara, pero justo se corrió y el golpe te dio de lleno y ¡discúlpame!” –pedia desesperadamente mientras el menor sonreia.


“no te preocupes, de todos modos fue un accidente que no paso a mayores, pero no vuelvan a pelear en el corredor, es peligroso” –comentaba mientras la rubia le abrazaba en forma de compensación.


“Tsk…” –se escuchaba del Akimichi algo celoso al ver como su novia abrazaba a otro.


“no comiences Chouji, en primer lugar fue tu culpa por no recibir mi muestra de cariño” –le comento con una sonrisa maliciosa.


“con tanto amor hasta terceros pueden morir” –comento intimidado mientras apuntaba al pelicaoba.


“ya chicos, dejen de pelear, antes eran la pareja perfecta, ¿Qué les sucedió?” –pregunto Naruto algo fastidiado.


“muchas cosas, realmente se está perdiendo el amor” –contesto la rubia triste.


“¿Por qué no se dan un tiempo?” –propuso Sasuke, ante lo cual, la pareja, casi se desmaya de lo frio y aterrador de la idea.


“o, ¿Por qué no, simplemente, tienen una cita? Pueden ir al cine, al parque, al acuario, una alta gama de diversión para parejas” –comento sonriendo el rubio, realmente adoraba ir a esos sitios.


“puede ser… ¿Qué opinas Kaoru? ¿A dónde deberíamos ir?” –pregunto la ojizafiro mientras el menor se ponía nervioso.


“re-realmente no… no sé qué decirles, nunca he estado en una cita antes” –comento mientras la pareja no daba crédito a lo que oían.


“pensaba que eras el más popular de tu antigua escuela” –le comento el Akimichi mientras sacaba unas papas.


“no, nunca fui popular con las chicas o chicos, en realidad era considerado el chico raro por mis aficiones Otaku y esas cosas” –comentaba mientras Naruto recordaba algo.


“ha, hermanito, adivina, Shino compro esos DVD que querías y me dejara copiarlos para dártelos” –comentaba feliz el de rasgos zorrunos.


“genial, por fin voy a poder verlo sin estorbos” –comentaba mientras la pareja no entendía- “olvídenlo, pero bueno, son jóvenes ustedes sabrán donde ir a divertirse” –comentaba el pelicaoba mientras ambos jóvenes pensaban.


“¿Por qué no vamos al parque de diversiones? Hace mucho que estuvimos hay, quiero subirme a la noria” –comentaba la rubia mientras el Akimichi adquiría un brillo macabro en sus ojos.


“esta será mi oportunidad de demostrarte cuanto a crecido mi fuerza y darte premios” –comentaba el gordo a la vez que la chica se sonrojaba.


“a propósito” –comento Sai apareciendo de la nada- “¿aun estas sentido con el beso que te robo el pelirojo?” –pregunto sin tacto mientras que el pobre ojicafe se sonrojaba como tomate.


“En realidad el tendrá una cita con el hoy en el parque a las 20:00hrs” –comentaba Sasuke mientras era reprendido por Naruto.


“¿tendrán una cita?” –pregunto emocionada la ojijade, quien había escuchado lo último.


“Etto… si, el me salvo la vida, es lo mínimo que puedo hacer” –contesto mientras aparecían Kiba y Shino- “//Dios, esto parece un mal Fanfic yaoi//” –pensó mientras era bombardeado por preguntas poco con decorosas.


 


Asi las clases dieron termino, el trio de jóvenes salieron a la casa del rubio a pasar el rato y ayudar al menor a ver que ponerse, poco después de llegar, y que de Sasuke casi intentara degollar a la abuela de Naruto por abrazarle, se fueron a la desordenada habitación del rubio, esa era una de las cosas que no habían cambiado desde que se conocieron, el orden de su amado blondo era algo que se perdía, al igual que su cabeza con el ramen. Poco a poco empezó a oscurecer y la cita del menor estaba llegando deprisa.


 


“y… ¿Qué tal me veo?” –pregunto sonrojado el menor con un poleron ancho color azul y pantalones negros.


“¿no tienes ropa más ajustada?” –pregunto el rubio mientras el menor negaba con la cabeza.


“nunca use de esa ropa, digamos que mis abuelos nunca la aprobaron” –comento sonrojado mientras Naruto miraba su guardarropa.


“tenemos la misma contextura física, aunque yo estoy más marcado que tú, creo que puedo prestarte algo” –comentaba mientras lanzaba ropa al suelo.


 


Asi estuvieron por 20 minutos, entre probar, modelar, negar y cambiar, hasta que, por fin, el menor estaba listo para salir. Ambos jóvenes lo acompañaron, ya que era su primera vez en el parque de diversiones y no querían, bueno mejor dicho, Naruto no quería que se perdiera. Llegaron al parque con 10 minutos de anticipación, dejaron al chico en la entrada y ambos se marcharon, ahora solo estaba el pelicaoba esperando la llegada del pelirojo.


Pasaron pocos minutos para que este apareciera, realmente se veía guapo, unos jeans negros de cuero apretados, una sudadera color gris que dejaba ver sus fornidos brazos, unos aretes en su oreja izquierda, unos tenis plateados de marca y un pañuelo cubriendo sus cabellos, el menor quedo totalmente embobado y cuando se juntaron el mayor tomo de la cintura al menor y lo besa apasionadamente.


 


“creí que no vendrías” –comentaba el pelirojo una vez cortado el beso.


“yo igual…” –contestaba ida mente el menor, ese beso lo dejo viendo estrellitas.


“entonces, ¿vamos?” –pregunto mientras el menor reaccionaba- “¿a qué te quieres subir primero?” –pregunto el mayor con una sonrisa coqueta.


“mmm… a ese” –comento mientras apuntaba a la montaña rusa.


“vale, entonces no nos quedemos parados” –comento tomándole la mano y caminando en dirección a la montaña rusa.


 


Mientras tanto, a unos metros de ahí, una mata de cabello color dorado y otra azabache, miraban atentos la jugada del pelirojo. Naruto, realmente, no confiaba mucho en el pelirojo, creía que le podría hacer algo o intentar quitarle la inocencia a su hermano, mientras que, el azabache, no tenía nada mejor y, por estar con su rubio, decidió quedarse. Asi estuvieron observando la cita mientras miraban que el pelirojo no se pasara de listo. En más de una ocasión, con una cerbatana le pegaban en la mano al pelirojo si intentaba correrle mano al menor, cosa que le disgusto un poco, ya que no tendrían mucha privacidad, hasta que el menor pidió descansar.


 


“vaya, nunca me había divertido tanto, ya veo por qué las parejas quieren ir a citas tan seguido” –sonreia el menor con inocencia a la vez que el pelirojo le observaba con una encantadora sonrisa.


“realmente eres hermoso Kaoru, me encanta tu piel, tu cabello ligeramente desordenado y, lo que más amo de ti, es tu sonrisa honesta” –comentaba mientras el menor sentía una presión en el corazón.


“no digas eso tonto… a propósito ¿Cómo te llamabas? Nunca me dijiste tu nombre” –le comento mientras el pelirojo sonreia galanamente.


“te diré mi nombre antes de irnos, primero quiero subirme a dos juegos” –comentaba mientras el menor accedía.


“lo lamento, me deje llevar por el momento y no te pregunte si querías subir a alguno, bueno, elige, iré a donde tú quieras ir” –comentaba mientras el pelirojo miraba la mansión embrujada.


“quiero ir a esa, me contaron que es muy tétrica y perfecta para asustarse” –comentaba mientras el pelicaoba se maravillaba y un blondo oculto quedaba más blanco que el papel.


“me parece bien, vamos” –comento mientras su estómago rugía levemente- “disculpa, te parece si compramos algo de comer antes de entrar a la atracción, muero de hambre” –comentaba riéndose mientras el mayor le acariciaba la cabeza.


“vale, mira allí hay algodón de dulce, ¿quieres?” –pregunto mientras el menor asentía fervientemente.


“toma aquí tienes dinero” –comento mientras se registraba su bolsillo- “¿uh?, que raro, deberia estar aquí” –comentaba registrándose entero hasta que se golpeó la frente con la palma de la mano- “diablos que olvidadizo, los deje en el otro pantalón antes de venir, creo que no podre comer nada hasta marcharme” –comentaba triste.


“no te preocupes yo te compro las golosinas” –comentaba mientras el menor olía la trampa de ese ofrecimiento.


“mejor no, no quiero deberte muchas cosas, con que me salvaras la vida ya es suficiente, no tienes que hacer esas cosas por mi” –sonreia el menor a la vez que el otro le da un beso en la frente.


“no te preocupes, de todas formas el dinero es algo que no me importa gastar si es para ti” –comento ante el sonrojo muy notorio del menor- “espera aquí” –comento mientras se iba a comprar el algodón.


“vaya, realmente es muy amable, desearía poder compensárselo” –sonreia mientras aparecía una mujer frente a él.


“Asi que por ti me cambio ese estúpido”-menciono ante la incógnita del menor- “realmente no sé lo que te vio, yo soy mucho mejor que tu” –le dijo en tono despectivo mientras alzaba la mano- “¡eres una porquería!, ¡¿Cómo me pudiste quitar el novio?!” –le grito a la vez que balancea la mano amenazadoramente para darle una cachetada.


“…” –cierra los ojos para sentir el golpe, el cual, nunca llego.


“¿Qué haces aquí?” –pregunto el pelirojo tomando la muñeca de la mujer mientras el menor abría sus ojos.


“con que aquí estabas desgraciado, acaso me ibas a dejar sola por este pendejo y, para empeorar las cosas, embarazada” –comento mientras el menor sentía que su corazón se destrozaba.


“¿Qué estupideces dices?, en primer lugar nunca tuvimos sexo sin protección, en segundo, tu y yo jamás fuimos más que andantes, cuando dije que terminábamos me refería a que terminábamos la andanza, en tercer lugar, los gustos que tenga no son de tu importancia y, finalmente, no te atrevas a levantarle la mano a mi novio, ¿entendiste?” –le explicaba fría y tajantemente mientras el menor se paraba y, con una sonrisa forzada hace una reverencia.


“felicidades por su embarazo señorita, espero sean felices, lamento si me inmiscuí en su vida, ahora mismo desaparezco, adiós” –comento mientras se giraba y salía corriendo.


“Tsk… este pendejo no escucho nada de lo que dije” –comento rascándose la nuca.


“déjalo, ahora solo estaremos tú y yo” –comentaba mientras traba de abrazarlo pero una presión en su muñeca capturada se lo impidió.


“nunca fuimos, somos o seremos algo, desaparece” –le comento con los ojos rojos y rasgados.


“…” –queda petrificada por esa mirada llena de muerte y sed de sangre.


“¡Kaoru!” –exclamaba mientras salía corriendo del lugar.


 


Mientras, ambos chicos no entendían nada de la situación, solo sabían que la chica era la ex del pelirojo y que aparentemente estaba embarazada, pero luego el pelirojo la dejo en su lugar y la desmintió, pero, al parecer, el menor no escucho nada por haber entrado en Shock y se fue corriendo sin motivo aparente, realmente era complicado el tema.


Entretanto, ya casi en las afueras del parque, un pelicaoba se había detenido para recobrar aire en sus pulmones, había salido corriendo entre lágrimas y eso lo dejo deshecho.


 


“tonto” –musitaba mientras lloraba amargas lágrimas- “siempre es igual, apenas doy una muestra de debilidad me golpean” –comentaba entre llanto- “odio sentirme asi, cuantas veces deben romperme el corazón para dejar de sentir este maldito dolor” –decía en voz media mientras se agarraba el pecho- “realmente duele… pensé que no volvería a sentir esto, pero me equivoque, realmente nadie me amara” –suspiro mientras se erguía y miraba el horizonte- “realmente nadie me amara” –se auto convenció mientras una última lagrima caía de su rostro inexpresivo.


“pues yo sí, David” –le comento una voz mientras le abrazaba por la espalda- “hola amorcito, ¿me extrañaste?” –le hablo en español mientras que el otro se zafaba y se alejaba raudamente para hacer frente al desconocido.


“¿Qué mierda haces aquí?”-le pregunto con una ira inconmensurable.


“pues… adivina” –sonrió con sorna mientras se quitaba la capucha.


“me importa un carajo tus intenciones, pero ya que estas aquí, creo que es tiempo para terminar lo que no se pudo en el aeropuerto” –dijo en pose de pelea.


“¿acaso olvidas quien te enseño a pelear?, se todos tus movimientos, no hay ninguno que no me sepa” –sonrió mientras lanzaba su capa al suelo y se ponía en guardia.


“realmente te odio Alexander, no quiero saber para qué viniste, pero de lo que sí quiero es romperte la cara de bastardo que tienes” –le enfrento verbalmente mientras escuchaba el viento soplar.


“vaya, vaya, al parecer el gatito ya mostro sus garras, te recuerdo que nunca fuiste capaz de vencerme, pero, como eres tan valiente, te diré por que vine; quiero que vuelvas, porque me di cuenta de que me gustas” –comento mientras el ojicafe se enfurecía más.


“a otro perro con ese hueso, recuerda quien te enseño a fingir” –le encaro mientras el otro se hacia el ofendido.


“¿me tachas de mentiroso?” –pregunto mientras el menor se abalanzaba contra él.


“¡SI LA BOTA TE QUEDA USALA!” –le exclamo mientras trataba de propinarle un derechazo.


“idiota, lo del aeropuerto me encontró desprevenido pero en esta ocasión no me podras vencer” –le comentaba esquivando todos los golpes del menor.


“dicen que perro viejo no aprende nuevos trucos, pero yo sí que los he aprendido” –comento mientras golpeaba, con las palmas de sus manos, los oídos del mayor.


“mierda” –musito mientras se desorientaba.


 


En ese momento el menor empieza a aplicar una serie de golpes, primero fue en las cienes, luego en la boca del estómago, continuando con el puente de la nariz y finalizando con un gancho que, en teoría, deberia dejarle noqueado, pero, en vez de eso, solo se le ve quieto mientras miraba el cielo, pocos segundos después se empieza a escuchar una risa.


 


“estúpido, realmente me has hecho enojar” –comento mientras sacaba una cortapluma.


“mierda, no lo hice bien” –comento entre dientes mientras retrocedía un paso.


“no te creas tanto, soy duro de vencer, ahora, sea vivo o muerto, te llevare de regreso conmigo” –le comento mientras se abalanzaba.


“¡NUNCA VOLVERE A ESE PAIS DE MIERDA!” –le exclama mientras tomaba una rama y la usaba para defenderse de la cortapluma.


 


El encuentro duro poco, el ojiesmeralda realmente sabia pelear, el menor estaba virtualmente perdido, luego de una patada en el estómago del menor, que hizo que escupiera sangre, cae al suelo de rodillas y el otro le apunta con el objeto corto punzante en la cara.


 


“te lo dije, jamás podras vencerme” –sonrió con superioridad mientras apoyaba la navaja en la mejilla derecha del menor- “realmente no quiero desfigurar esa carita linda tuya, pero si no accedes no me dejaras de otra que…” –su mano es sujetada y la cortapluma deslizada por la mejilla del menor.


“deja de parlotear, no eres de los que monologan solos” –le informo mientras salía sangre de la herida de su mejilla.


“se ve que me conoces” –sonrió mientras pateaba el mentón del menor y este caía de espalda al piso- “bien David, es hora de volver” –le comento mientras le agarraba del cabello y lo empezaba a arrastrar.


“quítale tus asquerosas garras si no quieres que te rompa el brazo” –se escuchó una voz bastante iracunda.


“¿tú y que…?” –no alcanza a terminar cuando recibe un golpe en la cara que lo manda a un árbol.


“no necesito a nadie para despellejar a un bastardo como tú” –le informaba mientras miraba la herida en la mejilla de Kaoru- “ahora si te matare” –comento mientras avanzaba amenazadoramente al petrificado ojiesmeralda.


“¡NO TE METAS EN ESTO!” –le ordeno el pelicafe mientras intentaba pararse.


“no te preocupes, terminare rápido” –le comento sin girarse.


“¡ESTO ES ALGO ENTRE EL Y YO, NO TE INMISCUYAS EN MIS ASUNTOS!” –le volvio a gritar, provocando que se detuviera a medio camino- “¡por que no mejor vas con tu novia y tu futuro hijo, aquí nadie te necesita!” –le grita enojado.


“Tsk…” –se devuelve y toma al chico, se lo pone en el hombro y se lo lleva como un saco.


“¡OLLE SUELTAME, TU GORILOCHE CON MAREA ROJA!” –exclamaba mientras el otro hacia caso omiso a las palabras del pelicaoba.


“¡NO TE LO LLEVARAS!” –grito el ojiesmeralda mientras lanzaba la cortapluma a la espalda del pelirojo.


“¡cuidado!” –grito el menor mientras que, en un rápido movimiento se gira, toma el arma y la devuelve aún más rápido, dejándola clavada a unos centímetros de la cara de su oponente.


“solo te lo diré una vez, si vuelves a ponerle un dedo encima a lo que me pertenece juro que te matare” –hablo cuan demonio enojado, tanto así que ambos jóvenes quedaron helados por aquellas palabras- “ahora piérdete” –le informo mientras se volteaba y se marchaba.


 


El pelirojo cargaba como si nada al pelicafe, quien aún estaba en shock. Luego de pasar por el mar de gente llegaron a la última atracción, la noria, luego de hablar, sin decir que amenazo al de los juegos, metió de golpe al menor y luego subió, ya dentro de la cabina se encontraba un ambiente bastante tenso, que el mayor decidió romper.


 


“Kaoru…” –le llama mientras este le ignoraba- “lo que paso con esa chica no---” –es interrumpido.


“no me interesa lo que paso, ahora serás padre, puedes dejarme---” –es agarrado por los hombros y zamarreado.


“¡IMBECIL!, ¡ENTIENDE, ELLA NO ESTA EMBARAZADA!” –Le hablo de golpe mientras el menor intentaba entender- “realmente me sacas de mis casillas, esa chica solo mentía, nunca tuvimos algo sin protección de por medio, además, nunca fue mi novia, solo salimos un par de veces y unos revolcones nada más” –le informaba mientras se rascaba la nuca.


“¿Por qué terminaste con ella?” –le pregunto mientras esperaba la respuesta.


“Por qué te conocí, realmente me pareces más interesante, hermoso y puro que ella” –le informaba mientras el menor se enojaba.


“solo soy un capricho, cuando se te pase apenas si me recordaras”-le hablaba tajantemente mientras era abrazado.


“realmente tenía miedo” –le informaba mientras el menor sentía la angustia en esas palabras- “realmente… creí que te perdería, cuando te vi siendo arrastrado por ese bastardo me hirvió la sangre y no me pude controlar” –le comentaba mientras el menor sentía un nudo en la garganta y su corazón se aceleraba- “**realmente me gustas**” –le susurro mientras lo apegaba más a su cuerpo, necesitaba sentirlo.


“//como desearía que esas palabras fueran ciertas//” –pensaba mientras abrazaba al pelirojo- “//solo por esta vez me dejare engañar por esas palabras, realmente no quiero estar solo//” –pensaba mientras empezaba a llorar- “solo deseo que el termino de esto… no sea doloroso” –pensó en voz alta mientras el pelirojo le besaba la frente.


“esto nunca tendrá fin, tienes mi palabra” –le contesto mientras el menor se ruborizaba y desviaba la vista.


“solo por esta ocasión te creeré, ahora te debo otro favor, ¿Qué deseas?” –le pregunto incomodo, ese pelirojo le podría pedir hasta su inocencia.


“se mi novio” –pedia mientras el menor suspiraba.


“¿solo eso?” –Pregunto mientras el otro asentía- “vale, te daré un chance de una semana, más que eso no, luego decidiré si me quedo o no contigo” –le comento mirando hacia afuera- “realmente es hermoso Odaiba” –comento cambiando abruptamente de tema.


“no más que tu” –le informa mientras le roba un beso pasional y a la vez dulce.


“//solo por esta vez//” –pensó mientras respondía el beso.


 


El ambiente en la noria paso de tenso a romántico, ambos se besaban tiernamente, realmente el pelicafe empezaba a sentir algo por el cabeza de cerillo. Poco a poco la noria fue llegando a la cima, donde se detuvo y la pareja se separa por falta de aire, ahora solo quedaba una interrogativa, que el menor no desaprovecho.


 


“dijiste que me dirías tu nombre” –comento el chico sonrojado.


“me llamo Kurama, pero me dicen Kyu” –sonreia con afabilidad, ante lo cual, sin evitarlo, el menor se sonroja.


“ya-ya que se tu nombre, es justo que tu sepas el mío” –tartamudeo levemente mientras miraba hacia afuera- “mi verdadero nombre es David, soy de Latinoamérica y Kaoru Minamoto es el nombre que uso desde que llegue a Japón, por ende, solo llámame Kaoru o… Kao-chan” –comentaba con un tremendo sonrojo al tener que decir su abreviatura.


“realmente me encantas David, pero Kao-chan suena más lindo, pero no tanto como tú” –le abraza de improviso mientras el menor sentía la calidez en esos brazos.


“realmente… te quedaras junto a mí para siempre, ¿verdad?” –le pregunto con aires de tristeza.


“lo juro por todo este mundo, que no pasara un dia que no te de un beso y te abrace con las palabras te necesito y te amo” –le prometió mirándole a los ojos- “no sé lo que te haya sucedido en el pasado pero ahora estás conmigo y siempre te amaré” –comento mientras el menor quedaba hipnotizado por esos ojos.


“**Kyu-kun**” –susurro débilmente mientras recibía otro beso.


 


Mientras tanto, en una cabina anterior a la de la pareja, un rubio miraba con binoculares a la pareja, realmente no sabía que asían, pero, de lo que estaba seguro, era que su hermanito estaba siendo torturado. Sasuke, quien acompaño al rubio, miraba Odaiba con aburrimiento, realmente echaba de menos la aldea del fuego, la torre del Hokage y las misiones, pensar que, un ninja de Elite como el, esta rebajado a ser de niñero y protector de un rubio berrinchudo y un doble cara, realmente quería a su Naruto y aria lo que fuera con tal de estar con él, pero no por eso desaprovecharía la oportunidad.


 


“Naruto” –llamo al rubio quien aún espiaba a la otra pareja.


“ahora no Sasuke, ese cabeza de fosforo intentara algo contra mi hermanito” –le comento fastidiado.


“¿quieres ser mi novio?” –le pregunto mientras el rubio se ruborizaba y su corazón se aceleraba.


“De-deja de ha-hablar si-sin Sen-sentido, Teme” –le regaño muy nervioso.


“no hablo sin sentido, en realidad te amo con todo mi corazón, solo quiero estar cerca de ti y nada me impedirá hacerlo” –le comento mientras que, el de zorrunas mejillas, se volteaba y miraba al azabache nervioso.


“no seas ridículo, esto no tendría ni principio ni final”-comentaba con la poca lógica con la cual contaba en ese momento.


“Naruto, realmente me gustas” –se acerca a él y queda a centímetros de su cara- “y nunca te dejare ir” –comento mientras besaba de improvisto al rubio.


“Sasu---” –queda silenciado por el beso propinado por el mayor, realmente tenia sentimientos encontrados hacia él.


 


El rubio sentía miedo por lo que dirían los demás, alegría de que lo eligieran a él, pesar por tener que pensar en un final, júbilo por no volver a estar solo y mucha hambre, el estómago del rubio sono ligeramente y, cuando se separaron, el uchiha mostro una de sus más cálidas sonrisas que solo le dedicaba a su rubio, este, al notar esa sonrisa pura, se sonrojo a más no poder y, luego de otra intromisión de su estómago, el uchiha cambio su sonrisa pura en una de sorna, realmente amaba hacer enojar a su rubio.


 


“y… ¿Qué me dices?, ¿quieres ser mi novio?” –le pregunto nuevamente.


“realmente… me gustaria” –comento sonrojado- “pero no sé nada sobre ti y tu no sabes nada sobre mi” –le comento con miedo.


“sé que te gusta comer ramen, te bañas todas las mañanas, duermes con una polera negra y pantalones con ranitas, tu monedero es de rana y siempre tienes un presupuesto de ¥10.000.-, además de que hablas dormido y tienes mucha sensibilidad en los pezones” –le comento guiñándole el ojo.


“¡¿CÓ-CÓMO SABES ESO?!” –le increpo asustado y ruborizado, realmente asusta saber que alguien te conoce mejor que tú mismo.


“me lo conto un pajarito y no, no es tu hermano menor” –le comento mientras le tomaba las manos- “se todo lo que hay que saber sobre ti, por ende tienes que aprender sobre mí y eso lo lograras saliendo conmigo” –le comento mientras besaba el dorso de esta- “realmente te amo Naruto” –le comento nuevamente.


“te-teme no soy una chica… pero de todas formas, gracias” –regaño entre sonrojos, realmente le gustaba ese chico- “vale, acepto seré tu novio” –le comento con cara de tristeza.


“¿Qué sucede?” –le pregunto mientras el menor lloraba a mares.


“recordé que tu odias el Ramen y las cosas dulces” –le comento mientras este se palmeaba la frente, realmente el Namikaze-Uzumaki sabia como romper un ambiente romántico.


“Tsk, en fin, es mejor que lo sepas ahora que más tarde, como dices, odio el ramen y las cosas dulces, además me fascina el tomate, salgo a trotar todos los fines de semana en la mañana, tengo un hermano mayor que realmente me saca de quicio y, posiblemente, este detrás de tu Aniki, amo pelear, es lo que mejor se me da, mis ojos cambian de color cuando me enojo y me gustan las artes marciales” –le comentaba mientras el menor quedaba con un par de dudas.


“¿cambian de color?” –repite curioso, nunca encuentras a una persona tan curiosa.


“si, además, me comentaron, que me salen aspas y, si me enojo mucho, pareciera que el diseño cambia” –alimentaba la curiosidad del menor con aquella mentirilla blanca, de todos modos sus ojos si cambiaban pero no por el enojo.


“Wow, eso es sorprendente, realmente quiero verlos” –sonreia con esa típica sonrisa vulpina.


“algun dia, pero primero, recuerda bien esto, no te juntes con la Hyuga o la Haruno, realmente me pone celoso su presencia” –le comentaba mientras recordaba a las chicas de su mundo, ellas realmente estaban enamoradas del ojizafiro.


“no prometo nada, pero si somos pareja entonces te daré una sola condición y nada más, ¿vale?” –pregunto serio, cosa rara en él.


“vale, si con eso me aseguro de alejar a la tomate y al chicle bien, ¿Qué cosa?” –pregunto mientras el rubio aguantaba la risa por esos motes tan bien colocados.


“quiero que seas menos gruñón y soberbio con los demás, quiero que te lleves bien con todos y no siempre estés solo” –le comentaba con una dulce e infantil expresión algo asi como ¨Viólenme¨.


“por ti lo que sea” –le respondio sin pensar mientras se imaginaba a su Naruto haciendo caras pervertidas.


“otra cosa… ¡NO PIENSES QUE ME HACES COCHINADAS!” –le intenta dar un coscorrón pero es detenido por el azabache.


“realmente me cuesta, pero lo intentare, pero tu deja de ser tan amable con tu ¨hermanito¨” –le propuso mientras el rubio miraba hacia afuera.


“¿qué linda ciudad no?” –pregunto cambiando de tema.


“…” –solo suspira al ver como el rubio intentaba zafarse- “si, es realmente hermosa” –comenta mirando con una sonrisa la ciudad.


“…” –le queda mirando fijamente.


“¿Qué pasa?”-le pregunto mirándole por el rabillo del ojo.


“realmente me gusta cuando sonríes, te vez más guapo” –soltó con una sonrisa zorruna, típicas de Naruto.


“entonces acostúmbrate, ya que esta sonrisa solo será para ti”-comento mientras besaba nuevamente al Blondo, quien, en esta oportunidad, acepta y devuelve el beso.


 


Asi ambas parejas se besaron y abrazaron por esa noche, el uchiha llevo, con toda su fuerza de voluntad, a un restaurante donde vendían Ramen mientras que, el  pelirojo, llevo al pelicafe a la casa del rubio, en la entrada hablaron un poco y, con un último beso se despidieron.


 


“//ya comenzó el juego, Otaku mío, tu serás mío y de nadie más//” –sonríe con malicia mientras se marchaba.


“//si crees que caeré tan rápido Kyu-Kun, estas muy equivocado, este Póker Face aún tiene mucho que ofrecer//” –pensó el menor con una sonrisa sombría mientras estaba entrando a la casa.


 


La pareja del Uchiha y el Namikaze estaban de lo más bien comiendo, hasta que suena el teléfono del rubio, quien contesta alegre, pero la voz que lo llamo no era muy calmada, se trataba de…


 


“¡NARUTO, VUELVE A CASA AHORA MISMO!” –le ordenaba la voz paternal del Namikaze.


“¡HA-HAI SIR!” –comentaba mientras salía corriendo, dejando con la cuenta al uchiha quien, con un Genjutsus, logra salir del problema y esfumarse.


 


Luego de un regaño al rubio por llegar tarde, este se fue a su habitación y, una vez en esta, ve como su hermanito miraba el techo con una expresión ida y boba, obviamente el menor fingía para que su hermano no se diera cuenta delas verdaderas intenciones que tenía, pero no conto con una insignificancia que lo puso en aprietos.


 


“¿Por qué tienes una cortada en tu mejilla?” –pregunto el otro mientras se desvestía.


“me pase a llevar con un clavo” –decía ido mientras el Namikaze quedaba semidesnudo frente a él.


“vale, oye Kaoru, ¿crees que estoy gordo?” –le pregunto mientras el menor se sentaba.


“si estar gordo significa tener un cuerpo de físico culturista, entonces sí, estas mórbido” –le comento con un sarcasmo mal disfrazado.


“¿Por qué estás tan cabreado?” –Le pregunto extrañado- “nunca eres asi” –le remato haciendo que el menor reaccionara de golpe e inventara lo primero que se le vino a la mente.


“me enoje porque ustedes me siguieron a mi cita”-le comento con falso enojo, de todos modos era una mentira, según él.


“Etto… yo…” –atrapado, esa era la palabra que rondaba por la mente del blondo.


“//Mierda realmente lo hizo, no sé si haya visto mi pelea con ese bastardo, pero de todos modos intentare omitir el tema//” –pensaba analíticamente mientras abría la boca.


“¡USTEDES DOS, YA TARDE DUERMANCE!” –ordeno enojadamente el Namikaze mayor mientras ambos jóvenes, asustados, se acuestan y cierran los ojos.


“**Oyasumi Aniki**”-susurro entre la oscuridad el menor.


“**Oyasumi Otooto, Oyasumi Okaa-sama**” –se despedía mientras se acurrucaba.


“//Kushina-sama, espero protejas a Aniki, realmente merece ser feliz… ¿verdad?//” –pensó en forma de oración antes de quedarse dormido.


 


Ambos se dejaron llevar por el hechizo de Morfeo y asi, ambos, soñaron con sus respectivos seudo-novios, por lo cual, ninguno de los dos, noto un pequeño brillo en forma de manto que les cubría. Mientras tanto, en el hotel Godaime un pelicafe curaba las heridas de un ojiesmeralda bastante malhumorado.


 


“realmente te dio una buena paliza” –le comentaba el otro pegando un parche en la espalda desnuda del menor.


“cállate, esto no lo hizo el baka, lo hizo un pelirojo que afirma ser el novio de este” –le informaba enojadamente.


“quizás esté viviendo con el ahora, desde que se escapó no he sabido nada de él” –le informaba mientras empezaba a vendarlo.


“¿Por qué se escapó?” –pregunto con cierta preocupación.


“peleamos por que el me borro un video Hentai, que era mi tesoro, por uno yaoi que él quería” –le comentaba mientras estaba a la mitad de su labor.


“Tsk, realmente se enoja fácil, bueno, esa es una de las razones por las cuales me gusta” –comento mientras el pelicafe se detenía en seco.


“¿te gusta mi primo?” –le preguntaba con tacto.


“si” –le respondía mientras el otro le miraba feo.


“según recuerdo, tú tienes novia y, si lo que me conto mi primo es verdad, ibas a ser padre en 2 meses” –le comento mientras el otro se fastidiaba.


“él bebe no es mío, es de su amante, por eso termine con ella, cuando terminamos me di cuenta de que David me gustaba, él siempre me ayudaba en mis problemas, me ayudo en mis estudios, en la economía e incluso, cuando estaba en depresión, él siempre me sacaba con una sonrisa, realmente me enamore de su amabilidad, aunque eso solo lo fingía” –comento mientras el mayor se interesaba en el tema y terminaba con el vendaje.


“¿a qué te refieres con eso?” –le pregunto curioso, nunca había escuchado hablar de su primo menor.


“ese chico no es quien se pinta ser, solo es una máscara que ocupa desde el accidente” –le comentaba mientras recordaba la confesión que le hizo hace varios años.


“te refieres a---” –es silenciado por el menor.


“si, el mismo, nunca creí decir esto pero… ese chico en realidad es un asesino” –comento mientras le contaba la verdadera historia del pasado del Minamoto.

Notas finales:

CHAN-CHAN-CHAN

 

de que diablos estan hablando esos dos, ¿minamoto quien es realmente?, ¿el padre de Naruto por que estara tan enojado?, ¿quien sera el nuevo detective? y más interesante aun, ¿quien es en realidad Kyu-kun y que tiene que ver con su aparente alejamiento del uchiha?, todeo esto y más en los proximos capitulos, espero sus comentarios y puntuaciones y teorias locas sobre este universo alterno tan loco xD, nos vemos xaito ^^


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