El joven Namikaze se iba bastante enojado y confundido, su primer beso había sido con un chico, pero por alguna razón sentía que esos labios ya los había tocado antes y todas esas palabras del Uchiha pareciera que no eran para el, en su totalidad. Después de un lento y pensativo viaje llego a su hogar, al parecer nadie estaba en casa, habían 4 notas en el refrigerador de la casa, el las tomo y empezó a leer la primera.
“Querido hijo, hoy no llegare ya que tengo negocios importantes que atender, hay comida en la nevera para calentar, puedes llamar algun amigo para no sentirse solo, pero nada de fiestas, Atentamente Papá” –termino de citar mientras pasaba a la otra hoja- “hermanito, lo lamento pero esta noche no llego por trabajar horas extras, me quedare en casa de Sasori, de seguro lo conoces, bien nos vemos y pórtate bien, te quiere tu hermanote querido Deidara” –termino de leer mientras una gotita en su nuca se deslizaba y sus ojos estaban tipo puntitos- “Naruto, he decidido salir con tu abuela a inspeccionar el área y tal vez nos iremos a dormir a un mo… quiero decir, en alguna posada, espero lo entiendas, te quieren tus abuelos, PD: lamento que tu abuelo sea un tonto, pero ahora sabrá lo que es bueno, te quiere tu abuela Orochimaru” –termino de leer mientras leía la ultima nota- “Saldré a tomar a un bar esta noche, llegare en la madrugada, Tsunade.” –finalizo mientras se iba al comedor descolocado por aquella, tan, tajante nota- “vaya, hoy tendré que quedarme solo… aun que puedo invitar a algun amigo para que se venga a quedar” –dijo mientras sacaba su celular- “llamare a Kiba, quizás me pueda acompañar” –se dijo mientras buscaba el numero en su agenda y lo llamaba- “Hola Kiba, ¿que tal?” –saludo en cuanto el pelicafe le contesta.
“hola Naru, ¿Qué paso?”-pregunto algo exaltado.
“no nada, pues quería saber si querías quedarte a dormir hoy en mi casa, ya que mis parientes no llegaran y no quiero quedarme solo” –explicaba mientras escucha un quejido de parte de Kiba.
“lo lamento, pero hoy no puedo, tampoco Shino puede, pues nos vemos y lo la-ha-mento Naruto” –hablo rápidamente mientras colgaba.
“y a este, ¿que le pico?” –se pregunto mientras veía los otros números- “Shikamaru dirá que es un fastidio, a las chicas, ni hablar, me dirían pervertido, Umh…” –empieza a pensar- “Ya se, quizás Kaoru pueda venir” –dijo mientras se iba a cambiar- “ojala que el si pueda, no quiero pensar en ese Hentai por hoy” –se decía mientras pensaba en Sasuke- “aun que, por muy extraño que parezca, por unos pocos segundos sentí una gran alegría florecer de mi corazón en cuanto me beso” –comento mientras posaba su mano en su corazón- “es como si nos hubiéramos separado y nos volviéramos a encontrar” –se le eriza la piel- “¿que diablos estoy diciendo?, soy Hetero, no me pueden gustar los chicos, ya detente Naruto esto esta mal-Tebbayo” –finalizo con su típica muletilla mientras caminaba en dirección a la puerta- “espero este en su casa, ya es algo tarde y puede pasar cualquier cosa además que---” –se queda en blanco cuando abre la puerta y ve a cierto azabache frente a él.
“Asi que este es tu hogar, usuratonkachi” –hablo el azabache mientras este le cerraba la puerta en la cara- “¡OLLE NO SEAS UN ROTO Y POR LO MENOS DEJAME PASAR!” –exploto mientras la puerta se abría tímidamente.
“si te dejo entrar, significaría que me harás algo más pervertido que lo de la tarde” –comento mirándole de reojo.
“//no solo hacerte algo pervertido, ¡QUIERO VIO****!// -pensó pervertidamente, claro, sin que se le notara- “la verdad no vengo solo, como vez, lo encontré paseando por aquí y dijo que venia ha verte” –comento mientras se dejaba ver a cierto pelicaoba.
“¿Kao-chan?” –se sorprendió al ver al chico con una mochila y un pulpo rosa, de inmediato se sonrojo al recordar que dijo aquello sin saber que estaba el castaño.
“Jejeje, Konichiwa Aniki”-sonrió nervioso mientras ambos pasaban con el consentimiento del rubio- “** ¿acaso te beso o te intento hacer algo que te gustara?**” –pregunto mientras el rubio se puso como tomate y le da un coscorrón por hablador- “Auch, no me golpees Aniki, solo era una broma Fudanchi” –dijo mientras tomaba asiento en el sofá, frente a Sasuke.
“vale, ¿Qué se les ofrece?” –pregunto mientras el ojicaoba ponía ojitos de borrego degollado.
“¡ANIKI, ONEGAI-DECHU~~, DEJAME QUEDARME AQUÍ UNA SEMANA, PORFIS-DECHU~~! –imploraba como niño pequeño mientras que el Azabache no podía creer que ese chico fuese aquel joven tan frio como el.
“no lo se, debo preguntarle a mi padre y---” –es interrumpido por el chico, quien saca un ramen instantáneo de su mochila, sabor puerco.
“que lastima y yo que traía todos estos deliciosos Ramen’s para compartir juntos como hermanos” –decía con falsa pena, cosa que noto el azabache, más, no el blondo, quien cayo redondo en la trampa del pelicafe.
“¡por mi que te quedes un mes!” –vocifero mientras sonreia gustoso- “¿pero que paso?” –pregunto al ver a su Otooto frente a él.
“mi estúpido primo me hecho de su casa por que le borre un anime Hentai que tenia por uno yaoi que yo quería” –empezó a llorar mientras recordaba las escenas.
“espérate, ¿eres yaoista?” –pregunto Sasuke mirándole de reojo.
“¡hai-dechu!” –respondio mientras el azabache quedaba en blanco.
“//no, por favor, no otro raro//” –pedia mentalmente mientras Naruto seguía adorando el Ramen.
“naru-niisan podrías traerme agua, estoy sediento” –pedia el pelicaoba mientras este aceptaba y se iba a la cocina- “me dirás que paso”-la frialdad paso a flor de piel en cuanto el rubio desapareció.
“nada que te importe” –le hablo de la misma forma.
“ya veo, entonces no me dejas opción” –se para súbitamente.
“¿Qué-qué harás?” –pregunto algo nervioso, ese chiquillo lo sacaba de sus casillas.
“¡haaa, ya veo, con que te quieres follar a mi Aniki!” –empezó a decir altamente, mientras que el azabache se quedaba rojo- “te entiendo, sé que quieres jugar con ¨eso¨ y meter ¨aquello¨ por ¨hay¨ y luego terminar haciendo ¨eso otro¨ para besarse no es asi” –hablo normalmente, ya que Naruto estaba entrando en la habitación, rojo como un tomate.
“Lo que quiera hacerle al rubio no es tu asunto, además te falto agregar que le daría toda la noche hasta la madrugada” –comento sin pensar, ya que no se había dado cuenta de que el ojicielo estaba detrás de el rojo como un jalapeño.
“Aniki, este niño te quiere hacer cosas malas y me esta abriendo los ojos” –hablo como niño pequeño mientras ambos le miraban, como queriendo decir: “pero si los tienes abiertos desde hace años”- “//creo que me pillaron esta vez// o es muy tonto lo que estoy diciendo” –pensó y dijo a la vez mientras a todos los presentes, al igual que al pulpo rosa, le caía una gotita estilo anime por su cien.
“**¿realmente es tu Otooto?**” –pregunto bajamente mientras el rubio dejaba caer su cabeza en signo de resignación.
“**asi todo rarito, si**” –le respondio mientras ambos se echaban a reír ahogadamente.
“Aniki, ¿crees que pueda dormir en tu habitación?, como no tengo a nadie que me cuide me da miedo estar solito” –pedia mientras ponía el dedo en la galla >celos< de Sasuke.
“vaaale, si me lo pides asi ni modo” –respondía mientras el menor mientras tomaba a su pulpo- “escuchaste eso Taka, podremos dormir con Naru-niisan, juntitos, apegaditos, en una sola habitación y sin nadie que nos moleste” –alimentaba el bichito verde de la envidia de Sasuke con su doble sentido que, el blondo, no noto.
“vale, lo tuyo esta hecho, pero tú” –llamo al azabache mientras este se le erizaba la piel- “¿Qué viniste a hacer en mi casa?” –pregunto seriamente mientras que este le contestaba.
“solo quería saber como estabas, además de saber tu dirección” –comento como si fuera lo más natural del mundo.
“Aniki, sabias que el numero de tu casa, el 801 es la abreviatura numérica de Yaoi” –comento mientras este se sonrojaba- “como desearía ver un poco de Shonnen ai con mucho Limón, aun que, con solo verlo a los dos, me basta con su Lime” –sonrió ante el sonrojo de ambos- “bien Taka, nos vamos a la habitación de nuestro hermano y nos instalamos” –finalizo al tomar sus cosas y subir las escaleras a la habitación del rubio- “//espero que esos dos no lo arruinen, les he dado la mejor oportunidad//” –pensaba calculadoramente mientras desaparecía en la habitación de su querido Aniki.
“Naruto… estaba pensando, ¿te gustaria ir al cine el domingo?” –pregunto cabizbajo, aun le costaba pedirle esas cosas al blondo.
“huy, que pena, pero quede con Hinata para el domingo, el otro sábado ¿vale?” –pregunto con cierta ironía, pero la verdad era que si quería ir al cine, ya que habían sacado una nueva película que él quería ir a ver.
“vale” –contesto apenas pensando en como arruinar aquella cita con la señorita sonrojo/desmayo.
“bien, si no tienes más que hacer aquí…” –no alcanzo a terminar la frase cuando sus orbes perdieron levemente su brillo.
“¿Naruto?” –llamo extrañado y preocupado.
“**te amo… Sasuke**” –suspiro el menor antes de precipitarse hacia adelante.
“¡Naruto!” –Se exalto al atajarlo antes de que tocara el suelo- “//¿Qué sucedió?//” –pensó mientras el ojicafe bajo y vio comprometedora escena.
“yo me encargo” –comento mientras iba a la cocina y ponía a calentar agua.
En ese minuto el nuevo inquilino ponía agua en un hervidor, pero vio que este estaba lleno y caliente, por lo cual lo deposito en el ramen, espero los 10 minutos que necesitaba y luego, con un ágil movimiento, lo paso por la nariz del rubio ante la mirada anonadada del azabache. Segundos más tarde se notaba como el rubio empezaba a babear en sueños y con la nariz seguía el delicioso olor.
“ya esta despertando” –hablo el joven mientras el Uchiha miraba extrañado al ojicaoba.
“¿Qué quieres de el?” –pregunto sin pensar, algo bastante raro en el.
“la verdad, no busco nada, es como mi hermano” –contesto con simpleza.
“mmm… Ramen” –hablaba dormido el blondo.
“Naru-Niisan, ya es tarde, tenemos que cenar y dormir, mañana tenemos clases” –comento mientras miraba el calendario- “y pensar que esto es solo el primer dia” –sonrió mientras se sentaba frente al azabache- “y tu, ¿Qué buscas de mi Aniki?” –pregunto mientras el azabache se sonrojaba.
“la verdad es que él es la única persona que yo he amado y no dejare que nada le pase” –respondio con una sonrisa triste.
“necesito hablar contigo en privado, dejemos a Naruto dormir aquí, se despertara en minutos, comerá el Ramen e ira a su habitación” –predijo mientras subía la escalera y era seguido por el azabache.
“eres demasiado calculador para tener 16”-comento el dueño del Sharingan.
“y tu demasiado impulsivo” –contesto con frialdad al entrar a la habitación de su Aniki.
En ese momento ambos jóvenes se sentaron en la cama y el chico extranjero empezó con su interrogatorio. En un principio el azabache intento omitir muchas cosas, pero las preguntas que hacia el menor no eran fáciles de contestar, por ende, a muy su pesar, hablo con la verdad.
“otra vez, ¿de donde eres?” –volvio a preguntar el chico, viendo que ahora obtendría la respuesta correcta.
“vengo de Konohagakure no sato, una aldea ubicada en el país del fuego” –contesto seriamente.
“¿Qué hacías allí, a que te dedicabas?” –Pregunto mientras este dudaba en responder- “lo que se hable aquí quedara entre los dos, será nuestro secreto” –comento mientras este suspiraba.
“aun que no lo creas, en ese lugar era un ninja de clase Jounnin, teníamos misiones para ganar dinero y esas cosas” –hablo con seguridad.
“¿ninjas?” –pregunto extrañado.
“si, nosotros nos especializábamos en misiones de alto rango, las cuales se clasificaban de la letra D, como las más básicas hasta la letra SS que son las más difíciles y de gran riesgo” –comentaba mientras el chico no se inmutaba.
“¿sabes hacer algo que los ninjas hacían en ese lugar?” –pregunto mientras este sonreia.
“mira esto” –sonrió mientras hacia un sello- “Kage Bunshin no jutsu” –dijo mientras salía una copia del azabache.
“es… increíble”-se sorprendió al ver dos Sasuke’s- “bien, te creo en tu historia, pero ¿como llegaste a parar aquí y cual es tu relación con mi Naru-Niisan?” –interrogo en cuanto el clon se desvaneció, esa era la pregunta que no tenia respuesta para el.
“la verdad era que el y yo éramos una pareja, después de habernos enviado a una misión juntos el…” –se queda callado mientras recordaba con pesar- “él fue capturado y asesinado” –baja su mirada con pesar.
“ya veo y ¿Cómo llegaste aquí?” –pregunto mientras este alzaba la vista.
“con mi hermano poseemos habilidades ópticas conocidas en nuestro mundo como Kekkei Genkai o línea sucesoria de sangre, al usarlos pudimos crear un agujero gusano que se conecto con este mundo y asi fue como llegamos y, al parecer, nosotros no existíamos en este mundo… hasta ahora” –comento mientras el pelinegro lo observaba atentamente.
“en otras palabras puedes ser un adversario temido, capaz de matar a alguien si de Naruto se tratase, ¿verdad?” –inquirió, dando en el clavo.
“no se te escapa nada ¿verdad?” –ironizo mientras este sonreia engreídamente.
“como veras necesito creer que tu amas a mi Aniki, ya que, si tu lo dices, en el otro mundo, o sea el Mundo A, el murió y viniste al Mundo B para enamorarlo de nuevo y poder tener una vida sin peligros como los de allá” –analizaba mientras el azabache asentía- “bien y ¿Qué harás? ¿No había dicho que tenia una cita con Hinata?” –hablo sin pensar, provocando la ira del joven uchiha.
“no me lo recuerdes, aun estoy pensando en como deshacerme de esa sonrojo/desmayo parlante” –inquirió mientras recordaba a la Hinata de su mundo- “incluso en este mundo lo acosa” –se enojo mientras se activaba su Sharingan.
“vale, vale, si deseas puedo ayudarte a que la cita de esos dos sea un calvario” –comento mientras sonreia siniestramente.
“¿que estas planeando Minamoto?” –pregunto seriamente.
“ya lo sabrás Sasuke, pero llámame Kaoru, ahora somos amigos y te ayudare a que mi Aniki se quede contigo” –hablo mientras se paraba.
“espero contar contigo” –insinuó mientras rodaba los ojos.
“claro que lo harás, por ahora necesito hacer creer que Hinata es demasiado tímida como para tener una cita con ella tan apresurada, ya que se desmaya con solo sonreírle” –comentaba mientras recordaba como Neji la ayudaba para que no se desplomara en el suelo.
“ya veo” –sonrió mientras la puerta se abría.
“¡Yawn! Que sueño… ¿Sasuke?” –pregunto al ver al pelicaoba en suelo y a Sasuke parado al lado de él.
“No, por favor Uchiha-San no me hagas nada, sé que me veo violable pero estoy guardando mi virginidad para el amor de mi vida, pero no me tomes, no quiero quedar marcado de por vida, Aniki Tasukete~~” –pedia con los ojos llorosos mientras el rubio miraba a Sasuke sonrojado.
“¿Qué… le querías hacer?” –hablo pesadamente, aun que muy sonrojado.
“nada” –comento mientras se ponía frente a su kitsune.
“//por favor bésalo antes de que me de la locura y los amarre a los dos en la cama//” –pensaba mientras miraba la escena.
“entonces por que el…” –es interrumpido por un abrazo del azabache.
“no me importa nadie más que tu… Naruto” –hablo calmadamente en el odio del menor, haciendo que su piel reaccionara como piel de gallina.
“Sasuke…” –se sonroja visiblemente.
“Naruto…” –se acerca a él.
“//Le-mon, Le-mon, Le-mon, Le-mon, Le-mon, Le-mon, Le-mon//” –pensaba mientras sacaba una video grabadora y empezaba a grabar el momento.
“te amo… Naruto” –le besa delicadamente, como si de una figura de cristal fino se tratarse.
“…” –cierra sus ojos para sentir al azabache.
“//si empiezan a follar aquí mismo juro que hago un trio//” –pensaba con un hilo de sangre en su nariz.
“no…” –dijo Naruto asustado mientras se apartaba- “esto no es real, nada de esto esta pasando, yo no puedo besarte, eres un chico y a mi me gusta Sakura y…” –cae desmayado.
“lo lamento Naruto, pero es mejor que pienses que es un sueño” –sentencio el azabache mientras le miraba con el Sharingan.
“bou… y yo que quería limón… en fin tengo un hermoso Lime para llegar al domingo” –sonrió mientras el cerraba los ojos y el azabache le miraba- “no creas que puedes borrarme la memoria Sasuke” –comentaba con los ojos cerrados- “en poco tiempo me memorice la habitación de Naruto y se con claridad donde te encuentras, no permitiré que tomes mi valioso recuerdo” –comentaba mientras el azabache cerraba sus ojos y desactivaba el Sharingan.
“vale, pero nada a nadie, si Naruto se entera de que en verdad paso no podre conquistarlo” –dijo mientras tomaba al rubio como princesa.
“bien” –abre los ojo- “te ayudare a que se enamore de ti, la verdad es que hacia tiempo que no hacia de cupido” –sonrió mientras se escuchaba la puerta de abajo abrirse.
“¡NARUTO LLEGUE!” –exclamo una voz femenina bastante fuerte.
“debe ser la tía de Naruto-Niisan” –comento mientras el pelinegro se daba cuenta de quien es.
“e-esa es…” –se abre la puerta de golpe.
“oye ena…” –queda mirando a ambos jóvenes- ¿y ustedes quienes son?” –pregunto Tsunade mientras miraba Sasuke.
“mucho gusto, me llamo Kaoru Minamoto y soy amigo de Naruto, él es Uchiha Sasuke y es un compañero nuestro, cuando llegamos Naruto estaba bien, pero luego de subir se desmayo, y lo vinimos a ayudar” –mentía olímpicamente mientras la rubia le creía.
“debe tener problemas de alimentación ya que se la pasa comiendo esa porquería de Ramen” –opinaba la voluptuosa mujer mientras miraba la escena de Sasuke dejando a Naruto en la cama con cuidado.
“**no se ven tiernos**” –susurro sin pensar mientras la rubia se sorprendía.
“**¿A que te refieres?**” –pregunto en el mismo tono que el pelicaoba.
“¡ahhh! Nada, nada, disculpe, Jejeje” –pedia disculpas mientras se avergonzaba- “a propósito, usted es una de los tutores legales de mi Aniki Naruto ¿verdad?” –Pregunto mientras la chica asentía extrañada- “que bien, acontece que estuve hablando con Naru-Niisan y el me dio la autorización de quedarme una semana en su casa, ya que tuve un pequeño problema con mi primo y me hecho de su departamento” –comentaba su tragedia con una sonrisa.
“no” –sentencio la rubia mientras que a Sasuke y Kaoru le caía una gotita estilo anime por su cien, a veces podía ser muy tajante.
“que lastima” –dijo mientras se iba a su mochila y sacaba tres botellas de Sake- “y yo que le había robado estas botellas a mi primo para poder dárselas al encargado de la casa, en caso, de que me dejara quedarme a manera de agradecimiento” –comento en puchero mientras que, a la rubia, se le secaba la boca- “además de haber traído estas cartas y un manual para jugar Póker con mi Aniki” –agregaba con falsa pena mientras la rubia caía como sus dos pechos, redondita.
“solo una semana” –cambio su punto de vista mientras que Kaoru le entregaba las botellas de Sake- “¿te interesa una partida de Póker?” –le pregunto con malicia escrita en los ojos.
“claro que si” –sonrió mientras pensaba-“//si lo que me dijo Naruto es verdad ganare sin mucho problema//.
“Bien vamos abajo y dejen dormir a mi sobrino” –sonrió mientras bajaba cuidadosamente con los 3 litros de Sake.
“Manipulador” –le increpo Sasuke mirándolo de reojo.
“en esta vida uno tiene que saber como jugar a conveniencia, ¿no es asi Sasuke?” –Pregunto mientras este se impresiono- “veo que Naruto hizo un gran cambio en ti, ya que, escuche claramente que tu serias prepotente y engreído si no fuese por el” –sonrió ante su deducción que, por la cara de Sasuke, era acertada.
“no intentes nada” –ultimatizó mientras salía de la alcoba del menor.
“créeme, no pasara nada” –sonrió mientras bajaba rápidamente y abría la puerta- “Gracias Sasuke por acompañarme, nos vemos mañana en clases” –se despidió mientras el azabache se iba.
“¡KAORU, DE PRISA QUE YA TENGO LAS CARTAS LISTAS!” –giro la mujer mientras el chico le respondio con un simple “Hai”.
En esa noche, Kaoru y Tsunade se quedaron jugando póker hasta altas horas de la mañana, el joven Minamoto era bueno en el juego, pero dejaba ganar a Tsunade para luego recuperar el doble, al final quedaron con lo que habían empezado.
Mientras tanto, a unas calles más alejadas de hay, había un rubio que miraba el cielo nocturno, tratando de recordar algo o quizás perdiéndose en sus recuerdos. Pasaron minutos antes de que un rubor apareciera sobre sus mejillas.
“//¡¿PORQUÉ DEMONIOS ME SONROJO ASI CUANDO PIENSO EN ESE TIO, UM?!//” –se increpo mentalmente mientras sacudía rápidamente su cabeza.
“otra vez pensando en tu amor imposible”-hablo un pelirojo mientras jugaba con una marioneta.
“…” –se queda paralizado mientras se giraba- “no claro que no, Umh” –enfatizaba el chico mientras el otro le miraba de reojo sin creerle ni medio respiro.
“vamos a dormir, mañana nos toca el horario mañana-tarde”-comento dejando la marioneta en un gabinete y se acostaba en su cama.
“vale, Umh” –se resigno con su típica muletilla, la cual, solo usaba cuando estaba en confianza.
En ese momentos ambos se fueron a dormir, pero había una sombra que vigilaba atentamente al rubio, sin siquiera moverse de su lugar empezó a monologar interiormente.
“//con que un amor imposible, eh//” –se decía mientras abría sus orbes rojos- “//veamos que escondes en esa pequeña cabeza tuya, Deidara//” –comento mientras entraba en la mente del, ya dormido, rubio.
En la mente de Deidara todo era un caos, había muchos recuerdos de su vida al lado del rubio menor, desde el nacimiento de este, el accidente, la infancia, entre otros. Lo que más pudo apreciar, ya que le llamo mucho la atención, fue una puerta en forma de corazón. Al entrar vio al rubio sentado, creando figuras de arcillas, aun que, parecía, que estaba haciendo la misma una y otra vez. El pelinegro se acercó al rubio y, abrazándolo por la espalda, le susurra débilmente en el oído.
“no sabes cuanto te extrañe” –comento mientras que este se asustaba y se levantaba, alejándose de él.
“¡¿QUÉ ERES Y COMO LLEGASTE AQUÍ?!” –le increpo asustado.
“la verdad no lo se, solo soy un producto sacado de tu subconsciente enamorado”-sonrió ante su mentira.
“¿Mi… subconsciente, enamorado?” –se quedo pensando, ante lo cual, un visible sonrojo aparece en sus mejillas.
“que adorable eres cuando te sonrojas Dei-Chan” –hablo cariñosamente, a lo cual el rubio se espanto.
“no-no me llames asi, Umh” –dijo nervioso, ese chico si que le hacia sentir cosas que nadie más podía.
“sabes una cosa…” –hablo con misterio a lo cual, el rubio, negó con la cabeza- “te deseo desde lo más profundo de mi” –comento antes de situarse rápidamente frente al asombrado rubio- “te necesito” –finalizo antes de besarle posesivamente.
En ese momento el ojiazul estaba asustado pero, por alguna razón, correspondió el beso y asi estuvieron besándose y tocándose, recorriendo el cuerpo del otro con las manos, en eso, algo extraño sucedió, aparecieron lenguas en las manos del extrañado ojicielo mayor, pero, en vez de separarse, decidió usarlo a su favor, pasando las manos por debajo de la polera del uchiha mayor y humedeciendo, mordisqueando y dejando pequeños chupones en la acanelada piel del poseedor del Sharingan, poco a poco la cosa se estaba subiendo de tono, hasta que el mayor decidió parar y alejarse unos pasos.
“ya es hora de que me vaya, esta apunto de amanecer” –comentaba ante la expresión de extrañeza del blondo.
“no, no quiero que te vayas” –soltó sin pensar el artista efímero.
“solo te diré una cosa, si deseas continuar búscame, de seguro esto es un sueño compartido, ya que recordare todo” –le guiño un ojo antes de desaparecer.
“un sueño…” –repitió antes de que todo quedara en negro.
En ese momento suena una alarma, Sasori la apaga y se levanta, aun miraba a Deidara dormido en su sillón cama, al lado de este, por lo que decidió preparar el desayuno luego de darse un refrescante baño. Los minutos pasaban y Deidara, quien había despertado al escuchar la regara, se desperezaba y de un momento a otro se sonroja notoriamente.
“solo un sueño… ¿o no?, Umh” –se decía a si mismo mientras recordaba lo ultimo dicho por Itachi- “//de seguro es un sueño compartido//” –resonó en su mente, a lo cual, se sonroja, casi quedando morado.
En cuanto sale Sasori, este entra casi empujándolo y cerrando la puerta tras de él. Deidara necesitaba un baño urgente, de preferencia con agua fría, ya que estaba, aun, con esa sensación tan vivida. De alguna forma tendría que comprobarlo, pero primero necesitaba ir a su trabajo y, con algo de suerte, el uchiha mayor llamaría para que le hiciera la entrega, ya que, su ruta de reparto coincida con su hogar. Mientras tanto, en la casa Uchiha, un azabache mayor miraba a su hermanito, quien, sabía que era lo primero que diría.
“te cobrare el favor ahora” –sentencio mientras el menor sonreia.
“y dime, ¿Qué quieres que haga?” –pregunto con su típica sonrisa egocéntrica.
“ayúdame… a conquistar a Deidara” –finalizo mientras su hermano escuchaba su elaborado plan.