Capitulo 8: Vocaloid y parejas 01 = Peligro; un amor a la vista.
Naruto despertaba perezosamente en su cama, al parecer era todo un sueño, pero cuando vio a su inquilino no evito sonreír divertido, ese chico si sabia como manipular a sus parientes, aun que no era de extrañar ya que, el mismo, le dio toda la información sobre su familia. Después de ver la hora, y casi gritar de horror, se dirigió al baño, el joven Minamoto se levanto con los ojos rojos, pálido y despeinado, sin mencionar que tenía a Taka bajo su brazo. En cuanto el rubio salió del baño aseado casi le da un infarto al ver como amanecía su Otooto, al parecer le dio una buena partida a Tsunade. Poco tiempo después ambos estaban a punto de salir cuando el joven pelicaoba se devuelve y, cuando vuelve, mostraba su celular con sus audífonos. Ahora se estaban marchando a la escuela, tardaron poco a decir verdad, ya que estaban hablando mientras el otro escuchaba música.
“Nee, Kao-chan, dime ¿Qué escuchas con tanto afán?” –pregunto hablando educadamente.
“te recuerdo que no tenemos clase de lenguaje hoy y segundo, escucho vocaloid, me encanta la voz de Hatsune Miku, aun que la de Megurine Luka tampoco esta mal” –comentaba mientras el otro no entendía- “es vocaloid, no creo que entiendas” –dijo mientras empezaba a escuchar una nueva canción- “me encanta esta” –se ilusiono mientras empezaba a cantarla- “Kara no hikokuseki, garakura bakari no bashosuki, saa hashimeyoo, saiban to yoo Shaban wo#” –cantaba mientras el rubio le miraba intrigado.
“esa canción ya la había oído antes… ¿Capricho farse?” –pregunto inseguro.
“correcto, se ve que no estabas tan perdido en este tema” –dijo mientras entraban a su aula.
“hola Naruto, Kaoru ¿Cómo están?” –saludaba alegremente Kiba.
“bastante bien ¿y tu?” –pregunto el rubio mientras este sonreía normalmente.
“buenos días Kiba-kun y… ¿Shino-kun?” –se sorprendió al verle todo cansado y sin ánimos de nada- “déjame adivinar, el baka se sobrepaso anoche contigo” –hablo mientras que Kiba y Shino se ponían pálidos- “ya me lo suponía, ustedes dos están enamorados y salen a escondidas de todos, apuesto que aun no se los dicen a sus padres y es Shino quien va a tu casa cuando no están y, si mi hipótesis no falla, han estado saliendo esta semana” –deducía ante el pálido de Naruto, Shino y Kiba, los últimos dos casi se desmayan.
“¡KAORU!” –Reto a su pequeño hermano- “¿Cómo se te ocurre decir tamaña barbaridad?” –increpaba mientras este se asustaba- “ellos son mis amigos y jamás harían eso ¿verdad?” –pregunto mientras ambos tenían un aura deprimente.
“en serio… ¿somos tan obvios?” –pregunto derrotado Kiba.
“Jajajaja, mis sensores Fudanchi nunca fallan, incluso podría decirte las próximas parejas que aparecerán en esta historia” –comentaba mientras reía animadamente.
“ni que estuviéramos en un retorcido FF yaoi” –comento resignado el blondo- (N/A: hay mi niño si supieras –cara irónica-)
“Bien, bien, ya esta por llegar Kakashi-sensei, por lo cual, debemos ir a nuestros asientos” –hablaba el presidente de la clase.
“vaaale Neji-Kun” –dijo Kaoru mientras al ojiperla le salía una venita en la frente.
“dime, ¿Quién te ha dado la confianza para tutearme?” –hablo amenazadoramente mientras entraba Sasuke.
“//Mierda, esta Naruto, no creo que pueda con esto//” –pensó al sentirse acorralado.
“¿Qué tienes contra el nuevo, baka?” –hablo fríamente Sasuke.
“¿a quien le dices ba--?” –se queda helado al ver los ojos rojos del uchiha.
“¿decías?” –pregunto altaneramente mientras sus ojos volvían a la normalidad.
“yo… nada, olvídalo, solo que no me gusta que me tuteen” –sentencio el ojiperla mientras estaba dispuesto a irse.
“Neji-san… ¿me permitiría decirle Neji-Kun? Por favor” –pedia amablemente el ojimarron con cara de gatito recién regañado. (N/A: algo asi como el gato con botas que aparece en la segunda película de Shrek)
“…” –se sonroja levemente ante la ¨inocencia¨ del menor- “vale, solo para que no hayan más problemas a futuro” –hablo para tratar de mantener la poca cordura que le provocaba ese rostro.
“gracias” –sonrió mientras se marchaba a sentar a su pupitre, no si antes frasear con los labios un gracias dirigido a Sasuke.
En ese momento el aula estaba hecha un caos, el profesor no llegaba, los alumnos revoloteaban de aquí para allá, pero lo más extraño fue cuando se vio al pelicafe mayor, seguido del tímido de lentes, acercarse a Kaoru y al rubio.
“Etto… kao-chan” –llamo la atención del menor mientras este se quitaba los audífonos.
“si, Kiba-kun” –respondio con una sonrisa.
“Ehhh, solo quería decirte que esperamos seas discreto con este tema, puesto que, como anteriormente habías deducido, Shino y yo somos parejas y salimos desde la semana pasada” –decía sonrojado.
“entonces por eso es que no podías ir ayer a mi casa” –mencionaba el rubio mientras los colores se le subían al dueño de Akamaru, quien no fue ese dia, y a su amante.
“de seguro tuvieron una sesión Lemon Hard, es bastante normal, no se preocupen, de mi boca no saldrá nada” –sonrió mientras Sasuke escuchaba todo atentamente- “y tampoco al baka Emo que escucho todo lo que dijeron” –sonrió mientras apuntaba a Sasuke asustado.
“eso esperamos” –comento incomodo al Inuzuka.
“Kyaaa~~” –soltó de repente Kaoru- “ustedes me recuerdan a una canción vocaloid que me gusta” –comentaba mientras Shino levanto la cabeza.
“te refieres a Cinderella ¿verdad?”-pregunto mientras los dos mayores se impresionaban y el castaño menor sonreia.
“si, esa misma, la historia de un amor prohibido que finalmente termina con el escape de los enamorados” –contaba animadamente mientras que el rubio, el pelicafe mayor y el azabache quedaban sin habla.
“si, es de mis canciones favoritas” –comento con sonrojo el Aburame.
“Bien chicos ya llegue” –saludaba el profesor mientras entraba despreocupado de la vida.
“//hasta en este mundo es un vago que llega tarde, ojala que Iruka lo domestique bien//” –pensaba el azabache, ya que, en su antiguo mundo, el hatake estaba perdidamente enamorado del maestro de Naruto, cosa que llego a ser un romance.
“la indicación de hoy será… hagan lo que quieran me da lo mismo” –dijo mientras se sentaba y empezaba a leer su libro titulado “Tácticas Iccha Iccha”.
En ese momento todos empezaron ha realizar lo que querían, muchos hablaban, incluso Kaoru se había colado con las chicas para hablar. Naruto estaba cansado, quería dormir y, en cuanto se acuesta sobre el pupitre se da cuenta del celular del menor. No paso ni medio segundo cuando ya estaba entre sus manos y empezaba a registrar el celular de su pequeño hermanito, pero se decepcionó al ver que no tenia gran cosa, habían varias imágenes, en las cuales, el aparecía con muchas chicas, serian sus familiares suponía. Luego de tratar de meterse a una carpeta, que decía privado, sin éxito aparente, decidió escuchar la música del menor. Hubieron muchas canciones que le gustaron, pero una sobre todo por el nombre.
“¿Majo?” –se pregunto mientras la reproducía.
En ese momento se tira sobre el pupitre y cierra los ojos. Kaoru, al notar esto, vio la canción que estaba escuchando y mirando a Sasuke, una sonrisa viperina apareció en sus labios.
“Sasuke, ¿crees que puedas sugestionar a Naruto para que vea lo que pasa en la canción?” –pregunto mientras el azabache activaba su Mangekyo Sharingan Eterno.
En ese momento el rubio cae sumido por el sueño mientras que, el peli castaño, ponía repetición única a su celular y dejaba al rubio soñar.
En el sueño:
Era una aldea de la época medieval, todos caminaban despreocupados, pero, lo más raro, es que se veían como sus compañeros de clases, todo era nuevo y no entendía nada, hasta que vio a una pareja, un rubio de melena amarrada con una coleta y una azabache de cabello suelto. En cuanto se puso frente a ellos, ya que nadie le parecía verlo, se dio cuenta de que eran Sasuke y el, iban tomados de la mano, al rubio casi se le desencaja la mandíbula al ver esto. Poco después el escenario cambia y se veía a una pelirosa orando fervientemente, con los ojos cerrados y quebrando en llanto. Después de escuchar su suplica entendió el mensaje, ella estaba enamorada del rubio y pedia ayuda a Dios. Después de ese instante todo volvio a cambiar, ahora se encontraba frente a los enamorados, el chico menor de cabellera azabache azulada sonreia mientras se despedía del rubio mayor. Poco después de que este se fuera vio llegar a la pelirosa y vio que le enseñaba un pergamino mientras le intentaba hacer entrar en razón. Los argumentos de la chica eran bastante confusos, ya que la lengua que ella y el chico hablaban no era japonés, era algo asi como latín. Lo unico que entendió fue lo que dijo al final ¨Majo¨, que significaba bruja, en otras palabras, creían que Sasuke era un brujo que hechizo al rubio. En ese momento el escenario volvio a cambiar, mostrándole la vida que tenia el rubio antes de estar en la aldea, era un príncipe. Esto le sorprendió de sobremanera. Poco a poco entendía más el escenario, pero algo le molestaba, sus oídos parecían estar tapados o algo, ya que escuchaba una tenue melodía. Después de ver la vida de su otro yo el escenario cambio nuevamente. Ahora miraba como la pelirosa empuja al pelinegro y vio como el rubio se agacha y le abraza, pero esto lo hizo para agarrar el cabello del menor y cortárselo, dejándole el cabello de la misma forma que lo tiene ahora. Poco a poco ambos, el rubio y la ojijade, se llevaron al pálido chico hasta dejarlo amarrado a una cruz con sogas. Desde ese momento pareció escuchar las palabras en el aire, alguien cantaba.
juujika ni dakare sora aogu
inori no koe nado kakikesare
kono ai sae majutsu to yobu no nara
Nunc cuncta rerum debita
nikushimi no honoo o hanatsu ga ii
Exorbitant a semita
kono akaku moyuru hi no you na
Penitenziagite! Penitenziagite!
chi no namida no wake o wasureruna
La mortz est super nos!
Penitenziagite! Penitenziagite!
Opus transit in otium
En ese momento se veía a la pelirosa mostrando el crucifico mientras repetía furiosamente ¨¡Penitenziagite!¨ y el pueblo, que se había reunido, gritaban lo mismo, el rubio de cabellera larga miraba todo sin apenas creerlo, en ese instante se vio el fuego bajo los pies del crucificado, el fuego rápidamente prendía la cruz de madera y paja. Poco a poco se veía como el azabache quedaría rostizado, pero luego de un furioso grito de parte de él, aparecieron unas alas negras y un viento furioso azoto el área, apagando el fuego de inmediato, lo ultimo que vio fue a Sasuke alejarse volando erráticamente, mientras que una pluma negra caía en las manos del rubio, en ese momento sintió su corazón encogerse y sin más, al igual que el rubio que recibió la pluma negra, grito fuertemente el nombre del ángel negro que se había ido.
Fin del sueño.
En ese instante el Otooto del rubio miraba como su Aniki se inquietaba y que pronto despertaría, pero no conto que, en cuanto el rubio abrió los ojos, estaba dispuesto a gritar y, sacrificándose el mismo, grito junto con el.
“¡SA---! –se queda callado al ver a su Otooto cantando.
“¡Santa-san kara mananda koto sekai wa machigai darake gobanme no doukeshi wa kyou mo yamiyo ni odoru!” –cantaba mientras todos se quedaban callados.
“Ejem… Minamoto-san” –le llama la atención el peliplata- “como veo que le gusta tanto cantar por que no se queda media hora después de la salida para practicar su canto en el aula, de seguro le vendría de maravilla” –castigo sarcásticamente al pelicafe quien se sentó pálido de vergüenza- “bien chicos salgan, ya no falta para el recreo, pero usted joven Minamoto se quedara sin recreo y escribirá 100 veces no debo cantar en clases, bien todos salgan” –ordeno mientras tomaba sus cosas y salía del aula.
“Etto… Otooto” –llamo inseguro el rubio- “Etto… yo---” –se queda callado mientras el chico le miraba de reojo.
“no me digas nada, por culpa de tu pesadilla me han castigado” –dijo en un puchero tierno.
“yo… lo lamento, si hay algo, cualquier cosa, que pueda hacer para que me perdones lo hare sin chistar” –ofrecía a modo de disculpas.
“entonces quiero que tengas una sesión Hard Lemon con Sasuke y me dejes grabarlo, siendo tu el Uke” –dijo con los ojos brillándole.
“no entendí ni la mitad pero no lo hare” –sentencio ante el puchero del menor- “conociéndote, quizás, eso signifique tener sexo con Sasuke y que yo sea el pasivo, ¿me equivoco?” –argumento mientras el azabache maldecía mentalmente y el pelicafe chasqueo la lengua.
“vale, si no es eso entonces te lo pondré más fácil, quiero que me consigas las tres ovas de Boku no pico sin censura, hace tiempo que quiero ver un Shota y si no lo haces no te hablare ni te dirigiré palabra en lo que resta del año” –dijo enojado.
“vale, vale, te lo conseguiré, de seguro Shino sabe donde encontrarlos” -analizo mientras iba a buscar a Shino.
“lo lamento Sasuke, mi Aniki aun no esta listo para perderla” –confeso volteándose, mirando los ojos rojos del azabache.
“**maldición**” –maldijo por lo bajo, pero aun asi audible al oído del menor de los castaños.
En ese instante todos habían salido al receso y, luego de los correspondientes minutos de este, volvieron a su clase, todo era un mero Caos, nadie hacia nada, ni mucho menos los profesores, nadie tenía ganas de hacer algo productivo. En todas las siguientes clases el rubio quedo pensando en ese sueño tan raro, pero a la vez, tan real. ¿Podría ser que el azabache se pudiera ir y dejarlo solo?, esa pregunta le revoloteaba, pero, en menos de lo que canta un gallo, sacudió su cabeza, era el colmo que, ha estas alturas, pensara en ese chico que estaba detrás suyo, vigilándolo y devorándoselo con los ojos.
Las horas de clases pasaron rápidamente y ahora solo se observaba al pelicafe sentado mirando hacia afuera y, como no tenia nada que hacer, ya que termino esas 100 copias, decidió cantar mirando al patio de la escuela, donde veía a un rubio y un azabache esperando sentados, al parecer platicando, era milagro que no sacaran chispas, hasta se podían ver corazones.
“otra vez usando sus ojos…” –dijo mientras miraba el reloj en cima del pizarrón- “aun faltan 8 minutos, quizás le haga caso al profesor, cantare…” –entonces se le vienen miles de cosas a la cabeza- “ya se, la primera palabra que diga le escogeré para cantar una canción con esa palabra” –se decidió mientras cerraba sus ojos y empezaba a balbucear- “asksakjasjkja[…]sdasdakokoro…” –se detuvo para repetir la palabra- “Kokoro…” –sonríe y cierra sus ojos- “Kodoku na kagaku sha ni tsuku rareta robotto, Dekibae wo iu nara, "Kiseki””-pone sus manos en su corazón- “Dakedo mada tari nai hitotsu dake deki nai Sore wa "KOKORO" to yuu… poruguramu” –alza sus manos al ritmo de su corazón- “Iku hyaku toshi ga sugi Hitori de noko sareta Kiseki no Robotto wa negau” –aplaude mientras abría los ojos- “Shiri tai ano hito ga Inochi no owari made Watashi ni tsukutteta …"KOKORO"” –extiende una mano intentando invitar a alguien inexistente.
“Kodoku na kagaku sha ni tsuku rareta robotto Dekibae wo iu nara, "Kiseki"” –escucha a alguien detrás de el- “Dakedo mada tari nai hitotsu dake deki nai Sore wa "KOKORO" to yuu… poruguramu” –se da vuelta y ve a un pelirojo mirándole fervientemente- “Iku hyaku toshi ga sugi Hitori de noko sareta Kiseki no Robotto wa negau” –le extiende la mano- “Shiri tai ano hito ga Inochi no owari made Watashi ni tsukutteta… "KOKORO"” –finaliza mientras baja el brazo y se acerca al pelicafe- “¿no crees que es hora de irse?” –pregunto sonriente mientras le acariciaba la mejilla.
“Etto… yo…”-se queda sonrojado ante la acción del mayor.
“**eres lindo cuando te sonrojas, Otaku**” –susurro en su oído.
“**Kya**” –dejo escapar un casi inaudiblemente Kya pero el pelirojo lo noto y sonrió en el acto.
“eres muy tierno, como desearía quedarme con toda esa hermosura y…” –le muerde el lóbulo derecho de la oreja- “tu inocencia” –susurro al tiempo que el menor reacciona.
“lo lamento señor, pero creo que esto ha llegado demasiado lejos, no seré participe de un juego que me hará daño al final, con su permiso me retiro” –empujo e informo mientras tomaba sus cosas y se marchaba corriendo, desapareciendo en el acto.
“veo que elegí uno difícil, eso me gusta” –saca su celular y llama- “terminamos, he encontrado algo mejor que tu” –respondio tajantemente antes de colgar- “veamos cuanto aguantas, mi querido Otaku” –sonríe con malicia mostrando sus colmillos afilados.
En ese momento el menor salió corriendo a la deriva, pasando frente a los atontados compañeros que quedaron mirando la dirección que acababa de tomar. Para el castaño aun era muy pronto para tener algo, ya que esa herida todavía no se cerraba y ver al pelirojo solo le hizo sentirse como más odiaba; enamorado y vulnerable.