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"Rapsodia" por Yae

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Notas del capitulo:

Buenas, aclaraciones al final del capitulo.

 

¡Enjoy!

 

 

 

10.- "Desire"

 

Solo una vez

Solo por hoy

Voy a pertenecerte

Porque te amo en verdad

Porque tú eres mi realidad

 

 

 




La pequeña melodía que entonaban los niños en coro le provocaba una terrible sensación de pánico, la oía casi como una marcha fúnebre, esa pequeña capilla cerca del hospital le produjo retortijones en el estómago, la sola idea de pensar que a su madre le había pasado algo malo era demasiado como para sobrellevarla, caminaba tan rápido que lo hacía casi a trompicones ignorando al rubio que iba detrás de él pidiéndole que esperara, entró al hospital ajeno a su entorno buscando con la mirada a alguien, se acercó a recepción para preguntar pero de inmediato Minato Namikaze apareció.

- Sasuke, por aquí - el mayor lo encamino entre los blancos pasillos.
- Papá, ¿qué sucedió? - Naruto apresuro el paso para caminar a un lado de su padre.

Minato guardo silencio hasta que llegaron a cuidados intensivos, allí Kushina los esperaba junto a Itachi quien se encontraba de pie observando a través del cristal que lo separaba de su madre.

- ¿Que paso? - Sasuke se sintió mareado viendo a todos esperando una respuesta.
- Lo siento Sasuke, hubo un accidente cuando Mikoto fue a entregar un arreglo floral - Kushina se acercó al pelinegro tratando de abrazarlo - el automóvil iba muy rápido y perdió el control se subió a la vereda y...

Sasuke no entendía nada, ¿habían atropellado a su madre?, tenía que ser una broma de pésimo gusto, otra vez su estómago se revolvía como si todo su contenido amenazara con salir por donde había entrado. Casi arrastrando los pies se acercó a su hermano quedando al lado, apoyo las manos en el cristal, ver a su madre en esa cama envuelta en vendajes y llena de aparatos que la retenían en este mundo era demasiado doloroso, sintió todo su cuerpo temblar y sus ojos escocer tanto que apenas evitaba romper en llanto, inclino su frente hasta que se topó con ese grueso cristal, Itachi se acercó a abrazarlo de lado, no se apartó y como hacía años que no lo hacía dejo que su hermano mayor lo consolara olvidando todo lo que pasaba entre ellos, ahora eran de nuevo hermanos, Itachi volvió a ser ese hermano que lo cuidaba incluso de su padre.

Naruto ajeno a la escena que observaba se sintió inútil y al mismo tiempo confundido, sabía que debía apoyar a Sasuke y a Itachi en esta situación tan delicada, pero no tenía idea de cómo hacerlo deseando tontamente por una vez poder dividirse en dos para apoyarlos a ambos. Pero era imposible quería acercarse y abrazar a Itachi antes que a nadie pero ver a Sasuke tan afectado lo detenía por completo, retrocedió alejándose un poco, sentía que sobraba allí y aunque no fuera muy inteligente sabía que lo mejor ahora era dejar a ambos hermanos solos.

- Naruto necesito pedirte un favor - su padre se acercó.
- ¿Se va a morir? - pregunto ahogando casi sus palabras sintiendo un alivio por completo visceral al ver negar a su progenitor.
- Esta fuera de peligro pero su estado aún es delicado, pero es importante que te mantengas cerca de Itachi y Sasuke... es más que evidente que no fue un accidente.

Naruto se sintió aún más estúpido, si eso no fue un accidente... significaba que... ¿Itachi y Sasuke también corrían peligro?, ¿pero quién querría lastimarlos?
- Papá... dime que está pasando... todo lo que está pasando - exigió en tono firme, le había jurado a Itachi que lo protegería y obviamente tampoco iba a dejar que a Sasuke le pasara nada malo.

- No estoy seguro, pero tiene que ver con la desaparición de Fugaku, voy a hablar con Kakashi para saber si averiguaron algo del automóvil que provoco en accidente - no podía decirle más, contarle la verdad sobre Jiraya quien era su padrino era muy complicado por el cariño que le tenía, así que prefirió guardarse los detalles... grave error.
- No lo entiendo, sé que Fugaku nunca fue muy apreciado por nadie, pero que hizo para que alguien quiera lastimar a su familia - Naruto suspiro agotado apoyándose en una pared, estaba demasiado confundido pero averiguaría que estaba sucediendo exactamente.
- Buscare a alguien para que los vigile y...
- No - su hijo lo interrumpió de golpe - no creo que sea lo mejor y no creo que ni a Itachi o a Sasuke les guste esa idea, papá si sabes quién esta detrás de esto quiero que me lo digas ahora.
- Naruto escucha este asunto es muy complicado, sé que Sasuke es tu amigo pero yo voy a resolver esto.
- ¡No es solo por eso! - levanto la voz seguro de que su padre le estaba ocultando algo - tengo... tengo que cuidarlo... se lo prometí se lo jure, yo sé que todos creen que él es muy capaz de cuidarse pero él no tiene que cargar con todo... yo no quiero que le pase nada... yo estoy enamorado de él - frustrado y derrotado confeso con la esperanza de que Minato le dijera todo lo que sabía.

Pero su padre pareció escuchar mal, parpadeo un par de veces contrariado y desorientado, no entendía nada, su hijo... su único hijo acababa de confesarle que estaba enamorado de Sasuke o al menos lo entendió así, le tomo algo más de un minuto reaccionar, no creyó que Naruto fuese a enamorarse de otro chico si siempre demostró interés en su compañerita de pelo rosa, pero si admitió sus sentimientos sin tener en cuenta la posible reacción de su padre era más que evidente que su hijo, que Naruto estaba completamente enamorado de Sasuke.

Pero eso estaba bastante alejado de la realidad, a quien se refería el rubio de dieciséis años no era más que otro que Itachi, sintió como si se quitará un peso de encima al haberle confesado su preferencia a su padre claro que al no recibir respuesta por parte del mayor el ligero temor al rechazo lo inundó, no estaba seguro si lo apoyaría o lo repudiaría de seguro no era fácil para ningún padre oír que su único hijo estaba enamorado de otro hombre.
- Papá yo... - Naruto tragó pesado íntimamente arrepentido por su confesión, pero era mejor así iba a hacer todo lo necesario para que nadie lo apartara de Itachi.
- Ha... hablaremos de eso luego - Minato inspiró hondo, sin importar que, apoyaría a su hijo y no dejaría de quererlo por ningún motivo y menos porque se hubiese enamorado de su mejor amigo, claro que cabía la posibilidad de que Naruto estuviese confundido - no te preocupes ahora con más razón tenemos que cuidar a los Uchiha - sonrió de modo paternal aliviando la preocupación de su hijo.

Naruto también sonrió, feliz al saberse apoyado por su padre, ahora se concentraría en ayudarlo para averiguar quién era el responsable de lo que le paso a Mikoto y evitar que algo malo le pasara a Itachi o a Sasuke.

 



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- ¡Joder les dije que no fueran tan obvios! - molesto el asistente de Jiraya arrojo la copa de vino que sujetaba estrellándola contra la pared más próxima.
- Si todo salió como lo planeamos no tienes por qué preocuparte Santiago-san - habló sonriendo, su cabello plomizo sujetado por una coleta baja además de llevar anteojos era sin duda alguien poco confiable.
- No juegues conmigo Kabuto, si Orochimaru se está muriendo y tú te vas a quedar con sus miserias no hagas que yo te deje sin un centavo - el pelinegro asistente afilo la mirada.
- Ya sabemos que Mikoto está con vida así que no hay problema, Jiraya no va a enfadarse contigo - Kabuto hablo burlesca y sarcásticamente.
- Para lo que me importa, ese anciano puede hacer lo que quiera si solo quiere joderse a Itachi Uchiha eso lo mantendrá ocupado.
- ¿Entonces Naruto Uzumaki no será el próximo objetivo? - el de anteojos se paseó por el departamento observando todo lo que allí había.
- Es mejor esperar un poco de seguro Namikaze ya tiene sospechas lo mejor es que dedique su atención en Jiraya.
- Bien como quieras, pero recuerda que el dinero debes pagarlo hoy.
- Lo tendrás, pero me gustaría que hicieran algo más - Santiago recobro su perversa sonrisa al ver los trozos de cristal en el piso en medio del charco de vino.

 


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Ya daban como las tres de la tarde esperaron horas pero aún no podían entrar a ver a su madre, suspiro realmente agobiado Sasuke se había quedado vigilando la entrada a cuidados intensivos, introdujo el dinero en la máquina expendedora de café, todo era su culpa estaba seguro de que Jiraya era el responsable de lo que le había sucedido a su madre, ese maldito hombre estaba buscando la manera de arrinconarlo, se cubrió el rostro con una mano ahogando su frustración, estaba arrinconado. Reacciono algo alarmado al escuchar el mugir de su celular, lo sacó de entre sus bolsillos para contestar.
- Habla Itachi.
- Ju, me alegra que contestaras, creí que estarías llorando a tu madre en algún rincón del hospital.

Reconoció esa horrible voz de inmediato, cada sílaba que pronunciaba la sentía como una cruel pedrada lastimando su atormentada alma.

- Seamos directos Itachi de ti depende que este terrible incidente no se vuelva a repetir, mi generosa oferta sigue en pie, serás el mártir que se sacrifica por su familia.

Pese a que solo podía oírlo casi veía la ladina sonrisa que el bastardo de Jiraya seguro estaba esbozando en aquel momento, se sintió enfermo al escuchar esa repugnante risa, como odiaba a esa persona.

- ¿Qué no piensas decir nada?, no me dejes hablando solo - su interlocutor se burlaba con cruel sarcasmo - no me obligues a dejarlos por completo en la orfandad.
- Que es lo que quieres - Itachi trató de no temblar pero le estaba costando demasiado.
- Ya lo sabes, a ti... o a tu hermano.

Sin poder resistirlo arrojó su celular contra la blanca pared destrozando el pobre aparato que cayó al piso por completo inservible. A peso muerto se sentó en una de las sillas de ese pasillo ignorando las miradas de las pocas personas que presenciaron su arrebato. Enfermo, se sentía enfermo asqueado de la posibilidad de ser ultrajado nuevamente por ese hombre que al parecer había cogido gusto a torturarlo psicológicamente, si no hacía algo pronto acabaría cediendo a las amenazas de Jiraya. Se puso de pie topándose con Ceres quien lo observaba con detenimiento.

- Itachi, vine a verte en cuanto me enteré de lo que sucedió - la muchacha se acercó y de inmediato se puso a recoger los restos del celular del pelinegro con meticuloso cuidado.
- Como te has enterado - pero Itachi noto el ligero temblor en la chica - no se lo dije a nadie.
- Bueno verás... yo... - nerviosa permaneció de cuclillas sin levantar la mirada, dando la impresión de haber sido descubierta.
- ¿Quién te lo ha dicho? - el pelinegro volvió a preguntar tornando su semblante molesto, algo ahí no cuadraba para nada.
- Sabes... yo quiero apoyarte en todo lo que necesites, yo aún te quiero Itachi - sonrió a la vez que se ponía de pie con los restos del celular en manos.
- Es mejor que te vayas Ceres - suspiro conteniendo el agobiante sopor que amenazaba con consumirlo, desde hacía horas que se sentía en verdad enfermo.
- ¡No! - pero a ella la idea no le gusto en lo más mínimo - yo quiero estar contigo, no puedes decirme que me vaya - empezaba a verse molesta.
- No lo voy a repetir - dio un hondo suspiro para alejarse del lugar o eso intento su ex-novia lo sujeto de un brazo impidiéndole cualquier movimiento.
- ¡Porque me alejas de ti!, ¡¿no te das cuenta que te amo?! - grito casi al borde de la histeria montando una escena.

Su día iba de mal en peor ahora resultaba que Ceres estaba demente, bueno no es que la chica le haya parecido muy normal que digamos, era demasiado celosa y en extremo obsesiva.
- No tengo tiempo para hablar de esto - en verdad intento calmarse.
- Es por ese estúpido rubio, ¡¿no es así?!, ¡¿vas a cambiarme por alguien tan ridículo?! - le miro con reproche logrando que algunas personas se quedaran viéndolos - yo soy una mujer y te amo, podríamos tener una hermosa vida juntos - la sonrisa descolocada que esbozo le confirmó a Itachi que ella no estaba bien.
- Se acabó - sentenció sujetándola de una mano para sacarla del hospital.
- ¡Itachi déjame, me estas lastimando! - se quejó tratando de zafarse.

Pero el pelinegro no la soltó hasta que salieron del lugar llegando a la parte de atrás donde había varios árboles. Una vez allí la soltó con brusquedad dedicándole una de sus miradas más frías, estaba realmente enfadado.

- ¡Que simple te resulta hacerme a un lado, yo podría ayudarte! - Ceres también le miro furiosa, si Itachi aceptaba volver con ella, estaba segura de que podría ayudarlo más que Naruto o cualquier persona.
- Lo diré una vez más, tu y yo ya terminamos y si entiendes la situación no habrías venido a reclamar nada y menos en este lugar - el pelinegro no dijo más, volteo regresando al hospital.
- ¡Itachi espera! - cuando quiso seguirlo oyó los graznidos de un cuervo que aleteaba entre las ramas de uno de tantos árboles - ¡CALLATE! - grito furiosa tratando de alejarse de tan molestos graznidos, pero de los demás árboles muchos más cuervos empezaron a aletear graznando de modo escandaloso, incluso revoloteando a su alrededor demasiado cerca - ¡CALLENSE DE UNA VEZ! - grito alejando a las aves con el bolso que sujetaba, intentando golpear a los cuervos hasta que el bolso cayó al piso desparramando su contenido en el piso.

Entre los libros y cuadernos se pudo distinguir un plateado y gran cuchillo de cocina, con desesperación Ceres se puso de rodillas para recoger el afilado cuchillo ante los insistentes aleteos y graznidos de las aves que parecían no querer dejarla en paz.
- ¡MALDITO SEAS ITACHI, MALDITOS PÁJAROS! - gritaba a la vez que repartía ataques al aire tratando de atinarle a algún cuervo, su hermano tenía razón Itachi ya estaba perdido Jiraya acabaría con toda la familia Uchiha. De tan irregulares ataques logró herir a uno de los cuervos que cayó al piso, que intentaba volar con un ala herida, ella sonrió satisfecha y macabramente al ver la sangre en el piso y en el filo del cuchillo - estúpidas aves - farfullo.

 


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Podía oír el constante "tic, tac" del reloj en la pared ya daban más de las siete de la noche, se quedaría toda la noche para lograr entrar a ver a su madre, no tenía ánimos para nada jugaba con el vaso de café que sujetaba entre manos viendo con detenimiento el restante de su contenido, vio de reojo a Naruto sentado a su lado en la misma posición solo que el rubio se la pasaba viendo su celular una y otra vez como esperando una llamada o cerciorándose de cada minuto que pasaba.

- Si quieres te puedo traer algo de comer - al fin Naruto rompió el incómodo silencio entre ambos.

No tenía apetito ni mucho menos, dio un hondo suspiro ignorando el ofrecimiento de su amigo, dirigió su oscura mirada un poco más allá encontrándose con Itachi de pie apoyado en una de las paredes, en completo silencio se puso de pie para acercarse.
- ¿Averiguaste algo de padre? - pregunto a su hermano mayor.

- No - fue la inmediata respuesta - no te preocupes Sasuke, todo va a estar bien.

Pero Sasuke estaba seguro de que ni si quiera Itachi se creía lo que acababa de decir, se dirigió al lavabo arrojando el vaso de café en el basurero más cercano, abrió el grifo del lavamanos para empaparse en rostro con el agua fría, casi podía oír el sonido de algo quebrándose entre su familia, con su padre desaparecido y su madre en el hospital eran Itachi y él los únicos que quedaban, si lo ponía de aquel modo la familia Uchiha estaba casi extinta, volvió a mojarse con el agua del grifo, tal vez Itachi tenía razón tal vez alguien quería desaparecerlos y tal vez ese alguien no era otro más que Jiraya.

Sacó su pañuelo para secarse, cuando se sintió más relajado volvió a ese pasillo, pero para su sorpresa ni su hermano ni Naruto estaban allí y cuando se dispuso a ir a buscarlos Minato se acercó.

- Porque no vas a descansar un poco, puedes volver mañana yo me quedare esta noche - el mayor sonrió tratando de convencerlo.

Pero Sasuke no quería irse, pensaba quedarse hasta que su madre despertara.
- Voy a quedarme también - respondió dando un vistazo a su alrededor.
- De acuerdo pero acompáñame a comer algo, si vas a quedarte toda la noche no es bueno que lo hagas con el estómago vacío.

Pese a no tener hambre Sasuke asintió sin atreverse a preguntarle a Minato sobre Naruto e Itachi.

 



...

 


- ¿Lo perdiste? - Naruto pregunto viendo con detenimiento como Itachi esperaba su café de la máquina expendedora.

El pelinegro no entendió muy bien, pero al ver al rubio enseñarle su celular comprendió a que se refería.
- Algo así - una vez tuvo dos vasos de café en manos le ofreció uno al ojiazul.
- Papá dijo que intentaría llevarlo a casa - el rubio acepto el vaso - Sasuke no está tomando nada bien esto.
- Para Sasuke madre es muy importante, si algo le pasa... - no dijo más, recordaba su precaria situación y el maldito ofrecimiento de Jiraya.
- Ella va a estar bien dattebayo - Naruto sonrió logrando relajar al pelinegro.
- No es necesario que te quedes.
- Pero si quiero acompañarte, voy a quedarme toda la noche contigo y no intentes echarme - otra vez usaba ese tono bastante decidido.
- Lo digo porque... - Itachi dio un par de pasos pero se detuvo de golpe al perder momentáneamente la visión, aún no había recogido lo anteojos que se supone debía usar.
- ¿Hu? - el rubio notó algo extraña esa acción por lo que decidió acercarse - ¿estás bien?

El pelinegro se cubrió los ojos con una mano, no podía ver absolutamente nada, sin querer empezaba a respirar más rápido.

- Ita... - Naruto se acercó mas pero Itachi le encajó el vaso de café que sujetaba para alejarse de inmediato, el ojiazul a penas maniobro ambos vasos para no desparramarlos y tratando de ver hacia donde se había ido el pelinegro.

 


...

 



Borroso, al menos ahora podía distinguir algunas cosas aunque muy borrosas, salió del edificio buscando respirar aire fresco, dio hondas bocanadas en tanto su visión se aclaraba aunque no por completo. Que fatídico destino le esperaba de seguir como estaba, terminaría ciego y a merced de Jiraya, no quería darse por vencido tan fácilmente, empezó a caminar en la oscuridad de la noche...



Naruto...

Si lo pensaba fríamente él era su mejor carta, Jiraya lo pensaría dos veces antes de que su ahijado lo odiase por alguna razón, pero...

Lo estaría utilizando...

No podía hacerlo...

No quería...



Como seguir cerca de ese cielo si pretendía utilizarlo para proteger a su familia, negó un par de veces pensando en lo estúpido que era por haberse enamora... un ligero trompicón casi lo manda al piso, se detuvo tratando de distinguir con su borrosa vista el objeto que lo hizo trastabillar, el suelo estaba cubierto de negras plumas y manchas de lo que distinguió como sangre al percibir ese metálico aroma, un pequeño cuervo muerto destazado fue lo que vio. Los graznidos de una negra ave lo alertaron, era el cuervo que siempre lo seguía y que todos creían su mascota, el ave se alejó graznando dejando ver más cadáveres de córvidos regados por todos lados.

La escena más parecía sacada de una película de horror, avanzó a paso lento sintió ligeras náuseas al ver los restos de esas aves cercenados en una cruenta carnicería.

Se detuvo al distinguir una silueta sentada sobre el césped, con cautela se acercó reconociendo a Ceres sujetando entre manos un cuchillo con el cual seguía destazando los restos de uno de tantos cuervos ante las vista de muchos más que le veían desde las ramas de los árboles como custodiando los restos de sus homogéneos.

- No creí verte de nuevo el día de hoy - ella detuvo sus acciones volteando a ver de reojo a Itachi, con esa tétrica mirada y la sonrisa descolocada.

Itachi permaneció en silencio jamás imagino que Ceres estuviese tan trastornada, debía admitirlo esa mujer nunca fue muy normal pero siempre se divirtieron juntos. Lo curioso era pensar que su grado de estabilidad mental fuese tan reducido.

- Ese cuervo siempre estaba siguiéndonos, me preguntaba por qué - se puso de pie lentamente sin apartar su mirada de la del pelinegro - pero no está aquí, no he podido atinarle.

- Estas...
- ¡No te atrevas a decir que estoy loca! - casi gritó provocando que el viento resonara - ¡yo pude ayudarte! - cuando los demás cuervos empezaron a revolotear alrededor volvió a repartir ataques sintiéndose amenazada.

Itachi trató de detenerla sujetándola de los brazos pero ella no se lo permitió incluso logrando asestarle a Itachi un golpe en la frente con el mango del cuchillo.

Pese al golpe y a su reducida visión logró sujetarla de ambas manos con fuerza.

- ¡Itachi déjame! - ella intento zafarse sin conseguirlo - ¡escógeme y yo le diré a mi hermano que maté a Jiraya por ti!

Aquel ofrecimiento confundió a Itachi cediendo en su agarre lo que le permitió a ella zafarse.

- Piénsalo, si me escoges a mi Jiraya ya no va a ser un problema - agregó sonriendo antes de alejarse corriendo.

El pelinegro trató de seguirla pero gracias a su reducido rango de visión y a la escasa luz que la creciente luna proporcionaba no pudo darle alcance chocando sin querer contra alguien retrocedió entrecerrando la mirada para ver mejor.

- ¿Ita dónde estabas? - la inconfundible voz de Naruto bastó para relajarlo - ¿qué te sucedió? - algo alarmado Naruto paso una de sus manos por la frente del pelinegro limpiando el pequeño rastro de sangre que brotaba de la herida que Ceres le había ocasionado.

Itachi apenas se enteró de que el golpe le había lastimado.

- Vamos - el rubio le sujeto de una mano para encaminarlo hacía el estacionamiento donde aguardaba su motocicleta.

- Naruto estamos en un hospital - reclamo aún dejándose guiar porque ya casi no podía ver.

- Pero también debes cambiarte de ropa - sin detenerse señaló las pequeñas manchas de sangre que Itachi tenía en su ropa.

Volvió a entrecerrar la mirada distinguiendo lo que el rubio acababa de señalar, llegaron al estacionamiento y de inmediato Naruto se trepó a su motocicleta esperando a que Itachi también se subiera.

- Date prisa dattebayo, que tenemos que volver.

Pese a la oscuridad de la noche y a su deteriorada visión pudo distinguir a ese brillante sol sonreírle en medio de ese azul cielo, se tragó las palabras que quiso pronunciar en ese instante, subió a la motocicleta quedando detrás de Naruto quien de inmediato la puso en marcha.

Fue un recorrido hasta algo inseguro dado que ninguno de los dos utilizo el casco, pero afortunadamente no hubo guardias de transito que los detuvieran, llegaron a la casa del rubio deteniéndose en la entrada.

- Vamos al departamento de Deidara, allí está mi ropa.

- Claro que no, aquí aún quedan muchas de tus cosas y no me agrada ese tal Deidara dattebayo - el rubio se bajó nuevamente esperando a que Itachi lo imitara - mi mamá también está en el hospital aunque no creo que se quede a dormir ahí - bostezo un poco cubriéndose la boca con una mano.

Itachi suspiro en silencio siguiendo al rubio al interior de la casa Namikaze.

- Voy por el botiquín - algo emocionado Naruto fue al cuarto de baño en tanto Itachi ingreso a la habitación que había compartido con Sasuke mientras vivió en esa casa. Le impresiono que todo siguiera exactamente igual, su hermano menor no había colocado nada ni utilizado el espacio que fue de Itachi, buscó entre las pocas cosas que aún tenía allí algo de ropa en cuanto la halló salió de la habitación buscando a Naruto, se asomó al cuarto del rubio al escuchar bastante ruido proveniente de ese lugar.

- Debí envolverlo dattebayo - decía para sí mientras sentado en el piso de espaldas parecía ocultar algo entre manos.
- ¿Qué haces? - Itachi se acercó con cierta curiosidad.
- ¡Na... nada dattebayo! - el rubio brinco del susto guardando en su bolsillo lo que celosamente ocultaba.
- Donde está el botiquín, voy a limpiar mi herida - el pelinegro decidió ignorar lo que sea que el otro parecía querer ocultarle.
- Si está ahí - Naruto enarco una ceja señalando la pequeña caja blanca sobre su cama - yo te ayudo - se ofreció jalando a Itachi para que ambos se sentarán al borde de su cama.

Itachi no dijo nada, hasta el momento su visión no había mejorado en nada, casi no podía distinguir más allá de sus narices y eso empezaba a angustiarle, pudo percibir el suave tacto del rubio limpiando su herida con extremo cuidado, como si temiera hacerle daño de algún modo, que miserable se sentía al depender tanto de Naruto, una vez que su herida estuvo limpia el ojiazul utilizo una pequeña gasa para cubrirla dando por terminados sus cuidados médicos.

Tragó pesado al ver a Itachi a escasos centímetros, sin importar la situación el pelinegro siempre le resultaba perfecto como si no fuese real, algo dudoso paso una de sus manos por los negros mechones de cabello que le colgaban en el rostro delineando por un instante las marcas que tenía debajo de los ojos, preguntándose por primera vez el porqué de su existencia, se acercó casi dudando a esos labios los cuales desde la primera vez que rozó se convirtieron en una peligrosa adicción, no podía describir la sensación que lo embargaba cada vez que besaba a Itachi, tan dulce y tan placentero...

Para el pelinegro era como el bálsamo que curaba sus heridas y aliviaba su dolor reconfortando cada parte de su alma ahogándose voluntariamente en los labios de Naruto permitiendo a la lengua ajena fundirse con la suya tratando de robarse el aliento el uno del otro, cerró los ojos ya que casi no podía distinguir nada con ellos tan solo se dedicó a sentir ese beso que pronto fueron varios cada vez más húmedos y apasionantes, solo así, solo junto a Naruto parecía olvidarse del mundo.

Entre el jaleo de sus bocas Naruto aprovecho para desatar la coleta deleitándose ante el suave tacto de esos negros cabellos, cuando ruidosamente rompieron el beso que compartían no pudo resistir el impulso de empujar a Itachi tumbándolo por completo sobre la cama quedando a horcajadas sobre el otro, los negros orbes se abrieron al chocar contra el colchón, esa profunda mirada tan oscura fija en la suya, Naruto casi empezó a temblar reteniendo un montón de impulsos que deseaban apoderarse de su cordura, solo atinó a inclinarse besando en nueva cuenta los labios ajenos delineándolos y casi tirando de ellos como si de alguna golosina se tratasen.

Itachi sentía ahogarse perdiendo el sentido común correspondía el beso con tanta o más desesperación que Naruto, a duras penas lograba distinguir algo más que los blondos cabellos de quien tenía encima y cuando abandonaron sus labios por un momento suplicó no quedarse ciego, poder contemplar ese brillante sol en medio del cielo toda su vida. Un suave gemido huyo de sus labios sorprendiéndolo, Naruto había empezado a repartir cortos y húmedos besos en su cuello descendiendo hasta casi rozar sus hombros, con urgencia se cubrió la boca con una mano, no se había dado cuenta pero Naruto tenía la increíble facilidad de desbordar sus emociones aunque admitirlo resultaba bastante bochornoso para alguien como él.

Tan suave no podía comparar la perfecta piel de Itachi con ninguna otra cosa, con algo de desesperación recorría con sus labios cada centímetro de la misma casi rozándola con sus dientes, ocupó sus manos en la tarea de aflojar los botones de la camisa de pelinegro acariciando con cuidado temiendo en cualquier momento ser apartado.

Clavó su deteriorada mirada en el techo de la habitación ahogando sus gemidos en su propia mano afianzando con la otra de la espalda de Naruto quien parecía muy entretenido en su cuello y el resto de su torso cuando todos los botones de su camisa cedieron. Las canelas manos recorrieron su pecho con verdadero entusiasmo, Itachi trataba de enfocarse en disfrutar cada roce pero la gehena de sus recuerdos la noche que Jiraya lo mancillo taladraban su mente casi obligándole a huir de la situación en la que ahora se hallaba.
- Naruto - le llamo en un susurro retirando a mano que cubría su boca.

El rubio detuvo sus acciones levantando la mirada para perderse en el oscuro abismo de los orbes de Itachi de quien no pudo identificar bien la expresión que le dedicaba quedando algo perplejo cuando este se incorporó de golpe para besarle con demanda apresurando el ritmo para ayudarle a aflojar y quitar sus propias ropas.

Es verdad, se había acostado con muchas mujeres pero junto a Naruto podía distinguir una mórbida diferencia que bastaba para dejarse hacer pero sin dejar de participar, el tacto de Naruto era por completo único como si cada caricia limpiase esa sensación de asco que Jiraya había grabado en él y las manos del ojiazul le despojaron por completo de la camisa y como ambos estaban sentados pudo también deshacerse de la sudadera y la camiseta de Naruto quien lo abrazo juntando toda su piel expuesta.

Sentía como el calor iba consumiendo todo a su alrededor, todo parecía ir demasiado rápido y al mismo tiempo demasiado lento quería arrojar a Itachi contra la cama desnudarlo por completo y fundirse en su interior hasta dejarlo sin aliento, con ligero resentimiento clavó sus dientes en la blanca piel del otro succionando de paso para dejar una rojiza y vistosa marca.

El pelinegro se sobresaltó ante la acción no creyó que Naruto fuese a hacerlo, bueno tendría que desquitarse de algún modo ladeo el rostro dejando un mejor acceso a los labios del blondo que pareció ronronear en agradecimiento, por todos los medios trataba de contener los gemidos y jadeos que suplicaban con salir de su boca, tenía las manos de Naruto acariciando su pecho, su espalda e incluso más abajo así que decidió pasear las suyas por la entrepierna del rubio notando de inmediato la creciente erección que allí se escondía.

Se detuvo en seco cuando las blancas manos de Itachi se introdujeron en sus pantalones acariciando y dejando al descubierto su palpitante y necesitado miembro. Y su corazón casi se detiene cuando el pelinegro se alejó un poco para poder inclinarse y rozarlo con sus labios, el cálido aliento erizaba cada parte de su cuerpo, pero ¡joder!, Itachi se había detenido en el mejor momento, Naruto casi estaba al borde de una crisis si el pelinegro no continuaba.

Era verdad, se había acostado con muchas mujeres y la experiencia con Jiraya no fue más que una violación, sería la primera vez que deseándolo haría algo así, Naruto poso una de sus manos en su cabeza como alentándolo a continuar y así lo hizo, con cautela engullo el miembro ajeno subiendo y bajando con lentitud logrando sacarle más de un gemido al rubio que actualmente era su novio, mantuvo los ojos cerrados sin detener sus acciones.

No podría resistir mucho más, la boca de Itachi era tan cálida y húmeda que en cualquier momento se desbordaría por completo en ella, desde su posición no podía disfrutar de tan excitante vista solo veía los mechones de cabello negro moverse de arriba abajo cada vez con más presteza y velocidad sintiendo esas manos unirse a las acciones acelerando su inminente orgasmo que llegó inundando la suave boca que le hizo experimentar tanto placer.

El sabor de la semilla de Naruto inundo cada rincón de su boca, tragó todo lo que pudo levantándose para ver la expresión del rubio quien respiraba ruidosamente recuperando el aliento, limpio los restos de la blanca semilla de sus labios con una mano mostrando sin querer una imagen sumamente erótica.

Y fue así exactamente como Naruto lo vio, allí sentado con el torso descubierto, el cabello negro suelto cayendo entre sus hombros y el rostro ligeramente sonrojado pasando sus gráciles dedos por sus labios fue como una especie de afrodisíaco, recién recuperando el aliento se lanzó sobre Itachi casi cayendo ambos de la cama debido a lo torpe de la acción, con ansias empezó a aflojar los pantalones del pelinegro buscando entre la tela.

- Naruto - le llamó esta vez más fuerte, contrariado por la impaciencia del rubio jadeando sin querer cuando de un tirón mandaron a volar sus pantalones junto a sus boxers. Y cuando quiso reclamar Naruto cazo sus labios robándole el aliento en un fogoso beso que no le permitió hablar, sintió las manos del rubio recorrer cada parte de su cuerpo, entrecerró sus ojos tratando de enfocar y distinguir mejor, pudo ver en los zarcos orbes el brillo de lujuria que los embargaba, no pudo evitar temblar sin estar seguro si era de emoción o ínfima ansiedad.

Por su lado Naruto interrumpió el beso para relamerse los labios sonriendo emocionado al ver a Itachi debajo suyo completamente a su merced, podía ver como el pecho del pelinegro subía y bajaba, debía ser honesto consigo mismo seria su primera vez y no estaba seguro de cómo hacer las cosas, tragó pesado al decidirse. Se acomodó entre las piernas del pelinegro sintiendo como sus propios latidos parecían desbocarse.

- Naruto espera - Itachi trató de levantarse esa posición lo hacía sentir vulnerable, pero una de las manos del rubio se apodero de su hombría empezando casi un frenético sube y baja - Na... Naruto - jadeo dejando que el peso de su cabeza colgará de la cama. Pese a lo bruscas de las caricias el placer que empezaba a experimentar iba en aumento, la manera en que Naruto recorría su intimidad humedeciéndola con su propio pre-semen era en extremo morbosa. Pero tan súbitamente como empezó se detuvo, a duras penas levanto su rostro para poder distinguir lo que el otro se disponía a hacer, todo su cuerpo se tensó al sentir como algo presionaba contra su entrada demandando espacio. Era demasiado pronto y demasiado brusco, sus manos se aferraron al cobertor bajo suyo, los pequeños gemidos de dolor que no podía reprimir parecían querer jugarle un mal rato, Naruto, era Naruto quien estaba encima suyo, repetía aquello en sus adentros una y otra vez. Abrió la boca buscando aire al percibir como lentamente Naruto se introducía en su interior presionando cada vez más.

Tortuosamente Naruto termino de introducirse quedo allí sin moverse analizando la expresión de Itachi quien jadeaba con la boca bastante abierta inquieto como nunca lo había visto, las mejillas encendidas resaltaban en su blanca piel de modo cautivador sin mencionar las pequeñas gotas de sudor que perlaban aquel hermoso rostro. Sentía la presión en su miembro de modo dolorosamente placentero, retrocedió un poco para empujar.

Itachi sintió las ligeras embestidas contra su interior llenando cada espacio de su cuerpo y su alma limpiando cualquier rastro que el infame de Jiraya pudo haber dejado, dolía no podía negarlo sin ningún tipo de preparación y aunque las embestidas eran suaves y acompasadas eso no mitigaba en mucho el dolor al ser penetrado por el miembro del rubio. Sus jadeos y gemidos se mezclaron con los de Naruto inundando la habitación de libidinosos ruidos. Ambas manos del ojiazul se aferraron de sus caderas aumentado la velocidad de cada empuje, pese a que su respiración era en extremo irregular Naruto le besó como pudo casi haciendo chocar sus dientes y cuando volvió a intentarlo el pelinegro le ayudó incorporándose un poco logrando concretar el hasta vulgar beso que entrelazo sus lenguas ahogándolo en placer dejando al ligero dolor que aún lo incomodaba en segundo plano.

El interior de Itachi era cálido y sumamente apretado el deleite que le producía llenarle era casi indescriptible, el rubio tiro de su amante para que ambos quedaran sentados sin separarse aumentando el ritmo de cada embestida ahogando los gemidos en la boca del otro.

Tan profundo y placentero Naruto parecía alcanzar sin ningún problema una y otra vez aquel punto que lo llevaba al paraíso y de regreso, una de las manos color canela se posaron en su intimidad estimulándola y obligándolo a romper el beso para emitir una melodiosa sinfonía de gemidos.

"¡Itachi, Itachi" entre suspiros el rubio repetía su nombre a su oído casi desgastándolo, se aferró al cuello del rubio casi colgándose para ayudar en las embestidas levantando sus caderas para dejarse caer una y otra vez en aquel trozo de carne que le hacía ver mucho más allá de lo que distinguía.

Cada vez iban más rápido adueñándose de la razón ajena, Naruto sentía que en cualquier momento su orgasmo se hacía inminente, deseando que aquel maravilloso momento no terminase nunca, aquella estrecha cavidad presionando y asfixiando su miembro lo llevó a derramarse sin poder evitarlo en aquel cálido interior con un sonoro y largo gemido había alcanzado aquel nirvana del modo más placentero.

Y aquella misma sensación al sentir la esencia del rubio derramarse y llenándolo por completo lo llevó a terminar entre ambos jadeando sin control, no podía describir esa sensación que lo embargo era la primera vez que tanto placer y calma se apoderaban de él. Y el susurró de "te amo" que oyó claramente a su oído por parte del blondo estrujo su corazón abrazándose a ese cielo que llenaba su alma reconciliando las ajaduras en su ser.

El cálido silencio que compartieron reteniendo las miles de sensaciones que les produjo aquella faena fue más que suficiente para permitirles un suave y corto beso sin malicia lleno de amor.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bien que les puedo decir "es mi primer dia" o algo asi es la primera vez que escribo lemon asi que espero no sean muy criticos, si es verdad que llevo escribiendo hace algun tiempo pero nunca habia narrado escenas de este tipo, el porque tarde un poco en actualizar es por razones de salud, he estado algo enferma y entre ir al medico seguido y esas cosas se me hizo algo tardado en verdad lo siento odio los hospitales me traen malos recuerdos y ser el paciente es aun peor, mejor dejo ese tema que es algo delicado, me gustaria saber que tal quedo este capitulo asi que espero sus comentarios criticas y demas, muchas gracias por tomarse su tiempo para leer.

 

Nos leemos en el siguiente capitulo, muchos saludos y cuidense.


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