Cap. 12.- “Discovered”
Si me vez llorar
Tan solo voltea tu mirada
No quiero que veas
Tan gran debilidad
Toda la fortaleza que hace tiempo poseyó parecía haberse esfumado hace mucho, ni siquiera se percataba de que estaba temblando ligeramente y no por el frio...
Un pensamiento inútil lo asalto…
Ya había llegado el invierno.
Ya daban más de las diez de mañana, Naruto y Sasuke desde la noche anterior habían desaparecido sin dejar rastro, la estrepitosa lluvia que no dejaba de caer dificultaba cualquier intento por encontrarlos y no quería pensar en ello… Jiraya era responsable de la desaparición de ambos muchachos.
Casi en un abrupto arrebato fue a buscarlo para solucionar este asunto de una vez y para siempre, pero Minato Namikaze al parecer previno esa acción y lo detuvo antes de que si quiera pudiese poner un pie en la calle, lo estaba menospreciando, no era un niño indefenso al que tenían que cuidar.
La puerta de la casa se abrió dejando entrar al padre de Naruto.
- Me alegra que no hayas escapado Itachi – fue lo primero que dijo el mayor.
- Que has averiguado – Itachi le miro con cierto reproche.
- Hasta ahora nada, bien sabes que tienen que pasar cuarenta y ocho horas antes de poner una denuncia formal – el rubio resoplo cansado había pasado toda la noche buscando a su hijo y a Sasuke… una parte de su interior sentía verdadero pánico al pensar que esta situación no se trataba de nada más que una “huida de enamorados”, un escalofrió recorrió su espalda, hasta lo que sabía Naruto estaba enamorado del menor de los Uchihas, así que cabía la mínima posibilidad de que Sasuke hubiese correspondido esos sentimientos… aunque honestamente la posibilidad era prácticamente nula y siendo honesto no se sentía por ahora capaz de apoyar una relación así…
- ¿En qué piensas? – la voz de Itachi capto su atención.
- En… Naruto – claramente vio como el pelinegro se mordía el labio inferior por unos segundos, Itachi parecía más preocupado que cualquiera por la desaparición de Naruto y Sasuke – no he hablado con Jiraya aun…
Itachi retrocedió evitando la mirada ajena.
- Él no le haría daño a Naruto, estoy seguro.
- Pero a Sasuke sí.
- Itachi escúchame, si ellos están en peligro por nada del mundo podemos darnos el lujo de ser impulsivos, Kakashi los está buscando y yo tengo que ayudarlo pero tú tienes que quedarte aquí.
- No lo voy a hacer – negó un par de veces.
Minato se mordió la lengua, no existían en el mundo personas más difíciles de convencer que un Uchiha, su temple ya estaba en juego, no se perdonaría si a su hijo le pasaba algo pero tenía que calmarse.
- Esta bien, puedes acompañarme – suspiro resignado era mejor tener a Itachi cerca para vigilarlo y evitar que confrontase a Jiraya, aun no era el momento. - ¿nadie te ha llamado?
- No – las respuestas del pelinegro eran cada vez más escuetas – perdí mi celular – mintió.
- De acuerdo, ten el mío – el ojiazul saco de uno de sus bolsillos un móvil que le ofreció – tengo otro y en algún momento tal vez tengamos que comunicarnos.
En completo silencio Itachi lo acepto quedándose un par de segundos contemplando el aparato y otro inútil pensamiento lo asalto…
Minato y Naruto eran demasiados diferentes.
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- Sasuke… Sasuke… Sasuke despierta.
Esa insistente y conocida voz lo llamo más de un par de veces, adolorido empezó a abrir los ojos topándose con la brillante y azul mirada de Naruto que como una molesta luz lo cegaba sin dejarlo ver claramente.
- Sí que nos diste un buen susto teme.
No, no era el brillo de sus ojos, el dobe rubio estaba justo detrás de la luz que producía un simple foco que colgaba del techo y fue entonces que recién recordó lo sucedido, se incorporó como pudo ya que tenía los brazos y pies atados inmovilizándolo casi por completo, viendo mejor pudo ver a Naruto sentado contra una de esas derruidas paredes atado del mismo modo y un poco más allá a Ceres también amarrada pero encogida en hombros.
- Donde estamos.
- Quien sabe – el rubio respondió inspirando con un poco de fuerza – este lugar apesta dattebayo.
Sasuke olfateo el ambiente, era cierto el lugar olía a humedad, el piso era de tierra y las paredes parecían estar hechas de barro y piedras.
- Naruto tu qué haces aquí – afilo su negra mirada, el rubio no podía ser tan torpe como para haberse dejado atrapar por los mismos sujetos que irrumpieron en el departamento de Santiago.
- No lo sé, solo estaba…
- Siguiéndonos – lo interrumpió - tan inútil como siempre.
- ¡No soy el único al que atraparon teme! – se defendió de inmediato.
- Hmmm – le miro de soslayo prestándole atención a Ceres - ¿estas despierta?
- Hace mucho – la chica levanto la mirada – creí que estabas muerto o algo así Sasuke
- ¡No digas esas cosas! – Naruto la miro enfadado.
- Entonces mejor hubieras muerto tu inepto – escupió sus palabras con rencor al rubio.
- ¡¿Qué dijiste?!
- Silencio, no es momento para sus estupideces – y fue Sasuke quien detuvo tan insulsa escena.
- Estoy de acuerdo y ya que Naruto fue tan brillante como para seguirnos al menos sabrá quien nos tiene aquí – pero Ceres siguió arremetiendo contra el nombrado.
- Tiene razón – el pelinegro la apoyo.
- Como son… – Naruto mascullo algo más entre dientes que seguramente fue un insulto.
Sasuke recorrió cada rincón de aquel lugar con la mirada buscando una cámara o algo que le dijese que estaban espiándolos pero no hallo nada, así que empezó a forcejear para liberarse pero sería muy difícil que lo consiguiera.
- Si quieres yo te ayudo teme – Naruto sonrió acerándose como pudo casi reptando en el piso como una especie de oruga hasta acercarse lo más que pudo – si nos ponemos espalda contra espalda podríamos intentar desamarrarnos.
La idea no era la más brillante pero tampoco tenían muchas opciones, cuando el rubio trato de acercarse más Sasuke pudo notar las manchas de sangre roja que sobresalían en el cuello de la ropa del rubio y en esos dorados cabellos cerca de la nuca. Cuando lo atraparon junto a Ceres solo los arrinconaron para luego usar algún tipo de somnífero de esos pequeños jalones solo recibió un par de golpes que aún no estaba resintiendo.
- Ayúdame teme – pidió para poder colocarse detrás del pelinegro.
Pero antes de que Sasuke pudiese ayudarlo la pesada puerta se abrió estrepitosamente de donde tres hombres armados ingresaron y como la última vez que los vio todos llevaban máscaras, extrañas mascaras blancas con la forma de animales.
- Tráiganla – uno señalo a Ceres y los demás fueron donde ella para obligarla a ponerse de pie.
- ¡Suéltenme! – en vano grito tratando de zafarse.
- ¡Quienes son ustedes! – furioso Naruto trato inútilmente de ponerse de pie - ¡son unos cobardes dattebayo!
Uno de los sujetos se acercó al rubio para propinarle tremenda patada en el estómago para dejarlo sin aire.
- Cierra la boca – dicho aquello los tres volvieron a salir llevándose a Ceres con ellos entre gritos y pataletas por parte de la muchacha.
Sasuke no se movió ni siquiera un poco y no por miedo, analizaba a cada sujeto hasta en el más mínimo detalle tratando de notar cualquier cosa que pudiese darle una pista sobre el o los responsables de aquello. El ojiazul tosía incontables veces tratando de recuperar el aliento mostrando una mueca de dolor debido al golpe recibido.
- Naruto – al fin hablo el pelinegro.
- ¿Nh? – apenas le miro desde el piso.
- ¿Alguien sabe que me estabas siguiendo?
- Claro que no – volvió a toser – porque se lo habría dicho a alguien.
- Entonces no saben que estamos juntos.
- Igual ya de seguro nos están buscando – con dificultad se incorporó como pudo.
Naruto tenía razón de seguro Minato ya andaba como loco buscando a su torpe hijo e Itachi… suspiro quedito, de seguro Itachi también estaría buscando a Naruto, se sintió pequeño y olvidado sin querer volvió a suspirar.
- No te preocupes teme.
Sus negros ojos se posaron en la azul mirada de Naruto en la magullada sonrisa que el rubio se esforzaba en mantener y Sasuke pareció por una vez en su vida dejar de pensar tanto, abrió lentamente sus labios para acabar con su inútil tortura…
- A ti te gusta Itachi… ¿verdad? – pronuncio con cuidado.
- … - y su acompañante palideció tanto que parecía haber oído algo tan terrible como que sus padres habían sido torturados y luego asesinados – Sa… Sasuke – sus ojos permanecieron demasiado abiertos clavados en el rostro del pelinegro viendo esa expresión que no sabía cómo interpretar… - de… de ¿qué… estás hablando teme? – apenas pareció reaccionar tratando de hablar sin que su torpe lengua se lo impidiese, forzó una falsa sonrisa.
…
- Suéltenme de una vez – molesta Ceres se zafo una vez que llegaron a una oficina donde su hermano la esperaba sentado en un cómodo sofá.
Los hombres la desamarraron y luego se retiraron.
- Me sorprenden tus habilidades hermanita – el sujeto sonrió satisfecho sujetando una copa de vino.
- Soy la mejor de mi clase – también sonrió sobándose las muñecas que sentía algo entumecidas al estar tanto tiempo amarrada – cualquiera diría que esos matones que contrataste iban a matarnos.
- Son gente de Jiraya.
- ¿Qué?, se supone que él no tiene que enterarse de esto – parecía algo molesta, se acercó a su hermano arrebatándole la copa de vino para terminar de beber todo su contenido.
- El no está enterado pero pienso decírselo todo hoy mismo.
- No te entiendo no que el plan era…
- El plan original ya no importa Ceres – se puso de pie – claro que aun pienso utilizar a Sasuke y a Naruto para que Minato y Kakashi estén detrás de Jiraya y es justamente por eso que debo decírselo para que todos piensen que él fue el directo responsable de este circo.
- Pero como – la chica enarco una ceja confundida.
- Le diré a Jiraya que Sasuke descubrió varios de sus negocios sucios, después de todo gran parte de la fortuna de ese anciano no es del todo legal.
- ¿Y yo?, él sabrá que ayude a Sasuke a encontrar esa información sin contar que le dije que Jiraya es responsable por lo que le paso a su inútil madre.
- No te preocupes yo me encargo de eso – el mayor ensancho más su perversa sonrisa – después de todo somos hermanos.
- ¿Y que pasara con Itachi?
- Te dije que te olvidaras de el – rodo los ojos hastiado de oír ese nombre – Itachi ya no importa, ¿lo entiendes? – ligeramente amenazante se acercó a su hermana para mirarla fijamente.
- Yo lo amo – fue la inmediata respuesta de ella.
- Te recomiendo que dejes de hacerlo por el bien de Itachi y el tuyo – sentencio alejándose viendo claramente como su hermanita apretaba los puños con fuerza claramente molesta, ya lo sabía… hace mucho que lo sabía, su hermana sufría algún ligero trastorno emocional que tal vez ahora podría resultar contraproducente – Itachi no solo se acuesta con Naruto también lo hace con Jiraya, así que dudo mucho que vaya a rectificar sus gustos – probo a decir.
Ceres se encogió en hombros como restando importancia a lo que acababa de escuchar, dejo caer la copa de vino que sujetaba la cual se partió en pedazos al chocar contra el piso, con cautela se inclinó para sujetar un trozo de vidrio.
- Ya veremos, en tanto será mejor que nadie sospeche que esto es una farsa – y son su enferma sonrisa se hizo un corte en el brazo dejando a su hermano algo sorprendido.
- Eres muy profesional – él suspiro algo incómodo – no vaya a infectarse después.
…
Enfado, reproche… ¿tristeza?, sacudió la cabeza de un lado a otro, era imposible que Sasuke estuviese triste porque a Naruto le gustase Itachi, sus doradas neuronas no parecían capaces de interpretar la expresión de su mejor amigo en esos momentos, pero eso no era lo peor… no tenía ni la más remota idea de cómo responder a esa pregunta.
A ti te gusta Itachi… ¿verdad?
Se hizo la pregunta mentalmente de nuevo y delante de él se hallaba Sasuke esperando una respuesta, se mordió la lengua antes de contestar pero le debía una respuesta clara a su mejor amigo… amigo que casualmente resultaba ser hermano menor del sujeto ahora en cuestión… el peso de sus acciones pareció caerle encima como una tonelada de concreto en la espalda, no podía evitar sentirse miserable e infinitamente desdichado en aquel momento, le dolía el corazón y estaba seguro que no era una aflicción médica, no quería responder sentía que si lo hacia fuese cual fuese su respuesta perdería algo irremplazable…
- A… ja… ja – quería reír pero no podía sus labios parecían temblar ante cualquier palabra que deseara emerger de estos – ahora… vas a querer matarme.- apenas logró articular.
Sasuke solo siguió mirándolo sin decir una sola palabra, Naruto no afirmo ni negó nada pero con su respuesta era más que obvio lo que no se atrevía a decir, el ojiazul tragó pesado, bajando la mirada para buscar en el piso de tierra algo que no encontraba en sí mismo, se sentía patético al ser incapaz de responderle con total honestidad a quien pregonaba como “mejor amigo”, tenía que admitirlo todo habría sido más fácil si nunca hubiese besado a Sasuke pero no tenía por qué saber que las cosas cambiarían de este modo, no tenía una bola de cristal mágica que le adivinara el futuro y así evitarse el embrollo en el que estaba metido.
- Tu eres muy importante para mi Sasuke… - esbozo la sonrisa más triste que nació de su corazón ganándose con ella por completo la atención de su “mejor amigo” – y es justamente por eso que no voy a mentirte. – los negros ojos frente a él permanecieron fijos en los suyos tanto que conforme los segundos pasaban sentía perder a quien jamás quería dejar marchar…
Porque si de algo Naruto podía jactarse era del hecho de que jamás se consideró alguien falso… podía gritar a los cuatro vientos sus deseos y sus metas para así de algún modo hacerlas más cercanas, pero jamás le mentiría a alguien que fuese importante, realmente importante…
- Yo… - inspiro hondo para por una vez en su vida hacer algo que jamás creyó hacer. – estaba enamorado de ti Sasuke. – lastimar a su mejor amigo.
Claramente la mirada de Sasuke comenzó a titilar sin saber si seguir mirando a Naruto o implorar que la tierra se lo tragase en aquel momento.
- Pero… tenía miedo…miedo de que tu… sintieras asco de ese sentimiento y te alejaras de mi… - Naruto ya no pudo con el peso de sus palabras y desvió su mirada – y si te alejaras yo tuviera que perseguirte toda mi vida implorando que volvieses convirtiéndome en un acosador… - sonrió a regañadientes ante su propio comentario – pero… las cosas no pasan como uno quiere siempre – y pese a que todos lo consideraban alguien torpe Naruto podía decir cosas que a cualquiera calarían.
Y Sasuke no era la excepción.
- Y… - por fin volvió a oír la voz de Sasuke solo que se oía ahogada y apunto de apagarse.
- Ahora estoy saliendo con Itachi – sin querer lo interrumpió y pese a que sea lo último que quiso decir dijo la verdad – no es culpa de tu hermano… las cosas… las cosas – volvía a trabarse con las palabras –se… fueron dando.
Y por un breve momento Naruto sintió quitarse un enorme peso de encima.
“”
Sasuke bajo la mirada analizando todo lo que acababa de escuchar, deseaba no estar atado para partirle la cara al rubio a golpes, exigirle que se alejara de Itachi porque ya no sabía si su hermano era gay o bisexual o Naruto lo enredo para que terminarán juntos… pese a haber reconocido que sentía mucho más que amistad por el rubio la idea de que este gustase de Itachi lo repugnaba demasiado, pese a que desde hace semanas quiso hacerse a la idea de que su hermano y Naruto estaban juntos no pudo asimilarla tan bien ahora que escuchaba de los labios del ojiazul tan grave confesión. Golpearlo hasta que se cansara y sintiese mejor consigo mismo, como pudo decirle que estaba enamorado de él y luego… desenamorarse tan fácil para correr junto a Itachi.
- … - se mordió la lengua antes de decir algo estúpido – joder… Naruto… en verdad…hubiera deseado jamás conocerte – pero no lo consiguió. Su amigo al escucharlo se encogió en hombros como si acabase de confesar un crimen un terrible crimen. El sepulcral silencio inundo el lugar tan solo dejando que el sonido de la electricidad del mal cableado se oyera.
Pero pese a eso Sasuke sintió como si algo se rompiera y aunque no quisiera admitirlo también era culpa suya…
- Lo siento Sasuke… pero aunque no me creas tu eres un lazo que jamás quiero romper.
- Lo se… - y por primera vez Sasuke fue incapaz de decirle que eso no le importaba porque no era así, se sentía estúpido por retener tantos sentimientos en su interior a los que simplemente siempre negó su existencia, los ojos le escocían terriblemente como si de un momento a otro su perfecta fachada de frialdad fuese a desaparecer, Ahora ambos estaban allí tan cerca físicamente pero con un vacío abismal que los separaba, como si ese vacío fuese a consumirlos…
Amar tanto a alguien… y que eso sea tan solo un desperdicio.
Si estuvieran juntos, si hubiesen podido estar más juntos…pese a que ambos fueran hombres a Sasuke eso le tenía sin mucho cuidado, lo hubiera aceptado… pero no era el caso… tratándose de Itachi sentía que era incorrecto, que Naruto y su hermano no debían estar juntos, sentía envidia de su hermano mayor pero no podía odiarle. Era mejor odiar a Naruto… a Naruto por no haberle dicho lo que sentía antes, por presuponer su respuesta y simplemente darse por vencido, así no era el rubio… tal vez la razón para que jamás le confesara lo que sentía fue la terrible casualidad que unió a Naruto y a Itachi… casualidad escrita por un siniestro destino que lo relego a quedar fuera… en un juego de dos no pueden ganar tres.
Amar tanto a alguien para no querer dejarle ir.
Estaba perdiendo algo que jamás podría reemplazar y no quería, desde luego que no quería… pero jamás lastimaría a su hermano y siendo honesto tampoco se creía capaz de odiar a Naruto. Entonces, ¿que se supone debía hacer?
Pero el tiempo se había acabado, la puerta se abrió nuevamente.
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La lluvia había cesado y a eso de las seis de la tarde aún no hallaban ni rastro del paradero de Naruto y Sasuke, ya estaba demasiado cansado de recorrer las calles de la ciudad en su automóvil, le dolía el cuello y la espalda, pero al menos Kakashi lo había llamado al parecer ya tenía una pista sobre el asunto y rogaba porque su hijo y el menor de los Uchiha estuvieran a salvo, Kushina se hallaba más que desesperada pero acordaron no decirle nada a Mikoto para no preocuparla y empeorar su estado físico aunque de seguro ya estaría preguntándose porque ninguno de sus hijos había ido a visitarla al hospital desde el día de ayer.
Su preocupación aumentaba conforme el tiempo avanzaba tenía un mal presentimiento y una terrible desazón en el pecho que no podía quitarse e Itachi quien iba ahora junto a él en el auto parecía más una estatua de piedra ya que se rehusaba a hilvanar una conversación de más de dos palabras… y eso empezaba a hastiarlo entendía que estuviese preocupado por su hermanito pero eso no justificaba querer hacer un ataque suicida enfrentándose directamente a Jiraya suponiéndolo como responsable de la desaparición de los muchachos.
- Ya casi llegamos – anuncio por obligación viendo de reojo al pelinegro asentir, suspiró agotado, quería ayudar a Itachi y a su familia pero al parecer ninguno de los dos hermanos quería aceptar su ayuda. Analíticamente comenzó a observar al muchacho de rato en rato como deseando descifrar lo que este quería ocultar con su actitud y allí fue cuando lo noto… la chaqueta que Itachi llevaba no lograba ocultar en su totalidad la marca roja que el muchacho lucia en su cuello… Minato frunció levemente el entrecejo… evidentemente esa marca era de un chupetón… en ese caso Itachi debía estar saliendo con alguien, de algún modo eso tenía que ser positivo para l pelinegro así tal vez podría dejar atrás el incidente con Jiraya.
- Veo que estas saliendo con alguien.
- ¿Qué? – el pelinegro respingo volteando a verle.
- Tu cuello – el rubio le dedico una fugaz mirada a la zona rojiza en esa blanca piel para de nuevo concentrarse en conducir.
Algo alarmado Itachi se cubrió el lugar donde se hallaba el chupetón desviando la mirada.
- Entonces si estas saliendo con alguien.
- Algo… algo así – inspiro con fuerza demostrando que no quería hablar del tema.
- Descuida si no quieres decirme está bien – Minato detuvo el automóvil una vez llegaron a las afueras de la ciudad – ya llegamos – salió del auto acercándose a quien los esperaba.
- Sensei… es decir Minato que bueno que llegaste – el peliplateado hizo una ligera reverencia.
- Que es lo que has averiguado Kakashi.
- Bueno veras por la información que logramos reunir… - se detuvo cuando Itachi salió del vehículo para acercarse – no creí que Itachi viniese también.
- Sera de gran ayuda y lo sabes – Minato resoplo realmente cansado.
- De acuerdo – el peliplata prosiguió – hemos hablado con los porteros y jardineros del hospital ellos vieron salir a Sasuke y a Naruto junto a una muchacha de unos veinte años.
- ¿Una muchacha? – el rubio enarco una ceja.
- Si, dicen que tenía el cabello negro y corto al parecer con uno que otro mechón pintado. Es raro ver a una chica tan llamativa con un muchacho rubio.
“Ceres” de inmediato ese nombre vino a la cabeza de Itachi, se mordió el labio inferior si querer.
- ¿Es lo único que averiguaron?
- No, por eso los cite aquí, hasta donde sabemos quiénes se llevaron a los muchachos salieron de la ciudad. Se vio el automóvil pasar por esta zona.
- Y como averiguaron eso.
- No deberías subestimarnos sensei – hizo amago de sonreír mueca que fue cubierta por la mascarilla que le cubría la boca.
- Bien entonces que estamos esperando.
- Ya tengo a varios hombres buscando en el área, pero ten en cuenta que una zona muy extensa para cubrirla en tan poco tiempo y con nuestros limitados recursos humanos.
Itachi se alejó un poco en tanto los mayores seguían hablando saco el móvil que Minato le había prestado y marco un numero pero antes de presionar la tecla de llamadas el celular de Minato empezó a sonar.
El de ojos zarcos reviso la pantalla del aparato.
- ¿Naruto? – pronuncio algo contrariado.
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