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"Rapsodia" por Yae

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Notas del capitulo:

Holas! ha pasado tanto tiempo que hasta me daba verguenza actualizar ja ja, espero que aún queden lectores para esta historia. Que la dedico ahora a todos mis lectores y en especial a aquellos que se tomaron su tiempo para dejar un comentario que me animan a seguir. En verdad gracias.

No los molesto mas enjoy!

Por cierto y por si las dudas lo que vendrian siendo flashbacks de los personajes estan entre "0o00o0o00o0o00o0" al principio y final. Por si no queda en cursiva.

 

 

 

 

 

El pasado conforma el presente

El presente escribirá nuestro futuro

Es una realidad de la que no podemos escapar

 

 

Y aun en mi agonía puedo ver tu sonrisa

Esa sonrisa que no deseo jamás olvidar

 

 

 

 

13.-  “13”

 

 

Escuchaba su nombre a lo lejos, cansado tenía que responder al llamado, entreabrió los ojos topándose con la cálida sonrisa de su madre, un recuerdo vago lo inundo por un instante, de aquel sueño que cuando niño temió vivir solo sin sus padres, ignorado y rechazado por todos a su alrededor, Naruto recuerda haber despertado en aquel momento llorando al pie de un árbol en el cual se quedó dormido y se sintió más asustado al no hallar a sus padres por ningún lado, recuerda haber deambulado sollozando hasta llegar a un lago al cual se acercó para ver su reflejo, tenía miedo de que ese sueño fuese verdad, no quería perder a sus padres como cualquier niño de esa edad y también recuerda con cierta nostalgia que ese mismo día conoció por primera vez a Sasuke.

- ¿Naruto, me estas escuchando?

Pese a no haberla escuchado el nombrado sonrió.

- No vuelvas a preocuparnos de esa manera – Kushina sollozo abrazando a su hijo –soy tu madre y siempre voy a apoyarte.

Naruto correspondió el abrazo aun estando acostado en la cama de hospital, aunque no supiera a quien, siempre agradecería el tener a sus padres a su lado.

Luego de unos instantes se separaron dejando que el rubio se incorporara, notando ambos a Minato en el marco de la puerta sonriendo complacido ante la escena.

- No quise interrumpir – el recién llegado se acercó completando el cuadro familiar.

- Llegas a tiempo Minato – la pelirroja se dispuso a salir – iré a traerle algo de comida a Naruto así que quédate con él en tanto regreso – dicho eso salió de la habitación.

- ¿Papá, crees que mi mamá no sospeche nada? – le miro crédulo desde su ángulo.

- Bueno si Kushina sospechara algo creo que ya me hubiese “persuadido” para que le dijese todo – algo despreocupado el mayor sonrió.

- Hmmm – Naruto hizo amago de pensar – ya quiero irme de aquí es aburrido y la comida no me gusta`ttebayo – suspiró exageradamente - me gustaría que Itachi me viniese a visitar – agregó sin pensar.

Minato respingó ante lo último viendo algo extrañado a su hijo - ¿Por qué Itachi?

- ¿Eh? –también reacciono ante su propia torpeza – po… por nada dattebayo – rió nervioso, algo contrariado se suponía que le había confesado a su padre que estaba enamorado de Itachi, pero extrañamente este parecía no estar enterado de aquello, trago pesado al sospechar que su padre podría haberse confundido ya que solo existían dos Uchihas que permanecían cerca de él, Itachi y… Sasuke.

 

 

Por su lado Kushina se dirigía a la estación de enfermeras para pedirles que le llevaran algo de comer a su hijo, estaba aliviada porque no le había pasado nada, tan solo unos golpes y raspones debido al accidente que sufrió junto a Sasuke, no tenía ni un pelo de tonta así que estaba segura de que la historia que Minato le invento no era verdad, pero últimamente no habían tenido tiempo para estar juntos a solas y a gusto por lo que de seguro el asunto que preocupaba a su esposo debía ser bastante grave. Aun no entendía del todo porque querían mantenerla al margen pero ya no iba a permitirlo después de todo si la vida de su único hijo estaba en riesgo ella haría todo lo necesario para protegerlo aunque Minato no estuviese de acuerdo.

- ¿Señora Uzumaki?

Al oír su nombre respingo viendo a una enfermera que parecía haber estado hablándole hace un buen rato.

- ¿Si? – devolvió la pregunta con otra.

- Estas son las cosas de su hijo – le entrego una bolsa con la ropa de Naruto – la trajeron de lavandería y… - sacó de su bolsillo un celular – esto también.

La pelirroja recibió el móvil agradeciendo con cortesía quedando sola de nuevo en aquel blanco y silencioso pasillo.

Respetaba la privacidad de su hijo pero la intriga de conocer si quiera el nombre de la supuesta novia de Naruto la movieron a revisar las llamadas y los mensajes. Grande fue su sorpresa al verificar que la mayoría por no decir casi todas las llamadas que su hijo hacia eran a Itachi, muchas pérdidas y muy pocas contestadas y ninguna devuelta. Algo inquieta jugo por unos segundos con el celular en manos, bueno si Naruto y Sasuke eran buenos amigos tal vez… tan solo tal vez Itachi y Naruto también lo eran, con aquel pensamiento serenó un poco sus nervios y dando un hondo suspiro procedió a darle un vistazo a los mensajes.

“¿Dónde estás?”

“¿Por qué no me contestas?”

“Quiero verte”

Esos fueron algunos de los que alcanzo a leer, todos dirigidos de nuevo a Itachi, guardó el celular nerviosa, debía ser una broma, su hijo le dijo que tenía una novia, pero el obsesivo interés que había demostrado por Itachi últimamente y lo que acababa de ver la estaban arrinconando a una conclusión nada alentadora.

- En verdad tiene que ser una broma – dijo para sí deseando que todo fuese paranoia suya – una broma.

 

 

- Quiero que me lo digas todo.

Minato dudo bastante, pero la firme mirada de su hijo le sugería que ya no era el momento de ser sutil o sobreprotector, debía ser claro por una vez ya que todo el embrollo involucraba indirectamente a Sasuke también y hasta donde tenía entendido su hijo le había confesado estar enamorado del Uchiha menor, pero un atisbo de duda se había instalado en sus pensamientos con respecto a ese asunto.

- Esta bien – dio un hondo suspiro – pero quiero que tomes las cosas con calma porque esto no es fácil y espero que comprendas porque no quería decirte nada.

- Papá deja de dar vueltas y dime lo que sea´ttebayo.

- Se trata… de Itachi y Ji…

Pero antes de que pudiese si quiera terminar su oración como si el cosmos deseara mantener a su rubio hijo al margen de tan problemático asunto o tal vez tan solo fue una triste coincidencia, Itachi apareció por el umbral de puerta sin siquiera haberse molestado en tocar antes.

- ¡Itachi! – Naruto sonrió feliz  pero no del todo, su amado pelinegro no pudo haber sido más inoportuno.

- Espero no haber interrumpido – miro de soslayo a Minato  con esa penetrante mirada oscura con un pequeño tinte de amenaza clavada en sus pupilas como si lo que hubiese deseado decir hubiese sido “me alegro haber interrumpido”, amenaza muda que por supuesto no inquieto en lo más mínimo al mayor.

- No mucho – se puso de pie dispuesto a salir – creí que estarías con Sasuke, bueno iré a verlo y de paso a hacer una llamada los dejo – salió como sintiéndose algo incómodo en aquella nueva escena. Cuando cerró la puerta tras de sí una extraña punzada casi lo obligo a quedarse escuchando tras la puerta de modo infantil como si un funesto presentimiento le impulsase gritándole que eso era lo que debía hacer… pero no lo hizo decidió alejarse y en cambio hacer lo que hace unos instantes había dicho.

 

Cuando ambos quedaron a solas Itachi suspiro nimiamente al haber llegado a tiempo, no habría podido manejar la situación si es que a Minato se le hubiese ido la lengua con su hijo contándole en detalle el incidente con Jiraya.

- No decir las cosas también es una forma de mentir, ¿no lo crees?

Ligeramente sorprendido vio en Naruto una mirada de seria tranquilidad como esas que muestra un ilusionista al concluir su truco dando a entender un “yo sé cómo lo hice, pero tú no” - ¿a qué te refieres? – la pregunta broto de modo automático de sus labios – está haciendo algo de frio – tarde intento rectificar su dialogo.

- Que aunque yo te quiera tanto es cansado sentir que tú actúas como si me estuvieras ocultando algo… y algo muy importante – resaltó con aire casual.

- Naruto… - evadió la mirada contraria casi en un acto reflejo, todo el asunto escapaba de sus manos y para empezar a solucionar las cosas era de vital importancia para su estabilidad emocional alejarse del rubio aunque a estas alturas ya estaba más que embarrado por no decir enamorado de Naruto, pero una vez más tenía que tragarse sus sentimientos y la angustia que le produjese hacerlo – vamos a ser claros, esta patraña no puede continuar, voy a alejarme de ti y de tu familia definitivamente y espero que tu correspondas del mismo modo – como ensayado ese fue el discurso que broto de su garganta.

- ¿Patraña? Tu y yo somos novios no puedes botarme como si fuese un perro sarnoso – el rubio midió el tono de sus palabras tanto que fue incluso aterrador para Itachi puesto que no parecía muy sorprendido por la reciente ruptura en su relación – ¡no soy un estúpido niño para que quieras pasar de mi así de fácil! – pero poco duro esa serenidad.

- Baja la voz – temía que Minato fuese a regresar y oírlos – no es por eso.

- Estoy cansado de verdades a medias, ¡se supone que confíes en mí! – su heridas eran pocas y el leve dolor que aun resentía ya no era un problema, el verdadero problema era lo que había descubierto, quería hacerse de la vista gorda he ignorar lo que le parecieron intrigas pero la constante lejanía de Itachi y sus entregas a medias ya lo estaban cansando. La noche que hicieron el amor se sintió irremediablemente feliz creyó que todo entre ellos iría a mejorar pero incluso después de eso el pelinegro no se veía ni siquiera un poco feliz, tenía experiencia en eso, años estuvo convencido de estar enamorado de su amiga Sakura, años en los que hizo todo para complacerla y ganar algo de su afecto metiéndose en más de un embrollo por cumplirle promesas ¿y que recibía a cambio?, nada, tan solo gritos, golpes y muy poco agradecimiento, apreciaba a su ahora solo amiga y sabía que ella era buena persona solo que también entendió que ella jamás podría devolverle ni siquiera un poco de todo el cariño que el alguna vez le tuvo… y eso lo había frustrado bastante por eso decidió el día que acepto estar enamorado de Sasuke que no dejaría que nadie volviese a verlo mendigar amor ni el de Sasuke y en este caso ni el de Itachi.

- No se trata solo de confianza – el pelinegro pareció dudar como si sus pensamientos chocasen entre si entorpeciendo sus facultades.

- ¿Y entonces? – estaba enfadado y sentía que en cualquier momento iba a estallar si es que Itachi en verdad quería dejarlo como si sus sentimientos carecieran de todo valor, sus blancos dientes ejercieron presión entre si al tener tan presente el motivo de su ira…

 

 

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Pero el tiempo se había acabado la puerta se abrió nuevamente.

Los mismos hombres enmascarados entraron con Ceres a cuestas casi arrojándola al lado de Naruto que ligeramente sorprendido veía sangre en el brazo de la muchacha.

- ¡Que le hicieron malditos! – su esencia protectora emergió al ver a la chica tan mal pese a que nunca fue de su agrado.

- Tráiganlos – fue la orden de uno y de inmediato a tirones pusieron a ambos muchachos de pie para sacarlos de esa maltrecha habitación.

Naruto forcejeo tanto como pudo ganándose nuevamente un par de golpes que lograron aturdirlo, en cambio Sasuke acepto dócilmente seguirlos sin oponer resistencia cosa que al rubio no le pasó desapercibida, el destino fue el mismo que de Ceres aquella oficina donde Santiago los esperaba con una copa de vino en manos.

- Sasuke-san, Naruto-san, los estaba esperando – sonrió satisfecho al ver por fin a ambos jóvenes frente a él.

- Tú – Sasuke pareció por fin reaccionar al ver al lamebotas de Jiraya como el responsable de todo ese absurdo.

- ¿Qué está pasando aquí? ¡Tú trabajas para Ero-sennin!

- Lamento todo este mal entendido, en verdad. – dejó la copa sobre la mesa – Pero esos hombres tenían órdenes específicas de Jiraya-sama de capturar a cualquier persona sospechosa que rondase mi departamento, como se habrán dado cuenta yo poseo mucha información que podría serle perjudicial a mi jefe en caso de que algún malintencionado deseara perjudicarlo.

- ¡Ero-sennin jamás haría esto! – el rubio se revolvió inquieto tratando de liberarse al fin de los amarres que no le permitían movilidad - ¡¿Dónde está?!

- Ya viene para acá descuida y de nuevo lamento este mal entendido pero – dirigió su retorcida mirada a Sasuke – la información que estuvieron a punto de obtener es confidencial y en extremo riesgosa así que espero que entiendan que un incidente así no puede volver a repetirse. – dio un suspiro fingido – Naruto-san me he enterado que andas en líos amorosos con Itachi Uchiha, ¿es eso cierto?

Naruto se paralizo de inmediato, pensando en cómo aquel sujeto podía haberse enterado de algo tan… privado.

- ¡Ese no es asunto tuyo dattebayo! – grito indignado.

- De acuerdo, pero debo insistir ya que curiosamente mi jefe es decir tu padrino Jiraya-sama mantiene una relación amorosa y clandestina con el joven Itachi – explico de lo más calmado.

Creyó haber escuchado mal, sintió el aire del lugar mucho más pesado como si algún agente extraño se hubiese filtrado en el ambiente, eso debía ser, solo estaba oyendo alucinaciones, Naruto guardo silencio como descifrando la información que acababa de oír, algo asustado volteo a ver a Sasuke quien lo miraba de soslayo con la mirada afilada como diciéndole; “tendrías que ser demasiado dobe como para creer algo así”, tragó pesado. Tendría que ser demasiado dobe…

- Deberías lavar tu repugnante boca con cloro antes de hablar de un Uchiha – fue Sasuke quien salió en defensa de su hermano mayor – ¿nos trajiste aquí solo para comportarte como una vieja chismosa? – increpó indignado tranquilizando sin querer a Naruto quien parecía al borde de un colapso mental al sentirse engañado.

La risa sarcástica que Santiago dejo escapar devolvieron al rubio a la ofensiva.

- Je… - sonrió confiado – eres un maldito mentiroso, solo desátame para que pueda destrozarte esa sucia boca a golpes. – ya estaba más que enfadado.

Pero en ese momento la puerta detrás de ambos muchachos se abrió de golpe, quienes voltearon de inmediato viendo a Jiraya ingresar por ella.

- ¡Ero-sennin! – Naruto se sobresaltó pero estaba seguro de que su padrino aclararía las cosas y mínimamente le dejaría partirle la cara a su asistente por difamar de ese modo a Itachi.

- Naruto no quisiera decepcionarte – el recién llegado se acercó a Santiago – pero lo que te dijeron con respecto a Itachi es verdad, él y yo somos amantes.

 

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Se mordió el labio inferior con tanta fuerza que Itachi se preocupó, parecía que en cualquier momento se arrancaría un trozo de piel, cediendo luego de unos segundos antes de provocarse una herida más.

- Naruto – lo llamo - ¿me estas escuchando?

- Te escucho, siempre pongo toda mi atención a cualquier cosa que dices o haces – confeso sin mirarle, suspiro ruidosamente tratando de relajarse, pese a que su propio padrino le confirmara tener un romance con Itachi no le creyó, Jiraya debía haberse enterado de su relación y al ser ambos hombres de seguro que esa artimaña se le ocurrió para intentar alejarlos, quiso convencerse de aquello, además su padrino adoraba a las mujeres no lo veía cortejando a un hombre…

- Esto no es apropiado, por eso debemos terminar – el pelinegro parecía decidido a pisotear sus sentimientos.

- Que educado… - pero no iba a darse por vencido tan fácil, aunque se prometió no volver a arrastrarse ante nadie, de lo que estaba seguro era de que Itachi también lo quería… tal vez no lo amaba como Naruto, pero estaba seguro de que lo quería y era justamente por eso que no iba a dejar que le arrebataran de las manos lo que a duras penas pudo forjar entre ambos – pero no acepto que me dejes´ttebayo – levanto la mirada encarando al mayor – dije que iba a cuidarte y a protegerte, si me dices que alguien te está lastimando ¡yo te protegería incluso de mi propia familia! – grito sin importarle que alguien los oyese poniéndose de pie tan rápido como pudo para arrinconar al dueño de sus anhelos.

Vio los oscuros ojos ajenos sorprendidos. Analizándolo atentamente por fin pudo notar que Itachi se veía algo mas pálido y delgado, por no agregar que parecía tener más ojeras que cuando empezaron a tratarse.

- Neh Ita-chan – acerco sus labios al oído del mayor – como quieres botarme si ni siquiera me das la oportunidad de intentar ayudarte a resolver los problemas que tienes, déjame intentarlo si soy un inútil y no puedo hacer nada y por eso quieres dejarme lo aceptare, pero primero déjame intentarlo dattebayo – hablo con suavidad notando claramente como el pelinegro parecía temblar unos segundos. Se separó un poco tan solo lo suficiente para verle al rostro de nuevo y acercarse para besarlo en los labios.

No percibió ningún tipo de resistencia por el contrario, feliz noto como Itachi le correspondía, se acercó más tratando de pasar sus manos por el torso del pelinegro pero en ese instante se vio apartado de golpe.

- Minato podría regresar – apenas lo oyó farfullar encogido en hombros casi podía jurar que se veía culpable, casi… porque Naruto jamás fue muy empático.

- Humm – hizo un pequeño puchero adornado de una sonrisa, tenían que ser solo intrigas, falsas acusaciones porque si de algo podía estar seguro en aquellos momentos era de que no le era para nada indiferente al pelinegro. Se armaría de valor y hablaría claramente con Jiraya a solas y aclararía las cosas, no iba a dejar que difamasen de ese modo a la persona que amaba y si por azares del destino o por casualidades maliciosas su padrino tenia cierto interés en Itachi no iba a dejar que se le acercara a menos de quinientos metros de distancia.

- Naruto – oyó su nombre y sintiéndose renovado amplio más su sonrisa.

- Entonces esto quiere decir que no vas a dejarme, ¿verdad?

- … - Itachi inclino su cabeza hacia atrás como si estuviese decidiendo, mantuvo los ojos cerrados por unos segundos para abrirlos dando paso a hondo suspiro que escapo de sus labios – tengo una condición.

Una de sus rubias cejas se arqueo nada satisfecho, si el que tenía derecho a poner condiciones era él y no Itachi.

- Deja de mirarme así – el mayor pareció relajarse de repente – solo quiero que no hagas más preguntas con respecto a Jiraya y a mi familia, solo eso.

- Bufff… - suspiró tan ruidoso como pudo retrocediendo un poco claramente enfadado – si lo pones así, más ganas me van a dar de preguntar`ttebayo. – lo que su padrino dijo debieron ser solo intrigas se repitió.

- Estoy contigo, es lo único que necesitas saber – y en un acto que Naruto recordaría hasta el último día de sus vida fue Itachi quien esta vez se acercó sus labios casi rozando los del rubio dando un suave suspiro que le erizo la piel cueando apenas lo tocó con su deseada lengua.

Eso solo podía definirse como chantaje pero tan inesperada acción que termino con un apasionante beso que el pelinegro inicio y que sentía que lo ahogaría no tuvo más opción en aquel instante.

- Es… está bien – jadeo una vez se separaron inspirando hondo – pero… pero voy a decirle a todos que tú y yo estamos saliendo´ttebayo.

Itachi rodó los ojos dirigiéndose a la puerta – Hablaremos de eso cuando te den el alta – giro la perilla para salir, volteo a ver al rubio con una diminuta sonrisa, pero una limpia y honesta sonrisa o es así como Naruto la pudo interpretar.

- El alta me la dan hoy y estas olvidando algo – miro al piso como si el otro hubiese dejado caer algo y curioso como un cuervo vio a Itachi volver un par de pasos para ver ese “algo”, cuando estuvo a su alcance Naruto lo jalo para abrazarlo con fuerza, tanta fuerza que parecía querer lastimarlo sin ser verdad – te amo - susurró quedito tensando al mayor de los dos, el tierno abrazo duro unos cuantos segundos, segundos que para Naruto serían atesorados así como lo hacía con cada momento que compartía con Itachi, se separaron para compartir un cálido beso…

Pero el ojiazul se vio apartado de golpe quedando desconcertado.

- Que es lo que quieres – Itachi dirigió su penetrante mirada hacia la puerta.

Y cuando también dirigió su azul mirada vio a Ceres sonriendo sujetando en manos un celular.

- Siento si interrumpo a la adorable pareja – la chica solo lucia unos cuantos vendajes en el brazo – solo tenía curiosidad de saber cómo te encontrabas Naruto de todos modos estuvimos juntos en este incidente.

- Estoy de maravilla así que ya vete – torció ligeramente los labios en una mueca de enfado.

- Solo estaba preocupada no necesitas tratarme así.

- Ni tú te crees eso dattebayo.

- De acuerdo, ya me voy y los dejos solos -  dando media vuelta empezó a alejarse.

- Que mujer más rara – el rubio suspiró agotado sentándose en la cama.

- Te veré después – y dicho aquello Itachi salió tan rápido como pudo cerrando la puerta tras de sí.

- Ita… - dejado con la palabra en la boca volvió a suspirar – no le preguntare a nadie, averiguare las cosas por mi cuenta.

 

 

 

Apenas salió del cuarto de Naruto camino a paso rápido para alcanzar a esa mujer a esa odiosa mujer, todo estaba mal muy mal, su plan era terminar con Naruto definitivamente y de ese modo evitarle más de un problema al rubio, había decidido que su madre, Sasuke y él se irían a Norte América como lo había sugerido Madara, pero para variar las acciones del rubio lo confundían tanto que acababa diciendo o haciendo cosas que no quería o que en ningún momento planeo… o tal vez si quería… solo que no formaban parte de sus planes.

Definitivamente sus acciones eran muy poco dignas de él, pero una parte de su interior estaba harto de sacrificarse por el bien de los demás dejando de lado sus deseos y aspiraciones. Pero esa pequeña parte siempre terminaba apabullada por su naturaleza pacifista y porque no decirlo de mártir. Itachi era una persona realmente simple aunque a la vista de cualquiera pudiese aparentar un complicado misterio que más de uno querría descubrir, buscaba que su hermano y su madre pudiesen llevar una vida tranquila y sin preocupaciones, si él podía incluirse en el paquete con gusto lo haría pero eso no era una prioridad, tenía muy bien inculcado que el bienestar de muchos podría ser conseguido con la desdicha de unos pocos incluyéndose el en ese grupo y así lo aceptaría.

- ¿Me buscabas? – con una brillante sonrisa Ceres de un pequeño brinco apareció frente a él.

- Dámelo – nada sorprendido extendió su mano esperando a que ella le entregara algo.

- ¿Te has dado cuenta? – carcajeo unos instantes – era una broma si ya he borrado la foto que ni siquiera salió bien – saco su celular mostrándole que no tenía ninguna foto de él y Naruto besándose – la puerta estaba abierta así que me asome, no creí que estuviesen en “eso” – hizo amago de comillas con los dedos.

Itachi busco la fotografía que ella pudo haberles tomado hace instantes, pero no hallo nada así que quiso creerle, no quería tener más problemas si a Ceres le daba la gana de mostrarle eso a alguien más.

- ¿Lo ves? – satisfecha guardo su móvil – ¿quieres venir a mi casa? – sugirió en tono sensual acercándose de más.

- No me interesas – respondió de inmediato para pasar de largo caminando ahora si más tranquilo.

- Mi oferta sigue en pie Itachi, porque estoy segura de que Jiraya no tarda en ponerte en alguna encrucijada de la cual esta vez no saldrás bien librado – habló logrando que el otro se detuviera pero que no se dignara a voltear para verla. – ¿es que no te repugna la idea el hacerle favores íntimos a un anciano tan despreciable?, mejor podrías hacérmelos a mí.

Su audible risa hizo eco en sus pensamientos antes de oír los pasos de la chica alejándose en dirección contraria, ya había tenido suficiente de amenazas y chantajes no iba a ceder de nuevo.

 

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A eso de las cuatro de la tarde les dieron el alta, unos cuantos golpes no ameritaban más cuidados médicos, visito a su madre junto a Itachi sin poder evitar el rollo que le soltó este con preguntas de todo tipo, Sasuke no tenía ni tendría ánimos de responderle a su hermano mayor, luego de lo sucedido con Naruto y su funesta confesión ya no estaba seguro de cómo actuar. La única excusa convincente que le dio fue que Jiraya los confundió con espías al estar en el departamento de su asistente y que si quería más información que le preguntase a Minato. Desde luego que Itachi no estaba satisfecho con eso y siguió acosándolo una vez salieron del hospital.

- Déjame en paz ya te dije lo que sucedió – irritado caminaba a paso rápido.

- Sasuke espera, necesito saber si Jiraya no te dijo nada más.

- Itachi, no sé qué quieres que te diga, ¡pero no hay más!, ahora es de madre de quien tenemos que preocuparnos y no por estupideces sin importancia – hastiado se detuvo encarando a su hermano – y si hubiera más que contar créeme que no te diría ni una sola palabra. – espetó tajante.

- No entiendes lo importante que es esto – el mayor le hablaba con calma buscando claramente convencerlo de decirle todo.

- Bien hagamos un cambio – se cruzó de brazos afilando la mirada – yo te digo todo lo que se y tú me dices en que líos estas metido realmente con el padrino de Naruto.

Vio a su hermano mayor desviar un segundo la mirada.

- De acuerdo que es lo que quieres saber.

- … - algo atónito Sasuke no creyó ganar tan fácil – tu… tu sabes si lo que le paso a madre fue ocasionado por Jiraya, ¿verdad?

- Si, él es responsable – le confirmo llenando de enfado al menor – hablemos en otro lugar.

Sasuke se sentía frustrado, al parecer Itachi seguía manteniéndolo al margen de todo lo que pasaba, al margen de todo lo importante, de seguro el muy infeliz sabía que sucedió con su padre para desaparecer tan repentinamente, estar tan sobreprotegido por su hermano siempre terminaba pasándole factura después y eso ya no iba a permitirlo de todos modos Jiraya era alguien a quien tenían que desaparecer para que dejara de torturar a los Uchiha.

 

 

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- Naruto no quisiera decepcionarte – el recién llegado se acercó a Santiago – pero lo que te dijeron con respecto a Itachi es verdad, él y yo somos amantes.

Sasuke vio con ligera tristeza como Naruto forcejeaba como demente para tratar de liberarse.

- ¡Eso no es verdad! – gritaba fúrico.

- Tranquilízate – el mayor de todos  se acercó primero a Sasuke para soltar los amarres y a riesgo de recibir una patada o golpe de un iracundo Naruto también desato a su ahijado  - ese Uchiha se ha estado burlando de ti.

- ¡Déjame! – furioso se apartó en cuanto pudo – no sé de qué va esto pero no me parece para nada gracioso.

- Eres libre de creer lo que quieras Naruto, pero es mi deber ponerte sobre aviso para que no vayas a salir lastimado después – Jiraya trataba de mantenerse calmado pero Sasuke pudo distinguir en su semblante enfado igual o mayor que el del rubio.

- No creo que nos hayan secuestrado y traído a este lugar tan solo para decirle algo así a Naruto – al fin hablo cuando vio que todo se estaba reduciendo a dichos referentes a su hermano.

- No luces sorprendido Sasuke, ya me lo esperaba, pero tienes razón – el peliblanco se acercó al escritorio y sacar de él los teléfonos de ambos muchachos y  aventárselos para que los sujetaran – no debiste tratar de obtener información privada de mis empresas, es como defraudar la confianza que puse en ti.

El pelinegro no se vio intimidado de ningún modo – No creí que los negocios en lo que estas metido fueran tan ilegales como para tener que protegerlos de ese modo incluso sobre el bienestar de tu ahijado.

- A mí me da igual –Naruto parecía más serio y tenso de lo que ameritaba la situación, lo que Jiraya le dijo con respecto a Itachi tenía que estar carcomiéndole las entrañas – siento que no te conozco – una fría y desafiante azul mirada se instaló en sus semblante, mirada asesina que se clavó en el más anciano. – pero sé que me estas mintiendo, Itachi no sería capaz – aseguro.

Sasuke también empezó sentirse enfadado, ya estaba harto de oír hablar sobre su hermano, era improbable que él se rebajase tanto como para convertirse en el amante de turno de un decrepito pervertido, agregándole a todo eso que Itachi estaba enredado con el dobe de Naruto… su hermano no podría.

- Yo hablare con Minato sobre esto y espero que podamos dejar este incidente en un mal entendido.

- Me da igual – el rubio repito con el mismo tono – dime donde estamos que yo le hablare a mi papá – marco el número de teléfono.

- Esta bien, pero espero que después puedas darme la oportunidad de dejarme demostrarte que lo que digo de Itachi es verdad – fue lo último que el anciano dijo.

Fue Santiago quien le dio la dirección del lugar a Naruto, al parecer los habían traído a las afueras de la ciudad, para Sasuke todo el relajo que se armó por lo que supuestamente era tan solo una nimiedad no lo convencía en lo más mínimo, estaba seguro que algo mucho más importante tenía que estar sucediendo entre ese anciano, el lame botas de su asistente y tal vez también con Itachi.

 

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Llegaron al departamento donde Itachi vivía por el momento, su compañero de piso no se hallaba por lo que ingresaron a la silenciosa sala.

- ¿Tienes hambre?

Negó para sentarse en un sofá esperando a que su hermano mayor imitara su acción, no dejaría que hiciera tiempo para lograr evadir el asunto.

- Bien… - el mayor dio un leve suspiro para sentarse frente a el – por donde quieres que empecemos.

- Desde el principio, con tío Obito y con Shisui.

 

 

 

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Desde que despertó en esa mañana, algo en su interior le indicaba que no sería un buen día, como una extraña sensación de un pésimo presentimiento y como un mal augurio el calendario indicaba fecha trece para un día martes, el día de ayer ya no tuvo tiempo de hablar con Itachi ni con Sasuke porque ambos hermanos se fueron juntos del hospital y a su padre no pareció molestarle ese hecho. Lo más inquietante fue la actitud de su madre parecía ausente como si algo le preocupase, pero aunque le pregunto incontables veces si algo le sucedía, ella solo le sonreía diciendo que era algo sin importancia y que le dolía la cabeza.

Termino de vestirse para salir temprano como siempre lo hacía, su sofocado cerebro le ordeno escabullirse antes de encontrarse con Sasuke al menos hasta que estuviera seguro de que decirle cuando lo viese, al confesarle sus sentimientos y su romance con Itachi había puesto su amistad en la cuerda floja si es que el pelinegro menor por causalidad deseaba seguir siendo su amigo. Perder a su mejor amigo era algo que no quería que sucediese pero buscarle una solución para que las cosas con el fuesen como hace antaño no parecía muy fácil.

Debía dejar de torturar a sus escasas neuronas o acabaría con una migraña de campeonato, ya se le ocurriría que decirle a Sasuke en cuanto lo viese porque también debía hablar con su padrino con respecto a Itachi.

Sus huesos terminaron algo adoloridos luego de tanta práctica, Sasuke tenía razón, estar en más de un club a la vez era muy difícil y el consejero ya le había advertido que si eso afectaba su desempeño académico tendría que dejar las prácticas. Para ser tan temprano ingreso exhausto a su salón cuando el profesor ya estaba allí, recibió una pequeña reprimenda para sentarse en su lugar, como un alma en pena se deslizo en su pupitre notando como Sasuke ni le prestaba atención.

Cuando la hora del receso llego su lugar se vio atestado de sus compañeros quienes empezaron a preguntarle en qué tipo de pleito de callejón se había metido esta vez.

- Naruto esta vez dicen que fue el esposo de la mujer con quién andas el que te puso tremenda golpiza – Kiba se le arrimo con una amplia sonrisa.

- Como inventan tantas tonterías dattebayo – guardo sus libros notando que Sasuke salió del salón siendo seguido por un par de chicas siendo una de ellas Sakura - ya me tengo que ir – a toda prisa salió para seguirlo.

- ¡Hey Naruto espera, pospusimos la salida para la semana que viene! – el castaño grito pero no le prestaron atención.

 

 

- ¡Espera Sasuke! – cuando quiso darle alcance en el jardín central vio como Sakura dejaba de seguir al pelinegro que ni caso le hizo a su llamado para voltear y acercársele.

- ¿Naruto que le hiciste a Sasuke-kun?, parece muy molesto casi ni nos dirigió la palabra – su pelirosa amiga se cruzó de brazos.

“Si nunca les dirige la palabra” quiso responder pero solo atino a sonreír tontamente, tenía un mal presentimiento y no sabía porque.

- Na… Naruto-kun – la tímida voz de Hinata llamo su atención cosa que fue un milagro ya que entre el bullicio de los estudiantes que salían de sus salones resultaba muy difícil.

- Hola Hinata – pese al funesto presentimiento que parecía aumentar a medida que los minutos avanzaban le sonrió ampliamente a la tímida chica que pareció sonrojarse sin querer, Naruto pensó que tal vez era debido a una repentina fiebre.

Y antes de que alguno de los tres pudiese decir algo mas una suave lluvia de papeles empezó a caer, lluvia proveniente de la azotea que adornaba el paisaje como hojas impulsadas por el viento cayendo lentamente al piso. Todos los adolescentes que se hallaban cerca cogieron una hoja de papel para ver si se trataba de algún baile o algún evento parecido que algún club estuviese anunciando.

Por inercia Naruto, Sakura y Hinata hicieron lo mismo.

- Esto es… - la pelirosa volteo a ver a Naruto quien se veía hasta aterrado.

 

 

 

- Esta noche tienes que venir a Akatsuki, Yahiko y Nagato quieren hablar contigo.

- Ya arreglare lo del dinero con ellos Konan – desde hace días Itachi no había podido dormir bien, siempre terminaba quedándose dormido casi al amanecer y en alguna posición incómoda que le resultaba en torticolis al día siguiente. Pero sin quererlo siempre iba a la Universidad para tratar de ya no pensar tanto en Naruto y los problemas que tenía con Jiraya, Minato le aseguro que el día de hoy se reuniría con aquel personaje siniestro y no estaba seguro de a donde llegaría aquel encuentro de todos modos como le había dicho Madara, si el padrino de Naruto amenazaba con dañar a Kushina o al rubio menor, Minato se lo pensaría dos veces antes de poner las manos al fuego por un Uchiha.

- Ya da la una de la tarde – la hermosa mujer de pelo azul que vino a recogerlo sonrió enseñándole su celular en el cual marcaban las 13:01 – ya tenemos que reunirnos con Kizame y los demás.

Asintió sin mucho ánimo, no le apetecía salir a ningún lugar a “divertirse”, esperaba la llamada de Minato para saber lo que había sucedido con Jiraya y de seguro Naruto no tardaría en buscarlo ya que ambos habían quedado en seguir saliendo, arrugo el entrecejo al sentir un ligero calor en el rostro, seguía metido en un buen embrollo amoroso con un adolescente y tal parece que ya no deseaba salir de ese atolladero.

- Si piensas tanto vas a desmayarte.

- Eso es imposible – se masajeo la sien derecha contemplando la bonita sonrisa de la chica, Konan era indudablemente una de las pocas mujeres que había conocido que le resultaban agradables.

- Sabes que siempre puedes contar conmigo y los muchachos – su expresión se enterneció como la de una madre, de seguro él se veía fatal de nuevo para provocar el consuelo ajeno  – si necesitas ir a algún lugar en mi casa siempre habrá un espacio a Yahiko no le importara.

Claro que si le importaría ya que ambos eran novios desde hace años todos esperaban que en cualquier momento fueran a salir con la noticia de un bebé o una boda, dado que ambos eran mayores que Itachi por algunos años.

 

Pero antes de que pudiesen salir de la Universidad un par de muchachas compañeras del pelinegro se acercaron tímidamente.

- I… Itachi-san – la de cabello corto se veía abochornada de seguro querría declarársele, pero ahora que hacia memoria ya la había rechazado hace algunos meses – quere… queremos mostrarle algo.

El nombrado arqueo una ceja al ver como la chica le enseñaba la pantalla de su móvil.

- Mi hermana pequeña estudia en el instituto Konoha y me mando unas fotos hace instantes. Creo que debería verlas.

Intrigado observo con detalle lo que querían mostrarle, sus ojos se abrieron más ante la sorpresa, le arrebato el aparato para ver mejor, eran fotos del colegio de su hermano y Naruto, En la primera foto se veían cientos de papeles caer de la azotea, la segunda foto mostraba en detalle lo que venía impreso en aquellas siniestras hojas…

La fotografía que supuso que Ceres les saco el día anterior en el hospital y que ella aseguro haber borrado, no podía ser eso posible, se sintió estúpido al haberle creído, pero jamás imagino que esa mujer pudiera llegar a caer tan bajo…

Naruto y el besándose y debajo venia escrito; “A Naruto Uzumaki no le pintan las tías”, cientos de hojas con aquella foto y ese mensaje estaban cayendo como afiladas cuchillas hechas para dañar directamente a Naruto.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

"A Naruto Uzumaki no le pintan las tías" seria como decir " Que a Naruto no le gustan las chicas"

 

Ya no se como excusarme, se que tardo mucho, pero como dije antes terminare la historia aunque sea para un solo lector. Tengo muy poco tiempo libre y ahora estoy en mi cama a oscuras con la lapto... debo decirles que esta historia no debia de tener mas de doce capítulos, pero se alargo sin querer, de todos modos ya estamos en la recta final no han de faltar mas de cuatro para terminar, lo curioso es que tengo ideas para un par de fics que estoy escribiendo NaruIta obviamente, es bueno variar y el NaruSasu esta muy presente en esta página asi que yo sere otro lunar como varios de parejas inusuales que hay (:D). Asi que puede que vean algo mas de mi por estos rumbos, además que me han hecho un desafio personal de una historia entre Naruto e Itachi haber como le hago porque mis ideas presentes casi siempre estan lo malo es mi tiempo para escribir.

Eso ya ni venia al caso cuidense, espero que aún a alguien le interese esta historia.

 

Yae


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